Matt Blackner

Esperaba que me echara de alli a patadas, seguro, seguro que la excusa que había inventado no le gustaba, ni ssabía mentirle, siempre me pillaba... Alcé la cabeza, sonriendo levemente. Si que se había dado cuenta, pero aun asi, le parecía buena idea. La miré sorprendido. Pero estaba claro que a ella también le divertía. Ahora me tocaría pelearme con los peueños. A mi no se me daban bien, en realiad no sabía que hacer con ellos si se ponían a llorar y me ponia nervioso. Me había costado un mundo aprender a coger a Argi, tanto, que el obre al principio hasta lloraba. Asi que con los que no conocía... Me señaló la puerta que daba al patio. Seguro que los niños estaban alli tirándole de las orejas a Fenrir. Reí levemente mientras la seguía. Salimos al patio y alli estaban. Un grupito de niños con Ithilion a la cabeza, le tiraban de las orejas al lobo, y claro, omo el ni se movía, pues les hacía gracia. Al vernos, Fenrir gimoteó, alargando una pata hacia nosotros, pidiendo socorro.

Aun buscaba donde estaba Fenrir, mientras las orejas me dolian. Iba aecirle cuatro cosas al niño que le estuviera dando tirones. El lobo era tan bueno con los niños que ni siquiera se quitaba. Iba corriendo cuando la voz de Sagis me sobresaltó. Tanto, que casi me caigo al suelo. Me volví hacia ella. - Yo...lo siento La vi mirarme arrugando el ceño, pensativa. Ooh, no me gustaba, seguro que se estaba pensando por qué había ido alli y ahora me echaría o peor, me regañaría. Yo solo había ido a ver a Ithilion, a jugar un poco con el, pero... Otro tirón de orejas. Entonces Sagis preguntó al fin que hacía alli. - eeh...si, era Fenrir, lo traje conmigo porque... Metí las manos en los bolsillos y agaché la cabeza notando que me iba poniendo rojo. No la sentía, pero la había escuchado asi con Ithilion y ese tono lo usaba para regañarle. - Yo...bbueno...lo siento...había venido a ver a Jesse y a Ithilion y había pensado que...bueno, si traía a Fenrir pues...podrían aprender algunas cosas sobre los animales, ya sabes, cuidarlos, enseñarlos y...auch! Me llevé las manos a las orejas. Se me habían puesto rojas y me dolían. - Alguien le está tirando de las orejas al lobo!

- Hola mamá! - saludé, pasando a la carrera por detrás de el lobo, no fuera que hiciera algo raro. Aunque encontré a jesse en la parte de atras. - Hola hermanita, has visto a Fenrir? Me dijo que había llegado corriendo, y qeu después de saludarla a su manera, había vuelto a irse. Esperaba que no se hubiera escapado, pero me daba que no, que estaba buscando a Ithilion para jugar con el. Resultaba que al lobo y al niño les encantaba estar juntos, tal vez porque conmigo Fenrir no había podido jugar demasiado. Y lo noté. Un tirón en las orejas, lo que me hizo cerrar los ojos y taparlas con las manos. - Auch! quien ha sido? - pregunté, enfadado al notarlo por segunda vez. Escuché ruido de risas en el interior. Miré a Jesse, seguro que el lobo había encontrado con quien jugar.

asintió tras escuchar mi segunda pregunta, como s esperara que se la hiciese. Tomó un trago de su bebida manteniendo l calma, aunque algo me decí que tal vez le costaba recordar. A lo mejor no tenía buena memoria. Asentí, escuchándolo con atención, con la pluma rasgueando el pergamino Sonreí levemnete al escuchar otra llamada en la puerta - Vaya, parece que recibe muchas visitas, eso nunca está de más. - comenté - Bien, entonces la visita de Andromeda no fue amistosa. Díganos, discutieron por algo? ella le provocó de algún modo, hubo agresiones por parte de alguno de los dos?

Me bajé de la rama en la que me abía apoyado, mientrs Jess me respondía acerca de las ardillas. Entonces la miré, extrañado. No me había entendido. - Jesse, no me refería a las ardillas, sino a las plantas gigantes. Esto parece una jungla - dije, notando que empezaba a sudar. Había mucha humedad, o empezaba a hacerla, y el calor agobiaba. - pero si que podrian venir en alguna jaula. aAlgun animal extraviado? - pregunté. Pero no parecían como el doxy que me había mordido... Los bichos iban a destrozar el lugar, y Jesse apuntó a uno que iba hacia ella, pero en ve de detenerse, se hizo más grande, el doble de su tamaño. Reí levemente al ver que me decía que no le regañase. - No lo se, tal vez usando comida con algun paralizante? - pregnté, llegno hata ellas

Miraba a Hades seriamente, sin demostrar ningun tipo de sentimiento, bueno o malo. Aquello era trabajo al fin y al cabo. Además, sentía al vampiro muy tranquilo, al contrario de mi último trabajo. Se tomó un momento muy breve para pensar su respuesta, que la pluma garabateó sobre el pergamino. Asentí, mientras escuchábamos una nueva llamada en la puerta de entrada. Al parecer, la mansión era muy visitada. Pero esta vez no se levantó, sino ue con un chasquido apareció su elfo para ir a atender las posibles visitas. - Bien, y díganos, recuerda quien era el o la visitante? - pregunté - Era una visita amistosa, o de algun tipo personal?

Acababa el ultimo trozo de pizza cuando llegó un elfo acalorado, que venía a todo correr. Que le pasaba? parecía asustdo. El elfo empezó a tirar de la manga de Sagis con mucha prisa y casi saco la vrita, temiendo algun ataque d extraños, más aun después de que pidiera que no lleváramos al niño. Subimos a todo correr como el elfo decía, y nos tuvimos que agachar para no darnos con als ramas de un árbol. - QUe hace aqui un árbol? Uno? había muchos! y algo marrón y peludo saltaba y planeaba de una rama a otra. Jesse tambien estaba sorprendida. - Recuerdo qeu subí un par de macetas, pero no tenían nada, pensé que... Las miré, algo se me había ocurrido. Esquivé las ramas y aparté las hojas para ver la placa que indicaba lo que hbía en cada planta. - pociones! Y si alguna vieja se ha mezclado y la absorvieron las raices? - pregunté. Eso explicaba las plantas, no los animales saltarines

Fui caminando por Diagon, para dar una vuelta. Hacía calor fuera, asi que llevaba un pantalón de deporte blanco y una camiseta sin mangas azul claro. - Fenrir, no te escapes - dije al lobo, que correteaba por delante mia, moviendo la cola de un lado a otro. Iba de camino a la gurderi, para hacer una visita. Había estado cuando acababa de abrirse, y me llevaba al lobo porqeu alli estaba Jesse, y seguro qeu a los nños le gustaba jugar con el. Asi qeu al llegar, abrí la puerta, asomándome con cuidado. pero Fenrir captó al momento el olor d gente conocida, y entró corriendo en su busca. - Eh! ven aqui! - grité, ecahdno a correr detrás de el.

Asentí, no hbían atacado a nadie, entraron y se marcharon, como había imaginado. - Le aseguro que haremos lo posible por atender esa denuncia si la realiza. Tragué, frunciendo el ceño al escuchar su relato referente a la anterior denuncia, alguien le habí atacado, herido y llevado a una prisión. - siento oir eso, no se que ha podido pasar la verdad, he estado un tiempo fuera...Y no se preocupe, si quiere ver los apuntes antes de que me marche, se los mostraré si asi se queda más tranquilo. Cerré los ojos un momento, tomando aire, pensando en que preguntar. Aquello siempre era algo delicado, pues nunca sabías por donde podía salir la otra persona, aunque en este caso, Hades parecía por la labor de querer ayudar. - Bien, dígame, recuerda donde estaba el día 2 de junio? estaba fuera, en casa...recuerda si recibió alguna visita? La pluma garabateó la preguna y se quedó esperando una respuesta.

Argi había esperado a que Sunar le regañase, pero como no lo hizo, el niño volvió a mirar las flores, que brillaban frente a nosotros. - Serían una buena broma para el día de los inocentes dije, imaginando todos los sutos que podríamos dar a los demás entre todos. - vamos Jesse, te lo he dicho. Es lo que eres, no te puedes asustar de ti misma. - le regañé suavemente. Asentí, escuchando a Sunar. Clora, debía ser difícil enseñar al niño. - No te preocpes aun de que practique. Lo mejor es que los vea como lo que son, algo natural en el. Pero que aprenda a que es mejor usarlos solo con la familia. Es muy pequeño ara que practique, de momento solo es un juego. Vi al niño con su vasito, bebiendo con nosotros, todo feliz, sin quitar ojo a las plantas, como si se le fuera a escapar algo importante si apartaba la vista. Jesse hizo desaparecer la llamita, y de nuevo, parecían un simple adorno. Sonreí, cada vez era más hábil. Miré a Sagis. Ella me dejaba enseñar al niño, auqneu siempre que lo hacíams nos andaba vigilando de cerca, preocupada por si le pasaba algo. Era extraño, pero al mismo tiempo llamativo, pues el fuego obedecía a Ithilion en todo momento, como un perro fiel a su amo, y aun asi ella se preocupaba. Era bonito. La vi protestar, mirando a todos lados, porque alguien se había bebido lo suyo. La miré y me di cuenta de que había sido yo. - Eeeh...lo siento, es que eran del mismo color y... - le alargué mi vaso. - Oye Sunar, tu...me dejarías...si quieres, podría enseñar también a Argentus

- No se preocupe señor, entendemos que debe atender a las visitas a su mansión. - dije, una vez que pudo acercarse para atendernos. Nos dijo que en la entrada habían aparecido unas personas con luce cubriendo sus rostros, pero que se habían marchado. Asentí, al parecer no habían hecho nada más allá de aparecer y marcharse. - No lo sabía, pero si lo desea, puede denunciar el suceso. Han atacado a alguien, o solo han aparecido y se han marchado? - pregunté, pues era extraño que uno de esos grupos se marchara sin más, sin siquiera dejar uno de esos carteles que demostrara que habían estado ahi. Pasamos a una sala donde se sentó, y unos elfos trajeron bebidas y algo para picar, donde pidió seguir la conversación donde había quedado. - Bueno, verá, he hablado con mi compañero y ninguno de los dos tiene constancia de esa denuncia al negocio que dice, lo siento. - suspiré. - En realidad estamos aqui por una denuncia que hemos recibido, y queríamos hacerle algunas preguntas acerca de esto. Si le parece bien, apuntaré todo en el cuaderno para dejar constancia de sus respuestas. Y con mi varita, hice aparecer papel y pluma, esperando su respuesta.

Jesse no tardó en demostrar con aquella llamita, lo que sabía hacer. Argi fue el que más se entusiasmó, y alargó sus manitas hacia la llama, queriendo tocarla, pero en su entusiasmo, acabó por congelar todas las pizzas. No pude evitar reirme, era muy gracioso, ver como nos miraba el pequeño, sin terminar de entender que habia hecho. Miré a Sagis y sonreí levemente. Parecía algo triste con a cabeza baja y me sentí mal. Seguroq eu era por la pulsera. jesse no había uqerido hacer nada por su cumpleaños, y todos le habíamos hecho caso...a excpción de quella pulsera. Al parecer, el incidente con Argi la distrajo. Y Akira sabía aparecerse! menudo crio, menuda familia teníamos. - No...no se Jesse. Solo...veia que te dabas miedo a ti misma e intenté quitártelo. Y asi de paso aprendes a usarlos, pero... - no creía que fuera tan bueno. en casi nada creía ser tan bueno como decía, aunque seguro qeu Jack tenía alguna culpa en eso. - Alguien tendrá que enseñar a los niños a usar sus habilidades antes de que nos maten del susto algún día. Yo ya lo hago con Ithilion, pero aun asi a veces se le olvida un poco.

10 minutos de espera? seguro qeu al menos era eso, pero en fin, qeu se le iba a hacer. Only, como yo, esperaba en la entrada pacientemente. No captabamos nada acerca de la conversación que habia mantenido Hades con los visitantes, pero de todos modos, no creía que nos fuera de mucha utilidad. Con mis palabras, había dado la clave a Only; el tampoco sabía de esa denuncia, con lo qeu no había sido puesta tampoco durante mi ausencia. Le sostuve la mirada, entendiéndole. Tenía curiosidad por saber que era lo que entretenía al hombre, y a pesar de mi fino oido, poco más podía decirle, o hablaban muy bajo, o yo me estaba quedando sordo, porqeu apenas había entendido nada. Aunque de todos modos, había estado pensando en otra cosa. Only estaba decidido abordar de una vez el tema, hubiera gente o no, y no le pensaba detener. Aunque de todos modos ya parecía algo inútil, las visitas se alejaban y se despedían, asi qeu podríamos continuar con el caso.

Asentí, claro que conocía a Akira, y ahora que lo pensaba... - Como se junten hundirán medio Ottery - bromeé. Miré a Sagis, inflando los mofletes, enfurruñado cuando me dijo que no debía mejorar las trstadas. Pero no la smejoraba, solo...les echaba imaginacion. Y Jesse tambien participaba. Cuando dije a Jesse que les hiciera una demostración, Sagis fue la primera en preguntar, pero lo hacía con desconfianza, sin soltar su trozo de pizza, no fuera que se lo robásemos. Yo sonreí y le di otro mordisco a mi trozo de pizza, esperando. Les explicó que le había regalado una pulsera por su cumple, que le ayudaba a controlar sus poderes, o al menos, a practicar con ellos, pues no la iba a romper por su afinidad con el fuego. No hizo falta más. De una de las llamas de acero azulado surgió una llamita de color azul. La vi sonreir con la pequeña llama, ahora que le había perdido el miedo a romperla lo hacía más facilmente. - No...no soy tan bueno, no es para tanto. Además, eso es solo una pequeña muestra de lo qeu puedes hacer - le dije, notando que me sonrojaba un poco.

Al entrar,me di cuenta de que Jesse estaba pensativa, sorprendida por aquel regalo. Pero tenía ganas de hacero y me alegraba mucho saber que habia acertado. - No te disculpes Jesse, creoq eu todos estamos hambrientos. Yo me comería un elefante - bromeé. Todos teniamos por fin las pizzas y las bebidas. La cerveza de mantequilla estaba muy fría y me moría de sed. Todos nos habiamos sentado a cmer, formando un círculo. - ooooh, habló la chica responsable. Seguro qeu tu eres la primera en irme detrás cuando me uniese. - bromeé. Al ver su brazo, me di cuenta de que llevaba la pulsera qeu le había regalado en su cumpleaños. Sonreí, divertido. - Oye Jesse, por qué no haces una demostración? - le pregunté, señalando con la cabeza la pulsera que colgaba de su brazo. La primera vez había tenido miedo de dañarla, pero no le iba a pasar nada.

Only y yo seguimos al hombre hasta el interior de la casa, aunque justo después se disculpó para atender una visita, a lo cual no pusimos pegas. Pero después, tanto Only como yo compartimos una mirada de extrañeza. Por más que le daba vueltas y más vueltas, no recordaba ninguna denuncia de ese negocio que decía, tal vez no nos llegó la denuncia? porque yo solo había pasado un par de meses fuera del departamento. Asiq eu me acerqué a Only - A ti te suena esa denuncia que dice? - susurré, esperando a que vinieran

POr la mirada que me echó, fue como si hubiera ganado una pauesta. Al parecer, había dicho exactamente lo qeu pensaba, o lo que quería oir. Dijo que no podia hacer nada. Que si decía algo, la averonzaría, y si cambaba con ella, la iba a confundir. Y ambas cosas iban a ser muy malas, sobre todo para ella, seguro. Asi que debía seguir igual, excepto que dijera algo, cuando debia ser sincero pero firme y decirle la verdad. La miré, sin entender del todo. En serio? aunque le doliera, me lo agradecería? que extraño. Asentí, cogiendo el otro montón de pizzas y os refrescos bien frios. Al entrar en la trastienda, vi que Sunar también venía, ansiosa por su pizza, como todos. Jesse tambien se acercó a buscar, y noté que Argi estaba sentado solo, mirando entusiasmado el brillod e las flores, cada una con el color de sus pétalos, ya fueran las naranjas y amarillas, violetas o azules. Sonreí al verlas, mientras dejaba las pizzas y empezaba a pasar a cada una su bebida. - Dentro de poco Argentus será el compañero de trastadas de Ithilion

Corrí hasta donde estaba recibiendo al chico, en la entrada. La ayudé, cogiendo algunas de las cajas. - Si que tenemos hambre eh - bromeé. Asentí, poniendo las cajas como me decía y dejando a un lado las cosas frías, que no se tocaran con las pizzas. Entonces me tocó el brazo, comprobando que nadie escuchaba. La miré extrañado. - Si, esto era. Me ayudó porqeu sino te habría preguntado a ti y no era buena id... La miré sorprendido, palidecí un poco por la noticia. Que no tonteara con Xell? que ella creía que yo quería... - Que? no, yo no...no tonteo con ella! No quiero nada, es mi prima, es de la familia, me cae bien y yo...pensaba que era asi...sabes que no se que hacer a veces pero no pensaba eso - tragué, desconcertado - Y...y que hago ahora? - le pregunté. Porque ahora estaba más confundido aun.

Snar fue la primera en agradecerle decía que ran bonitas. Jesse habló despues, ella me había visto en la floristeria y ahora si que entendía porque me había portado de manera extraña. Al mirarla, también se había puesto roja, mientras decía que no haia falta aquello. EN ese momento parecíamos clavaditos, os dos muy rojos. Sunar e estaba enseñando las flores a Argentus, que reía al ver el leve brillo que desprendían las flores de mi sobrina. - Las escondí en la Floristeria hasta que Xell me las ha podido traer. - contesté. Sagis aun no decía nada. Parecía sorprendida cuando me miró, con los ojos muy abiertos. Luego pasó a mirar el ramo. Agaché la cabeza, más rojo aun cuando habló del regalo. Era verdad que nunca le había regalado nada...por eso lo hacía. Y si que olía bien, hasta yo lo percibía, sin acercarme. - No...no hace falta que me des nada! demasiado que me aguantas. Además creo que os debía algo, y pensé que a lo mejor os gustaba. Me quito un peso de encima oirla decir eso. Todas estaban contentas con su ramo y hasta el niño reía. Sonrí mientras iba por las pizzas. Yo tambien estaba hambriento. - Quieres ayuda mamá? - le pregunté.

La asuste al hablarle, como si no me esperase tan cerca. Y un libro se le había caido de las manos, asi qeu me agache a recogerlo, a pesar de que ella quiso hacerlo antes. La miré extrañado y luego leí el título. "Sortilegios para traer a alguien amado de regreso a la vida" Sonreí levemente, me resultaba extrañamente tierno que pensara en aquello porqeu sabía la razón, quería traer a jack para que Sagis se animase. Me quitó el libro de las manos diciendo que lo explicaría. uso un par de pass de disatancia, omo si eso la fuera a salvar. - No se lo voy a decir Jesse. Pero solo si me dejas ver o qeu haces, y si me escuchas antes de hacerlo. - debería zapearla y regañarla ,pero no lo hacía porqe si, tenia un motivo fuerte para hacer eso, y lo mejor sería hablar. - Estos temas siempre son muy complicados, y es mejor que lo hablemos traquilamente en otra ocasión

De pronto me habían pillado y no supe que hacer. Pero Sagis pensaba que eran las pizzas, asi que me las quitó. Me habría reido de la broma acerca de comérmelas solo, pero me los quitó. Temí que se hubieran roto, pero las tres fueron hacia a parte de atrás donde íbamos a comer. Sagis estaba extrañada por la forma de las cajas de cartón, pero claro, no eran pizzas! a final lo vio, y reí levemente. - No, no son para mosquitos, son...son... Se las cogí de las manos, dejándole a ella el que tenía en la mano Luego fui hasta Jesse y le pasé el que tnía en la mano izquierda Por útimo Sunar. Como ela tenía al niño dormido en brazos, se lo dejé delante, en la mesa, abierto, solo para que lo sacase Luego di unos pasos atras, quedandome ante ellas - Yo...esto...bueno...siempre andamos juntos y queria...no se...por la tienda, en casa... - las miraba, esperando, sin saber que más decirles. Metí las manos en los bolsillos, poniéndme rojo, esperando, sin saber para donde mirar. No sabía si les iba a gustar, esperaba que si. Era la primera vez que lo hacia.

Nadie abrió en un principio, cuando escuché pasos por la hierba, aproximándose a nuestra espalda. Me di la vuelta y me encontré frente a un hombre vestido con traje negro y camisa del color del vino. Mi compañero se dio la vuelta, y tras observarnos un instante, preguntó en que podía ayudarnos. - Hola, buenas. Venimos del departamento Auror. - dije, mientras le mostrábamos nuestras identificaciones como miembros de Cateos. - Estamos aqui para buscar al señor Hades Ragnarok. Creo que es usted, no? - miré a mi compañero, guardando de nuevo las identificaciones n el bolsillo. - Prefiere que hablemos aqui, o en algun otro lugar más cómodo? - le pregunté, observándolo, estudiándolo. En principio, aquel hombre parecía tranquilo, relajado. Tal vez no diese problemas y nos respondiese las preguntas con normalidad.

Habíamos salido juntos del departamento, y una vez fuera, desaparecimos. Un levísimo destello azulado se produjo antes de que apareciese, junto a mi comañero. Lo miré, saludandolo con un leve gesto de la cabeza, divertido por su aspecto cambiado, aunque lo reconocía. Convocó un patronus, seguro para avisar a Seba de que estábamos alli, en busca de la versión del acusado acerca de unos hechos que habían denunciado. Asi que fuimos caminando hasta llegar a la puerta, donde, tras un vistazo rápido, para asegurarnos, alcé la mano, llamando dos veces, con fuerza suficiente como para que retumbara, y cualquier persona de la casa escuchase. Solo nos quedaba esperar a qeu nos recibieran. Por si acso y como siempre, llevaba mi identificación como miembro del ministerio y del departamento auror en un bolsillo, mientras que la varita estaba en el otro, lita en caso de necesidad.

Estaba extrañado, pero luego me reí. Que chicas tan raras, no paraban quietas, estaban todo el rato hablando. Valent se quejaba a Jesse de qeu le había quitado el chocolate y Xell tenía mas, aunque luego se alejó con Jesse y me llamó para algo. Al verme Xell, se puso muy roja...a veces no entendía nada. Parecía molesta a ratos, y otras parecía tímida. Y Jesse cuchicheaba algo con Valent cuando me acerqué. parecía molesta porque me había llamado, y al acercarme, comenzo a dudar. Alcé una ceja, mirándola con suspicacia. - Hola jesse...oye, que te traes enre manos hoy? pareces nerviosa - le dije. Yo tenía el libro en la mano, asi que no sabía si escondía otra cosa. Por qué? ultimamente i que estaba algo exraña, como si guardara algun secreto.

Sentía asustada a Xell. Seguro que era por esos gruñidos. No parecían peligrosos, pero clro, a scuras, uno podía imaginrse cosas... Menos mal que a oscuras no me veía, pero aquel gesto tan repentino, de abrazarse a mi, hizo que me sonrojara un poco. - Sagis siempre guarda alguna sorpresa en cajas. - bromee, para que se le quitara el susto. Vi que señalaba hacia otro lado, hacia un pequeño cuartito de baño. Sonreí, mientras agitaba mi varita. - Accio Varita de Xell - dije. La varita vino, levitando, atraida, hasta acabar en la mano de mi prima con suavidad. La miré, sonriendo para tranquilizarla del todo. - Problema solucionado Miré las bolsas, cada una con una de las macetas. Sonrei, alegre de verlas. - No te preocupes, estan perfectas. Muchas gracias prima - y la abracé. Pero decía que tenia que irse, asi qeu la ayudé a salir del trastero. iba hacia donde estaban ellas, pero me encontré de frente a Sagis. la miré, algo nervioso y luego miré los tres paquetes. - Yo...esto...