Cissy Macnair

-Me gusta estar viva... de nuevo... Así que quizás sea una conversación para cuando vuelva a ser inmortal- susurré a Crowley.

El intercambio de miradas con Sagitas se había vuelto casi un juego en medio de aquella sala que, por un momento, había quedado sumida en el más profundo de los silencios, primero debido a que Arya los había obligado a todos a inclinarse y, luego, porque ella había comenzado a pronunciar su discurso. ¿Nadie había notado que yo no me retorcía de dolor ni me inclinaba? Sería un enorme misterio para los que sí me habían visto, pero yo poseía un secreto que otros darían la vida por obtener: Arya me debía; ella me había destruído y reconstruído y, al usar su propia sangre en el proceso, había sellado un lazo que, bajo ningún punto de vista, podía poner a una Maestra Antari por debajo de una Discípula. En ese sentido, Arya parecía no poder someterme... pero ella poseía otros métodos mejores, ambas lo sabíamos, algunos que incluso había utilizado alguna vez en su vida contra mí.

Sentí el brazo de León firme tomando mi cintura y casi había olvidado que aún era humana, porque el pequeño tirón me desequilibró un poquito y mi cuerpo terminó pegándose al de él, sintiendo esa calidez que emanaba. Fruncí el ceño, un poco confundida por un instante, cuando mi habilidad de legeremante se activó por sí misma y sondeó a Crowley... Pero lo que había allí, en aquella cabeza, era confuso. Me costó mucho volver a la realidad del momento, salir de aquel laberíntico torbellino de pensamientos que bullían de forma desigual, apabullante, y centrarme en lo que estaba aconteciendo. Arya pronunciando sus palabras aún, Sagitas gruéndole a quien me pareció era Helike.

-Semper Fidelis- pronuncié y me volví hacia León-. En efecto, es una Macnair- fruncí los labios. Había algo en la forma en la que lo había dicho que me supo a que me estaba poniendo a prueba. Y, ahí estaba, la pregunta que León había querido pronunciar con aquello de que Arya era una Macnair y las dudas sobre sus elecciones-. Creeme... no has visto nada aún- mi voz fue un susurro demasiado bajo y me incliné hacia atrás para poder ver a León a los ojos mientras hablaba-. Están pasando cosas que se nos escapan. Las lealtades ya no son lo que antes... las cosas cambian, mutan. Me temo, León, que tendrás que quedarte un poco más con nosotros para apreciar realmente lo que está sucediendo en este momento con la Marca Tenebrosa- rocé mis labios contra su barbilla y luego sonreí, viendo que Sagitas parecía haberse quedado totalmente absorta en mí y en Crowley-. No sé qué hace Potter Blue con nosotros, pero la conozco hace demasiados años como para creer que ella sea akguien a quien temer. Es poderosa, sí, pero tiene ciertos principios que no pondrá en peligro- sonreí a la pelivioleta de forma medida y luego volví mi cabeza hacia mi derecha, unos cuantos metros más allá, donde un mago se encontraba sentado en el suelo de la mazmorra.

-Vaya... lo que nos ha traído la tormenta- murmuré, mirando al mago lleno de cicatrices. Lo había visto ocasionalmente en el Ministerio, más él y yo no habíamos cruzado palabra. Sí me era extraño verlo en aquella reunión. La marca había sido tatuada en él de forma muy reciente.

-¿Cómo está Mía?- pregunté entonces a León, viendo que seguía con su mirada fija en mí.

@ Ericen @ Hessenordwood Crouch @ León Crowley

Bajé la cabeza hacia Kamra en señal de saludo y respeto por lo que me decía y, acto seguido, sonreí mostrando los colmillos que habían asomado desde mi conversión y que no podía retraer -aún- debido a las ansias de sangre.

-Lo único que extraño de ser humana es la normalidad de ir al baño, sinceramente- me reí por lo que estaba diciendo, pero tuve que ponerme seria ante la mirada de Lisa, que parecía que de un momento a otro se nos iba a lanzar a la garganta-. Ya sé, asunto serio. Las bromas para la cena- me pasé la lengua por los dientes y volví a esconderlos tras mis labios, no sin antes notar cómo me pinchaban la piel, que se rompía y sanaba a una rapidez alucinante.

Chasquee la lengua. Había llegado tarde para el interrogatorio del sirviente de Azrael.

-Me hubiera gustado saborearlo- susurré, pero no porque me quisiera alimentar, sino porque mi clan me permitía conocer datos importantes al beber sangre-. Bueno, es un payaso al que lo sigue una buena cantidad de borreguitos... Yo no diría que es tan payaso si ha logrado todo eso en poco tiempo- me crucé de brazos y sonreí en dirección a Kamra-. Dimitri y sus atributos secretos- bromeamos, pero, de nuevo, nos ganamos una mirada de reproche de Lisa, que opinaba para sus adentros que no nos estábamos tomando el asunto con tanta seriedad como debiéramos-. Gracias- agradecí cuando Lisa me tendió un intercomunicador mágico para que pudiera estar al tanto de los movimientos de algunas tropas. Luca también se encontraba con una legión, en Brasov aparentemente.

Un momento más tarde, los látigos de sombras se agitaron en la frontera, donde los ejércitos de lycans rebeldes parecieron comenzar a replegarse y, un instante después, recibimos la confirmación de Dimitri del cese al fuego. No interrumpí la cadena de tentáculos que nos protegían, no iba a relajarme aún. De repente, una misiva llegó directo a mi bolsillo, asomando el papel por el borde del mismo, la tomé con mi zurda y la leí a toda prisa, frunciendo los labios.

-Parece que Azrael Lycan ha pedido la intervención de Francia en el conflicto y Ada Camille Dumbledore pide mi presencia- suspiré, miré al cielo y luego volví la vista hacia Lisa y Kamra. Por la forma en la que la primera me miró mientras sostenía un papel idéntico al mío, supuse que Ada también le había escrito a ella con la misma intención de conciliar el asunto. Suspiré y, tocando el hombro de Kam para indicarle que seguiríamos a Lisa, di una media vuelta sobre mí misma y me desaparecí rumbo al ayuntamiento de la ciudadela.

Lisa llegó primero y Luca ya estaba allí, inclinándose y besándole la mano a su prima. Mis ojos brillaron y me adelanté un poco, pero de ningún modo me coloqué delante de Lisa, para saludar al guerrero.

-Van Halen, que agradable volver a encontrarte- incliné levemente la cabeza y luego volví de nuevo hacia Lisa y Kam-. Antes de asistir a la reunión con Ada, deben saber que ella es la pareja de mi hijo Albus. Apenas la estoy conociendo, pero en cierta forma digamos que confío en su buen criterio... Veremos qué sucede en esta reunión- apreté los labios y luego seguí a Lisa, Luca y Kamra.

@ Lisa Weasley Delacour @ Kamra Ashryver D. @ Ada Camille Dumbledore @ Albus Renaldi Macnair

Aquello parecía haber sido una pérdida de tiempo, porque de un momento a otro, la marca se oscureció y el ardor cesó. Me quedé contemplando las luces de la mansión que aún seguían encendidas y aunque ahora sentía la silenciosa orden de marcharme, no quería dejar a Arya detrás. Me mordí el labio sangrante bajo la máscara y le pasé la lengua, sintiendo el espesor del líquido vital y también el ligero gusto metálico que tenía.

-Parece que no ha salido como esperábamos, Heda... Será cuestión de regresar en otro momento, cuando nuestra líder nos diga- musité, mirando aún hacia el cielo y la marca que poco a poco se iba fundiendo con las nubes que ocultaban la luz de la luna. Algunos haces escapaban poco a poco, devolviéndole al lugar la apariencia afable que la serpiente y la calavera le habían quitado momentos antes.

-Fulgura Nox- Shember se movió para conjurar el portal que nos sacará de allí y tomando de la mano a Heda ( @ Altaira Ashryver Delacour ) la introduje conmigo en las danzantes y aparentes aguas de la puerta mágica, con rumbo hacia la Fortaleza Oscura.

El portal nos engulló de inmediato.

Sé que alguien me había sacado de la mansión Burke, pero no había sabido quién hasta que desperté en la Fortaleza Oscura rodeada de Discípulos de Nosferatu, todos ellos trabajando en mi cuerpo maltrecho. Me dolía cada parte de mi ser de una forma absurda y, por momentos, sentía que mi alma estaba fuera de mi cuerpo. Aún así, horas más tarde, mi Maestro me dijo que podía marcharme y, aún llena de vendas, abandoné la biblioteca rumbo al salón comedor de la Fortaleza. Mi mirada se cruzó con la de Mael, tan golpeado como yo pero también lleno de vendas y ungüentos. Bajé la cabeza en señal muda de respeto por su valiente actuar en el castillo Burke y seguí mi camino. Horas más tarde, Kamra me informó que había sido él quien, con sus últimas fuerzas, había retirado mi cuerpo de los jardines, sangrando.

Pasé todo el día merodeando por la arena de combate. Aunque me decían que lo tomara con calma, sabía que había tenido varias fallas y quería mejorar. Por eso, cuando dos horas más tarde, apenas entrada la noche, sentí el ardor de nuevo en la Marca Tenebrosa, algo se encendió dentro de mi cuerpo que pegó un tirón. El día de ayer no había sabido quién me estaba llamando, nunca antes había hablado con Mael y por eso todo había sido raro. Pero ahora, la forma en que el calor de la marca picaba era indefectiblemente un llamado conocido y, podría decir, hasta esperado. Sabía que a otros de menor rango los pondría de rodillas antes de obligarlos a obedecer, pero a mí me llenaba de energía y, aunque mi cuerpo dolía, no podía ignorar su pedido.

Aparecí afuera del Castillo Triviani. Era de noche y parecía que se estaba llevando a cabo alguna especie de reunión en el lugar, desconociendo por completo de qué se trataba, sólo que el bullicio parecía querer inundar los jardines donde me encontraba. La máscara plateada cubría mis facciones y dejaba a la vista mis ojos color verde esmeralda que brillaban con sed de retomar la fallida batalla del día anterior. A mi lado pude ver a @ Altaira Ashryver Delacour , Heda, con su característica máscara y sus ojos jóvenes, mirando alrededor. Era una joven que parecía ser muy obediente y leal, eso me gustaba, necesitábamos gente así.

-Buenas noches- la saludé, mi voz distorsionada por la máscara. Shember en mi zurda parecía vibrar de emoción, quizás habiendo reconocido a quién íbamos a secundar en aquella ocasión.

Acomodé mi traje negro de batalla, ceñido al cuerpo de tal forma que parecía que no tenía ropa interior (o quizás no la tenía, lo dejaría a la imaginación). Las botas negras con punta metálica cubrían mis pies de forma segura. Momentos antes, en la Fortaleza, había estado entrenando arduamente y no había querido cambiarme; si iba a llenarme de sangre que fuera con aquella vestimenta. Agité la cabeza y el cabello largo y lacio recogido en una cola alta se movió como cascada por mi espalda.

Miré al cielo. La Marca Tenebrosa brillaba en tonos esmeraldas y nos iluminaba.

Todo seguía siendo un caos pero no podía dejar que eso me afectara. Mael, a mi lado y a pesar de todo, seguía atacando y defendiendo y una parte de mí se sintió feliz de saber que podía contar con él. Por eso, cuando Ellie Moody levantó la varita contra él, sentí el deber de defenderlo.

-Anular Vara de Cristal- el hechizo impactó de inmediato en Ellie y su siguiente hechizo, que casi podía decir que mi poder de vidente me había dictado cuál iba a ser (vara de cristal sectusempra), no salió como ella esperaba-. Episkey- el hechizo fue directo hacia Mael para curarle sus más recientes heridas. Parecía que tener el cartel de LT pegado a la frente no le estaba siendo de ayuda al mago en aquellas circunstancias.

Más magos continuaban llegando, todos del lado luminoso, porque parecía que no podían contra sólo seis mortífagos. Casi sentí pena por ellos. Éramos una fuerza imparable si nos lo proponíamos y eso se sentía con fuerza.

Las cosas estaban sucediendo demasiado rápido, pero yo tenía suerte y seguía intacta, al menos por el momento.

Habían llegado dos refuerzos para la Orden del Fénix y estábamos perdiendo ventaja numérica, además de estratégica, porque ya no teníamos la suerte de contar con la sorpresa. En medio de la carnicería que se había armado, el brujo de rojo volvía a atacarme.

-Incárcerus- las cuerdas salieron volando contra el Fénix del Corpus Patronus que Ludwig había invocado, atándolo en sus piernas y tirando de su cuello, de modo que a fuerza de magia tuvo que dejar de atacarla-. Cinaede- lancé la capa gaseosa hacia Ludwig, aunque estaba cegada con el Strellatus no necesitaba realmente apuntar para lanzárselo y que el veneno penetrara sus fosas nasales.

Acto seguido pensé un Curación para sanar las heridas del Strellatus.

Parecía que la cosa se estaba poniendo un poco fea, sobre todo para Altaira, quién había aparecido encima del castillo y de inmediato había recibido una chorrada de hechizos. Me debatí entre curarla o seguir atacando, ya que Mica Gryffindor, habiendo salido detrás de Illidan y su pantera, se encontraban muy cerca de nuestras manos. Fue entonces cuando noté que mi hechizo lanzado al mago de rojo (Ludwig) no había impactado debido al Detritus que había colocado sobre él. Bufé y sonreí cuando el Floreus sí le impactó.

Fue entonces cuando vi que Mael estaba en horribles condiciones.

-Episkey- lancé hacia mi compañero, al que poco conocía pero no dejaba de ser mi Lugarteniente y luego me giré hacia quien le había atacado (Juliens) pero ya Hysy se estaba encargando de él. A pesar de que moví mi varita, mis labios no pronunciaron palabra alguna cuando lancé un Maldición hacia Ludwig, haciendo que su siguiente hechizo no fuera como él esperara y terminara en una versión algo absurda y graciosa.

Era refrescante volver a batirse en duelo, aunque se notaba que estaba oxidada por el tiempo que había pasado desde mi última batalla. Aún así, Shember firme en mi mano, sentí el cálido beso de la magia inundándome y dándome fuerzas para perseguir mis ideales. La puerta principal a mis espaldas estalló convirtiéndose en una pantera que atacó a Hysy, pero ésta, cubierta por mi Fortificum, no sufrí herida alguna. La pantera se estrelló contra mi muro transparente y su expresión fue muy graciosa. Luego, un Sectusempra voló hasta nosotras, de nuevo dirigido hacia Hysy, pero chocó contra la protección y desapareció.

-Conjuntivitis- me giré de nuevo hacia el grupo de magos y brujas que se había formado en la entrada del portón a los jardines del castillo Burke (Juliens, Lud, Luna) y lancé el hechizo hacia el mago que tenía la camisa roja (Ludwig). Parecía que llevaba una diana en el pecho-. Floreus- pronuncié ahora. El efecto iba a hacer que de la varita del mago del camisa roja salieran flores en vez de su siguiente hechizo.

Escuché los gritos de Goldor que había bajado del techo y estaba junto a Hysy. Ese chico tenía fuego en las entrañas.

Era evidente que no podían resistirse a meterse en todos lados y la trampa estaba tan bien armada que los pollos habían entrado en la jaula. Aunque sonreía, eso no se notaba tras la máscara de plata que cubría mi rostro, y la oscuridad de la noche tampoco ayudaba a que el resto de mis gestos pudieran distinguirse. Firme aún en mi zurda, con la araña esperando mis indicaciones y el Fortificum cubriéndonos a Hysy y a mi, enarbolé mi arma de mágica para lanzar mi primer ataque contra Hobbamock Graves (Juliens), quien había aparecido cruzando el portón, a unos siete metros de donde nos encontrábamos con Hysy, justo a nuestras espaldas.

-Anular Cinaede- mi voz salió fuerte y clara cuando lancé el efecto hacia Hobbamock (Juliens). Aquel hechizo iba a impedirle volver a pronunciar el Cinaede mientras estuviera en la batalla, lo que nos dejaba una ventaja táctica a Hysy y a mí-. Seguro puedes arreglártelas sin él, ¿no?- pregunté, haciendo una mueca de suficiencia que, de nuevo, no pudo verse por mi máscara.

Una vez más, ataqué, esta vez lanzando un:

-Cinaede- mi hechizo impactó en la bruja que se encontraba junto a Hobbamock (Luna Gryffindor Delacour). El veneno gaseoso salió de mi varita y comenzó a penetrar las fosas nasales de la bruja, cortando el aire que pasaba a sus pulmones y que, posteriormente, se apoderaría de su sangre hasta llevarla a la muerte.

Miré a un lado para encontrarme con los ojos de Hysy que observaban tanto el entorno como a Goldor sobre el techo del castillo. Él había sido atraído por el llamado como yo y estaba listo para enfrentarse a los enemigos que se nos pusieran delante. Con la varita en mi zurda, me preparé para armar las defensas que nos protegerían a ambos mientras pudiera sostenerlas. Yo sabía que él era mucho mejor atacando que yo, tenía más experiencia en batallas... Porque se iba a armar una batalla si es que acudían a defender el hogar de los Burke. ¿Cómo aquel noble apellido de sangre limpia había sido mancillado por la Orden del Fénix?

-Fortificum- con un movimiento de Shember, una fina capa comenzó a extenderse alrededor de Hysy y de mí, que rápidamente se formó en un muro sólido, transparente, carente de ventanas. Era ondulado y se giraba hasta formar un semi círculo por el que quedaba una mínima abertura, tan pequeña que era imposible que entrara algún conjuro. Al menos los cuatro metros de altura y los diez de largo nos cubrirían de momento.

-Morphos- mi segundo hechizo fue dirigido a una roca del tamaño de una uña que había cerca de mi pie. Quizás por costumbre o porque ya lo había hecho antes, la roca se convirtió en una araña viuda negra, lista para seguir mis indicaciones sobre a quién atacar. Aunque estaba fuera del muro hecho con Fortificum, podía verla perfectamente, aunque desde cualquier otras perspectiva se escondía entre la maleza. La noche ayudaba en ese sentido y el clima frío del otoño me mantenía alerta ante cualquier aparición-. Bueno, veamos qué sucede... Si tenemos suerte aparecerá el señor Ministro y podremos ponerle fin a ese gobierno que ni siquiera ha comenzado.. No volveremos a las sombras otra vez- casi gruñí.

El llamado había sido hecho y la Marca se retorció y enroscó en mi antebrazo derecho, ardiendo, quemando la piel blanca casi nívea que se había asentado en el momento en que abracé la inmortalidad nuevamente. Sentí un leve escozor, pero no por la quemadura del llamado, sino por las ansias que tenía de beber sangre, que me acuciaban día y noche sin descanso.

Me coloqué la máscara sobre el rostro, me envolví en una capa negra -trillado y todo- y desaparecí en una voluta de humo verde musgo. El tirón de la marca me llevó hacia el castillo Burke, ubicado en una zona que no frecuentaba en Ottery St. Catchpole. Era una vista agradable a pesar de la maleza y el jardín descuidado. Las ramas de los árboles habían crecido sin parar y se notaba que necesitaban una poda, pero más allá de eso, el lugar tenía un sólido ambiente familiar. Desde donde estaba, en el camino adoquinado a unos siete metros de las enormes puertas de roble, pude apreciar la figura de un mago parado sobre el techo del castillo.

-Goldor- dije, llamándolo.

Así que el llamado había sido suyo. Increíble. Ese niño me sorprendía por su ímpetu u sed de sangre.

Me acomodé la capa para que no interfiriera con mis movimientos y, un momento más tarde, con mi varita Shember en la mano, la hice desaparecer con un ligero movimiento. Podía parecer genial, pero sería incómodo si alguien la convirtiera en algún bicho reptante. La blusa madreperla que tenía puesta, de mangas cortas y abuchadas, metida en el pantalón de vestir negro, me daban un aire a oficinista. Los zapatos negros, sobrios, tenían tacón bajo para que mis pies no sintieran presión durante el largo día de trabajo. En un duelo no debían ser muy cómodos, pero yo ya había aprendido a maniobrar con ellos.

-¿Quién se ha mudado a esta residencia que venimos a destruir? Bueno... es una forma de decir... parece que los años y el abandono ya hicieron el trabajo por nosotros- comenté, un poco riendo, pero también hablando en serio. Se notaba que necesitaba cuidados especiales aquel lugar, aunque la piedra firme del castillo parecía no haber perdido sus fuerzas.

Nicks de los integrantes del grupo:

1. @ Juv Macnair Hasani
2. @ Ericen
3. @ Xell Vladimir Potter Black
4. @ Hades Ragnarok
5. Rhiann Macnair R.

País elegido: Nueva Zelanda

-Claro que lo hará bien- dije en el oído de León.

Podría haber reconocido esa esencia en cualquier lugar del mundo, aunque él y yo no hubiéramos tenido siempre un trato estrecho.

Me había acercado a él mientras se encontraba concentrado en Arya, metiendo mi cuerpo en la sombra más cercana y luego saliendo por la sombra que el cuerpo de él, desnudo a excepción de unos vaqueros, proyectaba en el empedrado del sótano de la mansión Riddle.

-Te ves fantástico... ¿qué te pasó?- pregunté, pasando descaradamente un dedo por la espalda desnuda, firme, musculosa-. Hasta parece que te hubieras estado ejercitando. Seguro que son esos nuevo batidos que están promocionando, con Poción de Vitalidad, que te devuelven los años perdidos... ¿Me contarás tu secreto, Crowley?- pregunté, casi rosando mis labios con su oreja, para lo cual tuve que ponerme en puntas de pie, ya que yo era al menos diez centímetros más baja.

Sonreí, traviesa y luego volví la vista al frente para darme cuenta de que Sagitas me había estado mirando y también a León. Pude notar que tenía su varita firmemente agarrada, como si esperara que León fuera a atacar a Arya en cualquier momento y, una parte de mi corazón dolido se reconstruyó: Sagitas iba a proteger a Arya. No era algo que yo esperase, no de ella. Sabía que era una mujer sobreprotectora con las personas que quería, pero como desconocía sus motivos para volverse al bando tenebroso, no podía asegurarme de sus intenciones. Quizás yo estaba siendo tonta y aquel gesto era ensayado, pero algo dentro de mí me decía que no, que quizás... en el fondo... Sagitas estaba con nosotros de forma leal.

-¿Qué opinas de tu nueva líder, Crowley? ¿Lo hará bien? ¿Veremos al bando oscuro aplastar a la Orden del Fénix finalmente?- le consulté, apoyando la cabeza ligeramente sobre su brazo musculoso.

@ León Crowley @ Ericen

Hacía menos de un mes que había conseguido, junto a Hades, recuperar el poder de la Hermandad e intentaba instaurar una paz duradera y estable. Habíamos decidido que queríamos manejar la sociedad juntos, como marido y mujer, porque aquella sería una forma de comenzar a demostrar un cambio a lo que antes había sido. Como ya no quedaban lores originales vivos, la Cámara la habíamos conformado con vampiros nuevos, que nos apoyaban, y cuyos clanes y familias estaban dispuestos a buscar con nosotros esa estabilidad que proponíamos. Recuperarnos había sido un arduo trabajo que aún estaba encaminándose, las cosas no podían suceder de un día para el otro. Pero mi alianza con Lisa y Kamra era lo que nos había mantenido a flote más que nada.

Por eso, cuando la misiva de Lisa me llegó antes de que el periódico me fuera entregado o mis exploradores regresaran con las novedades del día, aplasté un puño contra el escritorio que ahora ocupaba en la torre sur del castillo Valar y logré que unas cuantas astillas saltaran. No me lastimé... ya no salía herida como antes desde que Hades me había convertido. Lo que ahora me acusaba era una sed indescriptible y tenía que esforzarme mucho para no saltar encima del rebaño de humanos que nos alimentaban a diario y acabar con todos ellos. Kore ayudaba en ese sentido. Tenerla cerca era lo más importante para mí.

-Gemma- llamé a la vampiresa que hacía de secretaria. Era una joven morena de ojos oscuros y mandíbula afilada-. Envía un aviso a Hades de que me muevo hacia Hunyad y llama a mi Comandante- mi tono era firme pero sabía que ella había notado mi preocupación. Bueno para mí que fuera discreta y de confianza. Yo misma la había convertido hacía un mes, así que estaba vinculada a mí y, por lo tanto, nadie más podía manipularla, ni aunque dijera poseer poderes fuera de este mundo.

No había utilizado el traje negro de cuero y Tebo desde hacía tiempo, probablemente desde la caída de la Hermandad, porque ni siquiera en la lucha por recuperarla me lo había colocado. Pero en esta ocasión, donde al parecer había un ejército de licántropos tocando a nuestra puerta, tenía que vestirme con mis mejores galas. Conjuré unas alas negras hechas de sombra, tan tangibles que incluso parecían plumas reales, y de un salto por la ventana me lancé al vuelo hacia la Montaña del Destino, donde sabía que Lisa y Kam me esperarían.

Aterricé suavemente y miré a la mujer de pelo blanco y a la loba que había junto a ella.

-Disculpen mi tardanza, las noticias me han llegado un poco más tarde debido a que todavía nos estamos acomodando- dije, moviendo la cabeza para acomodar la coleta de cabello largo y negro que caía lacio por un lado de mi cuello y que me causaba cosquillas sobre la piel desnuda-. Azrael Lycaon... ¿eh? Hmmm... menudo escenario se ha montado ese mocoso- casi sonreí al ver las tropas más allá, en el límite rumano-. Ese hombre se quede superpoderoso... Dice que está aquí y allá... pero sólo delira. ¿Han visto lo feos que son esos títeres a los que les pone un trocito de su alma? Apenas alcanza su poder para hacerlos caminar... ¿hablar? Pf.... imposible que hablen, no saben articular palabra, peor que niños- casi solté una carcajada-. No se preocupen, no van a atravesar el límite... no tienen cómo- espeté.

Alcé una mano en el aire y el cielo se oscureció como si se hubiera llenado de nubes cargadas de lluvia. En los límites de la frontera rumana, látigos de sombras ascendieron desde el suelo y formaron cuantiosos tentáculos.

-Los licántropos no atacarán aunque lo deseen... nadie puede penetrar las lenguas de sombra- sonreí y luego arrugué los ojos-. ¿Aquel de allí es Dimitri? Fiiu... qué bella le queda la capa...- bromee y luego miré alrededor-. ¿Dónde está Luca?- inquirí.

Corría...

¿Por qué siempre estaba corriendo?

Mis pies estaban helados y me dolían al pisar las ramas caídas de los árboles, las piedras y las hierbas malas, que dejaban marcas en mi piel blanca.

Corría por el bosque. Asustada. Desorientada. Alguien me perseguía.

Me desperté desesperada o eso creí, pero la pesadez de mi cuerpo me indicó que aunque mi corazón latía a mil por hora, mi despertar parecía "normal" dentro de todo. Respiré agitada, intentando que la mayor cantidad de aire entrara en mis pulmones y estiré una mano para tocar a Hades, pero su lado de la cama estaba vacío. Gruñí bajito y me incorporé, mirando en la penumbra de la habitación. El fuego de la chimenea había menguado más las brasas dejaban entrever una figura sentada en el sofá de un cuerpo frente a él, que se había girado para contemplar mi palidez.

-¿Por qué estás ahí y no aquí?- me quejé.

Eché un vistazo fugaz a Kore que dormía plácidamente en su cuna junto a nuestra cama. Podría haberla llevado a su propia habitación, pero temía no escucharla llorar durante la noche y yo sabía lo angustiante que era querer un abrazo de tu madre y no encontrarlo, así que había decidido ser una madre sobreprotectora, al menos hasta que yo me sintiera segura de que Kore pasase la noche sola. A Hades eso no parecía molestarle.

-Es Rumania... ¿cierto? No te deja dormir- suspiré.

Las ventanas estaban cerradas pero podía ver cierta claridad, lo que indicaba que serían cerca de las ocho de la mañana o algo así. ¿Acaso se había levantado apenas caí dormida? Eso hacía ultimamente, desde que le había planteado volver y reclamar el trono. Sabía que no le agradaba para nada la idea, ¿pero qué opción teníamos? Aidan hubiera dicho que dejara el mundo arder, pero lo cierto es que había hecho un trato con Lisa: ella me ayudaría a retomar Rumania y yo la ayudaría con la política de nuestro nuevo Ministro de Magia.

@ Hades Ragnarok

Puse los ojos en blanco ante el dramatismo de Arya y deslicé un dedo por mi propia mejilla, allí donde el vidrio de alguna copa había cortado al ser roto. Si hubiera sido ya vampiresa habría sanado, pero todavía no habíamos llegado a ese punto con Hades y mi humanidad estaba intacta.

Fijé los ojos en las dos personas que escoltaban a Arya, Mael y Sagitas. A la segunda la conocía, era mi ex suegra, una de mis primeras amigas en mi regreso a Ottery once años atrás y, una de las cosas que más me molestaban, una ex miembro de la Orden del Fénix. Mael, por su parte, no me era para nada familiar y tan solo verlo parado del lado derecho de Arya me generaba un resentimiento que no podía poner en palabras. ¿Por qué no estaba yo parada allí, junto a ella, siendo su mano derecha, como había sido la de Aaron? ¿Por qué había pasado Arya sobre mí para elegirlo a él? Porque podía entender que hubiera elegido a Sagitas, era una bruja poderosa aunque la mayoría intentaran ridiculizarla. Tan poderosa que había atado mi alma a la de ella para impedir que muriera, así que a Potter Blue no podía recriminarle el puesto que había obtenido, aunque no me fiara del todo de sus intenciones en el bando oscuro.

Pero Mael... ¿quién demonios era él? No se lo había preguntado a Arya, no aún. Apenas Aaron se había quitado el manto de Líder y desaparecido por la puerta, mi cerebro y mi estómago se habían hecho una bolita de ansiedad. Y ni hablar de mi corazón, estrujado, viéndolo marchar luego de tanto tiempo juntos, de tantas cosas vividas. Apreté las manos en puños firmes para evitar que mi pulso temblara y levanté la barbilla cuan alta era. Podía ver a Arya mover los labios pero no estaba escuchando una sola palabra de lo que decía porque mi cabeza no estaba allí; mis pensamientos vagaban lejos, cerca de Hades, quien sabía que estaba lleno de resentimiento por no haber sido siquiera pensado para ser líder. Quizás... quizás tendría que haberlo apoyado a él en vez de a mi desagradecida sobrina. Pik seguro estaría orgulloso si hubiera dignado a hacer aparecer su cu.lo por la Riddle. Pero no era el caso.

Solté un bufido y me crucé de brazos. Arya aún hablaba y yo aún seguía sin escucharla.

¿Cómo estaba ella tan segura de que yo la iba a apoyar? ¿Por qué me había despreciado de aquel modo? ¿Me estaría volviendo vieja? Giré para intentar ver a Matthew o Dana, pero ninguno estaba allí...

Una ogrita.... A que no te esperabas esto XDDDD

Te digo que es apenas una tontería porque en realidad hace rato que no hago blinkies, pero se me ocurrió que sería lindo llevar uno en la firma que dijera "Purple Team", así que lo hice... 😋 Ya veré si luego le hago alguna cosita más, porque como te digo, ando oxidada e hice algo muy muy simple...

@ Ericen ya ves que vine a unirme a tu grupo ❤️ vamos a pasarlo genial! ¿Tenemos que completar las dos líneas para no incurrir en spam? Porque de ser así voy a pasar a preguntar algunas cosas:

1) ¿Qué hacemos en este grupo?

2) ¿Se pueden montar fiestas?

3) ¿Es necesario que todos tengamos algún accesorio púrpura o violeta?

4) ¿Se puede andar desnudo por el club o hay que ponerse ropa para no incomodar?

Creo que eso es todo jajaja

La Hermandad de la Rosa Negra era una sociedad construída por Ambrose Velkan, vampiro élite del clan Ventrue, junto a sus más fieles amigos y seguidores, los llamados "Lores de la Cámara". Él, junto a otros doce, habían sentado las bases para organizar a los vampiros y proteger el secreto de su existencia de los seres humanos comunes y corrientes. Colocaron su residencia permanente y gobierno de la Hermandad en el corazón de Rumania, en un abandonado y protegido castillo llamado Valar. Desde allí, él gobernaba con firmeza pero justicia (o eso decía) sobre todos los clanes que conformaban la Camarilla: Brujah, Toreador, Malkavian, Gangrel, Tremere, Nosferatu y Ventrue. También a ellos se habían unido algunos vampiros anti-tribu -llamados así por negarse a seguir las reglas de sus propios clanes, muchas veces contrarias a las de la Camarilla-, humanos con puestos de poder en la sociedad humana, algunos magos y brujas a los que les gustaba la sociedad de vampiros... En cuestión de años, la Hermandad había pasado de ser un grupo de visionarios a ser quienes regían y controlaban las leyes vampíricas.

Pero todo eso cambió en 2012, cuando el hijo vampírico de Ambrose (su chiquillo), fue asesinado. Desde ese momento, el futuro de la Hermandad cambió por completo. Hundido en su propia ira, Ambrose ordenó que llevaran ante él al único ser vivo que podía reemplazar a su hijo muerto, Akira, quien había sido concebido por Mihail y una humana bruja. No hace falta decir que las cosas no acontecieron como Ambrose esperaba y, pocos meses después de la muerte de su hijo Mihail, la propia cabeza de Ambrose rodó a manos de Sybilla Macnair, quien no encontró otra salida para proteger a sus seres queridos.

La Hermandad se hundió pronto en el caos al verse acéfalos, pues los líderes de cada clan comenzaron una cruenta y sangrienta guerra por el trono vacío. Se perdieron muchas vidas en el proceso e incluso hoy en día, la Hermandad sigue dividida y las guerras internas siguen azotando a los vampiros. Uno a uno los Lores de la Cámara fueron asesinados por los rebeldes, perdiéndose vidas valiosas y, a día de hoy, sólo quedan dos de ellos para reclamar su legítimo puesto en la sociedad: @ Hades Ragnarok y Sybilla Macnair.

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2020/2021 - Auge y caída del Inquisidor

Los vampiros nunca fueron de meterse en los asuntos de los magos y brujas. ¿Qué les importa a ellos sobre sus gobiernos y sus reglas? Sólo aquellos vampiros dotados de magia, contados con los dedos de las manos, eran los que debían cuidarse de las decisiones que tomaran sus líderes mágicos, así como verse con las consecuencias de las que tomaran sus líderes vampíricos.

Pero todo eso cambió con el gobierno de Aaron Black Yaxley.

La caída del Estatuto del Secreto de la Magia hizo que también cayera el velo que cubría a los vampiros de la vista de los humanos, y una nueva cacería contra los cainitas comenzó a gestarse en el vientre mismo de Rumania. Los clanes que aún sobrevivían a la caía de la Hermandad y luchaban por mantener sus restos a flote se vieron pronto envueltos en la desdicha de comenzar a perder súbditos a manos de los humanos muggles, que, envalentonados por los ataques del Inquisidor, se habían armado para combatir a todo aquello que no consideraban normal. Miles de vampiros murieron atravesados por estaca, quemados por plata o ahogados en sangre envenenada. Muy pronto, los rebaños de humanos con los que habían contado se volvieron también en su contra, ya que quienes osaban no seguir al Inquisidor y sus grupos de "rebeldes" eran asesinados junto a sus familias.

El abrupto ascenso de El Santo, otro humano empoderado que había robado los secretos de la magia de los miembros de la Marca Tenebrosa, controlaba a un grupo selecto de magos y no magos que deseaban usar la sangre de vampiro para llevar a cabo sus propios planes. Sin alguien fuerte que los guiara, los clanes se terminaron por dividir de forma definitva, destruyendo la Camarilla y la Hermandad, y comenzaron a buscar por sus propios medios la manera de mantenerse a salvo.

Ni siquiera con la caída de la Inquisidora lograron reunirse, ya que la amenaza del no mágico que pensaba tomar las riendas del mundo parecía plantar un futuro tanto más funesto que el que se había vivido los últimos años.

Holu.. espero no estar metiendo la pata... Tengo que avisar en algún lado que envié postulación para Arcano ? Lamento el spam... Acepto mi 10% 😄 Bueno, si no tenía que avisar avisar igual lo hice porque soy así de especial (? 

¡Felicidades Maca! 🥳🥳

Es algo que hace tiempo debería haber sucedido, pero las cosas tienen una forma extraña de suceder, todo a su tiempo y este parece ser el tuyo.

Sé que vas a hacer grandes cosas como líder porque sos una gran persona. Tenés muchas ideas, proyectos, renovaciones y metas que lograr, para eso me vas a tener siempre a tu lado, pase lo que pase, como me tuvo Rodri incluso cuando ya no pude continuar como LT.

La mejor de las vibras, de las suertes, de los buenos deseos y espero, de todo corazón, que este sea tu año y no sólo trabajes duro, sino que además disfrutes el liderato.

Te amo.

Semper Fidelis

Oww, no había leído este tópico y venía a esta zona porque quería abrir un tópic para discutir una de mis nuevas sagas favoritas, pero antes de hacerlo, me voy a pasar por acá a dejar algunas de mis favs favs.

Empiezo:

Crónicas Lunares - Marissa Meyer

Son 4 libros de la historia principal y luego posee algunos de tipo Spin Off de personajes secundarios, que también les recomiendo leer. En los cuatro principales tenemos:

Cinder

Scarlet

Cress

Winter

La novela es un retell de cuentos clásicos (Cenicienta, Caperucita Roja, Rapunzel y Blanca Nieves), pero ambientados en un futuro distópico, donde la protagonista es una cyborg mecánica que busca alejarse de su madrastra y sus hermanastras, en un mundo donde una enfermedad mortífera está acabando con la población sin piedad. Tenemos un príncipe, que de azul no tiene nada y es algo tonto, pero es un muy buen personaje, cuyo futuro es casarse con la soberana de Luna para conseguir la cura a la enfermedad que está acabando con su pueblo; tenemos a una granjera pelirroja con muchas agallas que evoca a Caperucita; una muchacha que sabe todo sobre computadoras, encerrada en una "torre", que nos recuerda a la extrañable Rapunzel; y una jovencita, princesa, maltratada por su madrastra y con algunos problemas mentales, pero con un corazón valiente, que nos hará pensar en la hermosa y joven Blancanieves.

Saga Una Corte de Espinas y Rosas (ACOTAR por sus siglas en inglés) - Sarah J. Maas

Sé que hay una fanática (o varias) en este foro que estarán de acuerdo conmigo en que estas novelas son una de las mejores cosas que escribió Sarah J. Maas.

Feyre, una cazadora de diecinueve años, mata a un lobo en el bosque. Como consecuencia, una criatura monstruosa llega buscando venganza y la arrastra a una tierra encantada que solo conoce a través de las leyendas. Allí descubre que su captor no es un animal, sino Tamlin, uno de los letales fae.

En su cautiverio, se dará cuenta de que lo que siente por él pasa de la fría hostilidad a una pasión que arderá a pesar de las advertencias que ha recibido. Pero una antigua y siniestra sombra crece en esta extraña tierra, y Feyre deberá encontrar la forma de detenerla o Tamlin y su mundo estarán condenados para siempre.

Consta de 5 libros en físico actualmente, el último próximo a salir traducido al español:

Una Corte de Espinas y Rosas (A Cour of Thorns and Roses)

Una Corte de Niebla y Furia (A Court of Mist and Fury)

Una Corte de Alas y Ruina (A Court of Wings and Ruin)

Una Corte de Hielo y Estrellas (A Court of Frost and Starlight)

Una Corte de Llamas Plateadas (A Court of Silver Flames)

Los primeros 3 narran la historia de Feyre. El 4to es un libro donde se hace un pasaje de la historia de Feyre a la historia de otros personajes y, el 5to, narra la historia de una de las hermanas de Feyre, Nesta.

Dejaré estas dos, porque ya tengo que irme a hacer tarea de la Uni, pero volveré....

Sobran razones para que Macarena esté al frente de la Marca Tenebrosa: es organizada, dispuesto, sabe liderar y sabe delegar, sabe manejar el juego off rol y diferenciar el on y el off. No hay nadie más que pueda hacer el trabajo que ella hace, sin desmerecer a Juv y su disposición con la Marca. 

Mi voto sigue siendo para Arya Macnair. 

Holi.

Yo no pincho ni corto por acá pero como me gusta molestar a la gente, vengo a dejar mi voto fantasma, si es que cuenta jajaja porque creo que tengo más de 10 roles en CMI pero no sé si es a día de hoy o de este mes (? 

Mi voto es para Sagitas Potter Blue. 

Motivos sobran. Pero diremos que no pudo implementar todo el rol que ella deseaba, todas esas reformas y decretos, hay que darle la oportunidad de ser la mala bien mala de la película XD

Para poder ser líder hay que tener ciertas aptitudes y actitudes que no todos poseen. Algunos serán más divertidos o tendrán buen rol o serán excelentes en duelo, pero ser líder es también administración off rol y coordinación con el otro bando. Requiere saber comunicarse y mediar, el puesto no puede ser ocupado por alguien que fácilmente se frustre o enoje, ya que un grupo mayor de personas depende de que su líder sea coherente y racional. Mi voto es y seguirá siendo para:

Arya Macnair.