Idylla Macnair T.

-Bueno es cierto, pero no te preocupes ella no está aquí por ahora- comento la Macnair con una débil sonrisa, mientras miraba alrededor para cerciorarse de que en efecto no estaba. -Bueno a lo que pude investigar, Idylla significa perfecta, o también es uno de los muchos nombres de la diosa Afrodita- comento la chica con una sonrisa, pero pronto cambio a una mueca - suena ilógico que sea mi nombre, ya que para el amor soy pésima- hizo una broma y se rió por lo bajo, la verdad era esa, nunca podía mantener una relación y por lo mismo dejo de buscarlas. -Pero por otro lado, tu nombre suena también interesante, ¿Cygnus?, ¿que es lo que significa?- pregunto con una sonrisa aún más marcada y siguió con la conversación mientras esperaba su respuesta, ella quería saber más de el y se veía que había un mutuo acercamiento entre los dos. Escucho su respuesta sobre los vinos y mordió levemente su labio inferior, Cygnus rozó sus dedos con los de ella, mientras mencionaba la palabra dulce. Un escalofrío bajo por su columna, y sus dedos se rozaron mutuamente -a mí me gustan los vinos, fuertes y con carácter...- lo miro a los ojos detenidamente, intentando adivinar sus intenciones con aquella cita, pero era más que claro que se habían gustado. El mesero volvió con un vino en la mano, su momento mágico se rompió de repente mientras escuchaban la selección de vinos que les había traído -dejare que tú decidas el vino que tomaremos- comento la peliazul mientras lo miraba de reojo. @ Fokker

Mientras el aceptaba su oferta de sentarse en las mesas, ella avanzo por entre ellas y llegaron a la que el estaba sentado, el lugar de veía bastante acogedor. Ya había estado ahí anteriormente pero habían cambiado su decoración y les había quedado excelente, mientras admiraba todas las luces y los colores que inundaban el lugar, volvió su atención al chico, ¿Cómo se llamaba? ¿Cygnus? ¿Cadmus? Odiaba su memoria selectiva y los nombres no eran su fuerte, esperaría el momento para volverlo a preguntar. -El negocio lo dirige una amiga mía, y te puedo asegurar que el vino es exquisito- comento la Macnair, mientras tomaba asiento y el comenzaba a alargar su nombre. La verdad es que nunca le había puesto mucha atención, pero dicho de los labios de aquel extraño, era embriagante como se escuchaba el Idylla, tenía un acento algo peculiar y una voz gruesa que atraía. -¿Decepcionado? Claro que no, en realidad tampoco soy mucho de citas- escucho lo que decía -¿Nervioso? Claro que no se nota- comento con una pequeña risita de fondo, dándole a entender que no había ningún problema con actuar de esa manera -bueno en realidad decepción no es la palabra, talvez sorpresa de que seas una persona agradable - comento por lo bajo mientras leía la carta que el mesero les había traído. Miraba los vinos y las bebidas sin mucha atención, en realidad estaba mirando las reacciones del chico para saber cómo interpretar que estaba yendo la conversación. Ella no era una experta, y desde la última vez que había salido con alguien ya había pasado más de dos años, así que oxidada si estaba, nerviosa, también. -¿Entonces?- pregunto mientras alzaba una ceja -¿Que vinos te gustan? ¿Dulces, amargos, salados, secos, frutales, aromáticos, fuertes o ligeros?- volvió a preguntar y espero que pudiera ver el trasfondo de su pregunta, no había tenido muchas expectativas sobre la cita, pero ahora que estaba ahí, algo de aquel chico le llamaba mucho la atención, aún no sabía el porque, pero estaba dispuesta a averiguarlo. @ Fokker

Entre tantos.magos que quedaban en el lugar, era difícil reconocer quienes eran y si los había conocido en una vida anterior. Solo se quedó mirando lo que acababa de suceder con los cuerpos, de pronto todo dio un giro de 180° grados y vio como los cuerpos desaparecían, dejando a su paso varios recuerdos y souvenirs referentes al día que se festejaba en aquel momento, solo que tenían una sola intención. Todos estaban dañados o con alguna rotura, así que parecía más bien los regalos de algún novio celoso o psicópata que no quería celebrar aquel día. Antes de avanzar hacia donde todos ya lo hacían, vio como todos al tocar aquellos objetos desaparecían. Conocia lo suficiente sobre trasladores para no identificarlos en el momento que aparecieron, esto la rememoraba hacia sus clases en la universidad, donde los profesores hacían que todo mundo se fuera hacia algún lugar extraño y poder checar sus habilidades. Aunque en este preciso momento sonaba algo raro que alguien quisiera atraparnos en un mundo extraño. Pero cuando estaba tocando el traslador, sintiendo el tirón que esto traía consigo; lo supo, ellos no saldrían de aquella situación fácilmente. Sintió el olor de aquel salitre en sus cosas nasales y tocó las paredes de dónde se encontraba, parecía un barco o algún naufragio. Ya había algunos magos ahí y discutían entre si, sobre como abrir la puerta que se encontraba ahí. Ya que ella no conocía a nadie en ese lugar o por lo menos no reconocía, prefirió quedarse callada mientras escuchaba sus discusiones y esperaba que alguien los sacara de esa situación

No pasaron ni dos minutos de que entrara en el lugar, cuando un hombre se le abalanzó y casi la atropello en el acto. Su respiración estaba un poco cerca, debido a la sorpresa de tener a alguien con tan solo haber entrado al restaurante por poco y no alcanza a escuchar lo que el chico estaba diciéndole. -Soy la chica de los sueños de varios- comento la licantropa con una voz seductora, el chico que tenía enfrente era algo atractivo, si este chico era su cita, ella se divertiría mucho con el. Cuando escucho su nombre, alzó una ceja con extrema curiosidad, ahora tenía totalmente su atención y con una sonrisa de lado, ella reaccionó -Idylla Macnair Triviani- respondió la peliazul ofreciéndole su mano para mostrar los modales que tanto le inculcó su madre, estaría orgullosa de no haber dicho que no a la cita. -¿Llevas mucho rato esperando?- comento la chica con una sonrisa tímida, mientras bajaba su mano y tocaba su cabello levemente, quería hacerle saber que no había querido llegar tarde a propósito -Talvez podríamos sentarnos y conocernos un poco mejor- sugirió ella - claro, si tú quieres- siguió tocando su cabello, mientras sus mejillas se encendían por la vergüenza de su tardanza. @ Fokker

Tenía años sin pasar ni visitar el callejón, había muchas cosas que recordaba y otras que era mejor olvidar, pero sin duda había sido uno de los mejores lugares en el que vivió muchas historias. Camino por el callejón, llevaba un vestido suelto de color azul verdoso, que combinaba con el color de su cabello, unas botas blancas de tacon hasta media pantorrilla. Su cabello estaba suelto y con pequeñas trencitas a los lados, cualquiera que la viera pensaría que iría a una cita. Lo que ella no sabía era a quien conocería el día de hoy, una de sus amigas le había hecho una cita a ciegas, no le emocionaba la idea, pero lo había prometido. Así que ahí estaba, caminando y porque no, llegando tarde al lugar. Entro en el bar, sin saber lo que pasaría, pero suspiro mientras que guardaba su varita dentro del bolso que colgaba en su hombro. -Aqui vamos-

--Me lo imaginaba- comento mientras le decía donde se encontraba su madre -Si bueno, nunca tuve padre y no va a ser el día que vaya a tenerlo así repentinamente- comento la licantropa, aún le dolía no haber conocido a su verdadero papa, pero cissy había sido una mamá más que suficientemente buena para ella. -Espero que no se tarde- comento por lo bajo y se sentó en el sillón frente al vampiro, lo miraba de reojo y se acordaba vagamente de su boda con su madre -¿Y como a estado Cissy?- le pregunto para no tener ese silencio incómodo que reino en la habitación de repente. @ Hades Ragnarok

Alzó una ceja hacia el mago sentado en el sillón, vaya que si era nefasto; le hablaba con un tono acusador por haber abandonado a la familia, no era que no se lo mereciera pero quién rayos se creía para poder decirle eso. -¿Y tú quien eres para hablarme de esa manera?- pregunto mirandolo fijamente y dejando sus cosas en una mesita que estaba a su izquierda, no le gustaba que extraños vivieran y la acusaran. -espera... Acaso tu eres...- lo miro bien desde que había entrado a la casa, era el esposo de su madre, claro con unos años más encima y el cabello diferente de como lo traía, si lo pudo reconocer -¿Dónde está mi madre Hades?- Pregunto con una ceja alzada, mientras que su elfina le traía una bebida y la depositaba en sus manos, le dio un trago largo a su bebida. @ Hades Ragnarok

¿Estaba asustada? ¿talvez? Pero era como si cada paso que daba hacia la mansión, fuera uno de arrepentimiento por el tiempo que deje. Las cosas no iban bien cuando se fue, pero la Macnair tenia que regresar cada cierto tiempo para saber cómo estaba su madre. Sabía que ella talvez estaba enojada, sabía que tenía otras hermanas y a ella la veía cada cierto tiempo y algunos meses seguidos, pero después de la primera vez que se fue y desapareció en otros países algo entre ellas se rompió, como si su relación se hubiera fracturado y su madre ya no le importaba si se iba o se quedaba; inclusive pensaba que ya ni siquiera la estaba esperando. Aún así la peliazul camino con paso firme hacia la verja de la entrada y la abrió, sus botas de tacón negras resonaban en los adoquines de la entrada, y su vestido color azul largo ondeaba en el viento con cada paso que daba. Tenía su cabello agarrado en una fina trenza y un bolso en el hombro donde guardaba todas sus pertenencias con un hechizo de agrandamiento oculto. Después de unos minutos llegó a la puerta y no tuvo que tocar, su elfina doméstica Artemis, le abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, se habían visto en un par de ocasiones en esos años, donde solo preguntaba cómo estaban las cosas en la mansión y ella regresaba a está a cuidar de su madre. Era la forma que tenía para poder estar al pendiente de lo que pasaba en su familia. Entro en el recibidor y parecía que el lugar estaba solo o deshabitado, no se escuchaba nada por lo que siguió avanzando, pretendiendo no asustar a nadie. Mientras que de pronto volteo a la sala de estar y estaba alguien sentado, que no logro reconocer de inmediato. -Parece que aquí ya no vive ningún Macnair, por lo que veo- dijo por lo bajo mientras miraba al sujeto en el sofá. @ Hades Ragnarok

El tiempo pasa y todo cambia, aunque pareciera que en las calles de Londres todo queda suspendido en el tiempo. Las calles a esa hora de la tarde estaban con el bullicio habitual y sus pasos no hacían más que perderse entre los demás transeúntes. Dio un largo suspiro, antes de poder divisar el puente y con pasos largos y medidos para no llamar la atención de los muggles avanzo entre las calles. Después de un trayecto relativamente corro, llegó a su destino. Hacía tiempo ya, que no pisaba aquellos adoquines; la vida había cambiado de rumbo para ella y la llevo a conocer otros países, como tenía costumbre cada cierto tiempo, aunque esta vez las cosas eran diferentes había menos gente de la que se suponía en el mundo mágico, tal vez porque la tecnología y lo moderno se había instalado incluso en los magos más poderosos, pero también la guerra que orillo a otros a huir del país y muchos se marcharon como ella, eso hacia que sus filas terminarán reduciendo bastante. Pero ahí estaba, vestida con su habitual capa de cuero sintético en el cuerpo, pantalones negros y una playera a juego, junto con su gabardina de cuero y sus botas tipo militar negras, hacían que su atuendo llamara la atención de algunas personas que no estaban acostumbradas a ver esa vestimenta tan seguido. No les presto atención y siguió su camino, viendo los cuerpos colgados en el puente, de lejos se veía que era solo una broma cruel, pero quién sabía la verdad, veia que en el fondo era solo el principio de algo tenebroso, y eso, era justamente por lo que ella estaba ahí. -Bonita noche para una buena fiesta- murmuró por lo bajo, mientras veía a varias personas alrededor.

Otro día cualquiera, esperando a James El día pintaba muy bien para la chica, por la mañana había tenido que ir al ministerio Francés en donde trabajaba para poder hacer unos cuantos encargos que Ada le dejo dicho con James, acordarse de el hacia que su corazon sé acelerará un poco y una sonrisa se poso en su cara. Había Sido una buena idea el trabajar ahí con Ada y que mejor con su hermano que hacía todo lo posible por ser cordial y amable con todo el mundo, era difícil no decirle que no a nada de lo que le decía. Pero recordando lo que había hecho aquella mañana, era otra historia después de salir del ministerio y aceptar la idea de James de verse aquí en la mansión, ella estaba con una sonrisa de oreja a oreja por lo que su enojo de costumbre por el mundo, en aquellos momentos se había esfumado. Hoy no quería luchar por el bien mayor y detestar a esa gente que normalmente le caía de la patada mezclándose con personas que no deberían practicar la magia, aunque mientras tenía esos pensamientos se dió cuenta que últimamente no sabía porque seguía con aquel bando, obvio amaba torturar gente y en veces dejar salir su lado malévolo, pero últimamente se había alejado tanto de aquel mundo que no tenía idea del porque seguía aún así. Claro que sí salía del bando le partiría el corazón a su madre y a su prima la cuál era líder en aquellos momentos. Su familia estaba en el poder y ella se sentía tan desconectada de ellos, debía tener una reunión urgente con alguno de sus familiares y volver a encontrar motivación por el bando y la sangre. Sacudió su cabeza mientras sus pensamientos se dispersaban, toda esa alegría que le había traído James desde su mañana se había esfumado, al pensar en su familia y su futuro dentro del bando, eso termino un poco por detonar la poca felicidad que en aquel momento tenía. Paseo un poco por los jardines de la mansión, vistiendo un conjunto algo hippie para ella, pantalones y una blusa muy holgada blancos, que hacían juego y claramente sin zapatos. Su cabello atado con una liga y su mente totalmente absorta en sus propios pensamientos, cualquiera pensaría que no era parte de aquella mansión, claro que ni siquiera estaba dentro, se encontraba afuera no queriendo entrar en los quilombos que a veces reinaban ahí dentro. @ James Fleamont Potter