Jessie Black Lestrange

Una pregunta, puedo seguir con la clase aunque el profesor tenga ocho días sin pasarse? Ya se ha pasado otra compañera y quisiera saber si entre las dos podemos rolear

Había pasado un tiempo considerables desde que se había enfrentado a Badru; lo había elegido así por muchos y diversos motivos, también por el hecho de que ya una vez había cometido el error de tratar de tomar dos clases a la vez y había terminado muy mal parada. Sabía cuales eran sus limitaciones y hasta donde podía llegar sin sufrir daños considerables o terminar más loca que una cabra. En fin, ya no importaba y el tiempo pasaba así que ya era momento de volver a introducirse en el templo de la sabiduría dónde podria obtener más poder para alcanzar sus metas. Sabía a donde debía ir y sentía mucho más satisfactorio el ir por medio de un portal pero no estaba segura de cómo se lo tomaría el guerrero. Ella sabía cómo solían ser de nerviosos y celosos con sus conocimientos cada uno de los Uzza. Sin perder más el tiempo en cavilación banales giró sobre sus talones y se apareció al norte de la ciudad, cerca de un lago dónde una sola tienda de capañana adornaba aquel paraje. Suspiró y estiró sus brazos tras su espalda al momento de soltar el aire lentamente para después comenzar a caminar. Llego hasta la orilla del lago dónde se encontro con quien suponía era el guerrero Uzza. Intento un amago de sonrisa pero a sus labios color carmín solo llegó una mueca. Volvió a suspirar. Aquello no estaba bien, ella no solía ser así, ella era todo alegre y sonrisa, veía la vida de una manera que la gente no entendía pero últimamente... Hola... Yo... Mi mayor temor y deseo... Mi mayor temor es perder mi magia y mi mayor deseo es conquistar el conocimiento... Sí, es eso Desde que pasará aquel accidente en su trabajo había temido el quedarse sin magia, en ser solo un muggle más pero gracias a Merlín eso no había sucedido.

Nombre: Viana De Roca Gris Edad: 230 Nacionalidad o procedencia: 7° círculo del infierno Raza: demonio Personaje principal al que está asociado: Jessie Black Lestrange Relación con el personaje principal: seudo inocencia de Jessie, hermanas. Aspecto físico: Mide un metro con sesenta y cinco centímetros, cabello rosa chicle, ojos color verdes, tez moreno claro. Piernas largas y estilizadas, caderas anchas y cintura estrecha, su torso esta levemente abultado por su pecho pero lo disimula con blusas holgadas. Brazos largos y finos que terminan en unas largas manos de delgados dedos. Finos rasguños adornaban todo su cuerpo debido al tiempo que paso en el séptimo círculo del infierno así como a manos de su captor. Cualidades psicológicas: Tiene un carisma único que logra encantar y atraer a quien la conoce, de sonrisa fácil y amabilidad única. Tiene un toque sádico que saca con las criaturas inferiores que no se preocupa en ocultar. Fiel a quien la ha cuidado desde pequeña aun a pesar de que no recuerda mucho de su pasado. Historia: Corría el año de 1804, se vivía una época de oscurantismo donde era mal visto que una mujer fuera inteligente y sobresaliera de entre los hombres pero eso a Jessie no le importaba. Dotada de poderes que ni ella misma entendía, separada de quien creía su familia tras un trágico “accidente” y tras la muerte de su hermano, Jessie corría una suerte que no se lo desearía nadie. Una tarde de mediados de octubre, después de deambular por meses por las calles de Italia la tragedia llego a ella reclamando su lugar a donde pertenece. La muerte la llamaba y estaba ansiosa por reclamar lo que era suyo y aquel que se había encargado de arruinar su vida era quien ponía fin a la miseria que estaba viviendo. Lamentablemente aquella noche fría y lluviosa no murió, pero lo que dejo tras de sí era más de lo que podía imaginarse puesto que no solo había perdido su humanidad, sino una parte de ella que jamás podría recuperar. Mientras Jessie dejaba atrás su vida terrenal y pasaba a ser un ser de la noche, en el séptimo infierno una delicada criatura había nacido. De largos cabellos color rosa chicle, unos enormes ojos verdes y un cuerpo delicado de tonalidad morena clara. Se veía alegre, inocente, carismática. Demasiado buena para pertenecer a ese lugar pero ahí era donde había ido a parar aquella pequeña inocencia que tuviera Jessie. Viana lucho por su vida en aquel lugar, cerca de lo más hondo del mismo averno, luchando con otros demonios por sobrevivir día a día hasta que finalmente, sin que ella supiera que podía ser posible fue convocada en el mundo terrenal por Adler Richter para poder tener controlada a Jessie después de cincuenta años en que la chica se le había escapado de milagro. Viana no entendía que pasaba, porque aquel hombre que la había sacado del infierno ahora la torturaba en aquel hermoso lugar, cada noche, a la misma hora, en distintas partes de su cuerpo y de distintas formas, cada una más dolorosa que la anterior. El dolor tras esas sesiones era tal que la dejaba al borde de la muerte y las marcas en su cuerpo, con el paso de las semanas no desaparecían como en un principio. Finalmente, una noche en la que creía que el velo de la muerte por fin se apiadaría de ella y la regresaría al lugar donde nació, una chica de largos cabellos rojos se coló por la ventana pequeña del sótano donde Richter la tenía encerrada y tras hacer un par de luces extrañas con un palito de madera la saco de aquel lugar cuando estaba a punto de perder el conocimiento. Llegaron a un lugar que olía muy dulce provocando que la nariz de Viana picara y el mareo aumentara. Escuchaba voces, pero eran demasiado chillonas para entenderlas, aun no entendía cómo es que habían podido salir de aquel lugar o si en medio de todo se había desmayado porque solo recordaba haber cerrado los ojos un segundo y al abrirlos estaban en otro lugar. Al enfocar su vista se percató que la mujer de largo cabello rojo tenía heridas muy similares a las que ella había obtenido esa noche pero en vez de curar sus propias heridas se enfocaba en las de Viana aliviando un poco el dolor que sentía. Durante los siguientes días no supo cuántas veces perdió el conocimiento; era tanto su cansancio que no era capaz de quedarse mucho tiempo despierta. Sabía que estaba en una cama bastante cómoda y le llevaban comida todos los días que devoraba como si no hubiera comido en muchos años, así como cada noche la chica de cabellos rojos iba a verla, revisaba sus heridas y le decía que no se preocupara, que ahí estaría a salvo. Finalmente estuvo lo suficientemente fuerte para poder ponerse de pie, salir a caminar por el lugar en donde estaba y descubrió que no era una casa sino un lugar extraños donde había muchas cosas que ella no había visto nunca y cruzando un arco de piedra había otro lugar donde había mesas, sillas y pasteles de todos tipos, tamaños y colores. Conoció el nombre de la chica que la había salvado y le dijo de nueva cuenta que ahí estaría a salvo y ella se encargaría de cuidarla y protegerla, ahí nadie iría a buscarla. Le enseño cómo funcionaba aquel lugar y Viana se ofreció a ayudarla con la tienda de regalos. Ya llevaban varios años juntas trabajando codo a codo, a veces Jessie la reñía por jugarle bromas a los elfos domésticos o como Viana les decía: harapos con patas, pero a fin de cuenta, después de casi ciento cincuenta años era feliz. Otros Datos: Su mayor temor es ser encontrada por Alder Richter aunque ella aun no sabe que está vinculada a este hombre. Condiciones de Utilización: solo Jessie puede utilizarlo

Nick: JessieBlack Lestrange ID: 109560 Libro de Hechizos: Libro del Caos Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Link Rango Social: Orden de la Cruz Dorada Nivel de Magia: XXIII Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Agosto 2011. Link a la Bóveda: 92275 Link a la Ficha: 93845

Molesta, furiosa, harta. Eran sólo unos pocos calificativos al estado en que Jessie se encontraba en ese momento cortando los ingredientes para una tarta de frutas en el sótano del loca. -¿Cómo demonios se le ocurría a ese bastardo hijo mío traerlos a este lugar Con cada palabra que decía, Jessie profanan una a una las fiestas delicadas que pondría en la tarta, pero al darse cuenta del desastre que hizo optó por botarlas al cacho de basura. Furiosa, encajó el cuchillo en la tabla de.picar y tras limpiarse las manos en el delantal dejando unas marcas rojas parecidas a la sangre pero que en realidad eran rastros de cereza prosiguió a encaminar sus pasos hasta donde estaba su hijo con sus invitados. -Hola... Buenas tardes, bienvenidos a cintas de colores, cafetería que en su interior cuenta con una tienda de regalos y confites ¿Qué demonios hacen en el sótano de mi local? Si se puede saber Fulminó con sus grises ojos primero a Bel, luego a Pakami y por último a su bastardo. Rodó los ojos cansada aún sintiendo como los restos de cereza goteaban de sus dedos cual gotas de sangre. -¿O es que acaso son los ingredientes del pastel de humanos? Seguro a los vampiros y licántropos les encantará Sonrió con malicia invocando el cuchillo que acaba de clavar en la tabla el cual apareció en su mano sin dilación. -¿Por cuál de tus dos amiguitos comenzamos? La bella dama que te acompaña o por el caballero... Sé que tu gusto se inclina hacia "cierto" lado pero no te ves tan como como hubiera imaginado y por lo que alcance a escuchar es ella... La que te interesa Sonreía con malicia acercándose a su hijo con el cuchillo mientras acariciaba el cuello del mismo sin dejar de observar a los invitados de Matthew. -Tal vez mi bastardo no se decante.por asesinar en nuestro local, por "miedo" al ministerio. Pero a mí no me importa en lo más mínimo. Sé cómo ocultar las evidencias e incluso como hacer que ustedes se olviden hasta de sus nombre así que... Solo lo preguntaré una vez más ¿Qué demonios hacen EN MI SÓTANO? Un brillo asesinó, que solo guardaba para sus matanzas en Ottery se apoderó de sus grises ojos mientras el cuchillo que portaba en su mano izquierda dejaba a su paso un hilito de sangre en el cuello de Matthew. @@Matthew B. Triviani @@Pakami Gryffindor @

Viana -¿Hacerte cargo?... Vino con Jessie hace un par de días pero no sé de qué hablaron, también vino un hombre que... No me dió buena espina Recordaba aquella visita como si hubiera sido ayer, desde entonces no había visto a Jessie y no la culpaba, después de todo su reunión con ahí había sido a las horas de que aquel idi*** hubiera querido matarla. -No es por tí Haisen y no es algo que puedas solucionar - se encogió de hombros dando media vuelta y regresando al mostrador para recargarse en él y encararlo-Me alegra que estés aquí y lo sabes, jamás voy a decir que te extrañe porque no soy así pero... Sí me alegra verte Sonrió de lado encogiéndose un poco de hombros y torciendo aún más el gesto al escuchar las palabras del hijo de Jessie con aquella impura. -Tienes razón, no es por los planes de Malfoy, ni siquiera entiendo que es eso de la responsabilidad compartida... ¿Boda... Vida en común? De qué demonios estás hablado, tú y yo acordamos jamás hablar de eso y sobre lo que tengo... No me agradan las visitas del hijo mayor de Jessie Las palabras de su novio la confundían, no era normal ni mucho menos propio de él que hablara de esa forma, salvo cuando estaba alterado. Entorno los ojos tratando de descifrar su rostro pero le faltaban piezas al rompecabezas. -No puedo decirte quien me busca ni el porqué. En cuanto lo sepas te pondré en peligro pero también sé que te importará un cominó e irás a buscarlo y no puedo permitirlo -susurro Viana observándolo directo a los ojos esperando que le entendiera-He irme contigo... No puedo alejarme de aquí... Jessie es la única que me protege de él, si sabe que estoy sola vendrá por mí y al destruirme la destruirá a ella Por eso estaba molesta con Matthew, porque sabía que al hacerle lo que le hacía se estaba burlando de su propia madre. Bufo molesta mientras fulminaba al chico a través del arco de material que separaba las secciones de la tienda, para luego, lentamente, acercarse a Haisen y recargarse en su pecho. -Pero sí debes irte... No me quedará más opción; que seguirte, me guste admitirlo o no... Me es muy difícil sobrevivir sin tí rondando @

Viana Había caído en el juego del hijo de Jessie, debía hacerlo si quería seguir cerca para saber que era lo que hablaba con aquella mujer. Algo no le terminaba de agradar sobre la bruja y el hecho de que alguien más apareciera era algo que la desconcertaba de sobre manera, a fin de cuentas, Jessie, había creado aquel local como tapadera de los movimientos turbios de la marca y Viana lo sabía. Tras cambiarse el delantal al fingir semejante torpeza, sonrió amablemente a los invitados del hijo de Jessie y con un leve movimiento de cabeza se alejó de ellos para regresar a su lugar en el mostrador de la tienda de confites y regalos. Debía seguir fingiendo, Jessie le había dicho que mientras nadie sospechara de ninguna de las dosz ellas estarían a salvo. Un paso en falso y las vidas de ambas correrían peligro. Aún no entendía del todo el vínculo que ella tenía con Jessie, pero estaba segura que si algo que pasaba a ella Viana sufriría y viceversa. Lo había notado el día que aquel infame hombre mando a alguien por ellas. Suspiró cansada; escuchaba de fondo las voces del hijo de Jessie y sus invitados. Cómo desearía correrlos del local de la mujer que la había protegido. A su ver, profanan el lugar con su sola presencia y no entendía como Matthew se atrevía siquiera a dirigirles la palabra. La campanilla de acceso de la tienda de confites y regalos sonó. Viana alzó la mirada esperando encontrar a alguien que lograra sacarla de aquella farsa que estaba escenificando y cuál fue su sorpresa al encontrarse con el protegido de Juv, la amiga de Jessie. -¿A qué debemos el honor de tu visita? No creo que vengas por un regalo... Tú no eres así y las cosas dulces no son tu fuerte- sonrió Viana bajando del banquillo y acercándose hasta Haisen con una mirada escéptica en sus verdes ojos. Alzó su mano derecha jugueteando con los botones de la capa de Haisen, viendo de reojo que Matthew no la viera, ya que no quería develarse con el hijo de Jessie, aún no era tiempo. -?Acaso la señora Malfoy te ha mandado por algo? La señorita Jessie ha dicho que ella iría pronto a revisarla - bajo la mirada fingiendo estar avergonzada, al tiempo que retiraba su mano. Sonriendo con malicia al ocultar sus facciones. @Juv Malfoy Crof

Hacía un tiempo que había dejado al Granger y Juv en el cuarto de Viana, Jessie arreglaba un par de pasteles en la cafeteria mientras intentaba por todos los medios no ir a correr a la visita de su hijo Mamá sobre protectora, tal vez lo era, pero no quería que su hijo se relacionada con esa clase de gente. Suspiró y dejó el pastel en la vitrina luego de cortarlo en ocho rebanadas. Se recargo en el refrigerador y observó a los magos y brujas pasar fuera de la tienda. Aún recordaba cuando aquel mago llegará a intentar matarla en su local, no sabía que había sido lo que lo había hecho irse pero se alegraba por eso. Tenía asuntos pendientes con Matthew pero lo arreglaría en otro momento. Debía explicarle aún muchas cosas, cosas que ella misma aún no entendía y no porque no comprendiera sino porque no quería hacerlo.

Viana No confiaba del todo en el acompañante de la amiga de Jessie, aquel hombre no le daba seguridad y deseaba que el hijo de esta estuviera ahí para respaldarla pero sabía que eso no era posible, al menos no de momento. Suspiró y se quedó en el pasillo que daba a su habitación; lo mejor era tener un ojo en aquel lugar, Oki y Uri podrían hacerse cargo de la tienda en lo que ella estaba al pendiente por si Jessie necesitaba algo. Jessie Black Lestrange Observó la mano que el acompañante de Juv le ofrecía recordándose internamente que debía de guardar las apariencias, así que sin más remedio la estrechó para enseguida retirarla y lavarla de nueva cuenta escuchando atenta a las palabras que Malfoy le otorgaba. -No veo el inconveniente en eso... Recuestate un momento Juv... Y ammm Joaquín... Necesitaré que te descubras uno de tus brazos, por favor Guardar las apariencias. Siempre debía de aparentar ser una chica tierna, inocente, delicada y a quien necesitaban proteger. Al menos ante los ojos de aquellos que no la conocen. Guiño un ojo en dirección de Juv cuando se acercó al Granger sin que este se percatarse de la camaderia de ambas brujas. Colocó una especie de liga en el antebrazo del Granger y tras pedirle que abriera y cerrará su mano un par de veces, procedió a sacar una muestra de sangre del hombre que coloco en una placa de vidrio que reservo en una mesa. -Listo Granger... Ya puedes cubrirte Sin prestarle atención le tendió una torunda con alcohol para que contuvieron el leve sangrado, prestando toda su atención en Juv, acarició la mano de la bruja y sonrió con amabilidad. -Esto no te va a doler nada... Primero veremos cómo va tu embarazo, cuántas semanas llevas y después procederemos con la prueba de paternidad Le explicaba todo a su amiga con suma tranquilidad, Jessie sabía que Juv la entendería ya que ambas eran diestras en el arte de la curación. -Descubriré un poco tu vientre ¿De acuerdo? Volteo a ver a Joaquín con sus grises ojos fríos. Sonrió de lado en una mueca que aparentaba amabilidad pero todo era una simple y bien actuada fachada. -Acércate Granger, querrás ver esto Su tono de voz era tierno y cantarin, invitaba a hacer todo lo que ella pidiera por lo dulce de su voz. Volvió sus grises y vivaces ojos a su paciente y realizando un complicado movimiento de vairta una luz anaranjada apareció sobre el vientre de Juv, a unos 30 centímetros de donde estaba recostada la mujer. - Efectivamente Juv, estás embarazada, tiene aproximadamente un mes debido a que aún no se percibe la formación del feto como tal pero el óvulo ya pasó la fase glomerular y puede percibirse una pequeña forma como un camarón... Justo aquí Explicaba todo con lujo de detalle, esperando que ambos vieran lo mismo que ella. Lo que seguía era lo complicado pero Jessie sabía que su amiga era fuerte. -Esto te va a doler solo un poco pero es necesario Agitando la varita invoco una nueva jeringa con una aguja un tanto más grande, la introdujo en el centro del ombligo de Juv y guiandose por la imagen que aún se veía sobre el vientre de la bruja llegó hasta la capa superior del pequeño feto tomando una pequeña muestra sin hacer daño al mismo. Extrajo la aguja y realizando una simple flourita se aseguró que Juv dejará de sangrar. Reviso la imagen por un minuto más y tras escuchar el vientre de la embarazada con su estetoscopio cubrió el abdomen de la mujer. -Quedate acostada... Enseguida les diré los resultados Se alejó de Juv y Joaquín para regresar a la mesa donde la muestra de sangre del Granger ya estaba coagulada, perfecto para lo que ella necesitaba. Si la cosas eran como ella sospechaba la muestra que había tomado del bebé de Juv quedaría dentro del coágulo de sangre de Joaquín demostrando la compatibilidad, sino... Lentamente pincho el coágulo y depósito la muestra con delicadeza, extrajo la jeringa y espero pacientemente. La muestra se quedó dentro del coágulo y brillando con un tono azulado. Sonrió y volteo a ver a los futuros padres. -Felicidades Granger, al parecer serás padre... Y de un posible varón ya que la muestra a brillado de azúl Se acercó a Juv y le tendió la mano para ayudarla a sentarse, agitó la varita haciendo aparecer una copa de plata con un líquido rojo en su interior. -Bebela, enseguida regreso y amiga... Muchas felicidades. Le diré a Viana que traiga algo para que comas Debía dejar a Juv un momento a solas con Joaquín, ya que ella debía de arreglar un par de cosas con él, Jessie lo sabía. @Juv Malfoy Crof @Joaquín Granger

Había quedado de ver con la Malfoy un problema que al parecer a ella tenía. Le sorprendía que no buscará a Arya pero lo cierto era que ellas dos eran... Cercanas. Había acondicionado el cuarto de Viana para poder platicar a gusto con Juv e incluso la persona que la acompañaria porque había quedado de venir acompañada. Viana los esperaría en la puerta así ella terminaba de arreglar las cosas. No sabía en específico que le pasaba a la Malfoy pero ella no escatimaria en recursos. Viana No sabía porque Jessie la había mandado a esperar a esta gente, hasta ahora la única persona divertida que había conocido era al hijo de Jessie. Pero eso de esperar gente no era lo suyo, el no poder "jugar" con los elfos pero no podía. Finalmente unos sonoros cracs llamaron la atención de la pelirosa que volteo al exterior de la pastelería y tienda de regalos notando como había aparecido una mujer rubia bastante elegante y segundos después un joven algo... Extraño. -Usted debe de ser Malfoy... ¿Sabe que es una falta de respeto hacer esperar a las personas? Me sorprende de usted, Jessie habla muy bien de usted como para que haga este tipo de cosas Con un ademán de mano les indico que pasaran y la siguieran hasta la que era su habitación. Entendía el porqué Jessie la escondía ahí, era por su propia seguridad pero ahora llevaría a extraños a su refugio. -Bueno, al fondo está mi señora... No la hagan enojar o no respondo de mis actos Sus inquisitivos ojos verdes observaron con detenimiento al hombre que había acompañado a Malfoy, sacó su varita mágica y lo apunto directo al cuello. -Y nomás les haces algo... Date npor muerto Se dió la media vuelta y se alejó, dejando el camino libre para Juv y Joaquín para ella volver a la tienda y atender a los clientes. Jessie Black Lestrange Ya tenía todo listo; confiaba en que no tardarán en llegar así como que Viana no les haya hecho la vida imposible, a veces se cuestionaba si era buena idea tenerla ahí pero era el mejor escondite después de todo. Finalmente escucho unos pasos que anunciaban la llegada de las personas que esperaba. Menos mal que las ansias comenzaban a carcomerla. - Bienvenidos, lamento el mal rato que Viana pudo haberles causado Sonrió a Juv y le tendió la mano esperando que ella comenzará a hablar, así terminarían con el sufrimiento de su amiga de una buena vez

Había escuchado de aquel lugar y sabía que era el único qué podía ayudarle con el encargo de su mellizo, aquello era extraño porque hace tiempo que no veía por ese tipo de cosas. Incluso cuando eran para ella esos trabajos solía tener ya todo listo pero con su hermano... -A veces siento que me complica la vida demasiado[\i] Negó divertida entrando en el local donde sabía podría encontrar lo que buscaba. Ataviada en una capa de viaje color oliva,caminaba con tranquilidad haciendo sonar su capa con un leve frufru tras sus pasos. Llegó hasta el mostrador observando todo a su alrededor, pues estaba segura que encontraría lo que buscaba y no se equivocaba. Un elfo llegó a atenderla, se bajó la capucha dejando al descubierto una joven mujer que noi aparentaba tener más de 16 años, de largos y ondulados cabellos rojos que caían desordenados en su espalda. -Busco al dueño de este lugar, me han dicho que es el mejor restaurador del área y hay un cuadro en específico que quisiera que viera y me diera su opinión @@Vladimir Karkarov Link imagen:https://www.morbidofest.com/wp-content/uploads/2013/12/vikings-season-2-promo-trailer.jpeg Medidas: el estándar del foro para firna Tipografía: a gusto del diseñador Extras: es para Ragnar Bjorn Lodbrock BL Avatar:si por favor

Sonreía a Otto como tonta enamorada, era lo que aquel mago de blanco cabello provocaba en ella. Se recargo en el hombro del hombre mientras abrazaba su brazo observando a sus madres esperando una respuesta cuando escuchó unas palabras que lograron quitarle la sonrisa del rostro. -Pues jamás los he visto en el castillo ni a Orión... Se que es hermano de mis madres pero... ¿Mi tío? Te veo más a ti y eso gracias al trabajo Se encogió de hombros mientras una sonrisa traviesa aparecía en sus labios color carmín. -Tampoco ustedes lo fueron mucho, Madre... Tal vez por eso soy como soy... Dejar a mis hijos en un orfanato... Fue lo mejor que pude haber hecho Comenzó a reír ante las palabras de su hermanastro, sabía de donde venía y ella comprendía el porqué estaba ahí; podría aprovecharse de eso. -?Acaso perdiste? ¿De nada sirvió que te dejará ganar, querido hermano? Sabía que lo estaba picando pero ella era así, le encantaba molestar a Black y ella disfrutaba haciéndolo. -No puedes esperar que llegue en una pieza madre, el hombrecito de mami se enfrentó a Darla y al parecer... Perdió... UPS, perdón Una sonrió cruel se instalo en sus labios mientras se separaba de Otto y caminaba lentamente hasta llegar donde su hermanastro viendo cómo Mahía lo curaba. Volteo abriendo sus grises ojos como platos al escuchar las palabras de Gabrielle negando lentamente. -¡No! Hermana de esta... ¿Cosa? Señaló a Aarón sin voltear a verlo, fijando su mirada en su madre implorando a Voldemort porque fuera mentira. -Ahora me arrepiento de haberte dejado avanzar... Vas a morir Black Sin que nadie se lo esperara acortó la distancia que lo separaba de Aarón en un par de pasos y volteo el rostro de su hermanastro de una cachetada. -Ya tengo bastante con soportarte en el trabajo, desde que eres jefes no haces más que pavonearte por el cuartel y dar órdenes como si tuvieras todas las influencias, pero aún sigo mandando sobre ti Black... No se te olvide Sus grises ojos estaban puestos sobre los grises de Aarón, mientras su pecho subía y bajaba debido a lo acelerado de su respiración. @ @@OttoBlack @@Gabrielle Delacour @@Mahia Black

Estaba molesta. Demasiado molesta y ahora la demolición de la mansión no era nada comparado con lo que sentía en su interior. Debía de tranquilizarse, para ella no era bueno el enfadarse porque si había destruido la mansión sin tener un motivo ahora en su estado... Había escuchado llegar a Aries, lo había visto encararla pero no podía prestar atención a lo que decía, tenía cosas más importantes en la cabeza. -Aries... ¿Qué demonios haces aquí? Esto es algo privado... Déjanos Fulminó al chico con la mirada para regresas sus grises ojos a su hermano tras escuchar las palabras de su hijo que estaba siendo aplastado por Aldrich. - Sí esa línea temporal ya no existe tú tampoco deberías existir... ¡Genio! Camino hasta estar frente a su hermano observándolo con detenimiento mientras lo rodeaba jugueteando con su varita. -Allá en la torre tendrás autoridad... Esto es algo de... Familia, así que no te metas Aries, porque te juro que desmembrare a este intento de mago hueso por hueso Un leve escalofrío la recorrió por completo al pensar en lo que había pasado con su hermano para que Matthew pudiera nacer. -Por Voldemort, !Que asco! Se alejó con los ojos cerrados negando asqueada por lo que su cerebro había imaginado.

Asentía a las palabras de Gabrielle, sus hermanos era extraño verlos en casa, nunca aparecían y ahora saber que Martín era su hermano; aquel con quien había peleado cuando había aparecido en el castillo ¿porqué siempre peleaba con sus hermanos? Al parecer era una maldición en ella. -El día que aparezcan esos tres sera el regreso de nuestro señor y eso es mucho decir. Tomó asiento entre sus madres observando como Otto se sentaba a su lado, sonrió a su amado mientras tomaba su mano sabiendo que lo que esas brujas tuvieran que decir tal vez no fuera nada bueno. -Abrí el sobre, Mahia... pero ¿casarse? ¿en serio? Yo ya las hacía casadas... esto parece... bueno, extraño. Observó a Otto desconcertada por la invitación de Mahia pero se encogio de hombros y se puso de pie abrazando por la cintura a Otto para caminar a su lado. Le gustaba aquella sensación de paz y tranquilidad unauqe aquello estando en el castillo Black no quedase del todo. -¿Eso quiere decir que me libre del tío Orion? Es que suele ser algo... extraño, no se ofendan pero no parece hermano de ustedes y sus hijos... ¿en serio son mis primos? Aferró la mano de Otto que quedaba cerca de su mano aun abrazando su cintura, se recargó en su pecho y sonrió a ambas mujeres. A su boda había ido mucha gente y habí sido más de lo que ella hubiera querido, solo el saber que ya estaba casada con a persona que la había acompañado por su recorrido, que había estado a su lado y que día a día podía ver en las mañanas y en las noches era lo que más feliz le ponía. -Entiendo que quieran algo privado, ¿lo harán aquí? ¿Necesitan ayuda en algo? Me ofrezco a traerles el pastel, preparamos unos deliciosos en la cafetería y si necesitan algo más solo haganoslo saber, encantados les ayudamos. Ella sabía lo complicado que podía ser preparar una boda aunque fuera pequeña, porque el renombre de los Black siempre debía de prevalecer fueran a donde fueran. -Tendrían que star aquí todos mis hermanos, es nuestra responsabilidad el estar para ustedes en este momento de sus vidas, porque somos sus hijos. Ella era de las pocas Black que siempre estaban en el castillo, debía de estarlo por si llegaban a atacarlos, era sabido que los señalaban como mortifagos y aunque no estaban nada lejos de la verdad aun no podía comprobarles nada pero debían de estar alertan en el castillo. @@Gabrielle Delacour @@Mahia Black @@OttoBlack @ @@Akiza Ravenclaw H.

-No espero que lo hagas Matthew, pero una vez que yo me vaya solo ella podría ser capaz de salvarlos Jessie sabía que tan cruel podría ser aquel hombre, si había sido capaz de matar todos los sueños e ilusiones de una pequeña adolescente... Ahora que sus hijos eran adultos sabía que no se detendría con nada. -Porque si murió... A diferencia de los licántropos, los vampiros tenemos un demonio que nace en los momentos en que tú vas transformandote, este demonio suele venir de las cualidades más puras cuando eras humano, en mi caso, la inocencia. Ella nació de esa inocencia pero no quiere decir que lo sea, no puede serlo por el lugar en que se formó. Sí no la he matado es porque todo lo que ella siente yo lo siento y no me da miedo morir... Pero no lo haré en vano Sabía que a Matthew le haría gracia que ella muriera, no por nada había sacado esa locura de ella y Joseph pero aún así quería que se mantuviera a salvo y no intentará nada a la desesperada. -No intentes ser cruel con ella, así como la vez de tierna y carismática, es capaz de arrancarte uña tras uña en plena conciencia solo por el simple hecho de que se le hace divertido ver correr la sangre viendo cómo está mancha el piso Antes de verlo lo sintió, tantos años intentando en vano perderlo, que no la encontrará... Pero al traer a Viana aquí sabía que estaba sellando su destino. Se puso de pie con la varita en alto, cubriendo de forma desinteresada a Matthew con el fin de que Baldassare no se fijara en él. -Oh vaya Stabolito, ahora encontraste a alguien más en quién esconderte ¿No es asi? -¿Escudarse en él? No me hagas reír Rinaldi, jamás me escudarîa en nadie más y lo sabes Los ojos de Jessie poco a poco se tornaban oscuros como la noche sin estrellas, volteo a ver al demonio amante de su hijo y con mirada suplicante le pedía que lo mantuviera a salvo. -Si tanto te importa es por algo... Unirte en el pasado a la Orden del Fénix no te funcionó... ¿Que crees que hará la diferencia en la marca?- se burlaba de ella, acercándose lentamente a la mujer de largos cabellos rojos. Tenía miedo, eso no lo iba a negar pero en todos esos años había ido adquiriendo conocimientos que la ayudarán a controlar sus emociones en situaciones como está, así que por más asustada que estuviera su rostro no mostraba emoción alguna y su mente estaba tan firmemente sellada que nadie podría ver cuáles eran sus pensamientos por más superficiales que estos fueran. -Oh vaya... Me has descubierto, pero no me importa... ¿A que has venido? Intentaba mantener la atención de Baldassare en ella para que Matthew pudiera irse pero algo le decía que su hijo no lo haría. -Sabias que al llevartela tarde o temprano daría con ella y por consiguiente contigo y aún así tuviste la osadía de invadir mi casa y no solo eso sino de matar a mi familia- las palabras del hombre eran frías, lacerantes; pero mientras su atención siguiera en ella no le importaba. -No veo porque te sorprende, la primera vez que te ví dijiste que yo era igual a mis padres... Estoy orgullosa de ello Rinaldi alzó la varita mágica, Jessie sabía que vendría a continuación y no estaba segura de querer salir victoriosa de aquel encuentro. - Antes de que hagas nada Baldassare... Sí voy contigo esto se acaba ¿No es así?- preguntó dando un paso al frente sin dejar de apuntar al hombre que destrozara su vida. -Si te refieres a que dejaré tranquilos a tus hijos y hermanos... No te equivoques Jesseca, ahora que sabes quién eres realmente no dudaré en destruir a toda tu familia y tú serás la única responsable de esto Rápidamente, Rinaldi movió su varita en dirección de Matthew sonriendo con malicia. Los ojos de Jessie se abrieron como platos, sabía lo peligroso que era aquel hombre pero ella... Ella lo era más. -Baja esa varita Baldassare, él no tiene nada que ver en esto- su voz era fría e inexpresiva pero en sus ojos se podía ver el odio profesado a ese hombre. -Yo no haré nada Jesseca, lo harás tú solita, no creas que no sé que este infeliz es tu hijo y ese... Uno de sus experimentos, pero es tu hijo bastardo así que no te dolerá matarlo como si lo haría con tus hijas o el pequeño e inocente Romalo... El alejarlos de tí no sirvió de nada. Veloz como solo el solo podía serlo movió su varita apuntando a Jessie mientras la agitaba en un complicado movimiento tratando de tomar el control de la bruja. -No creas que estuve de ociosa todos estos años... Sí no puedes acceder a mi mente... Jamás podrás controlarla... De nuevo @@Matthew B. Triviani

Asintió a las palabras de la Arcana; una vez que traspasar el umbral no habría marcha atrás así que respirando profundamente para darse valor ingreso en la pirámide sin saber a qué se enfrentaría. Debía de confiar en su anillo ya que era lo único con lo que contaba y aunque también era cierto que podría hacer hechizos sin necesidad de utilizar su varita mágica eso no cambiaba nada, porque si hacía magia... Podría fallar la prueba. Lo primero que vio fue mucha luz, una habitación completamente blanca llena de intensa luz que poco a poco fue transformando se hasta convertirse en una pequeña casa de las afueras de Italia. Sabía que era solo una ilusión pero era tan real que incluso el olor de los panecillos de uvas recién horneados de su madre inundaban sus sentidos. Camino con pasos lentos por la sala, si su madre la viera con esa edad se asustaría así que volteo a ver a un espejo enfocando su vista en su larga cabellera roja tornandola en dorados cabellos cual rayos de sol, sus facciones se volvieron un poco más infantiles y cambio sus ropas por el uniforme que utilizaba en la secundaria: un Jumper azul marino con una blusa blanca y moño rojo en el cuello. Asintió al comprobar que así era como su madre la vio por última vez, se acercó hasta la cocina y la vio agachada frente al refrigerador buscando algo. -He vuelto de la escuela, perdón el retraso Sonrió con amabilidad atrayendo la atención de una mujer mayor que al voltear a verla le sonrió con cariño. -¿Tú hermano no regreso contigo?- pregunto poniéndose de pie llevando en sus manos una charola con rollos de jamón. -No, se quedó con el profesor de biología, había cosas que no entendía de la tarea -Seran mellizos pero son tan... La charola cayó al piso en medio de un estruendo. Volteo a todos lados confundida y conforme su vista recorría el lugar veía el horror de lo que había vivido tantos años atrás. Todo estaba quemado, los cuerpos de sus padres yacían amarrados y amordazados a unas sillas en el medio de la sala y debajo de la mesa principal podía ver sangre derramada pensando que era de su hermano. -No deberías estar huyendo de mi, sal niñita... Ya he matado a tu hermano y solo faltas tú, pagarás por los crímenes de tus padres aunque ustedes no tengan la culpa- un hombre estaba parado justo en la puerta de acceso de la casa y comenzaba a caminar por la misma buscando a Jessie. Esta estaba escondida debajo de la cama en su habitación, intentando no llorar, sintió un calor en su dedo anular izquierdo haciéndola recordar que era solo un recuerdo y ella estaba técnicamente a salvo. Ahora que se ponía a pensar detenidamente... ¿Con la metamorfomagia podría adoptar cualquier forma sin ningún problema? No perdía nada intentándolo ya que el mismo nombre lo decía. Metamorfosis: cambiar. Cerró sus ojos al escuchar subir al hombre por las escaleras, quemando todo a su paso. Lo vio abrir la puerta pero no vio su rostro puede una intensa luz dorada la cubría. Pero Jessie no se veía por ningún lado, ahí en su habitación solo estaba la cama, un ropero grande en color dorado y uno que otro mueble que adornaban la habitación. El hombre salió de la habitación de Jessie dejando destrucción tras de él, solo algo se había salvado, el ropero que tras perderse de vista el hombre volvió a ser una pequeña Jessie de catorce años asustada. Salió corriendo de la habitación y bajo las escaleras rápidamente y tras un último vistazo a sus padres se perdió en medio de la noche que le prometía refugio. El lugar volvió a cambiar una vez que hubo dado un par de pasos fuera de su antigua casa; ahora estaba en medio de un ataque mortifago, veía a los que ahora eran sus compañeros atacando a uno de sus mejores amigos. -Jessie, corre ¡Sal de aquí! -No te voy a dejar, o nos vamos los dos o no se va nadie -No seas terca, yo te cubro la espalda. Vete Un rato iba en dirección de su amigo, su cabello aún era dorado pero cuando ella llegó a londres este ya era rojo, algo no estaba bien. Volteo a ver al hombre que atacaba a su amigo y sonrió. - Déjalo ir, el jamás va a volver Mientras hablaba sus rasgos se volvieron a una joven de aproximadamente veinticuatro años, su cabello se tornó rojo y sus ropas negras como la noche mientras una máscara plateada cubría su rostro. -¿Jessie... Tú no... Porqué? -No te sorprendas, ambos sabíamos que las cosas debieron ser así desde un principio, te fuiste y aunque no te culpo esto es algo que no hubieras podido evitar Sonrió detrás de la máscara sintiendo como el anillo ya no quemaba en su dedo anular, por el contrario, lo sentía tan bien en el mismo como si toda la vida hubiera estado ahí. -Ya no soy la bruja que conocía... Es momento de dejar esto en el pasado Cerró sus ojos grises y se encontró frente a una puerta entonada al abrirlos de nueva cuenta, tomó la perilla con su mano izquierda notando como el anillo hacia contacto con la misma y al girar la puerta volvió a encontrarse con Amara. -Hola... No sé si fue más difícil esto u oclumansia... Cada vez tengo menos dudas de porque no cualquiera puede enfrentarse a este tipo de situaciones

Ladeó la cabeza confundida, si aquel hombre había cortejado a alguna de sus hijas le sorprendía que siguiera vivo, solía ser muy protectora con sus hijos, sobretodo teniendo en cuenta que un loco psicópata estaba detrás de ellos. -Lady... ¿O Susan? Bueno... No importa, si te deje vivo debe ser por algo y sobre lo otro ... Es en serio, te pareces mucho a un hombre que conocí en Viena, el tiempo es relativo al ser de mi especie así que... No sé exactamente hace cuánto pero si varios años... Regresó su atención al pilar que pensaba derribar en la primera planta, con eso el resto de la mansión se vendría abajo. Tras derribar el pilar Matthew apareció de entre los escombros, por la parte que daba al sótano. Se había olvidado de avisar que demoleria la mansión y así sacar a todo ser viviente de la misma pero... -Pelirroja, ojos grises... ¿Te suena que se parezca a mi? Al menos se que mis otros hijos salieron a su padre... malditos genes Black Rodó los ojos al recordar el aspecto de cada uno de ellos y comoi hasta su nieto se llamaba como su esposo, pero seguía molesta y a cada segundo que pasaba se molestaba más. Aquello no era bueno, la última vez que se había enojado había reducido a cenizas toda la quinta planta de San Mungo en un ataque de furia y coraje desmedido. -Nomás porque jamás te he visto en el ministerio, seguro sobrevives gracias a Mia, porque no creo que tengas un trabajo como tal para solventarse solo La alejó de él con un hechizo, de momento lo dejaría hacer pero ella sabía que si quería podría hacer que su hermano hiciera lo que ella quisiera sin oponer resistencia alguna. Un brillo cruel se apoderó de sus grises ojos cuando Eobard la tomó del brazo para llevarla cerca del cementerio de la familia; de un brusco movimiento se separó de él cuando escuchó sus palabras y luego las de Matthew llamándolo padre. El pecho de Jessie subía y bajaba mientras llamaba a Aldrich con un silbido. El bello hipogrifo de alas negras de un negro brillante aterrizó con elegancia junto a Jessie y tras una leve seña de esta con los ojos se sentó en el pecho de su hijo de forma obediente. -No te muevas, Matthew Black Lestrange o Aldrich te sacará los ojos Encaró a Eboard sin alzar la varita, estaba molesta, confundida. Se sentía est****a e incluso algo dolida. Todo pasaba tan rápido... -Mía no va a llegar hasta entrada la noche, siempre llega a la misma hora cada día desde que llegué, su trabajo la absorbe ndemasiado así que no sabrá que pasó y en cuanto a lo otro... No sé, que tú maravilloso hijo lo explique Se cruzó de brazos intentando tranquilizarse antes de matar a los magos que estaban con ella. No era posible que finalmente conociera al padre de su hijo y resultase ser su hermano y el menor para acabarla. -Ya estoy escuchando las burlas de mí mellizo por esto Bufo por lo bajo rodando los ojos rogando a Voldemort que no se le ocurriera al navegante de aguas desconocidas regresar a la mansión en ese momento. @Joshep R. Black Lestrange @@Matthew B. Triviani

Tomaba nota de los avances de Juv, el ver cómo desarrollo la empatía con la gema del sol que daba habilidades para curar heridas e incluso regresar a alguien de la muerte era algo que ella misma admiraba en las personas. Conocía de primera mano la fuerza y habilidad de Malfoy, la conocía mejor que nadie porque algunos de sus recuerdos habían regresado a ella y eran dolorosos recuerdos. Aun así estaba orgullosa de haber encontrado al fin su camino y con este a personas que más que compañeros eran familia para ella. Ver la forma fría y calculadora con que Malfoy trataba a sus pacientes le fascinaba, se veía reflejada y eso la enorgullecía. La luminosidad que la gema alcanzó era tal que podía notar el calor del sol irradiar en toda la sala. Veía a la mujer en la camilla comenzar a mover sus dedos conforme la luz regresaba a su origen pero cuando está se extinguió y la mujer en la camilla se sentó de golpe se percató que Juv no estaba más ahí. -Desmaius El rayo violáceo impacto en el pecho de la mujer para segundos después desaparecerla de aquel lugar y que apareciera en su casa. Su preocupación ahora era saber dónde estaba Juv y porque había desaparecido, aquello no era algo que Jessie hubiera esperado. @

No fue un error, lo que pasa es que el concilio no ha certificado mi compra del libro efectuada el 27 de junio, tengo ya 3 semanas esperando para cursar el libro por lo que me gustaría que se me tome en cuenta el descuento realizado por Gringotts como vale. @@Beltis @@Pik Macnair @@Athena Rouvás

Vengo a realizar una aclaración, desde el primero de julio mi compra del libro del caos ya fue aceptada e incluso en el banco ya me han realizado el correspondiente descuento por la misma compra pero en mi bóveda trastero aún no está y pues quiero inscribirme para cursar el libro y así no se puede Nick de Personaje: Jessie Black Lestrange Enlace a Bóvedas: Descuento:http://www.harrylatino.org/topic/92275-boveda-de-jessie-black-lestrange/page-19?do=findComment&comment=5188375 Bóveda trastero:http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107236 Modificaciones: añadir compra efectuada, aceptada y con el descuento ya efectuado por favor.

Nick: Jessie Black Lestrange ID: 109560 Libro de Hechizos: Libro del Caos Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero):http://www.harrylatino.org/topic/92275-boveda-de-jessie-black-lestrange/page-19?do=findComment&comment=5188375 Rango Social: orden de la cruz dorada Nivel de Magia:21 Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Agosto 2010 Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=92275 Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93845

Hola, me gustaría que actualizaran mi bóveda trastero, desde el primero de julio que mi compra está aceptada y aprobada y nomás nada, quiero inscribirme a una clase de libro y no puedo por lo mismo. http://www.harrylatino.org/topic/110252-tercera-planta-objetos-peligrosos-y-potencialmente-mortales/page-20 Ese es el link dónde mi compra ya está aceptada y aprobada y no puedo seguir con mi proceso porque no hay avance en mi bóveda trastero De ante mano muchas gracias. Edito para agregar a administración: @ @ @@Zack Ivashkov

Sonreia. Derribar la mansión familiar parecía que la tranquilizaba de sobre manera. No le importaba quien estuviera dentro, solo importaba ella y su salud mental así que siguió derrumbando pilar por pilar hasta que llegó al principal donde su hermano la interceptó. -¿Te conozco? Parece que tú a mí sí... Pero yo... No sé... Me recuerdas a un hombre que conocí en viaje hace como treinta años pero... No sé y... ¿Porque estoy tranquila Tomó aire y comenzó a caminar al derredor del pilar evaluando el mejor punto para derribarlo. Encontró el ideal y tras un simple pero efectivo defodio lo tiró de un solo golpe. -Bueno... La mansión de mi madre lleva muchos años en pie, una remodelación, ahora que ella no está... En serio, tu cara me es familiar Su hijo apareció en ese momento y tras colocarse a un lado del científico loco provocó que Jessie solo atinara a mover su mano en dirección al jardín, donde vio al chico desaparecer para enfocar su vista de nueva cuenta al científico. -¿Porque te pareces tanto a mi hijo? Preguntó acercándose a él con la varita en mano y cambiando su actitud tranquila a una totalmente diferente. Su ceño se frunció, su mandíbula se tenso creando una mueca de molestia que ni ella sabía cómo había llegado tan rápido. -Contesta extraño, por qué te pareces tanto a mi hijo La varita de Jessie ahora estaba colocada en el cuello del científico, clavándose como si estuviera afilada mientras los hombres de la pelirroja subían y bajaban con velocidad alarmante. @

Sentada en su habitación en la reserva de Mohammed se sentía tranquila después de lo que había hecho y aunque sabía que tendría que ver pronto a ese hombre esperaba ser ella quien lo matará. Una carta llegó a sus manos cuando estaba descansando, al abrirla se dió cuenta de lo que era, una sonrisa se apoderó de sus labios color carmín. Debía de desaparecer de ahí para poder realizar su prueba. Se puso de pie y camino hasta la ventana. A escondidas de Amara había traído su varita por si la tenía que utilizar, saco su varita y la acarició, la vez anterior que había ido a la pirámide se había tenido que separar de ella y sabía que esta vez sería igual. Cerró sus ojos y tras concentrarse en el lugar al que deseaba ir, giró sobre sus talones y desapareció de aquel lugar sintiendo un fuerte tirón en el estómago. Cuando abrió los ojos se encontraba a las afueras de la pirámide de los arcanos, ingreso en la pirámide nerviosa cominó la primera vez ya que aquella pirámide era imponente como ninguna otra; una caja suspendida mágicamente llamó su atención y al acercarse se dió cuenta de que había algo escrito en un pergamino. Tras leerlo supo que si quería avanzar debía hacerlo lo mejor posible: abrió la caja y dentro puso su varita así como todos los amuletos mágicos que llevaba con ella desde que estudiara los libros. Cerró la caja y está se hundió en la tierra provocando en Jessie una opresión en el pecho pero ya no había marcha atrás. Camino lentamente hasta el río donde un hombre la esperaba en la barcaza que la llevaría hasta el laberinto. Cuando subió comenzó a jugar con su anillo, sabía que debía de hacer algo al respecto así que respirando profundamente noto como sus facciones comenzaban a cambiar. Su piel se tornó morena, su cabello se oscureció al igual que sus ojos que ya no eran grises sino color miel oscuro. Sus ropas cambiaron y cuando lo notó se sorprendió un poco porque ahora traía una especie de bata en color verde pastel que le llevaba hasta los tobillos, sandalias y un velo que cubría su rostro. Escuchó lo que el hombre tenía que decir y lo más sorprendente fue que le entendió, pensó un momento sus palabras ante de responder. El horizonte Finalmente comenzaron a avanzar por el lago, lo vio tirar los remos pero no se preocupo porque la barcaza se desplazaba sola y en el recorrido platicaron un poco logrando que la joven Black Lestrange se distraerá y relajara. Finalmente llegaron a la otra orilla y tras despedirse ambos, Jessie, avanzó hasta la entrada del laberinto, respiro profundo y tras asegurarse de que seguía igual de decidida ingreso al mismo notando como las paredes se cerraban tras de ella. -Es la magia de la pirámide, tráquea Comenzó a avanzar tocando siempre la pared derecha con su mano, sin su varita aquella era la única forma que conocia para guiarse. Finalmente llegó hasta una esquina y al doblarla se encontró con un espejo que le cerraba el paso; iba a retroceder cuando algo captó su atención. Se acercó titubent hasta el espejo y al tocar su imagen está cambió, tal parecía que el subconsciente de Jessie actuaba solo o el saber que sus barreras oclumanticas estaban abajo era lo que había provocado aquello En el reflejo veía a una Jessie de 16 años tirada en el piso, llena de arañazos, rasguños, cortés y su ropa toda andrajosa y sangre en derredor de ella. Una solitaria lágrima salió de sus ojos color miel y al hacerlo un intenso brillo comenzó a emanar de los ornamentos de aquel espejo. Llevo su torso derecho a sus ojos cubriéndolos de la intensa luz intentando ver que era lo que pasaba. El espejo la jalaba y Jessie se dejó llevar pues algo le decía que era lo correcto. La neblina y la luz por momentos dejaban ciega a Jessie, el miedo era tan grande en ella que no entendía que pasaba. Finalmente otro espejo apareció frente a ella pero no reflejaba nada. Una angustia enorme creció en su pecho, se dejó caer de rodillas cubriendo su rostro con sus manos mientras las lágrimas fluían por entre sus dedos para finalmente caer en sus piernas mientras la figura de su hermano mellizo aparecía en el espejo frente a ella pero al ver sus manos se percató que ahora ella era David, el mismo que veía en el reflejo: Alto, con heridas a flor de piel sangrando copiosamente, su cabello desordenado por la refriega de intentar protegerla y la luz de sus ojos escapando lentamente. El espejo estalló en mil pedazos provocando que Jessie, como acto reflejo, se cubriera con sus manos el rostro. Cuando los abrio, sabiendo que el peligro había pasado vio el hermoso sol sobre ella, siendo la calidez de sus rayos acariciando su piel. Camino hasta donde estaba Majilis y tras una leve reverencia escuchó con atención sus palabras Estaba decidida, había llegado hasta ese punto y nada la iba a detener. -No pienso rendirme ahora que llegue tan lejos... Quiero hacerlo y sé que saldré bien Cerró la mano donde la sortija de metamorfomagia descansaba en su dedo, sabiendo que ahora más que nunca lucharia por su habilidad.

Se aburría en su habitación viendo pasar el tiempo de forma lenta. Desde que había tenido la discusión con sus hijos ella había decidido alejarse de todo;, tratar de tranquilizarse pero no podía. Moviendo su varita con presteza comenzó a sacar todo de su habitación y aparecía en el jardín. Cuando hubo terminado con todo salió de su habitación y siguió con la de los demas, tardo un rato en terminar con todas las habitaciones de la mansión y sacar todo lo que había en la mansión. Al estar completamente segura que no quedaba ni un solo cuadro en la mansión apunto su varita al techo del primer piso y grito con voz fuerte y clara: -Bombarda El techo comenzó a desmoronarse mientras Jessie caminaba de un lado a otro destrozando paredes, columnas, escaleras y todo lo que había a su alrededor. -La mansión necesita una remodelación por completo, ahora que no está mamá... Llegó hasta la puerta y observó uno de los pilares principales de la mansión, si lo tumba todo se vendría abajo... -Bueno... Es momento de tirar esto