Jessie Black Lestrange

1d7 señor del caos

Mis verdes ojos se abrieron desmesuradamente al ver a una nueva mujer llegar al lugar. Extrañamente me recordaba a Haisen y no entendía por qué. Frunció el ceño ante sus palabras pero mi boca se fue abriendo lentamente al escuchar lo que decía sobre el castigo contra el chico distraído y yo. -No... Yo ya debería irme... Sí, eso es. Jessie me va a matar si se entera que me metí en un problema Murmuraba intentando no llamar la atención y volteando a la salida con urgencia en mi semblante. No iba a dejar que me castigarán, no de nuevo. Las marcas en mis antebrazos, cubiertas por la capa de viaje color rosa chicle que llevaba aquel día comenzaron a arderme. Alarmada, voltee a todos lados buscando al responsable del miedo. -Tranquila Viana, él no está cerca, solo estás asustada Respiraba entrecortadamente intentando tranquilizarme pero no podía hacerlo. Sino quería estallar lo mejor neta que huyera de aquel lugar. -Yo... Yo... Di media vuelta y salí corriendo de la biblioteca, no iba a dejar que Jessie se entera de esto, no iba a dejar que volvieran a lastimarme pero sobre todo no iba a dejar que me separaran de mi única familia.

Observaba a Bakari. Recordar su pasado oscuro y el presente tenebroso que llevaba gracais a la marca tenebrosa le facilitaba aquella tarea. Observo sorprendida que ya no eran nada mas las tres chicas que habían iniciado la clase, sino que ahora se unian su sobrino y al parecer una amiga de este. Se encogió de hombros y rememoro los sentimientos y emociones que la embargaban cada vez que torturaba o mataba a alguien. Repitiendo el mismo patrón, unió sus manos y luego las separo con desenvoltura colocandolas hacia el frente pensando en uno de los señores del Coas que había leído en su libro previo a la clase. Podría parecer complicado pero solo debía centrarse. Oculto sus grises ojos bajo sus parpados matizados en negro y al abrirlos pudo ver un enorme trol frente a ella. Una ligera carcajada se escapó de sus labios color carmín, pero se desvaneció en el momento al recordar lo que esa criatura hacía. Sus grises ojos se abrieron desmezuradamente al percatarse de lo que venía en su contra. Se supone que esas cosas estaban para ayudarles pero habia varios que más que ayudar obstaculizaban al quien lo invocaba. Un rayo esmeralda viajaba en dirección de Jessie y sí mal no recordaba ese hechizo se trataba de un mobilicorpus. Debía de actuar pronto o se vería afectada por ese hechizo hasta que ese inutil desapareciera. -Protego[bi]- invocó frente a ella un escudo protector que absorvió el rayo que lanzaba en su contrar el inutil Trol, que no tenía nada de luces contra quien debía de ir. Negó, pues sabía que esto solo era el comienzo de un largo periodo de defensa hasta que este se fuera de su vista, pero al menos ya le había tomado un poco el truco, lo bueno es que esta vez no había quedado como si hubiera recorrido un maraton como le había pasado en el curso pasado.

1d7 Señor del Caos

Viana Al ver la expresión de las dos mujeres y del chico confundido supe que había metido la pata. Solte una risa ahogando la con mis manos intentando no reírme en su cara pero era tan ridículo. -La bibliotecaria, tal vez... Pero ¿A quien le interesa? El sarcasmo en mi voz era tal que me sorprendía no estar muerta en aquel momento y más cuando la loca bruja me apunto con su varita. La bruja de cabellos castaños intentaba en vano controlar la situación y su mejor solución fue creando magia que sorprendió al confundido chico y me dejó pensando. -Ese es un tipo de magia que no había visto... Jessie suele crear formas o animales con fuego pero eso... ¿Cómo lo hizo? ¿Dónde se aprende? ¿Cree que podría enseñarme? Así tal vez Jessie ya no me mande a esta aburrida biblioteca Esperen, ¿Qué acababa de decir? Jessie me tenía terminantemente prohibido hablar de la magia que ella y su familia realizaban. Debía tranquilizarme y tal vez nadie se diera cuenta de lo que había dicho. La bruja de cabellos castaños hablaba de que alguien podría llamarle la atención, eso podría ayudarme a que no me escuchará y el chico confundido; ojalá supiera como se llama, se veía sorprendido por el espectáculo que acabábamos de ver. Más gente llegaba y eso no era bueno, si aquel incidente llegaba a saberse en el ministerio estaría metida en un buen lío. -Emm... Sí, sí, lo estoy y... Me alegro que estés bien. ¿Seguro no te has lastimado? Y no agradezcas nada pero si se llegan a enterar de esto... Armamos una buena ¿No es así?-Hablaba con los dos a la vez. ¿Cómo se llamaban? Tranquila Viana, es gente que tal vez no vuelvas a ver en tu vida. Encerrada siempre en la cafetería no es que socialises con mucha gente. -Lo lamento, no quería empeorar las cosas, Jessie me dice que debería de pensar las cosas antes de decirlas pero es muy complicado Sonreí de lado jugueteando con una de mis coletas altas. Siempre hacia lo mismo cuando estaba nerviosa y necesitaba tranquilizarme. En ese lugar no debía de ponerme a juguetear así que mejor calmarme.

Viana ¿Qué le pasa a este tipo? Ladee el rostro al ver como me hablaba. Encogí mis hombros al escuchar el comienzo de su pregunta con una sonrisa torcida. Jessie ya me había regañado varias veces con que no hiciera eso, al sonreír de ese modo más que tranquilizar a las personas solía alterarlas y lo había comprobado con su hermanastro pero era divertido mosquearlo. Una mujer comenzó a gritonearnos por el escándalo armado. ¡Pero yo no he tenido la culpa! Solo había salvado a ese pobre infeliz. Rodé los ojos cansada y aventando los pergaminos en la mesa donde trabajaba aquel mago que la había cargado encaré a la mujer cruzandome de brazos. Cuando otra chica, de cabellos castaños y largos llegó a calmarla. -¡Por favor, si no hemos hecho nada! Es verdad que no debió de utilizar ese hechizo, hasta un niño de once lo sabe pero... ¿Qué no ven la cara de confundido que tiene? Hacia ademanes de manos señalando al chico enterrado en libros, en medio de risas contenidas por verlo aún en esa situación y a la mujer que nos había comenzado a regañar ahora siendo contenida por la segunda pero sin mucho esfuerzo. -¿Has dicho algo? Voltee a ver al chico confundido, negue sabiendo que no debería de meterme en lo que no me importa. Y me acerque más al muchacho extendiéndole mi mano para ayudarle. -Sal de ahí, que si debemos correr no podrás en medio de ese lío- volte a ver a la mujer que los había regalado, aún alterada por el escándalo que habíamos armado -En serio,tampoco es para tanto, hubiera Sido peor si no hubiera detenido el hechizo, ahorita San Mungo estaría aquí y quien sabe cuánta gente más, vieja loca Soltero de forma despectiva viendo a la mujer exagerada, sin importarme lo que fuera a pensar de mi. Total, de mejores lugares me habían corrido.

Viana Aburrida. Demasiado aburrida. Desde que Jessie se hiciera cargo de mi tutela mi vida había pasado de un constante riesgo y emociones a flor de piel al aburrimiento total. Ir a la biblioteca no era mi actividad favorita pero ella quería que siguiera aprendiendo cada día más cosas, que entendiera este nuevo mundo al cual pertenecía pero sobre todo, quería que me aburriera al por mayor. Bufé fastidiada soplando un mechón de cabello rosa que se soltó de alguna de mis dos coletas. Cerré los ojos intentando descansar la vista y me despercé en mi lugar tratando de quitarme de la cabeza el soporte de leer 200 páginas de historia de la magia del siglo XX. Suspiré derrotada al garabatear un par de líneas más en el pergamino para cerrar de un golpe el grueso libro del cual estaba estudiando cuando un grito llamó mi atención. Voltee confundida, por lo regular aquel lugar era más silencioso y aburrido que la cafetería en las noches cuando cerrabamos. Ahí al menos podía hacerle bromas a Oki y Uri, por lo cual, un grito era algo que obviamente me llamó la atención. Abrí mis verdes ojos sorprendida al notar como una docena de gruesos libros salían volando en dirección de un chico sentado apartado en una mesa. Jamás lo había visto, se veía... ¿Confundido? Me encogí de hombros, cada quien su vida. -Vamos Viana, deja de pensar boberías, ese chico va a terminar aplastado Me golpee la frente regañandome por divagar en medio de una emergencia. Comencé a buscar como loca mi varita mágica en cada uno de los múltiples bolsillos de mi túnica. Ahora entendía por qué Jessie se molestó cuando le pedí ponerle tanto bolsillos. -Boba... La coleta Olvidados, esa era yo. Sonreí y tome mi varita de mi coleta derecha y apuntando al montón de libros me mordí el labio inferior ansiosa. Ahora entendía porque Jessie quería que estudiará a fondo. -¿Cual era? Vamos Viana lo leíste hace tres horas... Vamos... ¡Oh, ya recuerdo! finite Apunte al montón de libros, viendo como estos se detenían en el aire y caían de un solo golpe al piso. Reí entre dientes y salte orgullosa de mi misma soltando pequeños gritos que comenzaban a llamar la atención de las personas a mi alrededor. Sentía mis mejillas arder y mis ojos moverse de un lado a otro. -Ok... Corre Tome mis cosas con presteza y salí corriendo a dónde estaba el chico que estaba por ser aplastado. Si no quería llamar la atención lo había hecho fatal. Llegué derrapando a dónde estaba, volteando a todos lados nerviosa y sonriendo de medio lado al chico raro. -¿No has llegado a lastimarte... O sí? pregunté si tiendo mis mejillas coloradas, aún con los rollos de pergaminos en mis manos y las plumas escapando de los bolsillos de mi túnica.

Revisión del caso #7589 Un elfo había llegado aquella mañana a su oficina alterando el itinerario de Jesseca. Según el elfo doméstico un dragón había atacado el castillo Gaunt. Al principio no había entendido el porqué el elfo había ido a buscarla precisamente a ella cuando pudo haber ido al departamento de criaturas mágicas pero cuando comenzará a relatarle que aparte del ataque del dragón un mago encapuchado había realizado magia que solo le había visto a Anne realizar la desconcertó. Tal vez el dragón solo era una distracción del verdadero ataque y era por ese motivo que había mandado un memorándum a Aaron avisándole el dónde estaría y esperando que la alcanzará a la brevedad posible. Atravesó las altas rejas que rodeaban los terrenos del castillo Gaunt observando los amplios jardines frontales con marcas de magia negra que no reconoció como de Anne o Jeremy. Tomaba notas conforme avanzaba hasta llegar a la entrada principal de aquel castillo dónde aparte de las quemaduras había más señales de magia negra. -¿Podrías llamar a Anne o Jeremy?... Necesito hablar con alguno de los dos o los dos Espero en la entrada del castillo revisando las notas de lo que había visto hasta el momento. Confiaba en que Aaron llegará pronto, tal parecía que el momento de revelarle aquello que le había ocultado durante varias semanas. @ @ @

Revisión del caso #7589 Los minutos pasaba y Jessie comenzaba a impacientarse. Aún tenía muchas cosas que hacer porque al parecer esto era más grande de lo que pensaba. Sospechaba que apenas comenzaba aquello. Suspiró y observó a su alrededor viendo más allá de lo que la mayoría de sus compañeros veía, ya que como Inquisidores tenía experiencia viendo aquellas cosas. El crujido de cristales la alertó, provocando que la Inquisidores voltea con rapidez a la puerta, sonriendo de medio lado, aliviada, de ver que era Otto quien había llegado. -Me alegro de verte Se puso de pie y camino hasta donde estaba su esposo con una tímida sonrisa, demostrando la preocupación que sentía. Tomo una de sus manos con su mano izquierda mientras con la derecha acomodaba uno de los blancos mechones detrás de la oreja izquierda del Black. -No te voy a mentir, con este local van cuatro que atacan... Lo mejor sería que contactara a Aaron pero... Dirá que son imaginaciones mías Soltó a Otro con cuidado, aferrando su varita con la mano izquierda buscando las pistas que en otros lugares había visto. Marcas de quemaduras que nada tenían que ver con el fuego maldito, marcas de hechizos que impactaron de lleno sin que nada obstaculizara su recorrido pero está vez había algo nuevo. -Otto... Es... Sangre Se acercó con cuidado al lugar, apuntando con su varita a las marcas de un rojo escarlata y brillante. El brillo de aquella sangre no era humana... Era... -Es sangre de esfinge... ¿Porqué alguien utilizaría sangre de esfinge? Cerró sus ojos recordando todo lo que había estudiado en maldiciones. Sospechaba porque lo habían hecho pero debía de hablarlo con alguien más. @@Otto Black

Meses después Los meses habían transcurrido, en su local había varias cosas que no estaban bien, desde marcas de hechizos que ella, Otto o Matthew no habían dejado hasta un artefacto extraño... Era una bufanda con los colores de Slytherin y ella no había ido a esa casa en el colegio. Terminaba de recoger unas cosas en la tienda de regalos, varias cajas y botes estaban tirados con su contenido esparcidos. Le había dado el día libre a Viana, la pobre había quedado traumada luego de que le contará lo que había vivido cuando ingresarán al local. Había visto al hombre pero no lo podía identificar porque llevaba el rostro cubierto con una máscara Kabuki, aquello era aún más extraño. Suspiró al dejar un bote metálico en la repisa más alta que contenía grajeas de todos los sabores las cuales sonaron al hacer contacto en la repisa. Aún le quedaba mucho por acomodar, aún con la ayuda de Oki y Uri aquello estaba siendo una tarea Titania y sin Otro y Matthew no creía que terminaría pronto. Dejo de levitar para posicionar sus pies en la tierra para seguir acomodando cosas en su lugar cuando la campanilla de entrada anunció que alguien había llegado. -Le dije a Viana que antes de irse colocará el letrero de cerrado Dejo a un lado el trapo con el que estaba limpiando y se acercó a la puerta donde un hombre más alto que ella la observaba detenidamente. -Lo lamento señor, mi empleada no puso el letrero de que el día de hoy no abriremos, pero podría ofrecerle una rebaja de pastel como disculpa por las molestias que le ocasiona el cierre temporal de la tienda Sonrió a modo de saludo limpiando sus manos en el delantal blanco con rosado que cubría sus ropas. @@Radamantys

Por desgracia o suerte para el chico había logrado salvar aquel hechizo con un rápido hechizo protector. Asintió en su dirección satisfecha por el desempeño de su alumno. Observó el maniquí, el que acababa de atacar a Garry ya había dado un movimiento hacia atrás para darle paso a otro muñeco, el cual, de la punta de su varita, comenzaba a salir un rayo rojo intenso. Abrió sus grises ojos sorprendida, no esperaba que aquel hechizo saliera tan rápido de uno de sus maniquíes pero viendo el tiempo que se les venía encima... No era para menos. - Maldición imperdonable, no reversible, y a menos que encuentres cómo defenderte... Tendré que recibirte ¿Cual es? Observó al chico mientras el hechizo seguía viajando en dirección del Ollivander. No quería verlo muerto pero comenzaba a aburrirse. @

Escuchaba con atención la respuesta de Garry, no quería perderse ningún detalle ya que eso podría ayudarle a saber cuáles eran las dudasas apremiantes con respecto a la materia. -Nada mal, ahora pasemos a la practica. Ponte de pie y espero vengas preparado, no va a ser sencillo Agitó la varita tras ver a su alumno ponerse de pie desapareciendo todos y cada una de las bancas de salón dejando en su lugar media docena de maniquíes de madera. -Veamos si sabes tanto como en la teoría... ¿Cual es el hechizo que provoca heridas profundas que de no ser curado de inmediato provoca la muerte de la víctima? Un maniquí paso al frente alzando su mano mecánicamente, como si estuviera dispuesto a defenderse... ¿O tal vez si lo haría? De la punta de la varita del maniquí comenzaba a formarse una brillante luz azulada que de impactar en su alumno causaría el mismo daño que Jessie le había preguntado a su alumno. El rayo comenzó a recorrer la distancia que lo separaba de Garry y el maniquí, cinco metros. Su alumno debía actuar rápido o habría consecuencias. @

Observó a Bakari consternada. Revivir sus recuerdos oscuros no era algo que le gustará. Una cosa era revivir recuerdos dolorosos, cosas de su pasado que la habían marcado pero... ¿Oscuros? Esos los había disfrutado a tal grado que revivirlos seguramente provocarían reacciones en ella que no estaba segura de querer que todos vieran. De sus compañeras no desconfiaba, incluso sabía que entenderían el porque actuaba de esa manera pero Bakari... El guerrero era otra cosa. Suspiró y cerro los ojos rememorando el día en que la marca tenebrosa fue marcada en su antebrazo izquierdo, la primera vez que mató a alguien, incluso recordaba el placer que había sentido al haberlo hecho volviendo a sentir un escalofrío de placer recorrer cada célula de su cuerpo. Una sonrisa cruel se apoderó de sus labios color carmín confiriendole un aspecto cruel a su rostro marfileño. Su cabello, antes de un rojo intenso comenzó a oscurecerse debido a las sensaciones placenteras que la embargaban gracias a los recuerdos y la metamorfomagia. Sintió la energía entre sus manos, creciendo cada vez más y luchando por contenerla mientras su sonrisa se ensanchaba cada vez más ahora dándole un aura de locura. Ladeó el rostro al momento de abrir sus ojos y mostrar en sus grises orbes un atisbo de maldad y crueldad que solía ocultar a las personas que la rodeaban, borrando por completo su fachada de niña inocente que siempre la caracterizaba. Un leve quejido a modo de burla se escapó de su garganta mientras observaba con facinasion lo que había logrado.

Sonrió a su alumno cuando esté formuló la pregunta. Aquello era nuevo para ella, siempre enfrentándose con chicos que ansiaban aprender cómo curar heridas... Esto era una rama totalmente distinta y aunque la practicaba y entendía... Explicarla era distinto. -No veo necesario que antes hayas tenido que estudiar defensa contra las artes oscuras o artes oscuras. Las maldiciones, aunque van ligadas a ellas podría decirse que es una rama... Aparte Intento explicar con una sonrisa. Ella amaba los maleficios, lo que estos causaban en las personas era algo que disfrutaba y extrañaba ver. Hoy en día era difícil encontrar en quien poder practicarlas. -Aquí es donde aprenderemos a manejar las maldiciones... Su utilización y los movimientos exactos de varitas, así como a diferenciarlos de encantamientos y hechizos Caminaba tranquila por el aula mientras observaba a Garry. Nunca antes había visto a este mago, la gente en el pueblo cambiaba constantemente; agitó la varita y borro lo que había escrito con anterioridad. -Así que... Una vez que a quedado claro el punto comencemos con lo que nos trajo a aquí... Las maldiciones y su categorización Agitó de nuevo la varita mientras la tiza escribía en la pizarra lo que ella dictaba. -Las maldiciones escritas en la pizarra son aquellas que al utilizarlas crean un daño reversible y que no están pensadas por la ley... Aunque deberían. Sonrió Jessie intentando tranquilizar a su alumno. Ahora venía lo difícil pero que era un más gratificante para ella. -Por otro lado existen tres maldiciones que están pensadas por la ley si su utilización es en seres humanos aunque hay una ambigüedad si también tendrían condena al utilizarlas en cualquier otro ser vivo ¿Sabes cuáles son? @

Revisión del caso #7589, cuartel de Inquisidores Aquello era cada vez más grande y si no hacían algo pronto lo más probable es que se les saliera de las manos. Debían dar con él o los causantes antes de que alguien saliera perjudicado. Su deber cómo inquisidores era evitar que alguno de los suyos quedará al descubierto y con esta persona que estaba haciendo esto les complicaba el trabajo. Bufo hastiada; se sentó en uno de los bancos de aquel lugar esperando a que Otto llegará. No quería comenzar sola por primera vez. Se sentía segura con el hombre que había robado su corazón y prefería esperarlo. @@OttoBlack

Revisión del caso #4875, cuartel de Inquisidores Otro caso había llegado a sus manos, con este sumaban cinco sin contar los que aún no revisaba y que llegaban a su oficina cada mañana. Después de la sorpresa en uno de los locales de su madre debía de andarse con mayor cuidado. Observaba todo a su alrededor mientras subía las escaleras de #ElHashtag hasta llegar al local de su sobrino y una de sus empleadas. -Akiza no será imparcial, podría acelerarse Observó Jessie al llegar al bar notando cómo todo a simple vista parecía estar en orden. Hablarle a Aaron sería provocar otra pelea innecesaria con él pero a fin de cuentas era un compañero y debía tenerlo al tanto de lo que estaba pasando. Suspiró mientras su varita mágica acariciaba su marca tenebrosa invocando la presencia de su medio hermano. A fines prácticos era uno de los mejores del equipo. -Espero no se ponga de insoportable, no quiero que por un descuido vuelva a ocurrir un accidente Aún recordaba aquello como si hubiera pasado horas atrás. Ato su largo cabello rojo en una coleta alta y afirmando su capa de trabajo comenzó a observar todo a su alrededor notando el mismo patrón que en los otros locales y en la mansión. Señales de quemaduras que querían pasar por fuegos malditos o fuegos negros pero que en realidad era una llamarada púrpura que ella conocía muy bien. Rastros de embrujos destructivos camuflados bajo magia de reparación mal efectuados para dejar huellas y restos de magia negra que no había salido de varitas sino de objetos mágicos. -Aries no haría estas cosas Susurro caminando lentamente observando todo a su alrededor minusiosamente y moviendo con su varita las cosas que se atravesaban en su camino. -¡Ahí estás!- sonrió satisfecha observando lo que parecía ser una copa de plata con el emblema de los Ivashkov, pero algo no estaba bien. Esperaba que Aaron no tardara en llegar. @

Revisión del caso #4876, cuartel de Inquisidores El tiempo pasaba y Akiza no llegaba. Comenzaba a preocuparle que algo le hubiera pasado. Había gente en el hotel de su madre, eso era malo porque podrían alterar las evidencias pero no debía preocuparse por eso. Un ruido llamó su atención y se asomó por una de las ventanas a la calle principal del Diagon. Sonrió aliviada al ver llegar a Akiza, podrían finalmente comenzar aquello. -Descuida Akiza, no pasa nada- la tranquilizó con una sonrisa Verás, me han llegado reportes de distintos lugares tanto del Diagon como de Ottery dónde han encontrado cosas que no deberían de estar ahí y falta de otras Explicó mientras avanzaba por los pasillos del hotel una vez superada la recepción. Observó a su alrededor notando las mismas marcas que en Mistery Page y en la mansión Black Lestrange. Hechizos de batalla que nada tenían que ver con los hechizos que ellos utilizaban. -Mira las marcas, se ve que son hechizos poderosos pero no nuestros... Observa bien las marcas de quemaduras... No es de hechizos tenebrosos Aquello comenzaba a preocuparle, con este eran tres lugares con las mismas marcas y su lista aún estaba incompleta. Tenía otros tres lugares que revisar y seguramente vendrían más después de este. @@Akiza Ravenclaw H.

Noviembre era el mes donde los espíritus rondaban por el mundo de los vivos, pero no solo eran aquellos seres que decidían quedarse en el mundo como fantasmas sino aquellos que regresaban por un par de días en busca de pasar un par de días con sus seres queridos o buscando venganza. Era por eso que en aquella época del año no le gustaba apersonarse en la universidad pero le habían solicitado que supliera una clase y hacía tiempo que no tenía contacto con alumnos así que ¿por qué habría de negarse? Termino de repartir los libros y materiales que necesitaría para su clase de conocimiento de Maldiciones, esperando que fuera amena o al menos tan divertida como las de primeros auxilios que solía impartir. Uno a uno llegaron los alumnos a aquella aula de la universidad mientras Jessie terminaba de escribir un par de cosas en la pizarra al frente de la clase. -Buenos días, bienvenidos a su clase de primeros ¡Oh, lo siento! Conocimiento de Maldiciones Sonrió con amabilidad mientras dejaba al descubierto la pizarra: -Bien, comencemos con algo simple. Soy Jessie Black Lestrange y seré su profesora de conocimiento de maldiciones, ¿Alguien tiene la respuesta al primer punto que podemos ver en la pizarra? Le gustaba comenzar las clases así, haciendo que los alumnos fueran participativos, a fin de cuentas serían ellos quienes solicitaba el conocimiento así que debían demostrar que podían con aquello. -En esta clase ahondaremos en cada uno de los significados de estas palabras porque solo de esta manera lograremos identificar un hechizo, un encantamiento y una maldición. Había cierta clase de magia que no cualquier mago se atrevía a manejar y estas eran las maldiciones, ella amaba utilizarlas, las conocía mejor que muchos magos ya que las experimentaba día a día y disfrutaba con ellas, el daño que provocaban la satisfacía de una forma que nunca antes había experimentado. -Así que tomando esto en cuenta comencemos hechizo es el termino genérico para cualquier acción mágica. Un encantamiento es aquel que no altera esencialmente las propiedades de quien lo sufre pero aumenta o cambia sus propiedades. Sabía que debía de explicar aún más esto, porque incluso los magos y brujas que ya habían salido del colegio no entendían la diferencia de estos simples términos y no los culpaba, pues era algo que se aprendía en el primer año de clases. -Por ejemplo, el convertir un gato en perchero sería un hechizo, pero hacer que el perchero baile sería un encantamiento, es por esta razón que están mal clasificados los hechizos aturdidores, que en si son encantamientos, ya que alteran las propiedades de quien los recibe Termino de explicar soltando un suspiro, pues aunque muchos creyeran que no estaban relacionadas con su clase la realidad era otra muy distinta. Si sus alumnos no entendían la diferencia entre un hechizo y un encantamiento mucho menos entenderían la sutil diferencia entre un encantamiento y una maldición. -Los maleficios, por otro lado, tienen una connotación de magia negra. Un maleficio siempre lleva en su esencia magia negra, por ejemplo el maleficio sectusempra, su connotación de magia negra es el lastimar físicamente al oponente al grado de que este puede morir por desangramiento si no se aplica la contra-maldición Sonreía para sus adentros, ella había visto a muchos magos que se hacían llamar defensores u opositores a los mortifagos utilizar maldiciones o maleficios sin tocarse el corazón. Hacía años que habían perdido la esencia de lo que eran realmente. -Así que tomando en cuenta todo lo que les he explicado hasta el momento, el termino maldición se reservara únicamente a los peores tipos de magia los cuales veremos más delante. Asintió y espero pacientemente a que los chicos comenzaran con sus preguntas; porque aunque este tema no era su fuerte se había preparado para impartir aquella clase.

Volteó a ver a Arya sin saber si sentirse sorprendida. Pero aquello no era extraño, ya había visto bastantes cosas con aquella bruja para considerar extraño algo que le pasase. Lo que no entendía era porque quería controlar aquello, si ella tuviera esa capacidad lo utilizaría en su beneficio y más que controlarlo buscaría la forma de sacarle provecho. -¿Porqué querrías controlarlo? Es algo único y de gran beneficio Su entrecejo se frunció pensando en aquello. Le había costado mucho lograr obtener la habilidad de metamorfomagia y ella que tenía esa habilidad quería controlarlo. Tenía muchas preguntas rondando por su cabeza pero aquel no era el momento idóneo para exteriorizarlas. Volteó a ver a Bakari, esperando a que este diera las indicaciones para seguir con aquella asignatura. A fin de cuentas a eso había venido, a aprender de aquel ser.

Revisión del caso #4876, cuartel de Inquisidores Últimamente aunque estaban casi desaparecidos o más desaparecidos de lo que a la directora del cuartel de Inquisidores le gustaría aceptar, la verdad es que estos tipos de casos comenzaban a salir a la luz y le sorprendían de sobre manera. Más que nada por la cercanía que tenían con su familia. Primero la mansión y ahora los locales de Mia, este último compartido con Juv Malfoy, pero a fin de cuentas los atracos habían Sido a mansiones o locales mortífagos. Suspiró cerrando su capa negra con el emblema del ministerio de magia al entrar al local observando todo a su alrededor. El hotel era muy amplio y elegante, el lugar ideal dónde le gustaría pasar un par de días de Ocio con Otto y por ese mismo motivo es que no le había dicho a él que lo acompañará en aquella aventura. -No vengo a hospedarme, sino a investigar Comenzó a caminar observando todo con lujo y minusiocidad, tomando nota de todo aquello que se le hiciera irregular. Una lámpara mal colocada, un sillón fuera de lugar un par de centímetros. El mostrador levemente quemado... Aquello había sido un ataque directo, reconocía la magia pues muchas veces se había visto involucrada en situaciones donde debía de enfrentarse a ella. Seguramente alguna clase de hechizo ofensivo como ese fuego púrpura que podía noquear levemente al oponente. -Akiza no debe de tardar en llegar, tomaremos los datos y los analizaremos, debemos llegar al fondo de esto Siguió tomando notas,entiendo en bolsas plásticas todo aquello que pudiera servirle de evidencia así como fotografías del lugar. @@Akiza Ravenclaw H.

Observó a Bakari con detenimiento, la siguiente pregunta era más sencilla de contestar pero parecía tener un trasfondo qué tal vez ocultaba una trampa. Se sereno un poco controlando el cambio brusco de su cabello que estaba sufriendo en ese momento. Cerro su mente para poder tranquilizarse y finalmente observó primero a Arya y luego a Bakari. -Todo el conocimiento que sea posible alcanzar, entre más conocimiento más entendimiento habrá para con la cultura, cada vez se descubren más cosas y quiero comprenderlas y para eso se necesita conocimiento Se cruzó de brazos, nerviosa por lo que viniera a continuación. Tenía conocimiento previo con este tipo de clases, solían complicarse al llegar a cierto punto o incluso volverse confusas pero había leído el material y comprendía de cierta manera lo que se tenía que hacer. Volteo a ver a Arya, escuchando con atención sus palabras. Ambas eran muy distintas, tenían distintos miedos y aspiraciones. Jugueteo entonces con su varita mágica, a la espera de cual sería lo siguiente a realizar, ansiosa por comenzar de una buena vez.

Sigo esperando la respuesta por parte del Uzza porque aún no se pasa a recibirnos y la verdad me preocupa mucho, yo quiero cursar el libro y aprobarlo para seguir con mi preparación. @@Candela Triviani Oye tienes razón del Uzza de la clase? Ya vamos para tres semanas sin respuesta, no me molesta pero que avise que se va a ausentar

Había alguien más con ella tomando la clase, no se había percatado en qué momento había llegado o incluso si estaba antes que ella, simplemente optó por hacer lo que debía hacer y no presto atención a nada más. Pero al escuchar su respuesta se dió cuenta que ambas brujas distaban mucho de paracerse, por el contrario, parecían polos opuestos. No sabía si tomarlo como algo bueno o malo; la verdad sea dicha agradecía el tener a alguien en quien apoyarse, ya que el saberse sola con aquel sujeto la ponía un poco... Nerviosa. Volteó a ver a Bakari esperando las siguientes indicaciones pero sus nervios le jugaban en contra provocando que su cabello cambiará de rojo a rubio, azul, morado y rosa.

Directora del cuartel de Inquisidores. Revisión de caso 91472 -No te preocupes, apenas llegué. Tenía mucho papeleo en la oficina Se encogió de hombros y comenzó a caminar desperezandose de su lugar. Observó todo a su alrededor de nueva cuenta, pocas veces había ido a aquella ala de la casa, casi siempre se la vivía encerrada en su alcoba, suspiró y observó el lugar donde debería estar el cuadro. -La verdad sólo sé que era el cuadro del padre de Mia, así que no se gran cosa. Hace unos meses vinieron los miembros de la extinta orden del fénix y saquearon la casa, alegando que el cuadro tenía propiedades mágicas oscuras, cosa que es absurdo. Si querían encontrar algo oscuro que entrarán a mi habitación pero el cuadro del fundador de la familia Dejo la idea inconclusa, pues sospechaba que Ashura pensaba como ella y que era ridículo que Mía hubiera puesto un encantamiento de artes oscuras y ocultismo en aquel cuadro. -Mía no debería de tardar en venir, dijo que nos explicaría un par de cosas, al parecer no es lo único que se llevaron Observó por el ventanal perdiéndose en las nubes violáceos que adornaban el cielo azul intenso de aquella tarde. @@Ashura Lestrange

Directora del cuartel de Inquisidores. Revisión de caso 91472 Hacía días que había hablado con su madre sobre un cuadro que había desaparecido en la mansión tras un ataque por parte de la desaparecida orden del fénix. Aquello siempre era complicado, llegaban aquellos magos y se llevaban lo que querían alegando que eran objetos tenebrosos o encantados con artes oscuras. Si supieran que en aquella mansión aquello era lo menos hechizado que existía no se lo hubieran llevado pero en fin... Observó el salón, donde el cuadro había desaparecido buscando algo que pudiera darle alguna pista de quien había sido el responsable del robo. -Lo bueno es que esto lo haremos entre nosotras, porque con Aaron es un bastardo Se recargó en una de las paredes a la espera de Ashura, entre las dos podrían llegar al fondo de esto. @@Ashura Lestrange