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Jessie Black Lestrange

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Todo lo publicado por Jessie Black Lestrange

  1. Observaba el intercambio entre su madre y el recién llegado que había descubierto se llamaba Martín. Estrechó la mano del mismo cuando se la ofreció con un poco de asco, apartandola de inmediato y guardandola en el bolsillo de su chaqueta ni bien tuvo oportunidad. -Primos... Ese término aquí no lo conocía Sus palabras eran afiladas, demostrando su lado Black Lestrange tan bien aprendido de Mía. Escucho las palabras que Mahía le ofrecía al recién llegado sonriendo divertida por lo que escuchaba, ansiosa por ver una carnicería con el nuevo. Aún estaba nerviosa por lo que ahora representaba su matrimonio con el patriarca Black pero no dejaría que un desconocido viera su debilidad. -Hola Maida, No sabía que hubiera alguien en el castillo, es decir... Regularmente está solo y tenemos todo para Otto y para mí... Lo hemos disfrutado tanto. Sabía que sus madres entenderían el doble sentido de sus palabras pero Maida siempre estaba llevándose a su hermanastro Aarón y ella no podía permitir que le quitarán a sus hermanos, si ella era celosa con algo, era con sus hermanos. -Como Aarón no está en el castillo, Otto y yo podemos hacer lo que nos plazca... Mi hermano siempre anda contigo y no se porque... Es decir, eres su... Prima ¿No? Y tú, hasta donde tengo entendido, estabas en una relación con Nathaniel No es que no le agradará la hija de Orión, sino que nadie se metía con sus hermanos y vivía para contarlo. -Así que... Martin, te informo, si quieres llevar una relación sana conmigo... Aléjate de mis hermanos, que no respondo de mis actos y eso incluye a Akiza.
  2. Hola @ mi primer hijo en la Black, por mi encantada te adopto, ya le aviso a algún patriarca para que pasen de este lado a actualziar el primer posteo. Como debiste de haberte dado cuenta esta familia es enteramente mortifaga pero tú y yo ya hemos hablado así que todo en orden, esta familia es algo loca pero jamas te aburriras, bienvenido y difruta tu estancia en esta grandiosa familia. @@Gabrielle Delacour saluda a tu nieto nuevo
  3. Sabía que estaba siendo algo cruel con su hijo pero debía enseñarle cómo defenderse de gente como ella, gente que disfrutaba torturando y haciendo sufrir a la gente pero ella sabía que si no era dura con su pequeño alguien más podría herirlo. Internamente sentía mucho lo que le hacia ya que no quería herirlo pero esta era la única forma y debía de controlar su impulso de querer correr a socorrerlo. - Zancadilla Pensó apuntando a Romalo notando como el chico caía de bruces debido al hechizo de la Black Lestrange desviando el rayo que comenzaba a salir de la varita de su hijo. Sospechaba que si Romalo no hacía algo para contrarrestar el veneno en su sistema este terminaría cayendo muerto frente a ella. -Desmaius Un rayo escarlata comenzó a viajar en dirección a su hijo que de impactaron provocaría que el chico perdiera el conocimiento. -Lo siento pequeño, pero quiero entrenarte bien
  4. Escucho la pregunta de Louise acerca de la cueva poniéndola pensar en que podría darle como pago. -Sangre, aquella cueva pide como pago sangre, sería lo único que podría darnos acceso Escuchó pasos cerca de donde estaban ellas así que aferrando su varita en busca del origen del ruido. -Ah, eres tú Amelie Masculllo bajando un poco la varita y sonriendo a la bruja perdiéndose por completo la pregunta de Louise. -¿Disculpa qué decías? Observó a Amelie procesando su respuesta, seguro relacionado con lo que había preguntado la profesora. -Artes Oscuras... Es la magia que un mago utiliza para proteger, dañar o destruir algo. Es magia muy poderosa que no cualquiera se atreve a utilizar y mucho menos manipular Su vista estaba pérdida, procesando las palabras que ella había dicho.
  5. Escuchaba a Cissy y Romalo intercambiar un par de.palabras cuando su hija más pequeña apareció. Sonrió divertida por ver su cara cuando sus ojos se encontraron con Romalo. Susan aún no aceptaba a sus hermanos. Pero su sonrisa se borró de sus labios y fue sustituida por una mueca de escepticismo mientras se llevaba su mano derecha a su sien intentando calmar el dolor que comenzaba a tener. -Otro hijo mío con noticias, ya nomás falta que aparezca Lady con su pequeño demonio Rodó los ojos esperando a que dos de sus hijos comenzarán sus historias pero tal parecía que estaban más enfocados en saludar a su prima. Volteo a ver a su sobrina cuando le cuestionó sobre su desaparecido hermano llamándola de regreso a la conversación. -Nada sobre tú desaparecido padre, no me sorprendería que en unos días tengas otro hermano o hermana, seguro anda tras las faldas de alguna, ya sabes cómo es Comenzaba a sospechar que su hermano se cambiaba de nombre por lo mismo, para que no dieran con el pero vamos, su físico era algo que no podías evitar notar. Sonreia con las palabras de los chicos, tenerlos ahí era divertido y relajante pero estar a la expectativa de lo que esas criaturas tuvieran que decirle... Pero Lady llegó con su sorpresa en las manos y Jessie no tuvo más opcion que sonreír a su hija e hijo de esta. -Claro qué no cariño, los esperaba a los tres y miren... Vino la pequeña bola rosa Señaló al.hijo de Lady con diversión para volver a encarar a su jijoi mayor y al menor. -Espero, por su bien, que tú no estés embarazada y tú no hayas embarazado a alguna de tus conquistas que saliste tan coqueto como tú padre y créanme, y va para los cuatro, no me tentare el corazón si tengo que volver a darles la plática Lo que ella tenía en mente podía esperar. Al menos unos minutos porque quería saber las noticias de sus hijos. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Un sobre de pergamino amarillo apareció en el comedor principal de la mansión bajo el nombre de Mía Black Lestrange. @@Mia Black Lestrange @ @ @@Romalo_LPZ @@Susan V. Goldstein
  6. Sonreía a su hija. No estaba del todo convencida de que quería a ese niño pero no podía hacer nada. Ya había nacido y no había marcha atrás. - Así que se parece al padre y... ¿Se puede saber quién es? Al menos tú abuela sabe quién es el tuyo y de tus hermanos pero al parecer yo no tengo derecho a saber quién es el padre del tuyo Sonrió con malicia, cuando quería podía ser perversa pero ella a fin de cuentas solo había venido por su hija, aquella criatura poco le importaba. Tal parecía que el ser... Abuela, no era lo suyo. Instantes después una voz amplificada mágicamente se escuchó por todo el lugar. Los grises ojos de Jessie se clavaron en el rostro de su hija esperando una respuesta. -Imagino que el dueño de la voz también es el dueño del espermatozoide que provocó esa bola rosada Era gracioso hasta cierto punto pero Jessie no cedería. No aquella vez.
  7. Todo por bien servir se acaba y la diversión de aquella noche llegaba a su fin. Observó a quien sospechaba era su sobrina Cissy, hija de Ragknar llegar de nueva cuenta a los terrenos de la mansión Gryffindor, se acercó a ella con su tigre a un costado. -Vamos señorita, es tiempo de volver a casa o tu padre me matará si algo te llega a pasar Dijo divertida mientras veía como el tigre volvía a ser una simple y fría estatua. Tomo la mano de Cissy y camino con ella hasta las adoquinadas calles del pueblo de Ottery, dejando a su espalda la mansión Gryffindor ardiendo en llamas. -Agarrate fuerte Giró sobre sí misma desapareciendo del lugar junto a Cissy para ir a un lugar que ellas dos conocían y compartían, donde podrían desprenderse de sus máscaras sin que nadie pudiera descubrirlas e ir, un momento después, a casa a molestar al padre de Cissy.
  8. Sonrió divertida debajo de su máscara sintiendo la adrenalina comenzar a hacer efecto en su sistema vascular. Vio al león de su compañero comenzar la carrera y cuando el tigre de Jessie quiso comenzar a correr este tropezó con algo verde y escamoso enredado en sus patas. - Si... Se parecen un poco a su creador... Oppugno Murmuró apuntando a la serpiente y enviándola de regreso con Near reparando hasta donde el mago se encontraba creando un fuego maldito para hacer más destrozos. El tigre de Jessie corrió velozmente hasta dar alcance al león de Near y casi sobrepasarlo. Estaban llegando a los límites de los terrenos de la mansión así que debía de volver dónde su creadora para nuevas órdenes.
  9. Veía a uno de los mortifagos transformar una de las estatuas de León en un León de verdad y ella quería jugar, hacer destrozos era algo divertido así que porque no hacerlo a lo grande... Apunto a otra de las estatuas de León que había en el lugar transformando la en un tigre de bengala tras pronunciar un Morphos la cual corrió a dónde estaba Jessie. En cuanto llegó a su lado pudo percatarse que el felino media cerca de un metro de alto parado en sus cuatro patas, con aproximadamente metro y medio de largo sin incluir su majestuosa cola. Tenía unos fieros colmillos que sobresalían de sus fauces y unos ojos amarillos que brillaban en la oscuridad. -Hey tu, creador de animales... Vemos cuál de los dos es más rápido Señaló a su tigre colocando su mano izquierda sobre su lomo mientras esperaba la respuesta de Near.
  10. Uno de sus compañeros había roto el cancel de entrada provocando que debajo de su máscara plateada Jessie sonriera satisfecha. Avanzó detrás de ellos con la varita en ristre a la espera de un posible e improbable ataque. Ya sospechaba que los defensores del bien jamás aparecerían. Hacía mucho tiempo ya que no pisaba aquel lugar pero volver para destruirlo era algo que gozaba muchísimo. Tanto como un café cargado en las mañanas. Apunto su varita directo a las puertas principales del hogar de los Gryffindor, ladeando la cabeza pensando cuál sería el mejor hechizo para colapsar el lugar. Doce medias lunas viajaron hasta la puerta de acceso del lugar incrustandose en la misma quedando atrapadas en la madera No contenta con eso agitó la varita mientras murmuraba fuego maldito viendo como un colibrí de fuego se creaba a partir de las llamas que salían de su varita, alzando un veloz vuelo hasta llegar a la puerta e incinerarla por completo. -Hace tanto que quería hacer esto Suspiró satisfecha sintiendo energías renovadas en su ser.
  11. Caminaba por las calles de Ottery después de un largo día de trabajo. Confiaba en que aquella misiva que le había llegado en la mañana fuera solo una broma pero estaba casi segura que ese no era el caso. Anochecía y Jessie se ceñía la capa de viaje color carmín a su cuello cuando sintió su marca arder en su brazo izquierdo. -Aries Susurró por lo bajo, no supo como ni porque lo sabía pero sabía que él era el responsable de aquello. Caminó un par de calles más buscando un lugar donde poder desaparecer se, al encontrarlo entró en el callejón, giró sobre sus talones y mientras desaparecía colocaba una máscara plateada en su rostro sin que nadie pudiera percatarse de ello para aparecer detrás de las rejas de la mansión de.los Gryffindor. Uno de ellos era miembro activo de la orden del fénix, ella conocía perfectamente bien los nombres de cada uno de los revelados miembros de Orden, aquellos que habían ido por pie propio a presentar declaración y quien había eludido y de aquella familia... -Cuando gusten. Estoy ansiosa Susurró con su voz distorsionada debido a la máscara que ocultaba su rostro. Volteo a ver a cada uno de los mortifagos que se habían citado aquella noche listos para demostrar que la marca tenebrosa seguía viva.
  12. No entendía que pasaba, caminaba y caminaba y no llegaba a ningun lado. Intentó traspasar esa barrera con los poderes que los libros le otorgaban pero no podía hacerlo. Finalmente, cansada, colocó una mano en la barrea escuchando unas palabras que no provenían de ningun lugar pero se formaban en su cabeza. -No estoy loca pero... ya comienzo a escuchar voces. Intentó sacarlas de su cabeza pero cada vez sonaban más fuerte así que optó por la otra unica cosa que podía hacer: escucharlas. Todos la tienen pero nadie puede perderla. Aquella frase se repetía una y otra vez en su cabeza al grado de que la dejó pensando por un buen rato. Cerró los ojos para concentrarse, escuchando todo a su alrededor. Ciñó los brazos sobre su pecho, comenzaba a darle frío de nuevo luego de parar un rato tras la larga caminata. Pensaba en aquello una y otra vez, una y otra vez, ¿qué era aquello que debía encontrar? Sospechaba que debía de saber la respuesta pero no lograba nada si intentaba forzarla. Finalmente cuando estaba por rendirse la respuesta llegó a su cabeza. -La sombra. En cuanto las palabras salieron de sus labios la barrera desaparecio rovocando que la chica casi cayera. Negó para si misma siguiendo su camino y fijandose donde debía de pisar. Finalmente llegó hasta un claro donde una hoguera ardía de forma bailarina con sus llamas brillando a la noche. -Hola, perdón el retraso pero aquella pregunta estaba un poco... complicada.
  13. Se encogió de hombros ante las palabras de su madre con respecto al té, sienso sanadora sabía que aquellas cosas podían ser buenas, pero ella en realidad necesitaba una poción tranquilizante. Tomó el té despacio, sintiendo el calor recorrer su cuerpo conforme la bebida entraba en su sistema para despues soltar de una vez lo que la atormentaba. Volteo a ver a Gabrielle sorprendida cuando hablo, bajando la mirada apenada al escuchar su risa. -Es... ¿en serio? Aquello no lo había pensado ni un poco. Sabía que sus madres, las tres, la amaban a su manera pero que una de ellas dijera que estaba orgullosa de que fuera su hija era algo que no podía entender, no del todo. Bajo la mirada avergonzada con las palabras que decía Gabrielle; amaba su trabajo en el ministerio por algo le gustaba siempre estar en medio de la cción, sacar a relucir que su departamento trabajaba y hacía hasta lo imposible por atrapar a los fenixianos pero dentro de la mansión... -A veces me pierdo en la oficina, es mucho el trabajo que llegó a tener y no vuelvo seguido a casa... pero ahora casada... no sé... se que soy hija de matriarcas pero no es lo mismo o eso pienso... Termi+o su té nada más por el hecho de hacer algo pero se tensó un poco al escuchar pasos y reconocerlos. Como no hacerlo si habían pasado años siendo novios en silencio, ocultos del mundo entero y ahora temía que todos voltearan a verla. -Sí... esta todo bien, me alegra verte Otto. Sonrió sintiendo sus mejillas sonrojarse, en algo tenía razón Gabrielle, ella era humana también y sus emociones estaban a flor de piel. Un nuevo chico entró y sonrió un poco al escuchar como su madre lo saludaba, se puso de pie para acortar la distancia que lo separaba de quien pensaba era un nuevo integrante de la familia aunque era muy parecido con Aarón. -Un placer Martín, soy Jessie, hija de Gabrielle y Mahia así que eso nos convierte ¿en? ... Y am... la esposa de Otto, ya se, raro. Alargó su mano para sujetar la mano de Otto, necesitaba sentirse segura en medio de todo el torbellino de emociones que la embargaban en aquel momento.
  14. Caminaba de un lado a otro en la entrada de la mansión esperando a desidirse por qué es lo que haría. Tomó aire lentamente y lo de salir de la misma manera notando un poco más relajado su cuerpo. Un elfo apareció por la puerta, lo observó de arriba abajo no estando muy segura de lo que pensar de él. Sus ojos grises se volvieron un tanto calculadores al escuchar lo dicho por el elfo pero lo siguió al interior. Nada más llegar junto a Lady pudo notar la enorme sonrisa de la niña; aquella sonrisa que la misma Jessie tenía después de cada uno de los nacimientos de sus hijos. No podía estar molesta con ellos, no del todo pero podría descargar su furia con el padre del mocoso. -Hola querida mía Saludo con elegancia colocando una bolsa de regalo en sus manos color azul intenso. -Tu hermana lo escogió en la tienda familiar, espero que a Alexander le guste, te ves radiante mi pequeña Sus palabras eran frías pues aún se sentía incomoda con aquella situación. Observó que ahí estaba Susan y la saludo con un seco movimiento de cabeza. -Y... ¿Dónde está tu pequeño? Quiero conocer a mi... Mi... Nieto
  15. Se había creído su mentira y se sentía mal por eso. Bajo la mirada avergonzada tomando la mano de Gabrielle cuando comenzó a revisar sus tobillos. -Tu profesora de primeros auxilios es una bruja horrible Intento reír pero no lo lograba. Aún el miedo la carcomía por dentro; tomó aire para intentar tranquilizarse pero aquello no estaba funcionando. Juguetes con sus manos con la mirada fija en ellas para evitar que Gabrielle notará como las lágrimas se agolpaban en sus ojos. Intento tragar saliva cuando escucho su pregunta mas un fuerte temblor comenzó a recorrer todo su cuerpo. - Sí... Seguro él... Él... Ya debe estar dentro Observó a su madre titubear, al parecer ella no era la única que guardaba secretos. Intento sonreír pero de nuevo fue una mueca floja que no llego a sus ojos. Siguió a Gabrielle hasta el castillo temblando, aquello era ridículo pero no podía evitarlo. Observó el lugar y aunque en realidad no había cambiado ella lo sentía diferente. -Siendo sanadora sé que eso es un buen remedio si tuviera afectaciones estomacales pero... La manzanilla para lo que tengo... Mejor uno de valeriana, así si caigo dormida podré quitarme esto de encima un momento al menos Bajo el rostro de nueva cuenta sintiendo como las lágrimas caían sin que ella logrará evitarlo. Suspiró y alzó el rostro sin ver a Gabrielle sino más bien a la pared detrás de ella. -Ser la esposa del patriarca es mucha presión y yo... No sé sí lo haré bien Se dió media vuelta para ocultar su miedo, quería correr y huir de todo pero tampoco debía hacerlo. No ahora.
  16. EL sol en lo alto irradiaba menos calor aun que el gran arbol en llamas que estaba a unos cuantos metros de ella, detras de un hombre con armadura. ¿Comó aquel hombre era capaz de soportar tales temperaturas con ese tipo de vestimenta? Jessie no lo sabía y no estaba segura de querer averiguarlo. Tal vez el estar en aquel lugar era parte del entrenamiento para el libro que estaba por estudiar. Sentía los pies demasiado calientes aun cubiertos con sus zapatillas de piso, un vestido blanco de finos tirantes cubría su cuerpo y su largo cabello rojo caía en ondas a su espalda. Ni una simple rafaga refrescaba el lugar. Se acercó con cautela, aferrando el libro en la mano derecha y llevando los anillos pulcramente acomodados en su mano izquierda y un collar con cada uno de sus amuletos adornada su cuello oculto bajo su vestido de corte recto. Escuchó la pregunta que el Uzza planteaba y se puso a meditar una respuesta. Ella poseía conocimientos y habilidades que pocos tenían pero estaba segura que eso no es lo que buscaba el guerrero, el parecía querer otra cosa así que debía de pensarlo muy detenidamente. -Todo aquello que sea necesario para obtener los conocimientos ocultos en este libro que se que usted puede desentrañar. Sería capaz de dar toda mi fuerza fisica si fuera necesaria así como mi fuerza y enteresa mental y emocional. El sol comenzaba a hacer estragos en ella pero no lo podía permitir. Ahora más que nunca estaba segura que estar en aquel lugar era parte de la prueba, debía soportar el calor abrazador de aquel lugar con la finalidad de lograr su objetivo. Pequeñas gotas de sudor perlaban su frente pero no hizo amago de ocultarlas ni quitarlas, aquello se vería como una debilidad. -Llegué hasta aquí por mis propios medios así que no pienso retroceder ni un solo paso hasta conseguir mi objetivo. Sus grises ojos se tornarón serios mientras observaba al Guerrero Uzza frente a ella. Midiendo su fuerza.
  17. Hace un par de días una moneda de plata había llegado a su vida, la llevaba con ella todos los días porque sentía que era importante. Había comenzado de nuevo con sus estudios y algo le decía que aquello estaba relacionada con alguna de las clases que iba a tomar en esos días. Por un lado tenía la clase de Artes Oscuras donde al parecer su profesor, si sus investigaciones eran correctas, sería aquella extraña mujer que vivía en la mansión Black Lestrange y era amiga de su madre y sobre el libro que ahora estudiaría... no sabía que esperar al respecto. La moneda de plata comenzó a brillar cuando la observaba en una de las librerías del callejón Diagón. No se preocupó pues sabía lo que eso significaba, era un traslador. Apretó la mano al derredor de la moneda de plata sintiendo el tirón sobre su hombligo para momentos despues aparecer en un extraño lugar. Sentía el frío pegarse a sus huesos traspasando la capa de viaje color gris oscuro que cubría su cuerpo. Se sentía como si fuera la presencia de un dementor ero aquello no podía ser posible, aun veía las estrellas en el cielo. Camino lentamente con la varita aferrada a su mano izquierda en la espectativa de todo lo que pudiera pasar mientras buscaba a la amiga de su madre. Aquella montaña era un tanto empinada y la moneda de plata parecía jalarla en direcicón hacía el centro de la misma. Suspiro y dejó que la momenda la guiara, observando todo con cuidado sin soltar su varita. Cada ciertos pasos sentía como su capa se quedaba atorada en ramas bajas de arbustos y ramas haciendola jirones en la parte baja, sus piernas desnudas tenían pequeos rasguños sangrantes, de un momento a otro paró para sanarlos pero tan pronto como reanudaba su marcha nuevos cortes volvía a aparecer. -Es un lugar muy extraño para una clase. La moneda jalaba cada vez con mayor intensidad hacía el corazón de la montaña donde a lo lejos podía ver una luz anaranjada bailarina. Esperaba y fuera una fogata ya que sentía demaiado frío en aquel momento, seguro sus pies ya estarían cambiando de color pero eso no quería averiguarlo. Siguió caminando hasta que no pudo más y no porque sus piernas no podían avanzar sino porque se topó con una barrera que le impedía el paso, intentó rodearla pero tal parecía que allá donde ella caminara la barrera la seguía. -¿Qué es lo que quieres? Preguntó Jessie cansada de caminar y no llegar a ningún lado.
  18. Temblaba sin poder evitarlo, intentaba calmarse pero no podía. Sentía mucho miedo a la nueva vida a la que se enfrentaba a partir de ese momento. Aferro sus piernas con sus brazos al escuchar unos pasos apresurados acercarse a ella. Confiaba en que fuera Otto pero su miedo se disparó al escucuhar otroa voz, otra voz que no esperaba escuchar pronto. -Gab... Gabrielle... yo... sí... sí... soy. No quería levantar el rostro y que su madre la viera en aquel deplorable estado, asustada como un vil conejo. Como pudo, de forma imperceptible, se quito los restos de lagrimas de sus ojos, intento calmar su respiración pero seguía bastante agitado su corazón. Se enderezó en su mismo lugar y le sonrio de forma floja a su madre. -Yo... iba distraída... sí eso... y me tropece con algo... no me lastime, pero es que es tan tonto... Desvio el rostro avergonzada, no le gustaba mentirle a ninguna de sus madres pero tampoco le iba a decir que estaba aterrada por entrar a la mansión como la espora del patriarca, aquello no podía ser más ridiculo que una caída. @@Gabrielle Delacour
  19. Asintió a las palabras de su hijo esperando que fuera verdad lo que le decía. Observaba la puerta esperando ver entrar a sus hijas. Suspiro pues estas no llegaban pero Cissy, su loca sobrina, ya estaba con ellos. No le molestaba que aquella niña estuviera ahí. A lo mejor necesitaba a alguien ya que no veía a su hermano por ningún lado. -Hola pequeña, por mi quedate, no hay ningún problema, solo quiero dejar las cosas claras con estos primos tuyos, que me expliquen en que andan y porque desaparecen cada que se les ocurren y regresan con una sonrisa en el rostro como si no hubieran hecho nada malo. Escucho las presentaciones entre los dos, sonrió de lado al ver como su hijo y sobrina. -Bueno Cissy, ten en cuenta que todos somos familia y esas cosas se heredan y hacen de esta familia un poco más... unida, en la locura pero unida. Volteo a la puerta, ansiosa de ver a alguna de sus hijas cruzar la puerta. Suspiro cansada pensando en como decirle aquello que tenía planeado para hacer con su familia.
  20. Sonrió al escuchar como su hijo lanzaba otro hechizo justo despues de que la viuda negra mordiera en la ingle del joven Black Lestrange. Sabía que ahora ella estaba silenciada pero su proposito ya estaba hecho ahora solo quedaba ver que estrategía seguiría, si lanzarle un hechizo que afectara al mucho o evitar que el siguiera atacandola. Un rayo escarlata viaja en dirección de Romalo que en el momento en que impactó en el joven mago provocó que el rostro del mismo comenzara a inflamarse al grado que sus parpados tocaban casi por completo sus mejillas imposibilitando la visión de su hijo. Una luz plateada cubrió el cuerpo de Jessie provocando que esta comenzara a retorcerse de la risa; el hechizo de Romalo le había impactado pero poco le importaba. Todo iba según lo planeado y ahora ella era capaz de hablar. Debido a que ya se reía, el que se carcajeara de forma divertida no alteraba mucho la situación así que logrando apuntar a su oponente de forma intermitente pero cubriendo su cuerpo de arriba a bajo mascullo: -Silencius Logrando su objetivo de silenciar a su hijo. Sabía que con esto lo estaba condenando a la muerte pero de una forma u otra el niño debería de aprender que debe de tener cuidado cuando no contesta las preguntas como debería de su madre: en tiempo y forma. -Prometo jajajaja cuidar jajajaja tú jajaja cuerpo jajajaja cuando jajajaja mueras. Entre risas logro decir todo aquello que esperaba sonara serio aunque sabía que de momento de nada servía mandar de nuevo mandar a la viuda negra a atacarle de nueva cuenta ya que el veneno aun surtía efecto en Romalo.
  21. Escuchaba atenta las palabras de su hijo, aquello comenzaba a sonar un poco sospechoso, cada que sus hijos querían hablar con ella algo tenían que decirle que no siempre le gustaba. Como por ejemplo Lady que le decía que tenía ahora un hijo; un leve escalofrío le recorrio el cuerpo completo cuando tomo asiento en la sala. -Algo que decirnos a todos... no se porque pienso que no me va a gustar. Tomó una galleta con delicadeza para llevarla a su boca, intentando tener algo que hacer para no acosar a su hijo con preguntas antes de que llegarán sus hijas. Primero quería conocer a ese niño que era el hijo de su hija Lady, su... nieto. Luego saber que era lo que ocurría con Susan, como iban sus clases así como saber si tenía problemas en el otro ambito y con respecto a Romalo... no sabía que pensar de aquel chico, algo ocultaba aunque no podía imaginar qué. -Que no te escuche, querido hijo, que ahí no tendre como defenderte, es decir, es mi madre y esta, nos guste o no, es su casa y ella no es muy complaciente cuando hacen o dicen algo que no le gusta, preguntale a tu tío Ragnar, el sufre bastante seguido las consecuencias de sus actos gracias a tu... a Mía. @Romalo_LPZ @Lady Luxure Rambaldi @Susan V Goldstein
  22. Lo hacemos aprender por las buenas o por las malas; pensaba mientras reía de forma incontrolada. Debía de parar el efecto de aquel hechizo, así que mientras observaba como su hijo también tenía problemas con el hechizo que Jessie lanzara contra él, agitó su varita sobre su cuerpo notando como inmediatamente dejaba de reír. -Debiste impedir el hechizo, en primer lugar pero tampoco esta mal lo que hiciste, ahora veamos que puedes hacer con esto. Sabía que si hacía aquello dejaría a su hijo expuesto pero que importaba, podrían hacerle cosas más crueles en caso de que algún día él fuera un ataque mortifago con los demas miembros del grupo. No quería mandarlo indefenso en aquellas situaciones. Tendría que hablar con algún alto rango para poder llevar acabo un simulacro y enseñarle a su hijo como defenderse en batalla, que era muy diferente a un duelo, pero debía de dominar medianamente esto primero. -Ten en cuenta que todo lo puedes revertir... si sabes como morphos Apuntó directo a los calzoncillos de su hijo los cuales se transformarón en una araña violinista justo en el momento en que este finalizaba el hechizo de lengua atada, el aracnido mordio la entrepierna de Romalo dejando en su sistema sanguineo el letal veneno que esta producía. Su hijo tenía el tiempo contado. -Lo siento, pero tengo que enseñarte y enseñarte bien, no puedo dejarte por la vida sin saber como defenderte, puede que alguien malvado te ataque y no quiero que no sepas cuidarte solo, no siempre estaré a tu lado para cuidarte.
  23. -Así que aquí es donde esta esa niña cuando no esta en casa y el otro mocoso... ¿y esperan en serio que no me moleste? Camino hasta la entrada sin saber que esperar; aquel no era un lugar para ella, en verdad que no lo era. Se sentía tan fuera de lugar que no estaba segura de que realmente tenía que estar en aquel lugar. -¿Y si mejor me voy? Demonios, ¿donde se había quedado la Jessie segura de si misma que siempre hacía lo que quería y podía porque era ella, Jesseca Black Lestrange? No lo sabía pero sentía su mundo vuelto de cabeza desde que se había casado con el padre de sus hijos, aquello no podía ser bueno. -Si no entro ahora jamas entrare ¿aunque... realmente quiero entrar?
  24. Volver al castillo como la esposa del patriarca era algo que no se esperaba. Suspiro al abrir la reja y entrar en el castillo donde ella vivía, con su esposo... su esposo. Camino lentamente, nerviosa era poco a como se sentía. Sus piernas temblaban con cada paso que daba; ojala Otto estuviera aquí para ella pero tenía que recorrer el largo camino ella sola. -Puedo hacer cualquier cosa, incluso soy la directora de un importante departamento en el ministerio y... no puedo caminar sola hasta la entrada del castillo. Frustrada se sentó en la orilla del camino recargando su frente en sus rodillas teniendo un pequeño ataque de panico. Aquello no se lo esperaba. Su pecho ardía debido al miedo que comenzaba a sentir. Como una Black Lestrange que era no debía de sentirse así, como la hija adoptiva de unas Black no debería de comportarse así, como la esposa del patriarca deberia de ser orgullosa y altiva. Pero en este momento no podía, se sentía tan pequeña, tan... expuesta. Quería llorar, tenía miedo, no sabía como ser la esposa del Patriarca Black, ella siempre había sido la novia y no eran una pareja muy conocida y eso le gustaba porque así no podían meterse con ellos. -Otto Black, más vale que aparezcas antes de que termine cediendo y salga corriendo de casa, otra vez. @OttoBlack
  25. Veía por la ventana distraída, no veía hace tiempo a Romalo ni a Susan ni a Lady, pero Lady seguro era por su nuevo hijo. -¡Como se le ocurre hacerme abuela tan joven! Seguramente así era como se sentía su madre con respecto a ella y sus hermanos. Soltó un suspiro cansado escuchando como la puerta de su habitación se abría.- -Hola Bipa -Señorita Jessie, el señorito Romalo esta en la entrada de la mansión. -¿Y porqué no lo has deado pasar? Vamo, permitele el paso, enseguida bajo. -Enseguida señorita Jessie. La observó desaparecer con un leve plop, se puso de pie con un poco de pereza, camino hasta las escaleras y bajo lentamente escuchando a lo lejos como su hijo hablaba con alguien que no era Bipa, seguro el elfo personal del chico. Sonrio de al menos saber que estaba bien. -Creí que jamás volverías, pero ya una vez me equivoque... Bienvenido de regreso, Romalo. Volteo a ver a la elfa que entraba por ese momento con una bandeja con té y galletas. -Bipa, ¿podrías buscar a las chicas? Me gustaría hablar con los tres en el salón. La elfina hizo una leve reverencia y salió en busca de las otras hijas de Jessie. La mujer de largos cabellos rojos camino hasta la sala confiando en que Romalo la siguiera. -Hey... ahorita vienen tus hermanas, hay cosas de las que tenemos que hablar, los cuatro... cinco si tu padre viniera pero creo que le tiene un poco de miedo a tu abuela... por cierto, jamás le digas abuela a Mia que es capaz de matarte despues de una larga tortura. @@Romalo_LPZ @Susan V Goldteins @Lady Luxure

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