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Jessie Black Lestrange

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Todo lo publicado por Jessie Black Lestrange

  1. Suspiró. ¿Que iba a decirle a Matthew? La verdad... Una mentira... Alejarse de ellos como siempre lo hizo con tal de protegerlos... Pero ahora no podía. Cruzó sus brazos y sus grises ojos se enfocaron en la ventana, buscando a alguien que seguro aparecería de un momento a otro. -El viene... Sabe que ella está aquí y si la tiene a ella o a alguno de ustedes sabe que haré lo imposible por recuperarlos Bajo la mirada mientras soltaba el aire que se retenía en sus pulmones, regresó a la silla donde Matthew la había sentado al principio y tras unas breves palabras con Viana y que está fuera a su habitación volvió sus ojos a su hijo. -Viana no es tu hermana, darías lo que fuera porque así sea pero no... Ella.. soy yo, es la parte de mi inocencia que murio cuando me transformaron en Vampiro hace muchos años Volteo a ver el lugar donde Viana había desaparecido, recordar aquello le traía dolor y a la vez alegría, porque había logrado salir de ese lugar pero a un gran costo. -Cuando yo me iba transformando ella iba naciendo en el séptimo infierno, pagando por los pecados que yo cometí en vida, ahora está aquí porque la invocaron con tal de atraparme pero... La rescate hace un año Poco a poco iba cambiando su apariencia, aún no podía hacerlo del todo o por mucho tiempo sin que la descubrieran pues su anillo de vinculación con la magia de Majilis aún no estaba completo. Ahora frente a Matthew estaba una Viana un poco mayor salvo que está tenía los ojos grises en vez de verdes. -¿Ves? Ella no lo sabe... Aun no sabe cuál es el vampiro al que está vinculada Su transformación termino y volvió a ser ella misma, era lo más que podía lograr de momento y eso gastaba mucha energía. -Debo protegerla a ella y a ustedes tres... Me alegro que Romalo haya desaparecido de nueva cuenta, sino sé dónde está él no podrá encontrarlo... Matthew sí le pasa algo a Viana... Yo moriré en ese instante Tomó la mano de su hijo entre las suyas viéndolo directo a los ojos, quería acomodar un mechón de cabello que cubría uno de los ojos del chico pero no quería soltarlo. - Prométeme que sí vez que alguien me ataca la sacarás de aquí, la esconderas y pase lo que pase... No interfiera, aún no te he entrenado y se que debo hacerlo pero... Sigues siendo muy pequeño Sonrió su hijo. Sé puso de pie abruptamente, cambiando su semblante por completo; varita en mano y colocándose delante de Matthew para recibir al hombre que acababa de llegar. -Hola Stabolito... Tanto tiempo, ya es hora que te unas a la escoria de familia que tienes... @@Matthew B. Triviani
  2. Jessie estaba orgullosa con lo que había logrado, ahora solo debía verse con Mohammed y explicarle todo lo que había sucedido. Una vez que el guardia que la escoltaba se alejó de su vista volvió a tener la apariencia de una Alessandra joven de rubios cabellos y tez clara, bajo las ropas que Amara les había dado en Londres. Llegó hasta la reserva y busco a Mohammed. -Hola, he vuelto... Tengo una cita mañana con el señor Arthur Kendrick, quién es el que orquesta todo el tráfico de pieles en la suite del hotel principal a la hora del almuerzo... Deberemos ser cuidadosos... Sus palabras se vieron interrumpidas cuando un halo negro apareció de la nada y de el salió Amará, pero no era la mujer que ella había visto en Londres, sino que era alguien joven y muy hermosa. Su boca se abrió en una pequeña pero perfecta "O" mientras observaba a su profesora. -Lo lamento Majilis... Pero hay que hacer sacrificios por las cosas que realmente valen la pena... Los muggles... Ellos no saben el daño que provocan Bajo la mirada pues sabía que en ella podrían notar el odio que le había tomado a Kendrick y cualquiera que lo hubiera conocido no la culparía en lo absoluto, pues se creía con una superioridad de la cual no tenía derecho alguno. Amara tomaba las manos de Jessie entre las suyas cuando le preguntaba algo que está esperaba desde que le dijeron que podría tomar aquella clase. Levantó el rostro con los ojos azules brillando de emocion y sonrió. -Estoy completamente lista, deseo tomar la prueba y dar lo mejor de mí para superarla Algo pesado apareció en su dedo anular derecho, bajo los ojos sorprendía mientras su sonrisa se ensanchaba satisfecha consigo misma. -No hay duda Amara, deseo dar la prueba Cuando Majilis escuchó su respuesta la mando a descansar a una de las habitaciones de la casa que había en la reserva. Se despidió de Mohammed y Majilis con una leve inclinación y se alejó para descansar después de un día por demás agotador pero que había valido la pena. Mientras caminaba cambio su aspecto, se encogió un par de centímetros, su cabello se tornó rojo como la sangre, su piel se aclaró quedando de un tono muy pálido pero hermoso, sus brazos se estilizaron así como sus piernas. Sus ojos se volvieron de un impresionante color gris cual ónix brillando y sus labios volvieron a ser finos pero de un intenso color carmín. Se encontró un espejo en el camino y sonrió a la imagen que vio en este, al fin volvía a ser ella misma y sabía que de ahora en adelante el cambiar de aspecto sería sumamente sencillo, si pasaba la prueba. -La pasarela Se prometió a sí misma tomando el picaporte de la puerta y entrando a la habitación que le había sido asignada.
  3. Observaba a su estudiante sonriendo de forma casi imperceptible. Le gustaba ver como cada uno de ellos de desenvolvía de forma distinta en cada clase, tomando su propio ritmo y llevándose con ellos todo lo que necesitaban. Finalmente el sujeto a quien Juv había arrebatado su vida volvió a la misma, Jessie se colocó junto a él y posicionando su mano izquierda sobre los ojos del sujeto lo hizo dormir y desaparecer en el acto. -Nada mal, Malfoy... Veamos cómo utilizas tu amuleto, recuerda que al utilizarlo la luz amarilla cual rayo de sol debe envolver el cuerpo de tu paciente o el tuyo mismo, así la curación será efectiva Explicaba emocionada aquella acción pues le encantaba la forma en que el amuleto servía en esos casos, dándole una ventaja al mago en caso de emergencia. Sabía de la otra chica, a diferencia de la mayoría de los magos en la sala a ella la había matado un hechizo contrario a los que ellos usaban. Suspiró y se acercó descubriendo por completo el cuerpo. -Observa los golpes en todo su cuerpo, son contundentes, los cuales.provocaron coágulos que terminaron colapsando el corazón y el cerebro. Los golpes vienen en digas direcciones y ángulos posibles. Tu has visto más cosas que yo pero estoy segura que reconoces ésto Sabía que Juv se había enfrentado a muchas cosas en su pasado, ella misma en más de una ocasión había estado al borde de la muerte por lo mismo así que sabía la clase de magia que ostentaban sus oponentes y por lo mismo debía saber cómo curarla. @
  4. Asentía a las palabras de Juv; ella sabía que cada quien llevaba un ritmo distinto para el progreso, ella había decidido primero aplicar a los libros y luego a las habilidades y había quienes, como Juv, preferían aplicar primero a las habilidades que a los libros. -No me sorprende escucharlo, podría decirte quien mató a cada uno solo con ver las heridas y muestras de magia en cada cadáver, pero sé que a la larga tú tanto podrás saber eso Con el paso de los años, Jessie había aprendido a diferenciar la magia de cada uno de sus compañeros así como la magia que provenía de la Orden del Fénix; aunque está última hacía demasiado tiempo que no la veía. -Eso quiere decir ¿Que lo traseras de regreso a la vida pero no cuestas sus heridas?... No sé si sea lo correcto pero a fin de cuentas, es tu clase, tu elige la mejor forma que tengas para entender y comprender cómo curar a un ser humano y si necesitas verlo sufrir y que esté te diga dónde le duele... Adelante Se cruzó de brazos observando el proceso de Juv; si fuera ella quien atendiera aquel proceso se encargaría de curar todo antes de revivirlo, así en cuanto abriera los ojos correrlo de aquel lugar para no seguir soportando si denigrante presencia pero no podía impedir que Juv hiciera las cosas a su manera, a fin de cuentas... Todos aprendían de forma diferente. @
  5. Respiraba tratando de tranquilizarse aún cuando escuchaba la explicación más trivial para el demonio de su hijo. No era al primer demonio que conocía, incluso su esposo era uno así que ver a aquellos seres era lo que menos le importaba en realidad. Se encogió de hombros y le restó importancia, si su hijo quería un demonio como amante ella no se lo iba a impedir, a fin de cuentas era la vida de su hijo, solo quería que se cuidara. -Pues... No se parece mucho a ti Hizo un amago de sonrisa mientras sus grises ojos iban y venían de la ventana a su hijo, buscando a alguien que aún no hacía acto de presencia pero que ella estaba segura no tardaría en llegar. La risa baja de Viana la tranquilizaba, sabía que era lo único que podía relajarla en aquel momento, sí su protegida estaba bien... Su hijo la llevo a sentarse pero no podía estarse quiera así que se puso de nuevo de pie y comenzó a caminar por la cafetería, varita en ristre, dispuesta a dar su vida por sus hijos y Viana. -No la regañes, su risa me calma, más en momentos como este -Perdon Jessie, es solo que... Aun no me acostumbro a esos trapos con patas- bajo la mirada avergonzada, en sus verdes ojos se veía la vergüenza que sentía al ser regañado por el hijo de quién es su protectora. -Tranquila, estoy segura que Matthew terminará protegiendote... Ahora ve a tu cuarto y no salgas hasta que te hablé La chica de largos cabellos rosas salió dando saltos con sus colegas rosas rebotando a su espalda. -No le hables así, no eres el único con secretos... Ni Otto sabe realmente quién es ella, solo sabe que es mi protegida pero no el por qué Se dejó caer en una de las sillas altas abatida pero sin dejar de tener su varita lista en caso de que la necesitara. -Ella es más cercana a ti de lo que te imaginas... De hecho, es la más parecida a ti de tus hermanos, incluso en lo sádica que es... Una vez quiso ahorcar a Oki con las varitas de regaliz y a Uri... A Uri le clavó los pies al piso de la bodega, por simple aburrimiento Sonrió de lado decaída, recordando las travesuras de aquella chiquillas. @@Matthew B. Triviani
  6. Observaba a su pequeño mientras sentía a Viana detrás de ella jugar y reírse de la situación. Ella era así, por más tenso que se sintiera el ambiente, la chica siempre encontraría algo con que distraerse y ahora de seguro le había hecho otra de sus tantas bromas a Oki. Negó sin poder evitarlo mientras una sonrisa complaciente aparecía en sus labios color marfil adornando su marfileño rostro, escuchando con atención las palabras de su hijo. -No me digas, es algo así como tú alter ego, aquel que satisface tus deseos más primitivos o solo un simple criado, bastante... Sexy... Para que además de servirte... Puedas... No sé... Distraerte con él Sus palabras eran ácidas, y se escuchaban afiladas cual cuchillas pero poco le importaba. A veces se preguntaba si había sido lo correcto el alejarla de ella, pero sabiendo lo que habían hecho con Viana recordaba que era lo mejor. -En fin... Tu hermano, no sé mucho de él, a veces desaparece por periodos de tiempo y regresa. Pero no creo que este muerto, por otro lado, quería hablar con ustedes, ponerlos sobre aviso No sabía si aquello sería lo correcto pero de nuevo, recordar lo que le había hecho a su protegida era lo que la orilla a a estas cosas. -Tienes que ayudarme a cuidar a tus hermanas, por favor El miedo en sus grises ojos era palpable por más que quisiera ocultarlo, ella misma sabía que tenía todas las de perder en aquella situación y por eso había acudido a ellos, si los ponía sobre aviso tal vez ellos pudieran escapar. @@Matthew B. Triviani
  7. Observaba atenta el medallón que Juv le mostrase, ella tenía uno idéntico colgando de una fina cadena de plata de su cuello junto con otros tantos amuletos que la ayudaban en su paso por la vida. Sacando la fina cadena de debajo de sus ropas, aferró el amuleto de un intenso color amarillo que brillo al contacto con las pequeñas manos de la bruja, volteo a ver a su alumna y sonrió con amabilidad. -Guarda más secretos de los que el arcano podría decirte, no solo ayuda a curar heridas simples, podría traer a alguien incluso de la muerte siempre y cuando su alma se encuentre aún en este plano, si aún no cruza la barrera entre el mundo de los vivos y el de la oscuridad... Una vez pasado a ese terreno, otras habilidades son las que debemos de utilizar Amaba sanar personas, regresarlas a la vida, ver las facias de dolor en los pacientes y cómo estás desaparecían poco a poco tras los tratamientos que se les iban suministrando. Se apasionaba de sobre manera al hacer esté trabajo, tanto así que a veces añoraba su estancia en San Mungo y todo lo que ahí había vivido. Observaba a la Malfoy, ella se había perdido viendo las diferentes camillas, esperando que de ellas viniera la respuesta, al parecer, pero sino se acercaba, sino se interesaba más por ellas no podría averiguar nunca que era lo que pasaría. -Tendrás que verlo por ti misma... Y tienes razón, a veces un simple episkey no es la solución, a veces hay que ir más atrás, introducirse más en lo que le pasó para lograr la sanación al completo. Muchos de los pacientes que verás aquí fueron dañados por... Nosotros, así que... Habrá que ver cuál es la mejor forma de curarles Sabía que no le daba muchas respuestas, pero ella debía de averiguar las poco a poco, solo le daría una leve pista y esperaba que con ello supiera cómo reaccionar. -Tu amuleto te dirá si sigue en este terreno, si brilla cuando te acerques al cuerpo es que aún su espíritu sigue aquí... Sí ha pasado nuestro plano... Puede que se te compliquen las cosas Si era rápida podría sanarles antes de que pasaran, pero ahora todo dependía de la Malfoy. @
  8. La sorpresa que le había dado Otro había sido tal que aún no creía lo que sus ojos veían. Una rebelde lágrima salió de uno de sus ojos grises recorriendo su mejilla hasta quedar colgando de su mentón. Aquello era más de lo que hubiera esperado. Dejándose llevar por lo que sentía en aquel momento, Jessie y Otto iniciaron una danza clásica, cargada de pasión y amor por parte de ambos. La sincronización de sus movimientos era impecable mientras al más simple roce podían sentir que flotaban por el firmamento sin nada que pudiera anclarlos a la tierra. Un remanso de agua en medio de aquel desierto provocaban en Jessie unas intensas ganas de beber y saciar su sed pero debía de ser paciente, no acelerarse, porque de lo contrario podría ser un simple espejismo. Sus manos tocaban con delicadeza las estrellas que adornaban el hermoso cielo nocturno en medio de un viaje lleno de aventuras. Cada sensación era nueva para la pequeña pelirroja cuyo rostro de fascinación era muestra inequívoca de que disfrutaba aquel viaje. No supo en que momento se quedó dormida en medio de los fuertes pasos de su esposo y utilizando su pecho almohada. Llevo sus manos a sus ojos restregandolos al tiempos que escuchaba como algo se deslizaba por debajo de la puerta y luego la voz clara de Mahía. -¡Demonios! Se puso de pie de un brinco y entro al baño sin tiempo que perder, al salir ya traía unos vaqueros blancos que le quedaban por arriba del tobillo y una blusa blanca con bordados de flores violetas en su costado derecho y su largo cabello rojo recogido en una desprolija trenza que aún goteaba un poco por el agua de la regadera. -Vamos a ver qué quiere mamá, entre antes terminemos antes podremos volver a dormir Salió de la habitación con Otto tomando su mano, recorrieron el camino al jardín juntos y al llegar al mismo, busco instintivamente a sus madres y se dirigió hasta ahí. -Hola... ¿Pasó algo malo? Digo, verlas a las dos no es normal... ¿Dónde están mi hermano y hermana? Porque esperan a alguien más, son muchas sillas Comenzaba a sospechar pero no quería adelantar nada, prefería que todo siguiera su curso.
  9. Observó a Juv entrar en el aula que había acondicionado como una enfermería, incluso los aromas eran los característicos de un lugar como aquel. Sonreía con malicia al percatarse del malestar de su alumna. Debía de controlarse y no dejarse llevar por sus impulsos pues sabía el carácter que Malfoy tenía como mortifaga y la respetaba. - Así es... Comencemos- comenzó a pasearse por la enfermería haciendo resonar sus pasos en el lugar sin voltear a ver a su alumna. - Bien, tengo conocimiento de donde trabajas así como tú desarrollo en el ministerio, tomando eso en cuenta... ¿Que es lo que esperas de esta clase? Conforme hablaba iba apuntando a cada una de las camillas provocando un abultamiento en estas como si un cuerpo hubiera aparecido debajo de ellas, pero solo Juv sabría que vería ahí. -Me gustaría saber, si ya cuentas con una gema especial, que ayuda a sanar heridas propias y ajenas, de ser así, podemos abordar el como utilizarla y sacarle el mayor provecho posible, pero todo eso dependerá de tu progreso Se encogió de hombros al colocarse frente a ella observándola atentamente con sus grises ojos. -Comencemos... Elije la que gustes... Cada una es diferente, pero todas son complejas La observó con detenimiento, si ella llegaba a dudar Jessie podría ayudarle y guiarla en lo que necesitara pero sería Juv quien haría el trabajo completo. @
  10. -Eres demasiado mimado para la edad que tienes, cariño Acarició con ternura el rostro de su hijo alejándose un par de pasos de Susan y Matthew para llegar a la parte de atrás de la cafetería y tomar la mano de Viana. Cuando volvió sus grises ojos observaban atentos el intercambio salival de su hijo y un cometo desconocido. Frunció el ceño y en su rostro e perfilo una mueca de total desagrado mientras escuchaba las risas contenidas de Viana a su espalda. Se aclaró la garganta un par de veces al percatarse que su hijo seguía sin prestarle atención, así como la forma tan déspota en que el otro hombre se refería a ella. -Primero que nada, ¿Quién es usted y que se le ofrece en mí local? Viana parecía que se destornillarîa de la risa al ver la cara de su madrina molesta, así como el rictus de enfado que solo pocas.personas lograban sacarle. No esperaba que uno de sus hijos lo logrará en menos de cinco minutos. -Viana, comportate por favor, esa no es la forma en que te he educado-riño Jessie molesta logrando que la chica de cabellos rosas guardara silencio de un segundo a otro. -Lo siento madrina-bajo la cabeza avergonzada al saberse regañada con justa razón. -Ahora, Matthew, ¿algo que decir en tu defensa ante semejante espectáculo en un lugar público? Sabes perfectamente que no me interesan las inclinaciones tuyas y de tus hermanos, pero respeta el apellido, hay lugares y momentos para todo Se irguió cuan alta era, en su metro con sesenta y cinco centímetros ella sabía que no intimidan a nadie, pero sabía todas y cada una de las debilidades de sus hijos y a Matthew sabía cómo y con qué controlarlo. -No quiero volver a ver este tipo de espectáculos en la calle, por qué sabes perfectamente de lo que soy capaz Se cruzó de brazos esperando una respuesta, ansiosa de saber si quedaría conforme o no con la respuesta y las consecuencias de la misma. @@Matthew B. Triviani
  11. El trayecto había sido un tanto largo por lo cual Jessie se concentró en observar todo lo que había a su alrededor. Aunque el paisaje era un tanto árido y monótono. Finalmente llegaron a su destino, respiro profundamente en lo que el hombre que la escoltaba abría la puerta de la camioneta y le ofrecía la mano para que bajara. La tomó con un poco de recelo, demostrando el asco y repudio que sentía en una sola mueca. El hombre la tomó por el brazo llevándola por un elegante jardín bastante discordante para la zona en la que se encontraban. Los pasos de Jessie eran elegantes, cual si de una danza se tratara demostrando el porte aristocrático del cual gozaba. -La anunciaré y luego pasaremos-explico el hombre ganándose una mueca de desprecio y aburrimiento por parte de Jessie. -Meras formalidades-suspiro adoptando una postura aún más elegante de ser posible al momento en que le sedieron el paso al interior de aquella gran casona. Observó todo a su alrededor con lujo de detalle: tres hombres fuertemente armados pero sin dotes mágicos a la vista, adultos fuertes, quizá y fueran los cazadores de aquella empresa. Al fondo un hombre de mediana edad, de porte elegante y características físicas similares a las de ella llamó su atención hablando, pero igual que los otros hombres, sin dotes mágicos, ya que de tenerlos no dañaría a criaturas muggles. Comenzó a caminar con elegancia sorteando a los hombres sin ninguna dificultad, cual danza coordinada previa a su visita fuera acordada. Sonreía de forma elegante y un tanto coqueta. Sus verdes ojos brillaron como esmeraldas en medio de una cueva oscura. Mientras se es caminaba hasta el hombre no perdía detalle de los movimientos de los otros cuatro hombres detrás de ella. Al llegar junto al hombre este tomo su mano y la besó. Ambos se habían encontrado a mitad del camino y por instituto Jessie hubiera retirado la mano pero tuvo que contenerse. -Negocios- explico con una aterciopelada voz infundandole la mayor sensualidad de la que fue capaz aunque por dentro de estuviera asqueando-escuché que en estos lugares podría conseguir algo prohibido pero realmente impresionante Observó al hombre con detenimiento, su mano derecha acomodo su largo cabello negro tras su espalda con elegancia mientras sus parpados bajaban en un gesto coqueto ocultando los verdes ojos de la Black Lestrange. Debía andar con cuidado, poner en práctica todos los años de falsos modales dentro del ministerio para que no descubrieran sus mentiras e inclinaciones, que mejor práctica que con un bol y vulgar muggle. -Y por lo que veo, no me he equivocado en realizar un viaje desde Londres hasta aquí Con elegantes movimientos retiro su estola de piel de pantera negra y la entrego a uno de los hombres armados sin fijarse en cual, su atención estaba enfocada en el hombre frente a ella. -¿Porque no nos abocamos a lo qué me trajo a este lugar? Cómo se habrá dado cuenta, el dinero no es un impedimento para mí Sonrió satisfecha al notar como el hombre frente a ella se la comía con los ojos. Sentía un asco indescriptible pero debía controlarse, todo fuera por conseguir lo que buscaba. -Y dígame ¿Qué es lo que busca exactamente? Así podría ayudarle La tomó con elegancia del brazo llevándola hasta uno de los cómodos sillones. Jessie cruzó sus pies a la altura de sus tobillos y fijo su mirada en el hombre frente a ella. -Busco una piel en específico, elegante, de excelente calidad para un abrigo que pienso utilizar en la próxima gala de moda en Italia a celebrarse en diciembre Explico aquello como si fuera la cosa más común para hablar en una conversación en los tiempos que corrían. Ya quisiera Jessie cortarle la cabeza a ese maldito muggle y exhibirla en la mansión Black Lestrange, para que vieran todos de lo que su familia era capaz. -Se imaginaba que lo que pide lleva un alto costo señorita- explico acercándose a Jessie y tomando sus manos entre las suyas, cual si fuera un tonto enamorado. -No sé si no me haya explicado bien, señor...- lo observó alzando una ceja en clara muestra de duda. -Artur Kendrick, pero dígame Artur, ¿Puedo llamarla Sasha? - repuso el hombre con elegancia volviendo a besar la mano derecha de Jessie. Recurriendo a los más primitivos instintos de supervivencia y gracias a las clases de oclumansia logro enarbolar la más sincera de las sonrisa mientras era obsequiará con aquel beso. -Por supuesto Artur, eso hacen los amigos y a mí me gustaría que lo fuésemos, así podría hacerte cuanto pedido requiera e irías a visitarme a mi mansión de Inveraray para entregarme personalmente los pedidos y... Puede que algo más Se odiaba por dentro por coquetearle a un vulgar muggle, nomás de pensar lo que diría su madre si la viera o sus hermanos... Un leve escalofrío recorrió su tersa piel, lo que provocó la preparación del hombre. -¿Se encuentra bien Sasha?- la preocupación era palpable en la voz de aquel hombre Gales, pero Jessie sonrió de forma tranquilizadora. -Estaba tan ansiosa por conseguir lo que vine a buscar que me vine directo del angar al bajar del jet, perdone por preocuparlo- en la voz de la bruja podía notarse la emoción y el cansancio mezclados lo que trajo como consecuencia el asentamiento de su interlocutor. -No se diga más, dígame dónde se hospeda, vaya a descansar y yo personalmente le llevaré la mejor piel que tenga mañana mismo-dijo con tranquilidad, un poco de ansias y lujuria en sus azules ojos, esperando la invitación de Jessie a qué pasará algo más. -¡Oh Arthur, eso sería fabuloso! Pero ¿Irías tú personalmente al pueblo? Dios mío, no podría hacer que te molestas de tal forma Jessie llevo una de sus manos al fuerte pecho del hombre acariciándolo levemente, un cálido sonrojo se apoderó de las pálidas mejillas de la bruja mientras bajaba la mirada un tanto apenada. Había descubierto que era lo que a aquel hombre le gustaba u debía aprovecharse de eso para hacerlo salir de su escondite. -Por una bella dama como usted y con la clase que ostenta... Sería una falta de respeto de mi parte no hacerlo-el hombre tomó la mano de Jessie que estaba en su pecho entre las suyas aferrando la con un poco de fuerza. Inclinada por sus descubrimientos, Jessie se acercó al oído derecho de Arthur detallándole el lugar donde se encontraba y antes de retirarse le obsequió un beso en la comisura derecha de sus labios, dejando al hombre con la vista un tanto perdida. -Entonces, lo espero mañana al medio día, para la hora del té pasarla juntos, no puede fallarme Sonrió Jessie poniéndose de pie tomando la mano que le ofrecía Arthur en apoyo. Tomando la estola de uno de sus cazadores, la colocó con delicadeza a la espalda de Jessie, cubriendo el marcado escote de la bruja y deleitándose con lo que veía. - Jamás haría una falta de respeto tan grande hacía su persona, Sasha- la entrego con delicadeza al hombre que la había llevado desde el mercado hasta la casona de Kendrick y lo fulminó con la mirada antes de exclamar-[/b]llévala a dónde te pida, no hagas preguntas, ella sabe cómo nos movemos[/b] -spnrio en dirección; de Jessie y está le obsequió una elegante sonrisa. -Nos vemos mañana Siguió al hombre hasta la camioneta y espero hasta que esté le abriera la puerta para subir, todo el camino lo ignoro salvo para decirle que la dejara exactamente en el mismo lugar donde se vieron y se fuera lo antes posible, no quería que lo vieran con él. No pasó mucho tiempo para que llegarán al mercado negro y finalmente Jessie emprendiera el regreso con Mohammed; por el camino se metió en una de las callejuelas oscuras para volver a cambiar su aspecto al que había tenido cuando llegara a aquel lugar. El aspecto de Alessandra.
  12. http://F9Y9VUG.png http://i.imgur.com/F9Y9VUG.png Un aula grande con camillas pulcramente ordenadas a cada lado con un largo pasillo en el medio. Unas mesillas con largas patas y rueditas estaban en cada esquina del aula con varios frascos de vidrio con distintas cosas dentro que necesitaran durante la clase. En las camillas había unos bultos que se irían transformando conforme sus alumnos fueran terminando con los trabajos. Ella había tenido muchas formas de enseñar pero aquella hace mucho que no lo utilizaba. Suspiro pasándose por entre las camillas tendidas con pulcritud, revisando que las ventanas estuvieran abiertas y la enfermería ventilada. El mosaico del piso estaba higienizado al grado que la nariz podía percibir un ligero olor a hospital que para Jessie era bastante agradable. Una bata blanca cubría un corto vestido color negro que a cada paso de Jessie podía percibirse cuando la bata se abría en la parte baja, llevaba unos tacones gruesos en color negro opaco y su cabello recogido en un alto moño con un listón negro. Su varita mágica estaba oculta bajo la manga de su bata en su brazo izquierdo. Se recargó en la mesa del frente observando todas las camillas esperando a que los magos llegaran. No sabía que esperar de la clase, como se iba a desarrollar porque a ella no le gustaba imponer; más bien le gustaba dejar que ellos se explayaran y dieran lo mejor de sí. Ella ya sabía qué hacer y cómo actuar, ellos eran los que venían a aprender. La campana del castillo anunció el medio día cuando el sol se posiciono en lo alto del cielo sin mostrar sombra alguna. -Las doce, llego la hora Con un simple movimiento de varita abrió las puertas de aquella magnifica aula que había trasformado en una enfermería. Sonrió con amabilidad siempre simulando una cara amigable a la gente que no sabía que ella era mortifaga, sabía que con Juv no tendría problema. -Buenas tardes, bienvenida a su clase de primeros auxilios mágicos, mi nombre es Jessie Black Lestrange y seré su instructora en esta clase Comenzó a caminar acercándose a la bruja que acababan de ingresar en el aula aun con esa sonrisa que escondía más de lo que la gente podía percibir a simple vista. Ladeo un poco el rostro en una mueca de inocencia que sabía que pocos conocían como fachada, sus grises ojos brillaban de inocencia y placer por lo que estaba haciendo. Amaba dar esa clase y lo disfrutaba. - Aquí descubrirán como curar desde heridas simples hasta cosas muy completas, como el restaurar la vida de las personas, veamos con que amuletos cuentas de sus libros de hechizos y a partir de ahí podemos ver cuáles son las especializaciones que podemos llevar en la clase Les cedió las palabras a la bruja para que esta le dijeran que esperaba para su clase de primeros auxilios y que tanto era lo que conocía de la misma.
  13. ID: 109560 Nick: Jessie Black Lestrange Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107236 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento:http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=92275 Nivel Mágico: XXII Fecha: 2018-06-27 Nombre del producto: Libro del Caos Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): XX Precio: 20000 galeones Precio total: 20000 galeones
  14. Había notado cuando dos hombres se acercaron a ellas presentándose como quienes cuidaban las reservas, uno era el aprendiz y el otro el encargado principal. Le sorprendió que ambos fueran magos aunque uno de ellos mencionara que su magia era limitada. No le tomo importancia, a menos no de momento porque era algo que no tenía mayor relevancia. Escuchó las palabras de ambos y vio como Majilis se iba con Alí dejando a Jessie y Alessandra con Mohammed. Las llevo en un vehículo hasta cerca de una de las reservas donde ellas trabajarian, cerca había un mercado que ocultaba la entrada, a palabras del mismo Mohammed, de un mercado negro. Su misión era infiltrarse y obtener información de lo que ahí tramaban para dar con el o los responsables de la muerte de tan bellas criaturas. Volteo a ver a Alesandra sabiendo que ambas deberían trabajar en conjunto y aunque le gustaría y haría mejor trabajando sola debía saber que opinaba ella pero antes echaría un vistazo al mercado. -Piensa qué harás, yo tengo un plan que pienso poner en marcha, si quieres, te espero en la entrada del mercado en veinte minutos Bajo del vehículo con elegancia sin esperar respuesta y comenzó a buscar y comprar lo que necesitaba para hacer funcionar su plan. Sabía que Majilis les había prohibido utilizar magia pero si ella no se enteraba no era como si estuviera rompiendo las reglas, además ella no era de seguirlas. Espero a que Alessandra llegará pero al no verla se ocultó entre las sombras en el callejón a sus espaldas y comenzó a cambiar poco a poco su atuendo. Su cabello se tornó negro como la noche, sus ojos verdes cual esmeraldas brillantes. Sus labios se engrosaron dándoles una carnosidad envidiables de un suculento tono rojizo. Su pecho se abrando un poco y sus caderas se hicieron más anchas mientras su cintura encogía. Cambio sus ropas por un hermosos vestido que se Celia perfectamente a su silueta acentuando cada uno de sus atributos en un bello color verde oscuro con la espalda descubierta hasta el nacimiento de sus glúteos en la cintura, una falda tubular recta y un fino escote en V en su pecho resaltando los mismos. Una estola negra de piel de pantera colgaba con delicadeza de sus brazos ocultando un pequeño bolso negro que ocultaba perfectamente su varita mágica. Zapatos de tacón alto en punta color negro, un collar de diamantes y pendientes del mismo material finiquitan su atuendo. Ahora solo esperaba que Alessandra se decidiera a venir o bien ella podría comenzar por su cuenta. Había esperado más que el tiempo suficiente y Alessandra parecía que no llegaría; no podía seguir perdiendo el tiempo sobre todo porque entre mas esperacen los contrabandistas podrían esconderse o escapar sin que ellas pudieran cumplir con lo que habían venido ha realizar. Suspiro intentanto tranquilizarse y tomando la postura que cada día tomaba en el ministerio para enfrentar el día a día de su trabajo, soportando gente con la que regularmente no se relacionaría. Caminaba de forma altiva, volteando a ver a toda la gente a su alrededor como los seres inferiores que eran, con una mueca de desagrado en su delicado rostro, con una actitud sospechosa como si se ocultara de alguien ingreso en uno de los callejones que Mohammed les había indicado. Caminaba por el callejón sabiendo en donde se metía, observaba todo a su alrededor fingiendo buscar algo de su interes, veía cosas bastante interesantes exhibidas en algunas ventanas de casas pero nada de eso llamaba su atención. Sabía que la seguían pero debía fingir que no se había dado cuenta, al menos por un rato más. Entró en una de las casas que más llamó su atención por lo que ahí había en una de las ventanas, al ingresar comprobó que sus suposiciones no eran erroneas. Sonrió de medio lado tomando uno de los craneos y lo examinó con cuidado cuando escuchó la puerta volver a abrirse. Dejó el craneo en su lugar y sin voltear a ver a sus perseguidores exclamó: -Esa no es la forma de tratar a una dama de sociedad, caballeros -Perdóne usted señora, pero comprendera que es raro ver a una mujer como usted en un lugar como este- dijo un hombre de mediana estatura, cabello café castaño, ojos color azul y porte aristocratíco. Jessie volteo a verlo de arriba abajo con altivez en su mirada, camino los dos pasos que la separaban de aquel hombre e irguiendose en toda la estatura que tenía en aquel momento observó. -¿Y porqué no habría alguien como yo por aquí? Mis contactos me han dicho que es precisamente en este lugar donde puedo encontrar lo que necesito Su voz era fría, destilando el desprecio que sentía por aquel vulgar muggle pero ala vez con ese toque de sensualidad que invitaba a seguir escuchando a la mujer de negros cabellos. -Vera... mi... señora, gente como usted no suele venir por estos lugares, a menos que busquen cosas en especifico, cosas que, en otro lugar, sería dificil de conseguir, por no decir... prohibido- un hombre un tanto más alto que Jessie se acercó por la derecha a la chica, con voz melodiosa, gruesa. Sus pasos eran lentos pero seguros, demostrando que era, sino el lider de la organización, si al menos alguien con un nivel jerarquico superior al primer hombre que había hablado primero. -No se si prohibido sería la palabra que yo utilizaría, pero no es algo común lo que vengo a buscar aquí y la unica forma de obtenerlo no es la... correcta. Observó al hombre divertida, era de tez clara, ojos negros como la noche, cabello oscuro con una ligera coloración canosa que lo hacía ver un tanto interesante. Sonrió en su dirección con elegancia pero dandoles a conocer que era ella quien mandaba en aquella situación. -Puede ser que mi jefe tenga lo que usted busca- repuso extendiendo su brazo ofreciendoselo a Jessie con porte y elegancia. -Podría ser. Con un elegante movimiento Jessie tomo el brazo del hombre de tez clara caminando con elegancia a su lado por la callejuela donde ella misma se había metido. No tenía miedo pero sabía que de ser necesario un simple movimiento de su varita magica y esos hombres terminarían rogando su muerte antes de que alguien pudiera hacer algo por ayudarles. La llevarón hasta una camioneta cuatro por cuatro en color negro, con elegancia entro por la puerta derecha trasera de la misma, observando atenta cada detalle de aquel paisaje, fingiendo fascinación por lo que veía. -En breve llegaremosa nuestro destino, si me permite ¿como es que debería de presentarla ante mi jefe?-preguntó el hombre que había escoltado a Jessie hasta la camioneta que en ese momento conducía la misma. -Sarha McGarret. Contesto sin mostrar el mayor interes en lo que le comentaba en hombre que conducía; por dentro deseaba sacar su varita magica y matarlos a los dos en ese mismo momento pero sabía que debái esperar, ser paciente, pues ellos eran quienes la llevarían a donde requería ir.
  15. ID: 109560 Nick: Jessie Black Lestrange Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107236 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento:http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=92275 Nivel Mágico: XXII Fecha: 2018-06-27 Nombre del producto: Libro del Caos Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): XX Precio: 20000 galeones Precio total: 20000 galeones
  16. Primeros auxilios Ella no estaba ahí para auxiliar a los estudiantes, para eso tenían a la enfermera del colegio y en todo caso si estudiante si quería una mayor práctica. Sonrió a las.palabras del chico, era verdad, a ella lo que le pasará a esos intentos de magos, escoria, poco o nada le importaba; se encogió de hombros cuando lo vio partir en dirección de una de las chicas que había salido del aula tosiendo descontroladamente. -Nada mal Apuntaba los avances del Karkarov en una tabla metálica con pergaminos a vida de pasar a los directivos de la universidad los resultados de su alumno en aquella asignatura. Evaluaba cada uno de los movimientos del mago, negando a unas acciones del mismo y asintiendo a otras. No era de extrañarse que ahora las nuevas generaciones no supieran gran cosa sobre cuidados mediados tras un accidente o evento catastrófico, esperaban hasta el último segundo para aprender. -Nada mal Karkarov, aunque no entendí muy bien porque has puesto una férula en su brazo... ¿Es a caso que se ha roto el radio o el cubito? De ser así, ¿ya le has dado poción crece huesos? No puedes inmovilizarlo sí aún no le has dado los cuidados mediados a tal situación, podría ser un error garrafas y la enfermera de la escuela te reñira por este fallo Se encogió de hombros mientras apuntaba otra cosa en si pergamino finalizando la evaluación de su alumno. -Bien Karkarov, volvamos al aula para terminar tu evaluación, ver qué es lo que aprendiste y cuáles dudas es lo que te quedó a partir de lo que acabas de hacer Camino hasta su escritorio esperando que su alumno la siguiera y expresará sus dudas y darle su evaluación final.
  17. India. Un lugar árido, lleno de arena y sol. Había edificios por todos lados, algunos muy grandes y hermosos, otros un poco más austeros y efímeros. Tenía que camuflarse en aquel lugar, llamar la atención no era recomendable en lo que a Jessie respecta. Ha esta altura ya tenía una apariencia que no concordaba con el lugar, adicional a esa situación se vio forzada a utilizar ropas que la denigraban y la hacían sentir incómoda. Analítica y controlada mente observó cada uno de los rasgos en los transeúntes, la genética cambiaba de lugar a lugar siendo esto una clave crítica para lograr el resultado de una transformación exitosa. Notó y tomó nota mental de la forma más común de la fisonomía, notando que la nariz estaba más perfilada, un característico y brillante cabello lacio, una cara en forma de diamante con un llamativo color moreno. Meditando todo esto cerró sus ojos y en medio de una intensa pero breve concentración cambio los rasgos faciales para integrarse. Debía hacer los cambios de forma sutil, mientras caminaban sigilosamente por las angostas calles, antes de llegar a la casona donde los tigres estarían. -Majilis...- preguntó volviéndose hacia la Arcana con algo de duda en su rostro, aunque con determinación en sus ojos azules - ¿Que es lo que tenemos que hacer exactamente?—, hizo una breve pausa y luego de su respuesta continuaron andando por entre las empolvadas calles de piedras. En un angosto tramo encontró un bastón abandonado en medio de la calle el tomó para si. Modifico un poco más su apariencia para aparentar mayor edad. Continuaron caminando cuesta arriba hasta salir un poco del pueblo, encontraron entonces el templo de Shiva, una deidad de los lugareños. La suave brisa caldeada acariciaba las pieles de las tres brujas haciéndolas sentir algo acaloradas. Diseminados en el lugar habían algunos árboles y algunas rocas de diferentes tamaños. Jessie tomó la delantera y conjunto a sus compañeras se acercaron detrás de una enorme roca antes del templo. Había escuchado el indiscutible sonido de un rugido.
  18. Sabía que debía de apoyar y ayudar a aquellos estudiantes pero le eran tan insignificantes que ella no creía que mereciera su tiempo ni su esfuerzo. Observaba al Karkarov ir curando de a poco a los pacientes así que prefirió ponerse a evaluar los avances y logros del chico. Al parecer era más habilidoso de lo que el mismo creía y eso a Jessie le gustaba. Con una sonrisa de falsedad saludo al joven animandolo a que siguiera trabajando. Aun le quedaban muchos niños más que atender. -Vamos Karkarov, aquella niña parece estar asfixiandose y el otro se está llenando de furunculos Se cruzó de brazos esperando a que el mago terminará porque ya estaban en las últimas de la clase. -No pierdas el tiempo... Quedan pocos minutos de la clase Observaba lo que había hecho hasta el momento y estaba satisfecha con el nivel que el mago había alcanzado.
  19. Observo con cierto recelo lo que Majilis les estaba entregando. Lo tomo con las puntas de sus dedos y una mueca de desagrado en su rostro. Sus cejas se iban alzando conforme escuchaba la explicación de la Arcana sabiendo que no debía negarse. Resignada, agitó la varita mágica creando un biombo, procedió a rodearlo y comenzar a cambiarse. Aunque no fuera su cuerpo seguía sin gustarle que la vieran desnuda. Se sacó el vestido desabrochando el cierre lateral y lo desapareció en el acto para poder colocarse esa... Ropa de la Arcana le había proporcionado. Encontró el primer problema, al parecer con aquella ropa no debía traer sostén, así que rodando los ojos se lo quito para también desaparecerlo. Se sacó los zapatos de tacón alto y se puso unas especies de balerianas con brillantes por todos lados y de color amarillo con una fina línea azul alrededor. Escondió su cabello bajo el manto y cubrió su rostro con el velo azúl a partir de su nariz. Colocó una especie de rombo de cristal en su frente y cuando se cercioró de que nada estaba fuera de lugar desapareció el biombo para encontrarse con su compañera y la Arcana. -Los detalles son importantes, con un solo error y podríamos ser descubiertos Ella lo sabía perfectamente ya que en su día a día debía ser otra persona distinta para que descubrieran sus hábitos de crianza, su sed por la pureza de la sangre y la supremacía mágica. Observó las fotografías con cuidado, detallando cada minúsculo detalle para no olvidarlo. Escuchaba a Amara con atención y asentía a sus palabras aferrando su varita como un acto reflejo. No usar la magia; aquello no se lo esperaba. Guardo su varita mágica dentro de sus ropas verificando de tenerla a la mano de ser necesaria, una vez lista observó a Majilis esperando a que ella diera la orden de irse.
  20. Primeros Auxilios Entendía la pregunta de su pupilo. Se sorprendió al saber que este venía de Durmstrang aunque en el pasado tuvo una alumna que vino de Beauxbatons así que no era tan extraño que en Londres hubiera gente de todo el mundo, incluso ella venía de una escuela Italiana que nada tenía que ver con la grandiosa Hogwarts. - Sí conoces el poder destructivo de la magia debes de comprender su contraparte. Comenzó a caminar moviendo la varita y desapareciendo los cuerpos con los que ya habían terminado, sonriendo con amabilidad al mago aunque realmente no lo fuera del todo sincera. -La magia curativa es muy compleja por no decir que la más compleja. Un mal empleo de la misma y podría terminar en acciones legales para el paciente. Soltó un suspiro y observó por la ventana, fascinada como siempre que hablaba de estos temas. -Hay diversas formas de curar todas y cada una de las afecciones. Ninguna está mal y todas son correctas pero cada mago y sanador se enfoca en lo que más le sirve a este como para lo que va a realizar, desde un simple episkey hasta algo más complejo como una reanimación. Guardo silencio escuchando la siguiente pregunta de su alumno pero está fue cortada en medio de una gran explosión y gritos por todos lados. -¿A querer te refieres con neutral Karkarov? Hace años que la guerra ha concluido pero hay gente que aún cree que hay mortifagos en londres, eso es ridit Siguió a Vladimir fuera de la sala donde estaban llevando a cabo la clase y observó cómo se ponía a trabajar uno tras otro de sus compañeros de estudios. -Este es un buen momento para que te explayes y pongas en práctica tus breves conocimiento y sobre la marcha iremos aprendiendo más Sonaba cruel pero no había mejor forma de aprender que en medio de una tragedia y ella mejor que nadie lo sabía.
  21. Volteo a ver a su hijo de forma escéptica, arqueando una ceja y escrutandolo con sus grises ojos. Torció un poco los labios formando una mueca de desagrado y negó soltando un suspiro. -Creo que el rubro del local está más que explicado, cafetería y tienda de regalos. Hay vino pero empaquetado en cajas y listo para regalar, solamente o puedes pedirle a los elfos o incluso a Viana que te le ponga un poco de licor a tu té o café. Incluso hay unos pasteles envinados que están delicioso... Su vista se perdió en el mostrador de pasteles y postres. Ella misma se encargaba de la preparación de cada uno de ellos ya que no le gustaba que los elfos metieran mano en eso. Los prefería haciendo café o te. Escuchó el breve intercambio entre el mayor y la menor de sus hijas. Bufo cansada al darse cuenta que tal vez jamás logré que aquellos cuatro se lleven bien. Pero su atención volvió al presente cuando vio de reojo como su hijo sacaba su varita mágica y apuntaba a Uri. -Ni se te ocurra, son mis elfos. A ellos no tienes permitido hacerles ningún tipo de daño Matthew, o te pondré a hacer lo que hace Viana cada que la sorprendo haciéndole travesuras a los elfos La eludida puso cara de sorpresa, fingiendo que ella jamás hacía nada y haciéndose la ofendida con Jessie. Está rodó los ojos y negó divertida.
  22. Se sorprendió al escuchar las palabras del Black. Aquel había sido un secreto que había guardado por bastante tiempo y que hubiera hecho aquello sin que Jessie se diera cuenta... -Eres increíble Otto Black, en serio Se puso en puntas de pie y beso los labios de su esposo, enterrando sus pequeñas manos en el cabello blanco del patriarca Black. Se alejó un poco de él pegando su nariz a la de ella y observando con cuidado los ojos de su amado. -No sé cómo agradecerte todo lo que haces por mí... Y sí, creo que esto... Esto termina de sellar nuestro matrimonio... Oh Voldemort, por Merlín, estamos casados Un pequeño grito escapó de sus labios provocando el sonrojo de la Black Lestrange que oculto su marfileño rostro de nuevo en el pecho de su esposo.
  23. Aquello no era lo que esperaba y mucho menos lo que se imaginaba. No sabía que decir cuando Otto finalmente abrió la puerta de la habitación, sus ojos se abrieron de par en par sin saber que decir ni mucho menos hacer. Camino como si se encontrará en un trance al interior de la habitación, observando todo con sus grises ojos brillando de emocion. Su rostro se movía de un lado a otro intentando captar todo y sus sentidos se maximizaron intentando obtener la mayor información posible. -Otto... Amor, ¿Cuando... Cuando hiciste todo esto? Se encaminó hasta la cama sentándose en la orilla, sintiendo la madera de Olmo con que el arcón estaba elaborado, los detalles de este, hasta el más minúsculo de ellos. -Otto... Yo... Gracias Se puso de pie y corrió a los brazos del patriarca, ocultando su rostro en el pecho del mago y sonriendo agradecida por lo que había hecho por ella, por ambos.
  24. Primeros auxilios Jessie observaba el avance de su alumno quien había optado por amputar la mano de su paciente. No lo culpaba, ella hubiera hecho lo mismo como principiante mas ahora sabía que la mayoría de los casos podían tener solución. Lo observó manejar al siguiente paciente que tenía un cuadro avanzado de histeria post traumático, secundario a algún evento de intercambio de hechizos en medio de un ataque. Muy común en el pasado pero ahora eran escasos. Internamente aplaudió los movimientos realizados por el Karkarov, nada mal para un principiante aunque solo le faltaba algo. -Yo te recomendaría que le dieran una poción para dormir sin sueños, eso le ayudará a que descanse y se recupere mejor Sonrió con amabilidad, ocultando el deseo de haber sido ella quien provocará aquella clase de shik traumático en alguien. -Bien, hagamos una pausa ya que terminaste con ellos dos. Hasta el momento ¿Qué has aprendido y que dudas son las que te asaltan? Quería tener un conocimiento certero de cuánto es lo que había avanzado con el mago para apartir de ahí pasar a las siguientes etapas de la asignatura.
  25. Sonreía al ver el amor con que Otto la trataba ¿Quien decía que un mortifago y Balck aparte no sabía amar? No conocían a Otto pero ella sí que lo hacía. Se dejó llevar por su ahora esposo, pero lo miro escéptica cuando esté le ofreció una venda. -Eres un tonto cursi y si me dejas caer te las verás conmigo, Black Amenazó poniéndose la venda en los ojos y tomando con firmeza la mano del patriarca. Estaba nerviosa, jamás había hecho algo como aquello, jamás alguien le había hecho una sorpresa de ese tipo y ella estaba sumamente inquieta. Caminaba lento intentando no tropezar con nada y cuando finalmente llegaron a su destino Otto coloco las manos de la joven bruja en un picaporte y le dijo que podía destapar sus ojos. -¿De qué va todo esto? Preguntó tras quitarse la venda y observar la puerta entonada frente a ella. Volteo a ver a Otto y de nuevo la puerta. No entendía mucho así que optó por cerrar sus grises ojos y ocultarse en el pecho de su esposo. -Abrela tú... Yo... Estoy muy nerviosa

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