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Bridget Wenlock

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Todo lo publicado por Bridget Wenlock

  1. http://i.imgur.com/hVlOc9a.png El lugar que precedía a la bóveda de la descendiente más joven de los Black estaba totalmente cubierto de moho, el suelo cubierto de densas cantidades de barro y la única forma de llegar hasta allí era a pie, descendiendo por unos caminos de techo bajo que imitaban un laberinto. Muy a pesar del revuelo que aquella travesía implicaba, a la pelirroja le gustaba recorrer esos pasajes con tal de pasar unos minutos o quizás horas en uno de sus lugares favoritos en toda la tierra, no solamente por la seguridad que sentía allí dentro, si no por la cantidad de valioso objetos que habían tenido lugar allí un día. Dos huellas de palmas de manos estaban selladas sobre el muro de roca al final de ese oscuro camino, ahí nadie más que Bridget podía poner sus propias manos, que encajaban perfectamente y activaban la primera barrera de seguridad de su bóveda. Finalizado ese procedimiento el muro de roca ficticio se desvanecía y detrás de este relucía un enorme portón de gruesa madera vieja, de tallados delicados que imitaban el mecanismo del ingreso al Castillo Black. Allí la bruja hacía uso de su varita, dibujando con la punta de esta un par de runas antiguas que se encontraban entremezcladas entre las figuras de unas esfinges danzando. Estas runas eran diferentes en cada visita, pero la bruja se las sabía todas de memoria, por el significado que tenían para ella. Por fin el portón de madera se elevaba sobre la cabeza de la bruja y le abría paso a un enorme salón de mármol blanco e inmaculado. Alrededor y sobre unos muebles antiguos de pino estaban minuciosamente acomodados todos los objetos que la bruja guardaba allí con gran recelo. A la derecha los estantes con libros de todas las épocas, protegidos con encantamientos del moho y el envejecimiento. Al frente unos escaparates altos que guardaban las pociones. A la izquierda los objetos más curiosos y colgando del techo, por encima de las pócimas, en un apartado con otro sistema de seguridad, aquellos objetos que un día podría usar en batalla. Bridget visitaba ocasionalmente su bóveda, o bien para añadir más objetos y libros a su colección, o bien para extraerlos durante un determinado tiempo. Las criaturas mágicas habían pasado por allí solo para periodos cortos de tiempo, pues la bruja odiaba retenerlos en un lugar tan herméticamente cerrado. Para ellos tenía otra pequeña habitación contigua al salón grande de mármol que se unía con esta por un pasillo poco iluminado. Esta otra habitación era lo más parecido a una pequeño corral de gallinas, que se adecuaba a las necesidades de la criatura mientras esta lo ocupara las horas que fueran necesarias. Perfil de Comprador del MM: 51 Indice de Bienes Objetos Mágicos Pociones Mágicas Criaturas Mágicas Libros de Hechizos Poderes de Criaturas Consumibles en Batalla Fecha de Próxima Actualización: 21/01/2017
  2. Bridget recordaba perfectamente como el último mes antes de emprender aquél largo viaje había ocupado sus tardes en dar largas caminatas por el sector comercial del mundo mágico, pero ciertamente, más allá de esos reflexivos paseos entre los escaparates, las compras no eran lo suyo. Llegó hasta el (para ella nuevo) edificio de Magic Mall por un solo motivo y no estaba dispuesta a perder su tiempo en ninguna otra cosa hasta cumplir su objetivo. Sacó de uno de los bolsillos de su abrigo verde olivo un pergamino doblado en cuatro, con las indicaciones para llegar al lugar indicado, estas se las había facilitado Pipoca, después de hacer las investigaciones necesarias. La pelirroja dio un breve vistazo a los garabatos y luego entró con paso seguro al comercial, que estaba abarrotado de brujas y magos apresurados y otros no tanto. No tardó en encontrar la puerta desgastada que rezaba "Sólo personal autorizado" y se abrió paso después de mirar por encima del hombro. Del otro lado la recibió un evidente olor a humedad. Buscó con la mirada rápidamente y en tres zancadas se aproximó al hombre calvo, que después de una mirada acusadora e intensa, la dejó entrar al viejo ascensor. La Black volvió a sacar el pergamino y continuó con el procedimiento siguiente. Después de un par de minutos que parecieron eternos por fin se le cedió al paso a la tercera planta, que era quizás un poco más lúgubre y solitaria que el resto del Mall. Los ojos azules de la bruja barrieron el lugar de derecha a izquierda y luego se posaron fijamente en la señora regordeta que revisaba unos documentos detrás de un escritorio de mármol en el medio de la sala. - Buenos días -saludó mientras se acercaba, elevando el tono de voz un poco más de lo normal, odiaba ser ignorada. Broohilda, encargada de atender esa planta, levantó la mirada de sus quehaceres de mala gana y sacando un pergamino con algunos espacios en blanco a ser llenados, se lo extendió a Bridget, correspondiendo al saludo en un carraspeo entre dientes. - Gracias -siseó la pelirroja, sonriendo de lado, y después de sacar una pluma del bolso que colgaba de su hombro, prosiguió a llenar el formulario. ID: 112866 Nick: Bridget Wenlock Nivel Mágico: VI (6) Link a la Bóveda Trastero: En proceso Link a la Bóveda de la cuál se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93099 Fecha: 18/10/2016 Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: -- Precio: 1000 G Nombre del producto: Libro de la Fortaleza Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: -- Precio: 5000 G Precio total: 6000 G Total de Puntos: --
  3. Estoy algo confundida sobre el tema de los conocimientos puesto que no sé si puedo tomar uno más... Y nadie me da respuestas al respecto (? De manera que vengo insolentemente a dejar mi inscripción a otro de los conocimientos que me gustaría recuperar nuevamente en mi ficha Algo leí en un post pasado que tenía en este mismo topic sobre que podía tomar uno más asi que consecuente a ello, aquí me tienen.. Nick: Bridget Wenlock ID: 112866 Conocimiento: Historia de la Magia Nivel de Magia: 6 Link a la Bóveda: 93099 Link a la Ficha: 93075 Si hubiera algún problema al respecto o no pudiera tomar el conocimiento estaré atenta, supongo que alguien me informará (? En fin, eso, saludos a quien corresponda
  4. Su mirada había estado posada sobre un viejo jarrón que descansaba en una de las esquinas del rellano a manera de adorno, cuando una figura que había avanzado hasta ella se manifestó con un saludo que la sobresaltó. Bridget se giró de golpe, tratando de parecer inofensiva pero con la ceño fruncido por el susto. —Hola —respondió con un hilo de voz, y luego dio un paso atrás al reconocer el rostro. Solo unos minutos atrás había estado rogando por Merlín no encontrarse con nadie que pudiera dar rienda suelta a sus recuerdos, y allí estaba frente a ella, una de las brujas con las que había compartido tanto en el bando mortífago. Era evidente que también había sido reconocida, porque en cuestión de segundos la mujer en frente de ella la llamó por su nombre y después de dudar un par de segundos más, se adelantó y la hundió en un abrazo extrañamente caluroso. —Leah —correspondió al saludo y pronto al abrazo también, estrechando la cintura de la bruja. Al final era tranquilizador ver un rostro familiar. Sonrió de lado ante el comentario de Leah y luego respondió—. Acababa de llegar de hecho, siento irrumpir de esta manera. Asintió ante la invitación de la mujer y la siguió de cerca, estirando la mano para tomarse del brazo de la bruja. Agachó la mirada y unas punzadas le entumecieron el costado izquierdo por encima de las costillas. Si Leah estaba allí, ¿con quién más tendría la fortuna o la desdicha de cruzarse? —¿Estabas con visitas? —preguntó, elevando la voz quizás un poco más de lo debido. @
  5. Llevaba una túnica de un naranja llamativo, muy raro en ella, comparado con sus conjuntos de ropa en puros colores oscuros. Se ceñía en su cintura y las mangas eran ajustadas también, dentro de una de ellas escondía su varita como de costumbre. Sobre sus hombros colgaba una capa de tonos plateados, que lanzaban destellos a cada paso que daba la pelirroja, acercándose a la reja del mismo tono que cercaba una vieja cabaña a punto de derrumbarse. Lyra le había indicado el proceso que debía seguir para poder ingresar en los terrenos del Castillo Ivashkov así que sin dudar ni un segundo se acercó hasta la verja y levantando ambas manos con seguridad, se aferró a los barrotes con fuerza mientras una fuerza mágica la arrancó de golpe del suelo, arrastrándola por un torbellino de colores y destellos que la devolvió de golpe frente a la puerta enorme de hierro. Los ojos azules e inquisidores de Bridget lo escudriñaron todo en cuestión de segundos. Aquél era un lugar completamente desconocido para ella y una incómoda ansiedad comenzó a crecer en su interior. Ya ahí, frente a lo que serían cambios drásticos en su vida, frente a la decisión de recuperar su vida en el mundo mágico se sintió insegura y tuvo que aferrarse al muro junto a la puerta. Lo cierto era que no estaba segura si en esa propiedad habitaba alguien a quien ella conociera, y una vocecita en su interior imploró que no fuera así, porque si había algo con lo que no quería enfrentarse todavía, era su pasado. —Aquí vamos —se oyó decir, mientras daba un paso al frente para empujar el enorme portón de hiero. Lyra también le había dicho que podría entrar sin problemas, si eso quería, y si no podía llamar al timbre y esperar que un elfo la atendiera, sin embargo, en ese momento y en esas condiciones no estaba para formalismos. Entró en el rellano y dando dos pasos al frente esperó que el portón se cerrara detrás de ella. Movió los dedos de ambas manos con nerviosismo y se rodeó el cuerpo con los brazos. Se sentía desprotegida, distinta, desconocida para todo ese mundo que nuevamente se desplegaba frente a ella. Sus cabellos cortos caían despeinados alrededor de su rostro, enmarcándolo con esos tenues reflejos rojizos. Frunció el ceño y avanzó algo insegura. Escuchaba voces en los pisos de arriba, y el susurrar de los elfos domésticos en las habitaciones de servicio que seguramente estaban cerca de ahí. ¿Dónde estaba Pipoca? Ella era la única criatura que podía proveerle información en ese momento para darle más confianza sobre lo que podía hacer al minuto siguiente. Giró sobre sus talones y elevó la mirada para admirar cada detalle del interior del Castillo, esperando que cayera un cuerpo sin vida del techo o que alguna criatura extraña la sorprendiera por detrás, cualquier cosa que pudiera arrancarla de sus pensamientos tóxicos sobre el pasado.
  6. Holis holis.... Yo también estoy de regreso al forito y como quiero comenzar con el pie derecho, vine a ser parte de la familia (? Ya luego viene lo mas pesado de cambiar y actualizar la ficha y eso e.e Pero en fin, dejo los datos y espero rolear compulsivamente en el Castillo muy pronto (? Nick: Bridget Wenlock Ficha Personal: http://www.harrylatino.org/topic/93075-ficha-de-bridget-wenlock/ Bóveda Personal: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93099 Elfos o mascotas: Pipoca Negocios (sólo si los tiene): --- Indicar de quién quieres ser familiar: Hija adoptiva de Lyra (sólo si quiere (?)) Parentesco sanguíneo o adoptivo: Adoptivo Mencionar en qué otra familia estás: Black Skype: No lo uso, pero si es necesario puedo hacer un esfuerzo (? PD: Dejo el espacio de parentesco en blanco a pedido de Zack que me ayudará a tomar las decisiones fuertes el día de mañana (? Yo por hoy cumplí con él de venir si o si por acá Saludooos!
  7. Bridget continuaba mirando a Mack mientras empezaba a reaccionar de alguna forma. Era como una escena repetida: levantaba la cabeza, podía mirarla unos segundos sin reconocerla y nuevamente se le doblaba el cuello, como una muñeca rota, de esa forma varias veces. La Black no quería acercarse ni tocarla, con el temor que lo que fuera que estuviera viendo o el tipo de magia que estaría recibiendo se le pegaría si lo hacía. De pronto la chica cayó desparramada al suelo, como un juguete muggle al que se le acaba la batería. Hades apareció desde atrás para sostener a la Malfoy justo a tiempo. Bridget en cambio se bloqueó por completo en ese momento. Sintió como las extremidades dejaban de responderle y se quedó mirando estupefacta al muchacho que había aparecido de la nada. Al momento de despertar de su ensueño reparó en que habían otras presencias en la habitación, pero en ningún momento se paró a analizar de quienes podía tratarse. De pronto, y como para añadirse a sus problemas una mujer entró por la misma puerta por la que habían llegado todos, gritando amenazante algo sobre que no podían obtener nada de ella. La pelirroja reaccionó de pronto, como si le hubieran lanzado un hechizo que debía esquivar, aunque no hubiera sido así. Miró hacía atrás sobre el hombro y distinguió una silueta en posición de ataque hacia ellos. Recordó al mirar a su mano derecha que todavía tenía su varita lista para atacar, pero decidió quedarse inmóvil y observar los movimientos de sus compañeros primero. Unido a la cadena de sucesos que se daban más rápido de lo que Bridget podía comprender, un destello de luz hizo presencia sobre una de las columnas que sostenía la habitación, pero aunque la mortífaga pudo quedarse mirando aquél espectáculo de luces, su mirada estaba completamente clavada en la mujer rubia de vestido otrora blanco inmaculado y ahora completamente sucio y raído. Esta se había acercado hacia el grupo casi corriendo, a tomar en sus brazos a Mackenzie que todavía estaba completamente inconsciente. La tomó de forma delicada, con todo el cariño y cuidado de una madre, poniendo en sus manos una lanza. Bridget tenía la boca ligeramente abierta por la sorpresa y sin darse cuenta había resbalado por el muro hasta quedar en cuclillas junto a Hades y al par de mujeres. No fue hasta ese momento que se dio cuenta que Katara también estaba allí, observando la escena tan impactada como ella. La voz de la nueva integrante del grupo volvió a escucharse, con una pregunta que ya resonaba en la mente de Bridget: "¿qué estamos haciendo aquí?. La pelirroja negó con la cabeza, como si alguien iría a verla, desconociendo la respuesta a su propia cuestionante. Podía describir como habían llegado hasta allí, cada paso que habían dado y cada decisión que habían tomado, pero lo cierto era que detrás de todo, desconocía los motivos que los había impulsado. Escuchó la explicación que dio Katara, pero solo oyó en ella el eco de sus pensamientos. Al final dudaba de quien realmente corría peligro allí. Por medio de su breve estadía dentro del templo y la desvariada explicación de Mackenzie de aquellas runas logró comprender que sus almas estaban en juego, y que se habían metido en un embrollo del que no podrían salir intactos. La Black se enderezó temerosa, pues sentía una presión distinta en el aire, como en la primera habitación, cuando parecía que sombras de todos los tamaños los rodeaban amenazantes. Mackenzie acababa de despertar y la oyó murmurar algo que no comprendió, pues se encontraba distraída mirando los halos de luz azul que comenzaban a rodearlos, como un nido sin salida. Bridget se puso rápidamente en pie, y como para confirmar sus temores se oyó en todo el templo y sus alrededores un estruendoso ruido, proveniente de todas las salidas que acababan de ser selladas. Ya no existía escapatoria, alguien debía entregarse. El resto de sus compañeros también se había puesto dispuesto a atacar. La mujer que antes solo era una silueta se acercó para ser parte del grupo un momento, pero no pasó más que unos minutos para que estuviera otra vez de pie, a la espera de atacar a lo que sea que se estuvieran enfrentando. Hades rondaba callado la habitación y Elvis parecía haber perdido el control de su actitud tranquila de antes. A Bridget le invadió una ola de miedo al mirar al resto y las condiciones en las que reaccionaban. ¿Cuántos se habrían dado cuenta ya que habría que sacrificar algo? ¿Cuántos más podían leer las runas al igual que Mackenzie y relacionar todo aquellos de los gitanos con el pago con almas? ¿Cuántos eran conscientes de que la deudora y la causante de todo aquello era la mujer que debió presentarse como su maestra de conocimiento de... maldiciones? Bridget decidió que lo mejor era mantenerse un poco más apartada del grupo, al igual que había hecho Hades. Retrocedió un par de pasos y luego giró sobre sus talones para recorrer la habitación ahora casi completamente iluminada de los halos de luz azul. — ¿Hay manera de salir de aquí? —preguntó elevando la voz para llamar la atención. El resto parecía demasiado enfocado en descubrir como es que todos habían llegado allí y no tanto en la manera de librarse de la maldición en la que parecía que acababan de enredarse todos. Al final ya estaban allí y no importaba la secuencia de sucesos, si no la estrategia que tendrían que poner en práctica para poder salir con vida todos... o la mayoría al menos—. Si alguien sabe más de lo que hemos visto hasta ahora, lo mejor será que hable —canturreó,mientras agitaba su varita por delante de ella y completaba una vuelta alrededor de la habitación, de vuelta con el grupo.
  8. Sus ojos se habían quedado atrapados en la oscuridad, fijos, en lo que sea que hubiera impactado el rayo. Su brazo izquierdo todavía estaba extendido frente a ella, y podía ver una ligera estela de luz al final de su varita, como si fuera una cerilla que no se hubiera terminado de apagar. Escuchó un susurró detrás de ella, proveniente de quien había zarandeado minutos antes. ¿Era un susurro? ¿Era una voz? ¿Un zumbido quizás? Sacudió la cabeza confundida, sintiendo todo el cuerpo entumecido por el frío que todavía abrazaba sus extremidades. Era Mackenzie, dedujo, cuando esta la volvió a llamar y tiró de ella de la mano. Bridget no podía dejar de mirar atrás estupefacta. ¿Dónde estaba Elvis? ¿Había sido atrapado por aquellas sombras hambrientas de vida? Mackenzie había acelerado el paso y Bridget tuvo que mirar al frente para poder ir a esa velocidad. Un lugar pasillo pareció darles la bienvenida junto con una tenue luz que iluminaba apenas un poco su camino. Bridget no estaba nada contenta con como habían sucedido las cosas, pero no tuvo de otra que aferrarse a su compañera, que mostraba más seguridad conforme avanzaban. Poco a poco redujeron la velocidad, y aunque los ojos de Bridget todavía divisaban solo sombras y siluetas, estuvo más segura esta vez de que la que tenía en frente era Mackenzie. — Volvamos —susurró, nerviosa, pero apenas pudo oír su propia voz—. Mackenzie, volvamos —intentó otra vez, pero sentía la garganta seca y escuchaba a la bruja hablar de forma lejana., completamente abstraída en sus palabras. Parpadeó varias veces, aquél lugar parecía un laberinto, un oscuro y misterioso laberinto, para nada un templo. LA habitación en la que se encontraban ahora era casi tan oscura como las otros, y los únicos detalles que pudo distinguir fueron los cuatro pilares que sostenían un techo que no alcanzaban a ver y 4 puertas con detalles de runas al fondo. Siguió a Mackenzie como por inercia, mientras esta continuaba hablando algo sobre las almas. Bridget sentía que la cabeza le iba a explotar, y apenas retenía una palabra de cada 10 que decía la chica. — No te acerques. Salgamos de aquí —murmuró la pelirroja, pero no lo suficiente fuerte como para que la Malfoy le tomara un poco de atención, porque ya estaba acariciando las puertas con la mirada perdida—. Demonios, Mackenzie, vamos a buscar a Elvis —carraspeó, y se acercó a zancadas junto a la chica para tomarla del brazo otra vez. Se encontró con un par de ojos vacíos y un gesto perplejo, como si algo en esos muros le acabara de succionar una buena parte de vida. Sintió que alguien le ponía una mano sobre el hombro y se giró bruscamente, sin imaginarse con que iba a encontrarse. Unos ojos de azul grisáceo le devolvieron la mirada y el gesto de Bridget se inundó de sorpresa, incluso pareció florecer una sonrisa de sus labios que rápidamente se convirtieron en una fina línea. Se concentró en el muchacho en frente de ella y olvidó por completo el templo, la clase, Mackenzie o quién sea que quedraa vivo de sus compañeros. —¿Qué haces aquí? —preguntó bruscamente a Zack, que la miraba en silencio y que había bajada el brazo con el que llamó su atención. —¿Qué crees tú que hago aquí? —siseó el mortífago, con aquél tono característico lleno de sarcasmo que solía utilizar. La Black se quedó muda, sin saber que responder. En su interior tenía todo tipo de emociones revoloteando y sentía que algo muy muy dentro empezó a despertar... "No, Bridget, no, ya sufriste demasiado" Sus mejillas se tornaron rosadas, pero agradeció que aquello no se notara a causa de la oscuridad. Abrió ligeramente los labios para decir algo, pero no se le ocurrió nada por varios minutos, en los que se dejó encantar con cada facción del vampiro. Hacía mucho tiempo que no lo tenía tan cerca, en frente, dirigiéndose a ella, pero nunca, ni lejos de Londres, había olvidado cada segundo que antes pudo pasar con él. — Esta vez no puedo adivinar que te trae a un lugar al que yo no llegué por casualidad ni por una ruta conocida —respondió por fin. Ya no podía mantener por más tiempo la seriedad en el rostro, pues estaba disfrutando de aquél juego de palabras e insinuaciones. El Black acortó la distancia entre ellos con dos simples pasos. Estaban tan cerca que Bridget se vio obligada a agachar la cabeza. Estaba disfrutando del momento, sí, aunque la falta de comunicación del mago todavía no hubiera aclarado la razón por la que se encontraba ahí. Sintió el deseo de tomar distancia otra vez y así lo hizo, retrocediendo un par de centímetros para mirar a su alrededor. El salón principal del Castillo Black. El inmenso ventanal que daba hacia los jardines estaba a su derecha, y por el entraba la luz del sol que ya se ponía. — ¿Cómo que no? Si llegamos juntos —le susurró el vampiro en el oído, como había tenido el atrevimiento de hacer tantas otras veces. Sintió el contacto de sus manos en su cintura y eso disparó un recuerdo en su mente. El mismo lugar, la misma situación, diferente reacción. Un par de semanas antes de partir de Londres Bridget había coincidido con el Black en aquél viejo Castillo, por cosas de la vida, y al intentar arreglar las cosas a base de explicaciones certeras solo había recibido rechazo y arrogancia. "...te invito una cena entre hermanos...", resonó la frase en su cabeza, mientras perdía la noción de lo que sucedía y sentía cada vez más cerca la presencia del vampiro, tan cerca incluso que podía sentir como le quitaba el aire. — Aléjate, solo somos hermanos —bramó, y empujó al vampiro lejos de ella. Se sorprendió al ver que desaparecía como una voluta de humo negro y se encontraba nuevamente en la habitación oscura y vacía del templo. El malestar de aquel recuerdo olvidado seguía latiendo en su interior, junto a su corazón nervioso, insatisfecho. Tenía la boca relativamente abierta y su mente estuvo más confundida que antes. — ¡Mackenzie! —gritó con fuerza cuando al mirar a su alrededor vio a la muchacha apoyada sobre una de las puertas, todavía con la mirada perdida. ¿Cómo podría sacar a la chica de dentro de su imaginación? ¿Cómo podía hacerle dar cuenta que al igual que ella solo estaba soñando?
  9. Al levantar la vista para buscar las miradas de sus compañeros volvió a encontrarse con una oscuridad asesina. Se frotó los ojos creyendo que tal vez a causa del impacto de luz repentino se le habían quedado ciegos por unos segundos. Al levantar los puños de sus párpados y volver a forzar la vista, sus ojos solo encontraron sombras densas, que parecían moverse alrededor de ella y a la vez estar estáticas. Bridget se enderezó de pronto y volvió a empuñar su varita con tanta fuerza que siento punzadas en la mano. Extendió su mano derecha, ahora libre y trató de palpar frente a ella. Abrió y cerró varias veces los ojos, observando apenas unas volutas de aire flotando en una diminuta ranura de luz que venía desde un microscópico orificio en el muro detrás de ella. ¿Dónde estaban? — ¿Elvis? —preguntó con inseguridad. Por primera vez en años sentía que no podía luchar con lo que tenía en frente, sencillamente por el hecho de que no sabía si había algo en frente de ella o era sólo su propia imaginación —. ¿Mackenzie? —intentó de nuevo. Levantó la varita frente a ella y susurró "Lumos". Un fracaso, pues fue como prender una cerilla en un lugar en el que hace falta el oxígeno. La luz al final de su varita se alumbró un milésimas de segundos y luego se dejó devorar sin pelea por la monstruosa oscuridad. En esa milésima de segundo Bridget pudo ver los muros lisos e inclinados de la habitación de la que minutos antes habían escapado. Frente a ella estaban aún las siluetas de sus compañeros, o al menos eso quiso creer. Sentía más miradas sobre ellas de las que podía contar y la sensación de que algo le acariciaba el cuello por detrás le hizo dar un paso adelante, aterrada y molesta. Ya no sabía hacia donde apuntar con la varita. Oyó el susurro de unos pasos e intentando encender una vez más sin éxito su varita, observó una sombra avanzando hacia un pasillo que descendía por una escalera. Caminó hacia allí, porque si habían llegado juntos lo mejor era permanecer juntos. Antes de bajar por el primer escalón se giró para hacer parpadear una vez más su varita. ¿Quién se estaba quedando atrás? La tenue luz de su arma mágica se apagó con más facilidad que en las anteriores ocasiones, pero el apenas perceptible tiempo que se iluminó la habitación aterró de tal forma a la Black que ocasionó que bajara dando tumbos primero 4 escalones y luego 3 más, hasta chocar con la espalda de la silueta que estaba descendiendo por las escaleras. Tres pares de ojos inyectados en sangre la miraron directamente y de forma amenazante. ¿Qué querían de ellos? — ¿Elvis? ¿Mackenzie? —murmuró apenas, pues parecía que sus cuerdas vocales se negaban a funcionar correctamente—, Nos siguen —volvió a intentar, mientras palpaba con la mano libre el cuerpo con el que había chocado hasta encontrar un brazo del que sostenerse—. Debemos atacar —se oyó decir, como si no tuviera control de sus palabras. Sus ojos miraban fijamente hacia la oscuridad por detrás de ellos. Zarandeó a su compañero o compañera, sin saber de quién se trataba. Podía sentir como el peligro y las tres sombras que había visto antes estaban cada vez más cerca. — Cruciatus —dijo sin pensar, apuntando con su varita hacia las sombras. El rayo salió disparado iluminando la habitación e impactando en el objetivo en cosa de segundos.
  10. La primera en seguir a la pelirroja había sido la muchacha que se apareció en medio del bosque, de pronto pareció más ansiosa por encontrar a Mistify que ella misma sumada a toda su clase. ¿Sería alguien importante para aquella bruja? Bridget la observó con curiosidad mientras reducía la velocidad. Un poco fatigada, la chica se presentó, se trataba de Mackenzie Malfoy, un nombre que rebotó en todas sus memorias pasadas. Nunca supo bien quien era, y podía jurar que jamás consiguió tenerla tan cerca, pero sabía de que clase de influencia era en el mundo mágico. — Soy Bridget Wenlock —murmuró, consciente de que responder a la presentación teniendo en cuenta los segundos contados que tenían, no era lo más lógico—. O más bien, Bridget Black —aclaró, y volvió a caminar a zancadas. Conforme fueron avanzando seguidas de Elvis, la oscuridad los cubrió lentamente, como una advertencia de que el mayor peligro estaba cada vez más cerca, o quizás, ya encima de ellos. Bridget ya no sentía el rostro a causa del frío. Los labios se le habían resquebrajado y sentía los dedos agarrotados al borde de su capa que mantenía enredada por delante para cubrirse hasta de la brisa más leve. Desde el momento en que se encontraron con Mackenzie y partieron por el último sector de sendero, el viento había empezado a soplar con fuerza, haciendo un sonido similar al aullido de un lobo. ¿Eso era normal? El cosquilleo que recorría la nuca de Bridget le indicaba que no. La cantidad de poder y de magia que existía allí era incalculable, poderosa y principalmente peligrosa. ¿Qué clase de seres se escondían en la oscuridad que los rodeaba y cada vez era más densa? Un malestar en el estómago idéntico al que la retorció al momento de hacer uso del traslador volvió a hacer presencia en su interior. Sentía sobre sus hombros un par de manos que la empujaban al interior de lo que debiera ser el templo. Quiso girar a ver si se trataba de Elvis, pero sintió rozar su brazo por la derecha y aquello la espantó más que el hecho de que estaban andando a ciegas. Evidentemente habían ingresado a un ambiente más grande, porque el sonido de sus pasos ahora venía acompañado de un eco lejano. Al momento en que sus pies tocaron el suelo liso, Mackenzie hizo un hechizo de luz que iluminó por unas milésimas de segundos la inmensa habitación en la que se encontraban, al parecer en forma de pirámide. A pesar de la inseguridad de seguir adelante, Bridget luchaba contra la curiosidad y con una fuerza externa más que la empujaban hacia quien sabe donde. Escuchó unos metros por detrás de ella la voz de Mackenzie, y como reaccionando de un letargo en el que había estado hundiéndose, regresó junto a ella, sin tener la seguridad de que Elvis continuaba allí también. Sus pensamientos giraban en su mente como un torbellino confuso, pero después de relajar el cuerpo y respirar varias veces de aquél aire pesado, pudo concentrarse en las palabras de la bruja. Tenía los ojos cerrados, como si estuviera buscando unos segundos de meditación, y cuando los abrió, tenían una puerta abierta frente a ellos, de la que entraba una especie de luz natural. Bridget casi se abalanzó sobre aquella nueva oportunidad de salida. El silencio y la oscuridad la estaban aplastando como a una llama dentro de una botella de vidrio. Una vez que traspasó el umbral se apoyó en el muro junto a la puerta y agachó la cabeza para ordenar sus ideas. Todavía sostenía su varita con tanta fuerza que los dedos estaban completamente pálidos y sin vida. Cambió el arma mágica de mano y estiró los dedos varias veces para relajarlos. — ¿Y ahora? —preguntó a sus compañeros, sin levantar los cabeza y sin saber que su destino ya no estaba en manos de ellos.
  11. La pelirroja había caminado a grandes zancadas por los pasillos hasta por fin llegar a los jardines, en los que, por suerte para ellos, en ese momento no se encontraba ni un solo alumno. Venía seguida de cerca de los dos chicos de la clase que tenían el mismo gesto pensativo y de duda que ella. Todo esto del cuervo y la profesora extraviada era lo único que no habían considerado para una simple clase de maldiciones, aunque había que reconocer, allí nada sucedía como creías. Bridget se cruzó de brazos y con disimulo comprobó el imperceptible bulto dentro de su gruesa capa, su varita. Había que actuar rápido y Elvis no dudó en hacerlo, con solo un movimiento acompañado de un par de palabras atropelladas, convirtió el libro de maldiciones en un traslador que los llevaría directo al lugar donde se encontraba aquél curioso templo. La Black frunció el ceño, sintiendo un mal presentimiento en su interior, pero como minutos antes, sintió también que no había otra opción y se vio obligada a poner la mano sobre el objeto justo en el instante en que alcanzaba su máxima tonalidad azulada. El estómago se le revolvió y se vio parte de una espiral de colores que en cuestión de segundos la expulsó a la realidad. Abrió los ojos de golpe y solo encontró a Elvis frente a ella. Al final Hades, el otro muchacho, había decidido tomar su propio camino al igual que Katara. De pronto sus pensamientos de repentina compasión por otros fueron interrupidos, casi congelados, por la helada que empezó a recorrer cada fibra de su cuerpo. Estaban en medio de una montaña nevada quien sabe a cuantos grados bajo cero y ninguno de los dos llevaba una vestimenta adecuada al clima. Las mejillas de Bridget se pusieron tan rojas como su cabello, el resto del rostro pálidos y los labios de un color morado que le daban la apariencia de ser un cadáver andante. Rápidamente la Black se cubrió aún mejor con su capa que ahora le parecía ser tan delgada como la seda. El comentario de Elvis le devolvió un poco de vida a su rostro, ocasionando que soltara una sonrisa de lado. Hasta ese momento había tenido el ceño fruncido todo el tiempo, y relajarlo solo unos segundos le provocó una punzada de dolor, de manera que en cosa de segundos el gesto antipático regresó a su rostro. — Aquí tienes —dijo al chico, mientras urgueteaba en el interior de su capa intentando no titiritar. Palpó las copias de los pergaminos del libro con los dedos, que parecían perder sensibilidad por el frío. Los tomó con fuerza y se los entregó a Elvis. Dio un par de pasos adelante, todavía aferrándose con mucha fuerza al interior de su capa. Un cosquilleo le recorrió toda la espina dorsal, al igual que una ola de calor. Bridget retrocedió de golpe, como si hubiera sido electrocutada. Miró hacia atrás sobre su hombro y se dio cuenta que Elvis ya estaba detrás de ella, iniciando la caminata de búsqueda. — Hay magia —dijo con voz ronca, y luego se aclaró la voz un par de veces antes de volver a hablar—. Está por todas partes. Existe algo más poderoso de lo que pensábamos en este lugar. La pelirroja seguía preguntándose si era necesario continuar, pero sin darse cuenta estaba caminando junto a Elvis que se movía con agilidad y dando uno que otro vistazo al mapa cuando tenían más de una opción en el camino. Caminaron entre árboles y dejando sus huellas sobre la gruesa capa de nieve. Conforme pasaban los segundos, el ambiente se hacía más frío, la luz del día reducía y el silencio más incómodo. — ¿Falta mucho? ¿Sabes donde estamos? —murmuró desde detrás de Elvis que se había adelantado unos pasos. Decidió sacar su varita con un mano temblorosa y cuando la tuvo bien firme entre sus pálidos dedos pronunció un "Lumos" entre dientes para iluminar un poco la penumbra que empezaba a rodearlos—, Tenemos que apresurarnos —insistió, deteniendo al muchacho para volver a echarle un vistazo al mapa. Justo en ese momento otra luz se unió a ellos en aquella casi puesta de sol. Era un mujer que no reconocía de ningún lado y que por cierto parecía conocer al chico que tenía parado a su lado. Bridget dio un paso a un lado para alejarse, al tiempo que le quitaba el mapa a Elvis para poder verlo mejor con la luz de su varita. Ella no daría explicaciones por nadie, y si la única pregunta que había hecho aquella desconocida era dirigida a él, entonces que fuera él quien se encargara de responder. Aprovechó de medir visualmente cada detalle que los rodeaba, para ubicar con más exactitud el lugar en el que se encontraban. Después de varios intentos por fin reconoció su ubicación en esos dibujos retorcidos. — Es por aquí —soltó en tono alto, para llamar la atención de sus oyentes. Su mano izquierda señalaba un sendero que de seguir los hundiría en las mas oscuras tinieblas. Bridget empezó a caminar, mirando de reojo a su compañero y a la espera de que la imatara.
  12. Desde su regreso, lo único que se le había venido a la mente de forma coherente era volver a la Academia para actualizarse un poco sobre como iban las cosas por allí, de paso aprendía algo totalmente nuevo. Tal fue su sorpresa cuando se enteró que no existía más Academia y en su lugar (no en el mismo) se encontraba una Universidad de magos quizás el doble o triple de grande. En el momento en que recibió la noticia por parte de Pipoca, su elfina, de que había sido finalmente aceptada en la clase de Conocimiento de Maldiciones, Bridget no pudo más que contener las ansias de volver a pisar esos pasillos, de rodearse de aquellos libros añejos y envolverse en innumerables páginas escritas en los idiomas más extraños. —Un nuevo comienzo —se susurró a sí misma justo antes de desaparecer, aunque su corazón le indicaba que probablemente todo sería exactamente igual que antes de su súbita partida a Amsterdam. Apareció no muy cerca de la Universidad, pero como ya conocía el camino no se le hizo muy difícil llegar hasta ahí. No se imaginaba los acontecimientos con los que estaba yendo a enfrentarse, de manera que fue vestida lo más cómoda posible: unas leggins de cuero negro, unas botas a juego y un vestido corto de mangas largas y color marfil. El viento azotaba sus cabellos rojos y el borde de la capa gruesa que llevaba atada al cuello como siempre. Sus ojos azules eran indiferentes al hermoso paisaje que representaba la construcción de la Universidad, más estaban atentos a cada detalle o ligero movimiento a su alrededor. Después de caminar por largos y silencioso pasillos, llegó de última a una clase reducida en la que solo pudo reconocer rostros lejanos y la ausencia de la tutora, a quién estaba ansiosa de volver a tener en frente. Se quedó bajo el umbral de la puerta de ingreso al salón mientras observaba con el ceño fruncido a sus compañeros. Pudo reconocer el tono de voz de uno de ellos, cuando este se dirigió a un ave que había invadido la habitación. El otro muchacho le pareció bastante más conocido y en ese momento no supo deducir el porqué. Sobre la muchacha no tenía ni un ápice de idea sobre su identidad, y debido a estas vanas conclusiones fue que prefirió mantenerse apartada del grupo hasta que la maestra, o como se le llamase, hiciera su aparición. Dio un paso para ingresar pero se mantuvo de brazos cruzados y apoyada en el muro, en actitud engreída. Observaba solo de reojo las ideas descabelladas que tenían los demás sobre seguir al ave, como si no se dieran cuenta que allí estaban por otro objetivo. Bufó y estuvo a punto de desviar la mirada de ellos justo cuando reparó en la varita que sostenía aquél desagradable cuervo. La boca se le abrió ligeramente, nada en comparación de sus enormes ojos que ya estaban fijos en el objeto mágico. La pelirroja siguió con la mirada al ave que pareció estrellarse con un estante de libros, o al menos eso se vio desde donde se encontraba la Black. — ¿Qué le pasa al pajarraco? —carraspeó la muchacha, sin el mayor esfuerzo por hacerse oír. Por fin decidió aproximarse ahí donde cayó el libro, junto a la bruja que desconocía que ya se había apresurado a recoger el texto para darle una hojeada. Todo lo ocurrido empezó a tener algo de sentido en la mente de Bridget, que quedó en completo silencio cuando sus ojos alcanzaron a ver una parte del libro, una especie de mapa. Sintió el impulso de ponerse de puntillas para tener un mejor plano de la página y sus significado, pero la otra chica estaba muy ocupada en la suya y como ya empuñaba su varita prefirió mantenerse apartada aún, para simplemente observarla duplicar las páginas que había señalado el pájaro antes de desaparecer en la nada. En cuanto el libro estuvo nuevamente disponible sobre el escritorio, la pelirroja se dispuso a imitar a la otra muchacha, que por cierto acababa de salir del aula después de una despedida desconcertante. Bridget solo comprendió a qué se refería con aquello del "Templo" cuando tuvo entre sus manos la copia del mapa que acababa de duplicar con magia. Con la hoja desplegada frente a ella, permitió que las palabras escritas en los límites de la página encendieran en su interior una curiosidad impulsiva que le provocaba los ojos brillar y que las comisuras de sus labios se ensancharan en una sonrisa retorcida. ¿Clavos de Cristo? ¿Almas malditas? ¿Quién podía estar metido en algo como aquello? La Black pensaba que ya había oído y visto de todo, especialmente en sus mejores años con los mortífagos, sin embargo aquella historia le resultaba realmente nueva. Dio un último vistazo a los pergaminos y después de enrollarlos y guardarlos en un bolsillo interno de su capa, le extendió el grueso texto a los muchachos. Los miró a la expectativa de que tuvieran un mejor plan que el de ir al Templo, pero de todas formas ya había considerado esa como una de sus opciones, pues al fin y al cabo había que encontrar al ave que hasta ese momento parecía tan extraviada como su dueña. — Seguimos al ave —afirmó por fin, como si su mente ya hubiera comprendido que en ese momento era la única salida. Se giró hacia la puerta e inició su camino a los verdes y cuidados jardines del Ateneo.
  13. Dejo el link del post en el que pido el cambio de los conocimientos por si acaso xD Ya pedí quedarme con encantamientos y aritmancia, y todo porque no quiero ni pensar en perder la oportunidad de pasar clases este mes, así que como solo queda un día vine corriendo xD Nick: Bridget Wenlock ID: 112866 Conocimiento: Conocimiento de maldiciones Nivel de Magia: 6 Link a la Bóveda: 93099 Link a la Ficha: 93075
  14. Despues de un total cambio de decision, vengo corriendo a dejar lo que es necesario para poder tomar un nuevo conocimiento en la Academia, principalmente porque de nuevo quiero sentirme parte y no tan nueva (????) No se si es necesario llenar las dos lineas, pero lo hago por si acaso Y creo que ya esta, espero que si porque debo postear esto volando xD Enlace a la ficha: 93075 Conocimientos: Encantamientos y Aritmancia
  15. Holaaa, buen día, buenas tardes o noches, según corresponda (? Paso por acá porque estoy ansiosa de adquirir un conocimiento pronto, y uno legalmente *0* Estuve leyendo un poco sobre el tema y vi que tengo en este momento 4 conocimientos gratuitos en mi ficha, pero se que solo cuentan 2 de ellos, de forma que para mantener los otros dos, tomare las clases Todavía estoy un poco perdida, pero creo que es cuestión de tiempo hasta que agarre el hilo... xD Nick: Bridget Wenlock ID: 112866 Conocimiento: Aritmancia Nivel de Magia: 6 Link a la Bóveda: 93099 Link a la Ficha: 93075
  16. Saldo anterior 6800 G Ingresos N° de posteos del 1 al 31/3/2013 --> 20 Ganancia por posteos --> 1000 G (20 * 50 G) Ingreso por Afiliados Marzo 2013 --> 600 G (3 * 200 G) Ingreso por rating: 1500 G (calificación 3 * 500 G) Total Ingresos ---> 3100 G Egresos Impuesto Marzo 2013 --> -300 G Impuesto por Inactividad, menos de 10 posteos Marzo 2013: 0 G Total Egresos ---> -300 G Ingresos Totales Marzo 2013: 2800 G TOTAL en Bóveda: 9600 G
  17. Saldo anterior 28850 G Ingresos N° de posteos del 1 al 31/3/2013 --> 17 Ganancia por posteos --> 850 G (17 * 50 G) Ingreso por Afiliados Marzo 2013 --> 1400 G (7 * 200 G) Ingreso por rating: 2000 G (calificación 4 * 500 G) Total Ingresos ---> 4250 G Egresos Impuesto Marzo 2013 --> -300 G Impuesto por Inactividad, menos de 10 posteos Marzo 2013: 0 G Total Egresos ---> -300 G Ingresos Totales Marzo 2013: 3950 G TOTAL en Bóveda: 32800 G
  18. Saldo anterior 300 G Ingresos N° de posteos del 1 al 31/3/2013 --> 10 Ganancia por posteos --> 500 G (10 * 50 G) Ingreso por Afiliados Marzo 2013 --> 200 G (1 * 200 G) Ingreso por rating: 1000 G (calificación 2 * 500 G) Total Ingresos ---> 1700 G Egresos Impuesto Marzo 2013 --> -300 G Impuesto por Inactividad, menos de 10 posteos Marzo 2013: 0 G Total Egresos ---> -300 G Ingresos Totales Marzo 2013: 1400 G TOTAL en Bóveda: 1700 G
  19. Saldo anterior 24000 G Ingresos N° de posteos del 1 al 31/3/2013 --> 16 Ganancia por posteos --> 800 G (16 * 50 G) Ingreso por Afiliados Marzo 2013 --> 200 G (1 * 200 G) Ingreso por rating: 1500 G (calificación 3 * 500 G) Total Ingresos ---> 2500 G Egresos Impuesto Marzo 2013 --> -300 G Impuesto por Inactividad, menos de 10 posteos Marzo 2013: 0 G Total Egresos ---> -300 G Ingresos Totales Marzo 2013: 2200 G TOTAL en Bóveda: 26200 G
  20. *entra saltando* hola holaaa! Yo de nuevo acá *0* vengo a dejar una duda con respecto a mi duelo (Click), porque no entendí que es lo que estaba tratando de hacer mi rival o.o Puso algo de su posición y que yo no la conocía, pero no entiendo cual es su argumento e.e Y mis medias lunas paarecieron quedar lanzadas a la nada (?) Y no me convence, así que, gracias de antemano a quien me ayude :3 Llené las líneas, verdad? e.e Extrañaba venir acá *0*
  21. Y no volví pronto (?) Y parece que tendré mi ficha actualizada paraaaa navidad porque vengo a hacer otro cambio xDD Primero que nada, me gustaría que pongan la bóveda de mi familia: Bóveda D'Aubigne Y por último, hace tiempo que cambié de personaje, así que me gustaría que ésta imagen vaya en la parte de arriba en cuenta de la otra http://i.imgur.com/Csbak.png Gracias de antemanooo :3
  22. Final del rol auspiciado por el Spritze Vidia Black Vidia no pudo soltar una palabra más, pues su hermano se había puesto de pie en un instante, y al reconocerla y darse cuenta de que realmente el tiempo había hecho cambios, se había lanzado sobre ella. La castaña apenas si pudo deshacerse del brazo, pues los brazos fornidos de Arcturus la sostenían con firmeza. sus ojos estaban como platos, y toda la actitud frívola y firme que había tenido hasta ese momento se desparramó ante sus pies, pues en ningún momento había considerado la idea de volver a verse con alguien de su familia. Tuvo que obligarse a agitar la cabeza en un asentimiento cuando el chico se apartó de ella y le aconsejó defenderse como bien sabía hacer. Tomó la varita, sin asegurarse si la estaba agarrando de la forma correcta. Tuvo que agacharse y tratar de cubrirse con uno de sus compañeros, pues su mente estaba demorando en reaccionar y los rayos que cortaban el aire no daban tregua a nadie, y menos a ella, que parecía tan distraída que podía caer de un momento a otro. —¡Sectusempra! ¡Expelliarmus! —soltó nerviosa, pues ya no sabía hacia donde estaba apuntando. Observó que la niña sacaba a su parte, y en cuestión de minutos, tan fácil como habían entrado para el rescate, ya estaban saliendo en compañía de los que momentos atrás habían sido extraños rehenes de esa familia mortífaga, que parecía acabar de fallar al bando entero. Si Dietrich creía que podía juntarse con esa gente sin desconfiar, estaba loco, porque si no lo había analizado ya, sus mismos compañeros habían estado a punto de recurrir a la tortura para extraer bienes económicos de aquella familia. Tal vez tendrían antecedentes, o hubieran estado en la mira, pero todo ese enredo de ideas fue suficiente para que Vidia decidiera que mientras mas pronto se fuera de ahí, mejor. Miró a lo lejos a su hermano, mientras sus pies la llevaban a trompicones hasta el jardín para buscar los límites. Tendría que buscarlo después. Miró sobre e hombro y comprobó que los demás estaban muy ocupados para darse cuenta que una perfecta extraña que había estado peleando a su lado, se iba. Se subió la capucha de su capa para asemejar su figura a una simple sombra nocturna, y aceleró el paso para llegar hasta el refugio que ofrecían los gruesos troncos de los árboles. Recuperaría el aliento y en cuanto se encontrara lo suficiente estable, partiría de allí. Tal vez otra parte de Londres, o quizás de regreso a su hogar en Paris. http://i.imgur.com/gow2J.png
  23. Rol auspiciado por el Spritze Vidia Black A Vidia no le sorprendió que Dietrich se sintiera ofendido con sus palabras, pues deliberadamente había cuestionado su confianza y sus amistades. El hombre casi se avalanzó sobre ella, y con los ojos clavados en los suyos, le explicó que el pasado no había quedado olvidado, y ella se encontraba en buenas manos. La castaña bufó, pero con disimulo, pues no quería seguir dándole vueltas al tema. No confiaría en los demás hasta conocerlos y ver su forma de actuar, nada podía fiarse solo en las palabras del ruso, que mas había actuado por la rabia producida que por sinceridad. Cortando la conversación de raíz y disipando cualquier duda sobre sus nuevos compañeros, un dolor punzante la atacó en el cuello, allí donde la serpiente de su tatuaje se meneaba desesperada. El dolor se apoderó de ella como nunca antes, e imágenes difíciles de interpretar se le cruzaron en la cabeza. Podía sentir que alguien muy relacionado con ella estaba haciendo el llamado, pero los pensamientos se entrecruzaban en su mente, y mareada, apenas pudo escuchar las últimas palabras de Dietrich. El hombre alegaba que ella sabía de lo que se trataba. —No lo sé —alcanzó a murmurar, llevándose la zurda al cuello, que parecía apunto de dislocarse por el dolor. No podía calcular a donde tenían que dirigirse, y dudaba de conseguir la concentración necesaria para aparecerse por si sola, de manera que antes de la figura del ruso se consumiera por completo, lo tomó del brazo de manera brusca, alcanzado a desaparecer con él hacia donde fuera que los necesitaran. Aparecieron junto a un par de individuos, gente que ella desconocía, o al menos eso creía. Demoró unos segundos en recuperar la consciencia por completo, pues los mareos se habían agravado al aparecerse y todavía sentía un malestar en el cuello a pesar de que el tatuaje ya no le ocasionaba punzadas. Con el ceño fruncido y frotándose a la altura de la garganta para sanarse la molestia, se dispuso a observar su entorno. Estaban en el jardín de una mansión, vaya uno a saber a que familia pertenecía. Dietrich se había adelantado a conversar con una niña, que tenía en su rostro reflejado el miedo. Otro hombre estaba junto a la niña, pero la oscuridad no le permitía distinguirlo. Entrecerró los ojos parar mirar mejor el rostro de aquél desconocido, que le causaba una sensación familiar, pero su concentración fue interrumpida por la aparición de una mujer. La mujer, al igual que Dietrich, llevaba una máscara que ocultaba su identidad. Vidia no se había pasado la molestia de imitarlos, pues de cualquier forma, allí nadie la conocía y no le molestaba grabar sus rasgos en la memoria de los demás. Predispuesta al silencio y a su acostumbrada desconfianza, no pudo hacer otra cosa que seguirles, después de mirarles de forma antipática. Una seña del ruso y la voz de la muchacha de cabello ondulado habían sido suficientes para hacerla acelerar el paso. No comprendía muy bien de que iba la misión, pero había alguien a quien tenían que salvar y era mejor no perder el tiempo. Atravesaron una puerta sin problemas, que extrañamente no había estado asegurada. Posteriormente se encontraron envueltos en la oscuridad de una sala, en la que la niña se apresuró a encontrar las varitas de lo rehenes. ¿Es que el secuestro era una broma o los captores eran unos completos est****os? Porque a Vidia no se le ocurrían otras razones para que les resultara tan fácil interpretar aquella Mansión. —Que apresurados —murmuró entre dientes, cuando si ningún plan trazado y después de una mediocre recopilación de lo que les rodeaba, se abalanzaron sobre una puerta, según la cual estaban atados aquellos por los que habían llegado. No tuvo mas opción que seguirles, y calculando al azar quienes serían los enemigos en ésta ocasión, apuntó con su varita a un hombre, que había estado poco alerta en un muro, como pasando de un shock. —Sectusempra —bramó, y el rayo siguió su camino hasta el hombre, que tenía pocas opciones de safarse de él, por la posición y por lo distraído que se había encontrado. A juzgar por su apariencia y su expresión, Vidia dedujo que el había sido el inoperante que había dejado la puerta sin seguro y las varitas tan visibles. A la espera de un ataque que repeler, le distrajo un sollozo conocido en un rincón de la habitación, allí donde había dado el primero rayo que había sido enviado por la muchacha de pelo rizado. Un hombre cuya contextura y silueta se le hizo conocida, agarraba en brazos a la mujer que había caído al suelo al recibir el Desmaius. Con el ceño fruncido y sin bajar el brazo para mantenerse en guardia, analizó al hombre, y ala expresión de curiosidad la siguió una de completa sorpresa. —¿Arcturus? —soltó, casi en un grito, al comprobar que en efecto, se encontraba en el mismo lugar con su hermano. http://i.imgur.com/gow2J.png
  24. *entra saltando y riega serpientes venenosas por todo lado* Hola, Alex, te odio. Y como buena enmiga a muerte, he venido a afiliarme para luego rolear en tu chozita-café (?) Espero una buena paga podamos rolear juntos allí entonces, que ya te quiero sacar los ojos *-* Dejo mi fichita -> http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93075 Y mo bovedita -> http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93099 Y todo mi criadero de serpientes para que te envenenen :B *se va corriendo*
  25. Hola holaaa, vengo a dejarle dulces a Near porque me auy´do con la otra duda (?) Y porque no.. A dejar otra duda! xDD Ést es mi duelo -> http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99019 Y mi duda es básicamente alcarar si, la serpiente me picó dos veces y yo estaba esperando para curarme en el segundo turno... Tengo que tomar dos bezoares o solo uno? Cual es el efecto del bezoar exactamente? xD Cuantas veces he quedado envenenada en éste caso? *-* Y por último o.o Creo saber que no se puede oopugnear algo oppugneado, así que no saldría el último oppugno de Valent y le picaría la serpiente vdd? o.o Y dónde demonios queda el oso? e.e No es abuso de rolm decir que me ataca? (?) Esoty mas perdida que no sé *-* Sé que llevamos un rol enredado, y no sé si podía venir a poner todo esto acá.. Gracias al que me ayude!

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