Jump to content

Dorothy Anne

Magos Expertos
  • Mensajes

    488
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    2

Mensajes publicados por Dorothy Anne

  1. Segundos después de que la chica le entregase el formulario al joven, éste se dispuso a llenarlo con una sofisticada pluma. Dorothy esperó en silencio, mientras clavaba los ojos en el suelo sin nada verdaderamente importante en qué pensar. Entonces escuchó que le hablaban, así que volvió a dirigir su atención a Radamantys. Tomó el formulario y lo leyó con bastante detenimiento. Cuando se dio cuenta de que todo estaba bien, lo selló.

     

    Formulario

     

    Lugar a visitar (especificar fronteras): Grecia Fronteras por tierra con Albania, República de Macedonia, Bulgaria y Turquía. Por mar hace frontera con Italia, Turquía y Albania.

    Periodo de tiempo a pasar en el lugar: 10 dias

    Actividad a realizar: Boda

    Número de asistentes: 50

    Pasaporte: individual [] Colectivo [X]

     

    http://i.imgur.com/esoTO.png

     

    -No se preocupe, todo está en orden- respondió al momento que le entregaba el formulario-. Pero espere un momento, falta algo más- explicó para luego buscar pergamino y pluma.

     

    Ministerio de Magia

     

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional

     

    Se hace constar que el gobierno Británico se hace responsable de los asistentes que participaran de la Ceremonia de Nupcias de Radamantys y Aleera Lux Evanik Malfoy, por el periodo del 8 al 18 de octubre. Las locaciones de las que esta delegación se hará cargo es Grecia que limita con Albania, República de Macedonia, Bulgaria y Turquía. Por mar hace frontera con Italia, Turquía y Albania.

     

    http://i.imgur.com/esoTO.png

     

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

    Dorothy Anne,

    Jefa de la Confederación internacional de Magos, Sede Británica.

     

    -Listo, aquí tiene. Les deseo mucha felicidad tanto a usted como su prometida.- dijo con una sincera sonrisa en sus labios.

    • Me gusta 1
  2. Gary~Elfo de Dorothy.

     

    Luego de pasar por la tienda con el objetivo de realizar la tan necesaria compra, la silueta de Gary se materializó en los terrenos de la Arena, donde los pocos tributos que aun quedaban luchaban con fervor para llegar a ganar Los Juegos del Hambre Mágicos. Al victorioso le esperaría una vida llena de riquezas y lujos. ¡Que suerte tendría el vencedor! Gary anhelaba que fuese Franko.

     

    Caminó durante unos pocos minutos, con sus ojos saltones moviéndose de aquí para allá, impacientes por divisar la figura de Franko. Una ligera sonrisa apareció con sus labios cuando por fin logró localizarlo. Sin más preámbulos se acercó al chico y le entregó LA COMIDA(1) Y EL AGUA(1)

  3. -Una reunión importante…¿De qué se tratará?- se preguntó a si misma la menor de la dinastía Westrong.

     

    Dejó el pergamino abandonado en la mesa de su escritorio mientras salía de la oficina para buscar a Cissy. La verdad era que últimamente su participación en el Departamento era bastante escasa e ineficiente. Si no comenzaba a tomar en serio su trabajo, tal vez la dejarían sin empleo, y eso era lo que menos quería la ojisverdes. Negó con la cabeza un tanto asqueada por la idea, pero al divisar a Radamantys cambió su semblante por uno más neutral.

     

    -Yo me encargo, Cassie- comunicó con una ligera sonrisa, para después ver como la secretaria asentía con la cabeza y se marchaba. La pobre empleada ya había tenido demasiado trabajo por ese día.

     

    Dorothy posó sus ojos verdes en los de Radamantys. El mago le parecía vagamente familiar, pero pronto supo que se trataba de un antiguo profesor que tuvo en la Academia en su época de estudiante. Pensó que era mejor no decir nada al respecto, ya que probablemente el sujeto ni se acordaría de ella. Aclaró su garganta y habló con un tono amable.

     

    -Bien día, señor- saludó-. Este es el formulario que deberá llenar.- explicó, entregándole un pergamino.

     

    Formulario

     

    Lugar a visitar (especificar fronteras):

    Periodo de tiempo a pasar en el lugar:

    Actividad a realizar:

    Número de asistentes:

    Pasaportes: individual [] Colectivo []

    • Me gusta 1
  4. A medida que transcurría el tiempo, Dorothy se iba sintiendo cada vez más cómoda con el lugar. Estaba segura de que no apostaría ni un solo galeón, eso simplemente no le atraía en lo absoluto, pero bien sabía que se divertiría bailando, tomando algunos tragos o entablando agradables charlas. Después de todo, personas eran lo último que faltaba en aquel concurrido evento.

     

    Observó el vestuario de David, tratando de ser un poco discreta, aunque se le hizo casi imposible contener una risita. La vestimenta de ella tampoco era la más apropiada para el lugar, pero al menos su vestido rojo no era muy delatador ni llamativo. Escuchó la pregunta del chico, pero no le pudo responder al instante porque el barman ya le entregaba su Martini. Le dio un sorbo a la bebida y posó sus ojos verdes en los David.

     

    -Exquisito, diría yo- respondió bastante decidida.

     

    Entre tanto, Kriss le había quitado la copa de las manos con la intención de probar el Martini. Dorothy la miró con dulzura y volvió a coger su copa.

     

    -Pues a mi me encanta- confesó-. ¿A ti te gustó? Podrías pedir uno.

     

    Sus compañeros entablaban una conversación acerca de los diferentes departamentos en el Ministerio de Magia, y de la indecisión que mostraba su ahijada por elegir. Ver a Kriss le hizo recordar a Dorothy su época de estudiante, y todas las dudas que la invadieron mientras pensaba su futuro. Afortunadamente había tomado una buena decisión, porque la verdad disfrutaba mucho el trabajo que actualmente ejercía.

     

    -La de Jessie es muy buena propuesta- corroboró la castaña-. No te presiones, Kriss- aconsejó, colocando una mano en el hombro de su amiga-. Estoy segura de que en algún momento sabrás en qué lugar te gustaría más desempeñarte.

    Volvió a admirar la decoración del lugar. Debía reconocer que las organizadoras habían realizado un trabajo excelente en cuanto a la organización. A lo lejos pudo divisar una joven que ofrecía un extravagante show y acaparaba la atención del público, sobre todo la de los hombres. Dorothy tuvo que desviar su mirada de la artistas porque recordó que había ignorado una pregunta que habían formulado sus acompañantes, acerca de cómo le iba en la vida.

     

    -Yo también he estado un poco alejada de todo. Tuve una época de mucho trabajo en el departamento y prácticamente no salía. Su puede decir que ahora he tomado un pequeño descaso- comunicó, dándole otro sorbo a su bebida.

    • Me gusta 1
  5. La última chica que faltaba por presentarse ya había finalizado. Dorothy había quedado un tanto intrigada con su breve presentación, así que cuando finalizó le dedicó una sonrisa. También notó que Joseline estaba atenta a cada uno de los movimientos del profesor, por lo que no pudo evitar elevar sus cejas con cierta expresión incrédula.

     

    Recordó que Only había sido muy claro con sus indicaciones, y una de ellas era que luego de terminadas las presentaciones, cada una de las alumnas procediera a contestar el pergamino que tenían en sus pupitres. Dorothy un tanto nerviosa, tomó su pluma y leyó con atención cada una de las preguntas. Básicamente no sabía nada respecto a Defensa Contra las Artes oscuras, pero finalmente comenzó a escribir.

     

     

    1.- ¿Cuál fue el primer hechizo defensivo que escuchaste?

    Avis

     

    2.- ¿Cuál fue el primer hechizo defensivo que aprendiste a realizar?

    Protego

     

    3.- ¿Has tenido algún percance realizando un hechizo nuevo, qué tan grave fue?

    Una vez, al tratar de realizar un morphos, apunté a un árbol con la intención de convertirlo en un animal que me defendiera. Fue una lástima darme cuenta que el hechizo no se podía aplicar en seres vivos, como las plantas.

     

    4.- ¿Cuál es la señal para pedir ayuda o alertar, usada con más frecuencia? Nota: no hace falta mencionar cual es el hechizo, solo describirlo.

    Magos y brujas suelen enviar la forma corpórea de su patronus cuando necesitan ayuda. Ésta siempre es eficaz a la hora de dar algún mensaje.

     

     

    Al terminar de responder posesionó la pluma junto al pergamino. La verdad era que no le había costado mucho responder aquellas preguntas, lo que la hizo dudar y pensar que tal vez todas estuviesen incorrectas. Se mordió el labio inferior, expresando duda, y justo en el momento que optó por cambiar las respuestas se percató de que a una de sus compañeras se le había caído al suelo su instrumento para escribir. Dorothy fue lo bastante rápida para cogerlo en instantes de segundos, miró a la chica y le dijo sonriente.

     

    -Aquí tienes, Leslie.

     

    La pelirroja, quien aun se mostraba nerviosa, le sonrió tímidamente y tomó la pluma. Dorothy nuevamente posó sus ojos en el pergamino, pensando en que quizás era mejor dejarlo tal y como estaba, y así lo hizo. Pasó otros pocos minutos en silencio, esperando a que todos finalizaran y a que el profesor diera nuevas indicaciones. En el fondo estaba muy ansiosa por aprender sobre la asignatura.

    • Me gusta 1
  6. Dorothy había entrado a la pequeña sala que fue designada a los empleados. Estaba parada frente a un espejo con una mueca de displicencia adornando su rostro. No se mostraba convencida con el uniforme que debía vestir en Arabic, ya que a su parecer el traje era poco discreto. Imitaba al de esas mujeres árabes que solían brindar bailes extravagantes al público. Pero Dorothy estaba muy lejos de dar aquella clase de shows, así que se limitaba a atender a los clientes que llegaban.

     

    Dejó caer su cuerpo en un cómodo sillón frente a ella, y se dedicó unos segundos a acariciar con sutileza su larga y ondulada cabellera castaña. A esas horas ya no quedaba mucha gente en el negocio, había unas pocas mesas llenas, las cuales estaban siendo atendidas por los elfos que trabajaban allí. De pronto la música se encendió, y Dorothy algo sorprendida se colocó de pie.

     

    -Veamos…-murmuró para si misma.

     

    Salió de la pequeña salita y atravesó la cocina, que estaba justamente pegada al bar de bebidas. Se quedó en silencio observando como un sujeto se servía un trago para después tomar asiento en un lugar. Lo miró indignada, sencillamente le parecía un descaro que un cliente usara el bar con tanta tranquilidad. Aclaró su garganta y se dirigió a Gitax con el cejo fruncido.

     

    -Señor, no puede…

     

    Se calló repentinamente, dejando la queja en el aire. Ahora que se encontraba más cerca, pudo darse cuenta de que el joven era un compañero de bando, y que también pertenecían al mismo clan. Además era nada más y nada menos que uno de los propietarios de ese local. El rostro de Dorothy empalideció al instante, tan sólo esperaba no haberse ganado un regaño. Su tono de voz también cambió, ya que ésta vez habló de manera más suave y avergonzada.

     

    -Oh, lo siento… No sabía que se trataba de usted- se disculpó posando sus orbes verdes en el suelo-. ¿Desea algo de comer? Podría ir a la cocina para decir que preparen lo que se le apetezca.

    • Me gusta 1
  7. Si había algo que Dorothy aborrecía, era aquella desagradable sensación de vació en su estómago cada vez que tocaba un traslador. Aunque el objeto fuese altamente efectivo, la chica desde luego que hubiese preferido otro medio de transporte. Pero ella desconocía la ubicación exacta del lugar, así que no le quedó más que resignarse y cerrar sus ojos. En cuestión de segundos ya estuvo en un sitio completamente diferente.

     

    Su silueta se materializó al frente de un magistral edificio, que al instante acaparó toda su atención, y es que jamás había visto una estructura tan peculiar y elegante. Se tomó unos segundos par admirar el paisaje, después de todo, no sabía si algún día tendría la dicha de regresar a la ciudad de Dubai. Finalmente entró.

     

    Ya en el interior, sus orbes verdes se abrieron como platos, completamente impresionada. La decoración era simplemente estupenda, con esos toques extravagantes que tanto adoraba. Dorothy divagó disimuladamente por todo el lugar, vislumbrando desde salones con maquinitas, hasta lugares para comer y sitios de apuestas. Fue a parar a una barra de bebidas.

     

    Justo cuando estaba a punto de acercarse al bar tender con la intención de pedir alguna bebida, se percató de la figura de Kriss, su ahijada y amiga. Dorothy sentía un gran cariño hacia la joven, con la que casi no había podido compartir últimamente debido a las diversas ocupaciones de ambas. Con una abierta sonrisa en rostro no dudó en saludar a Kriss.

     

    -¡Kriss!- exclamó, atrayendo su atención y brindándole un efusivo abrazo-. ¡Me alegra tanto verte por acá!- en su voz era notoria la emoción-. Cuéntame, ¿cómo te ha ido?, ¿has tenido problemas con la Academia?

     

    Lanzó las preguntas una después de otra, entre impaciente y preocupada por saber de su ahijada. Entonces, notó que Kriss no se encontraba sola, ya que dos personas más le hacían compañía. Por un momento se quedó en silencio, observándolos con las mejillas ruborizadas. Quizás había interrumpido una charla importante, o algo por el estilo. Se aclaró la garganta y posó sus ojos verdes en David, a quien había conocido en su negocio hacia unas semanas atrás.

     

    -¡Vaya, no esperaba encontrarte por acá!-expresó con ambas cejas elevadas-. ¿Cómo has estado?- preguntó, mostrando interés.

     

    Le brindó una calida sonrisa al joven y luego se dirigió a Jessie, que le parecía vagamente familiar. Tal vez perteneciera a la Orden del Fenix, al igual que ella. Pensó que era mejor presentarse, y así lo hizo.

     

    -Oh, mucho gusto. Mi nombre es Dorothy- informó amable.

     

    Alisó su vestido rojo y tomó asiento, apoyando sus codos en la barra. Deslizó su mirada por todo el lugar y observó a Gitax no muy lejos de ella. Él era otro integrante del clan al que Dorothy pertenecía. Se percató de que en sus manos yacía un vaso repleto de whisky de fuego, y no puedo evitar sorprenderse. Aquella era una bebida muy fuerte, al menos para ella. También contempló a otro sujeto el cual desconocía por completo, probablemente alumno de la Academia. Posesionó un mechón de cabello castaño detrás de su oreja y miró al bartender.

     

    -Un Martini dulce, por favor- pidió con sutileza.

     

    Mientras esperaba su pedido, le dedicó una sonrisa a Jessie, David y Kriss.

     

    -¿No les apetece algo de tomar?

    • Me gusta 1
  8. Dorothy nuevamente arribaba las puertas de la Academia de Magia y Hechicería. Luego de tantos meses sin poner un pié en el lugar finalmente había encontrado la ocasión de hacerlo, al inscribirse en otra de las tantas asignaturas que impartía el sitio de enseñanza.

     

    Al estar allí no pudo evitar hacer presente las grandes aventuras que vivió antes de que llegase el momento de su graduación. Había tenido la dicha de participar en el Torneo de las Cuatro Casas, y de ser integrante de los Aethonans de Salem, en el cual la nombraron prefecto. Además de eso, tuvo la oportunidad de conocer a Roxanne y Soamily, con las que actualmente mantenía una maravillosa amistad.

     

    Pero aquellos tiempos habían cambiado, y las responsabilidades fueron llegando una por una, de tal modo que sin darse cuenta había dejado las noches de salida por unas de trabajo. Una sonrisa surcó en sus labios, y es que aunque añoraba esos días, también se sentía orgullosa de los grandes logros que había obtenido en tan pocos meses.

     

    Una ligera ráfaga de viento atravesó el pasillo por donde Dorothy se desplazaba, impactando en su túnica negra y sus cabellos castaños. Entonces vislumbró a lo lejos la puerta del que sería su salón de Defensa Contra Las Artes Oscuras, y no dudó en acercase. No obstante, se detuvo antes de entrar, con la intención de recoger su melena en una cola alta. No consideró apropiado dejar su cabello suelto.

     

    Sin más preámbulos atravesó el umbral, un tanto sorprendida por el hecho que Only fuese su profesor, se había enterado gracias al letrero que se adhería a la puerta. Lo primero que hizo fue contemplar con ojos inquisidores todo el lugar, que era bastante espacioso. Quiso descubrir que habría detrás del enorme telón oscuro, pero desde luego que no haría semejante cosa, al menos no en ese momento.

     

    Optó por tomar asiento al lado de Joseline y pronto vio como otras brujas más se apoderaban de dos pupitres cercanos. Fue cuestión de segundos para que Only saludara y diera una breve introducción a la clase, para después pedirle a las alumnas que se presentasen. Dorothy ni siquiera tuvo tiempo de levantar su mano, ya que Joseline se le había adelantado. La Westrong no tuvo más opción que posar sus orbes verdes en ella, algo indignada por no tener el privilegio de hablar primero.

     

    -Mi nombre es Joseline Sahian- manifestó con decisión-. Nací en America, pero vivo acá desde que tengo trece años. Estoy encantada de poder compartir esta clase con ustedes.

     

    Dorothy pudo darse cuenta del acento de la chica, el cual no se comparaba con el distinguido tono británico. Una vez se hubo sentado Joseline, la aprendiz levantó la mano y se colocó de pie.

     

    -Yo soy Dorothy, Dorothy Westrong- manifestó con su voz meliflua-. Soy de acá, de Inglaterra, y tengo diecinueve años- no muy satisfecha con su pequeño discurso, le brindó una sonrisa a todos y tomó asiento.

     

    Una pelirroja de baja estatura y mejillas inundadas de pecas fue la siguiente en presentarse. La bruja llevaba una elaborada trenza de peinado, y sus grandes ojos grises no miraban un punto en específico. Parecía tímida y nerviosa.

     

    -Me llamo Leslie Hale- se llevó un mechón de cabello detrás de la oreja y continuó-. Actualmente vivo en Derbyshire, pero vine a pasar una temporada con mis tíos, y he aprovechado ésta época para ampliar mis conocimientos.- sobre su edad no dijo nada, pero Dorothy intuyó que no pasaba de los dieciséis años.

    • Me gusta 1
  9. Esa mañana Dorothy arribó el Departamento de Cooperación Mágica Internacional con un sinfín de pergaminos en las manos, su carpeta repleta de cosas y un libro a medio leer. Estaba repleta de cosas, y no deseaba más que entrar en su oficina para dejarlas todas en el escritorio y descansar un poco, porque a pesar de ser tan temprano, la mañana para la Currington había sido catastrófica.

     

    -No, Cassie, yo me encargo- respondió con una sonrisa, a la gentil secretaria que se había ofrecido ayudarla con las cosas.

     

    Cuando finalmente se encontró en su despacho, dejó caer todo y se sentó, hundiendo su cabeza entre los brazos y cerrando los ojos. De no ser porque se percató de que había una carta para ella, se hubiese quedado así por un buen rato. Leyó la carta, que era proveniente de Deiwan Rambaldi. El joven pedía expresamente que se actualizara en su ficha el registro de extranjeros, que hacía más de un año había tramitado.

     

    -¡Por Merlin, que vergüenza!- exclamó con las mejillas sonrojadas.

     

    Se colocó de pie con agitación y se dispuso a actualizar los datos de Deiwan. Estaba terriblemente apenada con el mago, sencillamente no podía dar ningún tipo de excusa por la ineficiencia de su trabajo. El día anterior había iniciado a trabajar con cada una de los registros, pero debido a las altas horas de la noche, tuvo que pararlo para continuar hoy, y así lo hizo. Tras tomar un trago de agua se dedicó a pasar largas horas completando la lista de extranjeros.

  10. A Dorothy no le tomó muchos segundos reconocer el rostro de Athena, quien era una de sus compañeras de bando en la Orden del Fénix. De hecho, hacía tan solo días atrás la Currington tuvo que atacarla en uno de los entrenamientos de defensa. El recordar ese hecho la hizo intimidarse aun más, y agradeció que sus mejillas ya estuviesen demasiado sonrojadas por el maquillaje como para que alguien pudiese notar su vergüenza. Además Athena no parecía recordar ese suceso, o al menos no se mostraba molesta, todo lo contrario.

     

    -Sí, soy Dorothy- respondió, devolviéndole la sonrisa a su interlocutora.

     

    Estuvo un momento en silencio, esperando que alguna de las dos ordenase algo. Athena fue la primera en hablar, expresando su desconcierto acerca de sobre qué pedir, y Dorothy con un ademán de su cabeza le dio a entender que no se preocupase.

     

    -Bueno, en mi opinión, lo mejor que puede ofrecerle la casa es el shawarma, que consiste en un pan árabe relleno con tiritas de pollo o carne asada, además de incluir vegetales. Pueden acompañarlos con crema de garbanzo, pimentón o yogurt- hizo una pausa, pensando en otras opciones-. También tenemos kipe, que básicamente es carne con trigo. Se come asado, frito y hasta crudo. Y por último está la ensalada de tabule, que tiene como ingredientes perejil, lechuga, tomate, aceite de oliva y trigo.

    Mientras le daba tiempo a las chicas para que optasen por algo, notó que Gomita, una preciada amiga y familiar suya, había entrado en la estancia y se colocaba junto al chico rubio. Ya Dorothy se pasaría a recibirlos y ofrecerles algún plato. Volvió a clavar su vista en las fenixianas, percatándose de que aun faltaba ofrecerles una bebida.

     

    -Oh, y para tomar tenemos té verde y negro, gaseosas de todos los sabores, jugos naturales, vino y cerveza de mantequilla.

    • Me gusta 1
  11. Dorothy fe vilmente atacada con otra de las mortífagos, aunque en el fondo no le apreció extraño, ya que había estado por un buen tiempo sin recibir algún tipo de ataque. Lanzó un grito ahogado cuando sintió los huesos de su mano romperse. Jamás había experimentado un dolor tan desagradable e insoportable.

     

    Cambió la varita de su mano, una que por fortuna estaba intacta, y así pues, apuntó a la meno dañada y pensó: Episkey. Pronto los huesos recuperaron su estado originas, y Dorothy suspiró aliviada.

     

    -¡Avis!- exclamó, y doce palomas salieron volando por el aire con la única intención de protegerla.

  12. Solo fue cuestión de minutos para que los fenixianos y los mortífagos comenzaran a lanzar hechizos de aquí para allá. Entonces Dorothy no tuvo más opción que elevar su varita al aire, y buscar algún objetivo. Era un alivio se encontraran en terrenos de la Orden, que sin duda le proporcionaban más alivio. Divisó a Radamantys, y apuntó con su varita.

     

    -¡Silencius!- exclamó, y así pudo enmudecer a Radamantys

     

    Se preparó para su proximo ataque y gritó con voz decidida:

     

    -¡Sectusempra!- y un rayo salió del objeto mágico en dirección al pecho deRadamantys. De impactarle, provocaría grandes heridas en toda su piel, pudiendo ocasionar la muerte.

  13. Con su corazón latiendo a un ritmo frenético, Dorothy siguió a sus compañeros y entró a la Torre de Abaddon. Tomó unos segundos para recuperar el aliento y luego imitó a Gomita, quien ya se estaba siendo precavida y preparaba defensas. Tenía ganas de hablar con la joven, mas sabía que aquel no era el momento adecuado ni mucho menos. Saltó un suspiro lleno de indignación y se aclaró la garganta.

     

    -¡Morphos!- exclamó, apuntando a una enorme roca, que pronto se transformó en un hermoso oso de dos metros de altura y uno y media y ancho. La criatura la protegería de cualquier ataque.

     

    -¡Avis!- volvió a pronunciar con una voz muy clara y decidida. Entonces salieron 12 hermosas aves de su varita, que al igual que el oso, la defenderían de cualquier ataque.

  14. Dorothy se encontraba plácidamente tendida sobre un sillón, en la mansión Westrong. En sus manos yacía una de las tantas novelas escritas por Mary Alcott, una de sus escritoras muggles favoritas, la cual siempre lograba intrigarla con sus historias llenas de romanticismo, espíritu y sencillez.

     

    La castaña dejó el libro a un lado y se levantó para dirigirse a la ventana y ver la noche iluminada de estrellas. Creía que aquel día serpia normal, quizás leería un rato más y pronto se adentraría en sueños, pero no fue así. De un momento a otro un patronus con la figura de un Lobo apareció en su dormitorio. Dorothy se llevó una mano al pecho, asustada, pero tras recobrar el aliento supo que se trataba de sus compañeros por parte de la Orden del Fenix. Sonrió para si misma, y luego siguió a la criatura.

     

    Al llegar se encontró en los terrenos de la Orden del Fenix, justo en frente de Abaddon, la prisión donde encerraban a eses seres despreciables llamados mortífagos, que probablemente ese día querían escapar. Acomodó sus short de mezclilla verde, y su camisa blanca. También ajusto buen la luz en su rostro que tapaba su identidad.

     

    -Hola chicos- murmuró un tanto intrigada.

  15. Sexta planta~ Tercer rol.

     

    Aime le pidió a Dorothy que se acostara, por lo que no tuvo otra opción más que estampar su espalda en la camilla. A pesar de que ella se sentía completamente bien, la sanadora le pidió que por favor tomará unas cuantas pócimas, y ella obedeció tal cual niña. El sabor de la bebida no era de su agrado, pero aun así esbozó una radiante sonrisa a la pelirroja. Esperó unos minutos más, a que las pócimas hicieran efecto.

     

    -Ya me siento muchísimo mejor, Aime. De nuevo, gracias por todo. Ya me puedo ir, ¿no?

     

    Según lo que Aime le había dicho, ella podría irse en cuento estuviese sana, y como no le quedaba ninguna duda de que su salid era buena, prosiguió a despedirse de la Westrong con otro agradecimiento y un ademán en la mano. Luego, su cuerpo ya no fue visto en la sexta planta de San Mungo.

  16. Hacía quizás más de un mes que Dorothy no ponía pie en The Arabic Place. Era cierto que últimamente se había encontrado muy ocupada con diversos oficios, pero sabía que eso no era una excusa para dejarse arrastrar por la dejadez. Bodrik, muy amablemente le había permitido a Dorothy ayudarla con el negocio, cuando estaba en sus tiempos de alumna en la Academia. Ahora poseía una mejor posición económico, por decirlo de alguna manera, no obstante, la Currington seguiría atendiendo el local siempre y cuando pudiera. Le agradaba.

     

    Con sus pasos minuciosos, se había deslizado por el Callejón Diagon, el cual estaba acompañado por el cielo oscuro de la noche, y unas cuantas estrellas. Para su completa desgracia, la chica no se había vestido adecuadamente, ya que no había tomado en cuenta el frío que frecuentaba en esos momentos. Tenía la piel erizada, y las manos congeladas, por lo que se tomó muy ameno atravesar por fin las puertas de Arabic Place.

     

    El negocio tenía un clima calido que le devolvió el confort y el aspecto habitual a su piel. No pudo evitar percatarse de que había cierta clientela sentada en mesas, probablemente esperando ser atendidas. Los ojos verdes de Dorothy buscaron con desesperación a los de Roxanne, pero no le costó mucho darse cuenta de que su amiga tampoco se encontraba allí. Lanzó un resoplo y se dirigió la salita que estaba destinada para los empleados.

     

    Cuando estuvo allí, cogió su uniforme, que consistía en una falda larga repleta de lentejuelas y minúsculos adornos que chocaban entre si con el menor movimiento, y un top escarchado y de un color bastante llamativo. A Dorothy no le gustaba mucho tener que portar ese traje, lo consideraba muy delatador. No quiso recoger su cabellera castaña, así que dejó sus largas ondulaciones sueltas.

     

    Corrió hasta el salón principal, y clavó su vista en un sujeto rubio que yacía sentado, solo. Pensó en atenderlo, pero lo más probable era que estuviese esperando a alguien más, así que optó por dirigirse hasta las dos chicas que se encontraban sentadas en una mesa. Eran Athena y Anne, y el hecho de que Dorothy no las conociera, solo logró que se sintiera más cohibida. La Currington no solía ser muy sociable.

     

    -Buenos noches, señoritas- saludó con una voz dulce y cordial-. Bienvenidas a The Arabic Place. ¿Desean ordenar algo?

    • Me gusta 1
  17. Sexta planta~ Segundo rol, con Aime

     

    La agonía del fantasma de Dorothy se vio interrumpida al ver la figura de Aime acercarse. Se quedó en completo silencio, y se acercó más a las dos siluetas. Observó con completa curiosidad todo, hasta que de un momento a otro sintió que iba siendo arrastrada, y cuando menos se lo esperó ya estaba dentro de su cuerpo. Jamás en su vida había pasado por una situación así, ya que la única vez que tuvo que visitar San Mungo, fue porque se encontraba herida.

     

    A pesar de que estaba viva, le costó varios segundos recuperar la conciencia. De repente abrió los ojos de par en par, y con una desesperación incontrolable se pasó las manos sobre todo su cuerpo ¡Estoy viva! pensó eufórica. Luego de terminar de asimilar su grandioso estado, clavó sus orbes verdes en la pelirroja y le sonrió abiertamente. A ella le agradecía enormemente estar viva en eso momento.

     

    -¡Gracias, Aime!- exclamó son su voz cantarina y dulce-. Espero no haberte dado mucho trabajo. La verdad es que no me esperaba ese ataque por parte de los…- negó con la cabeza- de esos seres-dijo decidida e hizo una pausa-. Afortunadamente ya me siento mucho mejor. Es una suerte que San Mungo cuente con personas como tú hoy en día.

  18. Sexta planta~Primer rol

     

    Luego del vil y cruel ataque que tuvieron los mortífagos en contra de Dorothy y de otros de sus fieles compañeros, la figura de la Currington apareció en una de las camillas de la sexta planta, triste y sin vida. El fantasma de Dorothy, que yacía al lado del cuerpo inerte, tenía una mirada de angustia que hubiese sido captada por cualquiera, de no haber sido invisible.

     

    Aun recordaba el trágico atentado que había tenido lugar en Sweet Mouth, en el cual la ojisverdes había quedado en encontrarse con su hermana. Le agradecía a Merlín que aquellos seres detestables hubiesen llegado antes que Soamily, y que el daño no fuese aun más grande. Estaba llena de indignación ¿acaso ya no se podía salir tranquilo en las calles de Ottery St. Catchpole? Al parecer no.

     

    Lanzó un suspiro, que tampoco pudo ser percibido por nadie, y espero a que su cuerpo fuera revivido. La verdad era que eso de pasar desapercibida todo el tiempo no lo consideraba muy divertido. Quería irse pronto y casa, con su familia y seres queridos, y olvidarse de aquella catástrofe

  19. Gary~ Elfo doméstico de Dorothy Anne

     

    Gary, el elfo de Dorothy, tenía que dirigirse a los terrenos de la Arena con la única intención de entregarle a Franko Lovegood un paquete de AGUA(1) y otro de COMIDA(1). A Gary no le gustaba aquella aura que se respiraba en el campo. Por un momento llegó a sentir tristeza e indignación, y hasta llegó a compadecerse por los tributos. Quería irse pronto a su hogar, junto a su ama, donde sin duda alguna pasaría un mejor rato.

     

    Lanzó un pequeño suspiro, para luego tratar de divisar la figura de Franko, y para su fortuna, no muy lejos lo encontró. No se atrevió a sonreír, tan solo se encaminó hasta él, con su característico paso lleno de humildad, y la cabeza mirando el suelo. Cuando estuvo frente al individuo aclaró su garganta para acaparar la atención del mago.

     

    -Señor Lovegood- saludó-. He venido hasta acá para proporcionarle suministros de agua y comida. Realmente le deseo mucho éxito, y que la suerte esté de su lado.

     

    Le entregó el encargo a Franko, dedicó una reverencia, y sin más giró sobre sus talones y desapareció.

  20. Tras la derrota de su tributo, Dorothy había visto conveniente unirse como miembro al grupo de apoyo de su antiguo compañero Franko Lovegood. Debido a que Galedra, la mentora del chico, se había tenido que ausentar por unos días, ella tomaría el papel de mentora. No le molestaba en lo más mínimo tener que ayudar a Franko, por lo contrario, le emocionaba aquello.

     

    Había atravesado algunas calles ya. Para su desgracia, en esa ocasión los rayos del sol tenían un mayor impacto en su piel que en otras ocasiones. Dorothy, en el fondo detestaba aquella sensación de calor. Al entrar a la tienda, sacó de los bolsillos de sus shorts unas cuantas monedas que sin duda alguna servirían para comprar lo que Franko necesitaba: agua y comida.

     

    -Aquí está. Listo- susurró alegre antes de coger los packs y dirigirse a la caja para pagar.

     

    Nick con enlace al inventario: Dorothy Anne

    Elemento a comprar: Agua

    Cantidad: 1

    Monedas de Oro totales: 250

     

     

    Nick con enlace al inventario: Dorothy Anne

    Elemento a comprar: Comida

    Cantidad: 1

    Monedas de Oro totales: 250

     

    OFF

     

    No sé qué problema hubo, pero tuve inconvenientes con el link del inventario :/ ¡Saludos!

  21. http://i.imgur.com/5uAL5.png

    Confederación Internacional de Magos, sede Británica

     

    Registro de inmigrantes

     

    Nombre: Etienne Deiwan Rambaldi

    Nacionalidad: Italiana

    Motivo de inmigración: Asuntos Familiares y de Seguridad. Tras el asesinato de sus padres biológicos (y por cuestiones de seguridad) decidió marcharse a Inglaterra.

    Situación actual en Gran Bretaña: Patriarca de la Familia Rambaldi en Ottery St. Catchpole & Director de la Academia de Magia y Hechicería.

     

    Atte:

    Dorothy Anne,

    Jefa de la Confederación Internacional de Magos, Sede Británica.

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

  22. http://i.imgur.com/5uAL5.png

    Confederación Internacional de Magos, sede Británica

     

    Registro de inmigrantes

     

    Nombre: Janet Amaya Haughton

    Nacionalidad: Italiana

    Motivo de inmigración: Su madre vive en el país

    Situación actual en Gran Bretaña: Vive en el Castillo Haughton y trabaja como aprendiz en el hospital San Mungo en la 3 planta Maternidad y Pediatría.

     

     

    Atte:

    Dorothy Anne,

    Jefa de la Confederación Internacional de Magos, Sede Británica.

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

  23. http://i.imgur.com/5uAL5.png

    Confederación Internacional de Magos, sede Británica

     

    Registro de inmigrantes

     

    Nombre: Andrómeda Perseus Rambaldi

    Nacionalidad: Griega

    Motivo de inmigración: Guerra

    Situación actual en Gran Bretaña: Aprendiz del Cuartel General de Aurores

     

    Atte:

    Dorothy Anne,

    Jefa de la Confederación Internacional de Magos, Sede Británica.

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

  24. http://i.imgur.com/5uAL5.png

    Confederación Internacional de Magos, sede Británica

     

    Registro de inmigrantes

     

    Nombre: Tais Black

    Nacionalidad: Española

    Motivo de inmigración: Motivos familiares y estudios

    Situación actual en Gran Bretaña: Estudiante viviendo en el Castillo Evans McGonagall, casada con Miguel Black

     

    Atte:

    Dorothy Anne,

    Jefa de la Confederación Internacional de Magos, Sede Británica.

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.