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Helike R V PB

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Mensajes publicados por Helike R V PB

  1. Sabía que el recibimiento de Matt no iba a ser coser y cantar y ahí estaba. Lo comprendía demasiado bien. Yo en su lugar estaría furiosa, pero el no mostrarme tan abiertamente sus sentimientos, hacía que me sintiese más culpable de lo que ya estaba por abandonarlos, pero era una causa de fuerza mayor. Asentí con la cabeza al ofrecimiento de hablar en "nuestro cuarto" << es su cuarto, ahora>> pensé con cierta tristeza y melancolía. Pasé al interior y comprobé que casi todo estaba como siempre...bueno, como siempre no, me fijé en que había una especie de cama pequeña. Había cambiado la cuna por una más grande. Otro pinchazo más grande... 

    Pero su pregunta directa hizo que bajara la mirada. Tenía los brazos cruzados y no era para menos. Yo estaría peor, ¡seguro!

    - No sé ni por dónde empezar - susurré por lo bajo- muchas veces tomamos decisiones que, en otras circunstancias no lo haríamos, ¡nunca! pero, la seguridad de mi hija estaba en peligro y debía atajar ese problema cuánto antes. Lo que menos me imaginaba era que la cosa se iba a descontrolar de ésta manera - comenté en un ligero susurro. Aún podía escuchar en mi cabeza, gritos, lamentos, maldiciones tanto hacía a mí como a vivos y muertos de mi familia - el consejo de Erebus me había llamado urgentemente, tuve que ir... un alzamiento - dije compungida y me tuve que sentar en el borde de la cama.

    - Lo que tuve que hacer, no es digno de un ser humano, pero no de un vampiro - dije, entrecerrando los ojos a causa de la rabia, con tan sólo pronunciarlo - puedo enseñártelo si quieres, pero te lo aviso... si crees que ser un ser oscuro es algo peor, la guerra lo es mucho más. Lo que pasó aquí en Londres es una minucia comparado con lo que pasó en Roma y en el norte, en la Toscana (?) - dices que no te gustan mis soldados, lo entiendo, pero si no fuese por ellos, jamás estaría hoy aquí ahora. ¿Echa un asco? Por supuesto, pero viva, si a ésto se puede llamar vida - dije, elevando mis hombros y mis manos.

    - Lamento muchísimo el tener que dejaros, el que no tuviéseis noticias de mí, era parte del plan... la seguridad estaba comprometida, incluído enviaros mensajes... si quieres el divorcio, te lo daré... pero quiero que sepas que mi lealtad hacia ti y a ésta familia sigue intacta - comenté ahora mirándolo a los ojos - no te he traicionado con nadie, de eso puedes estar seguro... de hecho, en la tierra de mis ancestros he recibido varias traiciones que se pagaron con muerte, incluso dentro del Consejo, pretendían venderme como si fuese una esclava y que otra familia se apoderase del trono, y es de Elentari ¡por derecho!. Lo justificaron porque tú eres un hombre lobo -chasqueé la lengua - ¡qué falsos, cuando me apoyaron en nuestro matrimonio! - dije con furia en ésta vez... 

    - Sólo me faltó una familia y de hecho... una de sus pocas descendientes están aquí... -negué con la cabeza, con furia contenida- es madame Sforza, sí, la banquera (?) o una que dice ser de ese clan... te juro que voy a hacer todo lo posible por matarla... Pero antes de eso... ¿cómo está nuestra pequeña? ¿ha desarrollado poderes? -pregunté un poco cabizbaja, inquieta. Teniendo dos padres magos, debería estar desarrollando sus poderes. Sólo esperaba que, lo de Lázarus no le afectara en absoluto... 

    - ¿Se sabe algo de Lázarus o no ha enseñado la cabeza? Si sabe que he vuelto, seguro que regresará... -comenté aprentando los dedos.

    @ Matt Blackner

  2. Hooola!

    Vengo por aquí a solicitar la baja de advertencia que tengo desde hace dos años, sí, falta grave. Pero desde entonces me he portado bien y eso que tampoco es que haya hecho mucho por aquí 😂😂 así que, cuando podáis y todo, ya sabéis...Y si consultáis en mi perfil, ya veréis que pasan dos años justos desde que se colocó ese punto, y pensaba que se iba a borrar con la migración, pero veo que no 😂😂😂😂 

    Es una falta grave por 'agresiones y ofensas' pero supongo que ya lo veréis ahí en mi historial...

    Muchas gracias por vuestro esfuerzo y por vuestra paciencia, 

    ¡Un saludo al equipo! 

     

    IEKDUtU.pngReliquia encontrada por Tazz Malfoy

  3. Mientras esperé la respuesta de Caelum, aproveché la ocasión para sacarme la capa. Puse el vaso en una mesilla cercana, con un par de toques de varita en cada hombro y con un simple chasquido, el abrigo se cayó deslizándose al apartarme un poco. Me levanté y la recogí con la mano colocándola con delicadeza en el regazo, con las piernas cruzadas. Saqué del morral un cigarrillo, le di suaves golpes en el reposabrazos y lo llevé a la boca. Lo encendí con 'Maat' y enseguida salió un hilillo de nube de tabaco. Aspiré el humo, sabía mucho mejor acompañado de vino de saúco que de whisky de fuego, había que reconocerlo...

    Me sobresaltó una voz femenina. Decía que era de España. Fruncí el ceño, yo conocía a alguien también de esas tierras, más concretamente mi suegra y mi esposo. Y para qué negarlo, durante años había forjado fuertes lazos con los políticos de ese país que me beneficiaban con muchos de los negocios que ahí había implatado y bueno, gracias a eso les rescompensaba con una buena bolsa de galeones y no metían sus narices en mis asuntos. Por la parte que les correspondía. Quería tener la mayor fortuna posible para hacer frente a mi rival, o mejor dicho a una enemiga que estaba bañada en oro, no literal, pero eso le daba suficiente poder en Italia. Era para contrarrestar el poder. En concreto, la casa Médici.

    - ¡Mi señora! - me levanté para hacerle un gesto de inclinación con la cabeza. Pero me sorprendió que llevase una máscara que se me hacía bastante familiar. ¿Era la que haía visto en King's Cross? Me había llamado la atención su forma. Parecía de marfil del bueno, o quizás hueso, pero tal y cómo la llevaba puesta ocultaba parte de sus facciones. 

    - Su excelencia no debería tapar su rostro aquí, somos amigos... familia - aclaré, con una sonrisa cálida. Algo que hacía tiempo que no mostraba a nadie. Pero no sabía porqué, esos andares al caminar, la altura... daban que era ella. Ya me había encontrado con Sagitas en la Fortaleza Oscura o mejor dicho; en la Taberna del Basilisco Ahorcado y estaba diferente en aquella ocasión... Pero, aún así, desconfiaba del todo. ¿En serio no me conocía o fingía no hacerlo? La que tendría que sospechar era yo. A pesar de las explicaciones dadas en el Ministerio, no terminaban de convencerme del todo. ¿Por una simple visión cambiar tanto en tan poco tiempo? Seguro que había algo detrás. ¿Espionaje, tal vez?

    - ¿En serio no me reconoce? Bueno comprendería que no, allá ese sitio infernal, bueno, éramos muchos cumpliendo con nuestro deber y usted estaba ocupada. Enseguida supe que aquí la presente había hecho el llamado -no era una pregunta, sino una confirmación. Pero no entendía tantas precauciones...

    - Además, no estamos en el Carnaval de Venecia mujer - reí por lo bajo- ya pasó la temporada- negué con la cabeza y volví a sentarme - respire un poco, tómese un refrigerio mientras vengan los demás -sonreí nuevamente, pero con un leve recelo en mi mirada. 

    - ¿Que lo recuerde? Si no me lo ha dicho, como yo tampoco el mío... Soy hija de Deiwan Rambaldi, nieta de Milo Rambaldi - sonreí mirando a ambos. 

    - De eso precisamente le estaba hablando a su excelencia. El ataque a la estación fue una insensatez, hay métodos más eficaces para doblegar a los muggles. Crear discrepancias entre ellos, sobornos, asesinatos, todo lo que haga falta para que no se unan... Divide y vencerás -dije ahora en un tono más serio alzando nuevamente mi copa- hacer otras estrategias para que gane la Marca Tenebrosa -alcé de nuevo el vaso, iba por el segundo y si no llegábamos a la cena, estaba segura que caería ebria como una cuba en cualquier rincón. Debía contenerme sino quería dar un espectácul0.

     

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  4. Había escuchado los gritos incluso antes de entrar en la habitación. Negué con la cabeza y me saqué la máscara, además de bajarme la capucha. Ahí dentro no había peligro, no por menos me había puesto la ropa que llevaba. Pero aún así, fruncí el ceño. Trataba a sus sirvientes con peor saña que yo, que ya era decir. Tampoco iba a meterme, esa persona sabría lo que tendría que hacer. Me adentré a dentro y había cierto estropicio.

    - Mi señor debería tratar a sus criados con más respeto - dije por lo bajo, aunque quizás estaba metiéndome un terreno resbaladizo- que sean nuestros esclavos no quita que tengamos que tratarlos a patadas. Me disculpará, pero si se muestra más amable la gente trabajará más agusto. A los gritos y golpes no conseguirá nada - y era una clara referencia al ataque a la estación- sólo que la situación se le vaya de las manos a su señoría...

    - Caelum Black - susurré su nombre. Me daba la impresión de que lo había escuchado en algún lado. Evidentemente ese no era su nombre real, sólo una apariencia más- veo que los Black nos reproducimos como conejos - reí por lo bajo. 

    - ¿No es ninguna señoría? Bueno, veo que en Reino Unido se han perdido las viejas formas de cortesía. En mi modesta opinión en Italia las seguimos usando, viejas sí, pero más educadas y corteses que las de ahora. Pues usted me disculpará, no será un señor entonces si no, no sé para qué nos ha citado a todos tocándose la marca - le dije, elevando los hombros. No lo conocía pero ya me estaba contrariando. Tenía la impresión de que algo de él me resultaba familiar, quizás lo había visto de lejos en algún lado, pero tenía sentimientos encontrados.

    - ¿Conoce mi nombre? -pregunté asombrada- hace dos años que no vengo por aquí... sí, algo de beber - dudé un segundo. Podía bien pedir whisky de fuego, pero la ocasión era diferente así que- me declinaré por un vino de saúco si a su excelencia no le importa. El whisky de fuego, lo dejaré para el final. 

    Sonreí por lo bajo al escuchar la frase... 

    - Mi señor padre me la recordaba a cada momento, la lástima es que por aquél entonces no le haya servido de mucho - y al recordarlo no pude evitar que se me endurecieran las facciones del rostro. La bebida enseguida llegó a mis manos y di un sorbo. Hacía mucho tiempo que no bebía de ese tipo de vino y me gustaba. Conseguía relajarme- al menos las cosas han cambiado en ese sentido...

    - Y si me acepta el consejo, a los muggles no vale con atacarlos de frente - seguí diciendo sin esperar su aprobación - hay otras, formas más sutiles y eficaces para ello y si me lo permite, se lo demostraré en el momento adecuado. Con varias bolsas de galeones, información y política se consigue todo...

    - Y volviendo a lo de antes, ¿cómo sabe mi nombre? hace poco tiempo que llegué a éstas islas, así que es casi imposible que sepa quién soy. Debería saber que en origen mi casa fue la Rambaldi criada por una Black en España... Buenas tierras. Lástima -chasqueé la lengua, fastidiada- pero bueno, no vamos a ponernos melancólicos a éstas alturas... 

    << semper fidelis - alcé mi copa a la salud de las dos personas que estábamos ahí dentro - ¿qué tema tocará hoy mi señor? 

    Di un sorbo y esperé pacientemente su respuesta, y cuando terminé mi copa ésta se rellenó automáticamente. Si había fiesta, sería mejor que no me pasara con los tragos, quería estar serena para enterarme de las últimas novedades que existiesen dentro del bando. 

  5. Después de llegar a la Potter Black completamente cambiada, no sé porqué pero tuve la sensación de que aún no se había acabado el día, no del todo. Así que nuevamente, me fui hasta la entrada principal de la casa, renegando nuevamente mientras mi elfina parecía mirarme con un poco de ¿tristeza? Seguramente había escuchado el ataque a la estación y por ende y cómo debía guardar mis secretos, sabía lo que significaba. Aún así, me debía lealtad.

    Nuevamente desplazando mi mano por mi cara con la varita, mi faz se me ocultó nuevamente con una máscara de marfil completamente blanco, con gotas de sangre. Mis ropajes grises que llevaban, mutaron por un jubón negro que llevaba la Marca Tenebrosa gravada con hilo verde brillante y mi capa ajustada a mis hombros con sendos broches de color plata en forma de serpiente, además de acompañarse con ribetes de plata. Mis pantalones se cambiaron por unos tejanos negros y las botas de piel de dragón, se mantuvieron al trueque. 

    Suspiré. Estaba cansada, pero era un deber que cumplía con gusto. Esperaba poder tomarme un whisky de fuego con calma, antes de las siguientes reuniones.

    Me puse la capucha y tras cerrar la puerta, guardar mi varita junto al morral de cuero, una voluta de humo negro salió disparado de los jardines de la Potter Black hasta llegar a los terrenos de la Mansión Riddle. Antaño una gran casona señorial, pero destrozada por la anterior guerra. Una lástima, pensé para mí. Pero sabía cómo entrar, o al menos, lo intuía. La anterior líder de la Marca nos había dado indicaciones y esperaba que no hubiese cambiado después de dos años ausente... 

    Traspasé todas las barreras de seguridad alzando el brazo izquierdo dónde tenía grabado el tatuaje. Pude pasar sin problemas. Pero lo que menos me esperaba aunque debí imaginarlo es que ya alguien estuvie ahí dentro, esperándonos... No conocía a la persona pero sin duda, era quién había hecho el llamado. Sentía arder la Marca cuánto más cerca me encontraba de él. Y el lugar, parecía que no había cambiado mucho desde la última vez que había pisado ahí los pies... 

    - ¿Quién es su señoría? -pregunté con voz desconfiada. Incliné mi cabeza en señal de respeto, pero sólo un poco- hace tiempo que no vengo por éste lugar... ¿para qué se me necesita?

    @ Aaron Black Yaxley

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  6. Estación King's Cross

    Quedaban pocos vivos en la estación, miraba a través de mi máscara de márfil con gotas de sangre todo el destrozo que habíamos causado los mortífagos. Éramos muchos sí, pero sabía que no tardarían en llegar los aurores. Sentí como la especie de un rugido de un dragón. "Lo que me faltaba" pensé para mí, con una sonrisa debajo de la careta. Seguramente fuese una bruja de gran poder para poder manipular un bicho de esos. 

    El helicóptero estaba por encima de nuestras cabezas. Y lo último que me apetecía era enfrentarme a los fenixianos. Quería llevarme a Matt conmigo, él seguía peleando en contra de mis compañeros. Su buena fe, bueno, hacía que yo negase con la cabeza. Intentaba proteger a los muggles, aunque sabía que no era fenixiano, o eso me esperaba. Tuve la tentación de agarrarlo con mi voluta de humo negro y sacarlo de allí. Esperaba y rogaba que, si la Ministra Sagitas llegase en algún momento lo sacara de allá a patadas por enfrentarse a magos oscuros. 

    Me giré sobre mis talones y una voluta de humo negro envolvió mi cuerpo y salí disparada hacia el exterior. A través de las sombras pude comprobar que no era de la policía, sino de la prensa "buitres" pensé para mí. Así que, me giré en redondo, lo envolví y lo hice caer desde una altura considerable. Pero ésta vez no iría a dar a la estación completamente destrozada, sino a las vías de entrada de los convoyes. La explosión que se escuchó fue ensordecedora... Me fijé en cómo la bola de fuego subió dos metros antes de rebajar su potencial, pero seguía ardiendo... Por mi parte, mi trabajo había acabado.

    Con rapidez y sin demora, me dirigí hasta casa. Me adentré en el bosque de Ottery y con otro movimiento de mi varita, la desplacé por la cara he hice desaparecer cómo así el resto de mis ropajes, tanto el jubón con la marca, los pantalones y la capa con ribetes plateados. En su lugar, se cambió por un jersey negro y unos tejanos azules, además de las botas de piel de dragón y mantenía aún los guantes de cuero. Cambié la varita que llevaba. Era cierto que, había usado una de mi padre, y también la llamaba Maat, pero nada que ver con el potencial de la mía. Pero al menos, era mejor no dejar restos por si me pillaban.

    Después del cambio, me desaparecí del bosque, para hacerlo enfrente a la verja de la mansión Potter Black. Crucé los terrenos y me dirigí a la cocina. Me serví un whisky de fuego para calmarme un poco. Le eché unos hielos y fui al salón a descansar un rato...

    p.d.: cuando termine la fiesta (?) me apareceré como jefa de accidentes a reparar xD 

     

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  7. Estación King's Cross

    Definitivamente todo era un maldito caos. Reconocí a una de las brujas a través de la máscara que hacía tiempo que no veía (Sybill) y que estaba hablando con Matt. No supe porqué, pero un remalazo de celos se me subió por la garganta y me dieron ganas de matarla ahí mismo. No sabía a qué bando pertenecía. Mortífagos, fenixianos o gente del Ministerio. Dirigí mi varita hacia a ella... No iba a permitir que nadie fastidiase mi relación con él...

    - crucio - y justo cuando susurraba la maldición ella (Sybill Macnair) había invocado un hurón blanco... ¿fenixiana? aunque era cierto que el que pudiese bien podía invocar uno si tenía un recuerdo poderoso. 

    No sabía si le había dado, pero esperaba que sí, había mucho polvo alrededor provocado por los cascotes. Me moví con rapidez. ¿Alguien se acordaría de los malditos guardias? Seguro que nadie lo había hecho, sólo se habían limitado a atacar y ya está...

    - Manada de inútiles... - aunque por lo visto no estaban por ahí. Había visto un par de uniformes ensangrentados, pero sabía que esa estación tendría más... Así que, moviéndome con rapidez, maté a un par de muggles que me increparon. Uno con la maldición el otro le retorcí el cuello con mis manos hasta que se escuchó un crack. Su cabeza cayó inerte junto con el resto del cuerpo.

    Pronto los divisé...

    - ¡Eh, vosotros! ¿Queréis marcha? - lancé una carcajada aguda, que nada se parecía a las que solía soltar. Susurré un imperius y sentí como una calor me recorría a través del brazo hasta la punta de mis dedos, y de ahí a mi varita. Uno de los dos y con la maldición impuesta le indiqué mentalmente "mata a tu compañero y después suicídate " y así lo hizo. Sacó su arma reglamentaria...

    - Charles, por amor a dios ¿qué vas a hacer? - miraba a su compañero aterrado - hay que sacar a ésta gente de aquí - miraba asustado a su colega y se escuchó el ruído como de un petardo. Le dio de pleno en el pecho. Al siguiente, apuntó su arma a la sien y disparó el gatillo. Reí por lo bajo.

    - Manada de borregos... 

    Pero poco o nada quedaba ya de la gente que estaba dentro, tanto pasajeros, como los coches de los trenes, todo estaba destrozado y sentía que Matt estaba cerca... Miré de reojo y reconocí a darla, tapándome con una columna aún intacta, le mandé un mensaje mental. Sabía que le llegaría "protege a Matt". Aunue el deber estaba por encima de todo. Si tenía que llevarme por delante a más gente, lo haría sin dudar. 

    Pero por supuesto, se escucharon sirenas fuera. Y lo que parecía el sonido de un rotor de un helicóptero. Quizás estuviesen esperando la oportunidad de entrar, pero ¿magos contra muggles? No tenían muchas oportunidades eso, o que la Orden del Fénix acudiese a defender la estación. Pero tal cosa, parecía que no se atrevían a asomar la cara. 

    - valientes defensores -susurré nuevamente con asco. Al menos, la máscara camuflaba mi voz con un sonido ronco. 

    A pesar de estar toda vestida de negro, pareció que nadie se fijaba en mí, y lo agradecía... Fui caminando por la pared que aún aguantaba de pie, pero estaba segura que no tardaría mucho tiempo en caerse, cómo la otra. Apunté a uno de los bagones y vi cómo había gente en su interior. Me sorprendió, me miraron asustados. Empezaron a salir a borbotones, pero me extrañaba que aguantasen ahí tanto tiempo. Quizás esperasen que nadie se fijara en ellos...

    - confringo - el rayo salió disparado de mi varita, Maat. Dio de lleno en el vagón y éste voló por los aires dos metros. Dio una vuelta sobre sí mismo y tras los gritos, llegó el silencio, aunque tuve que apartarme para que no me cayera una de las paredes que alguien había destruído... 

    Quizás fuese el momento de marcharse. Poco había que hacer ahí dentro, pero aún tenía compañeros en ese lugar... Aunque era cierto que, no veía a ningún comandante o alto cargo ahí dentro. 

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  8. - ¡por supuesto que no creo nada de eso! -protesté ante sus preguntas- sé que eres un mago genial, pero, de verdad... - le supliqué una vez más pero claro, los dos éramos bastante tercos, aunque una de las frases finales y que no terminó de decir, la capté cómo si lo hubiera dicho en voz alta, bajé la mirada- lo sé... cuando termine todo ésto, si quieres te doy el divorcio, pero antes, tendrás que escucharme - le solté con reproche- y no preguntes, no puedo responder qué hago aquí - le dije, porque conocía perfectamente su rostro. 

    Había escuchado unos gritos y a pesar de estar semiprotegidos (?)...

    - ¡Inquisicióóóón! - un hombre con un hacha, medio enloquecido, y que no sabía de dónde había salido...

    - No me lo eches en cara - desvié mi varita hacia su cara y susurré un avada kedavra. El rayo de luz verde, la maldición le impactó de lleno y le robó la vida. Cayó desplomado al suelo - defensa propia... y no me digas que hay otros métodos, éste es más eficaz. Mira que eres terco, peor que tu madre - bufé, negando con una sonrisa. En eso no había cambiado, aunque su aroma... Bueno, digamos que hacía que despertara algo más de lo que había olvidado hacía mucho tiempo o quizás no tanto. Pero no era momento para intimidades.

    - jajaja ¿me crees i******? -dije entre susurros mientras me incitaba nuevamente a irme - si te matan no buscaré tu alma en el infierno - le dije yo renegando por lo bajo- ¿acaso no los veo? Es más, juraría que Xell está aquí, la he notado - llevé la punta de mi varita hasta la nariz, para indicarle a Matt a lo que me refería- he incluso a Sagitas, pero no sé, es raro... raro... es una mezcla de aromas que no consigo descifrar del todo - la Marca me ardía. Sabía lo que tenía que hacer así que, aproveché las defensas de Matt que nos envolvía - haré lo que digas, pero quizás no te esperes grandes ayudas... - le di un beso en los labios y me desaparecí del lugar, pero no fui al Ministerio. Me aparecí detrás de una de las paredes que aún estaban en pie. Con un movimiento de mi arma, pasé una mano por la cara y puse la careta mortífaga, pero ésta también cambió. Si al principio era con líneas rojas, ahora era una máscara blanca de marfil con gotas de sangre.

    Mis ropajes mutaron completamente y mostraron una tela oscura con ribetes de plata. Hasta el interior había sufrido cambios. Llevaba no era lo que fuese una cota de mallas, pero sí llevaba un jubón negro con el símbolo de la calavera y unos pantalones negros además de las botas. Puse la capucha y mientras quitaba el alma con un susurro a varios seres que rondaban por allí. Me adentré al interior he intenté vigilar a mi marido para que no notara que había cambiado. Pero no era tonto.

    Tenía deberes que cumplir.

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  9. Aún en la Mansión Potter Black...

    No había escuchado bajar a mi señor esposo. Pero la verdad es que a pesar del rugir de la chimenea, que parecía que llevaba horas encendida, yo miraba al fuego, sin ver nada. Llevé mis dedos índices a mis sienes para relajarme un poco. Tenía mucha tensión acumulada de tantos años y encima, la marca de mi brazo, no dejaba de palpitarme. Sabía que venía algo potente. Lo notaba. En Italia había conseguido "desactivarla" en cierta manera, pero a la gente que la enseñaba, le provocaba tal terror que me daba mucho gusto el verlo en sus caras reflejadas por el pánico. Conocían perfectamente su significado...

    - Toujours purs - susurré por lo bajo y la voz de Matt hizo que diera un respingo...

    - ¡Hey! No te escuché bajar... 

    Escuché su primer reproche. No podía culparle. Había estado tanto tiempo lejos que no era para menos. Pero era evidente que había escuchado mi conversación.

    - Por supuesto que tiene derecho - le dije con una sonrisa triste - pero son mis mejores soldados de confianza y magos muy habilidosos con las defensas. Te sorprenderías. En la Toscana, estábamos con el castillo rodeado, por mucho que intentaron entrar no lo consiguieron. Si no llega a ser por ellos, quizás yo no estuviese hoy aquí y el rumbo de la guerra, sería completamente diferente. Esposo, entiendo perfectamente que no te gusten, pero me profesan lealtad y han jurado servirme, hasta ahora lo han hecho bien... Pero haré todo lo posible para proteger a Elentari - tanto si te gusta como si no, pensé para mí.

    << No, es cierto, será una neblina pasajera nada más, el tiempo está tan loco como nosotros... - sonreí por lo bajo- está bien querido, te veo más tarde entonces...

    Llevé mis dos dedos índices a las sienes para relajarlas. Sentía cierto palpitar en ellas. Entre tanta tensión acumulada, me extrañaba mucho que no rebentara antes. Subí a nuestras habitaciones y mientras no dejaba de sentir la marca palpitante y molesta. Me di una buena ducha y me puse unos tejanos azules, un jersey fino negro y unas botas de piel de dragón. Tomé mis guantes de piel he hice una coleta alta para que no me molestara el pelo en la cabeza. Aún parecía algo temprano, hasta que sentí cierto ardor en el antebrazo. Sabía lo que significaba, al menos en eso no había cambiado. Menos mal, que aún me había dado tiempo a cambiarme. Una voluta de humo negro, salió disparada por la puerta principal hasta llegar a King's Kross. La estación... Y cuando la niebla se disipó pude ver cómo el caos y el desastre estaban plena ebullición...

    Dentro de la Estación.

    Con pasos rápidos y con la varita en la mano me adentré al interior del edificio. Todo estaba destruido, o casi. Muggles gritando, llorando, varios de mis compañeros parecían que se lo habían pasado de lo lindo. Olfateé el ambiente y me sorprendió notar el aroma de Xell además de Matt. Estaban entremezclados, dirigí mi vista y vi a mi marido tumbado en el suelo, me fui corriendo hasta a él...

    - ¿Estás bien? - grité ante el bullicio del interior - por favor... no quiero perderte a ti también... - dije con cierta congoja. No sabía qué compañeros estaban ahí dentro pero parecía que la locura había estallado. Elevé mi vista hacia arriba y vi ¿era eso un obscurus? ¿Quién sería el loco que lo había invocado? Una vez sueltos, eran impredecibles y para retenerlos hacía falta mucha magia. Vi la debastación y parecía cómo si un tornado hubiese desperdigado mucho de los cascotes tirados por esa cosa...

    - Por favor esposo, vete a casa y cuida de nuestra hija. Éste no es sitio para ti, no quiero que te hieran por pura diversión. Vente cuando todo haya terminado - terminé con una súplica, aunque no sabía si me haría caso- son muggles y crees que si te detienen ¿les importará muy poco quién seas? Suerte tienes si acabas en una celda. Nuestra hija te necesita - esperaba que con esa última súplica le ayudara a reaccionar. Era cierto que era un poco para manipular sus sentimientos pero si con eso conseguía mantenerlo a salvo, mejor que mejor. 

    El crujir de lo que parecía una viga estaba a punto de derrumbarse, por el rabillo del ojo vi como caía lentamente hacia nosotros.

    - ¡No! - rodé con él hasta ponerlo a salvo en el interior de un hueco, que debía ser la cabina en dónde se dispensaban los billetes, no estaba segura. Pero el ruído era ensordecedor. Rotura de cristales y más cachivaches y puse mis manos y mi pecho para proteger su cabeza- ahora espero que captes el mensaje - solté en un tono amenazante - y si no quieres, al menos hazte el muerto - susurré por lo bajo.

    @ Matt Blackner

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  10. Ministerio de Magia -días antes del Edicto - despacho de la Ministra

    No había terminado de hablar cuando de sopetón la puerta se abrió de golpe. Su aroma inconfundible fue lo que colmó el vaso de mi paciencia. Fruncí el ceño. Lo último que necesitábamos era más problemas, y Sean causaba más problemas que arreglos (? xD). Pero lo que menos me esperaba era que me saludara de esa manera. No pude evitarlo y me puse de pie.

    - ¡Qué sea la última vez que haces eso, la próxima, te arrancaré la garganta! - sentía que se me subía la bilis. Intenté tranquilizarme, básicamente estábamos en el despacho de la señora ministra y lo último que necesitábamos era que yo montase una gorda. Entre eso y el silencio de mi marido que me inquietaba y bastante, había conseguido que mi mal humor, se transformara en ira.

    Aunque a pesar de estar de pie, volví a sentarme, no pude evitar reírme ante el comentario de Darla...

    - Me alegro, porque acabaría con los guardias de Azkaban antes de que me metiesen en una celda - le lancé una mirada, levantando una ceja. No es que fuese un aviso, pero tampoco era que me dejase amedrentar tan fácilmente- no tienes ni estilo ni para amenazar - bufé por lo bajo.

    Pero Sagitas empezó a hablar y me callé. Llevé una mano en mi mentón para escucharla antentamente. Sonreí. Bien, si había indulto al menos tendría las espaldas cubiertas. Saqué un pergamino del bolsillo y la pluma y tinta del morral. Susurré unas breves palabras mientras el instrumento de escritura hacía su trabajo. Con un movimiento de mi varita se selló mágicamente y con un toque, la hice desaparecer. Esperaba que llegase a quién correspondía. En Italia había aprendido útiles hechizos de encriptación. Y a pesar de los susurros y el suave rasgueo de la pluma, lo que estaba puesto en el papel, era completamente invisible para los que estaban en el despachoo. Sólo lo podía leer la persona a la que iba dirigida la carta. Eso evitaba muchas filtraciones y dolores de cabeza.

    Escuchando una de sus últimas palabras...

    - El Ministro italiano por supuesto no te apoyará, pero yo me las arreglaré para que cambie de opinión. Pero tanto yo, como el Consejo de Erebus ten por seguro que sí. Si las cosas se ponen feas... Bueno, tienes todo mi apoyo señora ministra - dije en tono solemne y con una sonrisa.

    - Y sí, demasiada tensión para mi cabeza, que ya estoy empezando a notar los efectos - renegué por lo bajo. Necesitaba reponer energías cuánto antes y sabía que, gracias a los cuidados de mi elfina, me repondría pronto. Y lo necesitaba.

    Y antes de levantarme escuché a Sean. Recordé que tenía socios por allá.

    - Puedo ocuparme de Egipto si se necesita. Tengo conocidos por ahí, y me deben unos cuántos favores. Egipto he Italia dos países colocados geoestratégicamente - sonreí sin dejar de negar con la cabeza- tendremos una buena oportunidad de acaparar más poder, antes de que la Conferencia Internacional de Magos nos pongan más impedimentos. En Italia aún conservo el poder, pero cómo dije, puedo extender mi influencia y de momento a Egipto...

    - ¡De eso nada Darla! -le protesté yo - si piensas que voy a quedarme en la oficina revisando documentos de aceptación de personal para Hogwarts o lo que sea, estás muy equivocada. Además, que yo no sirvo para eso. Puedo traer a alguien del país itálico, pero supongo que aquí la señora querrá a un inglés para hacer el trabajo... Cómo corresponde, por supuesto.

    Gracias a quién me avisó lo de los tiempos xDD

    Día del Edicto y ataques - Mansión Potter Black, al alba.

    La Mansión estaba en completo silencio. Después de calmar a mi pequeña y de arroparla tras colocarle las sábanas, báje a desayunar, el sol todavía no se había levantado pero se notaba que estaba próximo. Había una neblina suave alrededor de la casa. Cómo si fuese una extraña magia protegiéndola. Miré mi reloj mágico y me indicaban las seis de la mañana. Era todavía temprano y todo era paz. Pero era un silencio que agradecía, me daba tranquilidad y calma ante la inquietud que había estado sintiendo en los anteriores días, cuando hablé con Sagitas. Se me hacía raro encontrármela por casa, siendo la Ministra y encima mi suegra. Sólo esperaba y rogara que no fuese demasiado insoportable.

    Los elfos aún no se habían despertado y yo con el pijama, me dirigí hasta la cocina a prepararme un café. Cogí lo necesario y preparé un desayuno a base de tostadas y galletas que había hecho días antes. Uno de mis guardias, entró, cogió una taza y se sirvió un poco de café.

    - ¿Todo en órden? - le pregunté yo, entre susurros y en un tono cansado.

    - Sí mi señora, además, me tomé la libertad junto con Cicerón de reforzar las medidas mágicas de seguridad. Añadí los conjuros que tenemos en la Toscana. Sabe de sobra que nos funcionó bastante bien - y al terminar dio un sorbo a su bebida.

    - Bien, las vamos a necesitar por mucho que se crea mi tía que es la Ministra, toda seguridad es poca. ¿Has hablado con nuestra gente? ¿Y con vuestros contactos? - él levanto una ceja y tomó su tiempo para responder...

    - De momento, no saben nada de ese hombre que me ha mencionado mi señora, pero a no mucho tardar, quizás sepamos algo más en los próximos días. Sobre lo otro, escribí al Consejo y nos dan su apoyo y aprobación. Después de la limpieza que hizo, bueno, nos le quedó más remedio - rió por lo bajo y yo le acompañé. La limpieza era un término bastante genérico para decir que, se había matado a los hombres más importantes y que se habían opuesto a mí al empezar la guerra. Pero con buenos asesores y consejeros al final, no tardó mucho más de lo que pudiera ser una sangría de lo que había sido- y el resto de las Casas italianas, ya saben lo que les esperab si se intentan rebelar otra vez. No tema Alteza, todo lo que ha hecho es por el bien de la princesa - dijo con una leve reverencia - ¿ordena alguna cosa más?

    - Hum, creo que no, pero en mi ausencia, haced turno para resguardar a Elentari, no me fío de la gente de por aquí, quizás tengamos represalias por lo que ha hecho Sagitas y las aguas andan bastante revueltas en éstos tiempos. Ésto trae malos y viejos recuerdos... Al menos que entre Matt a la habitación para cuidar de nuestra hija, nadie más, salvo vosotros dos, tiene permiso para entrar ahí. Puede que Sagitas, ya sabes cómo es cuando se empecina... Además, cuidó a mi hija durante éstos dos años -elevé mis hombros frunciendo el ceño- lo ha hecho mejor de lo que yo lo hubiese podido hacer - terminé en un susurro. Me rasqué en la zona en dónde tenía la marca Tenebrosa grabada. Me escocía esa zona, la verdad, es que días atrás la sentía más viva que nunca y sabía que se avecinaba algo gordo, muy gordo. 

    - Y, otra cosa antes de que te vayas...

    - Dígame señora - respondió Antinoo diligente.

    - ¿Entonces es cierto que mi tía se ha estado reuniendo con mortífagos? -pregunté sin temor a la respuesta, era más sospechas que otra cosa, y más aún como lo había definido mi elfina, mientras le echaba un par de cucharadas de azúcar y añadía más brebaje negro.

    - Bueno, no podríamos afirmarlo al cien por cien, pero nuestra gente sí la ha visto reunirse en algunos lugares en dónde se puede decir que se reúne gente oscura...

    - Claro, cómo que nosotros no lo somos - solté con una ironía y casi lanzo una carcajada que al final, terminó en tos, Antinoo rió por lo bajo y asintió con la cabeza.

    << se me hace raro, o le pregunto directamente o lo tendré que averigüar por mí misma -bufé- bueno, haz lo que te he dicho, contacta con nuestra gente y con los egipcios, con ellos tenemos negocios importantes así que, quizás puedan persuadir a su ministro para que tomen partido de nuestra situación, a lo mejor con un par de buenas bolsas de galeones debería bastar... Y si no quiere, tan fácil como hacerle un imperius...

    Antinoo asintió con la cabeza, el tic tac de un reloj cercano a la cocina (?) se escuchaba, mientras veía a lo lejos, como poco a poco el sol iba asomando y con suavidad, despejando la delicada bruma mañanera. Después de la conversación con mi guardián, vino Cicerón a servirse un poco de desayuno, y se hacía el relevo y mientras, cavilando, me dirigí hasta el salón a descansar un rato, antes de que hubiese más bullicio dentro de la casa. 

     

     

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  11. Había pasado mucho tiempo desde que me había ido corriendo. Al menos las últimas novedades en Italia me habían aplacado un poco. Todo estaba en paz, aparentemente, pero la bomba soltada por Sagittas en el Ministerio me había dejado desconcertada. Me había aparecido a unas calles aledañas de la mansión Potter Black. Una ironía llevando esos apellidos. Al mismo tiempo que nos realzaba como "nobleza" mágica, podía causarnos estragos políticamente. Ya se vería más adelante el cómo las políticas de nuestra querida ministra no influyesen de forma negativa en nuestra Casa y en el resto de nuestros negocios. Sabía que medio mundo estaría en contra nuestra. Entendía sus razones pero aún así... Era un cambio demasiado brusco para proteger a la población mágica.

    Ese día hacía calor. Podía verlo en las pocas personas que paseaban por el lugar y se notaba gotitas de sudor en su frente. Ocultaba mi rostro con la capucha/capa que me había llevado al ministerio, lo último que necesitaba era llamar más la atención. Pero quizás el hecho de aparecerme a mediodía no pudiese pasar inadvertida para el resto de los mortales. Chasqueé la lengua, furiosa. Llevaba mi varita oculta en la mano, básicamente por costumbre y precaución. Caminaba despacio pero a pesar de todo, mis botas de piel de dragón hacían algo de ruído. Quizás hubiese mejor idea el llegar en escoba. Pero tampoco me apetecía. La aparición era el método más rápido para llegar a cualquier parte, si no había protecciones extras.

    Saqué un cigarrillo del morral de cuero y lo encendí con la varita, decidí cambiar el color del jersey y de los tejanos por un tono más grisáceo. Así no me abrasaría antes de llegar a la casa. Había dejado allá a Antínoo y a Cesarión reforzando la seguridad de la mansión y de hecho, deberíamos discutirlo, pensé para mí. Añadir más magia adicional por mucho que se levantara el Estatuto del Secreto. Otro error más, estaba de acuerdo, pero había que hacer las cosas despacio, no tan brusco...

    - Un error que nos costará caro - dije por lo bajo, dándole una calada al cigarrillo. Mis pies me llevaron a la entrada principal de la mansión en dónde los elfos de la familia estaban cuidando los jardines. Aunque estaba preocupada más por mis problemas maritales. Matt había estado hosco y como para no hacerlo y a pesar de los mensajes enviados telepáticamente, sólo había recibido silencio. Mientras pensaba, abrí la verja principal y pasé a los jardines. El crujir de la piedra del camino (?) me ayudó a relajarme un poco más, pero no tenía ni idea de cómo enfrentarlo, aunque respetase su silencio. Pero claro, una cosa era eso y otra muy diferente... Quizás sería buena idea el enseñarle el motivo de mi huída, porque no había podido ser de otra forma. 

    Me senté en la escalinata a esperarle. Aunque fuese jefa de departamento, era cierto que me había dado ciertas libertades para ello. Fumaba tranquilamente aunque con algo de nervios... ¿Llegaría @Matt Blackner? No tenía idea, le había dicho que lo esperaba en casa, así que, tampoco tenía idea de cómo iba a ser su recibimiento pero tampoco me esperaba una gran calidez, algo de lo que había asumido en cuánto me aparecí en el Ministerio de Magia inglés.

     

  12. Silencio. Eso fue lo que obtuve de mi marido en un período corto de tiempo. Era cierto que la "señal" enviada había sido demasiado débil por falta de comunicación diaria, pero sabía que le había llegado. Básicamente porque le conocía cuando estaba enfadado, apretar los puños y mirar fijamente a su madre mientras atendía a la conversación. No insistí, sabía que no serviría de nada. Pero no pude evitar enfadarme y fruncí el ceño, bien podía decirme como estaba nuestra hija, sólo eso. Aunque respeté su decisión y su callada por respuesta. Entendía perfectamente su enojo, yo estaría mucho peor que él, ¡seguro! ambos teníamos mucho (?) carácter.

     Pero la voz de Sagitas me hizo sobresaltarme. Siempre me pasaba cuando enviaba ese tipo de mensajes, a veces me olvidaba en dónde estaba. Volví a fruncir el ceño otra vez, pero era cierto que, lo que menos me apetecía en esos momentos era discutir. No estaba el ambiente cómo para caldearlo más todavía si se podía. Gruñí por lo bajo y no pude evitar responderle...

    - ¡No estoy alardeando! - sonó a protesta. La guerra me había hecho o intuía más humilde de lo que parecía en un principio. Había tenido que tomar decisiones duras y aunque entendía en parte los Edictos de mi suegra, sabía que políticamente, las consecuencias serían nefastas- era mucho mejor que empezaras más despacio sin sobresaltar a nadie - volví a protestar por lo bajini.

    Sentí que palidecía ante sus últimas preguntas. Me agarré a los reposabrazos y negué con la cabeza, mi boca se formó una expresión dura y marcó más todavía mi mentón.

    - ¡Nunca dije tal cosa Sagitas! No me refería a matar a Ithilion, no pongas en mis labios cosas que no he dicho ¡no tergiverses mis palabras! - si  ya con el silencio de Matt estaba algo enfadada, esa acusación me había dolido bastante. ¿Qué se creía ella que era yo? ¡Y más aún la que protegía a los hijos de magos de sangre pura! He Ithilion era más puro, su ascendencia tenía varias generaciones de magos a la cuál más ilustre (?)

    - La solución más lógica en éste caso, sería matar al nigromante, pero en el tiempo actual, si las cosas suceden dentro de diez años...

    << No, no se tienen pruebas cierto, más bien son incertezas, la directora McGonagall (jefa de la casa Gryffindor) en su momento, despreció ese arte por ser tan poco... no sé si útil es la palabra pero desde luego, nuestras acciones son las que dictaminan nuestro propio futuro, así que en éste instante tenemos ventaja con esa información y lo digo, puedo mover mis contactos para obtenerla, sólo tienes que dar la órden - me incliné en el respaldo de la silla he hice un gesto, indicándole que estaba en su mano hacer lo que tuviese pensado.

    - Eso, eso, gracias querida, al menos alguien que entiende lo que digo - asentí con la cabeza y con una sonrisa a las palabras de Darla. Bueno, al menos dos personas en esa sala estábamos de acuerdo en algo - pero bien podría ser que esa persona no estuviese registrada en su momento, piensa Darla querida que, hace algunos años éstas leyes ni existían y era decisión de los padres si querían o no registrar a los familiares en el árbol familiar por ejemplo o incluso hacerlo desaparecer... Y mucho menos aún hacerlo dentro del Ministerio de Magia, era un simple trámite no obligatorio (?) sólo se hacía básicamente para tener un censo de magos y brujas. Quizás en Hogwarts haya ese listado. Pero puede que ese nigromante ni siquiera fuese inglés...

    "Toujours Pur" y no supe porqué pero ese emblema de la familia Black me vino a la mente. Cierto que debía proteger a los sangre limpia, pero ¿a qué costo? Ya con el tiempo se vería si nuestros actos no serían mucho peores que los pensados en un principio.

    Pero las palabras de Matt al aclarar la supuesta visión me hizo sentir cierto mareo. ¿Pero quién era semejante basura social? No entendía nada, tenía la sensación de que me faltaban muchos datos. 

    - Matt tiene razón. Yo me puedo encargar de ese trabajo... - aclaré mi garganta- una vida más o menos no nos traerá muchas complicaciones si salvamos el país de la catástrofe. Es más, si estás dispuesta Sagitas, espero que me concedas el indulto y más aún evitar que se investigue el asesinato. No me gustaría acabar con Azkaban por proteger a la población mágica. Mucha gente no verá con buenos ojos ese modus operandi. Aunque mientras hablamos, estamos perdiendo el tiempo señores. Es hora de ponernos en marcha ¡ya! - enfaticé mi última palabra, dando una palmada en el reposabrazos de la silla- recabar información, buscar posibles protectores, anular esa magia y esperemos que el hacer esas cosas, no sea peor el remedio que la enfermedad. Y para eso, deberíamos pedir colaboración internacional, pero creo que esa puerta está cerrada del todo, al ver que su 'señoría' -dije con cierto rentintín esa palabra - con esas normas nos ha puesto en el punto de mira de todo el mundo...

    Me daba la sensación que tras la puerta había gente esperando a reunirse con la Ministra. Carraspeé nuevamente...

    - Creo que tienes gente esperándote en la puerta. Lo que me extraña, es que no vayan a la Potter Black a protestar contra esas medidas, yo que tú movería el trasero en reforzar la seguridad...

    p.d.: Mica, no lo sabes tú bien, por eso yo, no pongo nada jajajaj 

  13. Noté que alguien más llegaba. Otro aroma conocido y aún con la capucha puesta, recordé a quién pertenecía. Me giré y vi a la bruja. Debía ser por nuestras especiales conexiones vampíricas que ambas nos sentíamos mutuamente. Parecía que no se sorprendía en absoluto el ver mi aspecto. La verdad es que debía estar horrible. Ni tiempo me había dado siquiera a darme unos retoques de maquillaje para disimular las profundas ojeras. Buscaba información y esperaba obtenerla en la oficina gubernamental.

    Me sobresalté un poco al escuchar la voz de la mujer. Me había quedado un poco absorta con mis pensamientos, carraspeé y le dije:

    - Hola querida - con una sonrisa débil y una inclinación de cabeza- pues, la verdad es que no, yo venía a... por otros asuntos... 

    En ese instante se abrió la puerta y la cara de sorpresa de mi suegra no era para menos. Había citado a una persona y resultó que se encontró a otra más. Volví a sonreír al escuchar su expresión. Menuda manera de recibirnos, pero me alegré al ver que en eso no había cambiado. Pero por lo poco que había visto, mi marido y mi prima estaban dentro. Así que mi olfato no me había engañado del todo. 

    - Después de ti - le indiqué con la mano, para que pasara al interior tras el recibimiento de la política. Y tras pasar al interior, cerré la puerta con suavidad. Me senté en una de las sillas que estaban libres. Matt no me miraba y no era para menos, Xell parecía estar en su mundo, pero no sabía porqué, pero tenía la sensación de que las cosas sí habían cambiado. No podía leer auras, ya que no era sacerdotisa, pero con mi hermana melliza, había aprendido a leer energías y eran oscuras, muy oscuras. "Al final, va a ser verdad lo que me había dicho Galadriel" pensé para mí. Quizás no se reunieran con mortífagos pero sí se relacionaba con gente o que practicaba las artes oscuras. 

    Por costumbre y para calmar lo que sentía en mi interior, saqué una petaca de plata, la abrí y di un trago un poco largo. Casi me atraganté cuando escuché las palabras de Sagittas...

    - ¿Ithilion? - me quedé asombrada, mirándola. No, era imposible, pero en el mundo de la magia sí podía serlo. Si Lázarus podía hacer cualquier cosa con cuatro huesos de un difunto, un nigromante podía hacer mucho más...

    - Yo soy nigromante, pero no sé si se puede revertir esa magia o anularla... será complicado - chasqueé la lengua. La maldita videncia nos había jugado una mala pasada a todos, pero la información que nos estaba proporcionando, la verdad es que en ese sentido tenía lógica que actuase como Aaron. Pero algo debía de haber en ese transfondo de Edictos y leyes. 

    - Pero un nigromante no tiene tanto poder para hacer eso. Tiene que tener otros poderes, otros poderes mucho más fuertes para llegar a ese nivel de magia. Quizás, con un imperius y todos los aquí presentes sabemos que eso es magia ilegal - dije con una media sonrisa en mi boca. Bajé la vista hacia mis manos y aún con la petaca, la cerré y la guardé de nuevo en el morral de cuero. En Italia había intentado por todos los medios no usarlas. Pero a veces era inevitable.  Cuando había mencionado las palabras cenizas, mi mente me jugó una mala pasada; pude visionar de nuevo una pira enorme de cadáveres con leña y a mis hombres prendiéndoles fuego con unas antorchas, enseguida el fuego empezó a crepitar y a subir, el olor a carne humana mezclada con la vampírica y madera había impregnado el ambiente, no pude evitar fruncir el gesto ante eso. ¿Para qué habría vuelto? Quizás sería la mejor manera de evitar otra masacre más. Una manera de limpiar el karma que tan sucio tenía.

    - Y si querías evitar todo ésto, ¿para qué te enfrentas al resto de la comunidad mágica? ¿No había otras formas? - no pude intentar evitar el reproche en mi tono de voz. Yo como mortífaga estaba de acuerdo, pero eran unos cambios drásticos - estás cometiendo los mismos errores que Voldemort. Las cosas hay que hacerlas con delicadeza y con el paso del tiempo para que la gente se acostumbre. No puedes cambiar las cosas de un momento a otro... y con eso te has ganado las antipatías de la comunidad mágica internacional, y también aquí dentro... 

    << Y con respecto a Ithilion, puedo mover mis contactos para buscar información. Pero ya te aviso ahora que no tendrás muchos apoyos. Y todo ésto es malo para los negocios incluído los mágicos - ¿qué hacía yo? No tenía ni idea, se suponía que seguía los ideales mortífagos y era orgullosa de corazón con ellos pero, era otro error más en la larga lista de ministros que habían perdido el cargo por conseguir no sé qué futuro mejor - no quiero desacreditarte como ministra, seguiré tus órdenes por supuesto. Pero será difícil que la gente acepte cambios tan bruscos. Yo puedo intentar ayudarte... no sé... y estoy de acuerdo con Matt. Las cosas hay que hacerlas bien o mejor no hacerlas. Tendrás ciertos apoyos de otras facciones pero no de todo el mundo - asentí con la cabeza- y si quieres conseguir la cartera de ministra para el año que viene, ésta no es la mejor forma. Entiendo lo que pretendes - aclaré- sólo te falta incluír el toque de queda. ¿Qué es eso de que estás reclutando gente para la guerra? -pregunté de sopetón al recordar las pocas noticias que había conseguido obtener tras mi llegada a Londres y el hecho de que Sean las había dicho, seguro que había creado mucho más malestar - puedo ofrecerte hombres si los necesitas y a un buen precio. Mercenarios sí, pero muy buenos con una buena bolsa de galeones te seguiran hasta el final. 

    Quería intentar comprobar que las conexiones que tenía con Matt funcionasen pero sabía que no estaría muy perceptivo. Lo notaba y seguro que estaba enfadado. No era para menos. Y sentí otra emoción más, el que mencionase a nuestra pequeña, había removido cosas en mi interior, que ya tenía olvidadas. 

    "¿Nuestra hija está bien? ¿Está segura en casa?" No había tenido mucha información, porque la guerra interna que había tenido en Italia me había imposibilitado alguna comunicación. Aunque el consejo tenía formas seguras de hacerlo, también se podían interceptar y más con magia. Quería evitar el riesgo que eso suponía. Pero con mis informantes sabía que por el momento crecía sana y segura. Era temporal, al menos que el hijo de Sagittas creciera, yo también quería un futuro para ella "Lamento no haber tenido comunicación en éste tiempo, pero era necesario, me fui para garantizarle un futuro y para salvaguardarla de las amenazas, no voy a pedirte perdón por eso, creo que tú también harías lo mismo si pudieses" la conexión quizás fuese más débil pero al terminar mi exposición a mi tía/suegra le había enviado esos mensajes "y no era seguro comunicarme con vosotros, sólo te pido perdón por marcharme de aquella manera, pero no podía darte explicaciones, no tenía forma de que nuestra hija heredera un reino sin exponer a la familia"...

    En todo éste tiempo no lo había mirado, básicamente porque sabía que él no lo haría. La tensión reinante se podía romper en cualquier momento y tomé nuevamente la petaca de plata. Estaba rellenada con whisky de fuego y eso calmaba cualquier remordimiento que me viniese a la cabeza. Pero ahora era más importante hacer ese "trabajo" y evitar cualquier situación futura que nos pusiese en peligro a todos. 

    Aclaré mi garganta:

    - Bueno, lo primero es recabar información. ¿Se sabe algo más de todo lo que nos has contado? - Es cierto que en todo el tiempo había hablado con voz débil. Necesitaría reponer fuerzas antes de enfrentarme a otra batalla, pero la verdad es que me sentía agotada. No bastarían sólo las pociones. Esperaba que fuese sucifiente varias noches de sueño reparador (si las pesadillas me dejasen) y una buena alimentación. Yo sólo esperaba que, la videncia nuevamente, no nos jugase malas pasadas otra vez. 

     

  14. Italia, en algún lugar de la Toscana 

    Después de dos años de ausencia, era hora de regresar. Me encontraba agotada, casi en los huesos, si podía estar más de lo que mi físico me permitía y tenía unas ojeras profundas que daban miedo. Las consecuencias de la guerra habían llegado a Italia por supuesto, cada uno enfrentado al vecino de enfrente, e igualmente, pasaba con el mundo vampírico. Algunas facciones que no me apoyaron en su momento, se rebelaron aprovechando el momento y con lo cuál corrió la sangre como si no hubiese un mañana. Había perdido de disfrutar de dos años con la pequeña Elentari. Sabía que estaría segura con Sagittas y con Matt y más aún, cuando la nombraron ministra. Me sentí orgullosa del poder que había adquirido la Potter Black en éste tiempo, ahora formábamos parte de la élite política inglesa e internacional. Pero, ¿servirían de algo las influencias familiares en la política? ¡Un cuerno! No al menos en mi caso. Después de esa masacre, necesitaba descansar y para mí, era mejor hacerlo en casa, en los nexos comunes que teníamos en Inglaterra. 

    Acostada en la cama con dosel de la fuerte fortaleza, había intentado descansar gracias a una pócima del sueño proporcionada por uno de mis maestres, pero en vano. Los remordimientos no cejaban en su empeño en mi cabeza. "Era lo que tenía que hacer" me repetía en mi cabeza y más si quería mantenerme en el trono y que mi hija heredera un reino... Existieron pérdidas por supuesto, e importantes. Las mejores familias del sur, fueron masacradas hasta el punto de que no quedara ninguno "vivo". Así que, entendía perfectamente las últimas noticias dada por la primera ministra inglesa y por ende, mi suegra. A veces para protegernos era menester aplicar medidas duras, sin condiciones, pero igualmente me sorprendía su actitud. ¿Sagittas en contra de los muggles? Eso me sacaba fuera de onda, de lo que habitualmente era ella. ¿Qué había pasado en mi ausencia? 

    Sin poder echar el sueño como yo quería, recogí los pocos enseres que me había llevado de nuevo a mi hogar ancestral. Desperté a los otros señores y les avisé de que iba a regresar, sus caras lo decían todo, pero me dieron el apoyo necesario. Se lo agradecí con una sonrisa y prometiendo regresar en cuánto descansara. El regente me prometió en mi nombre, que reconstruiría el país yo en mi caso, le proporcionaría el oro necesario para eso. Era lo que tenía que hacer. Aunque reconociéndolo, había obtenido mucho capital al pasar las posesiones de esas familias tanto al consejo como al mío propio. Podía sacarle un buen provecho. 

    A pesar de la debilidad de mi cuerpo, necesitaba volver a casa. Tendría que dar muchas explicaciones, sobre todo a Matt, que no entendería que hubiese abandonado de ésta manera a la familia. Pero no entendería, los deberes de estado eran lo primero. Recogí mis documentos y los coloqué en el morral de cuero que llevaba al cuello, el baúl de caoba lo metí también en su interior y que, gracias a la magia, no pesaría tanto. Además, portaba las valiosas varitas de todos los integrantes de las familias destruídas, eso me ayudaría a no olvidar, era como "un trofeo de guerra". Me puse un jersey negro con unos pantalones tejanos del mismo color y por supuesto, mis botas de piel de dragón. Puse los guantes y la capa con la capucha en cabeza y el resto del cuerpo.

    Antinoo y Cesarión me acompañaron en esa noche montando guardia en la habitación. No habían dormido pero, era a los únicos que permitía estar, eran mi guardia personal, entendieron con un gesto y con ambos, nos desaparecimos del lugar. 

    Reino Unido, primero Ottery y después en dirección al Ministerio

    Habíamos aparecido delante de la mansión Potter Black, todo parecía en calma, demasiado en calma, mi elfina Galadirel que estaba en los jardines, lanzó un chillido de alegría al verme...

    - ¡Ama, ama! - se abrazó con fuerza a mi cuerpo, tanto que casi me tira - qué alegría tenerla en casa, no lleva equipaje por lo que veo - comentó tras echar un breve vistazo, después de separarse de mí. Negué con la cabza.

    - Montad guardia en los terrenos, a cualquier novedad, ya sabéis - los dos magos inclinaron la cabeza y sacaron sus varitas para ir a revisar los terrenos.

    - ¿Qué tal las cosas por aquí? - pregunté a mi sirviente- veo que no han cambiado mucho las cosas...

    - Sí ama... - la elfina pareció dudar un momento, la verdad es que después de tanta ausencia, era más de Sagitas que mío, pero siempre me había mostrado más lealtad que algunos de los que se hacían llamar magos - la ama Sagittas últimamente se está reuniendo con gente de lo más "rara"...

    - ¿Rara? - y en mi cabeza vino la palabra al intante ¿serían mortífagos? Porque ella era los definía así, a su manera. "qué extraño" pensé para mí.

    Nos encaminamos hacia el interior de la mansión

    - Los demás están en el Ministerio mi señora, ya sabe, el tema de los edictos - asentí con la cabeza... 

    - Bien, entonces prepara las cosas para cuando llegue - le hice una carantoña en la cabeza. Últimamente me prodigaba más en cariños que en otra época. El mundo se había vuelto loco...

    - Me voy al Ministerio, cualquier cosa que necesiten mis guardias ya sabes - le dije, mirándola a los ojos...

    - Sí mi señora, descuide, estará todo como indique...

    Volví a salir a la calle principal de Ottery, por las dudas de que, con la desaparición, pudiese sufrir una despartición. Algo de lo que sería realmente doloroso. No quería probarlo nuevamente. Nuevamente, llegué a las viejas oficinas que teníamos en Londres, me había aparecido en una calle aledaña y después de pasar todos los trámites necesarios regresé al atrio y de ahí directamente a la oficina de la Primera Ministra. Sentí un vuelco en el corazón al sentir los aromas de Sagittas, Xell y Matt, sabían que estaban dentro, ¿cómo me recibirían? Sentí cierta inquietud. Toqué la puerta tres veces y esperé respuesta. 

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  15. Fantástico VP como siempre maidis *-*

     

    ¿Te puedes creer que en vez de tradición, leí traición? jajajajaja tuve que releer de new porque me quede ¿ein? :huh:

     

    A mí lo de la gala me encantó el diseño, la mezcla de la antigüedad y la gala en sí, aish :love: chi, no me da pena reconcer que soy una frikihistórica jajaja me apasionan esas cosas... Es cierto que, por mi parte no hice ná, básicamente ni me apunté, una más por pereza, que por tener pareja y eso que heli ya la tiene xD

     

    Todo el equipo lo hizo genial, y me sorprendió gratamente lo del quidditch aunque, como odio los dados pues, pasé de anotarme :cry: :cry: bueno, los dados me odian a mí, directamente jajaja aunque el ideólogo se marcó un diez con ese modelo de rol/quidditchero (?) tiene mis felicitaciones jeje

     

    Y sobre los chismes, yo ni idea... cómo en la vida real no me meto en la de nadie, en la del foro, menos aún, no ando enterada en esas cosas la verdad jajaja

     

    Y si lo que hizo eso, ¿no fue Martin? Perdón, la vejez (?) :cry: :lol: ¿no se podría hacer permanente? con un tópic aparte como el de duelos y que cada x tiempo, una vez al mes o así se jugaran esos partidos, pero supongo que no se hará, por falta de espacio T_T y quizás incluír más cosas pero yo ahí ya no me meto y por supuesto, con excelentes premios >_> >_> tendría que poner ésto en el feedback, pero bueno, el interesado si lo lee pos... por mí ya me vale jejeje :P

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  16. Espero que queden objetos u.u me alegra ver que habéis puesto mi sugerencia del mapa del merodeador :P :P

     

    ID: 115845
    Nick (con link a la ficha) Helike R V PB
    Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) Bóveda Trastero
    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda de Gringotts
    Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
    Fecha: 2020-12-27
    Objeto: astrolabio
    Puntos: 20 p
    Precio: 1000 g
    Objeto: mapa del merodeador
    Puntos: 20
    Precio: 1000 g
    Total de puntos: 40 p
    Total de Galeones: 2000 g
  17. falto yo, falto yoooooooooooooooooo!! *entra corriendo y dando un portazo* jajajaja

     

    Ya te lo dije por privado y ahora te lo digo en público... ¡¡muchísimas felicidadeeeesss!!

     

    Yo no pude votar por temas de las T's :cry: pero, espero que para el año, poder hacerlo :rolleyes: aunque en ésta ocasión la batalla de las elecciones estuvo buena, pero seguro que nos darás roles geniales como los de Aaron... aunque es cierto que no estuve al 100% (y ni siquiera al 1 xDD) intentaré en ésta segunda singladura reactivarme un poco más...

     

    y aunque a Heli le dará un patatús xD al saber la noticia sé que aportarás muchas ideas, tienes ingenio y creatividad y creo que darás mucho que hablar al profeta y al vuelapluma xDD #noteesperessialfinaldelañohayungolpedeestado xDDD y por supuesto, como bandista y como nueris, heli te las hará pasar canutas xDD B) ¿vamos preparando las manitos para los dramasquesevienen? xDDD

     

    pues eso, muchísimas felicidades otra vez y como l@s demás, nos vemos en rol! :DDD

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  18. Jelous!

     

    ¡Falto yo por aquí! xDDD

     

    Quería ver hasta dónde seguías publicando antes de dar mi modesta opinión por aquí y la verdad es que tus post, y como decimos en España, sin ánimo de ser pelota, siguen siendo tan buenos como siempre! :DD

     

    En mi caso personal, siendo mortífaga ya con algunos meses de permanencia, aunque inactiva en el foro en general, si no he votado es, básicamente, porque no sé cómo están las cosas dentro del subforo y siendo sinceros, votar por amiguismo o conveniencia, a mí no me va xDD (ojo, lo digo por mí, no estoy tirando ninguna indirecta, que después me tiran avalanchas de piedras jajajaja) y además mi criterio a la hora de votar a x candidato no es muy bueno y prefiero no decir nada y si el resto de la gente considera que x candidato es bueno para el cargo, adelante.

     

    Pero, visto lo visto con los nombres que has indicado la verdad es que, están bastante bien...has mencionado varios nombres y sin despreciar a nadie y es mi opinión personal, yo pondría así: aaron Líder, lugartenientes, Hades y Anthony y no, no es amiguismo, es lo que se ve en el foro en general xDD y ahí me explico:

     

    Y, diréis vosotros, ¿wtf? es fácil, con Aaron, se ha movido bastante el foro del ministerio con sus locuras y seamos sinceros, siendo primer ministro y líder de la marca, obtendría un poder político muy fuerte ¿habrá complots para desbancarlo dentro de la propia organización? ¡molaría ver esos roles! xD p.d.: yo me apunto jajaja, Anthony no sé cómo lo haces chico, pero aparte de transmitirme mucha ternura (poca gente consigue eso xD a pesar de que ahora eres mortífago o.o) consigues, o reactivar roles o crear nuevos y mantenerlos, ¡menuda imaginación! en mi caso, no tengo tanto alcance (?) jajajaja y hades, ¿qué decir de él? Estoy de acuerdo con Maidis, yo tb me fui (y eso que ya lo había visto estando de novata en la Orden allá por el 2012), me vine, me fui y desde el principio lo vi dentro de la marca sin ofender ni menospreciar a nadie es uno de los pocos que mantienen el perfil mortífago casi intacto desde que lo conozco. Además, fue profesor de duelo en Hogwarts y tb en la Marca y creo que estuvo en la sala como moder, corregidme si me equivoco chic@s mi memoria a veces no da para mucho más xDDD y siendo especialista en ese tema, para batallas y etc, de los postulados creo que tb tiene mucho nivel... Y ojo, hablo de lo poco que sé de los usuarios, no sé si Cissy tb anda en las mismas, perdóname, a tí te conozco poco y hablar por hablar, poesh, no me gusta y lo mismo puedo decir de Arya.

     

    Sobre los que han declinado el liderato es normal, muchas veces no se tiene ni tiempo ni ganas de echarle el pulso puedes estar rompiéndote los cuernos y si no hay motivación pues, al final te acabas desilusionando (ojo, es mi apreciación) yo espero que, como el 2020 espero que mejore a peor no podemos ir xD y sí, aquí tb en el foro jajajaja

     

    Yo les doy la suerte a los nominados/postulados que seguro que realizarán un gran trabajo, los bandos tb son una parte fundamental importante dentro de HL (y sí, ya escucho las carcajadas en plan ¿no me digas? ¿has descubierto américa? xDDD no seáis mu malos anda xDDD)

     

    Creo que me expandí xDDD pero lo raro es que diese una opinión personal sin hacer un texto tan corto xDDD

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  19. MAIDIIIIIISSSS! *-*

     

    Con éste post me alegraste el día, es decir, me indica que estás requete bien *-* y me alegra leerte, como siempre :DD (¿ves? no soy tan mala persona xDD)

     

    El lavarse las manos en fin, eso debería ser de siempre y no de ahora... pero bueh xD lo de la mascarilla aquí en Galicia ya empiezan a multar con 100€ pero con los rebrotes que hay, no es para menos, la gente no aprende y mucha de ella, gente joven ¿wtf? a mí me ma miedo que, el domingo cuando vayamos a ir a votar, uff, no sé cómo estará la cosa... De hecho, prepararía el voto ya en casa aunque dudo de cuál partido votar D: pero, ésto como no es post de política lo dejo pasar xD

     

    no sé en otros países pero debería ser, distancia social 1,5 mascarilla y pantalla y frecuente lavado de manos. Yo en mi caso, evito las aglomeraciones si puedo en lo más posible, siendo fumadora, no me apetece que me ingresen en la uci durante algunos meses D:

     

    con referente a lo otro yo veremos si roleo, tengo mucha pereza D: aunque quizás postee en lo del quidditch, que está mu bien, eso, si no me traiciona mi red wifi, porque hoy no sé que narices le pasa, que me dan ganas de tirarlo por la ventana -.-'' y referente a lo otro, más que nada, rolear por eso de que me da un poco de vergüenza ver 0 galeones en el sueldo del cmi JAJAJA aishh D:

     

    buen post como siempre *-* un beso a las dos! (eh, estamos en el foro, no en la vida real (?) xDD)

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  20. espero llegar a tiempo :/

     

    ID: 115845
    Nick (con link a la ficha) Helike R V PB
    Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) Bóveda Trastero
    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda de Grigotts
    Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
    Nivel Mágico: 42
    Fecha: 2020-05-29
    Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio
    Criatura: Hodag
    Puntos: 40
    Precio: 2000 G
    Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio
    Criatura: Graphorn
    Puntos: 80
    Precio: 4000 G
    Total de puntos: 120
    Total de Galeones: 6000 G
  21. ID: (no es necesario el link al perfil) 115845


    Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) Bóveda Trastero

    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda de Gringotts

    Link a Tópic de la clase o a la prueba: --

    Nivel Mágico: 42

    Fecha: 2020-04-12


    Nombre del producto: Poción Curativa

    Consumible o Libro de Hechizo: Consumible

    Nivel (del libro): --

    Precio: 1000 g


    Nombre del producto: Poción Lágrimas del Fénix

    Consumible o Libro de Hechizo: Consumible

    Nivel (del libro): --

    Precio: 2000 g


    Precio total: 3000 g


    Es mi primera vez en compra de objetos consumibles, creo que está todo bien :P ¡gracias!

  22. En la zona más alejada del cementerio...

     

    La noche parecía fría pero no lo notaba. Caminaba despacio entre la escarcha que se producía tras un cielo despejado. La luna estaba visiblemente en lo alto. Intentaba caminar lo más sigilosamente posible y agarraba con firmeza mi morral de cuero colgado al hombro. Traspasé el talud del cementerio con suavidad y casi sin apenas hacer ruído. Sólo se escucharon unos leves quejidos de rotura de ramitas y hojas. Farfullé molesta. Seguro que se escucharía en todo el lugar y lo que menos necesitaba era llamar la atención lo menos posible, aquella noche. Necesitaba enterrar a mis propios muertos sin que pasaran cosas extrañas. Bueno, así era la magia. Imprevisible y maravillosa a la vez.

     

    Vestida completamente de negro para pasar casi invisible y ser como una sombra oscura, en medio de los árboles y que no se me distinguiera ningún rasgo en particular. La lástima era mi tez, pálida como la leche a causa de mi vampirismo. Pero tampoco podía hacer otra cosa. Llevaba encima, un traje pantalón chaqueta, con unas botas de piel de dragón y una camiseta. Llevaba la varita colocada dentro de los bolsillos. Sólo esperaba que no hubiera ningún ataque. No me apetecía en lo más mínimo hacer uso de ella. Quería tener paz, aunque fuese tenebrosa, durante una noche. Y aún así...

     

    Parecía que el lugar estaba lleno. Pude reconocer varios aromas gracias a la ligera brisa que enfriaba el ambiente más aún. Y aunque a veces me comportaba como una humana, recordándome tiempos pasados, no lo era. Sólo se podía decir que lo fui tras unos breves meses... Al menos no notarían mi presencia si me hacía notar y me negaba a ello, por lo menos, no soltaba vaho por mi boca y era un alivio. Aunque tenía cierto resuello por el esfuerzo. Mi cuerpo era como el de las piedras que decoraban el cementerio. Frío, sin vida. duro como una roca y débil como un guijarro.

     

    Encontré el lugar que había encargado para colocar un mausoleo a mis propios muertos y a los de mis súbditos. Habían sido muchos y estaba bastante afectada. Gracias a mis lugartenientes que movieron todo lo necesario, en pocos días ya estaba montado. No era gran cosa, sólo una mole de piedra, terminado en un tejado, de pizarra y en su parte superior con un ángel con las alas extendidas agarrando a un cuerpo desfallecido. Irónico, por quién yo era. La propia 'muerte' convertida en ángel, me miraba con sus ojos pétreos y no pude evitar cierto escalofrío. Sabía que nunca o casi por una excepción, no podría avanzar. Quedaría estancada, de por vida. Una larga vida.

     

    Con la varita hice que se abrieran las puertas fuertes de hierro. Al menos lo hicieron lo más suavemente posible. En su interior era oscuro, como la boca del lobo y rogaba que tanto como ese lugar como el resto del recinto, fueran respestado por tod@s. En algún momento de esa maldita guerra, se necesitaría reposar las consecuencias de esa deflagración, y que apenas tenía constancia de cómo había sucedido... Casi todo por un maldito dragón, según tenía entendido. Mientras cavilaba en todas éstas cosas. Suspiré.

     

    El pequeño altar vacío me esperaba, con un par de movimientos más de varita hice sacar del morral varias cajitas en dónde reposaban las cenizas que había podido sacar. Las fui moviendo en silencio y casi sin moverme, a cada espacio de las pequeñas urnas que había en ese monumento que había mandado levantar. Había costado una fortuna en oro, pero no importaba. El descanso de esas almas era lo primordial. Aunque a veces el asesinato justificaba muchas cosas, en esa ocasión no estaba del todo de acuerdo. Era absurdo e irreal. Lo había vivido y sufrido. Sentía que esas consecuencias me habían cambiado. Quizás, para siempre.

     

    Tras depositar las cajitas en sus sendas urnas, dentro de los huecos pétreos, coloqué los nombres a las personas que, con ciertos chasquidos se iban identificando. Por último y aunque fuese un sacrilegio, los huesos de mis padres encima de un par de huecos del altar. Saqué la bandera italiana y española, puse un par de candelabros de un sólo brazo y los encendí. Quemé un par de varillas de incienso y también mirra en honor a los caídos y a los antepasados. Al menos que tuviesen una ceremonia, aunque privada de un momento de homenaje. Ellos serían recordados por los vivos que visitaran ese lugar de último descanso.

     

    No serían olvidados.

     

    Tras unos breves minutos, apagué los cirios y los guardé nuevamente en el monedero dejé las banderas colocadas en el altar por si necesitaba hacer más "visitas". Mi trabajo como jefa del Clan Erebus había terminado. Era mi deber honrar a los muertos y enterrarlos como era debido, con ceremonias sencillas para que sus espíritus descansaran tranquilos. Tras volver a suspirar, negué con la cabeza y me moví despacio. Tras salir otra vez de ese cementerio personal, colocado debajo de un árbol de Saúco de madera negra, volví la vista hacia la luna... sería una noche larga...

  23. con @@Matt Blackner @@Xell Vladimir Potter Black @@Sagitas Potter Blue (haciendo de Babila) en dirección al dpto de Accidentes

     

    Miré a mi prima Xell desconcertada:

     

    - Déjate de formalismos prima Xell... ¿de qué tiene que informarme? -pregunté mirando a ambos...

     

    - Bien podréis ir comentándomelo en cuánto lleguemos a la planta de Accidentes. Necesitaré una reunión con algunas personas y la discrección es fundamental. Es más, si se aparece el señor ministro por aquí... ¿podréis entretenerlo con cualquier cosa? -pregunté parándome un segundo y mirando a ambos.

     

    - porque la verdad, no me sorprendería para nada que lo hiciera con cualquier excusa. Habrá que movilizar a cuántos funcionarios podamos reunir. Ésto será bastante movidito. Cómo directora del dpto de desmemorización necesitaré varitas... porque, creédme, con éste levantamiento del secreto, habrá muggles que vean cosas que no deben... Hasta ahora nos hemos defendido bien pero - suspiré- tendremos el doble de trabajo... o el triple - chasqueé la lengua, fastidiada.

     

    Vi que una serie de magos salían de un elevador y con prisa tomé la puerta para que no se cerrara. Urgí a mis familiares y al secretario que se adentraran y cerré la puerta con rapidez, así al menos tendríamos más privacidad mientras nos dirigíamos a nuestro lugar de trabajo.

     

    Sí, la verdad es que todo el asunto tenía mala pinta. No sabía como demonios Aaron había sido capaz de hacer algo así. Se suponía que era demasiado pronto. La comunidad mágica, no estaría preparada para dejarnos ver. Estaba de acuerdo en parte, con su filosofía, pero no era tiempo y mucho menos cuando había varios frentes que librar... Estaba segura de que, a much@s magos y brujas le había desconcertado la noticia. ¿Estaría Mackenzie Malfoy enterada? me sorprendería que no fuera así, más cuando la comunidad había elegido a su sucesor... las cosas se iban a poner demasiado feas, estaba segura.

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