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Kutsy Stroud Lenteric

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Todo lo publicado por Kutsy Stroud Lenteric

  1. ¿Quién me mandaba a meterme donde no me llaman? Pensé cuando sin previo aviso alguien me sujetaba del brazo y me llevaba con él escaleras abajo, intenté soltarme pero en algún momento los dos habíamos tropezado cayendo juntos por los últimos escalones que nos separaban de la primera planta, me había golpeado el costado derecho con lo que me pareció era un mueble y cuando estaba por proferir un suave quejido aquel personaje comenzó a hablar. ¿Ladrón? Busque su mirada entre la oscuridad que nos rodeaba, mas me encontraba mareada por lo que no lo conseguí y como si todo eso no fuera suficiente algo jalaba de mi cabello y había tomado mis piernas arrastrándome por el piso –¡qué sucede! –Exclame presa del miedo que se apoderó de mí, hasta que un par de brillantes ojos y risas burlonas me hicieron darme cuenta que los responsables de todo ese caos eran duendecillos. Y lo confirme una vez que el mago que me había llamado ladrón gritara todo tipo de improperios, finalmente la luz se hizo presente y lo que contemplé me descoloco a tal punto que me olvide de seguir luchando porque no se robaran mi calzado –Infestación –fue lo primero que dije al observar el sin número de criaturas voladoras que nos rodeaban, tal parecía que el lugar tenía un tapiz hecho de ellos. Un escalofrío me recorrió el cuerpo, busque entre los pliegues mi varita para auxiliar al hombre que se encontraba a merced de casi unos veinte de ellos cuando una bruja interrumpía en el museo –petrificus totalus –grité justo cuando diez de los duendes estaba por levantar de la capa a Laimi, la madre de mi hermana, y tras ver lo que había hecho se fueron contra mí, aún Aleister, era llevado tal cual muñeco de trapo –este…sí –añadí mientras ahora luchaba porque no me quitarán la varita –un poco de ayuda vendrá bien, podrías auxiliarlo por favor –le pedí al ver la mala situación del hombre. Para ese entonces la trenza que había adornado con un broche de mariposa ya estaba desecha, tenía rasguños en las mejillas, los brazos y claro babeadas las manos tras lo que me pareció habían intentado morderme. Sencillamente no había sido un buen día para visitar el museo, aunque jamás habría de imaginar que hasta en mi día libre tendría que trabajar…
  2. Los rayos del astro rey caían de aplomo sobre el espejo de plata con el que me entretuviera jugando cerca del río del castillo, a veces solía estar sólo ahí admirando la quietud a mi alrededor y deleitándome con el suave bailoteo de los pequeños arbustos que rodeaban aquel cuerpo de agua en el que solía nadar cada tanto si así lo deseaba, por fortuna la mi hogar casi siempre estaba sólo a excepción de los elfos, hadas, mascotas y fantasmas que habitaban ahí, por lo que podía hacer lo que me placiera. A veces me preguntaba porque no me iba y la respuesta aparecía tan deprisa que a penas tenía tiempo de sentir como dejaba el espejo en la tierra y desaparecía sin más, desde que obtuviera la licencia de aparición iba de esa forma a todos lados. Y una sonrisa irrumpió en mis labios al estar consciente de la persona que estaba por ver, me alegraba sobre manera su presencia y pasar tiempo a su lado me hacía feliz. Sí, estaba enamorada, muy, muy enamorada tanto que si hasta el momento no había visto elefantes rosas sobre el firmamento era porque él aparecía en mis memorias a cada instante iluminando mis días y aunque no vivíamos juntos ambos agradecíamos y comprendíamos lo importante que era nuestra independencia de ahí que nos entendiéramos muy bien. Lo único que había llamado mi atención era el lugar donde nos veríamos y mucho más al contemplar desde afuera que el Museo Night se notaba algo abandonado, por lo que antes de abrir las puertas acomodé los pliegues del vestido color rosa, y sin más me adentré. Me había quedado de ver con Alec Malfoy, mi novio, tenía que admitir que lo que a primera vista contemplé debió ser un hermoso lugar, en tiempos pasados, donde espectaculares obras de arte se mostraban además claro de lo que si no me equivocaba eran ¿animales, lo que escuchaba? Me pregunté andando hacía donde unas escalaras llamaron mi atención, tal vez no debía seguir con mi incursión pero si algo me caracterizaba era mi innata curiosidad.
  3. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg Aquel hombre de mirada azulada ya no sabía si callar o sencillamente desaparecer tal cual la matriarca se lo había pedido, pero lo que era un hecho casi irrefutable era que su cercanía a las Selwyn había quedado por tierra, algo que el vampiro no se perdonaría tan sencillo, mas reconocía que la invitación de la dueña a otro de sus locales quizá le confería la posibilidad de tal vez comenzar de una manera diferente, si es que existía dicha posibilidad. Escuchó con atención las palabras de Eliah una mujer que había resultado ser más de cuidado de lo que suponía, estaba en completa rendición en ese punto y quizá si decía o hacía cualquier otra cosa le costaría la vida y eso Isabella jamás se lo perdonaría, ya tenía bastante con que tuviera que borrar sus memorias para mantenerle a salvo, no eso no se merecía ella así que sencillamente dejo que sus piernas cedieran ante el empujon de la castaña –realmente señorita no –declaró ya con un dejo de enfado que no quería demostrarle a ella. Miró al rostro a la joven para detenerse por un segundo en su semblante y preguntarse ¿cómo era que ostentará un poder tan grande sin que este se le saliera de control? Había muchas preguntas que el Viatore se hacía, pero que sencillamente no podría responder porque entonces quizá tendría que revelarle a la otra Selwyn que era su medio hermano y eso era algo que sencillamente se rehusaría a hacer tanto como le viniera en gana, esa chica de cabello negro no merecía jamás saber sobre de su pasado aun cuando su vida dependiera de ello. –Supongo que sólo me queda marcharme –replicó dejando que el cansancio que llevaba consigo se reflejara finalmente en sus rasgos, al tiempo que colocaba sus codos sobre sus piernas –estoy a su disposición como así lo desee –fue lo último que dijo antes de que casi estuviera por sacar un cigarrillo, como necesitaba un poco de alquitrán en su sistema. @@Eliah Ryddleturn
  4. Antes de que Juv respondiera las preguntas que ya había hecho uno de mis compañeros el otro mago nos recordaba que, y hacía notar su interés por hacerse de una aventura como esa, el tiempo estaba en contra nuestra y bueno finalmente la profesora hablaba algo que en un instante me hizo sentir algo confusa pues de una forma casi inaudita el paisaje cambiaba y nuevos retos se presentaban ante nosotros. No pude dejar de admirar el arsenal que se nos presentaba frente a nosotros haciéndome caer en cuenta finalmente que tal vez había hablado con demasiada premura, no es que estuviera ajena a como usar al menos el arco ya que ciertamente en una época había sido parte fundamental de mi vida diaria pero de eso hacía varios años atrás, cada palabra dicha por la Malfoy la escuchaba con atención mientras todo seguía cambiando y los trineos eran jalados a toda velocidad hacía un destino que no tenía muy claro, mas lo que me hizo tensar las manos sobre el punto de apoyo que del que me había agarrado, para no caer, fue cuando menciono que cada uno debía tomar una dirección diferente… Suspiré y por vez primera presté atención al mago con el que compartiera un par de palabras para percatarme que yacía concentrado en algo, casi podría decir que tenía el mismo semblante que yo cuando me percataba que había sido más distraída de lo normal. Las indicaciones eran claras y no estaríamos solos, pues aquellos colosos de acero, los cuales lucían más que imponentes cuidarían de nosotros, yo debía ir al oeste, mas… mi propia naturaleza me lo impidió al escuchar las palabras de Jock y reconocer en su rostro algo que conocía de sobra. Asentí con suavidad la despedida de Roman para bajar del trineo y dirigirle un par de palabras a mi otro compañero –¿sucede algo, Jock? –Inquirí con tranquilidad, si bien estaba hiendo en contra de las ordenes dichas por la profesora no podía marcharme sin saber si él se encontraba del todo bien, tal vez reprobaría la clase pero sencillamente esa era yo.
  5. http://i.imgur.com/zv4PIFU.jpg?1 De algún modo yo también estaba nerviosa, quizá no tanto como cuando fuera a visitar a los del departamento de accidentes, pero aún así esa sensación de vértigo me acompañaba por fortuna, si es que se deseaba ver el lado positivo de las cosas, Mary también se encontraba igual, mas oírle mencionar a nuestro jefe sonreí –descuida, serán más que ayuda ya verás –le decía con toda calma después de todo el departamento se asemejaba más a una gran familia, al menos así lo sentía yo. Me pregunté por un momento si podría conversar con mi madre aunque fuera un poco ya que estaba en uno de sus negocios pensaba mientras ambas nos internábamos en Ranas lunares, un lugar que llevaba un nombre que me parecía sumamente peculiar y el cual esperaba poder preguntar el porque a la bruja que me diera la oportunidad de finalmente sentirme en un hogar. Ambas seguimos, en silencio, las voces que provenían del interior hasta que nos llevaron a lo que me pareció la cocina, pero no estaba del todo segura. Al escuchar las palabras de mi compañera caí en cuenta de que estábamos frente a dos empleados, había sido algo sumamente absurdo el considerar conversar con ella en horas de trabajo. Sólo asentí ante la presentación de Croft –un gusto –, añadí dedicándoles una sonrisa tanto a la dama de tez morena, de falda de mezclilla, y al caballero que le acompañaba –perdonaran la tardanza, pero estamos aquí por el servicio que han solicitado –dije asumiendo mi rol de funcionaria –con respecto a plagas, si fueran tan amables de indicarnos de que se trata mi compañera y yo podremos tomar las medidas adecuadas. @ @
  6. Le sonreía a Isabella después de su contestación de los ninjas, ella no era así de alegre al menos no lo recordaba pero me alegraba sobre manera que ese animo estuviera presente, aunque yo diría que ambas habíamos cambiado a lo largo del tiempo que llevábamos de conocernos, no mucho a decir verdad, sin embargo nuestra amistad había superado todas las desavenencias que se presentaron. Negué con suavidad mientras me decía lo de no saberlo –no, en lo absoluto –le dije con una sonrisa en los labios y el corazón latiendo con tranquilidad, me quede pensativa cuando pregunto ¿qué lo hacía especial? Y lo siguiente que dijo me hizo casi gritar de emoción –¡eso es aún mejor! –Grité sin importarme que alguien podría escucharnos, cosa que no sucedería porque éramos las únicas a la redonda, al observar el dije entre sus dedos y tomé le mío sintiéndome más que especial. Tras arreglar un poco nuestras vestimentas seguimos con el recorrido el cual fue muy rápido, ya que al igual que esos singulares espías teníamos que movernos con agilidad y prontitud –al comedor –respondí dedicándole un guiño de total complicidad finalmente ambas llegamos al punto donde los trasladores descansaban así que sin pensarlo mucho sujete su mano al tiempo que ella sostenía las gafas que era lo que nos separaba de la playa. Y tras un par de segundos llegábamos a los Angeles, la sensación de la arena bajo las plantas de los pies era gratificante –¡Isy el mar! –Grité completamente segada por la emoción de finalmente poder contemplar el océano –anda debemos ir, debemos ir –le decía a la mujer que estaba a mi lado y la jalaba conmigo para que juntas llegarámos a la orilla de aquel espectáculo, sin embargo en mi desenfrenada carrera algo cayó sobre ambas…¿qué era eso? ¿cómo había pasado? Estaba empapada, volteé a mi derecha para dedicarle una mirada de contrariedad a la Hawtorne que lucía igual que yo, mojada, allá más adelante pude divisar a varios conocidos, Arya, Antoni, Romina, Ishaya, Diáspora la joven que conociera en la madriguera, además de me parecía que Laimi, Lestat y si no me equivocaba los gritos que acababa de escuchar pertenecía a mi hermana, Alessandra que reñía por el estado en que se encontraba. Reí sin más –creo que esto no lo esperabas ¿cierto? –Le pregunté a Isabella –ven vamos intentemos llegar a los globos, mi Ninja –dije intentando que ambas pasáramos lo más desapercibidas posibles. Sabia que debía haber presentaciones pero ya sería después, una vez que al menos dos globos más intentaban dar contra nosotras, lanzados por una fuerza extraña, conseguimos hacernos de unos cuantos, desde colores como el verde, el azul, el morado y por supuesto rojo era parte de nuestro arsenal, –bueno ahora –nos habíamos resguardado ahí donde un chico, Allen, comía como si todo se fuera acabar –oye disculpa espero no te importe que nos escondamos un momento aquí –tomé el globo morado y se lo lancé a Lestat, el globo se rompió cuando toco su cabeza haciendo que su cabello quedará completamente escurriendo de agua –tu turno –le decía a mi amiga esperando que no pensará que me había vuelto loca o algo peor.
  7. http://i.imgur.com/zv4PIFU.jpg?1 La noche no tardaba en caer, el sol se había ocultado casi un par de minutos atrás mientras apresuraba mis movimientos, es tarde, voy tarde no dejaba de pensar. No era de las que gustarán de tener algún retraso pero ese día singularmente había tenido que atender un par de asuntos que me entretuvieron más de la cuenta, esperaba que eso no hiciera enfadar a Mary, la joven con la que trabajaría para resolver el caso que Cillian nos había encargado a ambas. Así que prácticamente corría por el callejón para llegar a la cita que habíamos concertado con la dueña, la cual resultaba ser mi madre, cuando leí la solicitud la miré por más tiempo del debido ya que no me había comentado nada, pero no me sorprendía estaba muy poco en casa, el trabajo prácticamente me absorbía por completo y no existía por el momento la posibilidad de entablar una pequeña charla con ella, mas de ese modo no quería decir que no le echara de menos. Para ese entonces mi corazón latía presuroso dentro de mi pecho y mis mejillas estaban sonrojadas, no obstante estaba disfrutando correr de esa manera tan libre, sobre todo porque el callejón casi estaba desierto por la hora que era, –detalle que me hacía sonreír aún más –, mi larga cabellera negra se mecía tras de mí al igual que los pliegues de la capa azul marino que portaba. Tras un par de vueltas finalmente llegaba al sitio donde me encontraría con ella –hola, Mary –exclame al tiempo que me detenía un momento para inhalar profundamente y apaciguar un poco mi acelerado sistema, una vez que pude controlar mi temperatura me erguí y le sonreí a mi compañera de trabajo –lamento la tardanza, pero ya estoy acá –le decía al tiempo que la invitaba a que entráramos al local. –Dime ¿nerviosa? –Le pregunté mientras que abría la puerta para dejar que ingresará primero que yo, mi pregunta surgía porque estaba al tanto que para ambas era la primera vez que nos ocuparíamos de un caso en el tema sobre plagas. El servicio había sido solicitado a esas horas para no importunar a los clientes así que cuando ingresamos no había nadie, admiré por breves segundos la cafetería, donde se podían apreciar las mesas cuadradas, los gabinetes y el inconfundible color beige que reinaba por todo el lugar. @ @
  8. Tras haber hablado nuevamente el hombre de ojos color miel replicaba, después de dedicarme una mirada de total desprecio, mas mi sonrisa no desapareció. Me dediqué a escuchar, esta vez, con toda atención lo que decía al tiempo que, sin preverlo, uno de los pegasos de suntuosas, blancas y magnánimas alas se acercaba hasta mi posición, para llamar mi atención, mas sencillamente le dediqué una mirada cálida para hacerle sentir que pronto estaría a su lado, sin embargo no se retiró sólo se quedo quieto a mi lado. –Comprendo y agradezco la aclaración –dije con tranquilidad y amabilidad –es verdad que no estamos aquí para hacer el trabajo de nadie –puntualicé volviendo la mirada hacía la profesora que aún no contestaba la cuestión que mi compañero hiciera en un principio –y estoy segura de que ese no es el objetivo de la señorita Malfoy –declaré con firmeza a pesar de no conocer por completo a la mujer que impartía la clase. Suspiré mientras el sonido de las espadas y escudos de los guerreros asgardianos resonaban con fuerza, a pesar de aún no nos encontrábamos entre ellos –lo más adecuado sería tal cosa, no obstante la última decisión la tiene la profesora –. Señalé al tiempo que deslizaba los dedos de mi mano derecha entre mi larga cabellera negra, tenía que admitir que tal vez debía aprender de él al cuestionar la situación.
  9. Y no esperé mucho a averiguar en que consistía el presente que me había entregado, momentos antes de que nos desapareciéramos, pero antes de que pudiera abrir la boca para agradecerle ella respondía mi pregunta <<ninjas>> pensé sin dejar de pestañar por unos segundos. Jamás había salido en su compañía así que todo aquello me resultaba inusual y aunque por un momento experimenté ciertas dudas me dije que no tenía nada que perder si no más bien ganar si disfrutaba de esa fiesta en compañía de mi mejor amiga. Desamarré el listón rojo que llevaba enredado en la muñeca derecha y con ayuda de el trence mi cabello para poder tener una mejor movilidad y visibilidad, por un momento me sentí como en casa, en aquellas montañas en Rumania donde solía trepar a los árboles si así lo deseaba razón por la que disfrutaba el andar descalza. No podía apartar la vista de ella ya que era soprendente la forma como buscaba la manera de ingresar sin ser vista; una vez que la encontró yo la seguí de cerca teniendo cuidado de no arruinar nada y de no reír muy alto por la canción que tarareaba –no sabía que te gustará cantar –dije en un murmullo. El ir a gatas no resultaba muy comodo pero me estaba divirtiendo –Isy espera –intenté detenerla demasiado tarde ya que un pequeño estruendo se escuchaba y la rejilla explotaba –¡Isy! –Grite dando un ágil salto para caer a su lado –¿estás bien? –Inquirí ayudándole a levantarse –creo que debes aprender a caer mejor –le dije guiñándole un ojo, muy pocos conocían que no era tan torpe como a veces parecía, mas sólo conseguía desplegar esas habilidades cuando me encontraba en plena confianza. –Por cierto, señorita Ninja –la abracé con ternura –¿me ayudarías a colocarme el collar que me has traído? Es hermoso Isy, me he encantado y es de mi color preferido –señalé entregándole la caja –lo llevaré conmigo siempre –añadí volteandome de espaldas a ella –supongo que ahora debemos seguir nuestra incursión, hasta el comedor aunque ya estamos dentro.
  10. Estaba entre entusiasmada y… No podía definir la otra emoción que recorría con audacia mi interior mientras hacía un recuento mentalmente de lo que aconteciera antes de estar frente a lo que la profesora nos decía y mostraba. Primeramente tendría que hablar del porque había elegido aquella asignatura si realmente en apariencia no es de mucho interés o ayuda para mi empleo en el ministerio, sin embargo siempre había poseído una predisposición y gusto por ese tipo de temas. Me fascinaba el lenguaje oculto en los símbolos, en trazos que a simple vista lucen completamente llanos y sin carácter alguno, no obstante al pasar el tiempo y descubrir misterios de mi familia caí en cuenta que en realidad estaba rodeada de aquella forma de comunicación. La cual hacía mucho tiempo atrás era venerada como la única verdad, mas ahora casi se encontraba olvidada y los que llegaban a saber del tema eran contados, así que esa era la razón por la que me encontrara escuchando con atención cada una de las explicaciones. Conocía a Juv, no sólo del ministerio si no también de mi tiempo en la academia, había sido mi maestra en ese entonces y en esta ocasión también, lo cual me resultaba grato. Escuchar el tono de vos que empleará para llamar a Odin y demás Dioses me dejo pensativa, porque hasta en ese entonces no había tenido contacto con uno o siquiera pensado al respecto y el momento de partir hacía el lugar donde conoceríamos a cada una de las deidades que regían a las runas llegaba, no obstante antes de que pudiera abrir la boca para exclamar la hermosura y bailoteo de los colores que admiraba, a través de mis pupilas bicolores, y el porte de los pegasos uno de mis compañeros habló. Coloqué mis blancas manos frente a mí mientras oía lo que él mago decía, fue ahí que me percaté de la gravedad de la situación, a veces solía ser más distraída de lo habitual –,yo creo que la experiencia nos será de más ayuda que el perdernos en paginas de libros –declaré con calma al tiempo que le dedicaba una sonrisa al hombre que yacía a mi derecha –después de todo que mejor forma de conseguir información de tan enigmáticos objetos que viviendo una aventura como esta –quizá estaba dejando que mis emociones doblegaran mi juicio pero era parte de mi naturaleza el que así sucediera.
  11. La situación era complicada pero no por ello desistiría e incluso sabía que de todo lo sucedido aprendería algo nuevo, pues al final todo tiene una lección de vida, buena o mala ese tipo de experiencias están para guiarnos por senderos que tal vez por temor o evasión no deseamos atender. Había observado como muchos alumnos huían atemorizados por las criaturas, seres que en su mayoría no eran entendidos de la manera correcta. Algunos maestros, supuse porque no conocía muchos pero al ver como defendían al alumnado llegué a tal conclusión, atacaban de forma directa a las acromántulas otros más con artefactos muggles, pero estaba Antoni, el cual poseía un don muy especial por lo que agradecía el poder contar con él en esa situación y otro mago más que fui incapaz de reconocerle, mas su forma de enfrentar la situación me hizo sonreír a pesar de la tensión que ya se respiraba en el lugar. Escuché las apresuradas palabras de Cillian –eso intentaré te lo prometo, ve tranquilo a donde debas yo me quedaré –respondí viéndolo desaparecer dentro de los pasillos, volví la vista hacía la mujer que le cuestionara la razón del porque la perturbación entre las criaturas mágicas a mi hermano –, es algo muy inusual su comportamiento, pero seguro ya ha notado que entre más alterados están los alumnos las criaturas también –le dije a la mujer, Cissy, con tranquilidad, usando como referencia de la estrategia del mago, Isaya, que sobrevolaba el cielo. –Antoni –lo llamé recordando el don que poseía, –es bueno verte acá, aunque no me sorprende –declaré mientras que procuraba moverme con cuidado para no dañar a alguno de los Clabbert que comenzaban a rodearnos y lucían demasiados intranquilos cuando en realidad ellos eran muy pacíficos.
  12. Bueno una fiesta jamás mataba a nadie y hacía demasiado tiempo que asistiera a una y por otro lado sería en la Universidad, preferí no pensar mucho con respecto a ese tema porque de lo contrario sólo conseguiría recordar que el tiempo en el que cursara la academia había quedado muy atrás y eso me hacía experimentar un extraño sentimiento que no conseguía definir y mucho menos porque de algún modo también me acordaba de un baile al que jamás llegué o que decir de una fiesta en la playa a la que nunca pude asistir, demasiadas evocaciones. Pero había quedado con mi mejor amiga en asistir a esa fiesta que se llevaría –¿Dónde? –Le pregunté ya que habíamos quedado en salir juntas del castillo Hawtorne –sabes que soy mala para las direcciones –declaraba mientras cepillaba mi larga cabellera negra, en esa ocasión usaría un vestido de color rosa, además de unas curiosas pero lindas cintas en los pies, a mí me habían encantado en cuanto Isabella me las mostrara así que casi con insistencia le dije que teníamos que llevarlas puestas, cierto que casi sería como andar descalza, algo que adoraba, pero al menos a mi punto de vista eran encantadoras. Justo antes de que desapareciéramos ambas de su hogar, la rubia me entregó un presente que consistía en una caja de seda con algo dentro por lo que no tuve oportunidad de averiguar que contenía y mucho menos agradecerle, la sensación de viajar de aquel modo aún no era de mi agrado pero no había de otra. Tras unos minutos llegamos a la Universidad, no obstante no imaginaba que la idea de ella era aparecernos en el techo, la miré levantando una ceja –¿qué hacemos aquí? –Inquirí con curiosidad mientras aún llevaba la cajita entre los dedos de mi mano derecha.
  13. Hola o/ Una pequeña modificación vengo a solicitar Saludos, gracias por todo ^^
  14. ¡Buenas noches! Después de leer por aquí y por allá, creo que finalmente comprendí esto (o eso espero) y si no me equivoco poseo la posibilidad de adquirir un nuevo conocimiento, sólo espero de verdad haber comprendido bien las reglas de las reformas...
  15. Era un día como cualquier otro, estaba regando el corazón sangrante que el Black me regalara hacía ya un tiempo muy atrás cuando Dunkel interrumpió en mi habitación con una expresión indescifrable –señorita –exclamó, me acerqué a su lado y le miré expectante –¿qué ha ocurrido? –Inquirí intuyendo que algo terrible había pasado –Dunkel habla por favor –le pedí al ver que él no decía nada más. –La reserva ha vuelto a ser profanada y su her… –cayó y los dedos de sus manos apergaminadas me acariciaba la mano derecha –Cillian, está en la universidad intentado controlar a los animales que están aterrorizando a los estudiantes –dijo sin apartar su vista de mi rostro. Sabía que él tenía toda la razón del mundo ya que se había vuelto excelente en seguir al rubio sin que siquiera lo notara. Exhalé y le sonreí ligeramente –gracias, ahora debo darme prisa, creo que es hora de volver al colegio ¿no crees? –le pregunté mientras me colocaba los zapatos y cambiaba mi vestimenta por un pantalón de mezclilla y una blusa de botones de presión roja, el elfo sólo asintió y desapareció, a veces me preguntaba por qué era tan callado, pero ya habría tiempo de cuestionarle al respecto. Una vez que guarde mi varita en uno de mis bolsillos desaparecí del castillo Selwyn para aparecer fuera de la institución donde ya se podían escuchar los diferentes gritos, llantos y exclamaciones de los que se encontraban en el lugar. No podía creer que los Abrax estuvieran ahí y que además parecieran ¿molestos? Negué con suavidad conformé caminaba para internarme justo al sitio donde un grupo de cinco alumnos pretendían que una acromántula se alejara de su lado de una forma muy inusual, ya que estaban sólo consiguiendo que fueran más atrayentes para ella. En definitiva alguien tendría que decirles que una vez que esas gigantescas arañas han elegido a su presa persisten, de ahí que fueran tan pacientes, debía declarar que me resultaba extraño su comportamiento ya que la reserva era un sitio donde podían estar completamente en paz y tenían un amplio terreno que les perteneciera –¡atrás! –Le grité al muchacho que cuidaba de cinco de sus compañeras, conjuré una pared de cristal frente a nosotros – ahora márchense esto no le detendrá por mucho –sólo los vi asentir a tres y alejarse sin decir más. –¿Qué hago contigo, amiga? –Miré, a través de la pared de cristal, cada uno de esos ojos que se cerraban a intervalos casi desiguales. Suspiré mientras con ayuda de un par de raíces que atraía a mi lado ataba a tan maravillosa e incomprendida bestia antes de que terminara por hacer ceder la pared de cristal que se rompió causando un suave estruendo, procuré que quedará boca arriba para asegurar su inmovilidad por más tiempo. Seguí mi incursión a toda prisa mientras pensaba que no era mi deseo visitar en esas circunstancias la universidad, finalmente pude divisar a Cillian, mi jefe, además del grupo de profesores que defendían con ahínco a los alumnos así como también Antoni, sonreí a medias ya que realmente prefería que también se retirara como los demás, pero estaba consistente de que jamás aceptaría eso. –Hola, ¿llego tarde? –Le pregunté al Ryddleturn posicionándome a su lado derecho y le dedicaba una mirada de completa dudas ante lo que estaba pasando –buena idea lo de las jaulas de piedra –puntualicé justo en el momento en el que un grupo de Doxys se cernía sobre ambos –será un día largo –añadí haciendo un petrificus para detenerles en el aire.
  16. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg Una minina persa blanca hacía su aparición en escena mientras aquella mujer de ojos felinos le amenazaba con la varita y se daba cuenta de que había presionado las cosas de más, sin embargo a pesar de que aquel hombre de mirada cínica aparentaba desear estar metido en situaciones tan adversas como esa lo real resultaba declarar que Viatore estaba dolido por algo que marcara su pasado de forma irrevocable y por lo cual dejaba que su juicio se viera mermado. Sí… Drake gustaba de complicar las cosas más sencillas, sin lugar a duda y aunque había intentado infructuosamente hacer de cuenta que nada había ocurrido, sin más su subestimación hacía Eliah le causaba la penosa declinación de su casi victoria que se esfumara en el mismo instante en el que revelara más de lo necesario, pero las cosas ya estaban hechas y no habría forma de cambiarlas, tal vez en otras circunstancias se habría percatado de la peculiaridad de la pequeña minina pero por ahora estaba ocupado en no morir y no por él precisamente. Su rostro se contrajo en una mueca de molestia consigo mismo justo momentos antes de que su posibilidad de replica fuera arrebatada sin más, <<estoy en problemas>> pensó con cierta resignación, mas al ser un Stroud ciertamente contaba con la peculiaridad de ser persistente, tal vez un tanto precipitado en sus acciones y decisiones pero era lo que era. Cuando creyó que probablemente la Selwyn le torturaría por su atrevimiento, porque no podía ser perdonado retar de aquel modo a una de las descendientes del mismo príncipe de las tinieblas. La blanca criatura se convirtió frente a ellos en Lyra, la mujer que Drake anhelara ver, sus pupilas azules contemplaron la facilidad con que había desaparecido las cuerdas antes de que tocarán su cuerpo pero eso poco le llamó la atención, el estar frente a esa bruja que casi toda su vida deseo conocer, el estar en la misma habitación le devolvió la sonrisa por breves segundos. Casi todo se había quedado quieto en el interior de aquel joven de cabello negro y más aún al escuchar la orden de largarse de ese sitio, la cual realmente le estaba costando trabajo no obedecer… ¡demonios! Maldijo por dentro, estaba al tanto que había movido mal las piezas y que ahora sería más complicado estar cerca de esa familia –mi señora, Lyra –exclamó cuando se percató de que su voz regresaba. Pero ella ya se había marchado por lo que no se había dado cuenta de que le Italiano hacía hecho una reverencia manteniendo su vista al piso y una de sus rodillas también –bella donna, he de decir que fui imprudente ante mi comportamiento –declaró dirigiéndose a la pelicastaña –pero sólo deseaba cerciorarme de que se trataba de ustedes, se corren rumores en el infierno de que al menos usted estaba muerta o desaparecida –comenzó haciendo uso de lo que hasta ese momento había recopilado de información –de ahí que viniera a ofrecerme como protector de su familia –añadió aún manteniendo su postura. –Soy Drake Viatore uno de los últimos inquisidores que permanecen entre el mundo de los humanos y los del infierno –puntualizó, con cierta ironía –mi tarea es salvaguardar el equilibrio ante todo y usted así como su madre no pueden correr peligro alguno –finalizó con calma y se levantó para observar el rostro de Eliah.
  17. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg Si la quietud, la osadía y la maldad se mezclan a proporciones desiguales puede causar un caos tal como lo que ocurriese con ese joven que aparentaba tener a lo mucho veintidós años, su mente era un ir y venir de deducciones y de antesalas que si bien no tenían un buen fin si cumplían con el cometido que le llevará a sortear existencia tan yerma en sus años de completa ignorancia. El reto que esa mujer representaba para el vampiro hicieron que su naturaleza oscura despertara casi en su totalidad, ya que estaba consciente que aunque había sido osado tenía que ser cuidadoso de ahora en adelante y aún más al comprobar que ella estaba dispuesta a proteger a su familia hasta las últimas consecuencias lo que le daba casi la primera pieza de su juego, uno que bien había comenzado al saludarle. Casi estaba seguro que ya había notado de que raza era y podía percibirlo en sus movimientos, aquellos que asemejaban a un felino que ha captado la esencia del peligro cerca, mas no estaba del todo convencido hasta que contempló esa mirada llena de malicia y negrura haciendo que Drake, sonriera con suficiencia, realmente ese caballero de piel pálida tenía tendencias suicidas o ¿no? La adrenalina comenzó a correr dentro de él y la ponzoña se hizo presente en sus labios, sabía que no le haría nada a la Selwyn pero su cuerpo empezaba a reaccionar ante la amenaza dibujada en las pupilas de la bruja mientras observaba lo que fuera su hogar hacía tanto tiempo atrás que de algún modo ella le regalaba la magnifica oportunidad de darle un vistazo a sus propios recuerdos. Siguió recargado contra le mostrador con la postura más desenfadada del que era capaz al tiempo que veía con atención la varita que hacía poco apareciera en la mano de Eliah –ya se lo he dicho soy Drake Viatore, singorina –declaró sacando sus manos de sus bolsillos –y bueno respondiendo sus demás preguntas es un asunto que sólo trataré con su madre –le dijo finalmente, se había enterado que Lyra buscaba protección suponía en gran medida que para ella o sus hijas. –Pero no se aturda demasiado que no deseamos causar un mal al establecimiento de su madre ¿verdad? –Inquirió acercándose con lentitud hasta un estante con pequeños atuendos –¿no le parece extraño que les divierta usar estas cosas? – Le preguntó como si todo estuviera en calma.
  18. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg Viatore jamás imagino si quiera que podría estar en la misma habitación que esa mujer, sabía que tenía antecedentes un tanto escalofriantes y oscuros lo cual realmente, ahora estaba seguro, guiaran sus pasos hasta ese local donde animales de compañía se pusieran en venta así como también alimento, lo que le recordó al vampiro que tenía que alimentarse en cuanto la noche cayera. Aquella fémina realmente parecía tener un carácter bastante excéntrico podría declarar él, sin embargo ¿quién no lo tendría con historia como la suya? Manejaba el fuego como muy pocos demonios, conocía, lo hacían al igual que la otra Selwyn por supuesto que aquella que aún se encontraba lejos no tenía ni idea de ello. Ahora que lo meditaba tendría que investigar más cosas sobre la Ryddleturn, conocía detalles que conforme al pasar tiempo a su lado deducía o comenzaba a recordar. Estar cerca de aquella familia le devolvería poco a poco la capacidad de recordar fragmentos de su propía existencia, los cuales ocultará para su propio beneficio y para salvaguardar lo que más amaba sobre el mundo su amada dama de pupilas color de plata. Tras un pequeño despliegue de arrogancia obtenía el primer eslabón hacía lo que buscaba, acaba de comprobar que ella y Leyla eran las hermanas a las que tendría que vigilar por un tiempo. Nada pasaba desapercibido para Drake incluso cuando aparentaba estar distraído, sólo sonrió ante la última declaración de ella y evitaba casi a toda costa no reír ante sus palabras, sí, Eliah era una señorita bastante ocurrente, sin embargo se cuestionó por un segundo si realmente estaba frente al demonio que matará a un menor siendo a penas una niña –realmente creo que prefiero llamarle por Eliah Selwyn Ryddleturn –añadió devolviéndole una mirada completamente de diversión y burla. –Con respecto a lo otro debo decir –volvió a recargarse contra el mostrador mientras metía sus blancas manos dentro de los bolsillos de su pantalón de mezclilla –es bien sabido por muchos de la pureza de sangre que una de sus familias ostenta –declaró con cierto tono de mofa ante lo evidente –y no creé que cualquiera conocería a los descendientes del mismo Lucifer –añadió al tiempo que le guiñaba el ojo izquierdo. Tal vez era imprudente pero estaba casi seguro que ella sería la llave para entrar a la familia –es un gusto conocer finalmente a uno de los miembros de la familia Selwyn.
  19. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg No es que Drake pidiera perdón así de la nada pero se había dado cuenta que, a lo largo de los años, lo mejor siempre llega si es lo suficientemente paciente y aunque en ocasiones el Italiano llegaba a ser un hombre de poca paciencia cuando tenía un determinado fin podría esperar una eternidad para cumplir con su encomienda y él poseía una que llevará consigo grabada casi en su alma, si es que dicha entidad existía en su interior cosa que el joven dudaba en innumerables ocasiones. Sólo la había conseguido ver reflejada una vez y había sido al contemplar los ojos de la mujer a la que le perteneciera su corazón, mas a ella jamás la inmiscuiría en algo tan oscuro como la negrura de la noche. De algún modo sabía que no era bueno jugar con esa bruja, sin embargo si algo llamaba su atención era llevar las cosas al límite tanto como le fuera posible, no por nada su cuerpo, aunque en apariencia perfecto, tenía cicatrices ocultas tras hechizos tan antiguos como sus propias memorias. Sonrió casi victorioso al percatarse de la casi imperceptible reacción de la mujer ante la mención del Thestral, de algún modo había recordado que una de las nietas de Lucifer contaba con una de esas criaturas, mas jamás imagino que aún estuviera viva. Se había enfocado sólo en buscar a la otra, volvió su vista al exterior de la tienda en espera de que Lyra hiciera su aparición, extrañamente casi su inicial deseo se estaba transformando en una letal y casi absurda decisión. Casi conocía la respuesta que le daría por lo que no prestó mucha atención, sabía que probablemente eso la haría rabiar, mas tenía que estar seguro de que ella fuera Eliah la demonio que causara varios estragos en el infierno durante su estancia junto a Lucifer, después de todo él era un inquisidor, un trabajo que si bien no había elegido no podía escapar de realizarlo. –Así es señorita, esas criaturas en si misma guardan más de un secreto en sus aladas y huesudas fisiologías –respondió al tiempo que miraba sin mucho interés los accesorios para lo que le pareció una pequeña casa de un gato, ahí recordó que tal vez su prometida preferiría algo tan irreverente rosado, sonrió fugazmente, nuevamente su atención se centró en su acompañante al darse cuenta que había evadido de algún modo su pregunta. Mas ahí estaba la respuesta, un tanto escueta y eso realmente hizo sonreír al hombre de cabello negro como el carbón mientras sus labios se curvaban en una extraña e indescifrable expresión –lo sé –susurró al tiempo que levantaba su cuerpo del mostrador y se paraba frente a ella erguido para mirarla a los ojos. –Un placer mi nombre es Drake Viatore, sinogira –declaró al comprobar que estaba frene a la otra hija de Katara, una Selwyn que destilaba a casi un radio no mayor de dos metros un aura tan densa que sólo podría ostentarla un demonio de alto rango, era momento de comenzar a colocar las piezas del tablero a su favor.
  20. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg Jamás había llegado a imaginar que podría toparse con aquella mujer tan singular, o ¿si?, la mente del joven a momentos era todo un enigma y no era de extrañar pues al final la vida, en muchos aspectos, le había obligado a desarrollar esa personalidad tan poco accesible y en ocasiones un tanto irracional. Sin embargo, se tenía que reconocer que Viatore no era precisamente de los magos que pudieran ser fácilmente persuadidos de alejarse de su objetivo. Y la dama que estaba ahí mostrando parte de su esencia comenzó a intrigarle sobre todo porque en sus movimientos consiguió distinguir el característico sello de una educación de alta sociedad, a menos que se equivocara y sencillamente se encontrará frente a una simple señorita mimada, pero él no era de los que erraran en sus primeras observaciones aunque ya tendría tiempo de averiguarlo. Miró con suma atención el rostro de la bruja, para percatarse que guardaba una relación con la familia Selwyn, ¿cómo no lo noté? Pensó mientras pasaba sus manos por su cabello en un gesto indolente y negaba con suavidad la pregunta de la mujer –le pido una disculpa si mis preguntas le parecieron fuera de contexto –agregó al tiempo que se acercaba a su lado para recargarse también en el mostrador –y creo que muggle o no –le dedicó una mirada divertida a la pelicastaña –los animales son criaturas muy singulares, tanto como que seguro ha cabalgado en un Thestral –añadió como un desafió ante cada una de las suposiciones que había hecho y que él detectará como desafíos. –Sabrá al igual que yo –comenzó diciendo en tono bajo –que dichos animales también son caballos, pero dígame ¿usted puede verlos? –En apariencia su pregunta resultaba inofensiva, no obstante la réplica de la dama le daría a Drake la respuesta que estaba buscando en el momento justo que la viera demostrar más petulancia ante él.
  21. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg Y mientras más la escuchaba reconocía algo que a sencilla vista no cualquiera podría sospechar, no obstante tenía que estar seguro para dar un veredicto a sus dudas después de todo Viatore, aunque misterioso a veces, en su código, si es que podría llamarse a ese conjunto de reglas retorcidas que él llevaba a al pie de la letra, estaba primordialmente el no ser injusto con nadie que no lo mereciera realmente. Por vez primera desde que se la cruzará la miró realmente, percatándose de la singularidad de sus ojos, azules pero amarillos también, una mirada bastante felina. Lo que le hizo pensar en quizá llevarle un cachorro de león o una pantera a la Hawthorne, ya que tal vez sería de su agrado tener a un pequeño ejemplar de esa familia, mas no estaba del todo seguro. Le agradaba la seguridad con la que ella hablaba, hasta podría decir que existía cierta arrogancia en sus movimientos, pero él no era de los que juzgaran por sus primeras acciones y lo comprobó al observar como se apoyaba en el mostrador y le revelaba lo que venía a buscar, todo estaba resultado bastante fácil pensó para si conforme seguía con la manos dentro de los bolsillos en una posición de completo desinterés. –Un caballo –dijo más para si que para ella, desvió la mirada hacía a la entrada mientras su mente volvía a sumergirse en la pregunta de ¿qué animal comprar? O si sería una buena idea hacerlo. –Es curioso que prefiera un animal tan grande, cualquiera pensaría que optaría por un perro o un gato quizá –declaró al tiempo que se recargaba contra uno de los muros de la tienda, si ella estaba segura de que pronto les atenderían, el italiano decidió creerle, además tenía la impresión de que su acompañante guardaba cierta relación con Lyra. –He de aventurarme a pensar que le gusta cabalgar ¿cierto?
  22. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg La mujer no parecía muy contenta de que Drake le dirigiera la palabra y mucho menos porque por poco la hace caer, detalle que para el mago de piel blanca y ojos azules le hizo sonreír de lado mientras observaba cada una de las deliberaciones que hacía ella por lo que sólo se dedicó a esperar paciente la respuesta que tenía para darle a pregunta tan banal y sin sentido aparente, pero nadie podía culparle era mucho más grande su curiosidad y de algún modo le encantaba complicar todo lo que podría hacerse de forma sencilla. Escucho con atención su voz y miró sus ojos ya que de algún modo reconocía en esa bruja algo peculiarmente familiar, sin embargo no estaba seguro de nada aún por lo que sólo se limitaría por el momento a esperar junto a ella a quien realmente venía buscando, por supuesto que tampoco le diría nada… solamente anhelaba conocerla. El chico de casi uno noventa de estatura sonrió –yo he venido a ver si puedo adquirí algún animal de compañía –respondió con tranquilidad al tiempo que volvía la vista a las innumerables jaulas que estaban frente a ellos –pero –guardo silencio por un segundo –tal parece que no hay nadie ahora, quizá tenga que volver en otro momento – . Tras haber dicho aquello consideró que tal vez sería un buen detalle para su prometida el regalarle algún animal. Hasta el momento él no había preguntado el nombre de quien le acompañara, mas realmente eso no le interesaba, a menos que tuviera que ver con la familia Selwyn ya que entonces podría llevarle junto a quien tenía que revelarle muchas cosas sobre su pasado. –Ya ha pensado ¿qué animal adquirirá? –le cuestionó volviendo su atención a ella una vez más.
  23. http://i1171.photobucket.com/albums/r552/morita32/Drake_1.jpg El Italiano tenía ganas de no pensar en nada realmente pero de algún modo sentía curiosidad por quien fuera la madre de ella, la persona a la que quizá su… Detuvo su pensamiento, al percatarse que pensar al respecto sólo le traería más problemas, ya que aún no había hablado con esa bruja fastidiosa de larga cabellera negra, mas ya habría momento, por ahora sólo deseaba ver de frente a Lyra. Sí, ese era su nombre, de algún modo sentía la necesidad de juntar las piezas que fuera su vida. Cierto que ahora contaba con la grandiosa compañía de quien fuera el amor de su vida pero aún así, existían lagunas que deseaba desaparecieran. Aunque consciente era de que esa mujer tampoco estaría al tanto de nada, después de todo la traición marcaba su existencia. Tras una deliberación más decidió finalmente entrar al local, donde había escuchado era dueña, entró justo detrás de una joven dama que sonreía contenta, o al menos eso pensó él. Metió las manos a su pantalón de mezclilla azul después de abrir la puerta de Chrooskshanks, no admiró mucho el sito ya que no le interesaba demasiado. –Hola –saludo a la mujer que estaba frente suyo, con una ligera reverencia –¿también viene a comprar algún animal? –Inquirió con cortesía –espero no le moleste que me entrometa pero soy nuevo y realmente no conozco a mucha gente –mintió conocía al menos a dos personas que eran pieza fundamental, mas sólo deseaba que el tiempo no fuera tan aburrido mientras esperaba encontrarse con la matriarca de la familia a la que perteneciera Leyla.
  24. ¡Hola! Nunca pensé pasarme por acá... Pero ya después de meditarlo por un rato y de leer la historia, cosa que no me había dado la oportunidad, he de declarar que: ¡me ha encantado! :33 todo eso de los elementos es más que fantástico. Y bueno por otro lado a esta familia pertenecen dos personitas a las que adoro con todo el <3 son como mis hermanas, y aunque sé que andan extraviadas me encantaría que al volver se encontraran con que la última FAK, anda por acá o/ también. Ya había conversado con Bel (?, la cual muy amablemente a accedido a adoptarme siento que esto será genial! Me fascina como roleas y no sé espero que nos divirtamos mucho con toda la familia y hagamos drama lo/ Aun no... establezco el parentesco se aceptan ideas *-* Sólo sé que quiero que tú!!! sólo tú!! @Bel Evans McGonagall me adoptes :B Cita
  25. Cristel, Kutsy, visitando a mamá y... causando un caos (?) Hacía un tiempo que no salía más allá de los terrenos del castillo, que no veía el cielo, que no asistía a ningún sitio…Nada en realidad y aquello comenzaba a ponerme de mal humor. Tenía que admitir que me estaba costando algo de trabajo adecuarme nuevamente a una vida familiar, de algún modo había huido de toda esa monotonía y por otro lado, me había vuelto tan inquieta que sentía temor de los conocimientos que ahora tenía. –Si tan sólo… –Declaré un con frustración mientras volvía a sentarme en el piso de la que era mi habitación, sí, finalmente volvía a pertenecer a una familia, y no sólo eso. Al recordar aquello que aún no me atrevía decir a viva voz una sonrisa irrumpió en mi rostro, ese maravilloso detalle me devolvió la alegría y aminoro mi ánimo tan negativo. Tenía que hacer algo al respecto o terminaría por provocar algún percance, como hacer estallar algo en mi habitación, esa idea me hizo reír en completa soledad estaba habituada a todo eso a sonreír, reír y hasta hablar a mi sombra o animales que no me resulta en lo mínimo anormal ese comportamiento tan natural en mi persona, –pero ¿qué hacer? Un suspiro escapo de mi boca y me recosté sobre los azulejos negros a admirar la imagen de las estrellas del techo, un hechizo que bien me había servido como entretenimiento, –las travesuras jamás le han hecho daño a alguien –me dije a solas mientras volvía a pararme con rapidez y me vestía con un vestido de raso azul celeste, un par de zapatos de piso a juego y por supuesto un listón blanco que había amarrado en un moño para adornar mi cabello. Nadie me reconocería, no si bebía una poción multijugos… Saqué de un pequeño escondite el frasco ámbar y sin pensarlo bebí el contenido, no hice mucho hincapié en los cabellos que había agregado, sólo diría que el conocer a esa chiquilla alemana, de diez años, de exuberante cabello pelirrojo y ondulado, además de ojos verdes me daría la oportunidad de crear un poco de caos. Mi nombre ya lo tenía escogido, usaría el de un miembro de la familia a la que perteneciera siendo una simple niña. Nadie notaría mi ausencia, pues solía escabullirme sin decir agua va así que sería algo normal mi repentina desaparición. Tras unos minutos ya me encontraba caminando en el callejón Diagon, nadie sabría que esa niña de tez blanca y pecas en el rostro se tratara de Kutsy Selwyn, para los que me preguntarán sería Cristel, así de sencillo. Recordaba vividamente que Lyra, mi madre, había mencionado que poseía un local donde vendían animales y si algo adoraba eran las criaturas, las entendía mucho más que los humanos pensé mientras seguía mi andar despreocupado, mas aquel que mirara en mis ojos podría adivinar que estaba ansiosa por cometer un par de travesuras, aunque habría sido mucho más divertido contar con un compañero de juegos. ¡Y ahí estaba! Imponente y colorido como lo había imaginado –Chrookshanks –exclame y me detuve al escucharme ¿esa era mi voz? Negué con rapidez, no recordaba que esa niña tuviera una voz tan chillona, pero ya era demasiado tarde para lamentaciones, así que decidida abrí la puerta del establecimiento y me interne dejando que el sonido de los diferentes animales me guiaran, tenía debilidad por los felinos, me pregunte si habría tigres o tal vez una pantera. Estaba tan entretenida en encontrar algún ejemplar felino que me olvide de mis modales y me escabullí entre las diferentes jaulas para intentar encontrar aunque fuera un gato, sí, los viajes me habían hecho bastante bien a tal punto que hasta mi propio comportamiento se transformo frente a mí sin que lo notara.

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