Arya Macnair

Volteó al terminar de caer en cuenta de quién era la persona que las acompañaba aquella noche, exactamente la misma que les había acompañado en otra ocasión, el odioso sujeto del Bar, pero para ese momento ya no le parecía tan molesto y odioso, Arya sonrió tras la luz, alejándose de Mei unos cuantos pasos en dirección al mago, —Creo que sería correcto echar un vistazo antes de irnos .. Sabes lo que se dice de ésta Mansión— murmuró antes de que la distancia entre ambas fuera mayor y no la pudiese oír. Frente a aquel sujeto, tomó su mano sin preguntar y jaló de él en dirección a las escaleras, solo revisarían unas cuantas habitaciones, escritorios y demás y podrían volver a bajar, pero temía ir sola. —Me acompañarás como buen caballero— Le dijo sin esperar una respuesta de Starling, su oscura capa de viaje ocultaba su ropaje de fiesta, agradecía el hecho de que la Delacour no lo hubo visto, no sería muy diplomático asistir a una misión vestida de cóctel, ni mucho menos ebria, pero con lo segundo ya nada se podía hacer.

Al parecer había movimiento en la zona, Arya sonrió sintiendo como la adrenalina corría por sus venas, afianzando la varita con su diestra y una fuerza descomunal, siguió los pasos de Mei hacia el interior de la Mansión Malfoy, —Así que tendremos con quién bailar esta noche— dijo en voz alta, era evidente que estaba algo ebria, pero su comentario tenía gracia, aunque de todas maneras se controlaba porque en presencia de su Demon Hunter no podía hacer las cosas mal, lo que menos quería era eliminar todo resquicio de la estima que creía la Delacour le tenía, puesto que ella la admiraba con locura. Ingresaron por la puerta principal, en cordón tras Mei, y una vez dentro se dispersaron hacia sus costados, como dos sombras que le cuidaban las espaldas, con prontitud apresuraron sus pasos hasta llegar a lo que parecía el salón del lugar donde un reducido número de personas conversaba, la pelirroja no acotó palabra alguna, puesto que a ella no se le daban bien los discursos y en ese momento quizás se ponía algo filosófica. Prefirió quedarse callada y blandir su varita en dirección a Astartèa, y al instante luego de la orden esperada exclamó: —Floreus— Apuntaba hacia la varita de Astartèa, estuviera donde estuviera, provocando que la misma se viera imposibilitada de realizar hechizo alguno de forma repentina, en cambio, de la punta de la misma saldría un bello ramo de flores amarillas. —Así todo será más sencillo señorita, en el caso de que no quiera colaborar .. Ya usted sabe, la mala fama— dijo en voz queda haciendo un movimiento circular con su varita abarcando de forma retórica toda la Mansión. —Morphos— Se aventuró a decir, sin dejar de apuntar a la misma persona, mejor dicho, esta vez, a sus ropajes, los cuales de forma inmediata se transformaron en una avispa marina que quedaría prendada a la piel de Astartèa impregnando un mortífero veneno en su sistema, el cual al contacto con su sangre viajaría por su torrente sanguíneo provocándole una posible muerte, mareo, dolor, nauseas, todo aquello era obsequio del animal que ahora abrazaba su cuerpo. — Me gusta más que lo que tenía puesto anteriormente — comentó, apoyando la punta de Sombra en su mentón, como si estuviera analizando la situación.

—Solo una más— Soltó al barman de Pandemonium, el muchacho ladeó la cabeza y le arrebató la copa de las manos —No Arya, ya has bebido lo suficiente— advirtió, limpiando la barra y rodeando segundos después la misma para cubrir el cuerpo de la fémina con una larga capa de viaje negra que ocultaba por completo su anatomía, —Gracias— musitó e incorporándose de forma rápida enfiló sus pasos hacia la salida del negocio que mantenía junto con Groter, su mejor amigo, y Adryanie una de sus compañeras de Bando que llevaba tiempo sin ver. Una vez fuera, respiró el frío aire nocturno y una sonrisa se dibujó en su rostro, estaba ligeramente ebria, pero no había perdido los reflejos. De repente un Jobberknoll apareció de las penumbras de una calle sin salida, iluminó las sombras que creaba la plateada luz de luna sobre los faroles, bancos y cestos de basura, el sitio estaba muerto por completo, ni un alma se podía apreciar a esas horas, la pelirroja clavó sus ojos azules en el Patronus que sobre voló su cabeza y le chistó, —¡Hey tú!, ¿No tienes nada para mi? — preguntó con voz graciosa, por lo que el Patronus de Mei recitó el mensaje cual canción melodiosa que le llegó a los oídos y desapareció. Giró sobre sus talones y desapareció de las proximidades del Negocio, segundos después apareció en el perímetro de la Mansión Malfoy, la conocía a la perfección, su primera redada junto a Mey había sido allí, y también una despedida muy peculiar, aquellos recuerdos le asentaron un nudo en el estómago, pero con el solo hecho de ver la silueta de Mei lo remedió. —Buenas noches señorita— dijo con voz dulce, al tiempo que Sombra aparecía en su diestra, su rostro ya cubierto por una blanca luz que al momento de desaparecer del Callejón había aparecido para ocultar su identidad de quién pudiese querer perjudicarla, —¿Vamos? — preguntó sonriendo, el olor a alcohol que manaba de su boca era impresionante, solo esperaba que sus dos acompañantes de aquella noche no lo notasen.

—Disculpa mi descuido— Dijo sonrojada. Estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no reconoció al joven, uno de sus compañeros de Bando, un muchacho simpático de buena familia, convicciones nobles y demás, todo un Miembro de la Orden del Fénix como era de esperarse, uno más que no compartía los mismos pensamientos que ella, por lo cual, seguía dudando sobre su lealtad. — Mi cabeza lleva casi un mes pendiente de ésta pequeña criatura, casi no he conciliado en sueño en lo que lleva de nacida, y como verás nunca fui muy atenta a mi alrededor — se excusó, pero era cierto, desde la llegada de Ámbar casi ni había dormido, pero no era porque la niña se quejase, si no por sus incontables asistencias a batalla. Asintió con la cabeza cuando Byron le informó donde debía ir, se despidió de él con un educado movimiento de su mano derecha, con la izquierda a un mantenía a la bebé contra su pecho y sonrió, — Algún día te invitaré un café — le dijo, como pago por su despiste, y se dirigió al hábitat de los caballos. Una vez llegado al sitio su hija comenzó a fastidiarse por el relinchar de los equinos, debía apresurarse o comenzaría a berrear, alterando a los animales, a los cuales, ella sabía perfectamente no les gustaban los ruidos agudos. Luego de unos instantes dio con lo que tanto estaba buscando, con el caballo que se había presentado en sus sueños cada noche: Una yegua, Akhal-Teke, con su pelaje gris claro, asemejándose al color plata, sedoso y brillante, unos pequeños ojos negros escrutantes, y pesuñas blancas. — Silver — murmuró la pelirroja, pidiendo a quién correspondía que se la llevasen al Castillo Targaryen.

— Sospecho que sea buen sitio para un animal semejante — Farfulló entre dientes al tiempo que ingresaba en la trastienda luego de dar un corto y breve paseo por el Magic Mall, sin mucho ánimo a decir verdad, porque no tenía intenciones de gastar su dinero en tonterías, pero el asunto era, que extrañaba sus días en el Norte, dónde estaba en constante contacto con la naturaleza y con los animales, por lo que la nostalgia le había promovido tales pensamientos. Arya observó a la pequeña criatura que dormitaba envuelta en una fina manta de lana celeste sobre su pecho y suspiró, — Te suplico que no llores cuando entremos, o tu quejido hará eco por doquier — optó por susurrarle, pero la niña tan solo tenía un mes de vida, difícilmente comprendiera lo que se le estaba pidiendo. Caminó directamente hasta el mostrador, dudaba de que por allí hubiera un establo, por lo que seguramente, para escoger raza, color y sexo debería ser dirigida a otro sitio, quizás otra puerta, — Buenos días — murmuró a la persona tras la caja registradora, con una media sonrisa en el rostro, — Permitame — agregó, tomando uno de los conocidos formularios de la pila que se disponía a su derecha, lo deslizó sobre la madera del mostrador con una mano, mientras que con la otra sostenía a Ámbar y le dio una breve ojeada, luego de dejarlo frente a ella, buscó a tientas su preciada pluma dentro de su capa de viaje y la soltó en el aire para que ésta hiciese su trabajo, no podría escribir con la niña en brazos. — Creo que todo está en condiciones, ¿Dónde puedo ver mi compra? — Preguntó, segundos después, hablando obviamente del caballo. Off: ID: Nº117971 Nick: Arya Lúthien S. Bóveda: Nº102193 Fecha: 13-08-2014 Nombre del producto: Caballo Objetos, Criatura o Poción: [C] Catalogación: [X] Puntos por unidad: [10 Puntos] Cantidad de unidades: [1] Precio por unidad: 500 G. Precio total: 500 Galeones Total de Puntos: 10 Puntos Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce En caso de ser criatura, objeto o poción para familia o negocio: Colocar el link al registro de dicha familia o negocio.

Extendió su mano y se aferró con ahínco a la de su mejor amigo, — Gracias — musitó sin emitir sonido, siquiera moviendo sus labios, se incorporó de la silla, ligeramente tambaleante por la cantidad de alcohol en sangre, pero sin miedo a caer, Groter la sostenía, siempre lo había hecho, y confiaba en que jamás la dejaría caer, pasase lo que pasase. Se soltó solo un segundo del Licántropo para apresar a Helen en un fuerte y reconfortante abrazo, sentía la angustia atorada en la garganta, estaba segura que lloraría, tanta cerveza la traía desinhibida y no podría soportarlo por mucho tiempo más, su mejor amigo lo supo notar, a él nada se le escapaba cuando de la pelirroja de trataba, se despidió de ella y asintió afirmando que estaba lista para marcharse. —Sácame de aquí y hablamos de lo que quieras — Le suplicó, aferrándose a su brazo, apegándose a él, queriendo pasar desapercibida, entre tantas personas y quizás lo lograba, — No me dejes en casa, llévame contigo .. O al cuartel, no importa donde, pero no a casa — agregó con el mismo tono infantil, como el de una niña a borde del espanto.

-Demonios- Soltó, sin soportar el dolor ya, estaba al borde del colapso, se dejo caer al suelo, en lo que rayos iban y venían sobre su cabeza, contuvo la respiración y pensó -Episkey- su muñeca derecha ya estaba completamente sanada, ya no dolía, y podía sostener a Sombra con total naturalidad, la movió ligeramente para sentir todo en su lugar, y apuntó a su muñeca izquierda con más confianza, -Episkey- pensó por segunda vez, para que ésta se recuperase, estaba perdiendo el aliento a causa de las llamas, pronto moriría si no hacía algo al respecto, y no tenía la fuerza ya. Levantó su mirada buscando un poco de ayuda, al igual que su mano, para que alguien la viese, allí, en el suelo, incorporándose lentamente, aunque de todas formas seguían atacándola.

Un dolor agudo se despertó en su muñeca derecha, provocando que aferrara con más fuerza su varita, algunos huesos se habían roto, pero aun podía sostenerla, — Episkey— pensó, soportando las lágrimas, al tiempo que una llamarada daba justo en el avis que la protegía desde el principio, pobres cuervos, de todas maneras pronto desaparecerían, así que su destino sería el mismo. Un segundo dolor punzante atacó su muñeca izquierda, la cual se encontraba libre, necesitaría más de una curación si no quería perder su varita, o incluso alguna extremidad, —Episkey— pensó por segunda vez para que la muñeca izquierda dejara de doler, pero aun no estaba todo dicho. En ese momento, una bola de fuego se dirigía hacia su dirección, pero nadie contaba con la presencia de su Lobo albino, su Morphos. El animal se interpuso delante de la pelirroja y recibió el ataque, muriendo de forma repentina, y regresando a ser la misa que había sido en un principio. Arya suspiro, dispuesta a curarse una vez más, o podría morir, y no era su intención, no en aquel momento.

— Floreus — Murmuró apuntando a Valkyria con Sombra, sin perder el tiempo, un ligero sonido hueco le indicó que su hechizo había hecho efecto, y al siguiente movimiento de la Mortífago, simplemente saldría un bello ramo de jazmines de la punta de su varita, imposibilitando cualquier tipo de siguiente acción que ésta quisiese hacer. Sonreía de todas, maneras, esperando que todo aquello se acabase pronto para poder volver a casa con su hija, probablemente ya habría incendiado el Castillo en su totalidad, y Aziid no sabría como detenerla, aquella pequeña criatura si que era peligrosa, debería pensar bien cómo la educaría con respecto a la capacidad de sus poderes. —!Morphos!— Exclamó nuevamente, apuntando en dirección a la túnica de Valkyria, la cual con rapidez se transformó en una avispa marina, que al contacto con su piel, la envenenaría al instante, y si no hacía algo al respecto podría morir. Se volteó con rapidez y observó a su Lobo albino, — !Atácala! — Le ordenó con la voz firme, y el animal se aventuró a desmembrar la distancia entre el y la bruja, para cerrar su mandíbula en la muñeca que portaba la varita, buscando romper huesos y ligamentos al igual que carne y músculos.

Sus ojos se posaron en las oscuras figuras que tenía delante, todas le daban escalofríos, pero su atención se puso al completo en una de ellas, emanaba cierta maldad que le era familiar, y después de su último movimiento, no le extrañaría haber chocado con esa aura en cualquier otro sitio. Jugaba con su varita, algo nerviosa, buscando cualquier cosa de utilidad, debía defenderse, o podría salir perdiendo en lo que cantaba un gallo. Observó una mesa a su derecha, movió su varita en esa misma dirección y sin quitar aquella dulce sonrisa de sus labios, musitó, —Morphos— Rápidamente la mesa se desmaterializó para dar paso a un enorme lobo albino, de unos 90 kilogramos, espeso pelaje blanco, un macho adulto, de unos 3 años aproximadamente, con filosos colmillos que dejaba entre ver con cada amenazante gruñido, enormes patas que le otorgaban cierta velocidad característica de su propia especie, y unos pequeños ojos color oro fundido. —Defiéndeme— exclamó con firmeza. Con una nueva floritura delante de ella misma, Lúthien conjuró, —¡Avis!— una docena de cuervos negros se posicionaron como un escudo con plumas delante de ella, batiendo sus alas, dispuestos a recibir cualquier ataque que pudiera herir a su creadora.

— Vaya que no me darán ni un respiro — Murmuró cubriendo su cuerpo con una oscura capa de viaje, tapando su rojizo cabello con la holgada capucha y saliendo de entre las sombras observó el imponente cartel del "Juan Valdez", recordaba haber pasado por allí meses atrás, donde conoció a un simpático desconocido. El Patronus de Murciélago le había guiado hasta allí, y luego de pasar un breve mensaje desapareció así sin más, dejando sola a la bruja, la cual por mero reflejo apareció aquella blanca luz para ocultar su rostro de quienes no debían verlo, aunque de todas maneras, muchos sabían ya sobre sus convicciones, y a esa altura del juego, le daba prácticamente igual. Ingresó al café cerrando la puerta tras de si, observando el lugar, por el bullicio no era muy difícil saber dónde se daba el asunto, una mesa apartada de todo, casi al final del sitio, observó las espaldas de una Mortífago (Juv) deteniéndose a unos seis metros de ella, a la izquierda de otra aparente Mortífaga (Valkyria), manteniendo las distancias. — Así que .. ¿Quién invita el café? — Musitó.

— Olviden lo que dije — Murmuró, acabando su cerveza de un solo trago, sin desviar la mirada de aquel Mago, podía verlo incluso con la cantidad de gente que se había levantado de sus mesas para bailar, gritar, cantar, y beber claro estaba, festejando vaya uno a saber que cosa en aquel negocio, — De todas formas era una tontería — agregó, sintiendo como un nudo se asentaba en su garganta y los ojos se le empañaban, ¿Es que algún día podría olvidarse de él y de todo lo que le había dado?, lo dudaba, aquella historia sería una herida abierta en lo profundo y recóndito de su corazón, donde incluso el amor más puro pudiera llegar en un futuro lejano, si es que se permitía uno más. Desvió la mirada, logro hacerlo por fin, y mordió su labio inferior sintiéndose completamente absurda, — Oh Nats ..— exclamó sorprendida, — Que tonta soy .. Claro que la conozco, estuve en su fiesta de Graduación — agregó dándose un ligero golpe en la sien, sonrió a Helen y tomó su mano, — Tienes una hija maravillosa .. Ojalá yo corra con la misma suerte, aunque lo dudo — y su voz no sonó para nada a broma, aun temía por la condición demoníaca de la niña, y la capacidad para dominar sus poderes. — Creo que ha sido mucho para mi por hoy .. Debería ser mejor que vaya a casa, ¿Alguno me acompaña? — Finalizó.

— !Genial! — Comentó cuando Helen regresó con bebidas para los tres. Se adueñó de la suya, le dio un buen sorbo para refrescar su garganta y miró a su amiga detenidamente, sonriendo, había algo que le rondaba la mente, un comentario que la misma había hecho momentos atrás, ¿Era tan distraída que no sabía tales cosas de la vida de las personas que más quería?, suspiró, — ¿Eres madre ... En verdad? — preguntó avergonzada, sus mejillas se encendieron, se sentía incómoda, haciendo tal pregunta, una mala amiga, pero no era perfecta, tomó otro sorbo de cerveza y prosiguió, — Serás una gran tía. Igual que Groter será un gran tío — comentó intentando suavizar su pregunta anterior. El alboroto del Negocio expresaba fiesta, pero ella no estaba para fiestas, aunque la situación lo meritase, — Festejemos el Casamiento de Groter y Arya .. Festejemos nuestra amistad .. Festejemos que volví a encontrar el amor — soltó, esperando que pasase desapercibido nuevamente, aun no sabía como lo tomarían, así que esperaba que preguntaran un poco más, o no sería capaz de decir nada. Alzó la vista por un segundo tomando un tercer sorbo de su cerveza, la música aturdiendo sus oídos, al igual que sus sentidos y lo vio, ¿Que diablos hacía ahí?, se preguntó, frunció el ceño y no pudo evitar sentir como la sangre se le acumulaba en las mejillas encendidas, ardientes, ¿Una mujer?.

Jellow :3 Bueno, ya me tocan los cambios de este mes, yo se que me aman porque debo ser una de las únicas personas que pide modificaciones cada mes, sin dejar pasar uno u_ú (?. De ante mano pido disculpas por el trabajo que deberán hacer esta vez, y agradezco también de ante mano a quién lo haga Bien, lo primero que suplico, suplico, es que le devuelvan el formato normal a todo el texto por favor. Gracias. Segundo, otra cosa que suplico: Cambien el Título de la Ficha, obviamente ya no es más mi Nick por "Arya Lúthien Stark" Tercero, me gustaría un cambio de Bannersitos, por lo tanto le dejo los nuevos y dónde deberían ir: El primero, en el comienzo "Ficha de Personaje", por este: http://i.imgur.com/UIxxnME.png "Perfil de Personaje" sobre la imagen de Arya, por este : http://i.imgur.com/2jZ6rsq.png Quitar la imagen de Arya (xD) Y colocar esta: http://i.imgur.com/6f73j0a.png "Historia Antigua", por este : http://i.imgur.com/Nv6xplq.png "Historia", por este: http://i.imgur.com/fd1nI0v.png Quitar el Banner de "Licencias, Tasas y registros". poner "Otros datos" : http://i.imgur.com/N3uwpy9.png "Cronología de Cargos" : http://i.imgur.com/ATRePFL.png "Premios y Reconocimientos" : http://i.imgur.com/zcnlR8X.png #Agregar a Cronología de Cargos: 21 de Julio, 2014 - Rango Legionario #Quitar la Familia Lockhart como sanguínea, y poner Familia Stark

Sus palabras al parecer molestaron a alguien, pues de nueva cuenta le estaba atacando, su cuerpo se volvía a ver envuelto en llamas oscuras, abrazadoras, ardientes, dolorosas, dañinas, pero en esa ocasión no se dejaría estar, era momento de actuar y ser ligeramente más rápida, - Episkey - pensó luego de que aquellos animales flameantes buscaran otro objetivo a quien dañar, y el dolor amainó lentamente, debería abrir más los ojos si quería lograr salir ilesa de allí, no pretendía volver a San Mungo como paciente, lo odiaba, era molesto, la mayoría de las enfermeras le temía, y odiaba ser tratada como tal, ella era una empleada allí, no una don nadie. -Episkey- su mente resonó con aquella voz tan femenina, y las heridas de aquel fuego desaparecieron como si nunca hubieran sido creadas, - Veo que tenemos audiencia, éste negocio fue una buena idea - dijo en voz alta, estaba casi segura de que Hank estaba por ahí, había creído verlo realmente.

Respiró profundo y se incorporó, la frente perlada en sudor y los ojos vidriosos por las lágrimas, pero no había derramado siquiera una, - Episkey - pensó una vez más, y la piel quemada sanó por completo, el alivio fue ligeramente mejor, aun quedaba para reponerse, y por extraño que pareciese lo único que le molestaba era el desorden en su nuevo negocio, probablemente ella debería limpiar, no veía a Hank con una escoba en la mano si no era para volar; - Episkey - volvió a pensar, y las heridas dolorosas y sangrantes en su espalda cerraron por completo, ahora si estaba como nueva, aunque algo exhausta, no acostumbraba a tales cosas, desde que Ámbar nació lo había relegado por miedo. - ¿Quién limpiará todo esto? - Preguntó en voz alta ciertamente renovada, al menos esperaba que los invitados con Máscara y todo se quedasen a ordenar un poco, y quién sabe, quizás querrían un tatuaje.

Sus ojos azules clavados en Lisa, su rostro al descubierto por completo, sus delicadas facciones desfiguradas por el momento de tensión, su cabello suelto por completo y ciertamente desaliñado, estaba distraída, y a la intemperie, cuando sintió aquel insoportable dolor en la espalda, como si mil dagas estuvieran desgarrando su piel lentamente, provocando el peor de los dolores con total intención, pero todo fue repentino. Cayó de rodillas al piso, doblando su espalda, aferrándose a Sombra con suma fuerza, no quería dejarla caer a causa de los espasmos, aquello se estaba poniendo interesante de repente. - Episkey - Pensó para curar las primeras heridas abiertas en su cuerpo, aparentemente un Fuego Negro. ¿Porqué estaba tan distraída?, - Episkey - volvió a pensar para que las heridas de su espalda cerraran ligeramente, aun quedaban cosas por curarse, estaba débil, pero aun así divertida.

Volteó en el momento exacto en que un León intentaba arremeter contra Lisa, su compañera de Bando, cuando oyó la orden de la Mortífago hacia el animal por un instante se desesperó y no supo que hacer, normalmente no actuaría así, menos con alguien que no conocía realmente bien, pero aun así lo hizo sin pensar, con la mente fría, - !Sectusempra! - bramó apuntando al León que Valkyria había enviado hacia Lisa, su creadora, aquel rayo verdoso surcó la distancia entre la pelirroja y la fiera, impactando de lleno en su pecho, abriendo profundas heridas, en la zona arterial, por lo que el animal no tardó mucho en morir desangrado. -Defiéndela - Exclamó a su Lobo albino apuntando ahora hacia Lisa, y el animal obedeció quedando frente a la Bruja. -Floreus - Objetó apuntando de nueva cuenta a Valkyria intentando evitar cualquier nuevo posible ataque hacia alguno de sus compañeros, por lo que su próximo hechizo se vería afectado de inmediato, y en vez de este, saldrían flores amarillas con aroma a jazmines.

Antes de que alguien siquiera se atreviese a dañarla, separó sus piernas un poco para ganar estabilidad, pasó sus ojos de manera fugaz por la habitación, la primera planta de su Negocio y murmuró, - Avis – al instante doce cuervos se posicionaron frente a ella formando un escudo oscuro con reflejos azules, el graznido de tan espeluznante animal retumbó por todo el lugar con eco. En ese instante por extraño que pareciese, sintió como un terrible peso caía de sus hombros, eso solo podía significar una cosa, aquella compañera, aquella persona que le había prestado su oído en un mal momento, la protectora de su ejemplo a seguir, estaba cerca por lo tanto, se sintió segura. - Morphos – Bramó en dirección a un sillón rojo de tres cuerpos. Enseguida el mueble mutó con suma rapidez y se transformó en un Lobo albino adulto macho, con enormes patas, imponente porte, mostraba sus colmillos tras amenazantes gruñidos, en posición de ataque, deseoso de sangre, con su níveo pelaje erizado, y las orejas alertas, - Protégeme – le ordenó, y el animal se puso a otros cinco metros de donde Arya se encontraba, por en frente, lo suficientemente lejos para no volverse contra ella, pero aun así cerca para defenderla.

No tuvo mucho tiempo para reaccionar, cuando se preparaba a armar sus defensas fue víctima de algún hechizo que por un momento le robó la voz, pensó observando a la fémina que le apuntaba, -Embrujo Punzante - pensó y su hechizo dio de llenó en el rostro de Nats desfigurando sus facciones con sumo dolor, era la intención, no tenía porqué hacer tal cosa, !Entraban a SU negocio, y no le dejaban hablar!, pero que descaro, en fin, la pelirroja se enfadaba con suma facilidad, por lo que respiró unas cuantas veces, notando como sus cuerdas vocales vibraban informando que nuevamente su timbre de voz le pertenecía, en el momento exacto en que un nuevo rayo salía de su adversaria y se dirigía hacia ella. - Protego - Bramó, y un escudo translúcido se materializó frente a ella absorbiendo el Expelliarmus de Nats, logrando así que Sombra siguiese cargada en su diestra.

No se encontraba muy lejos de aquel sitio, aquel día abrían las puertas de su nuevo negocio, ¿quién lo diría?, ella y Hank su antiguo profesor, aun cuando la imagen de aquel mago se le venía en mente sus mejillas se ruborizaban ligeramente; por suerte con el pasar del tiempo se habían convertido en buenos compañeros, ambos luchando por el mismo lado, con los mismo valores a defender, pero aun así manteniendo esa prudencial distancia, Profesor-Alumno, cosa que Arya respetaba demasiado pues el Weasley le seguía enseñando día a día. De repente algo la detuvo, una bella gacela platinada se posó frente a ella y le cortó el paso, la pelirroja se sobre saltó y aferró a Sombra en la cintura de sus vaqueros azules. Asintió cuando el mensaje fue transmitido, al parecer los Mortífagos se habían adelantado a la apertura del Negocio, “Ink Master” y estaban bautizando al mismo por su propia cuenta, la bruja sonrió, y estuvo a punto de hacer lo que siempre hizo, con la varita frente a su rostro, pero en esa ocasión se abstuvo, ya no le importaba, no en ese momento. Echo a correr en dirección del Negocio y llegó a los pocos minutos, abriendo la puerta de par en par y dando con el chocante panorama, Sherlyn se encontraba sin vida en el suelo y aquello provocó un vuelco en su estómago, estuvo a punto de vomitar el desayuno pero se contuvo, la rabia reflejada en sus ojos claros. - Vaya, veo que les gustó el lugar, ¿Un tatuaje? – preguntó, a cinco metros de todos los presentes, ingresando, y cerrando la puerta tras de si.

http://i.imgur.com/yHsD2kc.jpg http://i.imgur.com/x0bachW.png Hank - Arya Lúthien http://i.imgur.com/Ux6Wn42.png Miscelaneos [retratos en piel] http://i.imgur.com/TrCWWOf.png El edificio del "Ink Master" consta de dos plantas sencillas a la vista: http://i.imgur.com/4Lusdwu.png El interior del Negocio tanto como todos los instrumentos que se pueden encontrar en él, son fácilmente apreciables desde los enormes ventanales frontales. Enormes máquinas, agujas, botes de tinta de todos los colores, trofeos, certificaciones de trabajo, cuadros con personajes egocéntricos y altruistas; también contamos con cómodos sillones aterciopelados de tres cuerpos color rojo, adornados con almohadones bordados en finos hijos dorados, donde las personas pueden esperar tranquilos a ser atendidos. Más adelante altas sillas mullidas con mesones de cristal en frente eran el sitio de trabajo de los empleados y sus máquinas de tinta mágica. La mayor parte de las paredes del sitio de un color violeta oscuro se encontraban cubiertas por espejos de cuerpo entero donde las personas podían admirar el trabajo hecho en su cuerpo y sonreír a su reflejo. En lo alto del techo arañas pendían de forma delicada iluminando cada rincón del "Ink Master", al fondo de la primera planta se encuentra el mostrador donde yace una enorme caja registradora que solo se abre con el código de cada persona tatuada, como si fueran socios. http://i.imgur.com/Jc1lhLG.png Una escalera de Caracol con peldaños de madera barnizada lleva al segundo piso del Negocio, dónde los salones de pinturas aguardan a todas las almas curiosas deseosas de un poco de cultura sobre los Tatuajes Mágicos, sobre las paredes empapeladas con ribetes en color plata descansan infinidad de cuadros con extravagantes personajes históricos, ellos estarán dispuestos a darte su opinión o recomendación lo que podrías escoger, el color de la tinta, el tatuaje ideal, lo mejor para tu tono de piel. Lo maravilloso de todo, es que a simple vista parece un acto ordinario y Muggle, pero dicha tinta tiene un agregado especial, !Magia!, por lo cual, al proyectarse en la piel, puede tomar formas y movimientos independientes, cual foto mágica sobre el cuerpo. En esta planta hay largos pasillos y cómodos bancos para quién desea descansar en compañía de aquellas celebridades mágicas, una zona dónde quién guste puede servirse un café, o quizás un té. Cierta cantidad de puertas siempre abiertas se encuentran en aquel sitio, donde los tatuajes más complejo se realizan, con luces especiales, más espacio y máquinas más equipadas. En el exterior, la fachada, bien pasa desapercibida, con piedras plegadas aparentando un enorme mural monocromático, lo único que llama la atención es el enorme cartel que parece un lienzo blanco pintado con tinta china, cambiando sus dibujos a merced de quién lo mire, pero manteniendo siempre el nombre del lugar "Ink Master". Se encuentra a unas cuantas cuadras de Gringotts. http://i.imgur.com/vIB8ubk.png Groter Shulton Granpié: Ficha - Bóveda Pandora Stark: Ficha - Bóveda Helen Reyes: Ficha - Bóveda http://i.imgur.com/ilWiSZZ.png - http://i.imgur.com/RKonyN8.png - http://i.imgur.com/RQuByAr.png Tholav [Elfo de Arya] http://i.imgur.com/9wUFwJa.png Nº104386 http://i.imgur.com/GNrx0.png

Bordeó la mesa y tomó asiento frente a Groter, aferrada a la mano de Helen, invitándola a compartir aquel momento junto a ellos, - Ven, solo serán unos minutos - expresó sonriente, y luego asintió ligeramente con la cabeza para su amigo se ausentara por cuestión de segundos; - ¿Cómo haz estado linda? - preguntó con una sonrisa en el rostro, algo forzada, era la segunda vez que se lo preguntaba desde que Pandora falleció, y esperaba no haber dicho nada malo, - Es lindo volver a verte .. Creo que hay mucho con lo que ponerse al día - agregó relajando los músculos de su maxilar, suavizando la expresión, quería contarle sobre su hija, pero no sabría como embargar el tema. - ¿Te enteraste? .. Groter se Casará - murmuró feliz, acercándose a la bruja. Aquello no era un secreto para que lo susurrase, pero no quería arruinar la sorpresa para nadie más, esperaba que él se lo contara, aunque no se pudo contener, - Cómo pasa el tiempo, ¿Verdad? - preguntó, algo nerviosa, - Las épocas de Academia parecen tan lejanas .. Él es un maravilloso padre y ahora será un estupendo esposo - dijo suspirando, - Y yo entrando a la maternidad a la fuerza - soltó el comentario esperando que pasara desapercibido. Sus pies tamborileaban bajo la mesa, al son de sus dedos sobre la misma, estaba impaciente, quería soltar su verdad de una vez por todas, y temía la reacción de sus amigos. Pocos minutos pasaron hasta que Groter regresó, - ¿Fuiste a Alemania por esa cerveza? - preguntó algo molesta, pero no pudo evitar sonreír, - Dile ... Anda, anda .. Ya dile - expresó con la emoción a flor de piel, estaba experimentando un sin fin de emociones bastante extremistas, pero esperaba que la dulce noticia de su mejor amigo amainara lo sombrío de su verdad.

Tomó la cerveza entre sus manos, aun estaba frío, y sonrió de manera nerviosa, ahogando una carcajada y un insulto a media voz, clavó sus ojos en Groter, y suspiró, - ¿Porqué me dejas explotar de esta manera? - preguntó tomando un sorbo de su cerveza, - !Te gusta verme enojada! - reprochó esbozando una sonrisa de alegría, después de todo él era su mejor amigo, y una vez dicho lo que la incomodaba, todo lo sintió como antes, salvo algo, ese algo que podía ver en sus ojos pero que no lograba descifrar. Cuando soltó lo de la niña, Arya se mordió el labio inferior, ¿Debería admitir que ni siquiera ella había ido a verla?, conocía a su mejor amigo, le daría cátedra de vida, y no estaba para eso. - Puedes ir a verla cuando quieras, y llevar a Brandon contigo ..- Se limitó a decir, - Aun es demasiado pequeña para llevarla a casa conmigo, es una pequeña muy fuerte .. Pero aun lucha por su vida - agregó, sintiendo total y completa culpa por ello, por las redadas a las que había asistido, por el alcohol ingerido, por los escasos cuidados, había sido una pésima madre. A continuación, su rostro siquiera daba crédito de lo que sentía su corazón cuando el Evans le soltó la noticia, lloraba de alegría sin poder contenerse, recordando aquella horrible escena en la Madriguera tiempo después de que Shirley desapareciera y las cosas con Emmet fueran para peor, saltó sobre la mesa, tirando consigo las cervezas a un costado, pero no le importó, rodeo el cuello de Groter con ambos brazos y lo abrazó. - !Felicidades! - susurró, quiso gritarlo, pero no le dio la garganta, su corazón latía con fuerza, - !Felicidades .. Lo lograste! - musitó, pero no hablaba de casarse, o siquiera de conseguir a alguien, hablaba de ser feliz, en aquel dueto, uno de los dos había logrado ser feliz, ¿Debería ella admitir la verdad?, probablemente lo haría luego, aunque estaba segura de que él no lo tomaría para nada bien. Sentada sobre Groter, abrazándolo con suma fuerza, besando su rostro, llena de alegría, no notó que alguien se acercaba si no hasta que una voz los interrumpió, al voltearse, Helen estaba allí, la felicidad de reflejó en el rostro de la pelirroja, no podía evitarlo. - !Helen! - Gritó, ahora si, - Que bueno verte - agregó aun eufórica, soltando a Groter y tomando de las manos a la bruja, - ¿Puedes sentarte un segundo con nosotros? - preguntó, cambiando su expresión, y serenando sus sentimientos, había algo extraño en la muchacha, algo frío en sus ojos, tan frío como el hielo, y le causo un escalofríos, quería unirla a las buenas noticias, y tener un pilar de apoyo cuando hablara con su mejor amigo sobre su última decisión.

- Se que aun lo soy. Prometí que cuidaría con mi vida a ese niño y lo haré - Aclaró, notando algo extraño en Groter, comenzaba a sentirse incómoda con su presencia, como si nunca hubiera tenido que acudir a él, - Hablas como si solamente me importara él. ¿Que te sucede? - preguntó dejando atrás su cuestionamiento reflexivo, el cómo habían llegado a alejarse tanto, a distanciarse, a parecer desconocidos uno frente al otro, como si no hubiera tenido que pasar por los mismos pesares en la vida. Dio un respingo en el lugar, se enderezó sobre la silla, y clavó los ojos en aquel mago frente a ella, a veces creía que estaba a punto de perder la cordura. - ¿Nuevos amigos? - Por su cabeza solo pasaron Allen y Oniria, ¿Es que a ellos se refería?, - ¿Oyes lo que dices Groter?, !Estas loco! .. ¿Que no te necesito?, Cuántas veces haz salvado mi vida, incluso sin que yo lo supiera. Siempre voy a necesitarte - soltó, pero lejos de ser compasiva y calmada, estaba furiosa; dejo de lado su cerveza y clavó sus ojos en el licántropo, - No estoy fingiendo, ¿Que clase de persona sin escrúpulos es por la que me tomas Evans? - preguntó, y el fuego se reflejaba en sus ojos, - Ambos comenzamos juntos, y acabaremos juntos pase lo que pase. Nunca rompo mis promesas, así como prometí que cuidaría a Brandon con mi vida, y no se si lo recuerdas lo hice - escupió avocando al ataque en la Haughton, - Prometí permanecer a tu lado, y lo haré. Incluso si te alejas de mi - finalizó. Nunca había sido capaz de enojarse con él, pero ahora lo estaba, un nudo se había formado en su garganta, y ya ni siquiera le apetecía beber cerveza, ni reír en compañía de un buen amigo, de su mejor amigo, - Ahora eres un hombre de familia, debes dedicarte a ello. Y yo intentaré por todos los medios ser una buena madre .. Pero eso nunca me detendrá, nunca impedirá que sea tu amiga. Tampoco importa quien esté a mi lado - agregó, suspirando, buscando la forma de no discutir. - ¿Para eso me llamaste, para pelear? - preguntó.