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Emmet Haughton Gaunt

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Mensajes publicados por Emmet Haughton Gaunt

  1. La voz de la profesora volvió a aparecer para otorgarle otro dos puntos al vampiro por las respuestas que había dado a sus preguntas — Muchas gracias — dijo con una sonrisa en su cara dejando ver sus colmillos. Iban viajar al Irlanda, dónde el chico había propuesto, para estudiar las plantas que existían en la zona y las que la profesora.

     

    El Haughton se movió y terminó de agarrar sus cosas y meterlas en la mochila, se dirigió hacia la profesora que se encontraba con la mano alzada esperando que el chico la agarrara para transportarse al lugar en dónde seguirían con el dictado de la materia. — Estoy listo profesora — le dijo y, haciendo una mueca con la boca, tomó la mano de la educadora y ambos desaparecieron de los terrenos de la Academia. Todo se vio envuelto en un remolino que borraba todo a su paso y, por unos segundos, olvidaron todo lo que había atrás.

     

    Aterrizaron de manera correcta en todo un suelo de hierbas nevadas que, al pisarlas, se quebraban por estar congeladas — Profesora... — dijo el vampiro abriendo los brazos y respirando el aire puro que hacía tanto no sentía entrar en sus pulmones — ... bienvenida a Irlanda — le dijo sonriendo al firmamento claro que había en ese momento — Éste ha sido mi lugar desde pequeño ... — hizo una pausa señalando todo el paisaje — ... y aquél castillo ... — señaló una construcción que se alzaba en una montaña cerca de dónde habían llegado — ... ha sido mi hogar y, actualmente, lo es para los vampiros miembros del Clan Leinster al que yo pertenezco actualmente — dijo el vampiro con una sonrisa, pero supuso que a la profesora no le gustaría nada ya que ella era sacerdotisa y los vampiros no sólo tenían problemas con licántropos, si no también, con clanes de sacerdotes y sacerdotisas.

     

    Era un paisaje que nunca olvidaba. No podía olvidarse de todas las veces que el chico bajaba con su padre vampiro y sus hermanos a jugar en estos prados nevados; atrapaban copos de nieve, jugaban carreras, guerras con bolas de nieve, cazadas con pelotas. Todos esos juegos no salían de la mente del vampiro y provocaban que nunca olvidara porqué él era así cómo es, era su destino. — ¿Quiere conocer los prados con todas las hierbas y flores que podemos estudiar y llevarnos algunos ejemplares, si lo desea? — le preguntó a la profesora señalando dónde se encontraban.

     

    Off:

     

    ¿Ya pasó la primera semana? Wowww +.+ ¡que rápido! . La verdad que me estoy divirtiendo muchísimo y me encanta la clase. Debo confesarle algo ... desde chiquito (mugglemente hablando :P ) me encantan las plantas y animales, es más, con las plantas yo recogía hojas y flores y las comparaba con las que salían en un libro y así armaba mi colección :) ... re cholulo jejeje. En fin, la clase me está divirtiendo muchísimo. Gracias :)

     

    Saludos ^_^

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  2. Hola :D

     

    Sí otra vez yo! ^_^ ... el vampiro molesto que tiene Nurmengard :P . Vengo a dejar mi reporte del rol que acabo de publicar en la prisión mejor que existe jajajaja XD Cómo cuesta llenar las líneas que se piden sin hacer spam jajaja :cry: Aquí está mi reporte:

     

     

    Nombre de la Sombra (Mortífago) : Emmet Haughton Gaunt (CentauroLechuza2013)

    Actividad: Rol con Juve

    Prisionero: -

    Resultado: Rol

    Fecha: 10/02/2014

  3. No pudo alejarse demasiado por el pasillo en el que se encontraba ya que la puerta, a la que había llegado, se abrió de par en par saliendo por ella una figura mortífaga. Juve se encontraba dentro de aquél reciento de la prisión. El vampiro se volvió en sus pasos y se dirigió a la puerta aceptando la invitación de la demonio a entrar y tomar algo — Sí, muchas gracias — le dijo mirándola y pasando dentro de la sala lujosa.

     

    Miró a la chica que agitaba su copa ofreciéndole probar lo que estaba tomando — Te acepto una copa — le dijo y sonrió apenas por debajo de su máscara siendo imposible para la chica percibir sus colmillos mientras se marcaba la sonrisa en su rostro. — ¿Puedo preguntar que es este lugar? — le dijo el vampiro mirándola con la máscara plateada que cubría su rostro.

     

    El muchacho hacía muy poco que estaba custodiando la prisión junto con otros mortífagos. Tenía muchas ganas de ir a divertirse con alguno de los prisioneros que se encontraban allí. — ¿Hay algún prisionero para divertirse ? — le preguntó a la muchacha haciendo aparecer su varita de serbal de treinta centímetros y medio de longitud. Tomó un sorbo de lo que la chica le había servido — Muchas gracias — le dijo acomodándose en el asiento.

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  4. Rol con Guardianes - No interrumpir

    El vampiro sonrió al sentir el movimiento de sus sobrinos dentro del vientre de su hermana, ya pronto tendría que empezar a arreglar los cuartos y traer la cantidad de cosas que había comprado para ellos, cosas que eran sorpresa para ayudar a su hermana y que no tuviera que comprar ni gastar en ello. Pero ese era un tema de lo que se iba a encargar después con su elfo personal.

     

    Muchas gracias ... — volvió a decir el Gaunt mirando y sonriendo a su hermana — ... es una gran responsabilidad para mí por lo que voy a hacer todo lo posible para guiar a la familia y ayudar en todo lo que pueda — dijo firmemente invitando a sentarse en la mesa a la mujer — ¿Sabes? — le preguntó mirando a la licántropa — ... He sido muy afortunado el tenerte como hermana — le dijo viéndola a sus ojos mientras ella comía la manzana. En su interior varios sentimientos estaban encontrados , por un lado el no ver a su novia lo partía en el medio, por el otro el odio que sentía hacia Groter por haber hecho todo lo necesario para que Arya sufriera, pero lo que le ponía feliz era saber que iba a ser patriarca de su familia y que pronto vendrían dos sobrinos hermosos a alegrarle la vida.

     

    La vida en ese momento le sonreía y lo hacía muy feliz. No era el momento para preocuparse por otros temas sin importancia, pero no podía dejar de lado el tema de la maldición que tenía encima de él por el liderazgo de una familia. El vampiro se quedó pensativo anulando los sonidos del exterior sólo viendo pasar al fantasma de Nastia Gaunt, una antigua integrante de la familia Gaunt.

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  5. Emmet Haughton Gaunt

    El mortífago se mantenía firme entre las celdas de Nurmengard. Su varita de serbal estaba escondida debajo de su manga pudiendo aparecer de una manera fácil cuando él lo quisiera. Pasó por enfrente de dos celdas, cada una contenía a una mujer — Bueno, bueno, bueno ... — veo que se han quedado encerradas aquí — dijo el vampiro soltando una carcajada distorsionada por la máscara plateada que llevaba sobre su cara lo que no permitía que fuera reconocido por los prisioneros — ¿No se pudieron ir? ... ¡Ohhh! — exclamó el muchacho de forma irónica frente a ambas prisioneras — Parece que alardean más de lo que pueden hacer realmente — agregó haciendo aparecer su varita de treinta centímetros y medio de longitud — ... pero bueno, allá ellos — terminó y siguió caminando por los pasillos oscuros de la prisión.

     

    La oscuridad tomaba diversas formas ante los orbes azules del Haughton. — ¡Lumos! — conjuró y la punta de su varita se encendió con un orbe de luz azul que iluminaba el pasillo por el cuál estaba pasando. Apuntaba con ella hacia las celdas vacías las cuales demostraban que habían tenido prisioneros hace algún tiempo atrás, algunas paredes manchadas con un líquido que ya se encontraba petrificado por el paso del tiempo por lo que no era posible saber que es lo que era. Los pisos fríos y endurecidos por la sangre que seguro se había derramado por las torturas que se llevaron allí dentro.

     

    El vampiro no conocía mucho de la prisión ya que hacía poco había entrado para cuidarla y vigilar por las dudas de que algún prisionero quisiera escapar o algún fenixiano se atreviera a meterse en ella. El joven siguió caminando hasta llegar a una puerta pero no quería interrumpir por las dudas de que fuera una sala de reuniones por lo que dio media vuelta y volvió por el camino por el que había venido. Silbando y tarareando una canción que ni el conocía recorría una y otra vez el pasillo.

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  6. Hola :D ... Buenas tardes

     

    Vengo a dejar mi primer reporte cómo una sombra buena y preciosa que anda dando vueltas por la prisión. Espero que todos estén bien, nos estamos leyendo y roleando en Nurmengard. Cómo es mi primer reporte espero que esté bien cómo lo dejo a continuación, cualquier cosa que esté mal me vuelvo a pasar para modificarlo ( woww que me costó llenar las líneas jajaja)

     

     

    Nombre de la Sombra (Mortífago): Emmet Haughton Gaunt (CentauroLechuza2013)

    Actividad: En la celda de Adr. con Spectum

    Prisionero: Adr.

    Resultado: Rol

    Fecha: 09/02/2014

     

    Saludos y que estén bien. ^_^

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  7. El vampiro se encontraba en la prisión dando vueltas, con su cara tapada con su máscara, por allí entre las celdas y pasillos oscuros. Algunas celdas se encontraban vacías pero al final del pasillo una figura masculina se alzaba en la penumbra frente a una celda. Era Spectum que parece que se estaba divirtiendo con uno de los prisioneros — Veo que aquí hay diversión — dijo el vampiro mirando a su colega y luego dirigiendo sus orbes azules al cuerpo de la mujer que se encontraba allí.

     

    El mortífago se quedó mirando cómo el Ángel Caído hablaba con la mujer — Parece que no han venido a rescatarla .... pobresita — dijo el muchacho y soltó una risa que resonó con eco dentro de los pasillos de la prisión — veo que se quedará aquí por varios días — sonrió mirando a Spectum y a su katana. Quería divertirse un rato asique esperaría que su par terminara o se cansara de interrogarla para que la chica hablara — Será difícil... pero aquí esperaré — dijo el muchacho recostando su espalda entre lo barrotes de la celda.

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  8. Hola :D

     

    Perdón la molestia... vengo con mi primera duda ¿Cómo es el tema de los reportes? ... Si mal no entendí y, por ejemplo, cada vez que visite la prisión aunque sea para rolear, ¿tengo que dejar aquí mi reporte de que he ido para allá? ... ¿cierto? ... Cómo lo ha hecho Lyra arriba mío *señala con el dedo el post no Lyra *

     

    Muchas Gracias ^_^

  9. El vampiro se había quedado asombrado de ver aquella pequeña mandrágora escaparse y querer irse por allí quién sabe dónde. La profesora tomó sus guantes y la metió en un saco de tierra lo que entretenía a la mandrágora mientras ésta jugaba y hacía formas con sus dedos de raíces finas. — No creo que sea un clase o tipo de mandrágoras pero me pareció muy raro ver a una de ellas salirse de la maceta así y correr cómo lo hacía — contentó el Haughton a la profesora mientras ésta recogía cosas para llevar.

     

    Sí ... — dijo el vampiro con emoción — ... me gustaría ir a Irlanda, a un lugar que yo visitaba cuando era pequeño — agregó el muchacho contestando con alegría a la profesora — Si a usted no le molesta, me gustaría ir allá — sentenció — ... además podrá conocer muchísimas plantas que sólo crecen en el clima de aquél lugar — vociferó. Quería viajar allá porque necesitaba volver a ese lugar alguna vez y poder visitarlo, además y, como le dijo a la profesora, hay muchos especímenes de plantas y flores que sólo crecen allá.

     

    El Haughton miró hacia todos lados ante la pregunta de la profesora << ¿Porqué es tan importante la Herbología? >> se preguntó una y otra vez dentro de sí. — Es importante ya que nos permite conocer las propiedades y usos que poseen plantas y flores. Muchas de ellas nos pueden servir para curar enfermedades y afecciones del cuerpo... — comenzó contestando el muchacho — ... además nos ayuda a reconocer cada una de ellas para poder utilizarlas de manera correcta y no cometer errores a la hora de hacerlo — agregó el chico — También se complementa con otras asignaturas como Pociones, Primeros Auxilios, etc — terminó de responder el muchacho pero la segunda pregunta de la profesora llegó a sus oídos — No lo voy a saber todo pero voy a tener las herramientas básicas para poder seguir perfeccionándome en ello — contestó a la segunda cuestión.

     

    El vampiro tomó sus cosas y las metió en su mochila. Había llevado su túnica y su capa para viaje ya que el clima de Irlanda estaba algo frío, sin nieve, pero hacía frío que calaba los huesos.

     

    Off...

     

    Un vampiro tiene todos los sentidos agudizados, uno más y otros menos, pero los tienen más que los humanos por lo que, si el llanto de la mandrágora es mortal para un mortal, imagínese para un vampiro teniendo oído más desarrollado.

     

    Edito porque me olvidé de poner cursiva a un diálogo. :P

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  10. Hola :D ... Me paso por aquí para pedir mi ingreso al Ejército ya que he comenzado a rolear en Nurmengard y quiero dejar los reportes de mis roles que he hecho allí , son sólo dos pero para no atrasarme y no generar líos dentro de la prisión. Espero poder formar parte y ayudar en la prisión con los poshoss que entran y salen ^_^ ... Saludos mortisss :love:

  11. El vampiro había percibido el aroma de otro de su especie allí dentro — Nos vemos más tarde — les dijo a sus dos compañeras que se encontraban allí y se encaminó hacia dónde el aroma provenía. Seguí pasando por filas de celdas vacías y fría, su varita estaba en su mano por si encontraba al primer prisionera que estaba sólo y así poder divertirse.

     

     

    Cada vez que caminaba el olor era más fuerte. Llegó un poco más lejos y una figura se alzaba frente a él cada vez que se acercaba. El aroma provenía de allí y suponía que ya sabía de quién se trataba — Buenas noches, colega — le dijo el vampiro con la voz distorsionada — Veo que te estás divirtiendo un rato — aclaró bajando la mirada hacia el cuerpo de una femenina que se encontraba tendida en el suelo. Miró al costado del cuerpo y un hilo de sangre salía de el y llegaba hasta por abajo del barrote de la celda — Veo que está bastante mal esta chica ... jajaja — dijo soltando, al final una sonrisa — Su sangre tampoco está tan buena — dijo agachándose y mojando su dedo, largo y fino, en el pequeño charco de sangre que, por último, se lo llevó a su lengua depositando la sangre allí.

     

     

    El mortífago se quedó al lado de su compañero mientras éste se encargaba de revivir a la mujer que se encontraba allí — Y esta ... — dijo señalando a la mujer — ... ¿quién es? — finalizó mirándolo con la máscara.

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  12. Unas cuantas hojas, secas y marchitadas por el frío, se arremolinaron ante la aparición repentina del vampiro en la entrada de la prisión mortífaga. Era la primera vez que la visitaba desde que había ingresado a las filas oscuras cómo mortífago. El deseo de ver fenixianos atrapados y torturados era lo que lo había llevado hasta las cercanías de aquél lugar.

     

    Llevaba una túnica negra y, en su cara, una máscara plateada que no dejaba ver las facciones de su cara. Comenzó a caminar hacia la entrada de la prisión, su túnica ondeaba por la leve brisa que pasaba por debajo de ella y su máscara era iluminada por la luz de la luna que se alzaba en el firmamento negro, al igual que las primeras paredes de Nurmengard, imponentes frente a tanta oscuridad.

     

    Estaba dentro del lugar. Los pasillos con las celdas era increíbles, produciéndole al chico una sensación de felicidad. Ya quería encontrarse a un fenixiano allí dentro para jugar un rato y divertirse. — Vamos a ver que tenemos acá — dijo el vampiro con voz distorsionada por la máscara que llevaba para tapar su identidad ya que no sentía la prisa para que reconocieran su rostro. Pasó por al lado de algunas celdas abandonadas y vio a la distancia a dos mortífagos más, caminó hasta allí y pudo ver que estaban escargándose de un chica. Una de las mortífagas estaba adentro con la prisionera — ¿Como va todo? — saludó el vampiro con su voz distorsionada — Veo que se están divirtiendo sin mí — aclaró con un tono de ironía. Un olor familiar le vino a su nariz por lo que ya sabía quién era una de ellas, se acercó a dicha persona y le tocó la espalda para que lo reconociera. — Espero que tengan algo para que yo también me divierta — dijo el Base — ¿Hay alguno disponible? — preguntó finalmente.

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  13. Rol con Guardianes - No interrumpir

    Todo lo que estaba sucediendo para el Gaunt era genial. Hacía unos meses que se había graduado de la Academia, estaba adquiriendo conocimientos nuevos, iría a buscar empleo en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas y, el hecho más recientes de todos, había ingresa a las filas tenebrosas y ya era un Mortífago de rango Base. Pero había otro que su hermana Anne le había comunicado, iba a ser nombrado Patriarca de la Familia Gaunt y compartiría la cabeza de familia con su hermana mayor, Anne. Éste último hecho lo tenía muy contento y muy ocupado pensando en todo lo que iba a tener que hacer cuando sea nombrado oficialmente.

     

    Encabezar una familia guardaba muchas responsabilidades para quien o quienes estuvieran a cargo de ella pero éstas se veían apaciguadas con el sólo pensar que estaría con su hermana al frente de la Gaunt. Sabía que iba a recibir el apoyo de ella y lo guiaría en sus primeros pasos cómo patriarca enseñándole lo que había que hacer para mantener a la Familia en pie. El mortífago era joven, por lo menos el aspecto demostraba sus 21 años de edad, pero desde que nació en Irlanda en el Alto Clan Leinster, sus 200 años de edad no se veían reflejados en él.

     

    Ese tema era lo que lo tenía un poco preocupado al momento en que recibiera el puesto de patriarca. Su padre le había contado la historia, una vez que él nació, que el abuelo de él echó una maldición sobre los vampiros del Clan argumentando que quien no se hiciera cargo de una Familia cuando fuere puesto en cabeza de ella, ya sea sien patriarca o matriarca, sufriría con la primera luz del día siguiente al nombramiento de éste. Marcus, padre del vampiro, carraspeaba cada vez que le contaba de lo que trataba la maldición ¿Porqué era así?, porque él fue puesto en cabeza de la familia muy joven, cómo estaba pasando con el vampiro en ese mismo momento.

     

    A pesar de que la idea lo asustaba un poco le alegraba que su hermana confió en él a la hora de pensar quién podía acompañarla en el manejo de la Gaunt. También recordaba la vez que habían intentado disolver la maldición con una bruja que trajeron al Castillo Leinster, su tío se incineró directamente cuando la bruja comenzó a pronunciar las palabras del conjuro que, supuestamente, disolvería a la misma.

     

    El Gaunt bajó a la cocina y se sentó en una de las sillas de la mesa, su hermana Anne se encontraba allí abajo, no podía ver lo que estaba haciendo pero estaba contento de verla ahí. El vampiro se le acercó y la abrazó tiernamente por detrás dándole un beso en su mejilla — Hola hermanita — le dijo con una sonrisa — Antes que nada... — hizo una pausa colocando una mano en el vientre de su hermana para sentir a sus sobrinos — ... quiero agradecerte por haber pensado en mí cómo patriarca de la Familia — agregó el mago y la miró a los ojos bajando hacia las dos tazas de té que había preparado — ¿Alguien viene de visita? — le preguntó extrañado porque ella sabía que él no tomaba otra cosa que no fuera sangre o que estuviera con sangre, además, no había más nadie en el Castillo que ellos dos — ¿Quién nos viene a visitar? — finalizó y la ayudó a preparar ambas bebidas.

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  14. El vampiro estaba feliz por el puntaje que había logrado con la tarea de identificar cada uno de los elementos que la profesora le había presentado y, además, para qué eran utilizados. — Muchas gracias — dijo el muchacho apoyando sus manos sobre la mesa de madera — Me alegra haberlo hecho bien... y que usted haya podido notarlo — le dijo con una sonrisa marcada en el rostro.

     

    La siguiente pregunta de la profesora le sonó un poco fuera de lugar en el sentido de que el Haughton se preguntaba que tenía que ver con la Herbología, pero por algo la educadora la hacía — Emmm... si la recogería, pero ... — contestó el muchacho haciendo una pausa y miró la hoz más de cerca — ... ¿Esta hoz es de plata? — la volvió a mirar detenidamente — Si, lo es ... — se contestó el muchacho. Había tenido bastante experiencia reconociendo las cosas que estaban hechas de plata ya que su padre vampiro lo había entrenado para que lo hiciera porque habían muchas cazadores que engañaban a vampiros matándolos con plata que ellos mismos agarraban — La tendría que agarrar con unos guantes, profesora — contestó con una postura segura — debido a mi condición que usted ya ha percibido, la plata puede afectarme, y más cuando provengo de padres vampiros lo que me convierte en uno puro — agregó el Haughton y miró detenidamente la hoz, que ha pesar de estar algo sucia se notaba claramente el metal del cual estaba hecha.

     

    La profesora se detuvo en seco. Una mandrágora había cruzado su camino corriendo con sus pequeñas raíces, que funcionaban como pies, y con una frondosa cabeza con hojas verdes. — ¿Mandrágora excursionista? — replicó el Haughton cuando vio correr a la pequeña — ¿Existen mandrágoras así o sólo ésta lo es? — le preguntó a la mujer que iba tras la mandrágora.

     

    ¡Accio Orejeras! — dijo el muchacho sacando su varita rápidamente. Las orejeras que se encontraban sobre la mesa llegaron a sus manos en un abrir y cerrar de ojos. Las agarró y se las puso amortiguando un poco el llanto de la mandrágora que podía resultar mortífero para quien lo oyera sin algo que lo apaciguara. — Nunca había sentido hablar de ese tipo de mandrágoras — dijo apretándose las orejeras mientras veía cómo la planta se entretenía con la tierra que había dentro de la bolsa.

     

    Off

     

    Si una mandrágora excursionista me sorprende y comienza a llorar el llanto podría ser mortal, podría desmayarme y aturdirme por un buen rato. Creo que esos podrían ser los principales efectos que tendría si una de ellas me sorprendiera por el camino.

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  15. Mazmorras del Castillo

     

    Era hora de cumplir con lo que le habían pedido. El vampiro ya había ido por Celestina Warbeck, obviamente cuidando su identidad con la máscara que tapaba su cara, la cantante famosa de nuestro mundo, y la tenía retenida en las mazmorras de su Castillo, se encontraba inconsciente por lo que le sería más fácil trabajar con ella. Tomó tres cabellos negros y largos de su flequillo para luego meterlos en la poción multijugos que se estaba terminando de preparar en la mitad de las mazmorras. Un caldero de peltre se encontraba en el medio de la sala con un líquido espeso que burbujeaba — Esto ya está — dijo el vampiro apagando el fuego. Agarró el cucharón que tenía a su lado y el frasquito de vidrio llenándolo con la poción, paso seguido agregó los pelos que le había quitado a la mujer produciendo un pequeño chirrido de unos pocos segundos haciendo que la poción se aclarase un poco. Tapó el frasco con un corcho y se lo guardó en el bolsillo de la túnica. No la iba a ingerir ahora porque perdería sus efectos prontamente.

     

    La cantante había despertado un poco pero para que no gritara ni nada el mago había aplicado Silencius y lo hacía cada cierto tiempo para que el efecto del hechizo no perdiera el efecto. — Ya despertaste querida — dijo el vampiro con entusiasmo — vamos a dar un gran show hoy en el Atrio ... mejor dicho yo daré un gran show por ti — finalizó y abrió la puerta para sacarla de allí. — Ya es hora — dijo con la voz profunda provocada por la resonancia de su máscara mortífaga.

     

    Espero que no grites o digas algo porque te mataré y eso me será muy fácil pero una mancha para mí... asique calladita — le advirtió. La cantante no podía emitir ningún sonido pero su cara de terror y miedo decía todo. — Vamos... — la empujó con su varita por la espalda y caminaron hasta la salida principal sin que nadie los viera, salieron a los terrenos y desaparecieron en la lejanía.

     

    Cabina Telefónica - Atrio - Ministerio de la Magia

    Tras desaparecer de los terrenos del Castillo, llegaron a la Cabina Telefónica que llevaba al Atrio del Ministerio de la Magia — Bueno, hemos llegado, pero antes ... — dijo el mortífago, mientras se metían a un pequeño callejón para que nadie los viera, tomó la poción multijugos que había preparado con los tres pelos de la cantante. La transformación llevó unos minutos. Sabía que duraría poco por lo que debía apresurarse asique le quitó la ropa a la mujer y se la puso encima — ¿Cómo puedes dar tus shows de esta manera? — le preguntó terminándose de colocar el sombrero agarrando el micrófono que había traído para dar el show.

     

    ¡Silencius! — bramó apuntándole con la varita a la mujer para que no soltara ningún sonido. — Así quedas mejor — le dijo con una sonrisa mientras le daba ropa a la mujer para que se vistiera — ¡Rápido! — dijo el muchacho que ya estaba con la forma de la cantante.

     

    Con un movimiento de varita las cosas desaparecieron de allí y ellos salieron del callejón, se metieron a la cabina antes, respondiendo la pregunta de la mujer que hablaba dentro del cubículo. En unos segundos se encontraban descendiendo hacia el Atrio.

     

    Un minuto y medio fue suficiente para que ambos ya se encontraran en el medio de la entrada del ministerio (Atrio). — Te quedarás allí atrás — le señaló el muchacho la chimenea más alejada — y no saldrás para nada porque te mato — le advirtió por enésima vez. La mujer respondió sin hacer ningún comentario, sabiendo que no podía hablar, y se fue escondiéndose detrás de la chimenea. El muchacho fue hasta la Fuente de la Comunidad Mágica llamando la atención de todos que, a medida que pasaba, lo miraban creyendo que era la famosa cantante.

     

    Encendió el micrófono — Buenas... — saludó y así atrajo toda la atención — He venido para cantarles una canción de mis éxitos... — agregó y continuó — Y va dedicada al usted Sr. — señaló al hombre que se encontraba en la mesa que registraba las varitas. Tomó el micrófono firmemente y comenzó a cantar las primeras frases de la canción:

     

    «Oh, mi pobre corazón ¿dónde se ha ido? — dijo la primera frase y miraba a la gente que estaba algo confundida. Capaz se estaría preguntando que hacía una cantante en el Atrio Ministerial — Me ha dejado por una temporada... Y ahora, rompiste en pedazos completamente el amor — continuó cantando moviendo las caderas y haciendo un lindo espectáculo — ¡Y yo quiero que me devuelvas mi corazón!» — terminó de decir cantando con una nota alta recibiendo el aplauso de varios de los que estaban presentes hasta el señor, al que le había dedicado la canción aplaudió.

     

    Muchas gracias... — hizo una pausa mientras se encaminaba lentamente hacia una de las chimeneas. Todas las miradas lo seguían creyendo que era Celestina —... pero hay una sorpresa más para este hermoso espectáculo — dijo parado al lado de una chimenea. — ¡SAL! — Gritó el vampiro al aire y una pequeña figura salió de la penumbra — Párate acá querida y da una sonrisa al público — agregó y le puso el micrófono mientras la ponía frente a ella. La gente reaccionó algo confundida a lo que estaba pasando. — Sé que muchos de ustedes están confundidos y por ello les diré... — apuntó a la espalda de la mujer con la varita:

     

    —... ¡Avada Kedabra! — un rayo de luz verde salió disparado de la varita del muchacho impactando en la espalda de la mujer haciendo que cayera al suelo tiesa. La cara de las personas presentes fueron de terror, muchos se tapaban la cara y se iban aproximando al cuerpo de la cantante que yacía muerta.

     

    Muchas gracias por la atención de nuevo — se despidió el muchacho, que ya estaba volviendo a su forma normal, mientras se metía a la chimenea rápidamente y se veía envuelto en un aura verde que lo envolvía y lo desaparecía dejando como última escena en sus ojos a las personas acercándose al cuerpo de la mujer que había caído muerta.

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  16. El Gaunt sonrió al escuchar los nombres que tendrían sus sobrinos cuando nacieran <<Erik y Sarah>> , se repetía por dentro de sí mismo; mejores nombres no podía haber escogido su hermana — Me encantan esos nombres, Anne — le dijo el vampiro sonriéndole tiernamente — La verdad que son muy atractivos — agregó mientras dejaba su trago en el apoya-brazos del sillón.

     

    Su sobrina, Sophie, estaba compartiendo con ellos, al fin y al cabo, era la primera vez que el vampiro conocía a otras de sus sobrinas. — Aquí estamos — contestó el muchacho soltando un leve suspiro — descansando ... como podrás ver — le dijo soltando una pequeña risita. Hacía poco que había entrado a las filas oscuras por lo que estaba muy emocionado ya de pertenecer al bando que siempre quiso. — ¿Tú como te encuentras? — le preguntó dándole un sorbo a su trago y batiéndolo un poco — ¿Que tal el trabajo? — volvió a preguntar y la miró mientras la chica tomaba el té que el elfo le había traído.

     

    Estaba interesado en lo que hablaban y en lo que se preguntaban mutuamente pero su mente estaba todavía pensando en aquella salida repentina que había tenido su novia. Había pasado ya un poco más de un mes y medio de aquél momento en el que recibió la carta de la Lockhart. Extrañaba pasar el tiempo que pasaba con la chica, aunque no fuera mucho, pero por lo menos la veía y sentía el calor de su cuerpo. Ella le transmitía paz y tranquilidad lo que le permitía no descontrolarse en lugares que no debía. La extrañaba mucho, la pensaba mucho en silencio y la amaba en silencio todos los días que pasaban sin saber nada de ella. No sabía si estaba bien o no, o si necesitaba su ayuda o no; lo único que sabía era que iba a matar a quien le había dado la idea de que viajara sola.

  17. Pudo ver la mirada fija de la profesora en él. Conocía esa mirada, la había visto desde hace tiempo; era la mirada de una sacerdotisa, aquellas personas que sabían lo que podía llegar a pasar y que leían a las personas o algo así. Pasaron varios años de enfrentamientos entre grupos de criaturas, más que nada vampiros, y sacerdotisas. Sabía que ella percibía su naturaleza y que podía llegar a ser obvio que quisiera mantener la distancia del Haughton. — Nací vampiro, Profesora — contestó el muchacho entrando al invernadero.

     

    El pequeño pasillo, que llevaba a una mesa larga, estaba rodeada de plantas que se inclinaban como si supieran que entraban personas al invernadero. El vampiro vio algunas mandrágoras pequeñas con hojas diminutas en la punta de las pequeñas ramitas que salían de sus cabezas. El muchacho sabía muy bien que no tenía que tocarlas porque sería una sinfonía de llantos y gritos agudos y mortales para quien se acercara y las molestara. — Perdón — dijo al aire libre cuando se tropezó con una meseta que contenía una pequeña planta con flores blancas. Una de las enredaderas que se encontraba en el taburete del costado se movía sin parar enredándose en la estructura del invernadero.

     

    Una mesa larga y con algunas macetas se alzaba ante la vista del chico que esperaba con ansias el primer tema de la clase. En uno de los extremos se encontraba la profesora y, por debajo de ella apoyados en la mesa, diez objetos que se usaban en la Herbología, seguramente, por el contrario no se los hubiesen presentado — Puedo decir que tengo un conocimiento básico... — respondió el Haughton a la profesora — ... por ahí me cuesta identificar algunas plantas y hierbas — agregó quitándose la túnica y dejándola a su derecha encima de la mesa — Pero eso no me quita el gusto por la asignatura — dijo el muchacho con una sonrisa mirando fijamente los elementos que estaban sobre la mesa.

     

    << ¿Qué tenemos aquí? >> se replicó por dentro cuando la profesora le preguntó para que identificara los objetos. — Bueno ... — comenzó el muchacho — el primero de ellos es hilo para plantas — agregó tomándolo y dejándolo en la mesa — lo podemos utilizar como tutor para algunas plantas o árboles que estén torcidos, o bien para atar pequeñas muestras que hayamos tomado — finalizó e, inmediatamente, pasó al segundo objeto — este de acá — señaló — es un recipiente o fuente ... — hizo una pausa para pensar en que le podía servir — nos sirve para ... preparar la tierra o colocar agua en él — dijo el joven no muy seguro de su respuesta. Tomó un respiro y continuó con los demás objetos de la mesa — el tercero, son periódicos — sentenció el vampiro — pudiéndonos servir para mantener húmeda la raíz o la tierra de una planta mientras se trabaja en su maceta o se trasplanta a otro recipiente — agregó. — Esto de aquí — dijo pasando su dedo por el elemento y luego oliéndolo — Es tierra húmeda, elemento principal para el trabajo con plantas — dijo el muchacho y agregó — es la fuente principal de nutrientes de una planta para la cría de su raíz y su crecimiento — finalizó. — Éste — dijo señalándolo — es una maceta la cual nos sirve para colocar las plantas hasta que alcancen un tamaño considerable para ser puestas en otro lugar — finalizó y continuó — esto es regadera y como su nombre lo indica nos sirve para regar o hidratar con agua a las plantas, lavarlas y humedecer su tierra para que no se sequen y mueran —dijo el Haughton muy seguro en este elemento. — El que sigue son guantes y nos sirven de protección, principalmente, para trabajar con aquél tipo de plantas que puedan presentar peligros para nosotros, cómo mandrágoras, o con plantas que expidan secreciones que nos puedan quemar o irritar la piel — agregó y prosiguió con el ante-último objeto que le quedaba — este es un frasquito de muestras para guardar pequeñas muestras de lo que hayamos recolectado, tanto líquidas como sólidas — dijo y pasó al siguiente — si no me equivoco ... — comenzó — es una hoz y que sirve principalmente para el corte de tallos — dijo el vampiro casi confundiéndole con una guadaña por la similar forma — y el último ... — dijo el muchacho — son orejeras para la protección de nuestra audición. Son principalmente usadas para el trabajo con mandrágoras sirviéndonos para repeler el llanto de las mismas que puede llegar a ser mortífero — agregó y sonrió al ver que había terminado.

     

    El Haughton se hizo para atrás unos pasos y miró a la profesora a la espera de la aprobación de todo lo que le había dicho. Puso sus manos en su espalda y recorrió con su mirada las distintas plantas que adornaban el invernadero. Era increíble ver cómo se movían y, algunas de ellas, se entrelazaban entre sí como si estuvieran danzando.

  18. El vampiro había presenciado cómo su hermana había intentado matar a la mascota de Mery pero el fantasma que había en el Castillo lo había impedido interponiéndose entre la serpiente y ella.

     

    Shopie había venido del Ministerio a confirmar algo del hechizo antiaparición según pudo escuchar desde la cocina mientras servía dos tragos. Uno de ellos era rojo y espeso que manchaba todo el vidrio del vaso y el otro era whisky para su hermana. Habían quedado sedientos luego de la caza que habían llevado a cabo en los terrenos de la propiedad y más cuando jugaron con ellos en las mazmorras de la propiedad. El Gaunt agarró los dos vasos y se encaminó hacia dónde estaban las mujeres hablando. — Perdón la interrupción — dijo el mortífago mientras pasaba por delante de las mujeres y se sentaba en uno de los sillones individuales — Toma hermana — le pasó el vaso a la Haughton y miró directamente a Sophie — Disculpa que no te he ofrecido nada pero no sé lo que tomas — le dijo con una sonrisa dejando ver sus colmillos mientras su hermana tomaba un trago de whisky — ¿Quieres beber algo? — le preguntó antes de que las mujeres siguieran hablando.

     

    El Base miró a su hermana — ¿Puedo quedarme o tienen que hablar cosas privadas? — dijo el mortífago sonriéndole tiernamente a Anne.

  19. Habitación de Emmet Haughton Gaunt - Castillo Haughton - 7:00 am

     

    El sol de esa mañana entraba por la ventana de la habitación del Haughton. — ¡¡SHAVE!! — le gritó al elfo el cual apareció en un segundo — ¡Cierra las cortinas! — le ordenó de manera rápida. El vampiro vio cómo su criado cerraba las cortinas de manera rápida y desaparecía al hacerlo, sabía muy bien que no le gustaba que nadie estuviera con él en la habitación mientras él se levantaba y se terminaba de despabilar aunque no dormía mucho por su condición de vampiro.

     

    Hoy comenzaba su clase de conocimientos: Herbología era la que había elegido ya que, aunque ser un vampiro, le gustaba mucho estar en contacto con la naturaleza tanto con plantas como con animales por lo que le interesaba tener un conocimiento más para estar cerca de seres vivos. Tomó su varita de encima de su escritorio, su túnica, arregló su camisa dentro de su pantalón y salió a los terrenos del Castillo Haughton. El sol ya iluminaba más los terrenos y, llegando a la verja de entrada, desapareció haciendo uso por primera vez desde que se sacó su licencia de aparición.

     

    Academia de Magia y Hechicería - Terrenos de los Invernaderos

    << Si que me tengo que acostumbrar a esto >> dijo cuando pisó los terrenos en los cuales se encontraban los invernaderos de la Academia. Parece que al no estar acostumbrado a la aparición se mareaba un poco, pero era sólo cuestión de acostumbrase a ese tipo de transporte. Su túnica se movía lentamente, por la brisa leve que pasaba, mientras el vampiro caminaba hacia uno de los invernaderos. No tubo que recorrer todos los sitios ya que en uno de ellos había una mujer parada contra el marco de la puerta y con una taza de café que humeaba al estar en contacto con el aire frío que cortaba el poco calor que hacía en el ambiente.

     

    Buenos días — saludó con una pequeña reverencia — Creo que aquí es la clase de Herbología ... ¿cierto? — preguntó el muchacho alzando una de sus cejas. La mujer hizo un pequeño movimiento con la cabeza afirmando que lo que había preguntado el Haughton era cierto. — Soy Emmet Haughton Gaunt ... — se presentó el vampiro sonriendo amablemente — ... y he decidido tomar este conocimiento por el motivo de que me gusta mucho estar en contacto con la naturaleza, ya sea con plantas o animales ... — hizo una pequeña pausa llevándose sus manos a su boca para dar un largo suspiro — ... no hay muchos vampiros así pero bueno ... uno debe resaltar — agregó y sonrió dejando ver, apenas, sus colmillos. — Estoy muy ansioso por empezar — dijo el chico apoyándose en el marco de la puerta a la misma altura de la profesora.

     

    Off:

     

    Hola :D

     

    Muchas gracias por la bienvenida. Mi nombre es Matías y tengo 21 años, vivo en la Provincia de Mendoza , Argentina. Actualmente estoy por cursar el último año de la carrera de Contador Público Nacional en una de las universidades de aquí. Como Emmet ha dicho, somos dos personas que nos encanta estar en contacto con la naturaleza por lo que él ha decido tomar este conocimiento ^_^ . Seguro que nos divertiremos mucho y me encantaría aprender sobre esta hermosa asignatura.

     

    Saludos y Gracias de nuevo ^_^

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  20. El gusto por la sangre de aquél último muggle que había matado todavía continuaba en su boca. Sus comisuras labiales estaban impregnadas de sangre todavía y no tenía intención de quitarla de allí. — Mi alimentación está bien cuidada — le dijo el vampiro a su hermana con una sonrisa burlona tocándose su fuerte vientre.

     

    Se había quedado quieto en el lugar por la advertencia de su hermana pero la sangre de aquél intruso le había dado más sed que nunca a pesar de haber bebido bastante. El charco de fluido que había en el suelo de la mazmorra era muy atrayente para el vampiro pero debía contenerse porque no sabía que podía llegar a tener la sangre de aquél que, su hermana, había matado.

     

    Me parece perfecto — le dijo el Gaunt — Que se quede allí y que aprenda lo que somos capaces de hacerle a los intrusos — sentenció el muchacho sonriendo y mirando por última vez al muggle que quedaba en una celda rodeado de los cadáveres de los demás muertos. — Te acompaño con una copa hermanita si lo deseas — le espetó a la mortífaga mientras limpiaba la comisura de sus labios con las mangas de su camisa blanca que, por la cacería, había quedado manchada con sangre y polvo pero era más roja que otro color. — Vamos — le dijo a su hermana mientras el muchacho desprendía los botones de su camisa para quitársela.

  21. El chico miró como su hermana asesinaba a uno de los muggles con su varita y éste caía seco en el suelo de las mazmorras — Creo que nuestro piso está sucio — dijo el vampiro a modo de burla mirando cómo su hermana continuaba torturando a otro de ellos. — Bueno... bueno... bueno... — dijo el muchacho soltando un suspiro largo y sostenido — Creo que ya te he esperado mucho y me cansé y, como no me has dicho nada, lamentablemente no te podrás ir — volvió a su prisionero mirándolo fijamente — Has tenido demasiado tiempo como para hablar y tú has decido que ... — no pudo terminar la frase debido a la interrupción del muggle — Cállate maldita criatura asquerosa — dijo el prisionero mientras permanecía atado por las cuerdas mágicas — Tú y tu maldita hermana no durarán mucho — los ojos del vampiro se volvieron azul oscuro por la ira que corría su cuerpo, habían insultado a su hermana alguien a quien apreciaba mucho y era capaz de defender hasta la muerte. — ¿Has oído eso hermanita? — se dirigió a Anne directamente — Esta basura nos ha amenazado y algo peor que desata mi ira, te ha insultado y eso no lo voy a permitir — terminó de decir el vampiro y acto seguido guardó su varita y caminó tranquilamente hasta el chico que estaba atado en el suelo sangrando.

     

    Tomó un respiro e intentó tranquilizarse pero la rabia lo superaba. Nunca nadie había insultado o maltratado a un familiar enfrente de él. — Te has equivocado feo insultando a mi hermana — le dijo y lo alzó por el cuello poniéndolo contra la pared de una de las celdas — no sabes con quien te estas metiendo ni lo que has hecho — le dijo al muchacho a medida que apretaba cada vez más el cuello del intruso — quiero que sepas que me molesta muchísimo que insulten a alguien de mi familia y más a alguna de mis hermanas — le advirtió el vampiro a medida que se acercaba a su cuello a oler la sangre que le caía de la herida de la cara — no sabes lo que soy capaz de hacer cuando alguien hace algo así — señaló y pasó uno de sus dedos para empaparlo con la sangre del muchacho — Estás en el punto justo — dijo oliendo su sangre. Sacó sus colmillos y mordió el cuello del intruso sosteniéndolo, aún contra la pared de las mazmorras. Se retorcía como si fuera una serpiente enroscándose en un pedacito de rama de árbol — Ahhh... — soltó el vampiro con la boca manchada de sangre — si que estaba en su punto justo — agregó mirando cómo su hermana torturaba al otro muggle. El Gaunt dio una última mordida y soltó el cuello del cuerpo muerto dejándolo caer seco al suelo — Te dije que no te metieras con mi hermana — le habló al cadáver.

     

    Se sentó en un banco cerca de su hermana por las dudas que necesitara ayuda — ¿Está todo bien? — le preguntó a su hermana mientras se limpiaba la boca — Yo ya me cené al último mald**o que quedaba — le dijo.

  22. El vampiro escuchó claramente las aclaraciones y explicaciones de la mujer del Centro Examinador, sólo quedaba en él tomar el control y pasar la puerta para que la Sala Cambiante le mostrara el terreno que tenía preparado para él. — Muchas Gracias — le dijo dirigiéndose a ella de forma amable — Ya estoy listo para empezar — continuó y su varita se materializó en su mano derecha por cualquier peligro que tuviera que enfrentar en cualquier momento. El joven mostraba estaba ansioso y a la vez nervioso, quería pasar el examen de forma exitosa por lo que iba a tener en cuenta todo lo que le habían recomendado.

     

    Se acercó a la gran puerta que se erguí ante él y puso su mano, pálida y fría, sobre el picaporte y, girándolo de manera lenta y suave, hizo un pequeño click y se abrió un poco. Tomó un gran respiro e ingresó a la sala. No se veía nada pero sentía a los costados de su cuerpo algo que le punzaba, algo con filo; tomó su varita y con un grácil movimiento conjuró — ¡Lumos! — una pequeña esfera plateada apareció en la punta de su objeto, ésta alcanzaba a iluminar un gran espacio lo que le ayudaba a darse cuenta que se encontraba atrapado entre unos muros de hierbas y arbustos cuyas hojas eran filosas las cuáles cada vez se pegaban más a su cuerpo. Pasó su varita por el resto de su cuerpo y pudo ver que estaba dentro de un círculo rojo que flotaba a poco centímetros del suelo y más adelante estaba el otro el cuál brillaba por sí solo en la gran oscuridad.

     

    Lindo escenario me ha preparado, ¡un laberinto! — dijo en voz baja por las dudas que hubiera alguna criatura no deseada que quisiera hacerle algún daño o matarlo en el intento. Definitivamente era un laberinto en dónde estaba el Haughton y las paredes del mismo se iban aprisionando cada vez más contra él por lo que debía lograr aparecerse en el otro círculo lo más rápido posible antes de que el terreno lo asfixiara. — Bueno Emmet tranquilo — se dijo para sí al mismo tiempo que, con un movimiento en largo de su varita, soltaba la pequeña esfera plateada hacia el frente para explorar el terreno que estaba oscuro. Más paredes rectas se alzaban ante el muchacho y al final estaba su destino, sabía muy bien que ahí tenía que aparecerse y que iba a poner todo de sí para hacerlo de forma exitosa. Su determinación era muy fuerte en el momento por lo que sólo podía pensar en concentrarse bien y pasar su prueba.

     

    Un trueno iluminó el cielo oscuro que caía sobre él. Le quedaba poco tiempo ya que las paredes del laberinto se iban cerrando cada vez más. Cerró sus ojos por un segundo; su mente afrontaba una deliberación entre detenerse un momento a relajarse y poder aparecerse en forma exitosa o hacerlo de forma rápida y obtener el resultado que el destino le tenía preparado. Estaba en su naturaleza en detenerse y pensar las cosas por un momento más por lo que, con sus ojos cerrados, respiró varias veces de forma lenta y anuló todos los sonidos que provenían del lugar. Unos segundo pasaron y pudo sentir como su cuerpo parecía una pluma en medio de un corriente de aire, sentía como si flotara suavemente por medio de todo el escenario.

     

    Un segundo trueno lo sacó de su estado de concentración, sus ojos se abrieron y comenzaron a recorrer todo el espacio en el que se encontraba en ese momento. Bajaron hasta sus pies y se encontraba dentro del círculo de forma perfecta, había logrado aparecerse de forma exitosa dentro del segundo objetivo

    ¡Sí! — exclamó con júbilo e hizo un movimiento de festejo con su varita. Dejó quieta su varita y volvió a exclamar — ¡Lumos! — la punta de la misma se volvió a encender e iluminó el terreno en dónde se encontraba parado el Haughton, giró sobre sí mismo para encontrar una salida y ante sí se erguía la misma puerta por dónde había ingresado al laberinto. Salió del círculo rojo y tomó el picaporte, lo giró y salió al lugar en dónde todo había comenzado.

     

    La mujer que lo había atendido se encontraba en su escritorio lleno de papeles — Espero haberlo logrado — dijo el muchacho dándose cuenta que parte de su camisa y túnica habían sido rasgadas por las filosas y puntiagudas hojas y ramas de las paredes del lugar — Creo haberlo hecho rápido antes de que las paredes me aplastaran como a una babosa — dijo el joven y soltó una sonrisa de exaltación sentándose en unas de las sillas que se encontraban en el lugar.

     

    Chasqueó sus dedos y su elfo personal, Shave, apareció — ¿Que desea amo? — dijo el pequeño haciendo una pequeña reverencia — Dile a Anne que ya he hecho mi examen de aparición y me quedaré esperando el resultado del mismo por lo que me voy a demorar un tiempo más — le dijo el vampiro y, acto seguido, el elfo desapareció como si se hubiese esfumado.

     

    ¿Tengo que completar algún formulario más? — le preguntó el muchacho a la chica — O, ¿avisarle a alguien? — le dijo nuevamente.

  23. Ya se había deshacido de dos de los intrusos que el vampiro había cazado. La sangre fresca corría por la comisura de sus labios; su cuerpo volvía a tener más vitalidad. — Se lo merecían — dijo el Gaunt soltando una risa macabra — y ahora te toca a ti — se acercó a hablarle al otro que estaba inconsciente todavía.

    Shave... — llamó a su elfo — ... cuando termines de llevarte los cuerpos limpia la entrada para que no quede ningún rastro de sangre — terminó de decirle su amo y el elfo, con una pequeña reverencia, desapareció del lugar.

     

    Estoy listo hermanita para jugar — le respondió el vampiro y con un suave movimiento de su varita, el cuerpo del muggle se elevó a pocos metros del suelo y siguió flotando tras el chico a medida que caminaba junto a su hermana. — Jajajaja ... — soltó una sonrisa a viva voz — ... quizás nuestro abuelo no sabía divertirse con estas basuras ... o nunca se le presentó la oportunidad — sentenció con sus colmillos, aún teñidos con sangre, que salían fuera de su boca.

     

    A su hermana se le hacía muy fácil llevar a los intrusos; parece que ella ya ha tenido experiencia en cazar muggles por lo que al muchacho le interesaba aprender un poco más de la licántropo. Atravesaron todo un pasadizo cargando a los prisioneros detrás de ellos, el muchacho ya quería divertirse un rato con el prisionero que traía. Llegaron al recinto, el olor a sangre vieja se sentía en el aire pero al joven le daba lo mismo. — ¡Creo que es hora! — grito el chico con júbilo y, con un movimiento de su varita, la magia que tenía a su prisionero flotando detrás de él desapareció. — Uyyyy ... — dijo el muchacho con sarcasmo — ... el nene se cayó al suelo... jajajaja — terminó de decir con una sonrisa en el rostro. El muggle ya estaba despertando y al vampiro más le convenía para que sintiera lo que le iba a pasar por haberse metido a sus terrenos. — ¡Vaya! hermanita — le dijo el chico — no los trates tan mal a nuestros invitados — terminó con una sonrisa maléfica.

     

    ¡Despertaste! — cantó el Gaunt al ver que su prisionero despertaba lentamente por lo que se acercó a él y, agarrándolo de los pelos, lo tiró contra una de las paredes de la celda — Uppsss ... perdóname — le dijo el vampiro ante la queja de dolor del intruso — No puedo medir mi fuerza — . Miró un rato como se retorcía del dolor mientras intentaba pararse — ¿Acaso quieres escapar? — le preguntó con un tono burlón — Anda, eres libre — cuando terminó de pronunciar su frase, el prisionero salió corriendo por el pasillo — Jajajaja ... — la risa del vampiro resonó por toda la habitación — Mira Anne, el maldito pretende escapar — se dirigió a su hermana. El chico sabía que no iba a llegar lejos por lo que tomó su varita y apuntándolo, pronunció: —¡Incárcerus! — tres cuerdas se materializaron de la punta del arma del vampiro impactando en el prisionero y atándolo de pies, manos y otra dirigida al cuello. — Puedo hacer que esto sea más doloroso de lo que tu imaginas — le dijo mirando al hombre joven en el piso tirado — Han cometido un gran error metiéndose en nuestros terrenos y tuvieron la mala suerte de encontrarse con un vampiro, como yo, y una mujer lobo, como mi hermana — seguidamente el vampiro señaló a su hermana. — Tu sangre es muy especial lo que hace que mi sed aumente — mostró una de sus largas uñas y, pasándola por el rostro del prisionero, causó un corte del cual salían pequeñas gotas de sangre. — ¿Te duele? — le preguntó el muchacho con un tono burlón — más te dolerá esto — y acto seguido el vampiro tomo la muñeca del muggle y haciendo fuerza la rompió — Creo que no eres tan fuerte después de todo — dijo el Gaunt y sonrió mirándolo.

     

    Su hermana se estaba divirtiendo bastante con el suyo. Había escuchado el conjuro Crucio y juró haber visto al muggle retorciéndose. — Parece que no quieren hablar hermanita — le gritó desde la otra punta del pasillo — algo tenemos que hacer para que nos digan que estaban haciendo en nuestra propiedad — le terminó de decir a Anne y se dirigió de nuevo a su juguete — ¿Me vas a decir cómo se metieron acá ? o ¿ tengo que seguir rompiéndote huesos y después convertirte en mi cena? — le dijo el vampiro pero el prisionero sólo se quejaba del dolor que le causaba su muñeca fracturada.

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  24. El joven vampiro prestó atención a lo que la mujer del Centro Examinador le decía. — Bueno muchísimas gracias por su atención — le sentenció el Haughton marcando una leve sonrisa en su rostro dejando ver sus colmillos — Creo que estaré bien ... — prosiguió mientras miraba el formulario que la mujer le había dado para ver si había algo que no entendía — ... es entendible — terminó de conjeturar. El Haughton sacó una pluma que le habían regalado desde pequeño la cual se cambiaba su tamaño cuando debía ser utilizada y se recargaba con tinta que nunca se secaba, se sentó y comenzó a llenar el formulario:

     

     

    Consentimiento Informado:

     

    La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

     

    Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

     

    Yo, Anne K. Gaunt Haughton, hermana, de Emmet Haughton Gaunt, he leído y comprendido el presente informativo.

     

    Anne K. Gaunt Haughton

    Link de la ficha del responsable.

    Bueno, creo que esto es todo — dijo le muchacho levantándose del asiento y guardando su pluma con cuidado en el bolsillo. Se acercó al escritorio dónde la mujer se encontraba — Aquí está el formulario completo — le dijo el chico y se lo entregó en las manos — espero que todo esté en orden — agregó soltando una sonrisa de nerviosismo la cual mostraba lo que sentía en ese momento.

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