Jump to content

Bakari

Magos Expertos
  • Mensajes

    567
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    2

Todo lo publicado por Bakari

  1. Bakari

    Prueba del Libro del Caos

    Puntos de vida: 100 - 30 = 70 Puntos de poder: 10 Fue tonto, ingenuo. El fuego púrpura le dió de lleno dejándolo inconsciente por lo que no fue capaz de invocar el obsistens que consideró le protegería. Cayó de espaldas, sin soltar la varita y desde allí, adormilado, invocó al señor del caos que le salió con aquel ya visto troll del valle. Pero lo que fue una magnífica jugada por parte de su rival acabó con un movimiento errático de su parte, Demian intentó desmeritar el hechizo que dejaría congelada a la criatura pero antes de ello hubo invocado un Cinaede; jamás se intercala la segunda acción del oponente con tu segunda acción. Por lo que el maldición salió luego de las semillas de hielo que, efectivamente, dieron en el blanco. -No ha respondido a mi pregunta, señor Luxure. Episkey Acotó, poniéndose de pie, sacudiendo sus manos para limpiar la tierra y las hojas que quedaron pegadas en sus palmas al caer. La curación salió errática, debido al maldición, por lo que seguía sintiéndose algo indispuesto, aún así, gracias a que la rueda de poder amainó el ataque, pudo ocupar su última acción, incontrarestable, para liberar sus vías respiratorias. -Anapneo. Tan simple como eso y tomaba una larga y fresca bocanada de aire.
  2. Bakari

    Prueba del Libro del Caos

    Puntos de vida: 100/100 Puntos de poder: 10 La vara mágica giró en su mano buena y moviendo los labios pronunció un hechizo no verbal. Del suelo surgió un cerco luminoso que pareció partir la tierra en dos, de un color tan rojizo que asemejó fuego a diferencia del Púrpura de Demian, aunque ambas acciones tenían propósitos diferentes. Las llamas de Luxure podrían dejar inconsciente incluso al mismísimo Bakari, y por el contrario las suyas solo servían de protección, una muy efectiva. El obsistens absorbió el ataque y el viento volvió a ser lo único que se interponía entre el guerrero y su aprendiz. Señor del caos. Invocó guardando a ojos del rival, su varita una vez más. El azar estaba no estaba de su lado, claramente. De dicho encantamiento surgió un troll del valle. Fue como un ¡Plop! En el ambiente y la enorme pero torpe criatura apareció en escena dispuesta a atacar, pero Demian podía estar tranquilo que la cosa no era con él. -¡Semillas de hielo!- Exclamó. Antes de que el troll lo lanzara lejos de donde estaba parado con una fuerza descomunal, Bakari le congeló casi por completo. Eso le daría al menos unos instantes de ventaja por sobre el caprichoso caos. -¿Qué me puede decir de la fuerza que acabo de invocar, éste es el único resultado posible a obtener? Inquirió al egipcio mientras el troll se debatía dentro del fino témpano de hielo.
  3. Bakari

    Prueba del Libro del Caos

    Puntos de vida: 100/100 Puntos de poder: 10 Cuando Luxure estuvo listo Bakari lo vio descender de la torre torcida. Tenía alrededor de cinco minutos mirando sin demasiado interés hacia la ventana carente de cortinas. Tras de él, a unos cuatro a cinco metros el árbol aún ardía, y seguiría así hasta que alguien se dignase a apagarlo. El cielo sobre sus cabezas era gris, no podía verse casi el sol, aquello era un mar de nubes oscuras amenazando con la tormenta perfecta. Pero el guerrero no reparaba en ello sino en los pasos que su alumno daba hacia el campo de batalla. -Hasta ahí- Exclamó. Ocho metros los separarían. Varita en mano, listo para comenzar el duelo pero comportándose como todo un tutor. Reverenció a Demian y con un cortés movimiento le indicó que le cedía los honores. Ahora era su turno de demostrar, como bien lo hubo hecho momentos atrás en el aula, lo que sabía acerca del poder del caos y del duelo en sí. Los Ingleses mucho se regodeaban acerca de tus dotes bélicos pero aún no conocía a nadie que le hubiese sorprendido en todos sus años como Profesor en El Ateneo. -Puede continuar lo que comenzó allí arriba. Le dijo señalando la torre detrás de él. Ambos se encontraban en un perfecto llano verde con exceso de vegetación, rocas, árboles, arbustos y un sin fin de objetos que utilizar en pos de su victoria. Solo había que usar la imaginación °°°°°°°°°° Reglas No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por lo tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 16 de Junio al 25 de Junio Nos guiaremos por las reglas del nuevo sistema de duelos Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta el Libro del Caos (Con especial énfasis en este último). Están prohibidos los Off Consultas, dudas o sugerencias, al Topic del libro de Caos @
  4. Bakari sonrió. Todo estaba saliendo como lo planeó, o quizás no había planeado absolutamente nada pero las cosas tomaban el curso que el azar así quería. Demian se apartó de la mesilla, dejó ver por fin la varita que tanto anhelaba emplear contra el Guerrero y dispuso una prudencial distancia de diez metros entre ambos. Un segundo después una docena de filamentos de fuego discurría en su dirección, esperaba hacerle daño, mucho daño, eso le quedaba más que claro, podía verlo en si mirar. ―Salvaguarda mágica. La voz del Uzza fue ininteligible pero bastó para hacerlo desaparecer de escena. El fuego pasó allí por el mismo sitio donde él estuvo momentos más impactando contra un árbol lejano, saliendo por la ventana. El crepitar de la madera y las hojas se oía hasta ahí. Un segundo después su cuerpo enfundado en armadura medieval resurgió con la misma sonrisa del principio. Parpadeó, sacudió un poco de polvo sobre su hombro y se giró levemente hacia Luxure antes de impulsar su cuerpo en la misma dirección que las flechas de fuego. ―Lo espero en diez minutos abajo, señor Luxure. Por favor, no me haga esperar demasiado Un nuevo parpadeo y había saltado por el alféizar cayendo con gracilidad dentro de un haz de la noche que le colocó sano y salvo en tierra firme.
  5. El Uzza caminó directo hacia Luxure con determinación. Había algo curioso en su mirada, oscuro. No le terminaba de cerrar su personalidad más no podía hacer absolutamente nada al respecto más que inhalar y tratar de acabar la clase con la misma cantidad de alumnos con la que empezó. De un manotazo cerró el libro que Demian tenía en frente y las palabras con que éste explicaba cómo funcionaba cada rueda se perdieron tras el ruido hosco que hizo el tomo, casi como si se las hubiese comido. Pronto el silencio se apoderó de la habitación y entonces esperó a tener por completo su atención para poder continuar. ―El ateneo busca, entre su política de fomentar viejas enseñanzas, crear guerreros. Magos que sepan perfectamente qué están haciendo cuando lo hacen, ya sea para el bien o para el mal. Aunque ambos aspectos sean totalmente relativos, así como la vida, la creación y la muerte. El tiempo, caballero, también es relativo y la fortuna. Podría seguir eternamente explicándole ésto pero lo zanjaré con un en común, todo es azaroso. Entre el Guerrero y el egipcio comenzó a garabatearse un hilillo brillante. Bakari no necesitaba pizarras o tizas, él usaba magia como correspondía. Delante del mago surgieron las reglas básicas de un enfrentamiento limpio y justo, así como los Directivos y Profesores Ingleses lo hubieron dictaminado. ―Por lo que puedo apreciar, la teoría la lleva casi tatuada en la piel. Pero vamos a salirnos un poco del esquema, tiene noción de cómo implementar de forma mortal el poder del caos, y caso contrario, de defenderse de éste. Diciendo éstas palabras se apartó un poco. Había recuperado el tomo y ahora reposaba tranquilo en su escritorio. La brisa se colaba entre las hendiduras de la armadura que llevaba puesta ese día y la fina coleta con que recogía su cabello se mantenía impoluta. Aquel par de hombres parecían sacados de un libro de historia antigua.
  6. Tras verlo acercarse al libro acaba por comprender que aquello fue una pésima idea. Él no era hombre de aulas, trajes y formalidades, enseñaba a los golpes y con sangre escurriendo por las heridas. El mago al que debía enseñar los azares del caos se mostraba ante él altanero, sarcástico, irónico; odiaba a los Ingleses, eso quedaba claro en cada una de sus clases, pero el acento de Demian lo volvía casi dueño del espacio, oriundo de las tierras doradas y abrazadoras. El Cairo, que maravilloso sitio, plagado de alimañas venenosas. Tendría que buscar otro motivo para que específicamente ese muchacho le disgustase pues si natividad ya no era excusa. ―Si no sabes ante quién te encuentras, quizás es posible que no estés en el lugar correcto. Le dijo, sin preámbulo, una vez él terminó de parafrasear sobre la magnificencia del encuadernado, lo curioso del poder que anidaba en sus hojas y lo incierto de las invocaciones que con éste podían hacerse. Con un chasquido de sus gruesos dedos el libro se abrió casi al final, donde a través de garabatos en tinta se apreciaba la magia. Allí, las cinco posibles invocaciones eran descritas con total excelencia por algún Guerrero anterior a él, pero era su deber el alzar la voz entonces, el predicar, enseñar, dejar legado. Aún así no se sentía demasiado orgulloso de a quiénes les estaba heredando. ―Lo importante aquí, si es que perteneces a éste nivel de magia...― aclaró antes de ir al grano ―… no es que sepas mi nombre, sino el contenido de ese libro. Como bien dije, no tengo tiempo que perder ¿Así que puedes decirme cuáles son los poderes fundamentales del caos? Aguardó, con una paciencia impropia de él. El aula lo empujaba a adoptar modales y posturas que en el campo de batalla ni siquiera sopesaría, se sentía enjaulado como un ave salvaje. Solo esperaba que al final del día aquello valiera la pena, no Demian Luxure, sino su nuevo enfoque de enseñanza. Pero quizás, y solo quizás, también él.
  7. Bakari

    Libro del Caos - Junio 2020

    Bakari se tomó su tiempo antes de observar el reloj que pendía de la pared. No era normal para él impartir clase, o mejor dicho conocimientos en un sitio como aquel. Por primera vez desde que los Directores de la Universidad hicieron contrato con los Guerreros Uzza y los poco afamados "Arcanos" había lustrado su armadura que ahora irradiaba destellos cada vez que la luz artificial del techo se reflejaba y estaba dispuesto a "enseñar" como le llamaban los otros. Otros, un término que utilizaba usualmente para denominar a cualquier ser viviente que considerase débil por cualquier minúscula acción. El cuarto al cual deberían llegar sus nuevos alumnos estaba en la cima de una torre medio inclinada, a las afueras del Ateneo. Se encontraba apartada de cualquier tipo de ruido o distracción, rodeada por un escenario árido que funcionaria más tarde como piso de entrenamiento para poner en práctica todo lo aprendido. Las paredes eran amarillentas y solamente había una sola ventana desprovista de cortina o vidrio alguno que evitase una precipitación accidental, justo detrás de él. El Uzza, parado sobre sus sandalias de cuero simple, se hallaba repasando los instrumentos que utilizaría detrás de un escritorio. Se sentía algo incómodo pero tras mucho medias acerca de sus últimas clases, llegó a la conclusión de que dar un nuevo rumbo a su enseñanza sería sumamente necesario, caso contrario, solo estaría llenando de información la cabeza de un grupo de magos vacíos, que más tarde malgastarían los poderes del caos. En el centro del aula había un único pupitre, carente de silla. Sobre éste un antiquísimo tomo del Libro del Caos, quizás uno con el que el propio guerrero estudio, quién sabe. Cuando Demian llegase sería la primer imagen que vería, Bakari lo aguardaba con suma impaciencia, algo extraño en él, no por querer dar una buena impresión o estar entusiasmado con tener que hablar nuevamente con algún inglés descerebrado, sino más bien por poner en práctica su nuevo protocolo de transmisión. De funcionar, el caos algún día dominaría el mundo. -¡Ah, por fin! La puerta de abrió lentamente y una cabellera clara asomó. -Adelante, pasa, no perdamos tiempo. Insistió.
  8. Bakari

    Tablón de Calificaciones

    Libro del Caos Abril Aprobados Jeremy Triviani Matthew Triviani Zoella Triviani
  9. —¡Flechas de fuego! Exclamó. Estaba convencido ya de que daría el duelo por terminado en breve, más quería demostrar una última cosa a su alumno, que la victoria no solo estaba en atacar como una máquina, sino en la estrategia. Aunque Matthew lo tenía bastante complacido de momento. Rápidamente, mientras el Sectusempra viajaba hacia su pecho desnudo, una doce de andanadas flameantes brotaron de su varita rumbo a Triviani. Éstas se cruzarían con el rayo mortal e impactarían en él segundos después de que las heridas se abrieran en la piel de Bakari. Recibirlas no le costó demasiado, echaba de menos la adrenalina que el dolor podía causar, el sentir que no siempre eres invencible, y que si alguien como su pupilo podía tocarle con un hechizo, significaba que le estaba enseñando bien. Curación, pensó. Los ropajes del mago se incendiaban con rapidez, aquel era un encantamiento que requería más de un episkey para curar las quemadas, debía apagar las llamas si quería llegar entero a casa. —Morphos. Agregó, sin dar demasiados rodeos. La prenda superior de Matthew se transformó en una pequeña abeja africana, por conocimiento, una de las especies más peligrosas y venenosas. La criatura le picaría, aún y si él la mataba con la palma de la mano, el impacto le obligaría a picar, no existía escapatoria cuando una de éstas aparecía en el escenario. Hecho esto, bajó la guardia. Su cuerpo expresaba que, si se libraba de aquello, el duelo había acabado satisfactoriamente.
  10. —adelante. Expresó, e instantáneamente invocó al señor del caos. Más no fue éste quien acudió a él, sino, de todas las posibles opciones, el más fastidioso. Bakari rodó los ojos, un par de cuencas oscuras en plena noche y recibió con un gruñido a Peeves, quién rápidamente se mofó de él aunque nadie pudiera verlo. El personaje saltaba de un lado a otro, aparecía por detrás de Matthew haciéndole caras al guerrero y luego otra vez a su lado, intentando halarle de los cabellos. —Maldición. Pensó tengo por la situación como para afectar automáticamente la fortuna de su rival. Triviani sufriría un error inesperado en su próxima acción como producto del encantamiento escogido por el hombre para entorpecer su actuar. Lo siguiente fue un anapneo, ya que las fuerzas del caos no se vieron interesadas en ayudar a su alumno y el cinaede fue menor a lo normal. Bakari no consiguió perder ni por un segundo la voz, o la respiración. Sus vías respiratorias sufrieron un leve escozor que finiquitó tras el segundo hechizo ocupado. —inténtalo otra vez— exclamó, luego tosió. Lejos de presionarlo o de burlarle,lo instaba a más, pues estaba seguro de que Matthew tenía potencial. Link a la tirada: http://www.harrylatino.org/topic/114156-matthew-triviani-vs-bakari/?p=5341720
  11. Bakari

    Matthew Triviani vs Bakari

    El escenario, plano en su totalidad, había sido escogido por el Uzza con un fin particular, los contrincantes, incluso el suyo propio, deberían valerse únicamente por los conocimientos adquiridos hasta esa clase. Utilizarían los hechizos que el campo mágico impuesto por Bakari les permitía, es decir, neutral graduados, y las fuerzas de los libros de poder, cada joya, amuleto o anillo. Esperaba ansioso que sus sospechas acerca del último mago en pie fuese acertada. Sobre sus cabezas un oscuro firmamento, el cielo era un manto negro con incrustaciones en diamantes. Al igual que la luna, cientos de estrellas iluminaban el camino hasta un cerco de luz cálida que formaba un círculo de veinticinco metros de diámetro, en donde se enfrentarían a su alumno, Matthew. Pisarían un suelo liso, arenoso y helado. Cuando el sol descendía, la arena que durante la mañana ardía insoportable, reflejando los rayos del sol, de enfriaba como hielo. No los acompañaría ningún otro ser vivo. Alrededor de los personajes no habría rocas, troncos, árboles o asientos de concreto. En aquel páramo desolado eran dos personas con una varita en la mano y su intelecto por escudo salvador ¿Estaría listo Triviani para combatir al Uzza? Curiosamente él creía que si, y no solía poner las manos sobre el fuego por ningún pupilo. -Bienvenido, y buena suerte, Triviani, espero que sepas que los guerreros juegan limpio y claro. Finalizó. °°°°°°°°°° Reglas No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por lo tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 16 de Abril al 25 de Abril Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes. Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta el Libro del Caos (Con especial énfasis en este último). Están prohibidos los Off Consultas, dudas o sugerencias, al Topic del libro de Caos @
  12. Bakari

    Zoella vs Jeranne

    El escenario, plano en su totalidad, había sido escogido por el Uzza con un fin particular, los contrincantes, incluso el suyo propio, deberían valerse únicamente por los conocimientos adquiridos hasta esa clase. Utilizarían los hechizos que el campo mágico impuesto por Bakari les permitía, es decir, neutral graduados, y las fuerzas de los libros de poder, cada joya, amuleto o anillo. Esperaba ansioso que sus sospechas acerca del último mago en pie fuese acertada. Sobre sus cabezas un oscuro firmamento, el cielo era un manto negro con incrustaciones en diamantes. Al igual que la luna, cientos de estrellas iluminaban el camino hasta un cerco de luz cálida que formaba un círculo de veinticinco metros de diámetro, en donde sus alumnos se enfrentarían. Pisarían un suelo liso, arenoso y helado. Cuando el sol descendía, la arena que durante la mañana ardía insoportable, reflejando los rayos del sol, de enfriaba como hielo. No los acompañaría ningún otro ser vivo. Alrededor de los personajes no habría rocas, troncos, árboles o asientos de concreto. En aquel páramo desolado eran dos personas con una varita en la mano y su intelecto por escudo salvador ¿Estarían listos? Estaba por verse. -Y que el mejor mago gane. Sentenció. °°°°°°°°°° Reglas No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por lo tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 16 de Abril al 25 de Abril Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes. Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta el Libro del Caos (Con especial énfasis en este último). Están prohibidos los Off Consultas, dudas o sugerencias, al Topic del libro de Caos @@Zoella Triviani @
  13. Bakari

    Libro del Caos ― Abril

    —¡Perfecto, maravilloso, espléndido! El Uzza aplaudía a sus alumnos mientras estos respondían a la presión. Zoella había tenido que actuar contra quién jamás pensó pero sin notarlo supo exactamente qué hacer, igual que su hermano Matthew quien se mostraba tranquilo, sereno. E incluso Jeremy que no se atrevió a interceder y en su lugar atacó al pobre troll que se encargaba de hacerle la vida triste al Guerrero, como intentando dejar un mensaje claro, los tres podían contra él. Pero ya no había tiempo para ello, era hora de actuar. Aplaudió tres veces para llamar la atención de sus alumnos, luego les hizo una seña para que le siguieran, y giró sobre sus sandalias de cuero rumbo a la tienda que le servía de "hogar". Bakari no era un ser muy apegado a lo material, por lo que al ser convocado por la Dirección Mágica de Londres, no pidió más que un pequeño sitio que hiciera las veces de cama y contenedor de libros, pues era todo lo que poseía, además de la varita, unas pocas prendas y sandalias. —Existen cinco fuerzas del caos. Como bien dijo Jeremy, la fuerza de poder, la cual te concede o te quita magia. Las fuerza del tiempo, que te obsequian breves segundos o no, el caos es muy caprichoso— repitió —Luego está la fuerza del propio caos, capaz de intensificar un daño o no. Y por último, las fuerzas de la fortuna, para erradicar la suerte en el último accionar de su rival. Dediquen quince minutos al libro, una vez más, y los espero en el sitio que dice la última página. El hombre extendió tres tomos del caos que, previamente, sacó de su carpa. Acto seguido fue él quien desapareció dentro, abandonando a los pupilos, para buscar un poco de paz antes de los duelos.
  14. Bakari

    Libro del Caos ― Abril

    Satisfaccion. Eso fue lo que Bakari sintió al momento en que la bruja dudó sobre atacar a su hermano. Lo que había visto en sus ojos era cierto, completa y verdadera devoción. Y ahora Matthew parecía errático, algo molesto, los Ingleses eran graciosos con toda su magia y parrafraceria, llamándose escépticos a cosas semejantes como el aura de las personas. El Uzza sacó a relucir su varita e invocó, sin necesidad de la misma, al señor del caos para que éste brindara algo de entretenimiento a la clase, más como el caos bien sabía él, era azaroso, el resultado obtenido fue otro. —Dime qué hiciste y cómo lo hiciste. Dijo, mirando a Zoella, justo cuando un Troll del valle aparecía en escena para fastidiarlo. La torpe criatura realizó un mobilicorpus para hacer levitar al guerrero de un lado a otro, como un barrilete, pero sin intenciones de romperle un hueso, todavía. Parecía karma instantáneo por meterse con los hermanos Triviani. —Matthew— le llamó desde donde estaba, intentando ser serio. —¿Cuántas veces se puede invocar a la misma fuerza del caos en un duelo? Con la pregunta aún en el aire, destapó un pequeño frasco que colgaba de su cuello, con los dientes, soplando con fuerza el contenido hacia los ojos del troll. La arena del hechicero lo cegaría durante dos turnos completos y ya no le molestaría demasiado. Aunque conociendo su ubicación, quizás la bestia no fuese tan tonta. —¡Jeremy!— exhaló el nombre, pues por restregarse los ojos el troll le dejó caer al suelo de forma brusca. Por fortuna conservaba sus huesos intactos. —¿Qué otra fuerza del caos existe, además de más empleadas por tus compañeros? Rápidamente se puso en pie, sacudiéndose el polvo de las rodillas y manos.
  15. Bakari

    Libro del Caos ― Abril

    El silencio de Bakari mientras esperaba que los tres respondieran, sabiamente, denotaba respeto. Era poco común que las personas instruidas por los Guerreros Uzza o los Arcanos comprendieran totalmente lo complejo de su actuar, de su proceder, por lo que restó importancia a las miradas recelosas por su carencia de modales al comenzar, minutos atrás. Era relevante, y mucho más de lo que parecía, lo que contestaban. El sol desapareció por completo cuando Zoella acabó su respuesta, considerando que era la opción correcta, que doblegar al rival denotaba poder, supremacía. El hombre torció el gesto, parecía como que alguien le hubiese arrojado un cubo helado por la espalda desnuda bajo el peto, más no sostuvo la falta de palabra cuando notó que alguien seguía el hilo. Resultaba peligroso que alguien ansiada poder con el particular brillo que el tercer Triviani en llegar poseía. Bakari había visto iguales personas acabar de madera terrible con sus vidas, pues cuando uno creía que dominaba absolutamente todo lo que tenía y cuanto le rodeaba, más equivoco estaba, y su entorno lo controlaba de manera indirecta, lo condicionaba. Por último, el segundo hombre se sumó a las respuestas "bien pensadas" para contentar al Uzza del caos. Éste sonrió cuando Jeranne hubo terminado y la satisfacción de notaba en sus ojos oscuros. De los tres había sido quién, quizás, se colocó en los zapatos de la situación planteada y respondió, tal vez, alejado de lo que muy en el fondo pensaba. La mujer había respondido por sus ínfulas de superioridad, el primer hombre con cierta fanfarria que aún conservaba en el semblante, pero había sido aquel último el que más me gustó. Aún así procuró no demostrarlo demasiado ni detener la clase, más tarde entenderían el por qué de aquellas preguntas iniciales. Miró a Zoella, curiosamente el escenario parecía haberse extendido entre ellos, estaban alusivamente lejos. —Tú, atacalo. Su dedo índice viajó hasta Matthew. Una vez más, deshizo su sonrisa. Era momento de comenzar la fase dos de la clase, necesitaba saber qué tanto habían estudiado sus alumnos el libro del caos, y qué tan capaces eran de ponerlo en práctica consiguiendo así domarlo, al menos un poco, pues el caos era impredecible y caprichoso. —¿Qué harás al respecto?— Preguntó, ahora mirando a Jeranne.
  16. Bakari

    Libro del Caos ― Abril

    Cuan pájaros al nido comenzaron a llegar, uno por uno. Normalmente las brujas eran puntuales, mucho más que los magos, caso contrario a la mala fama que los muggles le hacían a las mujeres respecto a la eterna demora que significaba el arreglarse para acudir a algún sitio de interés. Lo anotó mentalmente, sabía de buena —o mala— fuente, que aquel trío podía sacar de sus casillas incluso a Sajag, y eso era demasiado. Luego, casi a instante le siguieron dos masculinos. El primero con un aura clara, tranquilo, relajado, el segundo duro, impenetrable como una roca. Bakari sonrió de lado y dejó de darles la espalda, intentando marcar una pronunciada y pasible distancia para dar comienzo a la enseñanza. —Ahórrese las presentaciones, señor Triviani. No es educación de su parte o poca cortesía de la mía, tengo entendido que los tres han hecho carrera y renombre por éstos lares. El guerrero Uzza ensanchó su sonrisa, estaba complacido de no tener tres hortalizas como alumnos, sino más bien, tres personajes rebeldes que llegasen a cuestionar absolutamente todo acerca del caos. Cosa que posiblemente sorprendería al trío, quien quizás en antaño sufrió represalias por su cuestionable comportamiento. El viento soplaba cálido, poco a poco se despedía el frío invernal, el cielo estaba en llamas y el silencio resultaba embriagador, aquel era el escenario que el hombre quería para realizar sus preguntas, por lo que sin más se lanzó a la tarea. —Dime algo— comenzó, señalando a Zoella —Si tuvieras el poder de hacer desaparecer a todos tus rivales, oponentes u enemigos, o de vencerles hasta doblegar su espíritu y que vivan eternamente bajo tu sombra ¿Qué preferirías? Acto seguido, dirigió sus ojos hacia Jeremy. —Y tú, si te encontrases ante una guerra civil que comenzó con el levantamiento de la clase más vulnerable y tuvieses las herramientas para detenerla ¿Lo harías? Y por último, deshizo su socarrona sonrisa antes de posar dos pozos negros en Matthew. —¿Qué es lo que ansías al final de ésta clase, por qué estás aquí? Cruzando sus brazos aguardó respuesta.
  17. Bakari

    Libro del Caos ― Abril

    Dulce, dulce y perfecto caos. Bakari despertó con fuerzas renovadas aquella tarde. Había decidido que, tras regresar a su morada, la próxima clase a impartir sería a media tarde. Era una idea ligeramente descabellada tomando en cuenta el escenario y la escasa visión en penumbras, más le pareció oportuno. Él, Guerrero Uzza, orgullo de su pueblo, debía estar cien por ciento seguro de que los magos que osaban hacer frente a el libro del caos, alegando poder con su inmenso poder, eran verdaderamente dignos. Lamentaba lo sucedido en el último escenario del que fue partícipe. Los presentes no habían sabido cómo funcionaba un equipo, hoy en día la unidad no existía en la cabeza de los jóvenes. Más tampoco les funcionó por separado, muchos creían que la teoría podía superar a la práctica; el hecho de que la magia fue algo ligado a las emociones y al nivel de cada mago o bruja, dictaban lo contrario. Salió a respirar un poco de aire fresco, desperezando los músculos algo entumecidos, antes de leer por última vez la nota enviada desde la Dirección. Curioso que sus pupilos portasen todos el mismo apellido ¿serían como un trío de oro? masticó el viento soltando un bostezo y contempló como el sol amenazaba con decaer pronto, marcando la pronta llegada de los Triviani. El Uzza los aguardaba, parado de lleno sobre una explanada aria y amarronada. Lo único que podía verse en aquel terreno, además de un fino arroyo que se perdía cerca de los terrenos del Ateneo, era la tienda de campaña donde el hombre dormía de vez en cuando. El cielo tras de si se desteñía, entre tonos azules, violáceos, anaranjados y amarillos, el firmamento ardía antes de sucumbir en penumbras ¿dónde estarían? pensó, pues les tenía preparada una filosa pregunta a cada uno. @ @ @@Zoella Triviani
  18. Bakari

    Tablón de Calificaciones

    Libro del equilibrio - Marzo '20 Aprobados: Hessenordwood Crouch Desaprobados:Fengarí M. | Dick Drayson
  19. —Siento informarle, señor Crouch que la señorita Fengarí no ha podido presentarse. Y si usted desea pasar ésta clase, deberá enfrentarse a mi. Bakari salió de la nada misma, allí donde la joven bruja debió estar situada para comenzar el duelo. No pasaría por alto su pregunta, pero al menos le daría un poco de ventaja respecto al tiempo perdido. Respiró, sonrió y aceptó de mala gana aquel encantamiento cegador, resultaba insostenible no poder apreciar aquel maravilloso paisaje pero lo que verdaderamente fastidiaba era el escozor que las arenas causaban a los ojos. Aun así separó sus pies ganando estabilidad y aclaró su garganta, hasta el tono de voz cambiaba cuando uno de los sentidos se veía afectado. —Orbis bestiarum. Pensó Sabía de los animales que por allí paseaban, pues el mismo les había invitado al escenario bélico, por lo que no le fue difícil apuntar en dirección arbitraria donde quizás hubiese una serpiente o una araña, sabiendo que allí estaban, conociendo de qué especie se trataba, no requería la vista para invocar. El efecto fue inmediato, un fino aro dorado envolvió la zona cercana a los colmillos ponzoñosos de una cobra que pasaba a medio metro de Hessenordwood, permitiendo entonces que el Uzza le ordenase atacar. La serpiente mordería el tobillo del mago para impregnar de veneno su sangre. —Veamos— agregó, desde su hechizo pensado solo habían pasado segundos —Para poder utilizar el amuleto de resurrección, primero debe cerciorarse de llevarlo consigo, señor Crouch. Una vez esté dentro del duelo o el escenario en cuestión— los arcanos y uzzas no hablaban de bandos, asaltos o redadas, —estar cien por ciento seguro de que lo lleva encima. Hizo una pausa, disfrutando del aire en su rostro y prosiguió. —Eso sí, únicamente podría revivir usted, no la señorita a la que intentase impresionar. Pues el amuleto lo porta el propietario. @@Hessenordwood Crouch
  20. Bakari, el guerrero Uzza del caos, apareció del otro lado de donde siempre estuvo. Allí donde Dick comenzó el duelo, de manera confiada y con posibilidad de ganar. Desde allí lo contempló ahogarse hasta caer desvanecido, él no podía permitir que ningún alumno muriese durante su clase pues había sido una de las tantas normas impuestas por los directivos ingleses, por consiguiente, Grayson despertaría en la enfermería del ateneo. Resultaba curioso como el hombre aun con su último aliento intentó subsanar los errores. Primero intentó finiquitar el veneno del Cinaede con un objeto que carecía de poder alguno en un duelo. Más tarde, habiendo ignorado la ponzoña, pasó por alto el anapneo, hechizo vital, para sanar las vías respiratorias obstruidas. Si hubiese estudiado bien los hechizos, y no solo los libros de poder, hubiera comprendido que cuando un encantamiento es denominado "de emergencia" es porque debe hacerse casi de inmediato. Mejor dicho, a la de ya. Fue entonces, que todo su demás accionar no viajó más allá de su imaginación. Los hechizos verbales, no verbales, incluso la curación, nada llegó a ver la luz del sol. El duelo se había acabado para los dos. El Uzza intacto y su alumno ahogado en errores, veneno y osadía. —Ya alguien vendrá por ti, muchacho. Masculló antes de desaparecer. @
  21. Bakari abrió los ojos como platos sin poder dar crédito a lo que estos veían. Estaba claro que su alumno resultaba ser ingenioso pero lo sucedido en cuestión de segundos le desencajó. Dick Grayson intentó utilizar una de las joyas del libro del equilibrio —que de nada servían a la hora de batallar, dejando en evidencia el no prestar atención a la letra chica— para salvarse del gas venenoso que el Cinaede generaba cuan anillo cerniéndose derredor a su cuello. Chasqueó la lengua decepcionado, la pregunta que intentó hacer tampoco saldría, tenía las vías respiratorias cerradas por completo al no realizar el anapneo de emergencia. Si en su próxima acción no se curaba, moriría. Pero lo peor no fue eso, sino que dejando de lado lo desesperante que podría ser para su cuerpo el no recibir oxígeno en cantidades, el mago comenzó a correr con desenfreno animal directamente hacia él. Todo mago o bruja con una pizca de conocimiento acerca de batallas mágicas debían de saber que una acción física le consumiría cualquier otro tipo de accionar en su turno de ataque o defensa. —Cuanto lo siento, Grayson. Estabas demostrando ser un alumno muy atento. Por consiguiente, con dos acciones por turno para cada uno, el joven utilizó el primero unas semillas de hielo que le cegarían, sí, sin intercalación alguna. Y luego se dedicó a correr como un loco, por ende, el último de sus hechizos no valía. Adiós a las semillas de hielo. —Flechas de fuego. Pensó Un segundo antes de que Dick se diera a la carrera, para que mientras el muchacho se volvía una fiera contra él, no tuviese chance de protegerse, pues necesitaba con urgencia liberar sus vías respiratorias. Una andanada de filamentos flamantes brotaron de la punta de su varita con dirección al pecho de su oponente, quien se acercaba segundo a segundo. —Salvaguarda mágica. Pensó Estaba ciego, pero todos sus sentidos se veían agudizados por ello mismo. Si Grayson intentaba llevárselo por delante pasaría de largo, aunque el guerrero Uzza no permitiría que cayera al vacío. Aquello no era más que una ilusión óptica.
  22. —Maldición. Pensó Había subestimado a su alumno, quien rápidamente decidió atacar de manera estratégica, buscando la forma de hacerle caer. Más para comenzar hubo escogido un rayo que debía atravesar los diez metros que le separaban antes de impactar y congelarlo de los pies a la cabeza. La maldición, fugaz y efectiva, hizo que el hechizo pronunciado fuese se perdiera hacia las últimas sílabas, arruinando el sentido del mismo. Bakari estaba intacto y sonriente, con la vara rojiza en la mano buena, listo para contra atacar, sin sentir la necesidad de hablar demasiado, aunque la distancia le obligase a alzar un poco la voz. —Me refería a preguntas alusivas a ésta clase, Grayson. Pero es usted una persona muy curiosa, así que le responderé por ésta única vez, los guerreros Uzza hemos pactado con los Directivos para pasar nuestro legado ¿Más a mi parecer? ninguno de ustedes es lo suficientemente digno. Cinaede Por el nivel mágico que poseía el hombre, Dick debería ser hábil y sagaz si quería salir de aquel aprieto en una sola pieza. Usualmente no era tan brutal con sus alumnos pero el mago estaba demostrando ser diestro en el arte del equilibrio, esperaba ser capaz de ver qué tan bueno era manejando el caos, más adelante. Así que simplemente lanzó aquel aro gaseoso y venenoso que se cerniría en derredor del cuello del mago, rompiendo huesos necesarios para respirar, pequeños pero vitales, provocando la asfixia casi inmediata de no tratarse. —Siguiente pregunta— agregó, a sabiendas de que el mago no podría hablar. @

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.