Andromedario

El silencio de su padre y su mirada asesina era suficiente para saber que estaba molesto. Sabía que había cometido un pequeño errorcito, y en el fondo sentía un poco de culpa. Sin embargo , dejó de lado su expresión de temor para sonreír ampliamente, mostrando la felicidad que aquel viaje había causado en ella. Su madre se acercó a saludar y no pudo sino recibirla con un gran abrazo y una sonrisa reluciente como siempre. Al separarse tomó con cuidado las manos de su madre y le sonrió aún más al saber que se notaba la paz y tranquilidad en su corazón. —Gracias mamá. Ha sido un viaje sensacional. Jamás creí que podría aprender tanto y volvería tan llena de vida. — comentó con sinceridad a la vez que se soltaba y acariciaba con cuidado a la pequeña Dalí. No podía creer que su familia se agrandara más con el paso del tiempo, y al sentirse la mayor de las tres niñas de sus padres, sentía una gran responsabilidad y deseo de protegerlas aunque tuviese que dar la vida por ello. La pequeña Emma se acercó hacia sus piernas y tiró un poco del vestido que llevaba puesto aquel día. Se arrodilló al instante para quedar a la altura de la pequeña y la abrazó con fuerza a la vez que depositaba un montón de besos ruidosos en su rostro sonrojado. Edward le recordó aquel pequeño regalo que había comprado y Andrómeda asintió mientras hurgaba en los bolsillos del abrigo que llevaba hasta que localizó finalmente un pequeño sobrecito. —No será el mejor y más costoso regalo que tengas. — le dijo sabiendo que sólo entendería parte de sus palabras. Sin embargo aquel momento era especial para ella. —Pero es algo que nos unirá para siempre, no importa qué. — sacó con cuidado dos collares del paquete, ambos eran muy parecidos ya resultaban ser dos mitades de una sola cosa. Si ambos collares se juntaban, formaban la totalidad de una flor de cerezo, la cual se encontraba dentro de una pequeña roca de cristal. La joven colocó el collar primero a la pequeña y luego a ella misma. Luego de un abrazo aplastante, la pequeña rubia de ojos azules se dirigió hacia su padre con algo de torpeza propia de la edad, mientras que Andrómeda volvía a ponerse en pie mientras miraba a su alrededor. En eso su madre anunció la llegada de un primo. ¿Un primo? Andrómeda no recordaba que Reviguelle tuviera un hijo, y sin embargo allí estaba. Tomando con cuidado la mano de Edward, lo miró confundida mientras saludaba a todos con naturalidad. <<¿Un primo?>>

Los días fueron pasando al ritmo vertiginoso del tiempo bien gastado, y el viaje a China llegó a su ocaso más pronto de lo que Andrómeda hubiese deseado. Cansada, pero feliz y llena de experiencias nuevas y gratificantes regresaba a su hogar en República Checa. La última vez que estuvo allí fue en la noche de bodas de sus padres, y sin aviso alguno partió en la madrugada del día siguiente al tan esperado viaje que hacía tanto planificaba. Aún la joven se mantenía quieta frente a los terrenos del que podía llamar su hogar, mientras inhalaba el perfume natural de los árboles que rodeaban el sendero, el cual debían seguir para llegar al castillo donde su padre y su madre los estarían esperando, seguramente, con una orquesta de retos por su partida sin avisar. Edward estaba a su lado y notaba la mirada fija, de quien ahora era su novio, sobre ella. El viaje había logrado unirlos de una forma poco convencional y que nada tenía que ver con el contacto físico, sino que entre ambos existía ahora una conexión espiritual que nunca había conseguido con nadie. —Lista. — susurró luego de unos minutos de seguir observando todo a su alrededor. Tomados de la mano, se adentraron entre los árboles que se movían con sutileza, mientras apresuraban el paso para llegar al castillo. Una vez en la puerta, Andrómeda abrió con cuidado de no hacer mucho ruido y mantener un poco más la calma del lugar. Sin embargo, varios de sus familiares ya se hallaban allí, como una pequeña comitiva que esperaba su llegada. Miró rápidamente a Edward sintiendo varios pares de ojos sobre ellos, y soltando un suspiro sonrió ampliamente tratando de aligerar la tensión. —¡Buenas tardes familia! ¡Regresamos y con muchos regalos! — habló eufóricamente la joven Lenteric, mientras dejaba con cuidado sus pertenencias en el suelo y se acercaba a saludar como correspondía. Sin embargo la expresión en el rostro de Ethan la detuvo al instante. La seriedad en su semblante le causaba temor, y cerró los ojos esperando la tormenta que se avecinaba con cada exhalación por parte de su padre. @@Ethan Lenteric @@Kutsy Stroud Lenteric @@Reviguelle Fiorentini S. @@Syrius McGonagall @@Darian Mcnair @@Alexander Fox

Título de la canción: Hey Soul Sister Nombre del cantante/grupo: Train Genero musical: Pop i think A quién la dedicas: @ saaaaaaaaaaaaa Dedicatoria completa: manita, acá te dejo la canción para tu cora y tu vómito de arcoiris :V te quiero mucho <tres

Hola o/. Pasaba para integrarme a la familia como visitante (?) les dejo un saludito y la fichita linda y hermosa y zenzual que piden, ok no xD. Un saludi o/ Nombre muggle: Lau Link a la Ficha y Bóveda de personaje: Andrómeda - Bóveda Parentezco con la familia (sanguíneo, adoptivo, visitante): Visitante Inclinación de bando (Neutral/Orden del Fenix/Marca Tenebrosa): Orden Mascotas o elfos (indicar para colocarlos en primer post): -- Negocio en el Callejón (indicar para colocarlos en primer post): Cittâ: Piacere Musicale ¿Por qué deseas ser parte de la familia? Soy hija de Kuts y conozco a Ed ( )

La comunidad del anuro. Estaban juntos. Sentir su presencia a su alrededor, moviéndose con cautela y rapidez al mismo tiempo calmaban sus nervios alborotados. Casi ni se daba cuenta de las personas a su alrededor, pero simplemente movió su cabeza en forma de saludo. A su alrededor habían diversos objetos en exposición lleno de decoraciones de Halloween. —Si fuera una pista…¿Dónde me escondería? — pensó bobamente —Miraré con Junny por este lado entre los objetos. —Dijo con seguridad. No había tiempo que perder, y sabía que si había cosas de gran tamaño trataría de ser lo más cuidadosa posible. A pesar de su altura, tuvo que subirse a un banquito de por ahí para mirar en los estantes más altos mientras su hermana observaba los de más abajo. Tuvo que incluso ponerse de puntitas de pie para mirar más arriba, y ante sus ojos desfilaron frascos con pociones que no llegaba a identificar, y por algún extraño motivo tuvo el impulso de tirarlos todos contra el suelo sintiendo que la impaciencia la embargaba. La pista podría estar escrita en cualquier parte, incluso podría estar oculta por magia. Respirando hondo, se dispuso a tomar algún objeto que estuviese más arriba para no tener que esforzarse por más tiempo. Parada en puntitas de pie, palpando con cuidado, sintió al tacto unas formas extrañas; por lo que agarrando con fuerza los objetos no identificados, (ahre) apoyó con cuidado sus pies sobre los pequeños bancos que había para esperar. Una vez que la luz natural nocturna le permitió observar mejor lo que sostenía frunció su entrecejo. ¿Por qué alguien en su sano juicio tendría una bendita flecha en una agencia de viajes? Confundida, trato de depositar la flecha de vuelta en su lugar… Pero el banquito comenzó a tambalearse, y ella termino sentada en el suelo. Seguramente en la mañana tendría varios moretones en aquella zona, por lo que tendría que sentarse y moverse con cuidado para evitar el dolor. Cuando quiso recordar, no tenía más la flecha en su mano, y mirando en rededor preocupada por haberla roto, se encontró que la había clavado, sin la intención claramente. —¡Diablos Edward, perdóname! — Andrómeda corrió hacia él preocupada. La flecha estaba enganchada en una de sus pompas (¿????) y realmente parecía doloroso. Sin poder evitarlo, se largó a reír con ganas. Entre la cantidad de cosas absurdas que ocurrían, esta había llenado el vaso y literalmente, no podía parar de reír. @ @@Syrius McGonagall @@Darian Mcnair

La comunidad del anuro. No podía prestar más atención que la necesaria para evitar cualquier peligro. Sintió que alguien se posicionaba a su lado, y con solo inhalar el perfume de su novio invadió sus fosas nazales. Levantó la vista y un rayo de esperanza surcó las tinieblas de sus emociones. Si todos estaban juntos en eso, llegarían a la solución del problema. Se encaminaron con calma hacia el interior del lugar y evitando armar problemas o llamar demasiado la atención, comenzaron a mirar con perspicacia entre los diferentes objetos del local. ¿Revi, dónde estás? Volvió a preguntar su cabeza desconcertada. La sentía lejos pero cerca a la vez. Tenían que encontrar las benditas pistas.

La comunidad del anuro. Preocupada como estaba, ni siquiera había tenido tiempo de cambiarse para salir a las calles de Ottery y trasladarse hacia el Callejon Diagon en un estado presentable. Un nudo se había instalado en su estómago y sólo podía pensar en que ojalá nada malo suceda, en que puedan resolver aquello. En un abrir y cerrar de ojos se encontró con el resto de los que estaban buscando rescatar a su amiga y tía. En su interior se sentía mal, muy mal por no verla allí, curioseando y buscando pistas para resolver algún misterio. Reviguelle se había vuelto el misterio. Suspirando compungida se dejó guiar por la presencia del resto. ¿Dónde estaba Revi? ¿Encontrarían en ese lugar las pistas?

http://i.imgur.com/AmbHbsB.png Andrómeda ya no tenía tiempo que perder. Lamentó no poder hablar más con la dueña del local y no poder pasar un tiempo agradable allí, pero el trabajo era el trabajo y tenía que cumplir con sus responsabilidades. Respirando hondo se despidió con cortesía y se alejó preguntándose cuánto faltaba para un merecido receso. —De acuerdo Tethys, gracias por encontrarme tan rápido. Ahora mismo me dirijo hacia el Ministerio. Ya en las calles miró hacia atrás observando el local. Realmente era hermoso, por lo que esperaba fervientemente que nada malo ocurriera por no estar protegido. Cerrando sus ojos y formando en su mente la imagen del lugar, desapareció sin dejar rastro de su presencia.

Buenas!! Vengo a pedir cambios me encanta pedir cambios. Quisiera agregar el conocimiento Meteorología. Familia(s): * Familia 1: Rambaldi * Familia 2: Lenteric Cambiar Familia 1: Lenteric Familia 2: Rambaldi Padre(s) Sanguíneo: Kyttara Gryffindor R Padre(s) Adoptivos: Ethan Lenteric Cambiar: Padre(s) Sanguíneo: Ethan Lenteric Kutsy Stroud Lenteric Padre(s) Adoptivos: Kyttara Gryffindor R Muchas gracias y saludi!

http://i.imgur.com/AmbHbsB.png Los negocios seguían pasando ante su visión, y todos llamaban de cierta manera su atención. Sin embargo, hoy no era un día para distenderse. Mirando su lista y alternativamente a su reloj, pasó de largo el imponente Gringotts, para llegar finalmente a su destino. Lo primero que hizo fue parar unos segundos a observar. La majestuosidad del lugar la dejó impactada, y abarcó lo más rápido que pudo cada detalle del lugar. Hubiese deseado quedarse admirando cada detalle trabajado en la puerta que la recibía, pero la joven bruja tenía deberes que realizar. Tal vez, luego de finalizarlos podría adentrarse al lugar y curiosear más tranquila. Si pensaba que la decoración exterior esa impresionante, el interior la dejó aún más conmocionada. Una imponente estatua de una mujer miraba fijamente al horizonte y se preguntó quién era. Ingresó con cuidado al lugar y el aroma a té y cupcakes invadió sus sentidos. Tuvo que ser demasiado fuerte y recordarse que hoy debía trabajar antes que cualquier cosa. En medio de una marea de gente la joven localizó justamente a la mujer de la estatua y supuso que era la dueña del lugar. Se acercó tímidamente, y sonriéndole con seguridad llamó su atención. —Disculpe, señorita, buenas noches. Lamento interrumpir la velada festiva —dijo echando una mirada rápida a su reloj para ubicarse una vez más en el tiempo, a la vez que las personas a su alrededor charlaban animadamente. —Mi nombre es Andrómeda Lenteric, y estoy aquí por cuestiones de trabajo. Verá, su negocio está desprotegido, y yo vengo a ofrecerle servicios del departamento de Transportes y Deportes. Tomo aire mientras revolvía en su bolso extrayendo un formulario con todos los datos necesarios para realizar trámites. Se sentía un poco fuera de lugar realizando aquello en medio de lo que parecía ser la inauguración del lugar, pero trató de seguir para, una vez acabado aquello, regresar a su casa y descansar de un largo día de trabajo. —Nuestro departamento se encargará de proporcionarle conexiones a la red flu y hechizos de antiaparición si es que usted lo desea. Simplemente, debe completar este formulario y presentarlo en ventanilla. Oh, y por cierto, déjeme agregar que el lugar luce sensacional. Seguramente volveré aquí cuando esté un poco más relajada a por una taza de té. La más pequeña de los Lenteric sonrió amablemente, y con disimulo echó una ojeada al lugar. Si, seguramente regresaría allí a por una taza de té muy pronto. @@Lucrezia Di Medici Di Médici

http://i.imgur.com/AmbHbsB.png La joven sonrió con amabilidad a la dueña del local y oyó las preguntas que tenía acerca del servicio. En cierto modo le descolocó que le pidiera dirigirse ella a realizar el depósito de los papeles en la ventanilla. —Comprendo el problema, pero estos son trámites que deben hacerse personalmente, no pueden ser derivados a nadie. Principalmente porque dejas datos personales en los formularios. La rubia pasó su peso de una pierna a la otra. Tal parecía que con quien hablaba era una de esas personas que odiaban los papeleríos (quién no lo hacía), pero aquellos eran trámites personales y no debían ser encargados a la primera persona que se le cruzara en el camino, bajo el parecer de Andrómeda. — Aunque si tienes en cuenta que será solo un momentito de tu tiempo, considerando que luego los servicios son prolongados, no es demasiado el gasto de energía, la verdad. La bruja miró con cuidado su reloj de pulsera y supo que el tiempo seguía corriendo y ya se hacía tarde para llegar al siguiente lugar. — En fin, eso corre por su cuenta ahora mismo. — agregó lo más educadamente que pudo. — Disculpe por las molestias ocasionadas, pero debo seguir con mi trabajo. Espero que tenga un buen día. Con tranquilidad, Andrómeda se dirigió nuevamente hacia el Callejón, pero esta vez acelerando un poco el paso para llegar a destino. Aún quedaban varios lugares por visitar antes de terminar la jornada diaria. @@Reena Vladimir

http://i.imgur.com/AmbHbsB.png La Lenteric caminaba con tranquilidad por el Callejón Diagon, observando todos los negocios a su paso y pensando que tal vez pasaría por algún helado al terminar con sus deberes laborales de aquel día. Hacía relativamente poco que estaba dentro del Departamento de Transportes, pero ya se sentía bastante a gusto en el ambiente y esperaba deseosa que aceptaran su solicitud como empleada para los siguientes días. Mientras tanto como aprendiz, tenía la labor en el presente de llevar aquellos formularios hacia un local que llamaba mucho la atención por los diversos colores que lo decoraban. Entro con cuidado al lugar y observó a su alrededor la decoración haciéndola sonreír: todo allí decía “niños”. Sus vocecitas llegaban de todas partes y no pudo evitar sentir cierta ternura. Una muchacha la recibió al instante y sonrió amablemente. —Qué tal joven, mi nombre es Andrómeda Lenteric. Estoy aquí por asuntos de trabajo. — la joven bruja sonrió con amabilidad y mostró su placa de aprendiz para que notara la validez de sus palabras. Continuó hablando con la seguridad que le era característica. —Verá, vengo a ofrecer los servicios correspondientes a mi área: conexión a la red flu y hechizos de antiaparición. A continuación extendió el formulario correspondiente y le dio un par de indicaciones a la señorita. —Este es el formulario que debería completar el dueño del local si requiriese de nuestros servicios. ¿Se encontraría ahora por estos lugares? Así podríamos hablar en detalle sobre lo que le he comentado. Una vez término de hablar repasó cada palabra dicha, pero no notó ninguna falla u olvido dentro de su conversación. Siguió mirando con curiosidad a su alrededor, sólo quedaba esperar alguna respuesta por parte de la apelada. @@Reena Vladimir

*desempolvo un poco mis dedos y miro a todos lados* Bueno, creo que es mi primer post por aquí , pero la verdad tenía muchas ganas de pasarme para darle la bienvenida al nuevo integrante ((aunque mamakuts ya lo hizo, no me importa)) y que mejor que estrenar mi presencia por aquí de esta forma (?). Querido @@Alexander Fox , bienvenido criaturita nueva <tres. Espero de todo corazón que la pases muy bien, y ya que vamos a ser hermanos ( vamoahacertravesura) quiero que sepas que podes contar conmigo en lo que gustes :3 y que espero que formemos una bonis relación (vamoahacerrabiaralospas ) (?) Nada más por decir, salvo hola mah @@Kutsy Stroud Lenteric. Un saludi C:

Las palabras de su hermana iban calando lentamente en su cabeza, pero la verdad era que los nervios no paraban de acosarla. Aún continuaba viendo sin parar hacia el centro de la sala, donde la gente se abarrotaba, charlaban, bebían y disfrutaban de lo que sería una excelente velada. —Oh, gracias Junny. Qué podría hacer yo sin ti…— confesó suspirando nerviosamente la joven bruja. Sonrió hacia su hermana unos instantes, pero la relativa calma que había conseguido desapareció en un segundo. Una voz se hizo presente entre ellas, clara y grave. Su estómago parecía bailar una linda danza movida mientras que sus pensamientos digerían lentamente la presencia del joven que se había acercado hasta ellas. Se volteó y no pudo evitar sentir que el mundo se paralizaba unos instantes. Edward lucía increíblemente apuesto. El traje que llevaba le quedaba a la perfección, dejando lucir un cuerpo claramente trabajado. La rubia no pudo evitar morder levemente sus labios mientras que se comía con la mirada al recién llegado. <<Oh.Santo.Dios>> era lo único en lo que podía pensar. Pronto sintió un leve empujoncito que la trajo a la realidad. Junny ya se estaba alejando no sin antes hacer las señas pertinentes al momento (?) y sus mejillas comenzaron a colorearse, como usualmente le ocurría ante la presencia de Edward. —Buenas noches… —habló un poco bajo mientras agarraba la copa con un poco más de fuerza de la necesaria. Sentía esa sensación de estar completamente al borde de cometer algún tipo de tontería, pero intentó que su rostro no reflejara tanto su caos interno. —Estás..te ves… luces demasiado bien. —no podía evitar tartamudear un poco mientras que sus ojos recorrían su rostro esperando encontrar aquellos faros azules en los que tanto le encantaba perderse. — Qué lindo que hayas podido venir, ahora la noche será un poco más… atractiva. — habló divertida mientras miraba a su alrededor. Sentía que cada palabra que caía de su boca sonaban bastante extrañas, así que simplemente dio un sorbo a la bebida que Junny le había pasado. Era una noche para pasarla bien y disfrutar, así que lentamente debería irse deshaciendo de las ataduras de la incomodidad. De un instante a otro Darian había aparecido y presentó a unas de sus primas, que comenzó a mezclarse entre los familiares. Miró a su alrededor y no pudo evitar sonreír. Amaba las familias grandes, y la suya lentamente comenzaba a crecer con cada día que pasaba, conociendo a más y más integrantes. @@Syrius McGonagall @JunnyCo

Reviguelle apareció y se sintió completamente emocionada, tal cual un niño pequeño cuando ve llegar a sus familiares. No podía evitar dejar de sentirse así, como una pequeña de nuevo: ahora tenía una familia que realmente había optado por cuidarla, tenerla en su ceno para darle amor y cariño. No pudo hacer nada más que dirigirle un saludo a la recién llegada y notar a alguien que no conocía en lo absoluto hablando con su padre y su prometida, ya que Junny la tomo delicadamente por el brazo y la acompañó a un lugar un poco alejado del salón para intercambiar unas palabras. Mientras su hermana hablaba no pudo evitar mirar a una de las habitaciones que más llamaba su atención del castillo: aquella sala en dónde diferentes nombres se veían tallados a lo largo de las paredes. Instintivamente deseó ir corriendo hacia allí, pero claramente quería hacerlo en un momento especial y no en medio de tanto alboroto como sería la fiesta que se desarrollaría allí mismo. Su cabeza giró abruptamente para mirar nuevamente a su hermana, y sintió que se hacía un poco de daño. —¡Junny el no es mi…! — habló un poco más fuerte de lo necesario, pero no debió terminar la frase. Su hermana reía ante su reacción y completaba las ideas que flotaban en el espacio. Sintió sus mejillas arder por unos momentos. Le extendió una baso con alguna bebida, y decidió no tomar demasiado. . . por el momento. Dio un pequeño sorbo, pero rápidamente escupió todo de la sorpresa. —¿¡Qué hiciste que cosa?! —dijo en un susurro alarmado. Miró hacia la entrada con urgencia, pero nadie apareció por el momento. —¡JunnyCo vas a sacarme canas verdes! — nerviosa, miró a su alrededor pero no encontraba nada para poder ver si todo estaba en orden. Volvió a mirar a Junny y sonrió apenada. —¿Ves algo fuera de lugar? —dijo abriendo mucho los ojos mientras apretaba levemente la mano de su amiga y hermana. Al parecer, habría más sorpresas de las que podía esperar aquel día. @JunnyCo

http://i.imgur.com/AmbHbsB.png Caminaba junto a su padre manteniendo la ansiedad a raya. A veces se sentía una pequeña niña de cuatro años descubriendo el mundo y emocionándose ante cada nuevo descubrimiento. En este caso se trataba de aprender al máximo sobre su nuevo empleo y las responsabilidades que este acarreaba. Mientras se acercaban a las rejas plateadas no paró de repetir mentalmente una y otra vez todas las solicitudes que había encargado la familia. La verdad era que conocía a muy poca gente allí en Ottery, pero seguramente su trabajo haría que se relacionaría con varios de ellos. En eso se detuvieron esperando a que llegara Keaton Ravenclaw, y su padre aprovechó para preguntarle a Arya que servicios solicitaba la familia. Sonrió en dirección a su compañera brindándole aliento. Seguramente respondería todo en forma correcta y ordenada. Mientras Arya hablaba ella iba acompañándola mentalmente. Ya quería ver como realizaban los conjuros y dejar la imagen grabada en su mente para posteriormente (en alguna ocasión) realizarlo ella. @Keaton Ravenclaw @wonderfairytale @@Ethan Lenteric

Su corazón estaba henchido de felicidad. La ceremonia se había consumado sin ningún inconveniente. Ahora su padre caminaba de la mano de su esposa y ambos se veían relucientes. Es cierto que ahora Kutsy sería como su madre postiza, pero lo cierto que veía en ella más a una amiga con instintos maternos, por lo que no le gustaría tanto usar el título que le correspondía al unirse con su padre. Sin embargo ambos estarían en su corazón ocupando el lugar que correspondían, el cariño que sentía hacia ambos no cambiaría por simples etiquetas. Avanzaba detrás de la pareja “Jarian”, como le gustaba nombrarlos. Cada vez que los veía sonreía en su fuero interno. Parecían dos árboles cuyas ramas se iban enredando mientras crecían a la par. Apostaría con alguien que en un par de meses… o tal vez años, habría una boda similar. Esperaba con ansias que ambos sean felices. Cuando ingreso al castillo, no pudo más que girar en redondo varias veces, observando todo: cada esquina, cada detalle. Extendió sus brazos como intentando abrazar todo lo que le rodeaba, mientas una risa brotaba de sus labios. Su casa. Su hogar. Se detuvo luego de unos instantes, pero con la sonrisa más grande que nunca. Divisó en seguida a Kutsy, Ethan, Darian y Junny. Con rapidez corrió hacia ellos y casi les saltaba encima. Abrazó a todos con fuerza, casi tirándolos al suelo por el ímpetu. —¡Esto es hermoso familia! —casi gritó de la emoción. Cuándo se dio cuenta de su rudeza rápidamente los soltó. —Es decir… felicidades por la boda. Y el castillo luce exquisito. — se corrigió poniendo una voz extraña y chistosa. Pronto volvió a reír. Sin embargo notaba que faltaba alguien por allí…. ¿Dónde estaría Revi? @@Darian Mcnair @ @ @@Ethan Lenteric @@Reviguelle Fiorentini S.

Hola! Vengo a realizar cambios ^^ . Por conocimiento: quiero el de Maestría en escobas. Registro de la Familia Lenteric Bóveda Familia(s): * Familia 1: Rambaldi * Familia 2 En familia 2 que diga Lenteric Padre(s) Sanguíneo: Kyttara Gryffindor R Padre(s) Adoptivos: -- En Padre(s) Adoptivos Ethan Lenteric. Historia: Andrómeda nació en un pequeño pueblo italiano en una noche de bailes, alcohol y risas extrañas. Nunca llegó a conocer a sus verdaderos padres. Con apenas unos meses de vida, la pequeña fue separada de su familia con brutalidad: los enemigos la buscaban por una característica particular que había heredado de sus progenitores. El día que la raptaron, hubo una terrible lucha aérea tratando de recuperarla, más un rayo impactó en quién la transportaba y cayeron desde una gran altura. Extrañamente, la pequeña Andrómeda (quién era solo un bebe) se deslizó suavemente por el aire hasta terminar en la entrada de una casita rural. En medio de la noche comenzó a llorar y los dueños del terreno en bata y con los ojos llenos de lagañas la acogieron en su humilde morada. Desde pequeña supo que no pertenecía a un lugar como ese y se percataba de sus diferencias con el resto de los otros niños. Fue a la edad de seis años que descubrió ciertos poderes extraños en ella: un día unos niños la tiraron en una represa “haciéndole una broma”, más Andrómeda a pesar de no saber nadar, no murió ahogada. A su alrededor se formó una gran burbuja que la separaba de las profundas aguas y pudo salir sin mojarse ni un pelo. Ante el horror de los pequeños niños, Andrómeda hizo (sin poder controlarlo ya que estaba completamente molesta) que una gran ola los mojara de pies a cabeza. Claro que nadie en el pueblo creyó jamás que la pequeña niña adoptada podía realizar semejante cosa y castigaron severamente a los niños. Cuando la madurez asomaba en sus rasgos faciales sus padres decidieron que era hora de que comenzara a trabajar la tierra como todos en el pueblo. Extrañamente, durante los años en que Andrómeda acompañó a sus padres en la labor, fueron los mejores de la producción: la tierra era fertilísima y los vegetales eran los más verdes y fuertes del pueblo. Sin saberlo nuevamente Andrómeda aplicaba su magia a las cosas que hacía. Todo hubiese sido como un cuento de hadas si no fuera por un nuevo accidente que le ocurrió a la edad de 14 años. El cielo estaba terriblemente oscuro y los relámpagos no se hacían esperar. En la pequeña casita de los padres adoptivos de Andrómeda los truenos lo llenaban todo. Hacía rato que habían decidido acostarse a dormir pues no había caso de estar despiertos entre tanta oscuridad. Sin embargo la joven no podía pegar un ojo. Se sentía extrañamente inquieta. Internamente le invadía un calor incontrolable, como si una llama se hubiese encendido en su corazón remplazando su sistema sanguíneo por ríos de fuego. Entre tantas vueltas que daba en su cama, en un momento, lo oyó. Sus oídos estaban completamente agudizados por lo que percibió al instante como la puerta de entrada se abría en un susurro. Se levantó de su cama y en silencio se movió hacia la puerta de su habitación la cual estaba entornada observando una de las escenas más traumáticas para ella: dos hombres encapuchados mataron sin piedad a sus padres diciendo palabras extrañas. Completamente fuera de sí Andrómeda gritó y una llamarada de fuego salió despedida por su boca, sus ojos y manos. La construcción comenzó a arder, y Andrómeda debió huir. No supo si los hombres murieron en ese incendio. Desde entonces viajó día y noche por dos años, hasta llegar al pueblo de las familias mágicas donde rápidamente encontró lugar en la familia Rambaldi. Sin saberlo, se encontraba nuevamente en su verdadero seno sanguíneo. Cambio por: Andrómeda nació en un pequeño pueblo italiano de la región de Marche, en una noche de bailes, alcohol y risas extrañas. Nunca llegó a conocer a sus verdaderos padres. Con apenas unos meses de vida, la pequeña fue separada de su familia con brutalidad: los enemigos la buscaban por una característica particular que había heredado de sus progenitores. El día que la raptaron, hubo una terrible lucha aérea tratando de recuperarla, más un rayo impactó en quién la transportaba y cayeron desde una gran altura. Extrañamente, la pequeña Andrómeda (quién era solo un bebe) se deslizó suavemente por el aire hasta terminar en la entrada de una casita rural. En medio de la noche comenzó a llorar y los dueños del terreno en bata y con los ojos llenos de lagañas la acogieron en su humilde morada. Desde pequeña supo que no pertenecía a un lugar como ese y se percataba de sus diferencias con el resto de los otros niños. Prefería treparse a los árboles y jugar sola que pasar tiempo corriendo por los quintales. Fue a la edad de seis años que descubrió ciertos poderes extraños en ella: un día unos niños la tiraron en una represa “haciéndole una broma”, más Andrómeda a pesar de no saber nadar no murió ahogada. A su alrededor se formó una gran burbuja que la separaba de las profundas aguas y pudo salir sin mojarse ni un pelo. Ante el horror de los pequeños niños, Andrómeda hizo (sin poder controlarlo ya que estaba completamente molesta) que una gran ola los mojara de pies a cabeza. Claro que nadie en el pueblo creyó jamás que la pequeña niña adoptada podía realizar semejante cosa y castigaron severamente a los niños. Cuando pequeños rastros de madurez asomaban en sus rasgos faciales, sus padres decidieron que era hora de que comenzara a trabajar la tierra como todos en el pueblo. Extrañamente durante los años en que Andrómeda acompañó a sus padres en la labor fueron los mejores de la producción: la tierra era fertilísima y los vegetales eran los más verdes y fuertes del pueblo. Sin saberlo nuevamente Andrómeda aplicaba su magia a las cosas que hacía. Todo hubiese sido como un cuento de hadas si no fuera por un nuevo accidente que le ocurrió a la edad de 14 años. El cielo estaba terriblemente oscuro y los relámpagos no se hacían esperar. En la pequeña casita de los padres adoptivos de Andrómeda los truenos lo llenaban todo. Hacía rato que habían decidido acostarse a dormir pues no había caso de estar despiertos entre tanta oscuridad. Sin embargo la joven no podía pegar un ojo. Se sentía extrañamente inquieta. Internamente le invadía un calor incontrolable, como si una llama se hubiese encendido en su corazón remplazando su sistema sanguíneo por ríos de fuego. Entre tantas vueltas que daba en su cama, en un momento, lo oyó. Sus oídos estaban completamente agudizados por lo que percibió al instante como la puerta de entrada se abría en un susurro. Se levantó de su cama y en silencio se movió hacia la puerta de su habitación la cual estaba entornada observando una de las escenas más traumáticas para ella: dos hombres encapuchados mataron sin piedad a sus padres diciendo palabras extrañas. Completamente fuera de sí Andrómeda gritó y una llamarada de fuego salió despedida por su boca, sus ojos y manos. La construcción comenzó a arder, y Andrómeda debió huir. No supo si los hombres murieron en ese incendio. Al escapar del pequeño lugar al que llamaba hogar, las llamas incontrolables se expandieron: todo a su paso iba siendo consumido. De repente el pueblo que dormitaba en paz era un maremoto de gritos y personas que se movían intentando controlar el fuego. Varios relámpagos se hicieron presentes en el lugar, pero ninguno sirvió para llamar la atención de los pueblerinos hacia la chica que corría con sus cabellos en llama hacia el bosque. No pasaron cinco minutos que una torrencial lluvia calló. Beneficiosa o no, Andrómeda la recibió agradecida los primero minutos. Logró controlar la balacera de fuego en la que se había convertido, pero rápidamente comenzó a sentir frío. Se movió lo más rápido que pudo a un pequeño resguardo que le brindaban unos árboles, y titiritando se quedó en medio de las frondosas plantas. Había pasado casi un día del accidente, más aun no podía moverse: se encontraba en un grave estado de shock. Tal vez habría muerto en medio de las inmediaciones, sino fuera porque su destino le deparaba otra cosa. Levemente a través de un sopor, la pequeña consiguió oír unos pasos leves. No pudo movilizarse: la deshidratación y falta de nutrientes la tenía al borde del desmayo. Una figura se hizo presente en su campo de visión, pero no logró enfocar. Se desmayó al instante. Su estado no era el mejor: varios sectores de su ropa estaban agujereados y llenos de barro, mientras que su cara se veía por completo pálida. Sin embargo su aspecto no evitó que Ethan Lenteric la tomara en sus brazos y se la llevara consigo. Así fue como llegó a Ottery, lugar de las familias mágicas donde rápidamente encontró un lugar dentro del ceno de su familia adoptiva. Con el pasar del tiempo, fue descubriendo un mundo al que claramente pertenecía y dónde lentamente comenzó a descubrir secretos de su pasado.

Ohhh quería ser el primer post. GRACIAS POR NADA T_T (okay no, sigo siendo protagonista siempre ah re). Bien familia, hagamos esto oficial y quiero mucho chocolate en mi habitación (? Nombre: Andrómeda Arual Rambaldi Link a la Ficha y Bóveda de personaje: Andro es sensual (y su bóveda too) Parentesco con la familia (sanguíneo, adoptivo, amigo): Hija adoptiva Inclinación de bando (Neutral/Orden del Fénix/Marca Tenebrosa): ya saben ud, quiero que sea secreto (? Mascotas o elfos: -- ¿Por qué deseas ser parte de la familia?: porque Darian y Junny me obligaron (??? porque los quiero y me quiero meter a desordenar sus vidas con amor (? <tres

¡Qué tal! Necesito unas modificaciones: Datos Personales: Nombre del Personaje: Andrómeda Amelín Arual Que diga Andrómeda Amelín Rambaldi Aspecto Físico: Andrómeda luce como cualquier joven de su edad, no resalta por su físico por lo que fácilmente puede perderse en grandes multitudes y pasar desapercibida. Su cabello es castaño claro, largo hasta su cintura y lo usa suelto la mayoría del tiempo. Su piel es pálida, pero puede adquirir color tostado con facilidad. Sus ojos son marrones como la tierra aunque pueden cambiar de color, algo característico desde su nacimiento. que diga: Andrómeda luce como cualquier joven de su edad, no resalta por su físico por lo que fácilmente puede perderse en grandes multitudes y pasar desapercibida. Es relativamente alta, (1,70) y su figura no es de modelo pero tampoco está descuidada. Su cabello es castaño claro, largo hasta su cintura y lo usa suelto la mayoría del tiempo. Su piel suele ser pálida la mayor parte del tiempo, pero puede adquirir color tostado con facilidad. Sus ojos son marrones como la tierra y tienen un brillo curioso. Desde que nació existe una particularidad en ellos: cambian de color constantemente. Cualidades Psicológicas: Andrómeda es un cohete en potencia. Uno nunca sabe cuál será el momento de la explosión o si ya se encuentra envuelto en el mismo. Es hiperactiva y suele causar estragos por su torpeza, por lo que ante cualquier plato roto todos saben que ella pasó por allí. Esto no quita que en momentos serios pueda mantener la cabeza fría y actuar con responsabilidad. Es muy testaruda y puede odiar con facilidad, obtener su perdón es una de las tareas más difíciles que puedan existir sobre la tierra. Es un ser débil ante las personas que realmente aprecia, por lo que prefiere tener pocos allegados: teme que alguien se aproveche de esta flaqueza. No confía demasiado en las personas ya que reconoce ser una chica influenciable y prefiere mantenerse alerta. Esto no evita que se muestre empática y agradable con todo el mundo. Que diga: Es una persona muy sociable y amigable. Tiene la costumbre de ir de un extremo a otro: de verse completamente tímida y callada a ser exageradamente extrovertida y charlatana. Así también puede ser la persona más torpe como la más delicada dependiendo de la situación. Ante situaciones de riesgos puede mantener la mente despejada para buscar soluciones, sin embargo es una chica que tiende al nerviosismo con facilidad. Es muy sensible y testaruda, por lo que puede odiar profundamente. Obtener su perdón es una de las tareas más difíciles que puedan existir sobre la tierra. Detesta terriblemente a aquellos que hieren a los sentimientos de cualquier ser de la tierra. Es débil ante las personas que realmente aprecia, así que prefiere tener pocos allegados: teme que alguien se aproveche de esta flaqueza. No confía demasiado en las personas ya que reconoce ser una chica influenciable y prefiere mantenerse alerta. Esto no evita que se muestre empática y agradable con todo el mundo. Historia: Andrómeda nació en un pequeño pueblo italiano en una noche de bailes, alcohol y risas extrañas. Nunca llegó a conocer a sus verdaderos padres. Con apenas unos meses de vida, la dejaron a su merced en un hogar de Muggles por “cuestiones urgentes a resolver en el extranjero”. Sus padres nunca regresaron para buscarla. Desde pequeña supo que no pertenecía a un lugar como ese y se percataba de sus diferencias con el resto de los otros niños. Su familia adoptiva (los Arual) la obligaban a trabajar a la par de ellos en las cosechas. Podía terminar sus tareas en cuestión de minutos cuando un humano normal tranquilamente tardaba media jornada. Esta “capacidad prodigiosa” permitió formar un pequeño lazo con la familia que la acogió, pero no lo suficientemente fuerte. Andrómeda creció en un ambiente divertido que a veces la hacía sentir feliz, a pesar de arrastrar la sombra ocasionada por el abandono de sus progenitores. Con una edad en la que podía ser consciente de sus decisiones y consecuencias, Andrómeda emprende un viaje para conocer un poco más de su línea sanguínea sin mucho éxito. En medio de esta aventura, conoce un ser extraordinario que pondrá fin a su desconocimiento sobre el mundo mágico y su verdadera condición. Gracias a este ser, Andrómeda llega a Londrés y profundiza más en conocerse y tratar de conocer a quienes la engendraron. Que diga: Andrómeda nació en un pequeño pueblo italiano en una noche de bailes, alcohol y risas extrañas. Nunca llegó a conocer a sus verdaderos padres. Con apenas unos meses de vida, la pequeña fue separada de su familia con brutalidad: los enemigos la buscaban por una característica particular que había heredado de sus progenitores. El día que la raptaron, hubo una terrible lucha aérea tratando de recuperarla, más un rayo impactó en quién la transportaba y cayeron desde una gran altura. Extrañamente, la pequeña Andrómeda (quién era solo un bebe) se deslizó suavemente por el aire hasta terminar en la entrada de una casita rural. En medio de la noche comenzó a llorar y los dueños del terreno en bata y con los ojos llenos de lagañas la acogieron en su humilde morada. Desde pequeña supo que no pertenecía a un lugar como ese y se percataba de sus diferencias con el resto de los otros niños. Fue a la edad de seis años que descubrió ciertos poderes extraños en ella: un día unos niños la tiraron en una represa “haciéndole una broma”, más Andrómeda a pesar de no saber nadar, no murió ahogada. A su alrededor se formó una gran burbuja que la separaba de las profundas aguas y pudo salir sin mojarse ni un pelo. Ante el horror de los pequeños niños, Andrómeda hizo (sin poder controlarlo ya que estaba completamente molesta) que una gran ola los mojara de pies a cabeza. Claro que nadie en el pueblo creyó jamás que la pequeña niña adoptada podía realizar semejante cosa y castigaron severamente a los niños. Cuando la madurez asomaba en sus rasgos faciales sus padres decidieron que era hora de que comenzara a trabajar la tierra como todos en el pueblo. Extrañamente, durante los años en que Andrómeda acompañó a sus padres en la labor, fueron los mejores de la producción: la tierra era fertilísima y los vegetales eran los más verdes y fuertes del pueblo. Sin saberlo nuevamente Andrómeda aplicaba su magia a las cosas que hacía. Todo hubiese sido como un cuento de hadas si no fuera por un nuevo accidente que le ocurrió a la edad de 14 años. El cielo estaba terriblemente oscuro y los relámpagos no se hacían esperar. En la pequeña casita de los padres adoptivos de Andrómeda los truenos lo llenaban todo. Hacía rato que habían decidido acostarse a dormir pues no había caso de estar despiertos entre tanta oscuridad. Sin embargo la joven no podía pegar un ojo. Se sentía extrañamente inquieta. Internamente le invadía un calor incontrolable, como si una llama se hubiese encendido en su corazón remplazando su sistema sanguíneo por ríos de fuego. Entre tantas vueltas que daba en su cama, en un momento, lo oyó. Sus oídos estaban completamente agudizados por lo que percibió al instante como la puerta de entrada se abría en un susurro. Se levantó de su cama y en silencio se movió hacia la puerta de su habitación la cual estaba entornada observando una de las escenas más traumáticas para ella: dos hombres encapuchados mataron sin piedad a sus padres diciendo palabras extrañas. Completamente fuera de sí Andrómeda gritó y una llamarada de fuego salió despedida por su boca, sus ojos y manos. La construcción comenzó a arder, y Andrómeda debió huir. No supo si los hombres murieron en ese incendio. Desde entonces viajó día y noche por dos años, hasta llegar al pueblo de las familias mágicas donde rápidamente encontró lugar en la familia Rambaldi. Sin saberlo, se encontraba nuevamente en su verdadero seno sanguíneo. Eso es todo, un saludi

¡Hola! Vengo a actualizar mi ficha. Me he incorporado en una familia, por lo que cambiaré los Datos personales. dice así: Familia 1 Familia 2 Padre(s) sanguíneo: -- y tiene que decir así: Familia 1: Rambaldi Padre (s) sanguíneo: Kyttara Gryffindor R Registro de familia: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/92241-o-familia-rambaldi-o-mm/ Bóveda: B:101420

Hola me vengo a inscribir humildemente (? - ¿Eres miembro o aspirante? Si eres miembro, dinos el rango: aspirante - Nick: androarual - Nombre Muggle: Laura (y nada de chistes con mi nombre o todo se va al caño, ok no xDDD) - Edad: 19 - Pais: Argentina - Fecha de Cumpleaños: 9/01

Nombre: Andrómeda Ficha de personaje: Andrómeda Bóveda personal: sensual bóveda aquí ¿Qué parentesco quieres tener? ¿Con quien?: Hija de @ ¿Quieres que la Rambaldi sea tu familia sanguínea o adoptiva? sanguínea Bando: Neutral Link a tu cuenta en Facebook (*)

1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Andrómeda 2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el usuario: Negocios Cerrados: Bóveda N° 109185 Negocio Cittâ: Piacere Musicale 3.- Link del tópico de registro de sus familias: Familia N° 1: Familia Evans McGonagall. Familia N° 2: -- 4.- Link a las bóvedas de sus familias: Bóveda Familia N° 1: Familia Evans McGonagall. Bóveda Familia N° 2: -- Saldo en bóveda previo a la Migración 2021: 22067 G

Datos Personales Nombre del Personaje Deodoro Bones Sexo masculino Edad 27 años (adulto) Nacionalidad Inglesa Familia(s): Familia 1: Evans McGonagall Familia 2: -- Padre(s) Sanguíneo : -- Padre(s) Adoptivos : -- Trabajo -- Poderes Mágicos Rango Social: Unicornios de Plata Bando: Neutral Rango dentro del Bando: --- Hechizos adicionales: Criaturas controlables en asaltos y duelos: Habilidades Mágicas: Habilidad 1 Habilidad 2 Habilidad 3 Conocimientos Especiales: Maestría en escobas Meteorología Defensa Contra las Artes Oscuras Pociones Medallas: T.I.M.O. (Título Indispensable de Magia Ordinaria) 2000 puntos Título Obtenido: E.X.T.A.S.I.S (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas) "Magia Avanzada": 4000 puntos Título Obtenido: E.X.T.A.S.I.S (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas) "Duelo Avanzado": 4000 puntos Total de puntos de experiencia: 10000 puntos. Perfil del Personaje: Raza: Licantropo Aspecto Físico: Deodoro Bones es un adulto cuyo aspecto no es el más agraciado. Su rostro (y gran parte de su cuerpo) está cubierto de cicatrices, producto de un experimento torturador que le provocaron en uno de sus tantos viajes. Desde entonces luce algo demacrado, con pómulos marcados, labios finos y ojos negros que lucen apagados como producto de las ojeras que los adornan. Tiene el cabello largo, desprolijo y de color negro azabache. En contraste, su piel es lo suficientemente blanca como para saber que no ha pasado mucho tiempo al sol en los últimos años. Tiene una estatura promedio (1,78) y su forma de vestir no la selecciona él. Como está tan poco conectado con las vivencias mundanas, deja que los elfos de la familia Evans decidan por él que usar, ya que la mayoría de sus pertenencias son cosas prestadas por diferentes miembros de la familia. Su andar es algo torpe, no se molesta en lucir o aparentar un poco de modales ante el resto de la gente, por lo que más de una vez ha dado un manotazo sin intención por un movimiento mal calculado. Cualidades Psicológicas: Deodoro solía ser un joven agradable y sociable. Tenía varios amigos por su gran carisma durante sus estudios en Hogwarts, pero esto se vio modificado por su reciente experiencia como víctima de cautiverio. En la actualidad le cuesta demasiado mejorar sus relaciones, apenas puede hablar con un par de personas pertenecientes a la familia que lo acogió. Más que nada esto se debe a que está muy pendiente del que dirán, y dado que su apariencia no es la mejor, desea mantenerse alejado para no dar a las malas bocas de qué hablar. Por lo general, esto desaparece cuando algo más aparece en su cabeza, algún objetivo, algo que perseguir. Como se enfoca en una cosa a la vez, al estar ocupado se olvida de su problema para hablar con el resto y se enfoca de lleno a encontrar una solución, sin importarle demasiado si estarán pensando en su aspecto físico. Historia: Reestructurando Pertenencias: Objeto Magico Legendario: Elfos: * Elfo 1: * Elfo 2: Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: Aprobada Licencia de Vuelo de Escoba: Aprobada Registro de XXX: Personajes Secundarios * Personaje 1 * Personaje 2 * Personaje 3 * Personaje 4 * Personaje 5 Otros Datos Otros datos: Cronología de cargos: Premios y reconocimientos: Links de Interés Referentes al Personaje Link al Perfil de Comprador MM: 298 Link a Bóveda Personal: Bóveda N° 108692 Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº 109921 Link a Bóveda de Negocio: Bóveda N° 109185 Negocio Cittâ: Piacere Musicale (negocio cerrado) Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Evans McGonagall. Link a Bóveda Familiar 2: -