Cillian Haughton

Turno especial de buscadores 6.Zlatka Hasan - Dado de evasión

— ¿Por qué no dejas de repetirte? Cillian se estaba cansando cada vez más de aquella chica, ¿realmente creía que todos la querían? Desde su perspectiva de las cosas lo que la chica en realidad recibía de los demás era lástima, pero quizá este estaba equivocado. Y lo estaba, pero el no iba a aceptarlo, nunca lo aceptaría y estaría en un lucha constante en contra de Luna hasta lograr que la chica terminara lastimada de alguna forma. — No necesito que le pongas un moño porque ya esta conmigo, ¿o a caso no lo has comprendido? Estoy seguro de que no das para tanto así que seguro esa es la razón —Cillian esperaba el momento en que Rory o alguno de los otros presentes saltara a defender a Luna—. Eres patética, Luna. solo que aún no te has dado cuenta de ello o no lo quieres aceptar. Y fue entonces cuando sintió el puñetazo en la cara. La chica había sido rápida y Cillian estaba tan enfrascado en sus pensamientos que ni siquiera se había percatado de que la chica había preparado su puño para golpearlo. Dejó escapar una maldición bastante anti sonante ante las últimas palabras de luna, podía sentir como un hilo de sangre comenzaba a recorrer sus labios. Así qué estaban de nuevo ahí, uno contra uno. Sí, Luna era una chica, pero Cillian no tendría respeto por ella igual y estaba seguro de que aun siendo el un hombre, su fuerza y la de Luna estaba más o menos al mismo nivel. Alargó una de sus manos y tomó del cabello a la chica para después darle un fuerte jalón con el cual logró hacer que esta callera al piso. — ¿Vas a seguir retándome, Luna? ¿De verdad crees que eres mejor que yo? @ Luna Gryffindor Delacour

Turno especial de buscadores 6.En representación de Alexander Evil Luxure - Dado de fuerza + Golpe bombeado Energía consumida: 9.

Turno especial de buscadores 6. Vratsa Vultures utilizará Golpe Bombeado con Alexander Evil Luxure.

Turno especial de buscadores 6.Zlatka Hasan - Dado de velocidad

Illidan fue el primero en llegar y al parecer con un plan bastante claro en mente, aquella tarde-noche se embriagarían. ¿Qué podía salir mal? Cillian aceptó la primera cerveza y comenzó a beber mientras esperaban, era la cuarta o quinta vez que se veía con el Black Lestrange, pero se sentía ya un poco en confianza con el mismo. — ¿Cómo va todo con Mica? —cuestionó, pues durante el asalto al Ministerio de Magia se había percatado de la química que había entre ellos. Bebió un poco más de su cerveza y echo una mirada más a la terraza, ¿quién de los presentes sería el encargado de aquel lugar? O la encargada... Todo podía suceder y hasta ese momento no cayó en cuenta de que estaba mal el suponer que la persona a la que pertenecía aquel lugar era un hombre. Ludwig llegó un par de minutos después y para ese momento Cillian ya llevaba un par de cervezas, por lo cual se limitó a recibirlo con un pequeño beso en los labios y acto seguido señalarle el asiento justo a su lado. Aquella noche estaba dispuesto a beber hasta perder el conocimiento a sabiendas de que eso podría terminar en algo de lo que podría divertirse o quizá, solo quizá arrepentirse. — No tengo idea de quien es el dueño, pero también estoy interesado en conocerlo... Y su interés tuvo una respuesta mucho más rápida de lo que esperaba ya que un joven de no más de 20 años, que si bien no destacaba demasiado a Cillian le parecía bastante lindo, apareció en el lugar. Y al parecer conocía a Ludwig de uno de los tantos trabajos del rubio. — Nos encontramos perfectamente —no sabía exactamente a qué función se refería Adrián ya que Cillian había llegado demasiado tarde ya aquel lugar—. Pero estamos interesados justo en conocerte... Así que, ¿por qué no me platicas un poco sobre tu negocio y sobre ti, claro? @ Adrian Wild @ Ludwig Malfoy @ Illidan Black Lestrange

Cillian sabía que aquella cena era algo completamente formal, lo sabía perfectamente y estaba seguro de que lo que estaba a punto de hacer quizá rompía con todo aquello. ¿Pero qué más daba? Igual Ludwig estaba ahí, sobre la mesa llevando una ronda de un juego para adolescentes alcoholizados. Se levantó de su lugar y subió a la mesa, no sin antes beber ante la frase de Ludwig. Sí, era el mismo a quien el chico había mencionado, pero eso no evitaba que Cillian algunas veces tuviera el deseo de poder besarse a sí mismo. Comenzó a acercarse hasta Ludwig al tiempo que sentía todas las miradas puestas en él, tenía que aceptar que aquello tenía su punto aunque lo cierto es que a Cillian no le gustaba tanto ser el centro de atención. — Creo que puedo cumplirte ese deseo, guapo —soltó al llegar frente a Ludwig y sin dudarlo demasiado le plantó un beso realmente apasionado. Quería llegar a más, pero sabía que justo en aquel lugar con tanta gente rodeándoles aquello era simplemente imposible. Lo besó durante un par de minutos y en aquel momento el tiempo parecía haberse detenido tanto para él como para Ludwig y esperaba que más de alguno estuviera disfrutando de aquella escena. Cuando se separó, volteó hacia su hermana, esperando que no no estuviera molesta. Y entonces con un movimiento de su varita, la cual extrajo de su bolsillo, logró que la música clásica que sonaba de fondo cambiará por algo más digno de una fiesta. — ¿Por qué no vienes a bailar un rato con nosotros, Ada? Sí, estaban sobre la mesa, ¿pero qué importaba? @ Ada Camille Dumbledore @ Ludwig Malfoy

— ¿Mael? ¿Pero qué demonios? Mael había sido compañero de equipo de Cillian durante la primera temporada de Quidditch, pero no era más que eso. Había intentado tener una relación más cercana a él a razón de que se les distinguiera como un equipo unido, pero aquel chico parecía ser bastante recio a relacionarse realmente con los demás. — No me importa Mael, Luna —señaló hacia el otro lado de la habitación donde hacía solo un minuto había dejado a Ludwig—. Estoy hablando de mi chico, Ludwig... Ese al que acabas de darle un beso en la mejilla. ¿Te parece bien ir por ahí besando a los chicos de lo demás? ¿No se suponía que eras una puritana de cuarta? Cillian recordaba perfectamente la razón por la que la chica lo había atacado en un principio y aún no lograba entenderlo. Nunca lo entendería pero al parecer en algún punto tendría que superarlo porque al parecer se seguiría encontrando con aquella molesta chica más de lo que le gustaría. Negó, si tan solo pudiera matarla.... O por lo menos desaparecerla. — Cuida tus palabras, Luna —suspiró—. A la que no quiere nadie acá es a otra, pero no te has dado cuenta de ello, ¿será que lo hagas cuando crezcas un poco más? Mentalmente, digo. @ Ludwig Malfoy @ Luna Gryffindor Delacour

Cillian tomó lugar junto a su hermana, uno que al parecer había quedado solo nuevamente. Pero lo bueno es que ya estaba él de vuelta para ocuparlo, le dedico una sonrisa a Ada y observó a Ludwig dirigirse al centro de la mesa. ¿Qué estaba tramando? Cillian lo conocía poco para ese momento, pero tomando en cuenta lo que había sucedido apenas solo un par de minutos en los jardines... Cualquier cosa podía esperarse de aquel hombre y lo cierto es que a Cillian no le molestaba, al contrario. Lo observó situarse justo en el medio y se dedicó a admirar cada centímetro de él, ya que le parecía bastante perfecto como para no hacerlo. Se acerco un poco más a su hermana y le susurró al oído -. ¿He tenido suerte, cierto? No sé como es que ha sucedido. La verdad que no esperaba que viniera hoy.... Lo conocí justo ayer en la fiesta del chateu. Fue justo cuando Cillian le comentaba aquello a Ada que Ludwig lanzó su propuesta para animar aquella fiesta. Sonrió, ¿de verdad harían aquello? En aquella cena había varias personas importantes así que seguro habría varias cosas importantes que podían salir luz para crear un gran escandalo, eso si es que el alcohol les había soltado ya la lengua a los presentes. Bebió de su copa junto a Ludwig, ya que era con él mismo con quien había cometido aquellos actos. - Yo nunca, nunca... - pensó un par de segundos -. Me he enamorado a primera vista. Apenas termino su confesión, o lo que sea que fuera, bebió de su vaso dejándolo vació de un solo trago. @ Ada Camille Dumbledore @ Ludwig Malfoy

Zlatka HasanBuscadora de los Vratsa Vultures - ¿Ascensores los llaman, no? ¿A quien se le habrán ocurrido esas cosas? Desde su llegada a aquel lugar Zlatka los había evitado, pero al parecer Branislava les había tomado un poco de cariño. Bueno, ¿qué de malo podía pasarlo por usar aquellos enormes aparatos solo un par de veces? La pelirroja nunca había estado tan cerca del mundo muggle y aunque sabía que algunos edificios mágicos habían instalado sus propias versiones de aquellos aparatos, ella tampoco había estado en un edificio que fuera tan importante como para tenerlos. Su ciudad en Bulgaria era pequeña, demasiado pequeña. - Me encantaría ser tu amiga - respondió una vez dentro del ascensor y ver como Branislava tocaba uno de los números, el cual suponía los llevaría hasta el piso donde estaban sus habitaciones -. De verdad necesito una amiga. No quería parecer una chica con demasiados problemas internos, pero lo cierto es que lo era y esa era la razón por la que le gustaba perderse en el Quidditch. Cuando Zlatka estaba en el campo de juego era otra, era libre. Una sonrisa estaba ya dibujada en sus labios cuando llegaron al piso indicado. Su habitación estaba del lado izquierdo del pasillo así que se dirigió hasta ahí, pero se detuvo a medio camino. - ¿Crees que podrías prestarme un poco de tu ropa? - No estaba segura daría la talla, pero no perdía nada por intentarlo.

Suspiró. Estaban casi al final de aquella pesadilla y estaban juntos. Cillian pudo observar como sus cuatro compañeros de grupo lograron llegar hasta un lugar seguro donde al parecer les tocaría esperar hasta que el resto de las magos y brujas que se habían enfrascado en aquella misión lograran completar los diferentes retos que El Inquisidor había planteado para ellos. Y no solo El Inquisidor, Cillian había notado a aquellos extraños Trolls que no sabía de donde habían salido y que para nada parecían ser parte del plan. Más bien era como si alguien más se estuviera entrometiendo en toda aquella historia. Se acercó hasta Ludwig, no sin antes chocar los cinco con los demás y felicitarlos por el buen trabajo que habían hecho juntos. - Entonces, ¿debo abrirla hasta el final? ¿De verdad debo esperar tanto tiempo? - Cillian no sabía lo que había en aquella caja, podía imaginarlo, pero lo cierto es que podía ser casi cualquier cosa. Se dejó caer en el piso, esperando a que Ludwig tomará un lugar a su lado. - ¿Es un anillo? - cuestionó al rubio, estaba ansioso por abrir aquella caja -. ¿Ustedes que creen que sea? Mostro la pequeña caja a Illidia, Mica y Ashley, esperando a que ellos le ayudaran a convencer a Ludwig de que le permitiera abrirla justo en ese momento y no hasta después de que vencer al Inquisidor. Al mismo tiempo que mostraba la caja a su pequeño grupo, otras personas fueron llegando hasta su lugar. Aquel lugar parecía ser el final del camino ya que había una extraña barrera que les impedía seguir avanzando. @ Ludwig Malfoy @ Ashley Emily Black Lestrange M. @ Mica Gryffindor @ Illidan Black Lestrange

¿Galeones? ¿Comprarlo? Cillian comenzó a atar cabos, los últimos minutos había estado demasiado perdido en sus pensamientos, pero en ese momento estaba listo para volver. Ludwig había vuelto junto a él, pero Cillian en ese momento solo tenía una cosa en mente. ¿Cómo se había atrevido? Aquella chica lo tenía ya bastante cansado, Luna no había aprendido su lección después de todo. - ¿Vas a subastarte esta noche? - cuestionó a Ludwig aún manteniendo su mirada en Luna. No le incomodaba aquella situación en la que quizá su chico terminara estando con alguien más por un par de galeones, ¿quién era él para juzgar después de todo? - Intentaré ser el mejor postor... Pero sabes que estoy un poco corto de dinero - terminó en un tono bastante desanimado. El coraje que Cillian sentía hacia Luna se hacía más y más grande a cada segundo. Necesitaba hacer algo con él o de lo contrario o terminaría explotando de alguna forma con las personas que no lo merecían. Intentó bajar el coraje dejándose atrapar por los brazos de Ludwig, pero en ese momento ni eso ayudo, su problema con Luna era mucho, mucho más grande. - ¿Me permites un momento? No dijo más, se separó del rubio y caminó en dirección de la chica, quien para ese momento se encontraba ya rodeada de varias personas. Sí, las mismas que estaban con ellas en aquel parque, pero no le importó. Al estar justo detrás de la chica, tocó su hombro y esperó a que esta volteara para dedicarle un par de palabras. El coraje de Cillian se hacía más y más grande a cada segundo. - ¿No te cansas de meterte conmigo? Eh, Luna. @ Ludwig Malfoy @ Luna Gryffindor Delacour

Turno 28.En representación de Ámbar Delacour - Dado de bloqueo

Turno 28. En representación de Ámbar Delacour - Dado de presión

Turno 28. Vratsa Vultures no utilizará habilidades.

Turno 27. Vratsa Vultures utilizara Wings Blow de Anne Marie Giroud.

Turno 26. Penal. Vratsa Vultures no utilizará habilidades.

Ficha para indicar que se finalizó una Mazmorra:Participantes:Nick: Cillian RyddleturnLink al perfil: PerfilNivel del Personaje: 21Link a la ficha: 79095Link a la bóveda: 101616Mazmorra:Título de la Mazmorra: La Torre del DrágonLink al Topic abierto para realizar la Mazmorra: MazmorraLink al Topic abierto para realizar la Mazmorra foro alterno: Mazmorra

Octavo posteo: Dado para abrir la puerta del cuarto piso.

Y entonces logro descubrir el funcionamiento del mecanismo mágico de la tercera puerta, lo había hecho tan bien que al abrir la puerta se dió cuenta de que no había peligro alguno esperándolo y eso logro hacerlo sonreír. Tendría un momento para descansar aunque sabía bien que encontrar la tercera página en aquel lugar no sería nada sencillo Nada, nada sencillo, porque la habitación estaba llena de cajones. ¿Cómo había pasado todo aquello? Aquellas habitaciones cambiaban cada vez que lograba ingresar en ellas y eso lo tenía bastante sorprendido. Comenzó a buscar en los cajones del lado izquierdo, ¿a quien se le habría ocurrido llenar aquella habitación con tantos cajones? El encintar la tercera página del libro en aquel lugar le llevaría un montón de tiempo y lo que Cillian menos quería era gastar más tiempo en aquel lugar. Fue abriendo cajón por cajón sin tener éxito alguno, así que decidió sentarse un momento para recuperarse un poco y así también sus heridas tendrían un poco más de tiempo antes de tener que enfrentarse al dragón que se encontraba en la habitación del último piso. Después de unos minutos se levantó de nuevo y comenzó a abrir más y más cajones hasta que después de unos cien intentos logró encontrar la tercera página del libro. Una vez que obtuvo la tercera página, se tomó un par de minutos más de descanso. La siguiente habitación era la habitación del dragón y tenía que estar completamente recuperado para ello, bueno... Por lo menos lo más que se pudiese. Solo estuvo sentado un par de minutos y después volvió a ponerse en camino hacia el cuarto piso donde tendría que intentar decifrar el proceso de la puerta del cuarto piso.

Sexto posteo: Dado para abrir la puerta del tercer piso.

Logró terminar con el mecanismo de la segunda puerta y fue recién ahí, cuando la puerta se abrió que sintió el calor que emanaba desde el centro de la habitación. El piso estaba en llamas, una vez más estaba en llamas y Cillian tenía que poner en riesgo su vida para conseguir la segunda página. Pensó durante un par de segundos en volver sobre sus pasos y olvidarse de aquella misión, pero si lo hacía... ¿qué le aseguraba que lograra salir de aquel lugar? Nada se lo aseguraba. Nada porque era la tercera vuelta que tenía que hacer atravesando la torre y estaba seguro de que no sería la única, estaría atrapado ahí de por vida. Por un segundo pudo sentir el terror, ¿que si de verdad no lograba salir nunca de aquella torre? ¿qué sería de su vida si tenía que repetir aquellas mismas acciones una y otra vez hasta el final de sus días? Ludwig, en aquel momento deseaba que el rubio estuviera ahí y lo ayudará a superar todos aquellos retos. Estaba seguro de que el estar ahí descubrirían fácilmente la forma de salir de la torre. Suspiró, no lo pensó más, atravesó el fuego para alcanzar la página de libro que se encontraba del otro lado de la habitación. Y lo logró, logró conseguir la página y regreso rápidamente del otro. Al estar fuera de la habitación rebuscó en su monedero de piel de moke el remedio para quemaduras que había comprado en el Magic Mall. Una vez se cubrió todas las quemaduras con aquel ungüento, continuo con su camino hacia el tercer piso. La última vez había muerto en aquel lugar después de que la puerta explotará, pero esperaba está vez tener una suerte diferente.

Cuarto posteo: Dado para abrir la puerta del segundo piso.

Doxys. Una vez más Doxys, estaba harto de ellos. Dejó escapar un suspiro, ¿alguna vez le tocaría descubrir el funcionamiento correcto del mecanismo mágico de aquella puerta para lograr evitar aquellas molestas criaturas mágicas? Negó, sabía bien a lo que podía pasar al abrir de nuevo aquella puerta, pero esperaba que no hubiera nada detrás. Lo esperaba realmente, pero no fue así. Y sabía tan bien lo que le esperaba que por esa razón que traía aquella pequeña botella con líquido negro que le ayudaría a acabar con ellas sin poner demasiado esfuerzo. Sonrió, fue una sonrisa pequeña, pero sentía literalmente que estaba triunfando. Saco la pequeña botella de uno de sus bolsillos, la había rebuscado en su monedero de piel de moke un segundo antes de comenzar a trabajar en el mecanismo mágico de la puerta. Destapó la botella y roció con ella a todos los Doxys frente a él, logrando así que aquellas molestas criaturas mágicas cayeran en tan solo un segundo al piso. Bien hecho, lo había hecho bastante bien, pero lo cierto era que eso era porque ya tenía un poco de práctica. Rodeó a los doxys en el suelo para adentrarse un poco más en la habitación para buscar la página del libro que que debía estar en aquel piso. Esperaba encontrarla ya que en realidad aquellas páginas era la única razón por la que estaba ahí. Cillian rebuscó en todos los cajones de la habitación, pero no encontró nada, busco también debajo de la cama y encontró pedazos de su alma desangrándose. No le importó buscar doctor o alguna curación pa' que no muriera de amor. La página la encontró detrás de de uno de los cojines del sillón. Perfecto, su tarea en aquella habitación estaba terminada así que salió de ahí y comenzó a subir hasta el segundo piso, era hora de trabajar con el mecanismo mágico de la segunda puerta.

Segundo posteo: Dado para abrir la puerta del primer piso.