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Cillian Haughton

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Mensajes publicados por Cillian Haughton

  1. La noche había llegado, y al parecer también la hora de apagar las luces e ir a dormir. El día había sido algo pesado así que una buena noche de descanso era lo que más deseaba el recién llegado Aethonan. Leah, jefa de la casa, dio un par de instrucción que lo ayudarían a encontrar las habitaciones sin problema alguno. Sería la primera noche que dormiría en una habitación a la que no estaba acostumbrado, pero era seguro que con el cansancio del día no tendría problemas en conciliar el sueño rápidamente.

     

    Buenas noches, Leah… —realizó una pausa y se acercó un poco a ella para besarla en la mejilla— Buenas noches, Arya. Espero que mañana sea un buen día y esas celebraciones que tenemos pendientes sean un éxito —mientras decía esto, se separó de Leah para ir junto a la pequeña Prefecta y darle un beso de "buenas noches" a ella también. Después de eso desapareció por el camino que su jefa de casa le había señalado.

     

    A la mañana siguiente despertó con un poco de frio, durante la noche había dado tantas vueltas que las cobijas con las que estaba tapado habían ido a parar al suelo. Se mantuvo acostado durante un par de minutos hasta que estuvo despierto del todo, al levantarse tomó la mochila que había dejado sobre la mesilla de noche a lado de su cama y tomo un par de prendas de vestir limpias que llevaba dentro. Quería darse un baño, pero no sabía exactamente dónde encontrar uno.

     

    Le habían designado una habitación individual, que ya se tomaría el tiempo de hacerla a su gusto, en ella solo podían verse las paredes blancos que la delimitaban y el juego de cama y mesilla que se encontraban justo frente a la puerta de entrada. Salió de ella y busco durante algunos segundos el cuarto de baño, lo encontró justo unas habitaciones más delante de la suya. Tomó un rápido baño, y se vistió con la ropa que había tomado de la mochila, unos pantalones de color azul y una playera blanca.

     

    Había olvidado su cepillo dental así que tuvo que volver a su habitación, lo tomo de su mochila y de paso aprovecho para calzarse de nuevo los zapatos que había dejado junto a la cama la noche anterior. Volvió al cuarto de baño y cepillo sus dientes, este estaba marcado con su nombre así que no vio problema en dejarlo sobre un pequeño portador que se encontraba junto al lavamanos. Estando completamente limpio comenzó su búsqueda del comer, lo encontró un piso más arriba y en él se encontraban ya algunas personas.

     

    Buenos días a todos —saludó mientras se sentaba en la mesa y tomaba uno de los panecillos mas cercanos.

  2. Después del incidente en el cual Kritzai había tratado de atacar a Cillian, el joven aspirante había perdido todos los ánimos de seguir con la clase. Pero ya estaba un poco avanzado en la misma como para decidir dejarla en ese momento. Viktor y los profesores habían acudido en su ayuda y les estaba muy agradecido de haberlo hecho, ya que el solo no hubiera encontrar forma alguna de defenderse. No se sentía molesto con su compañero por el tema del ataque, sabía que solo era alguien con demasiado entusiasmo en la clase, pero estaba seguro que no llegarían a trabar una amistad.

     

    El Black Lestrange tomo su varita que guardaba en el bolsillo izquierdo de sus vaqueros mientras los profesores explicaban que era hora de pasar a la práctica. El momento de demostrar si habían aprendido algo había llegado y eso hizo que el chico comenzara a ponerse un poco nervioso; si bien pensaba que la práctica podría ser más sencilla que la teoría, aun no se sentía listo para hacerlo. Los profesores formaron equipos para realizar las prácticas y por alguna extraña coincidencia, Kutsy, Viktor y Cillian, formaban parte del mismo. Sonrió al escuchar el comentario de su compañero sobre el tema.

     

    Protego —murmuró de forma casi inaudible al escuchar como su madre lanzaba aquel hechizo doloroso sobre él. Al instante frente a él se materializo un escudo de color azulado que absorbió el hechizo, evitando que este impactara y dándole oportunidad de lanzar algún hechizo en contra de su contrincante.

     

    Muy seguramente esa no era la forma más elegante de protegerse, pero para él había sido efectivo y eso era lo único que importaba en ese momento. Pensó rápidamente en el hechizo que utilizaría para contraatacar, tratando de recordar todos y cada uno de los hechizos que estaban en la lista que Mía les había entregado casi al comienzo de la clase. Aunque su madre había utilizado un hechizo un tanto peligroso, sabía que aquello era solo una práctica así que se decidió por un hechizo simple.

     

    Desmaius —pronunció mientras apuntaba a su joven madre directo al pecho. De la varita salió un potente raro que se dirigía rápidamente a la dirección señalada. De impactar, el hechizo dejaría fuera del juego a su contrincante por unos momentos, haciéndolo caer y perder la conciencia.

     

    Pudo escuchar como su madre lanzaba hechizos contra sus compañeros, pero estaba demasiado inmerso en su situación, que no lograba ponerle atención a nada mas.

  3. El joven Ryddleturn dedico toda la atención posible a las presentaciones de sus compañeros, pero estaba comenzando a sentirse raramente incomodo; hacía ya varios meses que no experimentaba aquella sensación y no sabía el porqué de su vuelta, y menos aún entendía por qué precisamente tenía que volver en aquel momento. No podía dejar la clase de lado solo porque su cerebro comenzaba a librar una batalla entre el ser o no ser.

     

    « Perfecto», pensó con ironía el joven mago cuando se percató que de nuevo viajarían en el medio de transporte que menos le gustaba utilizar, pero al parecer era lo único que era utilizado por los profesores de la Academia, ya que quizá fuera el más práctico de todos para sus propósitos. Mientras se unía al grupo que comenzaba a formar un círculo al centro del salón de clases solo podía pensar en que esperaba que por lo menos esta vez fueran a algún lugar común y corriente.

     

    Tomó la bota que la profesora había señalado como traslador con la mano derecha y unos segundos después pudo sentir la extraña sensación que el viaje producía. No era la primera vez que utilizaba un traslador, pero tampoco lo había hecho un número de veces que le aseguraran haberse acostumbrado, a decir verdad quizá nunca lo hiciera. Odiaba esa sensación, era insoportable para el sentir como parecían tirarlo desde alguna parte dentro de su estómago, para transportarlo a su destino.

     

    Era su tercera vez utilizando aquel método de transporte y aun no lograba dominarlo, ya que había llegado a su destino de una forma demasiado ridícula golpeando su cara contra el pasto verde. Se levantó rápidamente y pudo observar como la mayoría de sus compañeros tampoco habían llegado de una forma elegante, ni siquiera sus profesoras. Y al verlos ahí parados con vestimentas completamente diferentes a las que portaban en el momento de partir fue como descubrió que el traslador que habían utilizado no era para nada uno de los ordinarios.

     

    Su ropa también había cambiado; al igual que todos sus compañeros varones vestía un tipo de armadura de hierro forjado con la única diferencia de que el Ryddleturn no había obtenido casco, pero era mejor así, ya que él siempre los había odiado. En ese momento existían demasiadas cosas en el mundo que el chico gustaba de odiar. Poco a poco sus oídos comenzaban a acostumbrarse a los sonidos del lugar y fue reconociendo algunos de ellos, un trote incesante de caballos, espadas acertando golpes la una a la otra, y demás.

     

    Al dar media vuelta pudo ver como detrás de él se alzaban unas enormes murallas, no sabía exactamente a donde los habían llevado así que se dispuso a escuchar atentamente la explicación de sus profesoras. Al parecer el traslador también había logrado transportarlos en el tiempo, algo que no era normal, pero al final del día en el mundo mágico todo podía suceder. Se encontraban en Troya y él no sabía nada sobre aquel lugar, ni sobre su historia. Nunca se había tomado la molestia por conocer aspectos de la historia Muggle.

     

    Esto no me gusta nada. —murmuro en voz baja mientras escuchaba como Viktor trataba de formar un plan del cual el chico no lograba entender nada, esperaba poder ayudar en algo pero no estaba para nada seguro de que lograrlo. Las cosas comenzaban a complicarse desde el principio y pudo haber estado bien en cualquier otro momento, pero no en ese que no estaba de ánimos para nada, no en aquel momento que de nuevo estaba cambiando—. ¿Por qué tenemos que tomar algo que no es nuestro?

     

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    OFF:

    Pues les dejo la ficha que tengo tengo aquí, que la verdad no es nada :sad: es como súper básica y de cuando estuve hace mucho tiempo en el foro y creo que ni siquiera la hice yo, y pues nada tengo pensado pasarme a modificarla en unos días (Desde que lo estoy haciendo u.ú, pero es que no hay tiempo) Pues nada, la ven y si quieren ver lo que tengo regado por el pc... pues lo paso igual n.n

     

     

     

     

    FICHA DE PERSONAJE

     

    Datos Personales:

     

    Nombre del Personaje: Cillian

     

    Sexo: Masculino

     

    Edad: Joven.

     

    Nacionalidad: Mexicana.

     

    Familia(s):

    * Familia 1: Ryddleturn

    * Familia 2

     

    Padre(s) Sanguíneo:

    Lyra Katara Ryddleturn y un mago aun desconocido para el.

     

    Padre(s) Adoptivos:

    ---

     

    Trabajo:

    ---

     

    Poderes Mágicos:

     

    Rango Social: Aprendiz

     

    Bando: Neutral

     

    Rango dentro del Bando: --

     

    Nivel de Poder Mágico: ---

     

    Puntos de poder en objetos: 20

    Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores

     

    Puntos de poder en criaturas: ---

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores.

    (caso de que sí especificar cuáles)

     

    Habilidades Mágicas:

    ----

     

    Conocimientos Especiales:

    ----

     

    Perfil del Personaje:

     

    Raza: Humano.

     

    Aspecto Físico:

    Persona alta de tez morena, ojos negros y cabello corto de color negro.

     

     

    Cualidades Psicológicas:

    Inestables. Aunque regularmente es una persona feliz y muy sevicial con los demas, en un arrebato puede llegar a ser la peor persona sobre la tierra. Complejo infantil, aunque esta conciente de lo dura que puede llegar a ser la vida..

     

    Historia:

    Nacio el año de 1993. Hijo de Lyra Katara y un mago aun desconocido, perteneciente a la Familia Ryddleturn vivio felizmente sus primeros años de vida en el hogar cambiante de la familia juntos a sus hermanos y gemela Alis. Con el paso del tiempo comenzo a crecer y a entender todas y cada una de las cosas del mundo magico en el cual vivia. Despues de algunos años decidio vivir lejos de la familia y se fue en busca de aventura al regresar algunos de sus hermanos habian ya abandonado el hogar cambiante de la familia y muchos nuevos familiares habitan en el. Por un tiempo su gemela y el dejanban la familia para ir en busca de aventura pero volivian periodicamente. Actualmente se ha establecido de nuevo en la masion y espera que su gemela Alis lo haga tambien.

     

     

    Pertenencias:

     

    Objeto Magico Legendario:

    Válido sólo para Orden de Merlín.

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1: Varita mágica

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20

     

     

    Mascotas y Criaturas:

    ---

     

    Criaturas en la Reserva:

    ---

     

    Elfos:

    ---

     

     

    Licencias, Tasas, Registros:

     

    Licencia de Aparición: No obtenida.

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: No obtenida.

     

    Registro de XXX:---

     

     

    Otros Datos:

     

    Otros datos:

    -Es adicto al chocolate.

     

    Cronología de cargos:

    Caso de que quieran detallarse cargos rolísticos del personaje.

     

    Premios y reconocimientos:

    ---.

     

    Links de Interés Referentes al Personaje:

     

    Link al Perfil de Comprador MM: --

    Link a Bóveda Personal: Bóveda 101616

    Link a Bóveda Trastera:---

    Link a Bóveda de Negocio: ---

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Ryddleturn.

    Link a Bóveda Familiar 2:---

     

     

     

    Edito por que me que me equivoque de código para ocultar la ficha.

  4. Vigilándome, mi pequeña sobrina me vigilaba. Era un poco gracioso el tema, pero aun así sabía que era una de las formas de mi sobrina para dejar en claro que me quería y que no dejaría que nadie me hiciera daño sin antes vérselas con ella y un ejército de Ryddleturn—. Espero que pronto llegue el día de mi graduación, quisiera llevar más materias a la par, pero seguro que explotaría de alguna manera.

     

    Después de las presentaciones, Anna se tomó el tiempo de contarme algo sobre lo que había pasado en su vida durante mi ausencia, dando respuesta así a mi duda sobre el pequeño— Sabes que siempre estaré por aquí para ayudarte en lo que haga falta con esté pequeñajo y con la princesa en camino —le comenté a mi hermana, mientras tomaba al niño de brazos de Eliah. Se sentía bien tenerlo en mis brazos, era una pequeña vida que dependía un poco de mí en aquellos momentos, y eso se sentía bien.

     

    Mientras la conversación seguía, pude ver como Pink saludaba a mi compañera de cursos, la cual en poco tiempo se había convertido en una buena amiga. Y después de despedirse, el como la pelirosa volvía a nuestro lado — Cuando gustes nos damos esa vuelta, Pink. Seguro que nos divertimos —le dediqué una sonrisa, mientras pensaba en un lindo vestido que había visto en mi última visita al callejón, el cual seguro que le gustaba.

  5. En el momento en que Kutsy se inclinó sobre mí, para susurrarme parte de su respuesta al oído, pude sentir como sus labios rozaron la piel de mis oídos de una forma apenas perceptible. Hacía demasiado tiempo que no estaba cerca de una chica, no desde aquella con la que apunto estuve de casarme con aquella chica a la que nunca había llegado a querer de verdad. No podía sentir algo por una chica, durante mi viaje había descubierto lo que de verdad me gustaba eran los chicos, pero en este momento no estaba seguro de nada. Mi cabeza estaba hecha un verdadero lío.

     

    Siempre voy a confiar en ti. —se podría decir que fuera de la familia, era la primera persona con la que comenzaba a trabar una amistad en mi regreso al país, y eso la estaba convirtiendo en una persona muy especial para mí.

     

    Me encantaba la idea de ser tío de un precioso pequeño, y me emocionaba el saber que pronto lo sería también de una pequeña princesita. Tenía que darme un tiempo para pasar por el callejón y buscar un par de regalos tanto para el niño, como para la pequeña en camino y mi hermana, que el traer una nueva vida al mundo era uno de los acontecimientos más importantes en la vida de cualquier mujer

     

    Seguro que nuestra madre encuentra la forma de mantenerlo tranquilo, algo de drama y unos cuantos viajes al infierno ¿O era otro lugar? —aun conservaba unos cuantos recuerdos del pasado, pero eran verdaderamente vagos. Los viejos días en la Mansión eran siempre diferentes y llenos de actividad, y eso era lo que más me gustaba de la familia. Ahora las cosas por casa iban un poco lentas, pero estaba seguro de que era cuestión de tiempo para que se arreglara el asunto.

     

    Justo al regresar con los chicos, Viktor se separó de su prometida y tomó lugar junto a Kutsy, que se encontraba sentada a la izquierda de mi lugar. Anna tomó el primer asiento que vio, seguro que la pansa la molestaba un poco, pero me alegraba que se hubiera tomado la molestia de venir a la fiesta. Cuando regrese a mi banco, Viktor comenzó a explicarnos un poco sobre su vida y familia, era todo muy complicado. Las familias de Ottery siempre lo habían sido.

     

    ¿Por qué la frialdad? —pregunté a la chica que había saludado, la cual resultaba ser hija de Viktor— Mi nombre es Cillian, y estoy genial —respondí a su presentación, después toco el turno de Viktor, el cual compartió unas cuantas palabras con ella en forma de susurros. La última fue Kutsy, quien la invito a sentarse a su lado, razón por lo cual me desplacé un banco para dejarle espacio a la chica.

     

    Mi adorada hermana —añadí a la presentación de mi hermana.

  6. Mágicamente todos los desperfectos de la Sala Común habían sido arreglados por Jank, todo estaba ahora como si nunca hubiera pasado nada. Aun no terminaba de creerme el asunto de que fuera una broma, un reto mejor dicho, estuvo todo tan bien planeado que nos habían llevado hasta el borde. Observe como Arya agradecía el regalo y el cómo lo colocaba alrededor de su cuello.

     

    Creo que tenemos algo más importante que celebrar aquí, que el ingreso de un nuevo estudiante a la casa de los Aethonans —seguro que con todo el jaleo que habíamos tenido en los últimos minutos, la chica había olvidado su nombramiento— ¿O acaso has olvidado que te han nombrado prefecta justo en el momento que todo esto inicio? —pregunté con una sonrisa dibujada en el rostro. A simple vista se podía ver que la chica tenia madera para llevar la prefectura de la casa.

     

    Cruce rápidamente la Sala Común hasta llegar a la puerta de entrada donde había dejado caer mi mochila al entrar, seguro que dentro de ella guardaba alguno de mis chocolates preferidos. Uno bastaría para hacerle un regalo a la chica por su merecido nombramiento. Después de revolver un poco el contenido, pude encontrar uno al fondo de la misma. Volví rápidamente al lado de Arya —. ¡Muchas felicidades, chica! —mi voz detonaba entusiasmo mientras le entregaba el chocolate.

     

    Esperaba que le gustara, no conocía a ninguna chica que no gustara del chocolate, ella no podía ser la excepción a la regla —. ¿A qué hora comenzamos con la celebración?

  7. Por fin habíamos logrado deshacernos del molesto tornado que amenazaba con destruir nuestro cómodo lugar de reunión. Habíamos tenido un poco de ayuda de la fantasma de nombre Zoë, a la cual le había tomado mucho cariño en esos pocos minutos, por su atención y ayuda. Algún día quizá recorriera aquella torre en su búsqueda para mantener una alegre charla y conocer un poco más sobre los Aethonans, tenía mucho que aprender aun sobre aquella casa de la Academia que de seguro me brindaría mucha sabiduría y diversión.

     

    Arya me puso al tanto de cómo estaban las cosas en la Sala Común antes de que el gran tornado hiciera su aparición y nos metería en el gran aprieto en el que nos habíamos visto en vuelto apenas hacia un momento. Al parecer los Jefes de la casa se encontraban en ese lugar y habían sido absorbidos por el tornado. La chica pidió un poco de ayuda a los fantasmas para tratar de averiguar lo que había pasado con los desaparecidos. La fantasma comenzó a hablar y justo después de que terminara, los dos jefes de casa hicieron acto de presencia.

     

    Al parecer habíamos sido puestos a prueba, y lo habíamos hecho bien. Escuche atentamente la explicación de los hechos de parte de los dos Jefes, que por fin tenía el placer de conocer en persona. Se sentía bien el ser felicitado por hacer las cosas bien. Leah dio una vuelta por la Sala y volvió con un par de paquetes. Un regalo para mí y otro para Arya, por el buen trabajo que habíamos realizado.

     

    Gracias, me lo pondré ahora mismo. —mencioné con un poco de emoción en mi voz— ¿Siempre son las cosas así por acá? —pregunté dirigiéndome a los recién llegados. Mientras esperaba la respuesta de alguno de los jefes, pase sobre mi cuello el fino collar con un pequeño dije en el cual se podía leer el nombre de la casa.

  8. La velada comenzaba a ponerse interesante, y la plática entre Kutsy y yo cada vez se sentía más libre, como si nos conociéramos desde hace demasiado tiempo atrás. Tome un trago más de mi cerveza de mantequilla mientras la observaba detenidamente, parecía una chica triste y un poco insegura, pero ya habría tiempo de arreglar esas cosas en ella. Recién la conocía y estábamos es una fiesta, un lugar para divertirnos y no para abrumarnos sobre nuestras vidas.

     

    No nos conocemos tanto como me gustaría, pero sabes que puedes confiar en mi ¿Cierto? —con lo poco que le conocía había comenzado a tomarle un poco de confianza y lo menos que esperaba de ella, era que ella también confiara en mí. Quería ser su amigo, quería tener muchas aventuras con ella en el tiempo que duráramos en la Academia y quizá fuera de ella también. Después de esperar su respuesta me disculpe y acudí a saludar a mi recién llegada hermana.

     

    Espero que no de demasiado problemas a nuestra Madre, pero seguro que es un angelito —comenté a mi querida hermana mientras caminábamos hacia el grupo de personas con el que me encontraba— Estoy más que listo, seguro que los organizadores han planeado muchas cosas divertidas —contesté con una sonrisa a su pregunta. Me sentía bien de que ella y Eliah hubieran asistido a la fiesta. Me sentiría un poco más cómodo tendiendo a la familia cerca. Antes de llegar a nuestro destino mi hermana se percató de una conocida y la hizo seña para que se acercara a nosotros.

     

    Viktor había regresado de los servicios y era tiempo para las presentaciones. Escuche con atención la de la chica que apenas conocía y me sorprendió el hecho de enterarme de que Viktor era su prometido, nunca habría esperado eso — Mi nombre es Cillian Ryddleturn, y como ya ha dicho Kutsy, conocemos a tu chico de la Academia. Misma generación —terminé con orgullo. Una chica de cabellera rojiza se acercó mientras Anne comentaba algo sobre la fiesta— Hola chica ¿Cómo vas? —pregunté dirigiéndome a la recién llegada.

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  9. Observe atentamente todos y cada uno de los movimientos de la demostración que con gusto nuestros profesores habían aceptado realizar. Al principio parecía un poco complicado, pero mientras más avanzaban no podía dejar de pensar en que quizá llegara tomarle gusto a los duelos, después de todo no parecían tan complicado, por lo menos no durante la práctica. Al terminar el duelo pude percatarme de que en los pergaminos que mi madre nos había entregado habían aparecido nuevas anotaciones.

     

    «Reglas del duelo » Pude leer en el primer título en letras grandes, parecían sencillas pero ya lo sabría al ponerlas en práctica. Las leí detenidamente durante un par de minutos y después pase al segundo tema, Reglas de intercalación. Después de leerlas un poco no podía dejar de pensar en los dolores de cabeza que me traerían todas y cada una de ellas, pero seguro que solo era cuestión de práctica, ya después me parecerían cosa de nada.

     

    —Fantástico, creo que me está comenzando a gustar bastante este tema de los duelos. —mencioné dirigiéndome a mis profesores. Y no mentía, si bien la teoría la iba a odiar siempre, quizá pudiera entenderlos del todo solo con practica y un par de explicaciones breves— Con un poco de práctica, seguro que son pan comido —o por lo menos eso esperaba.

  10. Viktor nos devolvió el saludo y unos minutos después se retiró a los servicios para hacer unos cambios a su vestimenta. Kutsy continuo con la pregunta que había tratado de hacerme antes de que los chicos llegaran— Va todo bien, Kutsy. Me alegro mucho de que lo preguntes, por cierto ¿Ya te has enterado de que Mía, nuestra profesora de Duelo Básico, es mi nueva madre? —le comenté con un poco de orgullo, hacia solo unos pocos días que me había unido a la honorable familia Black Lestrange— Debes de saberlo, creo que lo mencione en nuestra primera clase del curso —finalicé con una sonrisa en los labios.

     

    ¿Tu cómo vas?, espero que todo vaya bien —existían demasiadas cosas sobre la chica que me intrigaban, pero no era momento de tener una charla profunda, estábamos ahí para divertirnos y no para contarnos nuestros más oscuros secretos. Mientras esperaba la respuesta de la chica puse divisar a mi querida hermana Anna, que se abría paso a través de aquellos caminos de piedra a la fiesta. Con cada día que pasaba, la barriga le aumentaba más y más de tamaño, ya no podía esperar por el día de nacimiento de la pequeña.

     

    Discúlpame un momento, Kutsy —le dije a mi acompañante mientras me levantaba a recibir a mi hermana. Cuando estuvo lo suficientemente cerca le di un gran abrazo y la invite a sentarse con nosotros— ¿Con quién has dejado al pequeño? —pregunté dirigiéndome a mi hermana. La voz de Eliah retumbo detrás de mis oídos, no me había dado cuenta de su llegada — Es lo mismo que espero yo, pero tranquila, toma algo con nosotros mientras esperamos ¿Vale? —me levante de la silla y le di un gran abrazo a la chica.

     

    Unos minutos después Viktor había regresado de los servicios y al parecer había hecho unos cuantos ajustes a su esmoquin, no se miraba nada mal, pero aun así no era un vestuario normal para una fiesta en la playa— ¿Qué creen que tengan preparado los organizadores para nosotros? —pregunté sin dirigirme a nadie en particular.

  11. Los minutos pasaban y poco a poco comenzaban a llegar más invitados a la fiesta, sin duda sería una noche la que se escucharía hablar durante un largo periodo de tiempo por los corredores de la Academia. Me alegro ver que la pequeña Kutsy, una de mis compañeras de curso, se decidió por asistir. Pude divisarla a lo lejos desde el momento en que apareció en uno de los caminos de piedra vestida short azul marino y su blusa de tirantes de color rosa.

     

    ¡Hola pequeña! —exclamé con entusiasmo contestando a su saludo— Me da mucho gusto verte por aquí —no sabía mucho sobre ella, solo unas cuantas cosas que ella había compartido con el grupo en nuestra clase de Generales y otras pocas en nuestras nuevas clases de Rol Básico y Duelo Básico. Sería agradable conocerla un poco fuera de clases, quizás llegáramos ser buenos amigos, tenía que comenzar a crear relaciones que algún día pudieran serme de utilidad.

     

    Pensé que sería bueno beber algo para comenzarla fiesta así que decidí ir en busca de algo. Volví con dos cervezas de mantequilla, había cometido el error de irme sin preguntarle a la chica que le apetecía beber, razón por la cual opte por una bebida que a mi saber era del gusto de todos en el mundo mágico. Esperaba no equivocarme con ello —. ¿A qué familias perteneces?, chica —quizá la respuesta ya la hubiera compartido en algunas de las presentaciones, pero en aquel momento no lo recordaba.

     

    No habíamos terminado nuestro primer tarro cuando una chica se acercó saludarnos con una agradable sonrisa en el rostro— Hola —saludé de vuelta mientras observaba como un chico que vestía un lujoso esmoquin. « Que rara elección para una fiesta en la playa » Pensé, pero quizá nadie le había avisado al chico que la fiesta era en este lugar. Y el que besara a la chica me pareció aún más raro, no estaba enterado de que saliera con alguien — ¿Cómo va todo?, Viktor —pregunté, mientras los invitaba a sentarse. Unos segundos después reanudamos la plática los cuatro juntos, era agradable comenzar a relacionarse con más personas.

     

    Todo bien, ¿Tu cómo vas? —contesté a la pregunta de la chica de vestido blanco que se había acercado a saludar a la chica que recién había conocido. Otra joven de cabello castaño y vestido blanco paso junto a nosotros, fue un poco raro que me dedicara aquella sonrisa rápida, ya que yo no tenía el gusto de conocerla.

  12. Durante el transcurso de la ceremonia pude ver a mi madre entrar en el Gran Salón y acercarse al lugar donde los integrantes de la familia estábamos reunidos. No esperaba verla ahí, como tampoco esperaba ver a mi hermana Anna, la cual se encontraba sentada junto a mí en esos momentos. Era bueno ver que varios habían decidido asistir a la graduación de nuestra querida Pink, así podríamos tener una pequeña reunión familiar, las cuales últimamente eran muy escasas.

     

    La ceremonia termina y comienzan las felicitaciones, y la charla. ¿Un sobrino? Las palabras de Eliah me dejan impactado, no estaba enterado de que Anna tuviera un pequeño, pero cierto era que no estaba enterado de la mayoría de las cosas que pasaban últimamente en la familia. Para eso hacían largas conversaciones con todos y cada uno de sus familiares. Y no solo era el pequeño que Eliah sostenía en sus brazos, Anna también estaba esperando un nuevo niño o quizá una pequeña, que pronto llegaría a llenar de sonrisas los pasillos de la mansión.

     

    De verdad que es lindo —contesté a mi hermana mientras le hacía un par de mimos al pequeño— ¿Cuál es su nombre? ¿Puedo tomarlo en brazos? —nunca había tomado un niño en brazos así que sería una experiencia nueva para mí y que mejor forma de realizarla que cargando al pequeño hombrecito de mi querida hermana.

     

    Todos estamos orgullosos de la pequeña Pink. —corroboré las palabras de mi hermana— De regreso a casa pasare a buscarte un regalo ¿Qué te gustaría tener? —continué dirigiéndome a la pelirosa.

  13. Pocos minutos después de que hubiera encontrado a unos cuantos de mis familiares, Anna, mi pequeña y adorada hermana hizo acto de presencia en el lugar. Hacía años que no la miraba, pero la ceremonia había comenzado y no quería interrumpir nada de aquel momento tan importante en la vida de mi sobrina así que me limite a sonreírle desde mi lugar y preguntarme que hacía con aquel pequeño niño en brazos. Ya tendríamos algo de tiempo después para el reencuentro.

     

    Anna felicito a la pelirosa después de mí y no fue hasta el momento en que se acercó a darme un cálido abrazo, que me di cuenta de cuanto la extrañaba, ella era una de las razones por las cuales debía tratar de mantenerme cuerdo, al igual que todo el resto de mi familia. Debía intentarlo aunque todo dentro de mí tratara de hacer lo contrario. La oscuridad era parte de mi nuevo yo, pero también lo era aquella luz que tanto me había identificado hacía algunos años.

     

    ¿Cómo has estado, hermanita? —le preguntó con una gran sonrisa dibujada en el rostro mientras le doy un nuevo abrazo. Se siente bien, es como si nunca me hubiera alejado de todos ellos, que seguíamos siendo la misma familia que éramos antes de mi partida aunque Alis ya no estuviera ahí… aunque otros tantos tampoco lo estuvieran—¿Quien el pequeño? —un chico de cabello castaño se acerca a saludar a la familia. Eliah también se encontraba con nosotros y se notaba orgullosa de que su hija se hubiera graduado.

     

    Varias personas se habían comenzado a juntar a nuestro alrededor y estaba comenzado a parecerme un poco molesto, pero no fue hasta ese momento que pude notar la barriga de Anna ¿Por qué no lo había notado antes? Ni siquiera lo había hecho durante los abrazos, algo estaba mal en mi cabeza últimamente— Hermana, ¿Tienes algo más que contarme? —solté mi pregunta mientras esta pasaba al pequeño a brazos de Eliah.

     

     

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  14. La Sala Común se había convertido en un verdadero desastre, el gran tornado había hecho un gran trabajo destrozando y revolviendo todo lo que encontraba a su paso. La recién nombrada prefecta de la casa se adelantó lanzando un hechizo con dirección a la gran masa de aire, pero el mismo no logro el efecto esperado— No tengo ninguna otra idea… —contesté un poco avergonzado a la pregunta del a chica—. Lo siento.

     

    Unos momentos después una de las fantasmas se acercó a nosotros y parecía dispuesta a ayudarnos. Su rostro blanquecino dejaba entrever un poco de preocupación por haber permitido que las cosas llegaran tan lejos. Al parecer se encontraba tan sumida en sus pensamientos que paso de largo sobre mí, atravesándome y dejándome una extraña sensación de frio en el cuerpo, nunca antes había sido atravesado por un fantasma.

     

    Arya se apresuró a realizar el hechizo que la fantasma nos había sugerido mientras trababa de recordar sus antiguos días en la Academia. Seguro que era doloroso para ella tener que recordar esos días en los que estaba lleno de vida, eso sí es que los fantasmas aún conservaban la habilidad de sentir algo. El hechizo fue el indicado, ya que solo unos momentos después el torbellino fue disminuyendo poco a poco hasta desaparecer por completo. Al parecer la normalidad había vuelto al lugar.

     

    ¿Los demás? —pregunté con un dejo de preocupación en la voz— ¿Había más personas acá antes de que yo llegara y fueron absorbidas por esa cosa? —pensé, equivocadamente, que dentro del Sala Común solo se encontraban Arya y los dos fantasmas —Seguro fueron arrastrados hacia otra parte de la Academia, tenemos que salir a buscarlos.

     

     

  15. El tiempo pasaba y las cosas parecían no querer mejorar. El tornado se volvía mas fuerte minuto a minuto y no tenía idea de cómo detenerlo. Había elegido el peor momento para mi primera visita a la Sala Común pero no podía simplemente huir por donde había llegado, tenía que ayudar a detener aquel gran problema que minuto a minuto destrozaba cada vez más el lugar de reunión de nuestra casa.

     

    ¿Crees que alguien lo esté controlado? —teníamos que descartar todas y cada una de las posibilidades por las cuales aquel tornado había llegado hasta este lugar, y el que alguien lo controlada podía ser una de ellas— Por cierto, muchas felicidades por tu nombramiento, ya celebraremos después de deshacernos de este molesto problema ¿Vale? Haremos traer toneladas de helado y bailaremos hasta caer rendidos —quería distraerme un poco y el pensar en una fiesta me parecía lo más indicado.

     

    Comencé de nuevo a dar vueltas por el lugar ¿Cómo detener un tornado? No era ni de lejos algo que me hubieran enseñado ya en las pocas semanas que tenía acudiendo a la Academia. Sin duda el pasar algunos días en la Sala Común sería como acudir a una materia más en la que cada día aprendería algo nuevo. Lo aplicara o no alguna vez en mi vida diaria, total ¿Cuántas veces en la vida tienes que tratar de detener un tornado para salvar el lugar donde quieres estar?

     

    Vamos fantasmas, tienen que ayudarnos un poco por aquí… —comenté levantando un poco la voz para hacerme oír —. Arya, tenemos que encontrar la fuente de poder del tornado rápido o va a terminar destruyendo completamente el lugar.

     

     

  16. Hacia un par de días que se venía corriendo por la Academia el rumor de que la próxima fiesta sería el evento más importante del año, así que anteponiéndome un poco a mí postura anti-fiestas decidí asistir a la misma. Nunca me habían gustado demasiado las grandes fiestas, para mi eran solo ruido y una completa pérdida de tiempo, prefería quedarme con mis libros o asistir a una pequeña reunión de amigos. Pero esta era una fiesta a la que según los rumores, era mejor no faltar.

     

    La fiesta sería en la playa y para mí eso era un punto más en contra para la misma, pero ya había decido asistir. Abandone la Sala Común vestido con unos pantalones cortos de color azul y una playera de color blanco, decidí no calzar nada, ya que el sentir la arena mojada bajo mis pies era uno de los pocos placeres que me permitía al estar cerca del mar. Quizá esta fuera la única vez que mis conocidos me vieran vestido de aquella forma, ya que odiaba los pantalones cortos.

     

    Di unas cuantas vueltas por la Academia hasta encontrar el lugar donde los organizadores habían dejado los trasladores. Tome uno de ellos con mi mano derecha y acto seguido estaba parado sobre un camino de piedra desde el cual podía admirar el logrado trabajo de los organizadores en cuanto a la decoración. El contacto de la piedra con mis pies era frio, así que decidí ponerme en camino hacia el centro de la fiesta donde el suelo era solo arena.

     

    Solo cuatro personas habían llegado a la fiesta, pude reconocer a dos de ellas. La primera era mi adorada sobrina Caroline, con la cual ya tendría el momento de platicar más tarde; la segunda era uno de los chicos organizadores, Mathias, el gemelo de mi querida hermana Eliah y por lo tanto un hermano más con el que aún no tenía el gusto de ser presentado. Reconocía su rostro por una vieja fotografía que Eliah me había mostrado de ellos dos. A las otras dos chicas, ya tendría el placer de conocerlas.

     

    ¿A qué hora comienza la fiesta? —pregunté al acercarme lo necesario para que el pequeño grupo pudiera escucharme. Tomé un collar hawaiano de uno de los percheros y lo coloque alrededor de mi cuello, si ya había decido asistir a la fiesta por lo menos tenía que divertirme.

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  17. Hacia ya varios días que había recibido una invitación por parte Pink para asistir a su graduación mientras nos encontrábamos en una agradable reunión familiar en la Mansión Ryddleturn. El día por fin había llegado y aunque estuviera lleno de cosas por hacer, la graduación de mi pequeña sobrina era algo que no podía dejar pasar. Un par de días atrás me había trasladado desde la mansión para instalarme en una temporada en la Sala Común de mi casa en la Academia, así que no necesitaba salir demasiado temprano.

     

    Unos minutos antes de la hora indicada, salí del lugar rumbo al Gran Salón, lugar donde se realizaría la ceremonia. Para la ocasión vestía un lujoso traje muggle de color negro, el cual había comprado durante mi largo viaje, no quería avergonzar a mi sobrina vistiendo de alguna forma no apta. Varias personas se encontraban ya ingresando al lugar cuando llegue a las puertas del gran salón. Al entrar pude percatarme de que habían decorado el lugar de color azul en honor a los Tritones, que habían ganado en las Jornadas de primavera.

     

    Busque a algunos de mis familiares con la vista y al encontrarlos me uní a ellos esquivando las demás que caminaban de un lado a otro buscando a los suyos. La ceremonia comenzó con un pequeño discurso de Niko y acto seguido fue llamando a los alumnos graduados uno a uno, para hacerles entrega de su diploma y un hermoso lirio blanco. Al ver a mi sobrina pasar al frente, no pude sentir menos que un gran orgullo, por fin lo había logrado y esperaba pronto hacerlo yo también.

     

    Muchas felicidades, chica. Estoy muy orgulloso de ti —mencioné mientras me adelantaba para darle un gran abrazo a mi pequeña sobrina— Ese lirio no podía haber tomado otro color —terminé. Me hice a un lado para que los demás felicitaran a Pink, mientras escuchaba las palabras de Tauro quien dio un pequeño discurso y anuncio a los nuevos Prefectos de las casas. Seguro que Arya lo haría bien como prefecta de la nuestra, pensé.

     

     

     

  18. Las presentaciones habían terminado y los profesores dieron paso a lo que sería nuestra primera lección del curso, conceptos básicos sobre los duelos. Leandro fue el primero de los dos en tomar la palabra e hizo aparecer un pergamino que se sostenía mágicamente en el aire, en el cual iban apareciendo todas y cada uno de los conceptos que el profesores explicaba claramente. Trataba de memorizar todos y cada uno de los conceptos, ya que no llevaba conmigo nada en lo cual tomar apuntes.

     

    Después de explicarnos lo que era un duelo, el cómo solían darse por finalizados, el que era una acción y un turno, finalizó con los tipos de hechizos, y dio paso a la profesora Mía. Quien explico las cuatro clasificaciones de los hechizos y las formas en las que podíamos curarnos durante un duelo. Era verdaderamente demasiada información para retener mentalmente así que agradecí que mi madre se hubiera tomado la molestia de crear aquellos pergaminos con las definiciones trazadas en ellos, que entrego al finalizar su explicación.

     

    Estoy más que de acuerdo con Viktor, profesores —mencioné después de escuchar la respuesta de mi compañero hacia la pregunta de mi madre… profesora, no estaba seguro de cómo debía llamarla durante la duración de aquel curso, que pintaba para ser un tanto complicado.

  19. Había terminado Generales satisfactoriamente y por fin me habían asignado la casa en la que pasaría el resto del tiempo que no utilizara para estar en las clases. Aethonans de Salem, era la casa a la que pertenecería de ahora en adelante. Así que siguiendo las instrucciones me dirigí al lado oriente de la Academia, donde se encontraba ubicada aquella magnifica torre, que podía verse desde varios kilómetros alrededor del lugar. Sabía más bien poco sobre las casas, y mucho menos sobre esta.

     

    Tenía un par de amigos que pertenecían a alguna de las otras tres casas y me habían platicado un poco sobre ellas, pero nunca nadie me había hablado sobre los Aethonans. De cualquier forma no me molestaba en lo más mínimo pertenecer a ella, sabía que aprendería demasiadas cosas en ella, que me ayudarían a lograr lo que me propusiera. Al llegar hasta el Aethonan que custodiaba la entrada, mencione las palabras que Leah me había indicado y este se hizo a un lado permitiéndome el paso.

     

    Entre al pasillo que me llevaría a la Sala Común, a cada paso que daba no dejaba de sorprenderme por lo hermoso que era ese lugar, y por las imágenes que parecían describir la historia de aquel lugar, las cuales se iluminaban justo el tiempo necesario para poder observarlas y entenderlas. Después de unos cuantos minutos de subir por aquel pasillo por fin llegue al final y al abrir la puerta me encontré con que todo en aquel lugar era un completo caos.

     

    ¿Qué es lo que pasa aquí? —me pregunté en un tono demasiado bajo para que nadie pudiera escucharme. El cielo del lugar había desaparecido y lo que parecía ser una tormenta, amenazaba con destruirlo. Esto no era nada bueno, para nada bueno. Un par de fantasmas se acercaron a darme la bienvenida y me invitaron a ayudarles a solucionar aquel espantoso problema ¿Pero cómo podría ayudarles? Mi cabeza comenzó a dar vueltas pensando en cómo podríamos poner fin a aquello.

     

    Me encantaría ayudarles, solo déjenme pensar que sería bueno hacer —comencé a dar vueltas por la sala común, tenía que haber alguna forma de detener aquella catástrofe, solo que necesitaba un poco de tiempo para encontrar la correcta— Finite —murmuré al tiempo que sacaba mi varita y apuntaba con ella al cielo, pero no sucedió nada. Sabía que no podía ser tan fácil pero tenía que intentarlo.

  20. Una lechuza había llegado hacía un par de días, anunciando que el curso de Rol básico estaba próximo a comenzar, al parecer en este periodo de la Academia llevaríamos dos materias a la par. Sería una etapa divertida, eso seguro, y esperaba aprender mucho más de lo que había aprendido en mi primera clase, la cual nunca olvidaría y mucho menos a los amigos que había hecho ahí. Faltaban poco menos de una hora para el inicio de la clase así que decidí ponerme en camino, me encontraba en la Mansión de mi familia adoptiva y esta no se encontraba muy lejos de la Academia.

     

    Había elegido un conjunto de pantalón vaquero, playera estampada de color negro y un par de converse normales. Tanto a mis profesoras de Generales como a los de Duelo básico parecía no haberles importado mi forma de vestir, así que esperaba que tampoco hubiera problema con mis nuevas profesoras. Conmigo solo llevaba mi varita, la cual guardaba en uno de los bolsillos traseros, y un poco de dinero mágico, el cual nunca estaba de más. Quince minutos antes del a hora, ya me encontraba dentro de los límites de la Academia.

     

    Varios alumnos correteaban de un lado para otro, al parecer no querían llegar tarde a sus clases, me uní a ellos y comencé a buscar el aula de Rol básico. No me fue difícil encontrarla, ya que seguí las instrucciones que una de nuestras profesoras había adjuntado en la lechuza, comprobé mi reloj antes de entrar, solo faltaba un minuto para el inicio de la clase. Abrí la puerta y me encontré con el aula casi completamente vacía, salvo las dos chicas que se encontraban frente a la misma, ellas debían mis nuevas profesoras.

     

    ¿Rol básico? —pregunté solo para comprobar que no había entrado al aula equivocada, al recibir una afirmación me apresure a tomar asiento en la primera fila. Pocos minutos después, los demás chicos de la clase fueron llegando de uno en uno y tomaban asientos dispersos el uno del otro. Bridget, fue la primera de las profesoras en presentarse, sin esperar siquiera a que todos hubieran llegado. En cambio su compañera espero hasta que comprobar que todos estábamos presentes y comenzó su presentación, su nombre era Athena.

     

    Mi nombre es Cillian, acabo de terminar Generales en la generación 93 y hace unos días he comenzado con Duelo básico de la cual espero aprender mucho así como también espero hacerlo de esta materia… —comencé con mi presentación justo después de que Athena lo pidiera— Pertenezco a la familia Ryddleturn y a la familia Black Lestrange, mucho gusto conocerlas.

     

    *****************************************************************************

     

    Ahora mi presentación muggle:

     

    Bueno, mi nombre es Emmanuel Chavez y soy del estado de Sinaloa, el cual encuentran en el hermoso país: México. Tengo 21 años y soy estudiante de Gastronomía, actualmente voy por la mitad de la licenciatura y tengo que decir que me encanta. Sobre mis gustos, me encanta leer, ver series y películas, y como debe ser obvio: cocinar. Les dejo mi Skype: lemonan1, por si gustan agregarme.

     

    Saludos.

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  21. El día había llegado, era hora de comenzar la nueva clase en la Academia, hacía tan poco tiempo que Generales 93 había terminado que aún no me lo terminaba de creer. No sabía con exactitud como habíamos terminado con nuestra clase anterior, pero lo que importaba era que había logrado pasar a la siguiente etapa. La clase comenzaría a media noche así que aún me quedaban un par de horas para realizar un par de cosas antes de partir.

     

    Exactamente dos horas antes de la cita salí de la Mansión Ryddleturn vestido con un conjunto de ropa Muggle que consistía en un pantalón de mezclilla, una playera a cuadros de color azul y un par de tenis converse del mismo color. Tuve que salir antes ya que aún no contaba ni con mi licencia de vuelo y mucho menos la de aparición, así que tendría que ir andando. Faltaban menos de 10 minutos para la hora cuando logre llegar al imponente edificio que era la Academia.

     

    Entre rápidamente y me apresure a buscar el aula en la que se suponía tomarías nuestra clase, al llegar pude percatarme de que al parecer era el primer chico que llegaba, el aula se encontraba vacía y sobre los pupitres se encontraba una mascada en cada uno de ellos— ¡Perfecto! De nuevo nos trasladaran a algún extraño lugar —murmuré para mí. Elegí el pupitre que estaba más próximo a la entrada y comprobé la hora, solo faltaban dos minutos así que tome la mascada con la mano derecha y acto seguido estaba en un lugar completamente diferente.

     

    El Taj Mahal apareció de pronto ante mi vista, era un edificio completamente diferente a los que estaba acostumbrado y solo conocía de el por fotografías, estaba seguro de no confundirlo así que eso quería decir que había sido transportados a la India. Las cosas comenzaban a ponerse interesantes. Poco a poco los demás chicos comenzaron a aparecer en el lugar y un poco después comenzaron las presentaciones, como solía ser, los profesores fueron los primeros en presentarse.

     

    A Mía la conocía, así que sabía que no estaría tan perdido, pero el chico me era totalmente desconocido razón por la cual escuche atentamente su presentación. Al terminar nos invitaron a presentarnos y Leandro, nuestro nuevo profesor, señalo hacia mi lugar indicando que debía ser el primero— Mi nombre es Cillian Ryddleturn y pertenezco a la familia de cual llevo su apellido, al igual que a la Familia Black Lestrange, en la cual Mía es mi madre adoptiva… —me encontraba un poco nervioso así que realicé una pausa.

     

    Sobre los duelos, no sé qué pensar, seguro son divertidos pero nunca he estado en uno —reanudé mi presentación— Espero aprender mucho durante su clase y poder tomarles el gusto.

     

     

     

    **********************************

    Bueno, pues mi nombre Emmanuel Chávez y estudio una licenciatura en Gastronomía. Soy del caluroso estado de Sinaloa en el estado de México. Tengo 21 años, de los cuales estuve 2 en el foro y después de una gran ausencia de 3 años u.ú hace poco más de un mes que estoy de vuelta, pero prometo que esta vez es para quedarme. Me gustan mucho las series, los libros, las películas y por supuesto la cocina.

     

    Dejo algunas de los lugares donde pueden encontrarme:

     

    Skype: lemonan1

    Twitter: @EmmuCR

     

    Y nada más. Saludos.

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  22. ¡Buenas tardes! Paso a dejar mi solicitud para pertenecer a esta familia ^_^ y espero que me acepten en ella.

     

    Mis datos:

    Nombre del personaje: Cillian

    Link a la ficha de personaje: Aqui

    Link a la bóveda en Gringotts: Aqui

    Elfos registrados: Ninguno

     

    Posible padre/madre (opcional): Mía, Mía, Mía Quien guste hacerlo n.n

     

    Nombre Real (opcional): Emmanuel Chavez

    Fecha de cumpleaños (opcional): 13 de Febrero

    País (opcional): México

     

    Creo que es todo. Saludos.

  23. ¿Qué era lo que en realidad teníamos que hacer con ese libro? Quizá nunca lo supiéramos, pero de momento me preocupaba más el ayudar al chico que sostenía sobre mis hombros, que el tratar de descubrir algo más sobre él. Preocuparse por los demás, era una característica muy propia del antiguo Cillian, que aún se aferraba por salir a flote de vez en cuando. El tiempo que había pasado en aquel largo viaje me había cambiado y ahora solía utilizar al antiguo Cillian como una máscara de lo que realmente era: Un humano frio y casi completamente desprovisto de sentimientos.

     

    Maya proporciono la solución para el tema de Viktor. Lo sacaría del shock utilizando una poción que guardaba en su bolso, así que después de que nos explicara lo que tenía pensado hacer me pidió que acomoda a el chico en una posición en la cual pudiera verter unas cuantas gotas en los labios del chico. La poción o lo que sea, que fuera aquello que Maya portaba en aquel frasco, estaba funcionando ya que Viktor había comenzado a moverse poco a poco hasta recuperar del todo la conciencia. Acepte con gusto uno de los dulces que la chica había repartido a cada uno de los presentes, después de lograr que Viktor estuviera de nuevo con nosotros, y lo guarde en mi bolsillo.

     

    ¿Flores para despejar el camino? Maya me sorprendía más y más a cada minuto. No era solución ordinaria, pero surtía efecto, ya que con un poco de nuestra ayuda los libros habían vuelto a su lugar en cuestión de minutos. Cuando el último libro estuvo en su lugar comenzamos la búsqueda de una salida, pero al parecer Bín no estaba segura de que eso fuera lo correcto. Debíamos utilizar el libro para poder salir de ese lugar con vida, eso era lo que nuestra profesora pensaba y al parecer algunos de mis compañeros estaban de acuerdo con ella.

     

    « Nadie debería volver a ver el contenido de ese libro » No después de lo que le había sucedido con Viktor, quizá al próximo le pasara algo peor. Si alguien debía ver el contenido del mismo sin saber antes un poco más sobre él, era seguro que ese alguien no sería yo. Pero no fue necesario negarme a hacerlo, ya que Jazmin, la chica que había encontrado a Viktor, se propuso para hacerlo ella misma. La chica era valiente y eso nadie podía negarlo. Tomó el libro y al abrirlo un haz de luz blanco ilumino por completo. Unos segundos después, la biblioteca había desaparecido.

     

    Mía, Bín… ¿Dónde estamos? —el lugar en el que nos encontrábamos no era ni siquiera un poco parecido a cualquiera de los alrededores del Mar de plata. Era una extensa pradera donde el color verde reinaba y no se podía apreciar ni una sola gota de color plata. Solo había una explicación lógica del como habíamos llegado a ese aquel lugar tan diferente, estábamos dentro del libro. Pero aun siendo la única explicación, me resistía a creerlo —. ¿Estamos dentro del libro? ¿Puede ser eso posible? Pero Viktor… ¿Por qué cuando Viktor vio el libro termino en Shock y no fue transportado a este lugar?

     

     

     

     

    OFF:

    Como nos gusta crear mas y mas incógnitas, pero tengo que confesar que no supe como comenzar a cerrar la trama :c

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  24. La lucha había terminado, pero los gritos de miedo y desesperación de algunos de los integrantes del grupo seguían reinando en la habitación. Hasta el momento en que Mía, nuestra segunda profesora en la clase, tomó las riendas de la situación y dio un par de nuevas reglas para continuar con la misión. Tome a Emalie de la mano y juntos nos acercamos al grupo, esquivando los cuerpos de los hombres caídos durante la batalla, por suerte la mayoría de ellos estaba bien. Nunca superaría dañar a alguien sin saber antes si lo mecería o no.

     

    « Tiene alguien alguna idea de, ¿cómo conseguiremos llegar hasta el libro? » Las últimas palabras de la chica me hicieron darme cuenta de aunque tuviera un poco de información sobre el libro, no tenía nada que pudiera ayudarnos en la búsqueda. Por suerte, Bín tenía ese tema cubierto, y unos segundos después estábamos en camino siguiendo las instrucciones del capitán Harkat. Caminamos por lo que parecieron ser solo unos cuantos minutos hasta llegar a la entrada de los túneles, deje que mis compañeros entraran primero, odiaba el olor de esos lugares.

     

    El trayecto dentro de los túneles fue corto, pero bastante desagradable para mí nariz. Supuse que no fui era el único que la pasaba mal respecto a ese tema, ya que varios de mis compañeros cubrían sus narices y bocas con la palma de su mano. Un ruido metálico indico que habíamos llegado a nuestro destino, sobre nuestras cabezas una tapa de hierro había sido retirada de su lugar, para así proporcionarnos una entrada a la biblioteca. Las paredes del lugar eran inmensas y no había un solo rincón donde no estuviera un libro perfectamente colocado.

     

    Encontrar El libro del destino sería como buscar una aguja en un pajar, pero aun así, Bín dio indicaciones para comenzar a buscarlo. Unos minutos después, una voz fría como el hielo resonó por todo el lugar « Bienvenidos a su muerte » ¿Acaso era una broma? No estaba de humor para bromas de ese tipo así que me gire para buscar quien lo había hecho. Harkat se acercaba a la profesora castaña, nos había traicionado. Aquel hombre al que le habíamos confiado nuestra vida estaba por entregarlas al bando contrario.

     

    Los pensamientos en mi mente daban una y mil vueltas tratando de comprender aquello, pero no podía hacerlo. Deje caer el libro que sostenía para poder tomar la varita de mi bolsillo y enfrentarme al centenar de hombres que habían aparecido en el lugar, pero eso no fue necesario ya que unos segundos después, estos se desaparecieron dejándonos encerrados en el recinto. Un ligero temblor sacudió el suelo y los estantes repletos de libros comenzaron a caer. Todo era de nuevo un caos.

     

    Imitando al resto de mis compañeros, me retire del centro de la habitación hasta pegarme a los bordes de las estanterías y así poder darme un poco de tiempo para pensar en qué debía hacer para no morir aplastado. Observe que del otro lado de la habitación uno de mis compañeros hacia lo mismo pero contrario a mí, este se movía tanteando la pared tratando de encontrar una salida. Unos segundos después desapareció de mi vista ¿A dónde había ido? No podía haber desaparecido sin más.

     

    Decidí que debía ir tras él, quizá estuviera en problemas. Me abrí paso a través de la habitación utilizando "Expulso", uno de los hechizos básicos que había podido aprender a utilizar hasta el momento, para así poder mantener los libros alejados. Del otro lado de la habitación pegue de nuevo mi cuerpo a la pared y comencé a buscar el lugar por donde el chico había desaparecido, los segundos me parecieron eternos, pero al final había encontrado la puerta por la que había desaparecido.

     

    Antes de que lograra entrar, la avalancha de libros se detuvo inexplicablemente. Mía se encontraba en el centro de la habitación y al parecer había encontrado la solución perfecta para sacarnos de ese aprieto. Me separe de la pared para entrar en la habitación justo cuando alguien salía de ella, una chica de aspecto tierno, no la había visto entrar pero seguro lo había hecho durante mi trayecto a través de la habitación. Llevaba a sus hombros a Viktor, el chico que había visto hacia unos momentos y que por fin ahora reconocía.

     

    Permíteme ayudarte —le mencione a la chica mientras soltaba a Viktor de sus hombros y lo posicionaba en los míos. Caminamos hasta el centro de la habitación donde ya se habían congregado el resto de nuestros compañeros junto a las dos profesoras, la chica soltó unas palabras rápidas sobre lo que había sucedido e insto a las profesoras a destruir el libro inmediatamente— Yo creo que no deberíamos hacerlo, no sabemos lo que pueda pasar con nuestros destinos… Nuestras vidas, al destruirlo.

     

     

     

     

    OFF:

     

    Me da gusto ver que todos se están pasando por aquí.

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