Darla G Dumbledore

Darla preparándose en House of Books.

Había una sola cosa que hacía que se mantuviera firme frente al espejo mientras su elfina le terminaba de alizar el cabello, podría haberlo hecho ella con magia, pero esperaba que aquella sesión la relajara. Y la única razón por la que aceptaba estar presente en el cambio de ministro era porque no había renunciado a su trabajo, entonces, era su deber pero desde lo acaecido con su cuñada la pelirroja no estaba tranquila.

—Gracias Lualú —dijo cuándo su elfina finalizó de peinarla y se puso en pie, observando el atuendo que había elegido.

Pantalón negro, chupín, con un bordado apenas perceptible en plata y rojo en los bolsillos, que quedaban escondidos bajo el vuelo del top que había elegido,  la chaqueta dolorida estaba aún tirada sobre la cama  y botas altas hasta por sobre las rodillas. Tomó unos lentes oscuros  y lanzó un fuerte suspiro, debía ir al ministerio. Segundos después utilizaba la desaparición para llegar a las cercanías del lugar y poder ingresar a través de los cúbicu.los de ingreso de empleados, no tenía demasiados ánimos de ser más visible ese día, pero sabía que se lo debía al Malfoy.

La pelirroja atravesó el atrio mostrando su credencial y recibiendo los saludos de los distintos miembros de la seguridad que se cruzaba. Unos metros más adelante una bruja de cabellos rubios la esperaba de brazos cruzados. El saco de cuero y los pantalones del mismo material, ambos negros de Kimberly resaltaban más su pálida piel y la camisa blanca que la rubia llevaba puesta, con unas botas similares a la de la Potter Black, no se podía negar que ambas tenían gustos similares en ese aspecto.

—Hasta que te dignas a aparecer —le susurró con tono burlón la Black y Darla se permitió una risita.

—He pensado dejarte mi puesto permanentemente… creo que te las has arreglado muy bien con la gente del ex ministro¿ o no? —respondió la pelirroja con una sonrisa burlona en sus labios dirigiendo una mirada divertida hacia Kim, la que lo notó aún a pesar de  los lentes oscuros de su amiga.

—Lo sé, maldita, calla… Whisper no sabía interpretar una sola palabra de lo que le decía y eso que ambos hablamos el mismo idioma —Kim se encogió de hombros y le señaló unas sillas ordenadas al frente del lugar de la ceremonia —mira qué bonito lugar que te ha reservado el nuevo ministro, o más bien su hija, su mano derecha —una vez más el tono burlón de Kim hizo lanzar un bufido a Darla, la rubia sabía cuánto odiaba la burocracia —no te quejes, tú te dejaste engatusar y mira cómo terminaste —ésta vez la sonrisa en el rostro de Darla se borró y miró a la rubia con seriedad.

—Esos recuerdos, sabes que tienen un destino, ya los he dejado a buen resguardo —agregó mientras ambas caminaban hacia la ubicación de la pelirroja en la ceremonia —¿has podido averiguar algo del arcano? ¿Te ha respondido?

—No, pero uno de los antiguos estudiantes logré que me diera información sobre la joven que habría perdido la cordura, fue muy distinta la circunstancia, mientras que tú tengas claro que será casi como con la piedra de la resurrección… —Darla levantó una mano y la rubia calló, su gesto se había vuelto adusto y era notoria su molestia —está bien, está bien, tú preguntaste, no pensé que fuera necesario el anillo y… ya sé, mejor hablamos en casa —terminó la Black al notar la tensión en su compañera.

Tessa Brower atendiendo a @ Ludwig Malfoy Haughton

La elfina escuchó atenta las palabras que le dirigía el rubio caballero como respuesta a su consulta. Un oh, de sorpresa se dibujo en su pequeña boca, ya que, aunque sabía que la Potter Black tenía muchos conocidos y que en Nueva York todo era posible, o al menos así le había dicho Toomy, otros de los elfos de Darla, no dejaba de asombrarla. Pero no tuvo tiempo de informarle que la Potter Black no había venido ya que en ese momento aparecía la joven belga desde la zona de la librería para el público.

–Que bueno verte Lud… –comenzó a decir, callándose, al notar el poco habitual atuendo del Malfoy, sus lentes oscuros y la joven oriental que casi encaró a Tess al verla acercar al mago –vaya, ésto no lo esperaba, está en nuestro local señorita y ambos son bienvenidos –si mantenemos el orden, pensó, consciente de que sus colmillos querían asomar –¿gustan compartir un café? –preguntó señalando el área de las mesas, cómo gesto de invitación, mientras su celeste mirada se posaba en Ludwig, notando su sonrojo, seguro que él hubiera preferido encontrar a la Potter Black en el local y no a ella, pero la pelirroja parecía rehuir esos días a las obligaciones mágicas, a las multitudes o quizás solo fuera la cercanía del segundo aniversario del fallecimiento de su prometido. ¿Quién podría saberlo? Kim, quizás, aunque en verdad creía que ni la propia vampiresa lo sabía.

La joven belga miró la cercanía de la oriental, esperando que se hubiera relajado por la invitación y se volvió para sonreír a Ludwig, recordando su consulta.

–Pues por ahora va tranquilo, no sabía que vendrías, ¿Qué local has traído o se trata de promoción ministerial? –preguntó sin querer hacer una referencia clara ya que el look del rubio le hacía sospechar que quería el anonimato, aunque con semejante "guardaespaldas" ¿pasaría realmente desapercibido? 

Había pasado más de un año desde la última vez que había estado en aquel local que era para ella como su rincón escondido. Allí recurría tanto como a la Dumbledore, pero ahora no podía ir ni a su propio local ni al Castillo francés porque… ¿por qué? Excelente cuestionamiento hacia sí misma, quería aire, que no la conocieran o… la verdad es que no tenía ni la más pálida idea de qué era exactamente lo que quería. Tenía una vaga idea de que por las fechas se podía decir que sus sentimientos revueltos venían por allí pero…

Si quería no ser conocida podría haber optado por usar metamorfomagia, pero allí estaba con sus rizos rojo brillantes hasta la altura de los hombros en un corte carré. Su mirada castaña se posó en la vidriera del local en el momento en que una ráfaga de viento elevó el vuelo de su vestido negro y echó varios rizos sobre su rostro. Se quitó el cabello de la cara y avanzó dejando oír el suave sonido de los tacos de sus botas altas.

Una vez dentro del local caminó hacia el mostrador donde un elfo limpiaba unas tazas.

—Buenas tardes Midnight —saludó tras leer el gafete que la elfina tenía en su pecho sobre su costal de té de un color azul, —¿podrías llevar a mi mesa un servicio de té con galletas dulces y saladas? —la elfina hizo una profunda inclinación saludándola.

—Midnight llevará su pedido de inmediato, ¿prefiere alguna variedad de té en especial? —Darla negó, no era habitué de los té comunes, pero ese día deseaba un té con leche, pero no tenía mucha idea sobre las variedades que había.

—El que tú me recomiendes que vaya con leche, estaré en la mesa esperando, no hay problema —la elfina asintió y tal vez le iba a dar una larga lista de las variedades que podía elegir o que le recomendaba, pero ya la pelirroja había encaminado sus pasos hacia uno de los cubículos de fina madera beige que había junto a la pared más lejana, donde una ranita de lunares verdes saltaba sobre la pared desde la altura de una silla hacia la silla al otro lado de la mesa .

Se sentía cómoda, parecía que todo el lugar tenía los brillos y toques de cada uno de los dueños de los locales cuyos stands estaban desperdigados sobre el verde del lugar. Sheila se había puesto su abrigo y hundió las manos en los bolsillos mientras caminaba observando. La seguridad se notaba en el lugar, no los culpaba, desde el ataque de la inquisidora todo se había ido desbordando hasta convertirse lo que era ahora. Y ni contar con el atentado contra el hospital inaugurado recientemente. Era una pena, aunque decían que los medimagos habían actuado prontamente, y el equipo de seguridad había sido eficiente para salvar al presidente y a la directora del hospital, aunque no se podía decir lo mismo para prevenir el ataque, con demasiadas características no maj.

La joven Bennett levantó su mirada y observó los carteles luminosos de cada tienda,  pero antes su mirada se posó en el cielo, notando el hechizo metereológico aplicado. Quizás sí había sido innecesario su abrigo, pero estaba cómoda. Volvió su verde mirada de regreso a los carteles de las tiendas, preguntándose qué tipos de servicios profesionales brindaría la primera que vio, aunque no le causó tanta curiosidad como la del Trastero, la cual se acercó a ver, parecía que había pilas de objetos mágicos curiosos, como para todos los gustos en verdad.

Unos metros más allá había un restaurant, con el curioso nombre e Shadowhunters, un bar más allá parecía no ser original de Gran Bretaña, ya que su nombre, Bratvá le hacía pensar más en lejanas tierras, o cercanas, si se veía hacia el oeste. Ars y Vita parecía tratarse de una tienda dedicada al espectáculo, y siguiendo la línea de las artes estaba la siguiente, de nombre curioso también, como Aura de Thestral, las obras exhibidas en la entrada en realidad son espléndidas, a Sheila le encantaría ser tan buena, pero las artes no son lo suyo, se promete que volverá e incluso se pregunta si podrá comprar alguna de esas obras tan bellas.

Sí, piensa dedicar un tiempo a recorrer y conocer cada uno de los locales que hay en el Mercado Público, pero por lo pronto su mirada oliva se posa en el cartel que ha distinguido un poco  más allá, House of Books. Se trata de la librería a la que ha mandado su curriculum y la han citado para una breve entrevista, aunque por lo que ve, ya hay gente y ahora distingue no solo el mostrador central donde una pareja espera ser atendida, sino las dos alas de la tienda, una con estante con libros y otras con mesas dispuestas como en una pequeña cafetería. Y ahí le entran los miedos, ella nunca ha laborado de moza, solo para su familia. Pero toma coraje y encamina sus pasos hacia la tienda.

Planilla de Compras Normales para Personajes:

ID:  34050
Nick: Darla Potter Black
Link a la Bóveda Trastero: 105746
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 78114

Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --
Fecha: 2022-09-15

Objeto: Poción Multijugos.
Puntos:  160
Precio: 8.000 G

Objeto: Veritaserum.
Puntos: 160
Precio: 8.000 G

Total de puntos: 320
Total de Galeones: 16.000 G

Planilla de Compras Normales para Personajes:

ID:  34050
Nick: Darla Potter Black
Link a la Bóveda Trastero: 105746
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 78114

Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --
Fecha: 2022-05-12

Objeto: Alfombra Voladora.
Puntos:  160
Precio: 15.000 G

Objeto: Salvajes Magifuegos Weasley.
Puntos: 160
Precio: 8.000 G

Total de puntos: 320
Total de Galeones: 23.000 G

Planilla de compras para PERSONAJES

ID: 34050
Nick (con link a la ficha): Darla Potter Black
Link a la Bóveda Trastero: 105746
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 78114

Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
Nivel Mágico: 65
Fecha: 2022-09-15

Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio
Criatura:  Bola de Fuego Chino
Puntos: 160 P
Precio: 15.000 G

Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio
Criatura: Colacuerno Húngaro
Puntos: 160 P
Precio: 15.000 G

Total de puntos: 320 P

Total de Galeones: 30.000 G

Me declaro culpable, porque ayer iba a pasar y no lo hice, pero bueno, ya te había torturado por otro lado saludándote y eso de dejarte una marca mía por cada red social que existe, es exagerado no? Me alegro pasaras una jornada tan bonita y espero que el año que inicias sea fantástico. Un beso enorme niño, stqm 

Bueno, el que me ha leído sabe que no me convence para nada el que se tenga dos o más cargas en foro, por eso me ha llevado tanto tiempo decidirme por quién votar, casi que esto me cierra antes de que pueda pasarme, sí, sí, exagerada, pero es que no sé si el horario que veo es el del foro o el mío xDD. Así que bueno, sé que todos son bastante capaces en lo suyo, pero bueno, debo elegir a uno no? Así que teniendo en cuenta lo que trabajamos juntos, y confesando que en la decisión fial me dejo llevar por el afecto de los recuerdos de tempestad, mi voto va para Kaori.

Los ojos de la pelirroja pasaron de  su cuñada y Matt hacia donde habían quedado los restos de la explosión que los del servicio de la embajada estaban limpiando con magia. Aquello la hizo reaccionar, Matt y Ada habían arreglado la fuente de la explosión y eran los restos de ella, los que habían quedado fuera y los que ahora se estaban llevando los del servicio los únicos que podían conservar pistas del origen de la explosión y posible atentado contra la embajadora francesa o alguno de sus invitados, porque no podía descartar eso.

Unos chillidos perforaban sus oídos mientras ella observaba con atención a donde llevaban o desaparecían de allí los restos de la explosión. Debía ir a por ellos. Las palabras de Adrián le llamaron la atención y lo miró ¿de qué buenas costumbres hablaba?

—¿No se pierden? ¿Seguro? —las palabras le salieron en automático y en realidad no sabía lo que estaba diciendo o a qué estaba respondiendo, su mirada y la mayor parte de su atención estaban puestas en los que limpiaban los restos externos de la explosión. La pregunta de Adrián llegó como entre algodones, lo miró y pasó su mano suavemente por el brazo de él.

—Debo ir a por esos restos, luego si quieres me buscas —en sus ojos había una expresión de agradecimiento por la forma en que él la había cuidado, pero era hora de que ella actuara de nuevo como lo que era.

La vampiresa sonrió e hizo una inclinación para luego dirigirse con velocidad hacia donde estaban fuera los del servicio de la embajada y comenzó a hablar con uno de ellos, pidiéndole información de qué habían hecho con los restos, para ir a investigar qué había causado la explosión, además alguno de ellos podía decirle algo de lo que habían visto y ella se había perdido por estar en los jardines.  Darla tomaba nota mental de lo que los miembros del servicio le contaban, sobre cómo había explotado la lámpara y que les parecía haber visto algún fantasma, aunque no estaban seguros porque en teoría habían sido todos restringidos por lo ocurrido un año antes.

Tesas Brower en el futuro mental diez años delante 

Las preguntas surgían una tras otra y los presentes olvidaban algo, Darla la utilizaba para canalizar la historia, pero ella estaba allí como ellos, porque había participado de la aprehensión de Goldor. Tess observó a Ludwig, él revisaba los libros como si buscara la respuesta allí. Por un momento le pareció loco hasta que notó que era la sección de historia, aunque el mago no compartió lo que había leído en aquel libro.

–Solo puedo decirles lo que estamos viviendo, así como Gol… –se calló, –el mortífago fue marcado también lo fue él –señaló hacía Ludwig sin mencionarlo.

Todo lo que estaba ocurriendo era para ella casi tan nuevo e insólito como para ellos, aunque Darla ponía en su mente ideas que sospechaba que ellos no podían saber. La azul mirada de la belga se dirigió a la puerta donde la campanilla había sonado. Una pareja acababa de entrar, nada inusual en un local comercial si no fuera que las gabardinas que llevaban eran idénticas aunque de distintos tonos. La mujer se adelantó hacia donde estaba Dennis y el hombre saludó mientras seguía hacía Ludwig. 

Tess iba a decir que el local estaba cerrado cuando una nueva pareja de magos ingresó al local, con idénticas gabardinas que la pareja anterior. Estos dos se dirigieron hacía ella y Luna y de pronto todo fue un gran desmadre. Tal cual Tess había sospechado al verles, el cuarteto formaba parte del antiguo escuadrón de aurores que tenían a cargo la vigilancia y seguridad del Callejón. Vestidos a la vieja usanza eran precisamente magos y brujas entrenados a la antigua escuela especialistas en el combate cuerpo a cuerpo y el uso de la magia Uzza. Y parecían dispuestos a utilizar esos conocimientos mezcla de mágicos y muggles contra el grupo reunido en el local de House of Books, la primera que atacó fue la bruja que se había acercado a Dennis.

@ Dennis Delacour  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ noe_snape  @ Luna Gryffindor Delacour

Darla atravesando portales en la Malfoy.

Decisiones… muchas veces, casi siempre, implican asumir una responsabilidad. Darla sabía que el ataque que se hubiera organizado contra la comunidad mágica ante la total desaparición de Goldor hubiera sido algo difícil de medir. Sin embargo, en ese momento dudaba si no hubiera sido buena idea llevarlo al Caleuche. ¿Por qué? Porque había comprobado algo muy particular. El mago había hecho la llamada, y estaba segura que no solo una vez. Y sin embargo…

Darla estaba en aquella colina observando, en silencio, pensando en lo que había visto, desde donde estaba veía una vez más su figura invocando el erumpent y notaba como el corpus patronus se dirigía hacia donde su olfato le indicaba había un ser vivo. Pero no le había atacado a menos que él lo hubiera hecho primero o intentado atacar a la Potter Black, Ludwig o Noe. Desde donde estaba observaba una vez más aquella escena, se movió despacio, no podía intervenir, no era notada, pero no quería arriesgarse que hubiera alguna fisura de la magia que hiciera notar su presencia en el pasado.

Los minutos transcurrieron y una vez más vió sus ataques a Goldor y la histeria de la Gryffindor. El amor hace cosas extrañas, si lo sabría ella. Estudió a Ludwig y como la cercanía de él y la bruja mostraban más de lo que se había permitido ver antes de abrir el portal al pasado gracias a sus conocimientos de historia de la magia y runas antiguas, combinados con la magia uzza. ¿Por qué había elegido un tiempo y no un lugar al abrir el portal? Bueno, si había elegido un lugar, el más alejado del jardín, pero con buena vista. El momento del pasado era porque necesitaba estar segura y ahora lo comprobaba. Ella creía que Goldor tenía todo el apoyo de la Marca, pero tras su desaparición y aún habiendo llamado a los suyos, los que habían respondido al llamado fueron pocos.

Cuando estaba a punto de abrir el portal de regreso al tiempo actual, tras su propia partida y la de Noe. Se detuvo. [Salvaguarda Mágica], dio un paso delante y se quedó helada, ahora había un vacío en el lugar por lo que se apuró a invocar una vez más el [Haz de la Noche], era hora de volver al tiempo actual, pero esta vez en un lugar seguro. Mientras atravesaba el portal sintió se dio cuenta que había estado a punto de entrar en la magia del futuro pero que era imposible sin una conexión a él. 

Lualú, elfina de Darla, atendiendo el stand de  

Lualú estaba sentada en un banquito alto tras el mostrador principal, llevaba un delantal blanco con las coloridas letras del local bordadas en la pechera. En cuanto sonó la campanita se estiró en todo su alto para poder atender desde tras el mostrador al recién llegado. Tess no había estado muy segura de que en un stand fuera necesario poner una campanilla, pero ésta estaba allí, con magia e insistencia de la elfina, que decía que le traía bonitos recuerdos de su hogar y la belga no había podido decir que no.

La elfina observó al mago con atención, alto, rubio, bien vestido con un traje al estilo neoyorkino y anteojos oscuros. Inclinó la cabeza, intentando recordar, las facciones estaban disimuladas bajo los lentes y el traje pero había algo en él que le resultaba familiar y le venía a su mentecita una fiesta en el primer piso, la planta alta, del local.

—Bienvenido, Lualú lo saluda, ¿buscaba a alguien en especial? —preguntó la elfina mirando con curiosidad a la acompañante oriental del hombre.

Tess se encontraba revisando la computadora que había hecho colocar, había logrado combinarla con magia y ésta era la fuente de su energía, sin necesidad de corriente eléctrica, lo que era bueno por ahora, porque no quería llenar de cables el lugar. Bastante con haber tenido que tomar algunas medidas muggles de seguridad contra incendios, aunque ya tenía las mágicas con polen de lirios de fuego, pero la mala idea de contratar algunas cosas con proveedores no mágicos.

—Listo —dijo cuando, tras la revisión, verificó que todo funcionaba de maravillas y el programa era lo bastante amigable para que quien buscara un libro pudiera encontrar el registro del mismo con todos los datos y hasta podía solicitarlo, ingresando sus datos para el pago y envío.

Revisó una vez más que todos los estantes estuvieran en orden, como si Lualú no se hubiera encargado de ello, la elfina se había vuelto algo obsesiva y según Darla era por la cercanía al aniversario, faltaba menos de un mes. Pero era algo que a Tess le parecía extraño, nunca había imaginado elfos enamorados y no había llegado a conocerlos, por eso no entendía el concepto del amor tan profundo ni lógico.

Una voz familiar se dejó escuchar desde la parte del frente del stand y la rubia se preguntó qué estaría haciendo en ese momento por allí, en plena campaña. No creía fuera él realmente, ¿o sí? No le envidiaba el puesto al que aspiraba, dudó, unos segundos, sabiendo que la elfina lo atendería, pero se puso de pie y tomó la chaqueta del respaldo de la silla en que había estado trabajando, se la colocó sobre la camisa de un amarillo pálido y se dirigió hacia donde estaba el mostrador de ingreso.

@ Ludwig Malfoy Haughton

Tess en el ilusionismo de diez años en el futuro

La mente de Tess reaccionó de manera sorpresiva, aquella sensación de que el mundo a su alrededor no era el real, le recordó por unos segundos el por qué estaban allí. Darla había introducido en su mente los verdaderos recuerdos de lo que ocurriría tras la captura de Goldor, las malas decisiones y supuestas traiciones. La rubia se estremeció entendiendo que era inútil buscar un entendimiento real sobre aquello. Suspiró y decidió que aquello ya no valía la pena, pero lo que la Potter Black le mostró le sorprendió aún más, su fidelidad y sacrificio a costa de que existiera un mundo mejor del que les estaba mostrando habría si se dejaban arrastrar por la nada.

Tess abrió los ojos de su mente y los de su cuerpo en esos diez años hacia el futuro.

—Vamos a un lugar seguro pero de hoy —respondió Tess y apuntó hacia Ludwig con la varita —enervate —esperaba que aquello fuera suficiente para poder retornar hacia el lugar seguro que ella tenía en mente Fulgura Nox pensó logrando invocar mediante el Haz de la Noche un portal que los llevaría hacia la mansión Malfoy, o al menos ese era el lugar al que Darla le había indicado que debían ir, aunque ella no lograba saber por qué lo consideraba más seguro que la Dumbledore o el propio House of Books, era obvio que los lugares seguros de la Orden ya no existían desde el momento en que Ludwig había llevado al más seguro de ellos a Goldor diez años atrás. La magia de Darla había sido poderosa, más unida a la de Goderic que había utilizado también la suya para borrar la mente del mortífago. Pero quizás todo había sido inútil.

—Llegamos —dijo Tess mientras esperaba que pasara el último del grupo asegurándose que nadie más los siguiera antes de que el portal se cerrara.

—¿De quién fue la mala decisión de hacer desaparecer a Goldor? ¿O sería peor la de dejarlo libre? ¿Quién creen que pagará las consecuencias de esas decisiones? —preguntó la rubia con los ojos medio en blanco, reaccionando para volver sus ojos azules hacia los demás tras que la mente de Darla la liberara tras un breve lapso de utilizar el escendia.

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Dennis Delacour  @ noe_snape  @ Cillian Haughton  @ Luna Gryffindor Delacour

Sheila había decidido moverse de Virginia a Nueva York, era verdad que el pequeño pueblo en que se había criado era lo que la hacía ver como la más pueblerina del mundo, pero la curiosidad y sus deseos de lograr más con la magia la habían llevado a la llamada gran manzana. Sin intención alguna de darle un mordisco, pero allí estaba. Hacía meses vivía en un departamento modesto, muy modesto, cuya renta había sustentado en un primer momento trabajando para el   Departamento de Transportes y Deportes Mágicos y posteriormente había conseguido una plaza en una tienda de plantas y pociones mágicas para muggles. Su dueña, una bruja inteligente pero práctica había iniciado la venta de pequeños “accesorios” para el amor. Y había ido creciendo.

Sheila igualmente no perdía su esperanza de volver a trabajar algún día en el MACUSA y, por qué no, abrir su propia tienda especializada en herboristería. No por nada había manejado en el pasado el invernadero de la familia. Por eso, el ver en el periódico que habría una especie de feria de locales extranjeros y que uno de ellos recibiría curriculums para trabajar durante los francos de sus empleados fijos, le pareció una idea genial. Así fue como la joven Bennett se decidió a mandar el suyo. Y ahora, con más ánimos aprovechaba su día libre para ir a visitar los locales, aunque no la hubieran contactado del local al que había enviado su curriculum, después de todo, era bueno tener algo divertido y novedoso que hacer en Nueva York, aunque allí siempre había qué hacer.

Con un vestido violeta sencillo, zapatos al tono y una bandolera cruzada, la joven Bennett levantó un abrigo, por si regresaba tarde y alguna brisa otoñal la sorprendía, ya que el invierno estaba más cerca de lo que hubiera deseado en realidad. Una vez más, como en el pasado tomó el metro, al estilo no maj y se bajó en la estación de Central Park North y caminó hacia la zona en que las publicidades indicaban que estarían los stands y distinguió varios de ellos ya organizados. Bien, no había llegado tan temprano como su compañera de departamento le había dicho que llegaría.

@ Kaori M. no sería 5to, no llego a 5 secundarios

Si te fijas en el topic principal lo explicaba.

Los secundarios son:

1. Kimberly

2. Catherine.

3. Gianella.

4. Tessa 

Scarlet dejó de ser secundario y es de nuevo Alter ego con Darla.

mi voto es para @ Sean -Ojo Loco- Linmer  porque es neutral (al menos mientras lo dejen), porque como dijeron en las postulaciones, sería divertido verle debatirse entre ser un contrabandista mafioso y hacer lo correcto al gobernar un país, aunque no pueda moverse de al lado de su humano manejante al ser un poltergeist, supongo que Dermohn deberá hacerse cargo de trabajar (por una vez en su vida) y porque como le dije a Ky, por algo tiene un T4, es activo, tiene ideas, intentó integrarse a absolutamente todos los roles habidos y por haber e intentó en su momento integrar ambos bandos, sus ideas  no son malas y me encantaría ver cómo m***** se las arregla si gana. 

Era gracioso, caminaban en silencio de la mano de regreso al salón en el que la música se sentía cálida y ya no tenía ese aire sensual que había hecho que quién viera a la pareja imaginara una situación más sexual de lo que realmente había terminado ocurriendo. Lo gracioso, pensaba Darla mientras iba de la mano de Adrián que cualquiera que los viera volver de los jardines, tomados de la mano, pensaría que venían de un momento íntimo. De hecho lo había sido, pero de otra manera, no la intimidad de una pareja momentánea y salvaje, que se eleva con el fuego de un cerillo recién encendido, sino que lo de ellos era como una charla larga y profunda que se prolonga en el tiempo y el espacio.

Quizás por ir razonando esas tonterías la pelirroja no fue la primera en reaccionar, el sonido de la explosión fue claro y el jalón de Adrián protegiéndola con magia y físicamente también. Agradeció de corazón que el mago hubiera estado más atento que ella, lo abrazó cuando caían y sintió el golpe en sus manos pero leve, el hechizo había hecho efecto justo a tiempo.

Lo que la dejó un poco sin aire fue sentir el cuerpo que la cubría protegiéndola, ¿cuándo había sido la última vez que alguien se había expuesto por ella?

–Gracias –susurró en el cuello del mago, respirando agitada, más por la extraña sensación de tener toda la anatomía sobre ella, lo puso en perspectiva y casi ríe, ahora si podían decir que había tenido a Adrián sobre ella, aunque no dentro.

–Estoy bien, ¿Y tú? –la respuesta vino físicamente y con sus suaves palabras casi como de docente explicándole lo que haría.

–Sí, cuidado –había pequeños restos de vidrios en ambos, ella se sentó y se quitó varias y le ayudó, tal cual él lo hacía, ya que ambos tenían en sus espaldas, aunque los episkey apenas fueron necesarios. 

Sonrió ante su gesto y le tomó la mano, agradeciéndole por ayudarla a ponerse en pie. Y fue tras él, su cuñada estaba allí y si le pasaba algo no se lo perdonaría.

Adrián se mostró preocupado, preguntando a Ada si se trataba de un atentado. El rostro de Darla se oscureció, no podía creer que hubieran atentado contra la Dumbledore. Ella y Matt habían arreglado los desperfectos.

–Si necesitas ayuda del Servicio de Seguridad de Inglaterra, me hago cargo de traer aurores para reforzar la seguridad, aunque no desee invadir tu territorio para nada. 

En ese momento la pelirroja se preguntó si no convendría permanecer más junto a su familia. Quizás debería dejar su posición en Inglaterra para ayudar a Francia. Aquella idea pasó fugazmente por su cabeza, segundos antes de hacer un gesto de agradecimiento al Blackner por ayudar a Ada.

El líquido que había bajado desde sus labios por su garganta lograron lo que pensaba había perdido hacía algún tiempo: estabilidad y cordura. Bueno, al menos así se sentía, más viva, más cuerda, más estable. Pasó suavemente la lengua por sus labios saboreando… no estaba segura si el roce o la bebida, bueno, no estaba tan estable como quería.

Oh… Adrián acababa de hacer la pregunta mágica. Se tomó unos segundos para acomodar ideas y explicarle esperando no le clavara una estaca en el corazón. Él parecía más preparado y ansioso, lanzó una serie de preguntas sin darle tiempo siquiera a responder la primera.

Para cuando abrió los ojos tuvo la sensación de haberse perdido algo importante. Adrian repetía su nombre, quizás pensando que se había dormido y en los labios de su amigo había una sonrisa que no sabía si quería entender.

–Adrián… vamos por partes ¿si? –respiró profundo –no sé qué tanto sabes de horrocruxes pero si conoces de historia sabes que ya hubo un horrocrux humano. Yo soy otro, Scarlet me convirtió primero en su horrocrux y luego en vampiro. Hay veces que ella toma el control de mi cuerpo y aunque físicamente puedes verme si ella no utiliza metamorfomagia no sabes que no soy yo, éramos, somos, casi idénticas –acarició sus labios en un gesto pensativo –Scarlet le tuvo miedo a lo que las pociones de Ernest podían hacer –pensó en las preguntas que le había hecho luego.

–Eran hechizos y pociones que en sus viajes consiguió Ernest, no son muggles, creo. El hechizo del cristal te hace ver las cosas de forma tal que le dices a la gente "verdades" que pasan por tu mente sin ningún filtro –hizo un esfuerzo para recordar la maldición –maldición oscura –susurró mientras en su mente volvía a ver la escena de Ernest con la poción dorada, el cabello rojo de Darla y la poción oscura, sintió que respiraba agitada –el humo empezaría a cubrir a toda la gente en la fiesta y en los alrededores y se cumpliria el transportar a todos a un lugar en donde si yo quisiera nadie sabría que son magos y tendrían otras personalidades –Darla levantó la mirada que se había posado en la mesa y dejó que la metamorfomagia coloreara sus mejillas al encontrar los ojos de Adrián –no son mis palabras, son textuales las que me dijo Ernest.

Nunca entendería la relación que la unía con el joven Dumbledore, desde que habían trabajado juntos en Inquisidores hasta su enfrentamiento en San Valentín un par de años atrás, hasta ahora, era como un tire y afloje.

–El cabello mojado en la poción dorada del verdadero amor detiene los efectos de la oscura, que la creó la reina malvada que odiaba a Blancanieves –se encogió de hombros aún más sonrojada que antes intentando mantener la mirada de Adrián.

–¿Qué más quieres? –preguntó aún nerviosa, recordando aquellos detalles de su charla con Ernest y las pociones –digo, saber –desvió su mirada hacia Robin, pero no fue buena idea, él mantenía esa sonrisa que la hizo sonrojar aún más y se preguntó porqué se había dejado llevar por sus impulsos, sus instintos o lo que fuere, debía intentar dominarse pero había algo que se lo impedía, extendió la mano para tomar la de Adrián y se frenó a mitad de camino y la dejó caer sobre la mesa, sosteniendo con fuerza una servilleta entre sus dedos.

@ Adrian Wild

Tess y Darla en House of Books - Callejón Diagon, Londres.

–¿De verdad confías en mí? 

–Por supuesto que sí y no sé por qué lo dudas, además tú ya has vivido allí y si necesitas más ayuda aparte de la de los elfos puedes contratar a alguien local.

Tess escuchó a Darla y sonrió, abrazándola. Luego de su experiencia en el Torneo y de que sus amigas debieran hacer horas extras para volverla a la vida, se sentía agradecida de que aún confiaran en ella.

Tessa y Lualu -elfina de Darla- en el Stand de House of Books - Central Para, New York

Así fue que Tess y Lualú viajaron a Nueva York con el objetivo de manejar el Stand de la librería en aquella ciudad. Habían instalado varios estantes con libros, una sección muggle o no maj, cómo decían allá, contenía novelas, libros de estudio e infantiles, lo mismo que en el sector mágico. Y habían recurrido a tener una computadora no maj, desde la cual se podía buscar un libro, por autor, título o tema, entre otros datos y se obtenía los datos necesarios para buscarlo en las estanterías o solicitarlo en el mostrador.

Cómo el espacio no era tan grande a primera vista, la tienda era doble, al centro el mostrador, a la izquierda de la entrada la librería y a la derecha una pequeña pero surtida cafetería donde tomar un té o un café mientras se revisaba los libros que se deseaban comprar o ya hubieran comprado.

–Bueno, Lualú, creo que ha quedado genial. Incluso es posible que no sea necesario contratar a la chica que te dije, aunque tengo un par de currículum que han enviado y hay una joven bruja que estudio en Ilvermorni que sería ideal para cuándo queramos tomarnos un día.

La elfina sonrió e hizo una leve inclinación.

–Si a la Señorita Tess le parece bien, Lualú estaría feliz de ayudarlas a ambas, no necesita descansos.

–Todos los necesitamos pequeña, ya veremos –dijo la joven vampiresa mientras le daba una afectuosa palmada en el hombre –sin ti no lo hubiera logrado acomodar tan bien.

Darla manejando sus poderes de ilusionismo

La pelirroja movió su varita, hacía demasiado tiempo que no utilizaba por tan largo lapso los poderes de su clan de oscurus. Hacía muchísimos años atrás, cuando era subcomandante del clan y éste era presidido por Saya, les había hecho esa “broma” a Mey y la propia Saya, ahora, no era una broma, era una forma de intentar hacer entender a varios de los involucrados las consecuencias de sus actos. Claro que esta vez eran magos y brujas que, aunque tenían casi tanto poder como su mentora, en conjunto lo superaban. Mantener la ilusión le estaba costando.

Tess en el ilusionismo de diez años en el futuro

Se detuvo de golpe y casi lanza un hechizo al hombre que acababa de aparecer junto a ella, la rubia lanzó un insulto en francés y miró con sorpresa a Ludwig.

—¿Ludwig? ¿qué haces aquí? ¿cómo es posible? —la joven se calló y escuchó las palabras del mago y palideció —no lo menciones, no… —miró para todos lados mientras levantaba la varita y observó con malestar lo que acababa de ocurrir a unos metros de ellos un gran número de cracks marcaba la aparición de un grupo de aurores armados con varitas y armas de fuego muggles.

—Maldición Lud, su nombre está marcado como el de Voldemort antaño, todos sus seguidores que veneran sus restos lo llaman así… detritus —la rubia se apresuró a protegerse como al mago, ahora todo dependía de lo que ocurriera —debemos irnos… al local… ya no hay lugares seguros… —gritó jalando de un brazo al mago mientras los “aurores” les apuntaban.

—¡Alto! ¡En el nombre de su majestad y el primer ministro mágico estáis detenidos!

—Apuraos o terminamos en Azkaban solo si hay suerte… —la verdad es que no había mucho juicio para los seguidores de Goldor en el último tiempo.

Darla en los tiempos actuales.

La pelirroja cerró los ojos y presionó con fuerza la varita en su mano. Le parecía doloroso tener que enfrentar a sus amigos a aquella realidad alterna tan peligrosa en la que casi parecía un reflejo de una dictadura ejercida para que la gente se comportara bien a costa de su propio libre albedrío, para evitar de esa manera la delincuencia, tanto mágica como muggle.

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ noe_snape  @ Cillian Haughton  @ Dennis Delacour  @ Luna Gryffindor Delacour

Me parece interesante y vengo con ganas de hacer algo que sea light y de paso intentar hacer algo por el local:

Nombre: House of Books
Rubro: Librería con cafetería 
Link: https://www.harrylatino.org/forums/topic/116381-~-house-of-books-~-mm-b-103943/

Ficha para indicar que se finalizó una Mazmorra:

Participantes:

Nick 1: Darla Potter Black
Link al perfil: http://www.harrylatino.org/user/34050-scarlet-akane/
Nivel del Personaje: 65
Link a la ficha: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78108
Link a la bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78114

Mazmorra:

Título de la Mazmorra: La Torre del Dragón
Link al Topic abierto para realizar la Mazmorra: https://www.harrylatino.org/forums/topic/118085-la-torre-del-dragón/
Link al Topic abierto para realizar la Mazmorra foro alterno: https://rolhl.foroactivo.com/t142-la-torre-del-dragon#14199

La rubia había sellado la puerta del cuarto piso y haciendo maniobras muy cerradas fue descendiendo la escalera de caracol aún montada en la escoba Nimbus 3000. A cada paso fue cerrando las puertas que iba dejando atrás ya que por un momento tuvo miedo de que el dragón pudiera aparecer por alguna de ellas pero un par de minutos después, o seo le parecieron a ella, eternos minutos, llegaba al hall de entrada y salía al exterior de la puerta de la Torre del Dragón.

Miró por unos segundos sobre sus espaldas y luego alzó vuelo hacia el cielo de Nueva Guinea. Pero no llegó muy lejos ya que antes de que sobrepasara las copas de los árboles un crack, marcó su desaparición. Algo muy loco pero era típico de la joven Brower, desaparecer en pleno vuelo para aparecerse segundos después en tierras norteamericanas, con la capa de invisibilidad sobre su cuero.

Al llegar a la sede del Macusa fue inventariando lo que había conseguido para ellos, después de todo, tenía pensado cobrarles algo extra por el hecho de tener que haber enfrentado a aquel dragón. Después de todo, ellos no tenían por qué saber que ella había querido tomar aquella misión precisamente para poder tomarse una revancha del Torneo de los Tres Magos.  Lo que le hizo recordar que tenía pendiente una charla con el joven pelivioleta representante del Colegio de Ilvermorny, precisamente. Quizás podría tomarse unos días más en Estados Unidos para saber de él.

Tessa estaba en las oficinas del Macusa y dejando a un lado su escoba y su mochila, tras la revisión de su varita, sacó la carpeta de Elphias Doge de su mochila y sacó las cuatro hojas conseguidas, guardándose para ella el sobre y la carpeta y colocando las hojas del libro, junto con el registro, dentro de una carpeta con el logo del Macusa. Finalmente, tras firmar el reporte, el recibo de la documentación que entregaba y obtener la dirección de un buen hotel, se marchó.

Reporte de Recompensas:

Por cada página del libro de Albus Dumbledore:

• Primer piso superado y encontrada la página: 500 G.
• Segundo piso superado y encontrada la página: 500 G.
• Tercer piso superado y encontrada la página: 500 G.

Por vencer al Gran Drakan: 500 G + drop según el resultado de la última tirada (posteo Décimo).

• Si el resultado es < 6 -- 2000 G

Total 4000 G

Décimo posteo (dados): Lanza los dados una última vez para determinar las recompensas otorgadas por el Gran Drakan y por el MACUSA