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Aleera Lux Evanik Malfoy

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Mensajes publicados por Aleera Lux Evanik Malfoy

  1. ..:: MAZMORRAS - ALTA DE OTTO. ::..

    Detectamos que hace semanas las curaciones de Otto le faltaban un rol. Dado que el sanador a cargo no está activo en la planta continuo el mismo. Cualquier duda a mi Skype ;)

     

    Aleera caminó tranquila por aquel pasillo. Llevaba tiempo desde que no le tocaban días tan extenuantes como aquel y en los que la resistencia física se ponía a prueba. Sus pies la condujeron de regreso al ala mas tranquila donde se hallaban las salas de internación. La misma enfermera que horas antes había hablado con ella la recibió.

     

    -Por acá Señora, la llevaré con el paciente -dijo la mujer precediéndola- lleva semanas, las heridas sanaron, está con vida pero mantuvo la debilidad. Al no tener autorización de un superior solo nos abocamos a mantenerlo estable.

     

    -Sí, me temo que hubo muchos cambios y esto era factible que ocurra. Voy a necesitar me traiga una mesa de pociones, vamos a ver si podemos hacer algo por él.

     

    Ingresaron a la sala y Aleera examinó a Otto mientras que la enfermera cumplía la orden. Efectivamente el mago estaba vivo, dormido en ese momento, pero no presentaba signos visibles de deterioro alguno, el personal de San Mungo era el mas calificado, no había duda. La enfermera regresó con el pedido, una mesa mediana con ruedas que tenía muchas botellas de distintos tamaños y colores, algunas mas viejas que otras, pero todas dispuestas a ser usadas. Ella se abocó a trabajar y en unos minutos, quizá un cuearto de hora, logró obtener una mezcla perfecta.

     

    -Esto va a bastar. Es una poción fuerte, energizante, herborizante y reabastecedora de elementos formes, parece algo anémico y no quiero correr riesgos. Dejelo dormir y que beba esto al despertar, si por algo no responde en minutos no dude en llamarme. Le dejo el alta para el mago, estaré en la planta.

     

    La Malfoy giró sobre sus talones saliendo por la puerta. Dejaría que Otto descanse y confiaba en que la enfermera se aseguraría que beba hasta la última gota de la pócima así tuviera que obligarlo (aunque esperaba no llegar tan lejos). Se marchó circulando lentamente por el pasillo.

  2. ..:: MAZMORRAS - ALTA DE LISA::..

     

    Aleera sonrió al escuchar las palabras de Lisa, los Dorados ojos de la bruja brillaron mientras contemplaba con afecto a la Mago Oscuro, -Me pregunto cuando será el día que dejes de meterte en problemas?- cuestiono Aleera al tiempo que le examinaba para estar segura que se encontraba mejor de salud y parecía que así era, -Pues parece que sabes bien el proceso pequeña- añadió sonriéndole amorosamente.

     

    La joven Mortifaga camino hasta la mesilla en la cual habitualmente preparaba las pociones que daba a beber a los mortifagos, primero empezó a mezclar ingredientes y a mover la varita para obtener la posición Re abastecedora de sangre y de inmediato repito el proceso para esta vez crear la poción herbovilizante, una vez que estuvieron listas, tomo una en cada mano y avanzó hasta Lisa.

     

    -Sin trucos ni males caras eh- le dijo guiñándole un ojo y fingiendo un gesto severo en su rostro, mientras la Weasley tomaba las pociones Aleera se dispuso a firmar el alta, los papeles estaban con ella así que observo como la joven a regañadientes bebía los brebajes que ella le diera, una vez hecho esto, una vez más Aleera le sonrió y firmo el papel entregándoselo.

     

    -Esta por demás decirte que no quisiera verte pronto, sé que regresaras, así que nos veremos pronto- le dijo la Sanadora mientras posaba su mano derecha en la cabeza de la joven en un gesto de cariño, el trabajo se seguía acumulado en el hospital y tal parecía que las cosas seguirían así, un suspiro escapo del pecho de Aleera mientras caminaba pensativa por el pasillo.

  3. ..:: MAZMORRAS - ALTA DE MAY Y CURACIÓN DE LISA::..


    La sanadora sonrió a la joven base, tenía razón, si quería sobrevivir en las siguientes batallas debía aprender a ser un poquito mas rápida. Preparó las pociones necesarias para su total curación y mientras la Malfoy las bebía, ella se limito al papeleo. Completó el formulario con el alta y lo intercambió por los vasos vacíos.


    -Espero que tardes en volver-Fue la respuesta de la ángel caído.


    May salia ya por la puerta sana y salva. Aquel día parecía eterno. Ni bien Zack y May habían abandonado las instalaciones y ella se disponía a sentarse, una nueva enfermera se acercaba solicitándola. Había mas pacientes y de ella dependía hacerse cargo. Era su deber como jefa de planta.


    -vamos, traela por favor


    Las enfermeras intercambiaron las camas y la sorpresa fue encontrar el cuerpo sin vida de su hermana reposando a su espera. Aleera no dejo pasar mas tiempo y alzo su varita empezando la lluvia de episkeys que sanaron las heridas de la vampiresa. Odiaba verla en aquel estado. Luego se aboco a un viejo hechizo que devolvia las almas al cuerpo. La lengua muerta de aquel hechizo pocos la conocían, pero era lo mas eficiente.


    -enervate-exclamo con fuerzas para culminar aquello. Lisa volvio a la vida.

  4. ..:: MAZMORRAS -ALTA DE ZACK::..

     

    -¿Sangre? ¿Vampiro, cierto? -consultó sonriendo ante la obviedad

     

    Se giró yendo hasta donde reposaban las pociones y los demás ingredientes. Revolvió un momento mientras que buscaba la bolsa indicada. La sangre no era una opción, al menos no como tal, sin embargo, tras mucho tiempo de experimentar un grupo de sanadores y especialistas de la división de criaturas habían desarrollado la sangre sintética. Era ideal para casos como este, una gota contenía 3 veces los elementos formes de un donante humano y por ende la recuperación era mas rápida.

     

    -Toma, creo que te va a ser algo diferente pero te sentiras mucho mejor. -dijo entregando la sangre en una copa, pareciendo un vino viscoso- ¿sentís algún malestar extra?

     

    Mientras el Rowle bebía aquella sangre ideal para reponerse, mejor que lo que le harían las clásicas pociones ella se limito al papelerío. Completó el formulario con el alta y lo intercambió por la copa vacía.

     

    -Bien, creo que sos mas feliz ahora que te dejo en libertad ¿cierto? que tengas un lindo día, Zackito

  5. ..:: MAZMORRAS - SUMANDO ATENCIÓN A ZACK COMO SEGUNDO PACIENTE ::..

     

    Mientras esperaba que la hechicera reaccione una enfermera acercó otra cama con un cuerpo sin vida. Aleera ayudó a colocar un biombo entre ambos para otorgarles privacidad y, sin mas, se dedicó a sanar al Nigromante. Alzó la varita mientras que los episkeys rodeaban al mago sanando cada una de sus heridas, las visibles y las internas que podría llegar a tener. Pasaron unos minutos, la enfermera aplicaba ungüentos y Aleera hechizos. Al cabo de un momento ambas dieron un paso para atrás.

     

    La Malfoy ahora le tocaba lo mas dificil, resucitarlo. Aquella cuestión requería todas sus fuerzas y el máximo de su concentración, sería la tercera de ese día, que parecía ajetreado. Comenzó a recitar un hechizo en una lengua muerta, muy antigua, mientras que florituras ovaladas rodeaban el cuerpo descubierto del Rowle. Finalmente la sanadora apuntó al pecho del Black y exclamó con ganas.

     

    -¡Enervate! -sonrió- Bienvenido al mundo de los vivos

  6. ..:: MAZMORRAS - ATENCIÓN DE MAY ::..

     

    Apenas acababa de atender a Radamantys, le hubiera gustado quedarse mas allí, quizá lograr un momento para hablar con el Slytherin pero una enfermera los interrumpió. Había una paciente mas esperando hace tiempo por un sanador y ella, enseuecida por sus sentimientos, había pasado de largo. Por dentro se reprendió. Se acercó al mago plantando un delicado beso y se marchó en silencio tras indicarle que había unas batas para que se cubra mejor.

     

    Al llegar observó el pacífico rostro de la mortífaga que, sin vida, aguardaba por curarse. Examinó las heridas, quitó las prendas y se dispuso a una banda de episkeys que fueron cerrando cada herida interna o externa. Poco a poco parecía que no había mas que un sueño profundo que abrazaba a la mujer. Aleera se preparó, respiró profundo y se dispuso a la parte mas complicada de su labor, la resurrección en si.

     

    Alzó la varita dibujando amplios círculos sobre la joven, murmuraba constantemente y con rapidez un viejo conjuro en una lengua muerta, el único, para ella, capaz de regresar la vida. Continuó hasta que el cuerpo de la joven mostró estar envuelto en una neblina blanquecina y apuntó al pecho de la hechicera al tiempo que exclamaba.

     

    -¡Enervate!

  7. ..:: MAZMORRAS - ATENDIENDO A RADAMANTYS ::..

     

    El mago comenzó a despertar, tomar consciencia, el color regresó a su rostro y la temperatura de su cuerpo parecía mas normal. La mirada del demonio recorrió el lugar, era evidente que había reconocido a la sanadora, quizás incluso había sentido aquella muestra de cariño. Actuó como si nada, como si no fuera a caer sobre él.

     

    -¿Cómo te sentís? -consultó en un tono de voz musical y suave mientras se acercaba. Las manos tibias de la Malfoy se posaron a ambos lados del rostro del Slytherin y observó las pupilas, la respuesta que tenía- Parece que todo es normal. Puede que estés algo confundido por un rato pero va a pasar.

     

    Aleera giró acercándose a la mesa donde una variedad de botellas contenían los ingredientes para las pociones mas complicadas del mundo mágico. Empezó a trabajar en silencio aunque pronto, sin darse cuenta, una melodía comenzó a salir de sus labios llenando con suavidad la habitación. Mezcló, agitó, calentó, hasta combinó distintas cosas y usó la varita para convocar una botella pequeña que se encontraba fuera del alcance de sus manos. Le tomó unos minutos largos culminar el brebaje y al hacerlo parecía algo cansada.

     

    -Toma, necesitas beberlo todo -indicó entregando un vaso largo y grande-, te aseguro que no sabe tan mal como otras veces, tiene sabor a chocolate. Un toque de mi propia creación. ¿Alguna molestia?

     

    Mientras el mago obedecía ella completaba los papeles que acabaron con una firma. Separando un trozo de pergamino lo extendió al mago con delicadeza sonriendo. Ya era libre, sabía que era lo que él deseaba, salir de ahí y hacer correr la sangre de aquellas basuras que lo habían atacado o que solo regalaban la magia como dulces de Halloween.

  8. ..::MAZMORRAS - ATENDIENDO A RADAMANTYS::..

     

    Habían dado un par de pequeños pasos cuando el sistema de alerta se activó. Un nuevo paciente llegaba a la planta, y dadas las circunstancias, era la prioridad. Aleera se giró y regresó a la parte central. A cada paso que daba acercándose a su destino podía sentir la presencia familiar que la rodeaba y presionaba, sabía de quién se trataba, y solo se dignó a apurar el paso. Encontró el cuerpo quieto, aun algo tibio, recostado en la camilla. La imagen le adelantó lo peor pero su profesionalismo era primero. Movió la varita y la camilla se metió en la sala mas cercana.

     

    -Por la calva de Voldemort, malditos pollos... -dijo en un susurro tan bajo que practicamente no era mas que un pensamiento. Apuntó con su varita al cuerpo del mago y las ropas desaparecieron. Colocó una bata encima protegiéndolo y apuntó- Episkey, episkey...

     

    Una a una las heridas cerraron y ella una vez que acabó llevó una mano delicada a la cabeza del mago corriendo los cabellos oscuros de su rostro. Le encantaba verlo dormir, aunque también despierto. <<La pagaran, lo juro>> pensó y besó la comisura de los labios del demonio. Se irguió y con su varita en alto empezó aquel procedimiento que abarcaba toda la esencia del mago. Murmuró en una antigua lengua muerta las palabras de aquel hechizo que finalizaba el trabajo y apuntó al pecho.

     

    -¡¡Enervate!! -exclamó

  9. ..:: MAZMORRAS ::..

     

    La pila de carpetas con el historial de los pacientes había crecido en la semana que ella estuvo ausente. Tanto tiempo sin Jefe en la planta habían algunas que faltaban registros y era hora de ponerlas al día. Mientras las velas se consumían Aleera continuaba pasando viejos tratamientos, hasta que se detuvo en una carpeta en particular. Según lo que allí veía, una de las sanadoras que ya no trabajaba en la planta, habían dejado un paciente sin alta. Seguramente se trataría de un error, no podía ser que nadie haya detectado en tanto tiempo un paciente sin terminar su tratamiento.

     

    Con algo de esfuerzo se puso de pie, acomodó la bata que ahora debía adaptarse al globo de su estómago. Avanzó por el pasillo, atravesó el hall central y, finalmente, arrivó a la otra ala de las mazmorras. Allí había habitaciones reservada para los pacientes que debían quedarse mas tiempo para acabar el tratamiento. Una enfermera servicial se acercó ofreciendo su ayuda.

     

    -Busco un paciente, no tengo certeza que esté acá pero... -no iba a dar mas explicaciones-. Su nombre es Otto

     

    La mujer se sorprendió y buscó en sus registros, eran pocos los nombres, parecían no llegar a cinco personas. La enfermerá sonrió y asintió con alegría, parecía que le molestaba que un paciente que no estaba grave aguardara innecesariamente.

     

    -Si, Señora, por acá, por favor -la guío camino a la sala

  10. Mientras aguardaba que despertara recibió el mensaje de su hermana, amiga, compañera. parecía que Nurmengard estaba con algunos inconvenientes que podían beneficiar a sus prisioneros mas que a sus dueños. La Malfoy pensó en una respuesta afirmativa sabiendo que Lisa recibiría el mensaje. Una vez que hubo regresado su atención a la joven que era su presa se expresó con cierto fastidio. La mujer no parecía mucho mas interesada por el lugar de lo que estaba la Malfoy quien sin embargo mantuvo su tranquilidad.

     

    -Me preguntaba no sólo qué hacer contigo, sino con el crio este -señaló al niño que cargaba en brazos y que se habían llevado del hogar Tonks junto con la madre. La criatura aún tenía rastros de sangre de las heridas ya curadas de Sunar.- Podría matarlo, entregartelo o darlo a una familia que lo críe lejos tuyo y de los tuyos para protegerlo de un futuro traídor como el que llevas. Sería mi obra de bien del mes, quizá del año entero -expresó.

     

    Aleera había sido madre, de hecho en ese mismo momento en su vientre un pequeño demonio crecía haciendo de las suyas y despertando sentimientos encontrados en su persona. Meció al pequeño para asegurarse que no despierte, no soportaba la idea de los llantos replicando en los muros de piedra de Nurmengard.

     

    -¿Quieres dormir? ¿Es mas importante tu sueño que este niño? ¡Perfecto! Y haganse llamar los buenos, si la comunidad viera la escoria que son los defensores de la luz compartirían nuestra idea que ustedes venden la magia a cualquier idi*** que camine lo suficiente. -respondió en un tono sin ánimo pero con una seguridad tan dura como aquellos mismos muros que las rodeaban

  11. ..:: MAZMORRAS ::..

     

    Si algo tenía que reconocer es que de golpe alguien había presionado un acelerador, parecía que la vida había tomado velocidad, y ahora iba a toda marcha para adelante. Los sucesos uno tras otro la tomaban con grata sorpresa, quizá mechados de algunos días grises, pero nada opacaba por completo la gratificación que sentía en esos días. Sus pasos a medida que resonaban sobre la pulida superficie de mármol la acercaban a su oficina. Algunas enfermeras saludaban, otras solo realizaban un gesto de cortesía, eran pocos los que realmente la identificaban.

     

    Se detuvo ante la puerta de su oficina, examinando con detenimiento la nueva placa en ella, y pasó los dedos acariciando la superficie. La madera de aquel objeto brillaba tanto como el suelo, aún así, el trozo dorado de metal que la identificaba, era quien mas resataba. Su nombre completo estaba escrito y debajo el cargo que le habían confiado. En aquellos días de ausencia alguien había hecho aquel cambio ya que recordaba un plástico provisorio en los últimos días previos a su salida. Sonrió, se veía lindo, tantos años trabajando duro y ahora tenía la posibilidad de ayudar con mayor profundidad, en especial a sus compañeros que eran su familia.

     

    Abrió la puerta con delicadeza y debió llevar una mano a los ojos para cubrirse de la inesperada claridad ¿Qué era eso? Tuvo cuidado y al destaparse supo qué sucedía. Sin escatimar en trabajo la oficina había sido remodelada por completo. Ahora presentaba ventanas, falsas por supuesto, pero por ellas se colaban unos realistas rayos de sol que invitaban a imaginar una tarde de primavera. Sonrió, no pudo mover sus pies en un principio hasta que, como una niña, salió corriendo hasta el portal. Era falso y a la vez tan real que pasó unos cuantos minutos observándolo en detalle. De ahora en mas podía cambiar el paisaje, la claridad y también el clima, aquello era sensacional.

  12. La Evanik apareció a las afueras de Nurmengard. Delante de ella, gracias a un hechizo levitatorio, llevaba el cuerpo sin vida de una mujer, Sunar, flotando a poco del suelo, asegurándose que no se golpee con nada. En su mano derecha la varita, en la izquierda un niño que se había dormido en sus brazos y en su espalda la katana. No la había podido hacer desaparecer, luego de convocarla por primera vez, aunque fuera innecesaria, se sintió unida de un modo especial. Parecía como si aquel objeto hubiera estado allí esperando por ella desde siempre, a que la bruja estuviera lista para tenerla.

     

    Avanzó por los pasillos de Nurmengard en busca de una celda vacía. Encontró una al fondo que le gustó, no sabía qué era lo que la hacía especial pero le gustaba. Había un colchón, algo fino y viejo, pero parecía mejor que muchos. Dejó con cuidado el cuerpo allí, la resucitó con una serie de hechizos y con una pócima, pues debió cerrarle las heridas y quemaduras primero y luego se detuvo en la entrada con el bebé en brazos. Aún no sabía qué hacer con él.

     

    -Vamos niña... despierta

  13. Hola, hace tiempo que no me pasaba... Vengo por la pregunta 1 de Zackito. Según tengo entendido cuando estás en prisión y salís en rescate, ya sea por tus propios medios o rescatado por tus compañeros, sos libre completamente. El único caso en el que salís y debes ir a SM es que no te rescaten y pasen los 5 días, en tal caso llegas muerto a mazmorras o planta 5 según corresponda el estado en que te atraparon.

    De todos modos es mejor que uno de los liderosos nos venga a aclarar, quizá cambió alguna regla y yo me lo comí. Y últimamente la linda de Sallycita anda leyendo cada mísero post de SM buscandole la quinta pata al gato para que no sea válido tal o cual cosa.

     

    *deja abrazos para todos y todas*

  14. ..:: MAZMORRAS::..

     

    Había pasado unas cuantas semanas alejada del mundo mágico. Un poco los deberes, otro poco su salud, lamentablemente había ocupado su puesto como Jefa de mazmorras por escasos días. Aquella mañana se dispuso a regresar, sabiendo que los trabajos y papeles pendientes podrían tener un tamaño considerable. Llegó al callejón como de costumbre esquivando la basura que los muggles abandonaban en esa callejuela sin saber la importancia de uno de sus edificios, para ellos no era mas que una vieja tienda de ropa cerrada, y se acercó a la vitrina.

     

    -Aleera Lux Evanik Malfoy, Sub directora -anunció al maniquí, fingiendo que observaba el vestido del año del centenario que lucia aquel muñeco

     

    De inmediato recibió el visto bueno y atravesó el vidrio. la sensación era como la de meterse bajo las aguas de una caída natural, fría, fina y que te envolvía, sin embargo, no había tal cosa, era solo como se percibía el atravesar un vidrio encantado. En perfectas condiciones apareció en la recepción del Hospital, mucha gente aguardaba su turno o iniciaba la jornada aquella mañana. Desapercibida, tras pasar por la cafetería y apropiarse de una taza de café, Aleera se metió en uno de los ascensores sola. Cuando su mano acaricio los botones del elevador apareció uno nuevo, mas abajo, al centro de la placa y en vez de un número solo tenía dibujada una calavera familiar, la marca tenebrosa.

     

    Presionó aquel botón, emitiendo la orden de llegada a su planta. Fue un viaje corto que cuando abrieron las puertas se halló en una parte del hospital evidentemente distinta al resto. Allí no había ventanas, no era el color blanco inmaculado el que predominaba, el gesto de los que rondaban por aquellos pasillos era mas duro, brusco y marcado que en el resto de la edificación, evidentemente ser un mortífago no era para cualquiera.

  15. Aleera estaba aún sorprendida por la noticia mientras que el elfo temblaba por ser el portador de tan malas nuevas. La mirada esmeralda de la Evanik estaba helada inserta en un punto muerto de la nada misma mientras que sus facciones delicadas se tensaban en un efecto que no solo amplificaba su belleza sino que sembraba miedo suficiente para no cruzarse en su camino. Sintió el llamado y supo de inmediato que le pedían ir por su hijo.

     

    No lo dudó, la máscara dorada apareció de inmediato sobre su rostro amoldándose como una segunda piel, perfecta, lisa y brillante. Ocultaba perfectamente su identidad. La varita aferrada con firmeza en su mano derecha y cuando estaba a punto de salir el elfo la detuvo señalando a una pared. Allí estaba una katana, brillante, nueva, limpia… no se parecía en nada a la que había visto en otros ángeles caídos, esta estaba hecha especialmente para ella. Traía detalles muy delicados que combinaban con su personalidad

     

    Desapareció de la fortaleza para dirigirse a Venezuela, mas precisamente Médanos de Coro, en el estado Falcón, en la jurisdicción de los municipios Miranda, Colina y Falcón, en el noroeste de Venezuela . Allí se hallaba según los informes la prisión de Abaddon y allí rescataría a su hijo y compañeros.

     

    -¿Listos? Esto no parece que quiera ser fácil, chicos –dijo mientras que con Etoile, su hija, iniciaban la marcha. Al llegar a la planicie mágica que debían atravesar Aleera alzó la varita exclamando con seguridad.

     

    -Detritus –la capa de magia los rodeo por completo a tiempo protegiendo a los mortífagos de las tormentas que, de repente, se avalanzaron sobre ellos. La arena, la nieve, el fuego y finalmente el huracán mas grande que haya presenciado en su existencia. Pero ninguno fue suficiente contra aquel poderoso hechizo. Así pasaron las 4 ferocidades y ellos salieron airosos gracias al poder de la magia oscura que le habían confiado. Avanzaron un poco mas dispuestos a enfrentar las siguientes dificultades que se les presentaran. No sería nada nuevo, estaban dispuestos a ello y mas

  16. Aleera estaba aún sorprendida por la noticia mientras que el elfo temblaba por ser el portador de tan malas nuevas. La mirada esmeralda de la Evanik estaba helada inserta en un punto muerto de la nada misma mientras que sus facciones delicadas se tensaban en un efecto que no solo amplificaba su belleza sino que sembraba miedo suficiente para no cruzarse en su camino. Sintió el llamado y supo de inmediato que le pedían ir por su hijo.

     

    No lo dudó, la máscara dorada apareció de inmediato sobre su rostro amoldándose como una segunda piel, perfecta, lisa y brillante. Ocultaba perfectamente su identidad. La varita aferrada con firmeza en su mano derecha y cuando estaba a punto de salir el elfo la detuvo señalando a una pared. Allí estaba una katana, brillante, nueva, limpia… no se parecía en nada a la que había visto en otros ángeles caídos, esta estaba hecha especialmente para ella.

     

    Con sus armas en mano desapareció de la fortaleza para dirigirse a Venezuela, mas precisamente Médanos de Coro, en el estado Falcón, en la jurisdicción de los municipios Miranda, Colina y Falcón, en el noroeste de Venezuela . Allí se hallaba según los informes la prisión de Abaddon y allí rescataría a su hijo y compañeros.

     

    -¿Listos? –dijo mientras que con Etoile, su hija, iniciaban la marcha. Al llegar a la planicie mágica que debían atravesar Aleera alzó la varita exclamando con seguridad.

     

    -Detritus –la capa de magia los rodeo por completo a tiempo protegiendo a los mortífagos de las tormentas que, de repente, se avalazaron sobre ellos. La arena, la nieve, el fuego y finalmente el huracán mas grande que haya presenciado en su existencia. Pero ninguno fue suficiente contra aquel poderoso hechizo. Así pasaron las 4 ferocidades y ellos salieron airosos gracias al poder de la magia oscura que le habían confiado. Avanzaron un poco mas.

  17. ..:: MAZMORRAS -ALTA DE MERI ::..

     

     

    -debo dejarte, nos vemos luego, Bro -se despidió la Evanik y se dirigió de regreso con su otra paciente.

     

    Llegó a la sala donde una de las enfermeras revisaba a la joven Haughton que esperaba recostada sobre la cama. Aleera entró con una amplia sonrisa mientras tomaba la carpeta donde dejaría asentado los procedimeintos para su sanación. Parecía haber salido todo bien y solo le restaba las pociones.

     

    -Bienvenida de regreso, bonita ¿Estás bien? -consultó revisándola- Veamos...

     

    Preparó lo necesario para la pocima que devolveria sangre y fuerzas. Por unos buenos minutos mezcló distintas sustancias, aplastó con el mortero, sacudió, rayó y midió los ingredientes necesarios hasta alcanzar la consistencia deseada. No era la mas apetitosa, aún no traía sus reservas desde la planta cinco, pero al menos cumplia bien la función.

     

    -Bebe todo esto y podrás ir a casa, toma, entrega esto a la tríada cuando salgas. Ya estás bien.

     

    Aguardó a que le devuelva el vaso vacio y la despidió a la espera de un nuevo paciente. Parecía que en mazmorras la actividad era constante, extrañaría los momentos de siesta.

  18. ..:: MAZMORRAS - ATENDIENDO A KURT Y MERI ::..

     

    Culminadas las atenciones a Evarela, y habiéndola despachado, se había decidido a regresar a ver a su hermano. Esperaba que el mortífago haya vuelto en si, o debería repetir el procedimiento, quizá algo se le había escapado y aquella idea la atormentaba, ella era muy cuidadosa en su labor. Mientras iba de regreso pasó por una sala donde encontró una enfermera atendiendo a una mujer.

     

    -¿Qué sucede? -consultó asomando la cabeza

     

    -Señora, justo iba a llamarlos. Está muerta y severas heridas, he quitado las prendas sucias y puesto una bata de las de hospital. Puse poción bactericida para limpiar algunas heridas pero... hasta ahí. -respondió la enfermera mostrando el cuerpo de una mujer joven, Meri.

     

    -Oh... ya veo, creo que nuestros amiguitos han estado activos ¿no crees? -respondió mientras se enlistaba- Vamos a sanarla...

     

    La seguidilla de episkeys no se hizo esperar, por donde pasara su varita las heridas cerraban cediendo lugar a piel nueva, rosada y radiante como la de un bebé. Luego seguía lo mas importante y quizá mas demandante del proceso, la resurrección en sí. Aleera dibujó unos óvalos sobre el cuerpo mientras murmuraba un viejo hechizo en una lengua muerta. Una neblina perlada cubrió el cuerpo de la joven Haughton hasta cubrirla y luego ella apuntó al pecho de su paciente exclamando -enervate

     

    -¡Doctora! -una voz la atrajo nuevamente a la puerta de entrada- ¡Despertó!

     

    Supo que se trataba de su hermano, así que encargando a la enfermera que cuide un momento de Meri salió a toda prisa del salón para ir al cuarto contiguo. El mortífago estaba con gesto de aburrimiento y harto esperando pero se encontró con la mirada severa de su hermana.

     

    -¿Te parece bonito? Darme ese susto... te mereces una poción mas horrible de la habitual solo por espantarme de ese modo, Kurt -lo regaño aunque poco a poco cedía a sus emociones y mientras volteaba a preparar la pócima un par de lágrimas brotaron de sus ojos- diablos... soy una llorona...

     

    Con el dorso de la mano limpió su rostro mientras que la otra entregaba las pociones al vampiro. Finalmente utilizó la vuelapluma para completar las fichas y alta que entregó al Ravenclaw cuando éste devolvió el vaso vacío. Lo abrazó fuerte, aunque sabía que no podía hacerle ni el mínimo daño.

     

    -No vuelvas a asustarme así...

  19. ..:: MAZMORRAS - CURANDO A EVARELA Y ENTREGA DE ALTA ::..

     

     

    La mayoría de los pacientes odiaba estar allí, Aleera lo sabía, así como también que Evarela no sería la excepción. La líder se incorporó de pronto y ella atinó a estirar las manos para sujetarla pero no fue necesario. Parecía tener plena noción del lugar, tiempo y situación, lo que le indicó que el procedimiento había sido no solo el adecuado sino certero.

     

    -Tranquila, no hay que apurarse o podes tener un bajón de presión -le indicó sonriendo tranquila- ¿perderte de algo? mmm... el postre del almuerzo fue flan... amo el flan.

     

    Aleera revisó a su amiga un rato. Corroboró reflejos, movimientos y recorrió con su varita cada articulación asegurándose que no haya mas daños que se le hayan pasado. Un poco mas conforme, volteó en busca de las pociones. Nuevamente aquel proceso regular, preciso y demandante. Debía mezclar las cantidades justas, del modo adecuado, para tener exactamente la mezcla deseada que ayude a su paciente.

     

    -Y finalmente, el momento que mas te gusta de esta rutina -bromeó entregando el vaso con la poción que ayudaría a revitalizar su cuerpo-, fondo blanco de una y sos libre. ¿Alguna molestia que quieras que revise? -Aleera completó los formularios, dejando de último aquel que debía dar a la Haughton, el alta, el cual firmó una vez que tuvo de regreso el envase vacío- Todo tuyo, toma, no olvides consultarme cualquier duda, hermosa.

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  20. ..:: MAZMORRAS - ATENDIENDO A EVARELA ::..

     

    Mientras se mantenía al lado de su hermano, alguien ingresó a la sala. La enfermera parecía cansada y quizá algo asustada de la presencia de una nueva sanadora en el sector, una a la que pocas veces había visto. Sin embargo, predominaba el bien de los pacientes y se dirigió a la Evanik con total integridad.

     

    -Señora... tenemos mas pacientes, ¿puede? -consultó

     

    -sí, ya mismo voy, por favor quédese con el caballero y avíseme si despierta. No lo deje ir. -respondió Aleera

     

    La Evanik salió de la sala para entrar a una contigua donde encontró el cuerpo sin vida de su líder Evarela. La elfina a su lado parecía nerviosa, preocupada, como si la hubiera perdido para siempre. La Malfoy se acercó y colocó una mano sobre la criatura para tranquilizarla.

     

    -Estará bien, solo espera por acá -le indicó apartándola un poco e indicándole un banco alto que había cercano a la puerta. La Nigromante continuó con su trabajo observando el cuerpo de la Haughton. Aunque no veía heridas a simple vista no se saltaría los episkeys. Comenzó a recorrer con la vwerita todo el cuerpo de la mujer mientras pensaba el hechizo que cerraba todas la heridas, internas o no, asegurando una pronta recuperación.

     

    Luego llegaba lo mas dificil. Aleera alzó su varita dibujando amplios óvalos sobre su amiga, casi madre, mientras recitaba constante y cansinamente un viejo hechizo en una lengua muerta que le permitiría recuperar el alma a su cuerpo. Por unos minutos parecía aferrada a ese movimiento hasta que cuando todo parecía sucumbir ahí apuntó al pecho exclamando -enervate

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  21. ..:: MAZMORRAS – ATENDIENDO A KURT::..

     

    Apenas controlaba con la mirada como Mía se marchaba de San Mungo. Aquello iba a ser difícil si sus hijos y amigos iban a ser sus pacientes habituales, mas el amor por el bando y por su trabajo debía predominar, poner todo de ella para sacarlo adelante y ayudar de un modo aún mas comprometido. Nuevamente, casi de la nada, se sorprendió.

     

    Encontró el cuerpo de un mago sobre una de las camillas, seguramente esperando su turno para ser atendido. El hombre parecía estar muerto y seguramente al acercarse reconocería un rostro o máscara cercana. Con aquella sensación en el pecho dio los pasos hasta llegar a su lado, descubriendo a su hermano como la víctima. Cerró los ojos y acarició los cabellos del Ravenclaw con cariño antes de ponerse en movimiento a la misma sala de la que había salido.

     

    Se dispuso a empezar las curaciones. Su rostro mostraba las líneas de concentración que demandaba la labor que llevaba a cabo. Los episkeys se repetían en su mente uno tras otro mientras que la varita recorría el cuerpo del joven, con la posibilidad de sanar hasta heridas que no pudieran verse fácilmente de una. No le importaba mas que salvar a su hermano aunque le costara la vida.

     

    Aleera alzó la varita, comenzó a moverla dibujando unos óvalos que abarcaban toda la extensión del cuerpo de Kurt. Mientras ese movimiento se llevaba a cabo la sanadora empezó a repetir suavemente, cada vez mas rápido, y en una lengua antigua y ya muerta un conjuro. Una neblina que parecía menos que gas líquido, blanca, comenzó a rodear el cuerpo como envolviéndolo hasta que ella se detuvo mostrando unas señales de evidente cansancio. Apuntó al pecho y exclamó con todas sus fuerzas:

     

    -Enervate

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  22. ..:: MAZMORRAS - CURANDO A MIA ::..

     

    Había dado resultado y la joven resgresaba a la vida. Un gesto de alivio se dibujo en el rostro cansino de la demonio al tiempo que la Black se incorporaba sentandose. Aleera extendió los brazos, esperaba sujetarla en caso que se mareara pero por fortuna su hija era una mujer fuerte y aquello no ocurrió. Tras el agradecimiento la sonrisa en el rostro de la Evanik se iluminó, ampliandose como nunca para abrazarla suavemente.

     

    -Siempre que me necesites, hija -respondió

     

    Tras aquello, y para no incomodar a la joven, volteo a la busca de las pociones. Comenzó la mezcla, midiendo, pesando, pasando por mortero y añadiendo mas y mas sustancias raras que algunas hasta sacaban humo. Una de ellas logró una pequeña explosión pero nada que no estuviera en los planes. A los pocos minutos Aleera tenía en su mano un vaso alto de vidrio con una sustancia que parecía jugo recien exprimido de naranja, aunque a pesar de tener temperatura ambiente largaba un humo misterioso.

     

    -Bebe esto, mi niña, te aseguro que te dará todo lo necesario para que regreses a casa sin el mínimo problema. -entregó el vaso esperando que su hija lo beba mientras completaba todo el aburrido papelerío y rematando la acción al firmar un trozo de pergamino que certificaba la curación.- Toma cielo, con esto lo entregas a la tríada

  23. ..:: MAZMORRAS - CURANDO A MIA ::..

     

     

    -Honestamente te lo agradecería -respondió Aleera a su compañera sabiendo que cualquier ayuda para dar con sus compañeros le sería mas que útil.

     

    Las sanadoras continuaban con la charla, mechaban las obligaciones con aquellas cosas personales que una compartía con sus amigas. A ambas les venía bien un descanso después de todo lo que habían pasado y de lo que les esperaba. Fue que llegó el momento del llamado, una enfermera joven de cabellos alborotados llegó golpeando a la puerta, parecía alarmada y temerosa de quien fuera a recibirla.

     

    -Pasa, está abierto. -respondió la Evanik tras recordar que se hallaba en su nueva oficina y sabiendo que los mas probable era que fuera para ella.

     

    -Disculpe la molestia pero... hay pacientes. La sanadora Ryddleturn anda con uno de ellos y hay una mujer esperando -soltó a modo atolondrado forzándose para sostenerle la mirada a la castaña.

     

    -Perfecto. Yo me encargo -se dirigió a Anna con una sonrisa- disculpame un momento, ya regreso.

     

    Sin mas salió de la habitación mientras se acomodaba la bata. Era incómodo que aquellas prendas se adapten a su nuevo cuerpo disimulando las formas, pronto ya no habría mas que pasar a otros talles y cortes. Caminó por el largo corredor que a pesar de la limpieza como todo hospital parecía estar en el sitio mas tétrico que pudiera imaginar, respiró profundo, debería acostumbrarse a perder la luz del sol. Finalmente llegó a la cama donde encontró a una joven hechicera de cabellos rubios y máscara plateada, negó, controlando la ira que brotaba dentro suyo.

     

    -Es mi hija -dijo en un tono seco mientras movía la cama a una de las salas para atenderla con mayor privacidad.

     

    Aleera pasó la varita mientras repetía una serie de episkeys para cerrar cualquier herida que pueda escaparse a la mirada. No había tiempo que perder, era confuso pasar mucho en el limbo, así que la varita no paraba de recorrerla. Finalmente se convenció que tenía hasta curaciones de mas y se dispuso a la parte mas dura y demandante. Alzó la varita y comenzó a dibujar unas esferas ovaladas que abarcaban el largo del cuerpo. A una velocidad casi anormal repetía en un viejo dialecto el hechizo mas potente que un sanador pueda conocer, el que era capaz de regresar el alma o esencia al cuerpo. Pasados unos minutos que parecía acabarían con la nigromante sanadora ésta apuntó al pecho de la Black.

     

    -Enervate -exclamó

  24. ..:: MAZMORRAS – CONOCIENDO CON ANNA ::..

     

    Ambas tomaron asiento y se dispusieron a la charla con una taza humeando entre las manos. Aquel era uno de los pocos momentos que el trabajo brindaba para un pequeño deleite personal, aún así, estaba con un ojo atento a lo que pueda surgir. Las palabras de Anna fueron recibidas por Aleera en un gesto de comprensión y asentimiento.

     

    -Te entiendo, pero alguien debe hacerlo, y vos que sos tan dedicada sos la indicada, Ann. Imagina la labor en las manos de alguien que no sea atento o que se descuide ¿Qué pasaría con los pacientes, personal y los problemas que surgen sin desearlos?

     

    Aquello era algo en lo que Aleera había pensado mucho, el crecer en puesto, como les había pasado a ambas era algo complicado, sin embargo, era necesario por los mismos pacientes que disfrutaban de cuidar. La Evanik asintió y luego dijo.

     

    -Las lechuzas las envié a primera hora, ni bien supe de mi cambio. No sé qué pasó. Una enfermera me confió que Paprika anda con licencia pero se reincorpora en breve… el resto… ¿crees que haya pasado algo? Supongo lo sabríamos, las malas noticias se esparcen rápido –añadió aunque las últimas palabras sonaron inseguras y preocupadas.

  25. ..:: MAZMORRAS – CONOCIENDO CON ANNA ::..

     

    Ingresando a la oficna, ambas sanadoras, observaron alrededor. Era cierto que las diferencias se notarían. Una sensación de corriente de aire parecía apropiarse de aquel mágico rincón y, por un instante, Aleera se estremeció. Sacudió la cabeza despejando aquella idea que no le agradaba y escuchando la pregunta de Anna.

     

    -¿Si me gusta? Supongo –dejó escapar una risa sincera mientras separaba una silla y pasaba la varita para limpiarla ofreciéndola a su compañera- toma asiento, algo encontraré para que tomemos. Me encanta, a decir verdad, la sanación es lo único que me hace bien cuando todo parece descontrolarse, lo único que me sale mas natural que respirar. Vi a San Mungo desde sus inicios cuando era una clínica en condiciones muy precarias… Ahora estar acá, entre ser subdirectora y tener la responsabilidad de ayudar a nuestro bando de esta forma… ¿Cómo podría renegar de esto? Creo que es el sueño de cualquiera…

     

    Tomó una vieja tetera que por la apariencia perteneció a uno de los subdirectores pasados y, al mudarse, había quedado archivada en un rincón. A su lado reposaban dos tazas una de ellas con una pequeña rajadura y ambas pertenecían a juegos diferentes. No importó, la varita las recorrió (junto a la tetera) dejándolas disponibles para su uso. En pocos minutos la Malfoy se sentó junto a Anna y convidaba una taza humeante para contrarestar el ambiente inhóspito de aquella oficina.

     

    -Le tengo que hacer varios cambios, creo que mi elfo deberá ocuparse así yo solo me limito a los pacientes y los sanadores. Creo que nunca te pregunté ¿Cómo te sienta el trabajo de Directora?

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