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Aleera Lux Evanik Malfoy

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Mensajes publicados por Aleera Lux Evanik Malfoy

  1. Aquello era extraño. Jamas imagino que estar muerta,en circunstancias tan adversas, podía incluso sentirse bien. No sentía los pies hinchados, los dolores de cintura, el malestar estomacal. Era todo lo contrario lleno de nada solo algo como la paz. Le hubiera gustado la vida, solo por tener la minima chance de defendersse de ellos o de buscar molestarlos, pues la privacion de la libertad podía ser realmente aburrido. Algo extraño era el hecho que su mente parecía aún mas amplia que lo habitual gracias a su poder demoniaco. Había variadas presencias pero ninguna parecía acercarse a ella. Sintió a uno de sus hijos, deswando acercarse para asegurarse que este bien. No pudo.

     

    -podrían al menos darme la vida? -pensö para si. Aunque erabbastante tonto puesto que no era un fantasma, tampoco una bruja viva.

     

    Se ubico alli. No podia alejarse de su cuerpo ni tampoco lo deseaba. Esperaba que la muerte no afecrara al bebe aunque lo tendria que haber pensado antes debacudir anun asalto. Mas su familia mortifaga era muy importante como para negarse a ayudar o, como pensaba en ese momento, a meter la pata hasta el huesito dulce.

  2. Había muerto como buena tonta. Al parecer estaba mucho mas oxidada de lo que pensaba, pues antes de poder tomar la primer bocanada de aire las cosas ya estaban en su contra. Hubiera deseado ver el camino hasta la prisión, en comparación, esta vez la cargaron con un poco de mayor cuidado. No podía hacer nada, su cuerpo estaba a merced del hombre o de cualquier fenixiano.

     

    Supo, de algún modo, que su cuerpo al tocar el suelo frío fue encadenado. Manos, tobillos, ellos la amarraron al suelo como si fuera una bestia peligrosa. Una mujer en su estado, e inconsciente, era peligrosa para ellos. No le sorprendía, pensaba que ellos eran en verdad cobardes, cobardes con suerte. No podía hacer mas que esperar allí, inerte, sin vida a que alguien se apiade y le devuelva la vida. Le de una oportunidad para hacer algo.

  3. ..:: QUINTA PLANTA -HERIDAS Y RESURRECCIONES DE NEUTRALES - ATENCION A LAIMI (#177) ANTES DE LO SUCEDIDO EN CAFE TACUBA ::..

     

    Tras curar a una de sus compañeras en mazmorras y haber entregado a una de las enfermeras la muestra de sangre, era hora de regresar. Subió al elevador presionando el botón plateado con un enorme 5. A pesar de haber sufrido cambios, aquel piso se mantuvo intacto gracias a los esfuerzos de sus empleados. Esquivó el espejo de la cabina mientras respiraba aquel aire viciado de los lugares cerrados y cuando ya estaba insoportable las puertas se abrieron.

     

    La alarma sonaba casi constante, eso era señal que se estaba perdiendo de la acción en las calles de Ottery. Aleera chasqueó la lengua y, confiada en sus compañeros y empleados, se encaminó a su oficina.

     

    -¡Evanik! –la voz de la enfermera Mary la sorprendió- Espere por favor, venga

     

    -¿Aún no trasladan a un cuarto a la joven? -preguntó Aleera mientras ingresaba a una de las salas con la numeración de urgencias, donde se atendían los pacientes recién llegados, pensando que encontraría a la enfermera herida por doxys- ella no es la enfermera –dijo la jefa acercándose a su paciente.

     

    -No, llegó luego, sin vida, necesita su ayuda… el resto está ocupado. No ha parado de llegar gente y todos andan atendiendo –respondió Mary algo temerosa.

     

    -Bien, yo me ocupo de ella –dijo Aleera mientras acariciaba la cabeza de Laimi- pobrecita acabar de ese modo…

     

    Mientras pensaba una seguidilla de episkeys, las heridas del cuerpo, cerraban sin cesar indicando su buen dote sanador. La Malfoy continuaba conforme y con una delicada y tranquila sonrisa en su rostro, aunque harta por el comportamiento ridículo de algún empleado sus pacientes no eran los culpables. Alzó la varita por última vez, dibujó unas florituras ovaladas que generaron un aura luminosa envolviendo el cuerpo y, al acabar, apuntó al pecho de la joven mujer.

     

    -Enervate –exclamó mientras observaba con sus orbes esmeraldas brillando

  4. ..:: MAZMORRAS -CURANDO A MERY, DANDO EL ALTA - ASISTENCIA A MAZMORRAS ::..

     

     

    Observó como poco a poco el cuerpo recuperaba su color, la apariencia, básicamente la vida. Sonrió, le daba placer cuando las cosas salían bien. La joven miró su propio cuerpo, buscando las marcas de su cautiverio, de la batalla que le había quitado la vida hacía unas horas y, al ver que no había nada parecía sorprendida.

     

    -Te queda mejor así, como nueva –explicó Aleera en un tono casi maternal-. Tomaras unas pociones que saben algo rudo pero será todo y podrás regresar a casa. Si te molesta algo no tenés mas que venir acá o a mi planta, la cinco, y me buscas.

     

    La Malfoy estaba algo perdida. Muchas administraciones desde que ella había ayudado en las mazmorras habían cambiado las pociones de lugar. Tomó como cinco botellas debiendo oler los contenidos hasta empezar a hallar las que necesitaba. Chasqueó la lengua, el aroma revolvía su débil estómago embarazado.

     

    -Bien, linda, toma estas dos raciones y estaras perfecta –entregó unos vasos con las medidas de pócimas y comenzó a garabatear en la carpeta de historial medico. De último, tomó y arrancó un trozo de uno de los pergaminos que firmó como alta de aquella visita- Con esto me hago cargo que saliste de acá en pie…

     

    Emitió una risa en forma de cientos de campanadas delicadas, su tono de voz suave y musical inundaron las mazmorras llevando un destello de calor en un lugar donde predominaba la oscuridad.

  5. El par de pisadas se sentía a medida que avanzaban. La Malfoy, como era habitual, apenas emitia el leve toc toc de sus tacos, su acompañante, un poco mas tosco, parecía querer impresionar en cada pisada. Ambos llevaban la máscara sobre sus rostros, él negra, como cualquiera, y ella dorada, su color desde hacía tiempo dentro de las filas.

     

    -Dicen que te estas hablandando otra vez, pequeña –dijo el mortífago de voz profunda a la Evanik que miraba para adelante mientras caminaba con cuidado para no tropezar-. No me gusta escuchar habladurías de vos, tenes que mantenerte mas alta.

     

    -¿Importa? –dijo Aleera y una de sus manos se enterró en sus cabellos para moverlos y desprender un brillo particular- ¿Acaso importa lo que se diga? Importa los hechos, yo prefiero ser así y trabajar. Mal no me ha ido, ya ves…

     

    Avanzaron un poco mas, el mago no continuó con ello pues el tono de la Evanik era algo elevado y conocía bien a la demonio. Cuando alguien gatillaba su temperamento era para perder, no había mas chance de salirse con la suya.

     

    -Hazme un favor, quiero saber quien fue la fenixiana que robó los libros y cómo haremos para recuperarlos. Te lo encargo, yo iré a la oficina a registrar lo del Diagon. Te veo esta noche antes de cenar en la fortaleza para limar los últimos puntos. Cuidate.

     

    Cada uno tomó un camino distinto, Aleera para su derecha, por las escaleras y, el mago, regresó sobre sus pasos para salir de Nurmengard con la esperanza de cumplir el deseo de la Nigromante que, caprichosa, buscaba recuperar lo que era suyo.

  6. http://i.imgur.com/uyfu20L.png

     

    MAZMORRAS - ASISTIENDO A LOS SANADORES, ATENDIENDO A MERY

     

     

    Había logrado alcanzar la planta baja, allí donde el hospital mágico era pleno caos, quizá por las haditas doxys y sus crias. Lo que fuera solo aturdía cuando sonó aquel aviso que no escuchaba hacía mucho tiempo. Hbaía pacientes en mazmorras y necesitaban ayuda. Pasó una enfermera corriendo con toallas y ella la detuvo.

     

    -Busque al Sanador Raganarok, Hades, dígale que Aleera le envía esta caja. Contiene dos doxys pequeñas para analizar y sangre de una paciente. Digale que necesito su ayuda, por favor. –dijo poniendo en sus manos la muestra de sangre y la caja que contenía las criaturas.

     

    Sin que nadie la viera se escabulló por una puerta que conducía a mazmorras. Allí había menos movimiento, de seguro era una época dura donde los sanadores estaban abocados a las misiones de bando. Aleera caminó con cautela.

     

    -¡Hey, tu! –llamó a una enfermera que volteó asustada- Vengo a darles una mano. Llevame con los pacientes, por favor.

     

    La mujer le dedicó una mirada desconfiada, una bruja con su apariencia, lejos de lo que se espera de un mortífago, embarazada y perdida no ayudaba a dar confianza. Sin hablar las veces que había ocupado aquellos boxes en hilera. Así ingrsó a uno, donde Mery estaba acostada, sin vida.

     

    -Ay, mi chiquita… -dijo Aleera al verla y acomodarle los cabellos- episkey, episkey…

     

    Fue sanando las heridas posibles del cuerpo, auqnue el final lo daría una de las pócimas que entregaría. Luego alzó la varita dibujando unas amplias florituras que cubrían todo el cuerpo. La Malfoy murmuró un antiguo hechizo que permitía el alma regresar al cuerpo y, finalmente, apuntó al pecho de la joven mortífaga diciendo:

     

    -Enervate

  7. http://i.imgur.com/uyfu20L.png

     

     

    ..:: QUINTA PLANTA -HERIDAS Y RESURRECCIONES DE NEUTRALES ::..

    Tras la reunión, medidas anti doxys.

     

    Cuando terminó de hablar y Héctor continuó, la Malfoy, no pudo evitar sentirse bien. Jessie era su hermana y si bien con el Weasley no tenían un lazo de sangre tanto tiempo trabajando codo a codo los tres había llevado a tenerle un profundo cariño. Ahora, en un momento en que ella estaba tan agotada y frente a una situación difícil necesitaba a sus amigos cerca. La invitación a ayudar a su nueva compañera se abrió por parte de los tres. En un instante la foto de hace mas de un año, de los tres juntos en las fiestas, vino a la mente de Aleera.

     

    -Creo que si, que juntos podemos ayudarte a hallar tu método –añadió mas tranquila al ver como Jessie se relajaba.

     

    Leah se mantuvo en silencio, aquello era extraño, así que Aleera se puso de pie. Alzó la vista, armándose de paciencia, y se dirigió a su compañeros. Primero a Leah, de quien esperaba una respuesta, y luego a Jessie y Héctor que los necesitaba con urgencia.

     

    -Bueno, te dejaré que lo pienses, creo que tenemos una urgencia entre manos. Si hay doxys sueltas debemos proteger los pacientes, las salas de urgencias están vacías si nosotros estamos acá así que debemos revisar los pacientes internados.

     

    Uno a uno vaciaron la sala y, cuando minutos después sonó la alarma de pacientes, fue Jessie la que salió corriendo a atender. Aleera estaba dispuesta cerrar los sitios donde no hubiera mucho tránsito para reducir el espacio expuesto a las doxys. Se dirigió a una de las salas donde además de una pequeña mesa había cientos de cajones con las historias médicas de los pacientes de los últimos años. La Evanik abrió la puerta con cuidado antes de aislar aquel lugar cuando se sorprendió.

     

    -¡Por la calva de Voldemort! ¡Desmaius… desmaius…! –exclamó y corrió a donde el cuerpo de la joven aprendiz de enfermería estaba en el suelo. Junto a ella dos doxys pequeñas peleaban por un aplique de pelo- ¡ayuda!

     

    La Malfoy mientras tomo una caja vacía y con la varita metió a las aturdidas diablillas dentro. La aseguró con unos cuantos hechizos, desde el irrompible hasta uno que la amarraba a ella para que no las separen, y colocó a la joven mordida en una cama. La empujó con magia hasta uno de los cuartos mientras veía a su enfermera y amiga, Mary, caminar hacia ella.

     

    -La han mordido ¿sabes si ya hay antídoto? –Mary negó mientras limpiaba las heridas con desinfectante- Toma una muestra de sangre de ella, dámela, iré a llevarla a laboratorios junto a nuestras visitas…

     

    Así fue, caja y muestra en mano, la Malfoy, salió rumbo a los elevadores. No conocía a la joven atacada pero se sentía responsable por lo que le ocurra a su personal. Cuando las puertas se cerraron se apoyó en la pared exhalando cansada. Aquel día sería eterno.

  8. ..:: MAZMORRAS – 3ER ROL –GRACIAS BEL!!! ::..

     

    Intentó tranquilizarse, sabía que eso le haría mal a su pequeño y a ella misma y, si deseaba ayudar a Rada y Agatha solo debía estar fuerte. Asintió forzando una sonrisa triste a Bel y le agradeció su ayuda. Le agradó estar en sus manos, era una de las personas que ella estimaba dentro de su bando y casi como de la familia.

     

    -Gracias, haré el esfuerzo por tragarlas lo mejor posible –explicó llevando una a una las pociones a sus labios y sorbiéndolas casi de un trago. Eran repugnantes y casi las vomita pero logró controlar el reflejo.

     

    Tomando el alta, se dirigió tras el biombo y comenzó a ponerse una bata nueva. No era la mas bella o elegante pero salía del paso hasta llegar a su hogar, tomar un buen baño y regresar a su rutina, la cual incluía buscar pleitos con odefos.

     

     

    ..:: QUINTA PLANTA – REUNIÓN ::..

     

    Jessie estaba molesta. Bastaba ver el modo en que se sentaba y aquella mirada como para comprender que implosionaría en breve. La llegada de Hector era una doble bendición, si el hada se descontrolaba ella sola no podría apaciguarla. Sintió la voz de alerta y se puso de pie en busca de un recipiente. Lo lleno de agua con la varita y recibió el mensaje de alerta por las dixies.

     

    -Lo que nos faltaba, sobre llovido, mojado –pensó manteniendo una expresión firme al momento que los gritos de Jessie se escuchaban.

     

    -Tranquila, Jess, vamos a encontrar una solución. Quizá por saltarse el período de aprendiz no conoce esta rama en profundidad pero aún podemos ayu…

     

    Leah ingresó. Su rostro claramente señalaba la molestia por las palabras de Jessie y ella como Jefa debía calmar las aguas. Se puso de pie en un gesto educado y señaló la silla que la Black había ocupado antes. Espero un momento y comenzó.

     

    -Leah, creo que acá arrancamos con el pie equivocado. Para arrancar considero que al ser la jefa de la planta reside en mi las consideraciones entre lo que es adecuado y no, y si los cite acá es porque tengo mis motivos. Ninguno está obligado a permanecer pero sepan que no me gusta perder el tiempo –puntualizó ya que parecía molesta y a la defensiva-. En segundo lugar, Jessie pudo no haber visto lo que hizo Liza, quizá en eso podemos considerar que no debería marcarlo como error pero… de todos modos Liza ya no es aprendiz y sus procedimientos no son… legales, por así decirlo.

     

    Aleera llevó una mano a su estómago. Las tensiones solo hacían que su lado demoníaco desee expresarse para proteger al pequeño que gestaba. Respiró profundo y se decidió a continuar antes que tengan nuevos pacientes.

     

    -Te aseguro que si te tranquilizas podras aprender mucho de Jessie y Héctor, llevan años trabajando en la planta y son sanadores excelentes. Lo que tu compañera señaló es acerca del enérvate, permíteme que te ilustre –tomó una de las carpetas delante suyo, una que era algo mas gorda que las demás y llevaba pergaminos que hasta contenían ilustraciones-. El enérvate es un hechizo que reanima, es como… si te despertara cuando te desmayas, o pierdes las fuerzas. Mas no para revivir. Cuando un paciente llega sin vida debes brindar un poco mas, toma, observa. Necesita que vos, como sanadora seas nexo, y de ser necesario fuente, de la vida misma. Luego, es cierto que culminamos con el enérvate. –sonrió tranquila. No era la mas clara de las explicaciones pero el tiempo apremiaba y las dixies podían atacar.

     

    -En mi caso, recurro a un antiguo conjuro en una lengua muerta que transfiere la energía vital universal a mi paciente. No te asustes, te debilita y cansa, pero se sobrevive o no estaríamos acá. Jessie y Héctor tienen otros métodos, cada uno de nosotros lo realciona con su raza, pero todos efectivos. Quisiera que me muestres el tuyo y, si aún no lo tienes, como tu jefa me gustaría ayudarte a adquirirlo.

     

    OFF:

    Sorry por el rol, es tarde y mañana tengo un día complicado.

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  9. -Bonito, lo que se dice bonito, no sé –añadió arrimándose por detrás de la vampiresa-. Si es imponente para cualquiera que no lo haya visto imitar un perrito con vos.

     

    La Evanik había ingresado a Nurmengard durante la tormenta. Una máscara dorada cubría su rostro de modo que nadie sabría su identidad. La túnica negra que llevaba aquel día contrastaba contra el blanco niveo de su piel, tersa, bella, parecía porcelana. Saludó luego de haber captado la atención a las mujeres, Lisa, Taurogirl, Beltis y Evarela, sus compañeras y amigas.

     

    -¿Es necesario venir con mascotas? –preguntó mirando con recelo la acromántula, las arañas no eran de su favoritismo, pero sabía lo útil que era su veneno para pociones y las telarañas era de un material resistente y mágico.

     

    Aleera les sonrió aunque la máscara cubría las expresiones pero sabía que lo que importaba no era un gesto amistoso, sino lo que tenía que contarles. Observó a ambos lados, quería asegurarse que no la vieran, tenerla allí a Evarela era algo que necesitaba.

     

    -Ha venido el topo, Gigio, trajo un reporte de los cambios de guardia –explicó a la líder en un tono serio como si se encontrara en medio de un duelo- Le tiré unas monedas, sabes que por un poco de oro vende a su propia madre. Ampliaron las guardias para ir por los alrededores de Ottery, justo ahora que a nosotros se nos ocurrió la misma idea ¿Qué linda coincidencia, no?

     

    -¿Insomnio? Creo que no duermo bien desde el año pasado… -respondió exhalando a Beltis que había consultado por la improvisada reunión.

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  10. ..:: MAZMORRAS - SEGUNDO ROL CON BEL ::..

     

    Su cuerpo yacía ahí como recuerdo de lo que había sufrido. Estaba segura que al despertar aún dolería la nuca donde su captor había asegurado golpear los dieciseis escalones. No se molestó, confiaba estar en las mejores manos. el tiempo pasó y no sabía si era mucho o poco, tampoco si podría regresar a la vida. Su única seguridad era que aquello le había traído la consecuencia de estar llena de odio. Un calor comenzó a invadirla, era como cuando un motor resgresa a correr después de mucho.

     

    -Sss -intentó hablar pero le costaba- uuaamm

     

    Llevó las manos a los lados de la cabeza mientras los ojos estaban cerrados. Estaba confundida aunque poco a poco la claridad llegaba en todas sus formas. The Hunters, su hermana, la persona que quería... luego los fenixianos, los ataques, abaddon y finalemente la muerte. Repasó los hechos una y otra vez tres veces.

     

    -¿Llegaron? -logró preguntar con esfuerzo pero no pudo incorporarse, estaba débil- estan vivos ¿Bel? -reconociendo a su compañera y aliviada que fueran sus manos la que la reciban- atendelos, mi culpa...

  11. ..:: QUINTA PLANTA – HERIDAS Y RESURRECCIONES DE NEUTRALES ::..

    Reunión con Jessie, Hector, Leah y Angel.Of.Ice

     

    Aleera escuchó el nombre de la joven, la cual la conocía de los pasillos de la fortaleza pero, sin haber otro motivo que las vincule, no podía reconocer aquello en un lugar público. Le preocupaba mucho el comentario de Jessie, la Stabolito llevaba mas tiempo que nadie (excepto ella misma) en aquel piso como para conocer los procedimientos como la palma de su mano, así que estaba deseosa de, cortésmente, explicar aquello a la recién llegada.

     

    La alarma sonó y Leah se precipitó a atender. Quizá era idea de la Malfoy pero realmente le parecía que la Black estaba deseosa por salir corriendo de la sala. Chasqueó la lengua, respiró profundo y se obligó a no mostrar expresión alguna. Como jefa debía dar el ejemplo.

     

    -Liza… en lo que respecta a tu situación –Aleera movió la varita apareciendo una pequeña pila de carpetas. Tomó la primera de ellas que llevaba el nombre de la aprendiz- Me temo que al egresar de la academia, con tus estudios completos, necesitas un puesto oficial. En la planta Leah acaba de cubrir la última vacante y no podrás continuar con tu trabajo en San Mungo. Lo siento, pero ya no puedes atender pacientes acá, niña.

     

    En ese momento Hector ingresaba por la puerta. Como siempre le agradaba verlo, se lo notaba que había estado ocupado, concentrado, tenía esa mirada que llevaba cuando estaba extrañado por algo y era momento de ponerlo rápidamente al corriente.

     

    ..:: MAZMORRAS – 1ER ROL ::..

     

    Unos días después de lo ocurrido en la planta cinco su cuerpo apareció en una de las camillas de las mazmorras. Una vez mas había perdido la vida, esta vez desde la prisión de Abaddon, y estaba en manos de sus compañeros que ella regrese. Parecía simplemente dormida, con la máscara dorada que a los pocos segundos desapareció enseñando un rostro porcelano y joven. Se preguntaba si las cosas hubieran sido distintas, quizá, si ella hubiera sido mas rápida. Pronto llegarían los cuerpos de su hermana y su amigo Radamantys, ambos atrapados con ella.

  12. Comenzó a sentirse extraña y supuso que había "llegado la hora". Se acercó a Pandora y tomó una de sus manos, le sonrió, nuevamente no podrían terminar aquella charla que se adeudan desde hace tiempo. Luego una mirada a Lestat, a él le dedicó un gesto con el dedo pasando en forma transversal por el cuello.

     

    -Cuidate porque allí donde no mires te estaré esperando -fue su despedida para el sujeto. Luego, tomando la mano de Pandora se despidió de ella como si fueran viajas amigas- Algún día terminaremos nuestra charla, quizá deba irte a visitar.

     

    Sonrió de un modo que no se sabía si era broma o la gracia de aquella ridiculez de avisarle que ambas se verían. Aleera se sentó en la cama, mas bien se acomodó como quien vaya a dormir una siesta y cerró los ojos. sintió las fuerzas extinguirse, sintió su cuerpo hacerse aire y finalmente no sintió mas. Se dejó llevar, seguramente su destino era uno de los boxes de las mazmorras de San Mungo.

  13. ..:: QUINTA PLANTA - Heridas y Resurrecciones de Civiles y Neutrales ::..

    Con Jessie, Leah y Liza - Esperando a Heko

     

    Saludar a su hermana cambiaba la perspectiva del día. Finalmente las batallas de esa mañana quedaban en el pasado y ella se hallaba mas cómoda. La comenzó a escuchar a medida que su rostro cambiaba de la expresión relajada y risueña a una mas dura, la misma que empleaba cuando atendía a sus pacientes, plena concentración. Aquello la alarmó, estiró la mano tomando unos pergaminos mientras que Jessie continuaba y mordió su labio inferior.

     

    -Ya veo, acá está lo de recursos humanos, el despido de Liza por haber terminado sus estudios y el puesto libre de sanadora queda para Leah Black –anunció a su hermana sin levantar la vista del papel amarillento y arrugado que tenía en su diestra- Creo que es hora de hacer una visita y las presentaciones pertinentes.

     

    La Evanik se irguió severa. Fue hasta uno de los espejos de la oficina y alzó su varita al techo, dibujó una floritura circular y en un movimiento espiral bajó la misma cubriendo su cuerpo. De inmediato la imagen era otra, mucho mas adecuada a alguien en su puesto y atrás quedaba su pelo atado con imprudencia.

     

    -Enviale un memo que nos alcance, vamos a sentar todo de una sola vez –dijo mientras se ponía una bata y abría la puerta cediendo el paso al hada de fuego.

     

    Ambas sanadoras se dirigieron con paso seguro por el pasillo llegando a la sala donde estaban Liza y Leah, pudieron ver como Evarela se perdía por los ascensores pero no podía saludarla, no podía levantar sospechas. Ingresó a la sala donde la aprendiza y la sanadora recién llegada terminaban su labor.

     

    -Buenos días, creo que necesitamos tener una pequeña reunión de personal con urgencia. Siganme, por favor. –anunció en un tono algo monótono pero tan seguro que no permitía lugar a duda, giró sobre sus pasos encaminando al grupo por el corredor donde habían venido. Había una puerta a su izquierda, de vidrio esmerilado, que abrió. Dentro había una mesa larga y ovalada con cómodos sillones, algunos cuadros sobrios de sanadores famosos y una enfermera que revisaba unos papeles- Disculpe, necesitamos la sala, por favor.

     

    La mujer asintió, recogió sus cosas y salió con apuro del lugar. Aleera mantuvo la puerta abierta y con el brazo indicó que las mujeres entraran a la sala, la cerró tras ella aunque esperaba la presencia de Hector con ansias. Se dirigió al extremo de la mesa y con otra seña les mostró que imitaran cada una ubicándose en un asiento. Curiosamente la mesa separaba en dos mitades, Jessie y una silla vacía enfrentada a Leah y Liza. La Evanik tomó la varita realizando un ágil movimiento que, finalmente, acabó con una reducida fila de carpetas delante de la Malfoy.

     

    -Creo que nos hemos saltado algunos procedimientos, básicamente, presentarnos. Mi nombre es Aleera Luz Evanik Malfoy y soy la Jefa de esta planta. Me temo que aún no hemos pasado por las formalidades que podrían ayudar a que evitemos malos entendidos –en ese momento su mirada se centró en Leah, aunque no mostraba la sonrisa dulce que usaba de escudo habitualmente tampoco la atacaba, era cierto que el comentario de Jessie, quien llevaba en San Mungo años de experiencia, le había alarmado y deseaba sentar la base de los procedimientos antes que otro paciente llegara a ellas.

  14. Discutía con su carcelero, el hombre no era precisamente un guardia de honor pero era quién había despertado la sed de venganza, la furia, en la demonio. Una nueva voz se sumó. Era una mujer que, tranquila, se acercaba a su compañero de bando. Gracias a los Guardianes su presencia había pasado disimulada para la Evanik que al verla aminoró su enojo. Se acomodó, en breve la mujer la había liberado de sus ataduras y secado sus ropas.

     

    -Los pichones defectuosos deberían aprender de modales, My Lady –dijo en modo de agradecimiento tomando asiento en la cama y frotando el cuello donde una de las cadenas había presionado.

     

    Aleera la conocía. ¿Era una sacerdotisa o un alto rango? No lo sabía a ciencia cierta, solo sabía que aquella mujer, que en varias ocasiones habían estado la una en manos de la otra, le había dado la cura hace un tiempo. La Malfoy pronto lo recordó, ella misma había robado los libros que tenían la información para su hijo. Aquellos tomos con secretos de demonios que su hija rescató de las ruinas. Aleera los necesitaba pero cómo pedirlos si se supone que la Evanik es una mujer inocente y madre devota.

     

    Los observó acercarse, quedarse con ella, y Pandora tranquila y relajada indicar el motivo por el cual ella se alejaría de “los cuidados” del guardia.

     

    -Mi querida vieja amiga –respondió en un tono tranquilo de voz sin quitar la vista de Lestat- Me disculpo por mis insultos –movió la cabeza como una reverencia- los puercos no merecen eso. Tu “amiguito” golpeó el cuerpo de una mujer inconsciente ¿te parece digno? Se suponía que la escoria somos nosotros pero creo que ese sujeto cataloga mas para el bando contrario que para “la luz” –finalizó con sorna.

     

    Los golpes le preocupaban poco. No era la primera vez que en un enfrentamiento su cuerpo acababa con moretones, magulladuras o quemaduras. Le preocupaba su hijo y el poco tacto que había tenido al dejarla expuesta mojada y sin ropa.

     

    -Nosotras nos hemos cruzado muchas veces y en circunstancias… diferentes –explicó- sabes que no maltrato a mis prisioneros aunque los considere merecedores mas… las pruebas están a la vista, amiga mía. Vos sabes algo de mi historia. No. No comeré, viniendo de ese –señaló a Lestat- seguramente caigo envenenada…

  15. Sus palabras lo habían retenido. Lo observó por las rendijas de la máscara con todo el asco que le era posible. Aquella escena le recordaba a una de hace mas de un año con otro carcelero que la había desvestido, este, en cambio, solo la empapaba de modo que la ropa se pegó a su figura. Su porte se mantuvo como si nada, no mostraría debilidad ante aquel ser.

     

    -¿Acaso tus confesiones me importan? ¿Tu comida? ¡Ja! Puedes metértela en… el bolsillo. No me importa, de todos modos no tocaría nada que provenga de vos.

     

    Aleera se acomodó, los guardianes, las cadenas, parecía que mas que respirar era imposible. Sentía como los musculos sufrían pequeños espasmos y agradecía el verano de México como para no estar enfermándose con esa agua helada por su cuerpo.

     

    -Si tan solo tuvieras una pizca de dignidad, ser ínfimo de la creación, tendrías un mano a mano. Pero te vales de las rejas, cadenas y estos dos. Sos menos que un cobarde y no te atrevas a juzgarme pues por culpa de los tuyos soy lo que soy.

  16. Aún podía sentir ese aroma como ahumado proveniente de sus prendas. Había estado cerca de ser calcinada pero había logrado obtener lo que le encomendaron, llevarlo a la fortaleza y, después, regresar a su cubierta con una excusa barata. Mientras subía hasta su planta improvisaba un rodete en su larga cabellera, esperando que controlase no solo su apariencia sino las puntas que el dragón había alcanzado.

     

    -Vale, no quedó tan mal –dijo al espejo donde una joven mujer de mejillas rosadas y belleza sobrenatural devolvía una mirada curiosa y cansada.

     

    Avanzó por el pasillo que la llevaría a su oficina. Esperaba que no haya pasado nada importante durante su ausencia, aunque Anna justificaría la llegada tarde con algún tecnicismo, ambas sabían que la Marca iba primero. Mientras luchaba con el broche que sostenía la delgada capa de viaje observó una figura que llamaba a la puerta. La reconocería donde fuera, Jessie, su hermana, era única para ella.

     

    -Jess, acá estoy –dijo llegando a la joven hada de fuego- ¿Todo bien?

     

    Con un toque de la varita la puerta se abrió permitiendo que ambas brujas ingresen. Aleera arrojó sobre el perchero su abrigo y se dirigió a un armario de apariencia antigua, pero bien precerbado, para tomar una muda de ropa. Miró a su hermana esperando saber qué ocurría, aún no había planteado una nueva fecha para la reunión de personal que necesitaban tener ¿o lo había olvidado?

  17. De inmediato las fuerzas le fallaron. Su cabeza dio vueltas como si alguien hubiera accionado alguna especie de ruleta a su alrededor y su pecho se cerraba a medida que su cuerpo perdía estabilidad. Un nuevo par de cadenas la amarró firmemente contra la pared y su vista ambarina quedó penetrante contra su enemigo.

     

    -De Adonis no tienes ni la A. Eres menos que un puerco de chiquero, tan poco hombre sos que temes a una mujer, desarmada, ¿acaso es inseguridad? Y por esa luz y tu desempeño veo que de pequeño no solo tienes el cerebro. Desaparece de mi vista pedazo de desecho de corral.

     

    La Evanik estaba empapada. La delicada tela de la enagua se apegaba a su cuerpo como una segunda piel exponiendo sus formas. No le preocupaba, quizá era lo mas cerca que muchos de ellos estarían de una mujer con categoría. Los guardianes continuaron con su proceder pero no lograrían mucho mas.

  18. Finalmente uno de los odefos, el mismo que la había llevado con tanta brutalidad hasta allí, regresó. Su avispa no la había matado, un pico de hipotensión por el embarazo la llevó a desvanecerse ya que el detritus cubre de las picaduras de avispas generadas por morphos, tal como el bendito aqueora. Pero ya no importaba, extendió la mano cuando levitó la piedra hasta ella y la miró con tranquilidad.

     

    Mientras daba las indicaciones sobre agua y comida la Evanik contuvo una burla. Lentamente se había puesto de pie, con la mirada fija en el joven, un par de ojos ambarinos que representaban a su demonio interno. Ella contuvo la burla al respecto pero la boca del mago era mas grande de lo que podía manejar.

     

    -…y para ser mujer… -el joven se interrumpió sin poder continuar con su oración tan articulada.

     

    Sin que la Malfoy diga una palabra, solo con una sonrisa misteriosa, convocó un par de Necrohands, el par de manos fantasmales surgió del otro lado de la reja, a los pies del joven mago, y lo sujetó por su cuerpo contra las rejas de la celda de la bruja. Ella no se acercó mas sino que continuó con el rostro altivo.

     

    -Tú, pequeño desperdicio de hombre, no vengas a juzgar cuando golpeaste mi cuerpo del modo que lo has hecho. No tienes pizca de sentido en esa cabeza hueca que cargas sobre los hombros y no amenaces que es de poco hombre. ¡Haz algo o cierra el pico! –dijo con énfasis en un tono bajo y duro de voz que solo permitía escucharse entre ellos- ¿Comprendiste?

     

    Las necrohandas ejercieron toda la fuerza posible contra el cuerpo del mago que se hacía llamar guardian Adonis, aunque no podrían matarlo, si su respiración sería dificultosa. Ella se vengaría por poner en riesgo la vida de su hijo.

  19. ..::QUINTA PLANTA -HERIDAS Y RESURRECCIONES DE NEUTRALES::..

     

    La mujer se dejó caer en una de las butacas, mullida, de cuero viejo y algo reseco, mientras exhalaba profundamente. Una gruesa gota de transpiración corría por su frente delatando las corridas de aquel día. Tomó un pañuelo a puntillas del bolsillo de su bata y secó su rostro. Otra enfermera mas joven la observaba preocupada y con una expresión de ligera torpeza.

     

    -No está. La he buscado por todos lados, mande un elfo a su casa -dijo a la mas joven aunque cerraba los ojos- pero no hay noticias. La jefa no vino -culminó.

     

    La mas joven dejó sobre la mesa los objetos que cargaba y se acercó a su compañera. Le puso una mano en la espalda en un gesto amable para tranquilizarla y sonreir. Ella no la conocía, solo la había visto de pasada en sus primeros días la semana pasada. Una mujer joven, cabellos castaños con muchos rizos largos y perfectos. Cuando se movía de un lado a otro destellaban en dorado. Una expresión severa ocupaba el rostro de la Malfoy, quien sería su jefa en San Mungo, cada vez que se mostraba trabajando sobre los pacientes.

     

    -De seguro llegará de un momento a otro -le respondió- Parece una mujer que se preocupa por lo que sucede acá

     

    -Eso lo sé, la conozco bien. Pero ella nunca desaparece sin aviso, temo le pase algo. Mira si los vándalos, los mortífagos, la atrapan o esos otros, los que se llaman orden del fénix. Aun no sé si son buenos o malos, parece lo mismo pero de otro color... como fuera, ella sola, embarazada, es un riesgo -expresó Mary quien conocía a Aleera desde que la sanadora era una aprendiz en la Clínica.

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  20. Vio a su hermana, los últimos esfuerzos de la Gryffindor luchando por su vida. En el fondo ambas sabían desde que llegaron sus oponentes que estaban perdidas. Deseaba pedirle perdón, ayudarla, lograr que su vida pueda ser libre de aquella batalla pero ya su cuerpo no respondía. Al otro lado, el mago que había ido por ella. Sonrió con tristeza cuando veía como uno de los fenixianos de alto rango usaba todo su poder contra él. Las cosas debían ser al revés, aquellos poderes de nigromantes en las manos del Slytherin y el resultado de la batalla era otro. Quiso expresarle un “gracias” o un “corre por tu vida” pero nada salió y sabía que ninguno de los dos era capaz de abandonar al otro.

     

    -Mi bebé –pensó intentando llevar una mano a su vientre, mientras su cuerpo apenas era cubierto por ropa interior, una enagua de seda fina, pues la túnica había sido su causa de muerte al mutar en una avispa marina- no te pasará nada…

     

    Lo último que retuvo en sus retinas fue la máscara negra del mago y luego se sumió en la oscuridad, en las aguas de la muerte. Sabía cuál sería su destino y probablemente el de su hermana y amigo. Su demonio interno solo podía neutralizar para que el veneno no afectara al pequeño que gestaba, mas su cuerpo había cedido a la toxicidad de esa sustancia. Los golpes fueron duros, aquel hombre, aunque el sustantivo le quedaba grande, no es hombre quien maltrata a una mujer y mas embarazada, magulló el delicado cuerpo de la nigromante.

     

    Despertó en la celda. Sentía la debilidad de la toxina, el dolor fuerte en la nuca donde los 16 escalones había golpeado una y otra vez. Las cadenas en sus pies estaban fuertemente sujetas a sus tobillos al punto que dejarían marca en pocos minutos y sus manos libres. Aleera se puso de pie y corrió a la puerta trastabillando, sin alcanzar mas que la mitad de la celda que no era muy grande.

     

    -¡Maldito cerdo inmundo! –gritó al mago que la había encerrado- ¡Puerco cobarde! Desecho de la naturaleza ¡infeliz! Juro que acabas de firmar tu sentencia de muerte vil ser, eres menos que hombre, eres una basura inmunda. ¡Veni y da la cara a ver cuán hombre sos!

     

    Se dejó caer en el camastro boca arriba. Aquellos gritos y nervios tras la batalla le harían daño a su hijo. Llevó las manos a su vientre que, gracias a la poción multijugos y a su naturaleza de demonio, no mostraba el bulto que correspondía. Cerró los ojos respirando, aunque era difícil. Sin el bezoar los efectos del veneno se irían con suma lentitud dañándola. Se sentó de pronto alarmada. ¿Dónde estaban? No podía sentirlos a ninguno, faltaban sus compañeros, Agatha, su hermana, y Radamantys quien había ido por ella.

     

    -¿Hermana? ¿Sombra? –preguntó para ver si alguno andaba cerca y sabiendo que ambos se reconocerían

  21. La Evanik se irguió un poco, manteniendo aquel porte activo característico de los Malfoy, quien la viera por primera vez podría reconocerla como uno de ellos. Colt respondió sin achicarse, no era algo que ella esperara, lo conocía bien como para saber que no daría un paso atrás ni en su último segundo de vida. Mantuvo una sonrisa fría en su rostro como escudo contra el Cardenal. El hombre rodeó el escritorio, comparando los métodos de la nigromante con los de una fruta. Ella no hizo mas que alzar una ceja curiosa, como si aquello fuera exactamente su propósito.

     

    -Mal no me ha ido. Ya lo ves, Colty –respondió ella cuando el mago tomó asiento en una de las esquinas de su escritorio y la observaba con una mirada amarilla penetrante que mas de una vez había visto en batalla.

     

    Los leones rugían, quizá reclamándole al mago el cuerpo de la mujer que osaba enfrentarlo en su terreno, pero ella no les dirigió una mirada. Ante las palabras de su compañero sonrió ¿la amenazaba? ¿O solo jugaba con ella?

     

    -¡Ja! Ellos son la menor de mis ocupaciones –le dijo mirándolos por el rabillo del ojo- bastaría una palabra para hacerlos barbacoa, corazón –alzó la mano culminando la oración con un chasquido de dedos, indicando la velocidad con la cual se libraría de aquello que la amenazaba-. No me tomes por una niña. No lo soy.

     

    Imitó al mago. Se sentó sobre el escritorio, levemente de costado para no perder de vista a su compañero. La Evanik estaba dispuesta a salir de allí con lo que deseaba y pagar el precio necesario para aquello. Si alguien podía ayudarla era aquel hombre y seguramente ambos lo sabían.

  22. Aleera había quedado ciega gracias a la hechicera (Felicity) que aparecía por alí. Pareció que de pronto los fenixianos se multiplicaban como pediculosis en colegio de niños. Chasqueó la lengua molesta, aunque la presencia de su compañero le daba algo de buenos brios a la situación. aun estaba protegida asi que no tenía mucho mas que hacer.

     

    -Celerus -dijo en un susurro -episkey pensó de inmediato curandose del estrellatus de Felicity y su vista mejoró un poco. Volvió a pensar apuntándose Episkey y volvió a recuperar su visión sin problemas.

     

    En ese momento observó Lestat atacar asu amiga, Lisa, con quien habían de salir de aquella pocilga que llamaban prisión. No le agradaba nada como sañían las cosas y le apuntó al mago guardian (lestad)-silencius -evitando que su cicolen salga

  23. Aleera se estaba molestando, parecía que los unicornios si habían traído algo de suerte a aquel encuentro. La Malfoy no se preocupó y agradeció cuando volvieron a curarle la vista. Mas nada pudieron hacer cuando un estado de confusión total la invaido inutilizandola un buen rato. Aleera se quedó en su sitio alejada de todos por unos 10 metros. Otra vez, apenas pudo tomar una bocanada de coherencia cuando volvió a ocurrir la confusion tras la llegada ce un mago, Goderic, que no le cayó nada grata la llegada.

     

    -Detritus -pensó una vez mas para cubrirse a ella y a Ann que estaba en problemas y en ese momento la visión de la Malfoy se halló nuevamente bajo el inconveniente de un strellatus que le entorpecía gravemente la visión, con ello no podría salirse con las suya tan facilmente y la llegada de nuevos odefos no era santo de su devoción.

     

    -Creo que las cosas se estan balanceando un poco -pensó sabiendo que su hermana la escucharía de algún modo

  24. La Evanik notó entonces que su vista había caído, una vez mas, en las garras de aquel odioso estrellatus. No importaba mucho mas que la enorme perdida de su preciado tiempo, aquello le molestaba de manera enorme. La Malfoy alzó su leal varita, apuntó a su rostro al tiempo que pensaba concentrada.

     

    -episkey -aunque nublado, podia ver mejor, ya no molestaba, solo notaba formas difusas mas los sonidos de quienes la rodeaban.Conocía bien que debía repetir el procedimiento, de ese modo lograría recuperar su visión perfecta, sin problemas -episkey -repitió la Malfoy y todo volvió a ser real. Sus amigos y enemigos, los hechizos y los mareos de la situación.

     

    -Finite incatatem -exclamó Aleera apuntando a los pies de Meri (Mery) quien quedo liberada del zancadilla de inmediato mientras que la Evanik sonreía - no hallaras nada mas abajo que el suelo, yo que vos aprovecho tu día de suerte y sigo corriendo

     

    OFF:}

    Harry no está dentro porque su rol no llega a cinco líneas.

  25. Estaban ya dentro cuando los fenixianos se esforzaban en detenerlos. Aleera no iba a permitirlo, no podían impedirles nada de nada. Ella iba a darlo todo, incluyendo su vida, por sacar de allí a sus amigas. Alzó la varita en una expresión de furia, estaba hormonal a causa del embarazo que tan oportunamente era cubierto por una tela mágica en su túnica y en su pensamiento se centró una idea.

     

    -Celerus –dijo mientras que pensaba con fuerza- necrohands

     

    Un par de manos fantasmales emergieron del suelo en el punto donde se encontraba Aime, moviéndola de su sitio y no cayó gracias a las grandes manos, no tuvo mucho tiempo de actuar cuando una de ellas lo rodeo por el cuerpo pegando sus manos al torso y quitándole todo movimiento. La otra de ellas se cerró en su cabeza, no podía ver ni hablar, no podría molestarlos mas.

     

    -Detritus –dijo y una capa de magia la cubrió a ella y a Mery que era una de las rescatadas. Cualquier ataque físico que se dirija a cualquiera de las dos no haría ni el mínimo de los efectos. –confundus –pensó a continuación apuntando a Xell quien notaría cierta tendencia a no saber donde se encontraba ni cuando, ni por qué. Sería temporal pero les daría un poco ventaja.

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