Aleera Lux Evanik Malfoy

..:: QUINTA PLANTA – HERIDAS Y RESURRECCIONES DE CIVILES Y NEUTRALES ::..

Las Sorprendió la alarma en el momento que Liza se unía en la oficina. Jessie fue mas rápida y salió al trote para atender una paciente que había sido mordida. Aleera quedó con su aprendiz un momento y ambas parecían estar dispuestas a esperar un poco mas por sus compañeros. Una vez mas aquel conjunto de campanitas sonó y un intercambio de miradas entre las dos mujeres fue suficiente.

-El deber llama –dijo la Malfoy poniéndose de pie y dirigiéndose a la Rambaldi para que la acompañe. Se colocó la bata encima, abrochándola mientras salía de la sala.

Aleera recorrió el corredor cuan rápido podía. No era mucho, el estrés del trabajo era suficiente para su cuerpo como para darse el lujo de correr por corredores como una colegiala. Los cabellos de la Evanik caían libres en rizos por su espalda, recorriéndola por completo y danzando despreocupados al ritmo de los pasos. Unos destellos dorados se desprendían de éstos con el movimiento, ya sus compañeros se habían acostumbrado a esos efectos. Llegó al punto donde aparecían los pacientes, una joven yacía inconsciente en una de las camillas y se veía una fuerte mordida de animal.

-Solo espero no sea lobo… -dijo mientras examinaba a May y empujaba la cama a una de las salas- ¿cuándo es luna llena? Aunque… mira el patrón, tiene algunas diferencias….

La Malfoy se tomó un buen momento mientras examinaba la herida. Si estaban ante un caso de mordedura lo mejor era pedir un especialista. Sin dudarlo había mandado a una enfermera por uno de los sanadores del Hospital Mágico que puedan tratar en detalle. Mientras llegaban ella se dedicó a limpiar la herida y cubrirla con un vendaje.

-Quiza quede una marca por un tiempo… salvo que sea de hombre lobo, claro está, ahí quedará por siempre. Si es de un mero animalito corriente sanará antes que se quiera dar cuenta –explicó a Liza

El mago cumplió con las expectativas. Mas allá de su rango no había una pizca de declive en su magia, en sus poderes, en la oscuridad que lo invadía. El aura de la Evanik, una falsa pero fuerte fuente de luz, parecía contraponerse a lo que emanaba aquel hombre. La puerta se selló encerrándola y protegiendo lo que ocurra allí dentro, quizá las cosas no fueran a salir como el Cardenal pretendía. No se detuvo ahí, un par de leones aparecieron de guardianes buscando tornar amenazante la osadía de la joven.

-Kitty, kitty… -dijo en un tono dulce y algo burlón- Así que sientes atracción por los felinos, Colt –sentenció entre divertida y dulce aunque a lo último un dejo de desprecio se asomó en el tono de su voz.

Aleera avanzó por el despacho. Su mirada esmeralda como dos piedras brillantes esta vez no mostraban dudas. Recorrió en unos pocos pasos y sin bajar la vista, sin cambiar su porte elitista, el camino hasta el escritorio, logrando que el mueble sea lo único que la separe del mago. Posó sus manos en aquel objeto inclinándose hacia adelante levemente y mirando con tal detenimiento que parecía querer atravesar el cráneo del mago oscuro.

-Colty, Colty, Colty –dijo algo burlesca- ¿En serio crees que yo debo demostrarte algo a vos? No esperaba que la edad te afecte a estas alturas pero si alguien conoce de lo que soy capaz, entras en el grupo –Aleera se enderezó y con un movimiento despreocupado de su mano quitó un mechón de su melena castaña del rostro. Al hacerlo un destello dorado se desprendió del mismo con el reflejo de la iluminación de la sala-. No es eso lo que me trajo hasta aquí. Puedes sentarte y escuchar.

Realizó un gesto con la mano hacia el empleado ministerial, indicándole su propio sillón que estaba detrás suyo. Luego y con total elegancia, como si ella fuera la dueña del lugar, se sentó en una silla enfrentada al mago. Una sonrisa delicada y suficiente asomó en sus labios midiendo la reacción del Cardenal, ignorando las bestias que parecían expresar la molestia que la osadía de la Evanik causaba en el mortífago.

..:: QUINTA PLANTA -HERIDAS Y RESURRECCIONES DE NEUTRALES Y CIVILES ::..

Llegó a la oficina e ingresó largando un profundo suspiro. Era bueno ver que todos estaban atareados, quizá eso ayude a lo que tenía que decirles. Sabía que posiblemente el Ministerio envíe refuerzos, en los últimos días las noticias de ataques había crecido y ellos tenían una responsabilidad, y culpa, con aquellos hechos. Se quitó la bata que colgó a un lado de la puerta y dejó únicamente la túnica de seda que llevaba ese día. Sacudió la melena, los rayos de sol desprendieron unos hermosos destellos dorados que reflejaron la habitación.

-¡Jess! –exclamó cuando ingresó su hermana y, aunque cansada, dirigió una sonrisa amplia- Es cierto. Parece que se han puesto de acuerdo –bromeó soltando una sonrisa delicada que sonó a cientos de campanitas- Por fortuna lo mío fue una despartición, no se si tu sobri hubiera soportado que devuelva la vida a alguien.

Sonriendo bajó la vista a su abdomen que se mostraba algo mas abultado que lo normal. Los embarazos demoniacos eran algo extraordinario y aquel generaba ansiedad y miedo en la Evanik. Aleera se dejó caer con gracia en uno de los sillones, ciertamente debían esperar.

-Si, la vi a Liza y la deje con la paciente. Creo que se conocían de algún lado. Aunque la chica tenía prisa por escapar de San Mungo. ¿Has notado que la mayoría solo quiere salir de acá, como si nosotros hubiésemos causado sus heridas en vez de sanarlas?

..:: QUINTA PLANTA – atención y alta de Alia2 ::..

La joven se la notaba ansiosa por salir. Era la reacción mas habitual en aquel edificio, los empleados que deseaban volver a sus hogares, los pacientes que solo querían salir de lo que los había llevado al lugar. Aleera sonrió, ya no se sorprendía por ello.

-Espera rayito… -la retuvo-. Primero debes tomar una poción.

La Malfoy se dirigió a una de las estanterías y tomó un vaso que llenó de un líquido rosa viejo con olor a yogourth. Se lo entregó a la joven y con un gesto la animó a que se beba por completo aquella mezcla que parecía mas agradable que las habituales.

-Si sientes molestias pasadas las 3 horas desde que salistes deberías regresar, dudo que ocurra. Toma niña –entregó un trozo de pergamino con el alta-, con esto te dejaran la salir. Mas suerte en la próxima oportunidad. Respira profundo y hazlo, se que podrás.

En ese momento se abrieron las puertas de la sala. Una joven, Liza, hizo su ingreso a las apuradas. Aleera la observó, a veces desaparecía y regresaba como si el tiempo le corriera. Por un momento quiso sospechar si estaba en uno de los bandos pero no quería imaginarse eso o sería una loca paranoíca.

-Liza, Alia se encuentra bien. Fue solo una pequeña molestia por los nervios. Chicas, las dejo. Liza no olvides que tenemos reunión en mi oficina cuanto antes. –con un gesto de la cabeza la Malfoy se despidió de las chicas y salió de la sala con la cabeza en alto.

Había pasado un buen rato esperando. Lo suficiente para ver como se vaciaba la oficina y el mortífago quedaba solo en ella. Se imaginó que no faltaría mucho para que el mago se asome invitándola a pasar pero el tiempo trascurría sin que ello sucediera. La Malfoy concentró sus poderes disimuladamente, era evidente que aquel sujeto encerrado en la sala estaba mas que perdido en sus pensamientos. Ella se sobresaltó cuando con un golpe y una exclamación autodirigida se escaparon en un dejo de frustración de aquel ser.

Se puso de pie con elegancia y nadie le impidió acercarse a la puerta. Golpeó un par de veces y sin esperar abrió a medias aquel trozo de madera pulida permitiendo su presencia colarse en la oficina. Sonrió.

-Patrick –respondió al mortífago cuando sintió su nombre escapar entre dudas. La mirada de la Evanik recorrió la sala analizando el lugar, a pesar de ya haber estado en sus poderes. La sonrisa misteriosa, que acompañaba el rostro delicado de la mujer, se intensificó- supongo que me invitas a pasar. Aunque sea por cortesía.

Abrió un poco mas y dio un paso para adentro y al costado cerrando la puerta a sus espaldas. Aquella habitación se transformó en un sitio un poco claustrofóbico pero disimuló aquel sentimiento. Mantuvo su porte elegante y delicado. Un balance perfecto entre imponer presencia con naturalidad y una apariencia inocente, aquella era la máscara que a diario enseñaba a la comunidad. No necesitaba fingir en aquel cuarto, el Colt conocía a la perfección las tendencias oscuras de la Malfoy y la personalidad que soltaba a la hora de las batallas.

MAZMORRAS 3ER ROL

Lo siguió con la mirada mientras el joven sanador iba por las pociones necesarias para que ella se recupere. La mirada esmeralda de Aleera estaba atenta a ello mientras que en una parte de su mente recordaba lo sucedido. Había mucho que informar, hacer y pensar antes de continuar con todo eso. Había optado por regresar unos días a la casa de sus abuelos y recuperarse allá. Tenía muchas cosas que resolver. Presionó los labios meditativa cuando Pik regresó ante sus ojos.

El sanador entregó dos pociones que la Evanik conocía tanto como al joven (quizá mas). Ellas eran un par de aliadas de los profesionales de la salud que, en su deber, tenían a cargo regresar la vida de magos y brujas. Una de ellas daría las fuerzas necesarias, la reposición de sangre y nutrientes. Mientras que la otra curaría por dentro (hacia afuera) cualquier posible herida que se haya escapado de la habilidad del mago.

-Gracias hijo –dijo tomando también un caramelo y llevando una a una las botellas a sus labios. En un gesto de valentía y asco se bebió por completo aquellas sustancias y llevó la golosina para apaciguar sus papilas. Tomó el alta mientras se movía lentamente para salir de allí- Gracias otra vez. Cuidate hijo. Ya les daremos su merecido pronto, tenemos algo planeado.

Besó la mejilla de su hijo mayor y se retiró de allí sin dejar mas rastros.

..:: QUINTA PLANTA – ATENCION DE ALIA2 ::..

La alarma parecía que estaba descompuesta o, simplemente, el trabajo había alcanzado un punto casi alarmante. La Malfoy salió de la oficina cuando Jessie, que salía de atender a una hechicera, se metía en uno de los cubículos con otro cuerpo. Pobre hada que no tenía descanso, pobres de los pacientes que no paraban de llegar. La Evanik se acercó a una joven que había sido enviada desde el ministerio.

-Yo me encargaré –anunció la Malfoy a la enfermera liberándola de su trabajo. Colocó suavemente una mano entre los homoplatos de la joven y la condujo a la sala mas cercana- Mi nombre es Aleera, soy la Jefa de la planta cinco. Veamos qué tenes.

Invitó a la chica a tomar asiento en la camilla mientras examinaba aquellas secuelas de la despartición. Negó con la cabeza mientras sonreía y luego su mirada esmeralda anidó en el rostro de su paciente.

-Podes estar tranquila que recuperaras todo como si nada. –le explicó girando para tomar una botella con gotero y aplicar unas pocas gotas de la pocíón sobre las zonas afectadas- puede que te arda un poquito aunque pasará en pocos segundos –le anunció con una sonrisa en su rostro que buscaba tranquilizar a la joven- ¿Así que dabas el exámen de aparición? Supongo que estas egresando de la Academia pronto ¿no?

MAZMORRAS -REVALIDANDO CURACIONES -2DO ROL - ANTES DE LA REUNIÓN DE PERSONAL EN PLANTA 5

No sabía qué mas hacer, ahí estaba en ese limbo particular a la espera que su esencia se dirija a uno de los dos destinos: el sueño eterno o la vida. Había tanto que la ataba a uno y otro lado que, de estar viva, seguramente tendría migraña con tratar de escoger. No era su decisión, solo la del destino y la de las habilidosas manos que trabajaban sobre su cuerpo. Podía sentirlo, aquel envase estaba siendo tratado por la magia misma. Sentía su piel regenerarse, sus poderes gritar por ella para hacerse uno.

-No, no es hora -quería saber qué había del otro lado pero se sentía mas y mas pesada, como si se ahogara en el profundo océano- dejame un minuto mas, será rápido...

No sirvió de nada, su voluntad no contaba y pronto fue capaz de sentir el peso de aquella estructura de huesos, músculos y mas que dolían. Un ardor particular y un cansancio y debilidad como si hubiera llegado al extremo de sus capacidades. La tenue luz de la sala le molestaba pero sabía que no estaba sola. Se forzó a enfocarse y el rostro de su hijo le dio la bienvenida.

-Creo que esto se me está haciendo hábito -bromeó- es que si no es sobre estas camas no te veo nunca, hijo.

Sabía que carecía de gracia. No era divertido ver a tu madre muerta delante tuyo y ser quien debas regresarla. Podía ver las venas y músculos en el cuerpo del Malfoy tensos, clamando por venganza, una sonrisa delicada se dibujó en su rostro de niña. Posó una mano sobre la mejilla de su hijo y en una voz dulce, aunque algo áspera por la irritación del fuego, susurró.

-Todo a su tiempo, al menos no pudieron llevarnos, cielo.

MAZMORRAS -REVALIDANDO CURACIONES DESPUÉS DEL ASALTO EN LA WINTERFALL Y ANTES DE LA REUNIÓN DE PERSONAL- 1ER ROL

Su cuerpo apareció sin vida sobre una de las camas. Ahora tenía mayor certeza mientras que su aura demoniaca rodeaba aquel envase como si se tratara del mayor de los tesoros. Para él lo era, la criatura que gestaba la Malfoy era su tesoro mas preciado y, a lo mejor, su libertad. Aleera parecía estar en un profundo sueño donde no percibía ninguno de los dolores. Su rostro era la única parte que no presentaba quemaduras, la máscara dorada había protegido sus facciones, pero el cuerpo parecía haber pasado por una parrilla.

Quiso gritar, pedir ayuda, pero no encontraba su voz. No encontraba motivo para salir de aquel sitio pacífico en el que la tenían guardada. Ya no sentía la lucha del demonio, el dolor de su cuerpo, los cambios del embarazo, ni el profundo agujero de su pecho cuando le arrancaron el corazón. Era solo la paz y tranquilidad de la muerte. Pensaba que si avanzaba mas, se dejaba rodear por la luz, podría ver a su padre y preguntarle el por qué de tantas cosas. ¿Por qué había querido matarla antes de nacer, obligando a su madre a asesinarlo para protegerlas, por qué no la había cuidado y estado presente para no dejarla ser un demonio? De todos modos tuvo los mejores tíos que cuidaron de ella como si fuera su hija, solo se imaginaba que a lo mejor hubiera sido diferente su destino y no cruzarse con personas que jugaran con sus sentimientos.

*se tira de cabeza adentro del Tópic*

Yo vengo a ofrecer mi familia la Felagund Evanik (tener en cuenta que la mansión está fuera de la ciudad, en los alrededores) para que sea atacada. Desde la planta de heridas y resurrecciones de civiles y neutrales, estamos dentro *sacá látigo para sus empleados* y... cuentas con la Alee para lo que haga falta si es con Bastian o ya sea para atacar la reserva... supongo que al ser rol no importa que Bossie me tenga aun en veredicto *guiño guiño al espía*

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La túnica se le había enroscado en una de las ramas y aquel árbol no parecía tener intenciones de liberarla. La Evanik tiró con fuerzas, a sabiendas que la delicada tela podría ceder y romperse per no sucedió nada. La rama parecía necia tirando de un extremo y ella otro tanto buscando liberarse para ir tras aquella estrella que hablaba.

-¡Señora, despierte! –un pequeño elfo tironeaba de ella, buscando que su mejilla se despegue de la superficie del escritorio.

Aleera abrió uno de los ojos aun semidormida sin comprender dónde se hallaba. Balbuseó algo realcionado a una estrella que el elfo descartó y volvió a sacudirla suavemente para que despierte. Poco a poco la mente de la Malfoy comprendió el panorama y que el bosque había sido solo un sueño de entretiempo. Se acomodó en la silla y frotó los ojos al tiempo que bostezaba, estaba cansada.

-¿Qué hora es? –preguntó mirando los rayos de la tarde que se colaban por los amplios ventanales- Tengo..

-Están afuera, esperan por usted –respondió el elfo señalando a la entrada de la oficina

-Voy a asearme, diles que pasen, ofreceles algo –se puso de pie y se escondió tras una puerta lateral que comunicaba a un baño privado. Al menos podría acomodar su apariencia antes que deba tener la tan postergada charla de personal. Se observó al espejo, le llegaron las voces del elfo que invitaba a pasar, y se detuvo en las manchas violáceas debajo de los ojos. Estaba pálida y se la notaba cansada al extremo, había tenido dos resurrecciones seguidas y eso era mucho para ella en ese estado.

Unos minutos después regresó a la oficina. Una leve sonrisa escondía las preocupaciones de su mente mejor que la legeremancia, aunque le era posible ver que los efectos de cansancio se expresaban en todos los rostros. Lo que tenían que hablar viendo como estaban no sería nada fácil.

-Falta Liza ¿dónde está? ¿La vieron? –consultó mirando a todos lados, aunque sabía que la joven aprendiz no estaba en la sala

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La Malfoy estiró los brazos para el techo, algunos huesos crujieron en señal de protesta y los músculos se sintieron. Mucho tiempo en la misma posición la había dejado dura pero había logrado reducir la pila enorme de carpetas a un volumen mucho mas considerable. Se acomodó en la silla, llevó la mirada a un cuadro que reposaba en la pared, habían pasado largos meses desde aquel entonces. En la foto Jessie, Héctor y ella estaban rodeados de sus compañeros de planta, aun no había aprendices, solo enfermeros que daban hasta la última gota de sudor.

Aleera suspiró y se acercó despacio a la fotografía rodeando el escritorio. Su mirada esmeralda, pacífica, profunda y meditativa se centró en aquella imagen por un largo tiempo donde parecía que la Jefa no respiraba. Emitió un suspiro profundo y acarició el marco como si de ese modo los acariciara a ellos, pensaba en lo que debía hacer. Volteó, cada paso que daba de regreso a su silla su expresión se endurecía para ser “Aleera la Jefa”.

Tomó un trozo de pergamino y con su pluma favorita garabateó unas palabras. Su pulcra caligrafía, al ser tocada por la varita, se multiplicó a 3. Había hecho notas idénticas para Jessie, Hector y Liza, citándolos a una reunión. Les dio un ultimo toque y al instante una llama morada consumió los pergaminos llevándolos hasta sus destinatarios.

-Aprovecha a descansar ahora, mi hijo, mami puede que se ponga algo nerviosa –dijo suavecito acariciando su abdomen.

Por la calva brillante de Voldemort, esto me gusta mucho mas!!!!!!

Lo que dice Aly me parece sensato al extremo. Además, la idea de las criaturas me encanta. Disponemos de la cuenta para roles, creo que tengo ese MP aun, donde puedo suplicarle a Mack que me la preste xDDD

Yo creo que ya que tienen esa idea por mucho en el tintero sería bueno sacarla, quizá como bautismo de esta nueva etapa de rol que está naciendo. Si organizamos todo bien, como se hizo en el caso de Valentina, podemos armar algo grande y lindo, generamos trabajo en el ministerio, San Mungo, incluimos Ottery y los neutritos... hay mucho que puede abarcar.

..:: QUINTA PLANTA ::..

Pasar el tiempo en casa era un lujo que no podía darse, no al menos con tanto tiempo. Regresó a San Mungo, había estado muerta por un tiempo corto, gracias a sus amigos no pasó a mayores y ella y el bebé estaban perfectos. Rocio había actuado rápidamente y con una eficacia admirable, Aleera lo sabía. Solo deseaba que le permitan la venganza y volver a intentarlo. Lo sabía, lo haría una y otra y otra vez hasta que alcance lo que deseaba. Nada la iba a detener.

Llegó a la puerta de su oficina y la abrió casi por inercia. En su mente solo estaban las figuras de aquellos con luces que tanto odiaba y deseaba aniquilar. En su pecho sentía la presión de salir a buscarlos, de organizar sus amigos, aquellos que gozaban de su máxima confianza, y salir a buscarlos. Se sentó y respiró profundo, debía aguardar. Se lo habían advertido y mientras tanto debía tener cuidado con su fachada. Miró el escritorio y los papeles se apilaban solicitando de su cuidado.

Había crecido el movimiento. Los bandos parecían estar cada vez mas activos ¿sería que el final estaba cerca? Posiblemente o solo eran menos cuidadosos y precipitados y por ello acababan con severas heridas algunos magos y brujas. Tomó la primera de las carpetas viendo la descripción. Una mujer de estatura mediana que presentaba quemaduras, de tercer grado, y varias cortadas. Según ella cuidaba dragones en una reserva pero era evidente que solo se trataba de una excusa que ellos como sanadores deberían creer. Una leída del personal a cargo y con un garabato de su pluma la carpeta levitó para ir al archivador.

..:: MAZMORRAS - 3ER ROL - CON ROCIO Graciasssssss ::..

La Malfoy se rescostó observando como poco a poco su piel era la misma. Parecía porcelana, fragil y dura a la vez, blanca, lisa y perfecta. Un efecto que su raza le brindaba. Allí expuesta escuchó acerca del bebé y dirigió una sonrisa amarga. llevó las manos al vientre mientras alzaba la vista para responder.

-Es... complicado. No se puede saber. Es hijo de demonios y mi lado demoníaco no permite que me haga ninguna scaneo, o daño los aparatos o me transformo perdiendo la consciencia. Así que lo sabré en unos meses cuando acabe la gestación eterna de mi bebé -bromeó para descontracturar el ambiente. Aceptó las pociones, sabía que le harían bien- ¡No! No Ro, prometeme que nadie lo va a saber, nadie...

Le respondió desesperada ante el consejo concurrir a la maternidad. Aquella idea la aterraba, si se enteraban del bebé podrían separarlos y no estaba dispuesta a desprenderse de su hijo. Asintió mas tranquila cuando le indicó que regrese en caso de sentir alguna molestia pero sabía que un buen descanso bastaría.

-¡Max! -dijo la Evanik y en segundos un elfo apareció en la sala

-¿llamó la señora? -preguntó viendo y comprendiendo- Max traerá ropa para la Ama, permiso

Pocos minutos despues, Aleera ya arreglada en una sencilla túnica de color lila se retiraba de San Mungo. Antes de eso se despidió de la sanadora con un beso y una sonrisa, sin contar el agradecimiento por traerla a la vida a ella y al pequeño en su vientre.

..:: MAZMORRAS - 2DO ROL - CON ROCIO ::..

Su menten no estaba presente en ese plano, era como si cada aspecto de su vida fuera ahora un nuevo mundo donde su pseudoconciencia se encontraba. Se hallaba en varios sitios a la vez y en el mismo momento en ninguno de ellos. Su cuerpo reposaba en la camilla mientras unas manos delicadas tiraban arrastrándola a uno de los cubículos. No sentía nada, ni cuando las gasas acariciaron su piel, las heridas, desinfectando y cerrando las mas agudas.

El aroma fuerte del ungüento que ahora cubría gran parte de la epidermis aun no era procesado en su cabeza y, al despertar, seguramente atraerían las nauseas del embarazo y los nervios de la muerte en batalla. Sus labios se separaron dando acogida a la magnifica sustancia que le retornaría la vida. Poco a poco cada una de las células de su cuerpo fue despertando, era como un cosquilleo tibio que subía hasta alcanzar el pecho, el corazón, y la mente.

-Gra... ahmmm... gracias -dijo mientras que le costaba hablar, sentía su cuerpo pesado y dolorido

La mirada esmeralda de la Malfoy se cruzó con la de la sanadora y una sonrisa se dibujó en su rostro. Estaba a salvo, conocía aquel rostro que mas de una vez se cruzó en la fortaleza y en casa de sus abuelos. Recordaba su nombre y se acordaba de haberla visto en una gala del brazo de su sobrino.

-Gracias, Ro -le dijo intentando incorporarse pero cediendo ante el peso y el dolor. El aroma de la crema para quemaduras trajo una arcada que disimuló cuando se rescostó nuevamente- Creo que mejor me quedo así un rato...

..:: MAZMORRAS - 1ER ROL ::..

El cuerpo sin vida apareció por aquellos misterios de la vida mágica en una de las camillas en la planta mas profunda de San Mungo. Eran los restos incinerados, casi irreconocibles, de una mujer en apariencia joven. El efecto de la poción multijugos había cesado, la máscara dorada se desvaneció una vez que estuvo a salvo mostrando el rostro que logró, en parte, proteger. Las prendas de la Evanik se reducían a algo menos que harapos gracias a las poderosas (?) llamas del dragón.

No sentía ya mas nada después del dolor profundo de su muerte pero una parte de ella continuaba atada al mundo, a su hijo, a los amores que habían quedado en el campo de batalla. Sus lealtades, aquellos amigos y familia capaces de arriesgar sus propias vidas por cuidarla. Ahora solo le restaba esperar y, con un poco de suerte, pronto llegaría un mortífago en bata pulcra de San Mungo para sanar sus heridas y regresarla a la vida.

(rol patetico pero son 2.20am xDD)

Una vez dentro de Abaddon, la nigromante, se armó de un porte glacial y frío lejos de aquel delicado que solían mostrar entre los muros de San Mungo. Estaba decidida a hacer lo correcto aquella tarde y la vartia temblaba en su mano como si tuviera vida propia, una mas adrenalínica que la de la hechicera.

-Celerus fuego negro –exclamó la Malfoy apuntando arriba, mientras que una bola de fuego aparecía del extremo de su varita, se elevaba unos 4 metros por encima de su cabeza y se disponía a crecer bajo la voluntad de la demonio. Tenía claramente la órden de no tocar nada hasta que ella lo ordenaba y se movería a su voluntad.

-Fuego Maldito –exclamó la Malfoy y en ese momento dos mariposas de fuego salieron volando del extremo de su varita, surcando la distancia que la separaba de sus enemigos, listas para impactar quemando a Maddeleine y a Kriss Gryffindor

-Fuego negro –dijo nuevamente la Malfoy y una bola gemela a la primera apareció, uniéndose en la altura, compartiendo la orden de esperar sin ser tocada a cumplir la voluntad de la nigromante- estamos listos…

Mientras disfrutaba de un hermoso descanso en sus jardines, sintió ese peculiar ardor del antebrazo que extrañaba. La llamaban, estaban listos para burlas las defensas de la prisión y, así, rescatar a sus compañeros. Aleera corrió al interior de su casa buscando una poción multijugos, la varita y la máscara dorada antes de desaparecer rumbo a taiwan.

Apareció lejos de Londres, en la ciudad de San Zhi. Allí, Ashley y Blackimse iban derribando las defensas de Abaddon mientras que un reducido grupo de mortífagos las seguía.

-Buenas tardes, noches, ya ni sé con estos cambios de horarios… ¿estamos? –saludó la Malfoy tras una máscara dorada y sacudiendo una melena pelirroja y lacia que parecía artificial.

Ingresaba detrás de sus compañeros con la varita en la mano. La respiración algo entrecortada y las ansiedades de semanas o mas lejos de los enfrentamientos. Sabía que era arriesgado en su estado pero su bando aún era un punto débil para ella. Se ubicó manteniendo una distancia de 10 metros de cualquier persona u objeto lista para lo que venga.

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Atendiendo a Sammuel

La Evanik no quitó la vista de su aprendiz. La joven meditó la respuesta que debía dar a la improvisada evaluación mientras que cumplía con el pedido de realizar el cierre de las heridas, algo que se le daba muy bien y era de uso habitual en los procedimientos. Asintió levemente y agradeció cuando un enfermero le acercó una silla alta. Aleera esperó a que Liza acabara de exponer y luego le respondió con tranquilidad.

-Muy bien. Efectivamente la herida esa tiene todas las posibilidades de ser la causa por la cual fue envenenado el paciente. La inflamación que la rodea es característica. Si observas bien, iras con el tiempo notando que en los casos donde actúan venenos, especialmente de origen animal, la piel muestra una sequedad particular. En ocasiones, no es éste el caso, podrás ver incluso un cambio de color, olor y los vasos notorios periféricos a la herida.

Una vez expuesto ello se dispuso a no demorar mas la resurrección. Aun no podía asegurar al 100 por 100 si la muerte se debió a las heridas y malas condiciones o exclusivamente al envenenamiento, solo se aseguró que su cuerpo resista un regreso a la vida mas.

-Liza, por favor, prepara las pócimas para cuando despierte. Una vez que lo haga tenemos entre 5 y 10 minutos para que trague un bezoar, así que mejor busca en el cajón del medio uno y tenlo a mano. Luego podremos darle las pociones regulares. ¿Lista?

La Malfoy comenzó. Elevó la varita por el cuerpo del joven y dibujó amplias florituras en el aire mientras murmuraba en una antigua lengua, lo hacía rápidamente y constante al punto que hasta parecía no estar presente en ese plano. Poco a poco una sensación de luminosidad nació del extremo de la varita rodeando al joven hasta que ella apuntó al pecho exclamando.

-¡Enervate! –lo dijo con lo último que le quedaba de voz y de inmediato se sujetó de los extremos de su asiento. AL bebé no parecía agradarle que ella resucitara, absorbía parte de su esencia vital y tardaba horas en reponerse.

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Con Liza atendiendo a Sammuel

Con el incidente en su cabello bajo control, Aleera, continuaba la charla. Aparentemente San Mungo levantaba algunas curiosidades en la joven, era lógico, la institución tenía una cara que solo conocía el personal, que los pacientes jamás podrían imaginar. Si contaba con el esmero necesario quizá, algún día, Liza descubra los secretos mas oscuros que guarda aquel noble centro de salud.

-Llevo desde hace mucho –Aleera llevó las manos a su estómago que mostraba ya la pequeña forma redondeada del embarazo-. Cuando nos asentamos acá… Saya y mi madrina Hayame fundaron el primer centro en Londres. Yo arranqué en ese entonces, aunque atendíamos todo lo que se presentara sin tanto recelo como ahora. Luego el Ministerio transformó la pequeña clínica en un Centro tal como lo ves ahora y…

Las palabras de la jefa de planta quedaron interrumpidas por un leve sonar de campanillas. Era una alarma que únicamente los sanadores y aprendices de la 5ta planta percibían cuando llegaba un paciente. La Malfoy se sostuvo de la mesa y se puso de pie mirando a su compañera.

-Nos toca trabajar ¿lista?

Salió de la sala. Estaba segura que la Rambaldi seguiría sus pasos o, incluso, caminaría algo mas a prisa que ella y aquella pesadez de su cuerpo. Rogaba a Merlín que no fuera un muerto, era el segundo consecutivo y si debía resucitarlo agotaría sus energías antes de lo previsto. Llegando al lobby, observó al joven de rostro familiar sin vida en una de las camas que empujaba un enefermero.

-¡Vaya! Parece que tiene veneno, mira su piel Liza y remárcame qué me sirvió para el diagnóstico. –preguntó evaluando a la joven mientras se dedicaba a las heridas del paciente. Tranquila fue quitando las prendas sucias y rotas del mago hasta ver las heridas- ¿Quieres cerrarlas vos? –ofreció cediendo espacio a la aprendiz

Hola chicas!!!

Bueno, yo no estuve mucho en el tema, leyendo lo que ha publicado o no el profeta, pero... ¿Está haciendo el períodico una caza de brujas contra mortífagos? Si es así, por lo visto Lisa, Juve y Bel lo han considerado, y a su vez está bajo mando mortio hay algo que no me cierra xDDD

Yo creo que la idea es buena, de todos modos, aunque no se destruya el profeta por completo, si ayuda a que nadie sospeche por ejemplo de Goshi y Ainé como mortífagas, mas aún si las "secuestramos". Es una opción, por supuesto la opinión de todos cuenta pero me perdí en el punto que cité mas arriba.

saluditos

¡¡Lacri!! ¡MILES DE GRACIAS! Están genialosos!!!!!!

Gracias por tomarte el tiempo para hacermelos los necesitabamos con urgencia y han quedado lindísimos. Dignos para la división :3

Me llevo ambos para verlo con Beltis pero yo me quedo en lo personal con el primero.

*le deja un tarro de galletas con chispas de chocolate*

Gracias, gracias y mas gracias

Hola hermosuras artisticas de la marca!!!!

Cómo están? Vengo con un medido casi urgente, necesitamos si alguna almita caritativa puede hacernos un banner para el "Topico de Roles Mortífagos" que es la división de rol de la marca, donde agruparemos todos los roles y ayudaremos a que no mueran en el proceso. Confiamos en el criterio de ustedes, incluso si quieren sugerirme un nombre que les parezca mas... atractivo estoy abierta a me contacten (a Beltis o Alyssa también) via skype, yahoo o WA.

Les agradezco mucho y lo espero ansiosa

*deja galletas*

-Pues podrías sorprenderte -la nigromante apareció frente a la celda de Jessie, al lado de Anne, mirando a su hermana a través de la máscara dorada.

Podría haber estado a rostro descubierto, la poción multijugos que había bebido para esconder el embarazo cambiaba su rostro, voz, hasta algunas marcas características. Usaba aún la máscara para que sus propios compañeros la reconozcan, para que sepan quién era la persona que tan intrépida se colaba en las indagaciones. Llevaba consigo una pequeña bolsa oscura, al igual que la sencilla túnica que cubría su cuerpo, por fortuna aún podía usar algo de su ropa vieja con la ayuda de la poción.

-¿Qué o quién tenemos acá? -preguntó como si desconociera la identidad de la capturada. Dio un golpecito a la reja y se abrió paso encerrándose con ella- ¿Estás herida? -preguntó arrimándose y terminando con una mirada a la Haughton quién parecía estar a cargo de custodiarla- Así que te trajeron a nuestra amada Nurmengard. ¿Qué hacías para ganarte tal premio? -le preguntó directamente a Jessie, esperando ganar tiempo y alejar las torturas de su hermana para llevársela a su casa.

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Con Liza matando el tiempo xD

-Vaya… ¿otra piromaniaca? –pensó Aleera mientras Liza luchaba con los extremos en delicadas llamas de sus cabellos. La Malfoy aguardó midiendo el autocontrol de la joven y las habilidades ante lo inesperado, dos cosas muy importantes para la labor que tenían que ejecutar.

-¿No te sentís atada? –Aleera sonrió como si tuviera delante a un niño pequeño que aún le falta mucho por vivir- A ver… supongo que sabes que la magia no es exclusiva de seres humanos. Muchos seres vivientes y objetos pueden, y deben, tener magia. Es algo que nace de la nauraleza, del medio que nos rodea… Nosotros solo podemos llevarla dentro y utilizarla, aunque me jures que no te sientes atada a este mundo, mientras sigas siendo una hechicera, no te creeré –culminó sonriente y tranquila.

La Rambaldi pareció meditar un buen tiempo las palabras de Aleera que paciente alternaba la vista entre la chica y la habitación. Una enfermera quiso entrar y al verlas se disculpó y salió con prisa, no era habitual ver a la Evanik en aquella sala donde el personal descansaba. La Malfoy alternaba entre pacientes y su lujosa oficina, la cual tenía mas comodidades de las imaginadas.

-¿Si he muerto? –preguntó Aleera ante la pena de la aprendiz- Puedes preguntar. Si, me ha pasado. Es extraño…