Jump to content

Aleera Lux Evanik Malfoy

Magos Expertos
  • Mensajes

    2.396
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    1

Mensajes publicados por Aleera Lux Evanik Malfoy

  1. ..:: MAZMORRAS - HABLANDO CON ANNA ::..

     

     

    Amabas se dispusieron a salir de la sala, de inmediato alguno de los elfos se tomaraía la delicada tarea de regresar la sala a su limpieza y funcionalidad, dejándola dispuesta para un próximo paciente, mientras que ellas no tenían mas que hacer allí. Avanzaron por los pasillos por fortuna, en parte, desiertos. Anna le consultaba por sus empleados lo que generaba cierta incertidumbre en la Evanik, quien tomando su varita, realizó una floritura y apareció un pergamino con los nombres de sus compañeros de planta.

     

    -Los conozco a casi todos -dijo releyendo una vez mas la lista y mostrándola a Anna, aunque sabiendo lo abocada que era la Ryddleturn con sus empleados no le extrañaba que supiera el número de legajo de cada uno de memoria- pero me preocupa no haberlos visto, que nadie se halla acercado. Esta mañana envié una lechuza notificando que me habían dado el puesto y las normas en las que trabajamos en las semanas posteriores. Iba a ser para Jessie y Héctor, pero las cosas han cambiado.

     

    Llegaron finalmente a la última puerta, quizá en el sitio mas alejado de todas las mazmorras, donde la Oficina mantenía el nombre de la Jefa de Planta anterior, su tía, y el cargo de quien la ocupaba. Por un momento la observó y pasó los dedos por la placa metalica que fría esperaba un nuevo dueño. Colocó la mano en la perilla y la giró suavemente cediendo el paso a Anna e ingresando por primera vez a su nuevo despacho.

     

    -Creo que deberé acostumbrarme a no tener mas la vista hermosa de la quinta planta, el sol cada mañana, el aire fresco... -a pesar de ello una sonrisa se asomó entre sus labios, había llegado una nueva etapa.

  2. ..:: MAZMORRAS - 3ER ROL - RECIBIENDO EL ALTA ::..

     

     

    Finalmente, con el correr de los minutos, su mente se fue habituando. Reconoció aquella sala que había usado en alguna oportunidad, la decoración, los muebles, todo. Estaba en las mazmorras con Anna a su lado que revisaba en detalle cada una de sus heridas, aunque debía reconocer que ya solo había piel lisa, trapos mustios y el dolor de sus músculos por la batalla. Poco a poco se incorporó, hasta lograr sentarse manteniendo un equilibrio precario.

     

    -Te agradezco mucho -dijo recibiendo la poción que bebió del mejor modo posible, no tenía muchas opciones si deseaba reincorporarse a su labor- si, se como vienen las cosas después de todo... por algo me pusieron acá.

     

    Al cabo de unos minutos Aleera logró ponerse de pie. Pasó la varita por su cuerpo limpiando cualquier rastro de la batalla y una sencilla túnica blanca cubrió su cuerpo. En instantes estaba presentable y lista para salir de allí. Abrazó a Anna, agradecida por el cuidado que la Directora había prestado para su persona y llevó una mano a su abdomen reconociendo el crecimiento del pequeño demonio.

     

    -Aun no paso por mi nueva oficina, sigo ocupando la del quinto piso ¿Querés acompañarme a ver esta? -invitó a su compañera mientras se encaminaba a la puerta, tenían mucho que hacer para sacar a flote aquella área del hospital.

  3. ..:: MAZMORRAS - 2DO ROL - ATENDIDA POR ANNA ::..

     

     

    ¿Y si la dejaban así por siempre? Podría haber pensado eso, no era tan malo, no sentía dolor, no tenía obligaciones, no tenía hambre... podía enumerar cada uno de los beneficios de aquel limbo que se adaptaba al deseo de su mente, alma, o lo que fuera que primara en ese particular estado. Hubiera avanzado, continuado hacía ese viaje sin retorno de no ser porque no estaba sola, tenía que cuidar de su hijo, reensamblar su familia, luchar por lo que deseaba como hacía día a día. Ignoraba el tiempo que había pasado yaciendo en medio de la nada, hasta que empezó a sentir un tirón.

     

    Poco a poco era como bucear y sentir que te falta el aire. Miras para arriba y notas cuán profundo te habías perdido entonces empiezas a patalear con fuerza. Los brazos, las piernas, el cuerpo en general parece desear lo mismo pero acalambrarse en el proceso y solo notas como te encuentras falta de aire. Así se sentía. Cuando le parecía que no lo lograría, que lo mejor era regresar y perderse, sus pulmones se llenaron por completo del ire y le dieron la primer respiración de su nueva vida. Tosió, llevó las manos a su rostro para librearlo y tratar de tomar coherencia de dónde se hallaba.

     

    -¿Anna? -estaba confundida pero no tanto como para saber que era su jefa quien la acompañaba- Morí otra vez ¿cierto? Esto ya... -quiso incorporarse pero una presión en sus sienes le indicó que no era momento aún y cayó rendida en la cama- Lo sé, de a poco... aunque no creo que este olor se me vaya fácil ¿me hicieron un colador?

  4. ..:: MAZMORRAS –SANANDO A EVARELA ::..

     

    -Que alivio, mujer, me alegro que estés de regreso. Parece que no pudieron desquitarse mucho con vos. Eso es bueno, pero por las dudas fui precavida, no quería se me pasara ninguna herida interna ¿Cómo te sentís? Tomalo con calma, puedes sentirte confundida. –anunció ante el mareo- ¡Ja! Si lo hiciera por los galeones…

     

    Mientras explicaba aquello se giró hasta el lateral donde reposaban los ingredientes de pociones. Controló los diversos contenidos, separó algunos, olió otros, miró incluso una botella a trasluz para poder ver qué contenía. Al cabo de unos minutos estaba tarareando una canción mientras mezclaba los ingredientes. Dispuestos en un vaso alto y una mezcla de color anaranjado que aunque estaba a temperatura ambiente humeaba, lo entregó a la Haughton.

     

    -Tenes que beberlo todo, lo sabes. Con eso regeneras sangre y elementos formes, o sea, te repondrá, a su vez, veras que sentiras mas energía y desaparecerá esas sensación de letargo que deja el estar… bueno… muerta.

     

    Mientras se aseguraba que Evarela vaciara el contenido bebiendo toda la pócima Aleera controlaba la hoja de trabajo. Apuntó el procedimiento con detalle y finalmente firmó un trozo de pergamino que aseguraba el alta y su salud. Examinó los signos vitales antes de entregar aquel papel y se despidió de ella con un abrazo, aunque después pensó que quizá fue demasiado, pero así era Alee, efusiva.

    • Me gusta 2
  5. ..:: MAZMORRAS –SANANDO A EVARELA ::..

     

    Nuevos rumbos la esperaban ahora en las mazmorras. Aún no había cambiado las cosas de la oficina, no se había despedido de sus sanadores que tanto significaban para ella, eran como su familia, sus guardianes de muchos secretos y sostenes de momentos difíciles. Ahora tenía que ponerse a cargo de un nuevo grupo, amigos, camaradas y aquello en el fondo podía aterrorizarla. La Malfoy caminaba buscando como ubicarse en ese nuevo ambiente que tan poco se parecía a ella.

     

    -Señora, tenemos un paciente –dijo una enfermera, aunque no era necesario, había visto justo en ese segundo la cama con el cuerpo sin vida de una mujer acompañada de un joven elfo.

     

    La Malfoy se aproximó con cuidado mientras sujetaba la varita lista para accionar con su magia cuando reconoció a su líder Evarela. ¿Se la habían llevado o era producto de una batalla? Como fuera estaba ahora en sus manos y en ello tenía que concentrarse. La condujeron a una sala de las que se destinaban a los pacientes urgentes y allí empezó su labor.

     

    -Episkey, episkey.. –repitió una y otra vez, mientras que las heridas de su cuerpo sanaba por dentro y fuera, una piel nueva cubría cualquier laceración y los tejidos se regeneraban para quedar como nuevos.

     

    La Malfoy alzó la varita realizando una amplia floritura que abarcaba el cuerpo de su amiga y compañera mientras que murmuraba las palabras de una lengua antigua, un viejo conjuro tan poderoso capaz de regresar el alma al cuerpo y así reintegrar la vida a un ser humano de capacidades mágicas.

     

    -Enervate –fue lo único que se entendió, saliendo con fuerza desde su pecho, impactando en el corazón de la líder mortífaga. Aquel último y simple hechizo reanimaría a la Haughton y la traería de regreso- ¿Eva? ¿Estas bien? –preguntó Alee en cuanto detectó los movimientos que anunciaban que su labor había sido la adecuada.

    • Me gusta 2
  6. ..:: MAZMORRAS - 1ER ROL, ME MURÍ D: ::..

     

     

    Su cuerpo reposaba en una de las tantas camillas que se encontraban en las mazmorras. Quieto, frío, solo parecía mantener de ella aquella sonrisa particular. La máscara había desaparecido, después de la fortaleza tenebrosa, el lugar mas seguro para su identidad es aquella planta escondida. Las ropas algo rasgadas y sus cabellos enredados indicaban que había caído en la batalla. Aquello no le preocupaba, llevaba la satisfacción de haber ayudado a impedir que se llevaran a su hija. Una vez mas los defensores de la luz la habían atacado sin moderación y un grupo de mortífagos había dado todo para ayudarla.

     

    Ahora solo le restaba esperar, no sentía nada, el limbo en que se encontraba ya se había transformado en un estado familiar. Había perdido su suerte, su toque, o quizá la concentración. Sabía que había salido raspando de ingresar nuevamente a Abaddon y, por ello, daba gracias. Sentía pasos y voces y, aunque no lo reconocería abiertamente, deseaba en lo mas profundo que fuera quien la iba a sanar.

  7. Yo soy mas que pésima para esto, lo juro, de hecho nunca pude sacar una sola adivinanza de ninguna de las prisiones u.u

     

    Podemos hacer que una de las pruebas sea que deben confesar algo: su amor por alguien, un secreto profundo y jugoso, no sé, algo que les moleste (?)

     

    Hay un acertijo que es bueno, a mi me encanta, es uno que tenes dos botellones y debes separar una cantidad exacta de agua. No sé si ya lo hayan usado pero es de lógica.

  8. ..:: MAZMORRAS MORTÍFAGAS - CURANDO A ZACKITO Y DANDOLE EL ALTA ::..

     

     

    El mago despertó con el clásico signo de desorientación. Aleera lo tomó como algo bueno, cuando las cosas eran de libro significaba que estaba bien hecho el proceso, y se dignó a un escaneo general. El joven mago se dirigió a ella primero agradeciendo la resurrección y luego consultando por su presencia. La Malfoy se alejó un paso, puso la vista en blanco, parecía que nadie recordaba su puesto y las veces que había acudido a hacer eso mismo.

     

    -Si corazón -dijo con paciencia mientras colocaba en la boca del mago un termometro, no era necesario pero evitaba mas preguntas-, pero necesitan ayuda y como soy Jefa de planta, Nigromante y tengo mas años de sanadora que vos de vida acá estoy -se cruzó de brazos alejandose unos pocos pasos- ¿si queres te mato de nuevo y esperamos a alguien mas "oficial"? -dijo alzando una ceja bromista- Eso pensé...

     

    Fue hasta el mostrador donde reposaban recipientes varios. Entre placas y botellas aquello era un lío tremendo. Fue separando lo que le resultaba útil y mezclando los ingredientes como si fuera la encargada de los tragos en la noche de fiesta. Finalmente armó un vaso largo con una sustancia de color naranja brillante y aunque era fría emanaba un humo suave por encima. Quitó el termómetro de la boca del Rowle mientras que con su otra mano depositaba la poción en manos de su paciente.

     

    -bebe todo eso y si sigo de buen humor te dejo salir -Comenzó a garabatear el alta y la descripción de su tratamiento. Cuando vio que había cumplido la órden entregó al ángel caído un trozo de pergamino con su firma-. Podes regresar a tus actividades, cualquier malestar puedes venir a verme. Toma... -volteó para salir por la puerta pero se detuvo en el marco- detrás del biombo tenes unas batas, no olvides lavarla y devolverla -se marchó antes que le recrimine algo riendo por lo bajo.

  9. ..:: MAZMORRAS - CURANDO A ZACKITO ::..

     

     

    -¿Te parece? Esta juventud está perdida... una le regresa la vida y te responden de ese modo -respondió a la enfermera que tras la explicación había estado mas cooperativa.

     

    La Malfoy que acababa de terminar con Lisa se disponía a acomodar las cosas minetras, como era habitual en ella, hablaba con cuanta alma cercana hubiera. Otra enfermera asomó la cabeza a la sala y al verla preguntó

     

    -¿Es usted sanadora?

     

    -No, soy pingüino pero la gente aún no lo nota -dijo Aleera acomodando la bata que ya le iba quedando algo mas ajustada gracias a la prominencia delicada de su abdomen- ¿Qué sucede? Estoy dando un refuerzo en la planta.

     

    -Tenemos un paciente recién llegado -explicó mientras ingresaba una cama con el cuerpo inerte del ángel caído, Zack, quien de inmediato fue reconocido por la Evanik- parece que seguiran llegando a como avance el día, Señora

     

    -Perfecto, para eso estamos ¿cierto? -respondió Aleera mientras quitaba los restos de ropa del cuerpo de Zack y apuntaba con su varita- episkey, episkey.. -aquel hechizo en su mente se repitió una y otra vez cerrando las posibles heridas, no solo externas, también las internas- pobrecito...

     

    La Malfoy se acomodó la manga de la túnica y elevó su varita, comenzó a realizar una amplia floritura que abarcaba todo el cuerpo del Black mientras murmuraba en una antigua lengua muerta un eficaz hechizo que devolvía la vida. Poco a poco una luz blanquecina, como una mezcla de gas, líquido y humo fue rodeando al mortífago. Una vez que termino de recitar apuntó al pecho al tiempo que decía enérgicamente -Enervate

  10. ..:: MAZMORRAS -CURANDO A LISA Y ENTREGA DEL ALTA ::..

     

     

    La vampiresa se levantaba, lo que era una buena señal, pero como de costumbre no hacía mas que estar atolondrada. La malfoy le puso una mano encima obligándola a permanecer quieta y restringiéndola. Cuando consultó acerca de su presencia en aquella planta puso la vista en blanco, solo alimentaría las habladurías de las enfermeras quines amaban cuchichear por las espaldas.

     

    -Hoy me castigaron haciendo que resucite a gente que hace preguntas est****as -sonrió ácidamente-, y al único sitio que iras será a darte un baño, pues apestas a pollo pasado de cocción. Estira los brazos, ahora las piernas... mira para arriba... bien -dijo examinandola y tomando nota- seguís igual de deforme que siempre, pensé que quizá te arreglaban lo desproporcionada que sos... -negó con la cabeza mientras rasgaba el pergamino con el informe.

     

    Aleera se giró, poniendo la distancia necesaria para evitar cualquier tipo de venganza por parte de su compañera, hermana y amiga. Buscó las botellas que había usado hacía unas horas con Agatha y tras preparar las respectivas póciomas entregó un vaso con ellas a Lisa.

     

    -Bebetelo todo, antes que me arrepienta de resucitarte y te mate yo misma... -dijo sonriendo al tiempo que firmaba el alta que Lisa llevaría a los líderes para que le permitan regresar a las batallas, en la marca se cuidaban como una verdadera familia- toma niña, ya podés irte, pero lo del baño es cierto jajaja

    • Me gusta 1
  11. ..:: MAZMORRAS - CURANDO A LISA ::..

     

     

    Después de haber curado a Agatha, Aleera, cargaba una carpeta con la ficha respectiva. Se preguntaba dónde debería dejarla, ya que las enfermeras solo la miraban molesta por invadir aquel sector que no le pertenecía. La Evanik no le dio importancia hasta que se encontró con una que le cayó particularmente mal. Negó, bufó, y tras mejorar su porte se dirigió a ella con un poco mas de impetú que el habitual.

     

    -Queridita, toma, ponlo con las demás historias médicas -practicamente enterró la carpeta en el pecho de la mujer, se dio media vuelta y enfiló por el pasillo por donde había aparecido.

     

    Allí se encontró con una cama, un cuerpo de mujer sin vida aguardaba como recién llegado. Una enfermera se acercaba para comenzar con las inspecciones iniciales y alzaba la vista buscando quién atienda aquella recién llegada. Al acercarse la Evanik separó los labios para replicar pero ella la hizo callar.

     

    -Soy Jefa de planta cinco y nigromante de la marca tenebrosa, nada me detiene para atender a mis compañeros. Si tienes dudas nuestra directora la Señorita Ryddleturn podrá evacuarlas pero mientras, haz tu trabajo y atendamos a esta joven.

     

    La condujeron a una de las salas, donde Aleera se preparó a atender reconociendo el rostro de Lisa, su hermana. Apuntó al cuerpo mientras no hacía mas que pensar <<episkey, episkey...>> y las heridas se cerraban lentamente mientras la varita la envolvía. Para acabar, la Malfoy, volvió a repetir un viejo hechizo en lengua muerta que rodeó al cuerpo de la Rambaldi devolviendole el anima, solo faltaba una cosa.

     

    -¡Enervate! -exclamó apuntando al pecho de la vampiresa

  12. Una a una, a medida que avanzaba, las defensas iban abriéndole paso. La capa fina que cubría su figura apenas acariciaba suavemente el suelo de piedra, rústico, de la prisión de los mortífagos. Aquella oscura y fría fortaleza era un imperio donde se mantenían cautivos a aquellos que se oponían a los valores de la sangre y la magia. Se adentró y a cada paso las antorchas se encendían iluminando su trayecto, reflejando sus llamas en la máscara dorada que cubría su rostro, protegiéndola de alguna mirada curiosa.

     

    -¿Noticias? -dijo la Malfoy en un tono que rozaba el autoritarismo, demostrando que aquel expectro era un ser inferior y debía demostrar un respeto a un mortífago- Si no las tienes ¡buscalas! Desaparece...

     

    Avanzó un poco mas, sabía que tarde o temprano encontraría algo interesante para hacer mientras debía matar un poco el tiempo. La capa cubría su imagen por completo mientras ella esperaba perderse en las sombras de la prisión, tenía que esperar unas horas antes que pueda regresar al patrullaje sobre Ottery.

  13. ..:: MAZMORRAS - REVIVICIONANDO A LA BLONDA ESA CONOCIDA COMO AGATHA ::..

     

     

    Observó como de a poco su hermana despertaba. Aquello era bueno, le alegraba ver a sus pacientes regresar, mucho mas si eran familia. Ambas habían caído juntas. No solo eso, sino que parecía que las dos recordaban a la perfección la charla que sus, a falta de una palabra mejor, almas habían tenido. La Evanik sonrió y respondió mientras ella misma llevaba una mano a su vientre ya abultado.

     

    -Estamos bien. Bel me revivió en un abrir y cerrar de ojos y mi aspecto demoniaco lo mantuvo a salvo a él o a ella... ¡Vamos a ocuparnos de vos! Veamos qué tenemos por acá.

     

    Aleera volteó, por un momento debía controlar una solitaria lagrima que peleaba por escapar de su ojo. Extrañaba cuando las batallas eran un paseo de diversión y ella salía solo a festejar... se sacudió levemente espantando los recuerdos. Tomaba botella tras botella leyendo etiquetas, centrándose en lo que estaba haciendo. Encontró tres que separó y mezcló en un recipiente que entregó a su hermana.

     

    -tomate todo ese lodo mientras me hago cargo de tu alta... esto te dejará libre. Le pedí a Anna ayudar acá abajo ya que algunos estamos con una tendencia a visitar San Mungo cada dos por tres... tené, este es el alta -entregó un trozo de pergamino a la Gryffindor con su firma y una copia que quedaba archivada en aquellos libracos justificando la atención y el consumo de materia prima en aquel box- esto es todo, podés irte, allí hay batas descartables para cubrirte un poco...

  14. ..:: MAZMORRAS - ATENDIENDO A AGATHA ::..

     

     

    Bajó cuando llegó a San Mungo, confiaba que sus compañeros Jessie y Héctor podían cuidar de la quinta planta un poco mas, sabiendo que pronto llegaría una borda de mortífagos desde Abaddon se había ofrecido a dar una mano. Así llegó hasta ese sector con cámaras y boxes y cierto ambiente moribundio y oscuro. Había sido resucitada hace unas horas y ya descansada regresaba. Lo primero que vio, bueno después de las enfermeras, era un cuerpo rescostado en una camilla, tan tieso como un muñeco, aunque uno muy bello.

     

    -Aggy... -dijo moviendo la cama con su varita y llevándola a un box. Una vez ubicada, se dispuso a curarla- episkey, episkey...

     

    Poco a poco cada posible herida que tenga su cuerpo, sea interna o externa, y luego comenzó la parte mas complicada. Alzó la varita realizando unos movimientos que abarcaban todo el cuerpo de la blonda, mientras murmuraba un viejo hechizo en una lengua muerta. Así una luz blanquecina lo recubrió hasta que lograba otorgarle el ánima. Finalmente apuntó al pecho de la mujer, su hermana, y exclamó.

     

    -Enervate...

  15. ..:: MAZMORRAS - 3 er rol ::..

     

     

    No lo pudo evitar y sus mejillas se sonrojaron al recibir el cumplido. Aleera era bastante dura consigo misma y mas de una vez había optado por pedir alejarse de los enfrentamientos. Algunas voces expertas le habían dicho que estaba mejorando pero aún le costaba reconocerlo. Permitió que le tomara el pulso, sabiendo que poco a poco su corazón adquiría su ritmo como si nunca hubiera sido interrumpido.

     

    -Perfecto, venga -dijo extendiendo la mano y tomando la poción. La llevó a su boca y comenzó a beber a tragos continuos hasta que todo estuvo en su sistema. Trato de no pensar en el sabor o textura y solo limitarse a que pronto se reencontraría con su familia-, te lo agradezco. Todo está bien, pronto llegaran el resto. Gracias.

     

    Abrazó a la hechicera y se cubrió con una bata. Se dirigió a unas chimeneas que había por ahí y desapareció. Pronto volvería.

  16. ..:: MAZMORRAS - 2do rol ::..

     

    Su cuerpo fue conducido a un box. Eso era bueno, a pesar de no estar consciente, Aleera, adoraba la privacidad. Las posibles heridas que no habían sanado correctamente en prisión acabaron en el olvido gracias a las dotes de Bel. La sanadora con delicadeza y esmero sanó cada una de sus laceraciones. Aquello iba mejorando, aunque seguramente pronto al recobrar el conocimiento le dolería hasta la punta de sus cabellos. Sintió el enervate y su efecto, al segundo siguiente, su pecho se infló con la respiración.

     

    Los pulmones se llenaron de aire, su cabeza comenzó a procesar todo, la batalla, los miedos, los dolores. Con cuidado los abrió y la tenue iluminación de la habitación parecía ser demasiado. Frotó sus orbes suavemente y poco a poco esperó a que se le acostumbren a la claridad.

     

    -Bel, gracias -respondió- creo que estoy muy torpe en batallas, no hago mas que hospedarme en Abaddon y regresar a tus manos, bonita -le dijo a su compañera y amiga con una sonrisa- ¿Hora de las pociones tan... ricas?

     

    Se incorporó lentamente y con integridad y extendió las manos exponiendo su cuerpo al chequeo y esperando las pócimas que le darían mas sangre y vitalidad.

  17. ..:: Mazmorras - rol 1 ::..

     

     

    Aquel sector de San Mungo era uno de los mas restringidos. Pocos tenían certeza de su existencia, de hecho, solo podías pisarlo si eras un tatuado. No importaba cuanto dijeras o hicieras por apoyar a la marca y sus ideales, unicamente una vez que te hayan aceptado como mortífago podrías pasar por allí. Lo mismo que su personal, mas allá de la excelencia en su atención los sanadores debían ser mortífagos o resiganarse a ocupar un puesto en otras plantas. Así, como tantas otras veces pasadas y por venir, el cuerpo inerte y lastimado de la Malfoy apareció.

     

    Estaba sin vida, recién salida de Abaddon y, por arte de magia, había perdido su vida y todo. Ahora dependía de sus compañeros para volver a las andadas. Si, era una sanadora hace tiempo pero no servía de nada, no podía curarse a su misma. Esperó allí, en ese mundo de paz que la mente nos inventa cuando estamos en las puertas del mas allá. Esperaba ayuda pronto, aunque sabía lo ocupados de los sanadores del lugar. Estaba preocupada, cansada y allí reposó.

  18. Aleera se puso de pie, a pesar de tener desgarradas las ropas, estar sucia y despeinada, el porte y modo de desenvolverse indicaba que se trataba de alguien con modales, acostumbrada a buen porte. Se acercó a Xell despacio y aunque no podría ver su rostro y seguramente tampoco ella el suyo le tomó ambas manos.

     

    -Gracias -le dijo despacio- con tu permiso

     

    Sin esperar una respuesta se recostó en la cama improvisada que tenían en aquellas celdas. La manta era rasposa, seguramente con ácaros u otro tipo de animalejo pero prefirió no pensar, solo estaría allí un segundo. Cerró los ojos, como si fuera a dormir una siesta y relajarse y así fue. De inmediato su corazón dejó de latir, su respiración se detuvo en un último suspiro y sus músculos perdieron tensión. Sus días en abaddon, al menos en esa ocasión, habían culminado.

  19. Ahora ambas parecían tranquilas. Le agradaba esa joven, no solo porque sabía lo que había hecho en el pasado sino porque era una mujer con quién puedes tener una charla par a par, respetando, claro está, las diferencias. Al sentir la disculpa sonrió con amargura.

     

    -Alto, alto… estoy segura de pocas cosas acá dentro, pero una de ellas es que no eres ese sujeto. No tenés que disculparte por él, cada uno purga sus acciones como corresponde –respondió Alee en un tono como si estuviera dando una clase.

     

    -No deberíamos maltratar a nadie no somos como vos –se justificó la sacerdotisa

     

    La Evanik chasqueó la lengua “como vos” ¿Qué sabía de ella? Nada, solo que su máscara era plateada, quizá que era un demonio, pero acaso sabía que ella había salvado vidas, que evitaba matar usándolo como último recurso y que pagaba sus culpas pasando sus días salvando la vida de todos desinteresadamente, hasta exponer su propia energía vital (y, por qué no, la de su pequeño) al devolver la vida. Aquello le pareció injusto y de ser otro el lugar y su estado le hubiera expuesto los justificativos como si fueran los 10 mandamientos.

     

    -Vos lo dijiste, a veces, como recién, a veces prejuzgas jovencita. –expresó y por primera vez en mucho tiempo su modo pareció el de la mujer con una centena de años que era.

     

    Ambas guardaron silencio por un momento. Misteriosamente el aire de la prisión estaba lleno de un silencio tan denso que parecía corpóreo. A lo mejor se avecinaba algo grande, quizá los poderes de los fenixianos lograban hacer que muchos de sus compañeros caigan en una reflexión profunda. No importaba, ahora ella solo deseaba que el tiempo pase para proteger a su hijo.

     

    -No deberías ceder, ten siempre el control de tus actos. Si tu naturaleza te hace atentar contra algo, quizá podía ser un justificativo, pero que lo haga otra persona, te hace ponerse a su nivel. –Volvió a poner aquella mirada gris del cuerpo que le brindó la poción en la Vladimir, por un instante se sintió en casa aleccionando a una de sus pequeñas ¿qué la llevaba a ello?

     

    Finalmente respondió su pregunta. Había estado en batalla, quizá por eso estaba agotada, y por ese motivo el guardían la seguía como una sombra. Aleera le hubiera jurado que no la lastimaría pero ya se descuidaba demasiado.

     

    -Si te soy honesta… creo que puede haberla pero ninguno de los dos lados está dispuesto a hallarla. Me temo que debemos esperar muchas mas pérdidas hasta que lleguemos a esa posibilidad… Hazme caso y come algo, si estuviste en la batalla y me diste la vida colapsaras y disfruto mas de tu presencia que de la suya –indicó con un gesto al guardian mientras que nuevos sonidos indicaban la llegada de mas mortífagos.

  20. La mujer casi cayó de rodillas a su lado. Aleera hubiera deseado tomarla de sus brazos y frenarla, seguro que las rodillas de la joven Vladimir dolerían por arremeter de ese modo pero, hacerlo, era desenmascararse. Presionó los labios tras la máscara dorada callando las palabras de preocupación por su carcelera.

     

    -Tranquila –dijo poniendo una voz lo mas fría que podía, buscando una distancia para no dar su identidad- la última vez que vine de visita un amigo tuyo me dejó empapada en paños menores, esto no es tan malo. Espera un momento.

     

    Aleera estiró los brazos con la palma de la mano al cuerpo de Xell, poniendo distancia. Se sentó con las piernas cruzadas, las manos sobre los muslos, cerró los ojos y respiró profundo. Luego parecía haber dejado de respirar aunque evidentemente no estaba muerta. Por unos minutos era una estatua de la meditación. Desde el momento de la confirmación de su embarazo había un pacto implícito entre ella y su demonio interno, su raza, su verdadero yo.

     

    Mientras que Aleera no tome la poción que adormece a su demonio éste se centraría únicamente (o en su mayoría) en el pequeño. La presencia que enloquecía a la Malfoy parecía haberse concentrado en torno al útero creando el medio propicio e imperturbable para la gestación de aquella criatura pura que nacería en unos meses. Si había ciertas concesiones, Aleera ahora era incapaz de negarse a un enfrentamiento, el bebé (como decía ella) y el demonio tomaban su voluntad y la llevaban a usar todo para matar lo que se le cruzaba, olvidando lo que ella preservaba de la vida humana. Con la criatura dormida (niño y demonio) Aleera se descontracturó dirigiendo una mirada gris a la odefa.

     

    -Te agradezco la curación. Estoy bien, he estado peor. Hubiera curado yo misma pero –echó una mirada molesta al guardian blanco- no puedo usar mis poderes. ¿Temes de mí? No te haré daño a menos que te comportes como el bestia que me maltrató la última vez, pero pareces mas… decente

     

    Aplicó un tono frío aunque ya confiaba en ella. Una vez había puesto la seguridad de su familia en sus manos y la rubia había expuesto su identidad para salvar su vida y, sin saberlo, la del bebé. Hoy Aleera estaba allí gracias a la valentía de la fenixiana.

     

    -¿Estuviste en la batalla? –preguntó tranquila como si hablara del clima

  21. Había en su celda aquella mujer que no solo sabía era de confianza, también tenía poderes grandes. Si se hubiera mantenido al margen de las percepciones las cosas podrían ser mas fáciles pero exponer a su pequeño a alguien no era su mejor ocupación. No le quedaba otra alternativa, no podía impedir la resucitación, tampoco lo deseaba, quería estar con su hijo y usar todo a su alcance para precerbarlo.

     

    Sintió como se volvía ajena a ese plano especial, no corpóreo, no espiritual. Su raza la abrazaba y empezaba a sentir los dolores de llegar a un cuerpo dañado. Sentía sequedad en la garganta, lo que lograría una voz pastosa y gastada, y el ardor en la piel, en especial el pecho. Sin mostrar la mínima señal de reconocimiento fue llegando a sí, con algo de tiempo para responder.

     

    -Sí, gracias… supongo fuiste quién me devolvió a mi cuerpo–quiso ponerse de pie pero era muy pronto, además, necesitaba un episkey extra- ¿Podrías hacerme un episkey? Creo que esto se abrirá en breve…

     

    Señaló su pechó donde la rasgadura en la ropa indicaba la herida de un sectusempra. Las quemaduras habían mejorado pero necesitaba un poco mas de aquel hechizo tan poderoso y especial para la sanación. Sabía que por unos días estaría en manos de aquella mujer que, con luz y toda, la reconocía; aunque si demostraba aquel conocimiento delataba lo que ocultaba con la poción multijugos.

  22. De haber estado en su cuerpo humano, seguramente, hubiera perdido la paciencia. Quizá hubiera tomado a su hermana por los hombros y sacudiéndola un poco le hubiera hecho notar cuántas parejas había tenido en su vida. Pretendientes no le habían faltado, era cierto, pero ella únicamente había contado a dos hombres en su vida, uno el padre de sus hijas quien no deseaba volver a cruzarse ni en fotografías y alguien mas que era especial. A la hora de responder, sin embargo, lo hizo con la paz de aquel estado de "entitud".

     

    -¿Importa, nena? -preguntó claramente con algo de tristeza- él no lo sabe y no lo sabrá. Es lo mejor para los tres, yo seré madre, padre y todo lo que necesite este pequeño.

     

    No pudo explicarle el agradecimiento y alivio que sentía por haberle dicho y saber que tenía a su hermana de su lado. Era evidente que la necesitaría, cuando su bisabuelo sepa que gestaba un demonio puro se vendrían soberanos problemas. Aleera no llegó a expresar mas: una sacerdotiza molesta gritaba por silencio. Deseo, por una fracción de segundo, acercarse y gritarle a todo pulmón en el oído pero descartó la idea al reconocerla. Alternó un momento entre su guardiana y su cuerpo, agradeciendo la poción multijugos que cubría los rastros, ambas se conocían.

     

    -Esta chica es buena ya veras -dijo Aleera a su hermana mientras Xell ingresaba en la celda. Mas al verla acercarse al cuerpo y poner la mano en el abdomen le entró pánico absoluto- ¡Oh, Agg...!

     

    En el mismo momento que buscaba la ayuda de su hermana, ésta, era absorbida a la celda contigua. Estaba sola, siendo un ente, escondiendo su estado y con alguien que percibía demonios.

  23. Hubiera puesto la vista en blanco si pudiera tener el control de aquel cuerpo. Sabía que algún día llegaría la hora de los reproches y, claro está, estando muertas su vida no corría peligro. Buscó hacer algo de tiempo antes de dirigirse en ese modo tan peculiar a su hermana.

     

    -No es algo que pueda gritar a los cuatro vientos. Es algo mas que complicado y no es un embarazo normal -le contó aunque no podía ser así, se sentía nerviosa, era como si su alma se desintegrara del mismo modo que lo haría su corazón de estar en su cuerpo. Quizá ese ente era lo humano que restaba en su cuerpo.

     

    La Malfoy no sabía cómo empezar o si en verdad era aquella prisión, ambas como seres incorporeos, el momento y lugar adecuados para confiar todo lo que había guardado con recelo. Pero no había escapatoria, tenían unos cinco días por delante para que la blonda la persiga por una respuesta.

     

    -Su padre es demonio, sabes que yo también, y ambos de un nivel avanzado -explicó recordando lo que se sentía al sumar los poderes- bueno... el... ella... lo que sea... será aún mas puro que nosotros. Puede ser cualquier cosa y temo que me lo quiten por ello... Es feliz, se que sí, de hecho ama las batallas aunque es cuando menos lo siento. Mi aspecto demoníaco es como si lo envolviera protegiéndolo de todo y manteniéndolo a salvo. Pero soy miedosa, lo sabes. Te lo iba a decir cuando sepa con que trato pero me robaron la única chance de conocer con qué me encontraré al cabo de los 16 meses de gestación -acabó de un modo que solo deseaba abrazar su abdomen en la comodidad de su hogar.

  24. La vio acercarse, la sentía como si fueran una, ¿los hermanos lo eran aún mas en el alma? quizá esa era la respuesta. Escuchó los comentarios con una expresión entre burlona y molesta.

     

    -No rabanita -dijo acercándose a su cuerpo inerte- no es por mí, que me dejen como quieran, es él...

     

    Señaló el abdomen plano, lo que ocultaba cuando bebía la poción multijugo antes de salir de caza o defensa. Se quedó cerca del cuerpo sin vida que no conocía pero era suyo. Asi, junto a su hermana, la muerte no era tan mala. No sentía la incomodidad del suelo o las molestias de las voces de sus captores esperando, infructuosamente, que ella les diga "Hola, mi nombre es Aleera Lux Evanik Malfoy" le parecía tonto.

     

    -Dime, ¿estás muy mal herida? Yo estoy algo carbonizada, y un buen tajo en el pecho, creo que no fue mi día de suerte. Ando mas lenta que tortuga ebria

  25. -¿Hermanita estás? -Podía reconocer aquel tono de voz y se asomó a los barrotes, aunque claro, no era corporea.

     

    -¿Acá? -trato de decir. Ser un ser de esencia era raro, se hablaba o se pensaba, por las dudas hizo ambas esperando que el mensaje se emita.

     

    Sentía la presencia de la Gryffindor, su hermana, su compinche en muchas cosas. No quería alejarse de su cuerpo, aunque como ente no podía defenderse temía que alejarse era como abandonarse, en especial al bebé. Cómo le indicaría a Agatha su paradero no sabía pero sospechaba que,siendo tan inquieta la blonda, rubia teñida o natural, quiza tanto como la Su xDD, hallaría su camino para reunirse.

     

    -¿Crees que estos se dignen a devolvernos la vida? -preguntó del mismo modo, hablando, pensando, sintiendo.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.