Sunar PBT

*Entro dejando unos chocos encima de la mesita* ¿Cómo les va? Me imagino que con mucho trabajo y yo que les daré más para que empiecen el fin de semana muy bien xDD Vengo a los cambios para este mes. Además que dejaré algo porque no sé que se pueda, pero como lo pidieron el mes anterior, espero que no sea un atrevimiento. "Necesito la actualización del campo: Edad de Personaje Dice asi Edad: Joven 23 de años. Debe ser Edad: Joven 24 de años." Historia Y no estoy segura de esta parte, y si no pueden no importa Como ya pedí los cambios de mi bóveda no estoy segura si eso bastara o no. Igual lo dejo en spoiler para que no sea tan feito el post xD Gracias por todo y espero que no se molesten por esta petición xD *Sale y deja un paquete más de confetis*

Holaaaaa Vengo para decir que no tengo a la familia en mi ficha. No es que me quiera salir. Solo que mientras arreglo ciertas cosas la he dejado. Sin embargo, pido permiso para seguir pasando a los lugares de la familia, aunque no le he hecho reciente xD, ya que cuando haga mis cambios, vuelvo a ser la misma Tonks de el principio Los amo mucho y nunca los dejaría por mucho tiempo, solo hago un favor. Tíoooooooooooo te extraño

Sunar La ojimarrón miró perpleja a su tía. La bruja de cabellos violetas se encontraba quitándose la ropa a la vista de todos. Aunque en ese instante, no necesariamente había mucho público. Solo la familia que no entendía que le sucedía a la bruja. – ¿Qué haces? - alarmada pero dispuesta a que dejara de ponerse en vergüenza. Rapidamente la tomo de la cintura con delicadeza mientras escuchaba que Jesse decía algo y salió corriendo hacia quien sabe donde. La Potter Black asumió que iba por un antídoto, ya que escuchó de labios de la castaña que estaba bajo efecto de Amortentia. Sunar sabía que esas pociones eran fuertes. – Ya todo pasará – le susurraba para calmarla y que no sele zafara para continuar con ese ritual de desprenderse de toda la ropa que cargaba. Su tío entendió que pasaba y se mantuvo al margen hasta que Jesse regresó. Entre las dos le dieron de beber el antídoto. Sunar le miraba atentamente por si debiera nuevamente sujetarla para que no saliera de la tienda en paños menores.

Sunar La ojimarrón se fijó que nadie se acercará hacia donde ella se hallaba agachada por el dolor. Posiblemente uno de los golpes que se propinó al estar acomodando las cajetas de varitas le estaba saliendo ahora. Respiró profundo para incorporarse y seguir la búsqueda de los micropuffs. La verdad no recordaba cuentos debían atrapar y eso era lo que le preguntaría su tía, ya que ella sin querer los había "liberado". La Potter Black se movió hacia donde sus tíos se encontraban, pero ellos ya subían por las escaleras. - En serio, no tendremos nada que vender si nosotros mismos destruimos la mercancía - comentó en voz alta antes de escuchar los gritos de la Potter Blue en una de las plantas altas. Sin embargo, no eran cualquier grito, la sensación que algo le pasaba a su tía la hizo subir llegando a toparse con Jesse y Matt en el camino. La bruja de cabellos violetas lucía como si estuviera jugando a uno de eso juegos muggles. Tenía los ojos cerrados y daba tumbos por todas partes. - Tía, ¿Qué pasa? -pregunto Sunar aproximándose a ella con cautela.

Sunar La chica se sintió contenta de poder ser de ayuda, estaba muy animada a seguir buscando esos animalitos mientras sus demás familiares también hacían los suyo, pero recordó que aún no le entregó a Sagitas la lista de varitas, más que todo, la cantidad que tenia en stock. La ojimarrón dejo por un momento la tarea para buscar la el pergamino y al momento de sacarlo de una caja se dio observó que otro dos micropuffs se hallaban allí. Los agarró y se lo entregó a Sagitas antes que ella subiera por las escaleras. – Sethy, ¿Se durmió Argi? – preguntó la joven adre al elfo que se encontraba apartado con e niño para que no se comiera un micropuff. El elfo asintió mirando hacia un lado donde un moisés se encontraba con el peliazul. La Potter Black sonrió al saberlo y siguió revisando más cajas. No solo buscaba los escurridizos animalitos, también quería saber que más objetos para la venta debía catalogar y así tener una lista de los productos que ofrecerían al público. Un ruido de cristales se escuchó arriba. – Creo que se nos acabara la mercancía de seguir así – comentó mirando a sus tío Matt y Jesse. Sunar iba a subir pero un dolor la detuvo. Una punzada en su pierna la hizo caer de rodillas. Era como si clavaran una daga, aguantó para no gritar y trató d esconderse entre las enormes cajas de calderos de gran tamaño.

Sunar La joven madre prestó atención a consejos de cómo buscar a los chiquitos y peludos micropuffs. Si bien era cierto, esos lindos animalitos podía ser escurridizos, esperaba que no estuvieran muy dipersos en la tienda. Se tardarían mucho en solo recogerlos a todos y debía seguir con otros enseres. La Potter Blue le enseñó a todos uno que se escondió en un libro. - ¿Así de bien se pueden esconder? - asombrada miró al pequeño. Sin embargo, algo le molestaba, no le contestó a su tía Jesse. Observó que atendía a la bruja de cabellos violetas. - En una semana, en horas de mañana. Solo avisame para tener los papeles del niño listo. - le dijo pasando detrás de ellas, hacia una cajas cerradas de otros objetos para la venta. Se arrodilló poniendo especial atención las rendijas por donde podía pasar los micropuffs. Y una motita saltó. Sunar tuvó que estirarse para atraparla. Una sonrisa se dibujó en su rostro. - Tengo otro - expresó en tono alegre.

Sunar – Esta bien tía. Cuando tengas un tiempo libre, me avisas para ir contigo a una revisión. Aunque debo llevarlo a la clínica para su control. – expresó la joven madre a Jesse. Mientras ellas hablaban Sethy regresaba con un biberón. La Potter Black le hizo señas que le diera la comida al niño, ya que su incursión a comer micropuff no era buena. Aunque su tía mencionó comentarios graciosos de que le pasaría al niño con uno dentro de él. La ojimarrón volvió a darle un abrazo a su tía Jesse y miró a Mat que parecía complacido de verlas volver a la normalidad. En ese instante, Sagitas le hablaba a Jesse y se escuchó un estruendo. Todos miraron hacia la escalera y vieron a Sagitas tirada maldiciendo y otra cosa más en el suelo mientras una pelotitas de colores se movían rápidamente, como huyendo. Argentus lloró al escuchar a la bruja de cabellos violetas gritar. – Sethy llévatelo un rato mientras ayudamos a mi tía – le ordenó la ojimarrón, – No te preocupes. Te ayudaremos – le comentó a la Potter Blue. Sunar comenzó a revisar detrás de las cajas para atrapar a esos animalitos. Comenzó a mirar en los calderos que se encontraban en el suelo.

Sunar La joven madre poseía una mirada perdida mientras Sethy s encargaba de acomodar las demás cajas de varitas que subieron. Sabía que no debió actuar así, pero todavía se sentía apesadumbrada por el pequeño sermón de su tía. Recordó que nunca le preguntó como hacer para incentivar al niño a que caminara, eso le podría haber ahorrado la reprimenda. Pobrecita, la hice enojar – pensó. Momentos después su tío Blackner se acercó para consolarla y más tarde su tía Jesse también se acercó a ella, ya Matt sostenía al niño y miraban algo. La chica Potter Blue explicó el porqué de su comportamiento para que la Potter Black entendiera. Sunar la miraba y creía que quién mejor que ella para ayudarla entender ciertas maneras de evitar problemas físicos en los niños. Mientras se le dibujaba una sonrisa en los labios, abrazó a su tía y le dio un beso. La quería mucho. – Esta bien, yo también debí preguntar antes de adquirir ese artefacto.. gracias – miró entonces a la bruja de cabellos violetas que también se aproximó al grupo agregando palabras de animo. No obstante, escuchó que le llamaban la atención al peliazul. – Bueno creo que le dio hambre – rio al ver al niño en brazos de Matt tomando un micropuff e intentando llevárselo a la boca. Con toda la agitación no le había percatado de que alguien más se encontraba en la tienda. – Hola – saludó a la recien llegada.

Sunar De pronto vio como su tía comenzaba a regañar. La ojimarrón la miro atónita. Nunca había sido así con ella. Aunque no supo que contestar, sigo escuchándola. Una sensación de impotencia y vergüenza la invadió. Miraba desde su pequeño al Jesse y a su tío Matt. Tragaba saliva para evitar ser presa de sus emociones. – No lo sabía…. de verdad …no lo sabía – dijo varias veces con la voz entrecortada. Sentía que no estaba siendo buena madre y eso le asustaba. Lo que más le dolía en ese instante era saber que los demás podría pensar que no estaba actuando como una verdadera madre. – Gracias por ayudar a Argi, tío Matt.. tía Jesse, gracias por explicarme las consecuencias, las tendré en mente – Le dijo mientras tomaba al niño de los brazos del mago pelirrojo, – Disculpen, debo seguir con la lista que necesito entregar a tía Sagis. – expresó todavía acongojada. Sunar llamó Sethy para que le ayudara a subir las otras cajetas de varitas y tener el inventario para la Potter Blue. La joven madre debía calmarse y aceptar las críticas constructivas. Los tres subieron al primer piso.

Sethy, elfo de Sunar Después de chillar vio que el amo Matt cargaba al niño. Se alivió al ver que no le habrá perdido, porque si le hubiera pasado algo seguramente su ama nunca se lo perdonaría. – Gracias amo Matt – expresó muy contento el elfo, – Iré a buscarla – respondió al comentario del chico pelirrojo. Sethy se apartó mientras la hermana del Blackner también iba a encontrase con su hermano y el pequeño Potter Black que estaba feliz de ver a su tío. Sunar Mientras buscaba otras cajas de varitas escuchó un grito, era su elfo, pero segundos después el ambiente volvió a ser igual de callado a excepción de los que se encontraban allí moviendo una variedad de cajas de todos tamaños. La Potter Black supuso que ya el elfo se encontraba con el niño y más, que los tíos de ella, compartían con el niño. La bruja de ojos marrones se hallaba detrás de una torre de calderos, salió dejando un rato las varitas y, se acercó a ellos. – Matt...Jesse – saludó a los dos chicos, – ¿Cómo estan?, tiempo sin verlos.. ¿Dónde esta mi tía? Debo darle un listado de cajas de varitas que van en el primer piso – le comentó doblando un pergamino. Miro a Jesse que tenía una expresión reproche, no supo porque le parecía que recibiría un regaño. Ni siquiera había terminado de subir los demás artefactos y ya le pensaban retar.

Sunar La bruja de cabellos castaños terminó de reacomodar otras cajas, mejor que tenía su varita para alumbrar, porque ojos de felino no poseía. Se encontraban con objetos para eliminar, como los calderos dañados, los cuales colocó en la parte de desperdicio y las dos cajas de varitas nuevas las puso en el mostrador de ese piso. Aunque pensó que debían haber más en la planta baja. Recorriendo esa planta se dio cuenta que una puerta comunicaba a una habitación muy estrecha y con anaqueles polvorientos. Aquí es donde van – se dijo mirando desde la puerta a las varitas. Y dejando a un la iluminación encendió unas velas que se encontraban tiradas, así podría usar a heiwa sin problemas. – Wingardum leviosa – empuñando su varita realizó una floritura y, las dos cajas de varitas levitaron hasta donde ella se encontraba. Cada caja fue puesta en su lugar. Después meditó un poco en colocarle el nombre de los artículos que ya se encontraban dentro, así su tía o Harpo se encargaría de actualizar el listado si decidían incorporar nueva mercancía. Como solo poseía un viejo pergamino sobre una de las mesas y nada para escribir, pensó en su vuelapluma. – Accio… vuelapluma – pronunció. Desde el sitio donde dejó su bolso voló hacia ella. Seguramente sus tíos vieron la colorida pluma de tonos rojos, marrón y lila surcar desde la planta baja al primer piso. Los trapos y demás artículos de limpieza dejaron de moverse, porque ahora Sunar los necesitaría en otra parte del establecimiento. La Potter Black pegó el papel para luego bajar, quería estar segura que eran todas las varitas. Sethy, elfo de Sunar – Amito ya estamos llegando – miró que el niño se encontraba muy serio. Argentus desde que salió de casa no había cambiado su semblante. El pequeño antes era muy risueño pero al ir creciendo parecía más serio. Si se divertía cuando la situación lo ameritaba, pero pocos meses antes de cumplir un año ya mostraba una de las características de su padre. Una seriedad absoluta en los viajes. Poco tiempo tenía de estar comportándose de esa forma. Sethy ya se acostumbró a velo de esa forma, no obstante, la madre de peliazul todavía no sabía, ya que con ella era amoroso y muy travieso. Ya llegamos – dijo al estar en frente de a Tienda. Entraron girando al oír rechinar la puerta. Los que estaban allí saludaron. De inmediato, el elfo colocó al niño en una andadera así ejercitaba sus piernitas tratando se levantar. Tendré problemas cuando camine – pensó mientras buscaba a la Potter Black. Solo segundos pasaron para ver como de un extremo de la habitación se trasladó Argi, corría con ese aparato. – ¡Ama! El niño .. est..- miró a todos lados y no lo vio, - ¡¡¡Noo!!! Sin caminar y ya tengo problemas – con un gritito llamó la atención de Sunar.

Hola a estas horas de la madrugada.. por lo menos aquí xD Vengo para pedir un cambio en mi ficha "Necesito la actualización del campo Familias: Dice asi Familia 2: Tonks Debe ser Familia 2: Marauder " Eso es todo por ahora y ya les haré la visita cuando lo necesite. *dejo canasta de mentas rellenas de frambuesa*

Sunar La bruja subió uno de los pisos, allí observó que ya un letrero, algo viejo rezaba el nombre de lo que se vendería. Y por su aspecto estaba muy sucio. Dejo las dos cajitas a un lado mientras se disponía a dejar algunas otras escobas trabajando. Pero sin querer tropezó con tabla y, en vez de caer sobre otras cajas que se encontraban allí, cayó de bruces sobre unos calderos. El golpe fue fuerte y resonó en el establecimiento, más porque otros dos calderos viejos chocaron entre sí. Sunar con dolor se levantó rápidamente, no quería que abajo se preocuparan por el ruido producido. – Estoy bien – gritó. Respiró un momento, a continuación hechizó las escobas con baldes de agua y trapos para quitar el polvo acumulado en los diferentes objetos, después regresaría para eliminar los que no servían. Como observó que ese lugar poseía varios pisos, leyó la etiqueta de las cajitas que llevaba. ¡Por Merlín! Si son las varitas – se puso pálida. Se aguntió al pensar que por su descuido pudo romper tales objetos. Con más cuidado las agarro y siguió, al tercer piso donde se quedaría para revisar y arreglar.

Sunar La Potter Black tomó de inmediato una de las escobas para barrer, pero como debía estar pendiente de la llegada del niño, solo la hechizo para que comenzar a barrer. La chica miro hacia arriba; el local tenía varias plantas y, todas muy pronto estarían repletas de muchos artículos que vender. Pensó que sería bastante emocionante estar en el mismo lugar que compró siendo una estudiante de la academia. - Muy bien, voy a llevar esa cajas - le dijo la ojimarrón al elfo de Sagitas señalando unas dos cajas. Sería fácil ya que eran de poco tamaño, debía ser productos chicos o algo parecidos porque no pesaban, pero el color de la cinta que los cubría era muy llamativo. Sunar no estaba relacionada con eso pero tampoco quería dejar caer nada, era inversión de su tía. Al momento de colocar el pie en la escalera vio como pasaba frente a ella el lobo de Matt. Se detuvo para no caerse y se giro. Su tío había llegado y Fenrir ya saludaba a la Potter Blue. - Llegaste en buen tiempo tío… hay mucho trabajo - expresó en voz alta mientras seguía su camino hacia las plantas superiores. De vez en cuando agudizaba su oído, quería estar si mucho quehacer para cuando llegará el pequeño Potter Black

Hola, aquí llegando a dejar los datos importantes para ser afiliada del negocio familiar. De mi parte, ya empecé y por alí llegará Argi para comenzar con los destrozos menores xDD *dejando los datitos* Nick: Sunar Potter Black T. link a bóveda de personaje: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=83649 link a ficha de personaje: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=82635 Nos leemos en el negocio ^^

Sunar Las callejuelas del bullicioso Callejón Diagon se alborotaban más con la llegada de la época escolar. No solo lo chicos que irían a la Academia, sino los que trabajaban o simplemente querían comprar en ese famoso lugar. La bruja de cabellos castaños caminaba con un bolso en un brazo; no había ido precisamente a comprar, caminaba pacíficamente por las calles. Sorteaba algunos pequeños que corrían tratando de alcanzar a otros. La joven se dirigía a una tienda en especial, una que supo muy recientemente que abrió. Una de su familia. Sunar se detuvo un instante frente a un letrero. El nombre le recordó aquella vez, cuando conoció a su tía. Una de las pocas veces que entro en ese lugar. Reabría después de tanto tiempo y esos bonitos recuerdos quedarían grabados por mucho tiempo. Entro provocando que la puerta hiciera un ruido bastante alto, solo faltaba que alguien dentro, corriera con un garrote a ver que clase de persona se metía en el local. Pasó algo aprehensiva, no estaba segura quién se encontraría allí. Y de repente, vio a Harpo. Un suspiro de alivio salió de su boca. - Hola.. ¿Por aquí se encuentra mi tía?. Vine a ayudarles. - dijo la pelicastaña sonriendo.

Sunar La bruja de cabello castaños esperó a que la persona le atendiera. De pronto, escuchó que le llamaban por su nombre, era su tia Jesse. - Tía, ¿Qué tal? - en seguida le oyo decir que averiguaría por el niño. Con una sonrisa miro donde sentarse. La última vez había pasado sin pedir permiso, a sabiendas que no era necesario y más cuando su hijo no necesitaba tenerlo pegado a él todo el tiempo. Creía que debía estar para el peliazul siempre, pero alli sabrían como cuidarlo. Paso un rato, y mientras eso, la ojimarrón ojeaba un ejemplar del profeta. Despué de varios minutos la joven Potter Blue regresó para darle la noticia que el Argentus se encontraba muy bien. Sunar le agradeció para irse nuevamente a su trabajo. - Gracias tía. Ya sabes cualquier problema, me avisas. - le dio un abrazo. La Potter Black al salir de la guarderia respiró aliviada y se dirigió a sus tareas ministeriales.

Sunar La bruja volvía a pasarse por las calles pavimetadas de ladrillos. Iba nuevamenete a ver que hacia su niño. La última vez un lío con su nueva habilidad, trajó algo de trabajo extra a su tía y Reena que se encontraban en ese momento. Al llegar enró como la vez pasada, sin ningún inconveniente. Pero no escuchaba la voz de su tía. Solo las voces de algunos niños. Fue a preguntar a las recepcionista, ya que no quería importunar alguna hora de siesta de los más pequeños. - Hola señorita - saludó, - ¿Sabe como esta el pequeño Argentus Potter Black? - preguntó la la pelicastaña. Esperaba que alguien conocido estuviera o por lo menos que e dijeran como estaba el niño. Aunque sabía que no necesitaba darle de comer. Ya estaba muy grande y pronto cumpliría su primer año.

Bueno Nymp ya te dije en el mensajito del perfil más o menos como es eso de ponerlo en tu ficha. Lee el link y después me avisas que no entediste, ya que aqui no se debe hacer posteos sociales, se considera spam, creo xDDD Para evitar que nos amonesten mejor mandame mp o hablamos en el topic de la familia en Las Tres Escobas Club de la Familia Tonks, allí si se puede conversar mejor. Cuando el patriarca aparezca xD él arreglara lo de mi tío Kevin y lo tuyo Nymp. Saludos ^^

Holaaaaa familia linda Parece que mi tío Ishaya no ha podido pasar todavía por aquí. Y por eso yo como sobrina me doy una vuelta. Espero que logre regresar y ver que aquí lo necesitamos, aunque más los qu desean actualizaciones Ehmm Nymp, te dire así para no escribir tanto xDD Bueno en esta familia no hay muchos que se logren pasar por sus vidas muggles. Yo muchas veces no me dejo ver trato de darme mis vueltas para ver que onda por acá Si deseas y quieres puedo ser tu madre aqui en la Tonks.. ya que no tengo hijos en eesta familia, pero tampoco tendría un padre para tí.. es dificil conseguirlo xDD Tú mediras si aceptas Saludos hermosa familia ^^

Hola familia Pues no se si le llegó mensaje al patriarca, tío/abu. Pero alguien del ministerio esta en casa y no me acordaba que mi madre ya no era parte de la familia y a puse en el mensaje Creo que ya aprendí y no me vuelvo a equivocar jeje. Cuando cambian de familia uno se confunde. es todo, porfis aparece querido Patriarca, esto se siente solo

Toda la habitación se encontraba con un aspecto a congelado, lo que sorprendió a la joven madre. Miró a su pequeño tan inocente e indefenso, que no pido creer que él niño fuese capaz de algo así. Sacándola de su asombro, Sagitas le indicaba que no dejara al bebé en el ese lugar y que lo llevara a otra habitación para que descansara. - Tienes razón, lo dormiré y me iré al trabajo. - explicó la chica de ojos marrones. Dejo atrás a Sagitas junto a la joven Rosier que ayudaba con los demás pequeños. Llegó al otro cuarto destinado a los pequeños de la guardería. Sentándose en una mecedora y con el vaivén de la misma durmió al peliazul. Le atinó un beso en su frente antes de levantarse para depositarlo en la cuna. Lo cubrió con una manta y salió de allí. Iba de camino al cuarto congelado cuando se encontró con su tía. - Debo irme, dejé el trabajo y necesito ir a realizar una inspección. Dejé al niño dormido y los demás que Reena llevó. - comentó. Sunar le dio un beso en la mejilla a su tía y partió al Ministerio.

El niño miraba ahora el árbol de navidad que todavía se encontraba en una de las salas de la guardería. Faltaba tiempo para que se mantuviera allí. Todavía poseía su verdor especial, como recién cortado. Mira que lindo Argi - le dijo la ojimarrón al pequeño Potter Black. Las mejillas del niño ya no encontraba coloradas por llorar mucho. Reía como si nada hubiera pasado. Sin embargo, el niño no tenía las suficientes ganas de jugar. Parecía que necesitaba dormir un poco más. Vamos a tu cuna – comentó al bebé. A Sunar le gustaba hablarle como si fuera Argentus a responderle. Volvió sobre sus pasos a la habitación de los pequeños. Pero vio que la bruja de cabellos violetas se encontraba allí y que un elfo cargaba otros pequeños. -Qué pasó? - le preguntaba mientras traspasaba la puerta. El cuarto no parecía el mismo que minutos antes que saliera. Era más como estar en un paraje nevado, pero sin nieve. Todo se sentía frio.

Poco a poco fue calmándose el pequeño Potter Black. Estar abrazado d a su madre lo reconfortaba mucho. Parece que has sacado algo de tu padre, verdad? – hablaba como si el niño le fuera a responder. De pronto, Reena se acercó a madre e hijo y comenzó a tocarle el cabello a Argentus. La miraba muy atento, pero ya había dejado de lloriquear. Sonrió al ver a la chica de cabellos rojos. - Tienes razón. Él debe dormir un poco más o ¿no? – lo miró y no parecía tener sueño. Sunar vio que la joven Rosier salía de nuevo. La Potter Black al verlo tan despierto y saber que estaba en la siesta, sabía que era tiempo de alimentarlo. Seguramente desde que ella se fue al trabajo, todavía no había comido por la larga siesta. Además le enseñaría el árbol que Jesse pareció tener para los demás niños de la guardería. Vamos a ver al árbol de tía Jesse – su voz sonó como una canción al expresar esas palabras al niño. Salió también la ojimarrón de la sala, así los demás bebés no se despertarían por el ruido causado por el peliazul.

Vio que las brujas le miraron. Pero algo más llamó la tención de la castaña. Era el llanto de un niño. Su hijo. ¿Ese es Argentus? - preocupada fue a verlo. Escuchó las palabras de la joven Rosier, pero no quería llevárselo, solo calmarlo y saber que le pasaba. Se disculpó y fue a verlo. Seguramente, ellas estaban ocupadas y no quería incomodarlas. Llegó al cuarto donde se escuchaba al niño llorar y alguien tratando de apaciguarlo. Mami llegó - dijo corriendo hacia él. De inmediato, el niño cesó el llanto pero no los lloriqueos. Volviste a hacerlo. - comentó al ver algo congelado.