Sunar PBT

Sunar Aún le enseñaba las flores al peliazul, las luces le gustaban mucho. Cada vez que se apagaban y volvían a brillar el niño sonreía y señalaba mirando a su madre. Toda luz muy luminosa era del deleite del pequeño. La Potter Blue también agradeció el detalle de Matt, era cierto que él nunca había hecho algo parecido. No obstante, el cariño que como familia sentían, muchas veces no necesitaba regalos, aunque eran bien recibidos cuando llegaban. - Creo que tendré que tenerte una lámpara en el cuarto - expresó observando lo contento que se hallaba el niño. Por un rato la Potter Black no se fijó cuando Sagitas se retiró a buscar las pizzas. Sin embargo, si vio como su tío iba tras ella. Si ya la persona llegó con la comida, mejor y más hambrienta se sentía Sunar. Pero ya casi saboreaba la suya. Pronto la bruja de cabello violeta entró con las cajas. Sunar se levantó, Argi tenía más equilibrio con el pasar del tiempo. Se quedó sentadito mirando las flores. Sin dejarlo de ojear, se acercó a Sagis. Y buscó su pizza doble queso con hongos, chorizo de puerco y aceitunas. - Gracias, has hecho a una mujer muy feliz - sonrió con ojitos de alivio al tener y oler su comida. Aún no le quitaba los ojos de encima al niño.

Hola Familia Vladimir Vengo como empleada de la Agencia Consultiva de Plagas. Les dejo la constancia que no tienen ninguna plaga más. Es todo. Reena disculpa por salirme así Saludos ^^

Sunar El color azul de las flores eran tan hermoso que no se dió cuenta que algunas parecieron destellar. La ojimarrón parpadeó varias veces antes de darse cuenta que su regalo, en serio, las flores brillaban aunque tenue. - Que lindo - susurró la bruja de cabellos castaños. Le señaló a Argi como los pétalos parecían producir los destellos. El niño rió contento de verlo. - ¿Los tenías escondidos, tío? - le preguntó antes de ir a agradecerle con un beso en la mejilla del Blackner. Definitivamente era la primera vez que su tío realizaba ta detalle hacia ellas. Sunar pensó de esa forma, claro que no sabía si antes habría hecho. Sin embargo, el estógamo de la Potter Black sonó. - Creo que mi cuerpo no quiere esperar - sonrió algo apenada.

Sunar La madre de Argentus no quería que su niño se despertara por los ruidos provocados por el estómago de la bruja. Pero si esa pizza no llegaba a tiempo, podría no solo despertar al pelizul, a cualquier muerto que la escuchase. La tía de la Potter Black pareció muy interesada por la idea del ghoul en la tienda. Aunque sabía que no importara que criatura fuera, la Potter Blue siempre estaría emocionada con la idea de poseer uno para la colección personal de bestias raras. Muchas veces a Sunar le daba risa. Después de un rato, cuando Sagitas salió de donde se hallaban, la vio entrar. Llevaba unas bolsas y, la escuchó hablar de las pizzas, pero no se confió que fueran así. - ¿Sería que han cambiado la presentación? - comentó en voz alta. Sin embargo, Matt entraba de nuevo y le quitaba de las manos las bolsas. La ojimarrón se acomodó porque quería saber que pasaba. Y fue entonces que vio como le entregaba a Jesse y a ella, además de dejale uno a su madre, unos lindos jarrones con ramos de flores. La Potter Black se quedó mirando al arreglo y después al chico pelirrojo, aunque la cara de éste, también se tornaba igual de ruborizada. Era un arreglo hermoso, del color preferido de Sunar. - Tío, que lindo, gracias - sonrió al joven Blackner.

Sunar La ojimarrón paseaba al niño mientras su tío desapareció de la presencia de las brujas. La jove madre ni se percató que el no estaba con ellas, hasta cuando Sagitas le llamó. - Sera que se asustó por los comentarios - rió un poco la chica. Cada rato tarareaba una cancioncita para que el niño se despertar por la conversación. Además que la bruja de cabellos violetas poseía un tono alto y seguramente podría despertar al pequeño Potter Black. De repente, sintió el ardor en su estómago, ella también tenía hambre. Miró a sus dos tías. - ¿De verdad crees que haya uno aquí? - se sorprendió Sunar, - Sería interesante, yo tampoco los he visto, solo he escuchado sobre ellos. A todo esto, tampoco tenemos uno en casa o sí?. - agregó algo dubitativa. La conversación acerca del comportaminto de Matt y de posibles causas fue bastante emocionante para la pelicastaña. El comentario de la Potter Blue le abrió el intéres.

Por Merlín! hasta hora leo esto. Felicidades por el aniversario foril. Y sabes que para mi ha sido muy enriquecedor la experiencia del club del rol. Aún cuando no estamos activos, siempre estaré pra seguir aprendiendo y mejorando. A pesar de mis tardanzas jeje gracias Mack y disfruta de este aniversario

Sunar La Potter Black volvió a reir al escuchar por la interrogante acerca de Argi. El chico no había entendido o solo se hacía el queno entendió pero la joven madre no le dijo nada. Desde que su amigo casi se convierte en parte de la familia, no lo veía como un hombre de muchas mujeres. Hubiera querido tanto que en esa ocasión el hubiese sido feliz. Sin embargo, a su manera su tío era feliz. - Nada tío, no me hagas caso - solo rio al verlo. Pronto Sagitas se tornó diferente, pero Sunar siguió observando lo que acontecía. Sus comentarios provocaron que la ojimarrón se llevara una mano a la boca para no reír. Algunas veces la bruja de cabello violeta le daba miedo. También Jesse su tía, por ser hermana de Matt e hija de Sagitas, le realizaba comentarios graciosos acerca de futuras "pretendientes". - Será que me convertiré en alguien como Sagitas cuando mi niño crezca - expresó en voz alta, mientras caminaba hacia Matt. - Creo que es hora que descanses los brazos, yo me ocupo de él. - le comentó tomando al niño y colocándoselo en uno de sus hombros. Argi parecía muy exhaustopor la travesura pasada, porque no despertaba con toda la conversación que los adultos tenían en torno a él.

Respiró de alivio al escuchar su nombre. Después la misma bruja pareció querer confirmar la identidad de la recien llegada. La Potter Black asintió alegremente. - Si, esa soy yo - dijo con una sonrisa de felicidad. Miró enseguida a la otra chica, la cual parecía ser alguien a la que su madrina conocía. La presentó como otra de sus ahijadas. Sunar le dedicó una sonrisa y extendió su mano al saber el nombre de la joven. Poco a poco más personas entraban al circulo de conocidos. - Mucho gusto Dorothy..soy Sunar y como ya vez, una ahijada más. - expresó antes de que le invitaran. Escuchó de la chica que iban a comer algo que no entendió. La ojimarrón las miró un poco incomoda al no saber si decir si o no. Pero como no sabía de que hablaban, en cuentión de comida, procedió a decirles. - Esta bien, pero me dicen ¿qué es eso de "shawarma"? - interrogó la joven de cabellos castaños. Sin decir más, se sentó esperando saber por la pregunta hecha.

Sunar Rápidamente Sagitas comenzó a darle órdenes a la pluma que fue garabateando los pedidos de cada uno de los presentes. Sunar sonrió al pensar que pronto tendría esa pizza en su poder. De verdad que hacer rato la Potter Black no probaba bocado. - Ya estoy saboreándome esa pizza - expresó la pelicastaña sentándose un rato. Después de pensarlo, Sunar no recordaba haberse sentado desde que llegó a la tienda. Más bien estuvo mucho rato de pie pero las diferentes situaciones le hicieron olvidar su cansancio. Recostada de una mesa ya su cuerpo pedía un respiro. - Claro que deberías apuntarlo, debe ser prioridad - La ojimarrón vio que su tío se sonrojaba, el pobre no aguataba los comentario de las brujas. Como Jesse, Matt y sunar miraron cuando la Potter Blue llamó a su elfo ordenándole que se realizara prontamente la limpieza general de la tienda. Pero fue el comentario de su tío que provocó que los ojos se centraran en él. - Creo que debemos darte lecciones para conquistar, verdad chicas? – Miro divertida a sus tías, - Pero si te ven con Argi en los brazos seguro se derriten de ternura – sonrió.

Sunar La joven de ojos marrones segundos después de sentarse se quitó el chal que llevaba sobre la vestimenta. Una blusa color azul marino con bordados y unos pantalones cortos, por lo caluroso del verano que se cernía sobre Londres. Había personas dispersas en las mesas de ese lugar, pero todavía no despegaba sus ojos de la decoración que adornaba el lindo restaurate, además estaba por llamar a alguien para que le atendiera en su pedido, o más bien, que le recomendara algo, ya que no conocía el lugar. Sin embargo, unas sombras a los lejos, la hicieron mirar mejor. Una bruja de cabellos ondulado le hacia señas y otra la miraba. Sunar no estaba del todo segura, algo familiar le recordaba esa bruja. Se levantó y se dirigió hacia ellas. - Hola ....¿madrina? - dijo algo indecisa. Saludó a las dos brujas, aunque dudó un poco. No obstante, espero saber si no se había equivocado.

Después de estar pensandolo, la joven madre se decidió a gastar un poco de su salario. Era de esperar que la bruja no quería comprar ese objeto cuando aprobó su examen de aparición pero quería ahora que su niño, el cual le gustaba mucho, comenzará a usarla. Claro que su adre deía estar con él, porque pronto le pediría una. La Potter Black entró al enorme local del MagicMall, como otra veces no se detenía a mirar, ella iba a comprar y no tenía tiempo. Se fue directo al piso donde se vendían los objetos, esperando que hubiera de lo que ella requería. Cuando subió reparó en los que allí se encontraba con un "Buenas" los saludó, procedió a tomar un formulario. - Aquí esta - dijo después de fijarse que varios, delante ella se encontraba. Sería paciente y esperaría su turno.

Un lugar más para explorar, la pelicastaña le gustaba visitar diferetes locales, no era por trabajo más bien para conocer que otros sitios se encontraban en el Callejón. Así su conocimiento crecía y le ayudaría en el futuro. Paso su mirada de un restaurante al otro, cada uno poseía una estetica muy llamativa, solo que la bruja de ojos marrones prefirió ese del letrero luminoso y con aires del medio oriente. Sacudió su capa de viaje, no queria ensuciar dentro del establecimieto, algunas horas bajo la lluvia y otras con una brisa fuerte, no era bueno para nadie. Entró al lugar que cálido se hallaba, una iluminación bastante sobria pero excelente que hacia juego a los colores y muebles. Muchos sillones y cojilles. Ya quería tirarse sobre ellos. Se sentó esperando que alguien la atendiera y que su madrina llegara.

Sunar La madre se dispuso a bajar pero su tío ya lo hacia. Seguramente el llanto del pequeño lo hizo querer ir a buscarlo. Mientras eso, la pelicastaña aún pensaba en que pedir, porque los demás todavía no había dicho que quería ara comer y el estómago de la Potter Black comenzaba a protestar. Pero no tardó mucho ver que Matt regresaba con el peliazul en brazos. En seguida escuchó a su tía Sagitas hacerle un comentario y el mago Blackner ruborizarse de inmediato. No se contuvo en reír la Potter Black pero no tanto. Pero lo que más enterneció a la joven madre fue ver a Argi dormido en los brazos de su tío. El niño le tenía mucho cariño y le hacía caso, como si fuera su padre. Seguramente con todo las bromas y cometarios de su familia, él sería un buen padre. Y no estaría de más tener más niño en la casa. – Creo que no solo ellas quieren verte con un bebé, tío – dijo la pelicastaña acercándose y besando la frente del pequeño. Después de eso recapitulo en lo que deseaba comer. – Como todos ya han mencionado, voy yo… - dijo colocándose un dedo en la mejilla, – Quiero una de doble queso con hongos, chorizo de puerco y aceitunas – expresó la bruja de ojos marrones al mirar hacia la Potter Blue. Pensó que todavía la tienda no se encontraba al cien por ciento lista para que los clientes empezarán a utilizarla.

Sunar La Potter Black vio que los tres se encontraban conversando de algo al momento que ella llegó. Jesse comenzó a hablar de una forma diferente a lo que la ojimarrón le había escuchado antes. Lo atribuyó a que se encontraba con su hermano y madre, que en ese momento eran mucho más abiertos a comportarse de esa forma. Fue lindo escuchar su tía hablar de esa forma y mirar de vez en cuando a Matt y Sagitas. - Te encuentras bien tía Jesse - dijo al verla mirar a su alrededor. Pero parecía mas bien una travesura del mago de cabellos rojizos hacia su hermana, ya que él también le hizo unos comentarios. - ¿Qué vamos a comer? - preguntó Sunar. Pero nadie respondió, en vez de eso vio que su tía les hacia callar, les llamó la atención acerca de un micropuff en la escalera, seguro que cuando la pelicastaña se alejó de la misma, salió de su escondite. Sin embargo, un llanto retumbó en la tienda. Argentus se despertó y el animalito volvió a desaparecer escalera abajo. - Creo que esos seguirán paseando por la tienda más tiempo - expresó la Potter Black mirando a Sagitas.

Sunar La joven madre seguía cambiando las pociones que se hallaban detro de cajas húmedas por otras más secas. Parecía que la helada que provocó su hijo les había dejado sin tantas cajas que pudieran usar para esas clases de situaciones. ¡¡Crack!! Suspiró al ver a la elfina Simyni, por fin alguien se habia acordado de que ella se encontraba allí. Casi pensó en regañar a Sethy por no asistir, aunque si ella estaba allí posiblemente eraporque Sethy pensó en ella. - Llegaste en buen momento - le dijo la pelicastaña a la elfina. En seguida l elfina le ayudó a terminar de realizar los cambios. Con ella fue más rápido, logrando terminar en menos tiempo que si Sunar lo hubiera hecho sola. - Ahora debes atender al niño porque quiero ir al baño. - le ordenó. Todavía Argi dormía, salió de la trastienda para buscar el lavabo. Mietras se encontraba allí escuchó que la llamaba. Al salir subió. - ¿Hablan de comida? - sus ojos marrones brillaban, tenía hambre, - ¿De qué clase? Puede ser cualquiera - esperó que le dijeran que pensaban comer.

Sunar La joven madre se había dedicado a dormir al pequeño productor de nieve. Ella cada vez que lo veía y pensaba en sus travesuras reía, aunque sabia que no era bueno hacerlo frente a su tía, le gustaba que su niño provocara algo de alboroto, era como si ella misma fuera una chiquilla que apoyaba el comportamiento. – Espero que nunca falte tu tío, necesitas una figura masculina para guiarte – expresó en tono melancólico, – Como me gustaría que tu padre estuviera aquí, pero no se pudo. Tal vez, algún día pueda darte uno. – pensó la Potter Black. Al ver al pequeño de cabellos azules completamente dormido. Se fue a revisar unas cajas, no muy lejos del niño. De vez en cuando giraba para ver como estaba. Seguro que el ajetreo lo cansó bastante. – Esto esta algo húmedo – dijo al ver unos frascos de otras soluciones para realizar pociones básicas de curación. Movió varias a una caja seca y desechó la mojada. Al levantarse por un momento vio que no solo era esa, había unas diez cajas de la misma forma. Y suspiró de pesar, ya que tendría que cambiarlas todas.

Holaaaa, pues aqui otra vez escapada, en el receso de mi clase, y pensé que como hice unos cambios, no quiero que los efectuen, no sé si me hice entender.. Dejo este link http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=85259&view=findpost&p=4236378 donde había pedido una actualización y quiero que ya no la hagan. Si no es aqui este procedimiento, por favor haganme saber donde puedo hacerlo. Se lo agradezco mucho porque soy una olvidadiza XDD Saludos ^^

Un mes exacto después.... xDD Holaaaa, bueno yo vengo como siempre para dejar más trabajo al mode que me hace los cambios xD Y espero no hacerle caso más nunca a mi yerno para estar en estos cambios que no me gustan (no le digan que lo dije) "Necesito la actualización del campo Familias: Dice asi Familia 2: Marauder Debe ser Familia 2: Tonks " Historia Debe ser así además dejo esto por si lo necesitarán para lo de la bóveda Eso es todo, si algo me falta haganmelo saber, espero que no *dejo una caja de chocos*

La pelicastaña escuchó el comentario de Matt pero en seguida se apartó al verlo quejarse por la mordida de la que todas hablaban y que para nada lucía bien. En seguida dejó que su tía Jesse se encargara, ella era buena en eso. Después a sus tíos y asintió a los comentarios sobre los elfos. – Si, pero son necesarios – rió un poco antes de escuchar su tía un poco molesta por las travesuras del peliazul. Sin darse cuenta ya su compañera Marge se encontraba allí para realizar la inspección que la Potter Black le pidió por medio de la nota. Ella misma no tenía nada que hacer aunque debía darse una vuelta por otros establecimientos. Mientras tanto tomó en brazos al creador de tanto alboroto en la trastienda. – Creo que este pequeño debe tomar una siesta – susurró al pasarle una dedo por los cabellos húmedos. – Oh tú tía Sagitas podría en serio meterte en una nevera – comentó un poco avergonzada por la actuación del niño. Sunar vio como Sagitas atendía a la bruja Shunpike y la bruja empezaba su labor. Sin embargo, la ojimarrón no tenía tiempo para hablar cordialmente. No supo responderle acerca de Matt pero seguro que andaba acomodando algo a pesar de su mano. – No te preocupes tía, él ya debe tomar una siesta, así evitamos que se pudra la madera – comentó la pelicastaña. Bajó para dormir al niño, así que no pudo despedirse de su compañera Marge. Como nadie planeaba ir a la trastienda, llevó allí una pequeña frazada. Era verdad, el ambiente parecía algo frío, pero no lo suficiente para que lograra dormir al niño.

Sunar - Esta bien Sethy. Y dile a Simyni que venga. - le recordó al elfo que enseguida desapareció. La ojimarrón observó como nervioso se fue el elfo, luego a Matt. Dejó de hacerle cosquillas al pequeño Potter Black y se movió hacia el lado de Matt. La mano del pelirrojo era una masa de coloración violeta, creyó la chica. - Tío, ¿Qué hizo el elfo? - le prguntó en voz baja. Después se apartó para dejar que Jesse le viera. Escuchó el comentario de Sagitas. - ¡¡Doxys!! - exclamó la pelicastaña, - Si quieres puedo pedir que lo vengan a revisar para estar seguro que no tenemos esa plaga en el local. - le comunicó Sunar. Aunque ella era una de las empleadas, no estaba autorizada para realizar esa inspección, ya que debía ser asignada por parte de la directora encargada. Así que le mandaría una lechuza a su compañera Marge. ¡Crack! La elfina había llegado en buen momento cuando Sunar la miró. Pronto buscó una hoja de papel y pluma para escribir. - Familia, ella es Simyni, hermana de Sethy - la presentó a todos rápidamente, - Lleva esto a la Agencia Consultiva de Plagas en el cuarto piso - le ordenó la Potter Black. La elfina solo los miro con sus grandes ojos color ámbar y desapareció.

Sunar La joven Potter Black solo miró a su tía. Sabía que el efecto de la poción le provocó el comportamiento que todos pudieron apreciar. La tía de Sunar se vistió con las piezas que ésta le entregó, no debía seguir descubierta porque su hijo ya estaba prácticamente con ellas en el piso superior. - Yo entiendo tía - le respondió a la disculpa de la Potter Blue. Cuando ya se encontraban los dos varones de la familia con ellas, pudo apreciar de inmediato la coloración que la mano de Matt presentaba, además de ver que Sagitas tomaba al niño en sus brazos y escuchar el comentario de la nevera y el peliazul. - Creo que no necesitaríamos nevera con ese pequeño - le hizo muecas y cosquillas al ojiavellana. Argentus rió cuando los dedos de su madre se movieron sobre su pancita. La pelicastaña se encontraba al lado de su tía y mirando, como las demás, la mano del pelirrojo tío de Sunar. No obstante, Jesse se ofreció para examinarlo. Mientras eso acontencía, el elfo Sethy, apareció frente a ellos. - Amo Matt, todo esta lis..to - tragó fuerte al verse cerca de Sagitas. El elfo casi se le sale el corazón al ver la figura de la Potter Blue mirarlo. No quería que supiera que la trastienda, por un breve lapso de tiempo, fue un gigantesco igloo. Volvió a mirar a todos y rectificó. - Buenas, he terminado y creo que debería volver a la casa ama Sunar - rogó la criatura. La ojimarrón no entendió porque el elfo se comportaba así, pero no le tomó importancia y le dio permiso para irse. Sin embargo, le pidió que le indicara a su hermana, que fuese ella quien se apersonara a la tienda.

Sethy, elfo de Sunar El elfo preocupado miró al amo Matt que le comunicaba que no se preocpara por la coloración que el dedo tomó. Seguramente el micropuff era un animal que deberían ponerle restricciones. Ya que estaban desatados en ese lugar mordiendo, siendo unas criaturitas tan esponjosamnete inofensivas. - Cuide al amito - le pidió el elfo que vio como se iban. El peliazul le agitaba la manito despidiendose, ya hasta eso aprendió. Poco a poco el niño crecía física y mentalmente. Era muy inteligente y al mismo tiempo travieso. Pero se dedicó a mirarlos hasta que desaparecieron por la puerta. - A limpiar - y el elfo de ojos grises comenzó a quitar la escarcha que se produjó por las ventisca que el pequeño Potter Black desató en esa trastienda. Algunas ya se derretían y esas debía recoger el agua primero. Se tomaría un tiempo mientras los demás se hallaban en los pisos superiores. Sunar - Si, tiene que ser él - susurró la ojiamrrón al ver como tenía escalofríos. La joven estaba segura que esa corriente que provenía del piso inferior, debía ser su hijo. Rogaba que Sethy estuviera controlandolo mientras ella intentaba que todo marchase bien allí. De pronto, vio como su tía ya se comportaba como antes y hasta se sonrojó un poco al escuchar la inquietud de Jesse. No creía que se enojará mucho Sagitas pero no pensaba tampoco que le gustaría tener un negocio hecho para esquimales en pleno Callejón Diagón. - Tal vez... - iba a decir cuando vio que una nubecita subía por las escaleras. El joven Blackner con el niño y llenos una capa blanca, se acercaban. Aunque su tío parecía tener los ojos cerrados.

Sethy, elgo de Sunar - Por Merlín, amito - chilló nuevamente al ver lo blanco de la trastienda. El elfo paso su vista alrededor; las pareder blancas de escarcha tenue y recien producida por el frío que el pequeño peliazul provocó, los muebles también a punto de quedar bajo la capa blanquesina. La ojos grises del elfo solo contemplaban la escena que pronto tendría que limpiar, posiblemente solo. Antes de dejar escapar al animalito, encontró una jaula y lo colocó dentro. Fue hasta una repisa que se hallba a su alcance y la puso allí. Después de suspirar varias veces fue a agarran al niño y por un instante, casi cae de bruces si no fuera por el amo Matt que llegaba justo a tiempo. - Amo, no se preocupe, yo limpio todo esto. ¿Puede hacerse cargo del niño? - le pidió muy avergonzado. No obstante, se dio cuenta el elfo que el mago Blackner tenía algo diferente. Un dedo morado. Sunar - ¡Tía! - exclamó la ojimarrón al verse bailando con Sagitas. La joven no sabía si detenerla o seguir. Aunque ella no dejaba de moverse con su tía, muy torpemente a decir verdad. Sunar no era buena para esos ritmos y eso se apreciaba. Después de luchar un rato con ella y Jesse, las dos lograron que la bruja de cabellos violetas se bebiera la poción. Al soltar a la Potter Black, esta solo se detuvo a observar si hacia efecto. Los cuales al cabo de unos segundos de ingerirla, contemplaba como ella parecía volver a su estado normal. La pelicastaña en seguida la pasó sus ropas, las cuales le ayudarían a no pasar más frío. - ¿Por qué hace frío? - un escalofrío recorrió el cuepo de la joven madre y una sensación de inquietud también. Se acordó que su hijo estaba abajo con Sethy, y solo esperaba que nada raro estuviera pasando allá.

Sethy, elfo de Sunar El elfo cuidaba al niño, mientras terminaba su biberón. Los amos se encontraban arriba arreglando algo, cosa que no preocupo al elfo porque allá estaban todos. Solo debía vigilar al niño que durmiera al estr llenito de comida. Sin embargo, al mirar hacia la cunita improvisada en la entrada de la tienda. No lo vio. De inmediato se puso algo nervioso. - Amito, ¿Dónde esta? - trató de no gritar mucho para que los de arriba no se dieran cuenta, además que la bruja de cabellos violetas con sus gritos amortiguaban los de Sethy. Rápidamente el elfo de ojos grises buscó por las cajas que todavía no revisaban. Nada, el pequeño Potter Black ni ruido hacia para saber su paradero. Siguió revisando entre otras bolsas y más cajas. No pensó que estuvier arriba porque subir por esa escaleras ya le habrían visto. Y de pronto, una leve ráfaga fría le vino desde la trastienda. - ¡No!, va a congerlar eso - chilló corriendo hacia ese lugar. Al llegar a esa parte del negocio, vio como las paredes ya estaban blancas. Y sus grandes ojos observaron como intentaba atrapar a uno de los micropuff que necesitaba la Potter Blue. - Amito... ¡¡No!! - se lanzó antes de que el animal fuera petrificado de frío. El niño de cabellos azules, solo rió y se sentó a aplaudir.

*Entra con sus papeles bajo el brazo* Buenas a todos los miembros de la familia Rambaldi. Vengo en calidad de empleada de la ACP para dejarles la constancia de libre de plagas. Así termino mi pequeño, pero sufrido trabajito xDD Gracias por aguantarme Deiwan *Sale dejando una cajetita de chocos*