Perenela Arya Grindewald Potter Blue

No supe en que momento me había levantado de la cama, tampoco supe en que momento me había hecho a la idea de caminar pero al parecer mi cuerpo tenia otro tipo de urgencias que mi mente no estaba siguiendo. Me sentía borracha, aun así seguí poniendo un pie delante del otro para tratar de alcanzar las escaleras e ir a por mis hijos. Escuche mi nombre a lo lejos, como un eco lejano pero trate de no prestarle atención para no perder el equilibrio. Al parecer no preste suficiente atención porque lo siguiente que supe fue que estaba en brazos de mi madre gritando mi nombre, traté de mover mis manos para hacerla callar. le dije en un hilito de voz: -Estoy bien... solo es un mareo... Solo es un mareo - miré sus ojos abiertos de par en par y traté de sonreír - quiero ver a mis hijos... la bebe debe tener hambre, estoy produciendo leche - me sentía balbucear sin sentido, veía el brillo en su cabello como si tuviera duendes en la cabeza, sonreí como una tonta ¿Estaba bajo algún efecto de alguna droga? -Eres hermosa mami... llena de hadas...- cerré los ojos un segundo. Me martillaba la cabeza

Sonreí a mi madre mientras tomaba un puñadito de los dulces que había traído y me los metí a la boca, le sonreí. le hice un pequeño gesto a mi madre poniéndome un dedo en los labios y señalando la pequeña niña que ya se había quedado dormida, la acerque a la cuna y la acomode con un pequeño almohadón para que estuviera mas cómoda y murmuré un pequeño hechizo burbuja para que no entrara un solo ruido a la cuna pero para que nosotros pudiéramos escucharla en caso de que llorara. abracé a mi madre mientras le revisaba los bolsillos tratando de encontrar la daga, miré por encima del hombro de mi madre a los niños que estaban comiendo los dulces que mi madre había traído. acomode la cabeza en el hombro de mi mamá y miré a SJ dando palmadas mientras seguía los movimientos de los gemelos, suspiré: -¿Estoy mal por sentirme feliz teniendo cuatro niños en casa? Siento como si me hubiera llenado de hijos en un momento. Menos mal te tengo a ti - abracé a mi madre de nuevo - ¿Donde tienes mi daga?

Me desperté atontada y mire alrededor para darme cuenta que no estaba en mi habitación de la Ojo loco. Me sentí desorientada como si hubiera tomado demasiado de una poción de dormir, sentí los pechos hinchados y el frente de mi camisa muy húmeda y me di cuenta que había empezado a lactar. Leslie se había quedado al cuidado de los elfos en la otra mansión junto a SJ... Tenia que contactar con los elfos para que los trajeran acá a casa. Trate de sentarme en la cama pero la cabeza me dio vueltas, me sostuve la cabeza tratando de que el mareo pasara ¿Cuántos días había dormido? ¿Estarían Matty y mi madre aun peleando entre ellos? ¿Heliké seguiría en casa? Baje un pie al piso para tratar de sentirme mas estable pero la sensación de mareo se intensificó, trate de llamar a Harpo pero no sentía que las palabras acudieran a mi. ¿Qué Demonios me pasaba?

Días después. Estaba meciendo a la pequeña Leslie mientras le daba pecho en la sala de la chimenea. Le estaba cantando una suave nana para que se durmiera a la espera de que llegara mi madre a casa, vi a la niña parpadear y cerrar un poquito los ojitos y acomode mi cabeza en el respaldo mientras pensaba en todo lo que había pasado en estos días. Sean se había ido de la mansión, no había dejado una nota, no había dejado explicación, lo cual me decepciono mucho mas que el mismo hecho de que me hubiera sido infiel. Descubriría con quien... tarde o temprano lo haría. Había acomodado a los gemelos en una habitación, habían estado durmiendo y comiendo desde el día que había nacido Leslie y se negaban a bajar o a comer en cualquier otro lado, tampoco querían hablar mucho mas pero había logrado que me prometieran que no se irían. Les daría tiempo y espacio hasta que decidieran contarme todo lo que había pasado con mi hija Alessandra. Necesitaba contactar con la esposa de mi hija, pedirle una explicación, informarle que los niños estaban aquí y a salvo pero la verdad tenia tan pocas ganas de hacer nada, solo gastaba mi tiempo en la niña y tratar de mantener todo junto hasta que pudiera hacer las cosas que debía hacer... Esperaba que mi madre regresara pronto a casa.

Vi a Harpo acomodar a Sean en una camilla para llevarlo escaleras arriba, esperaba que para acomodarlo en su nueva habitación mientras se recuperaba. Lancé un suspiro demasiado hondo y me sentí que aunque habia ganado una carrera a la muerte habia perdido mucho más. Por primera vez en años me sentí verdaderamente a la deriva. Habia perdido a mi hija Alessandra, habia perdido mi matrimonio, habia perdido a mi esposo, habia perdido el padre de mis hijos. Mi madre le canturreaba a mi hija, le sonreí, a pesar de todo ella estaba contenta. Volví a mirar a los hijos de mi hija, la niña estaba desmayada y el niño me miraba con rabia, le di una sonrisa ladeada. Su ira era igual a la mía, pero tal vez por razones diferentes. Me dirigí al maletín que Harpo habia recogido y tome una poción reanimante para suministrársela a mi nieta. No pude evitar reírme cuando escuche la voz del niño exigiendo que le liberara para poder irse, negué con la cabeza y pasé de él, me acerque a su hermana y le hice oler la poción hasta que recobró el conocimiento. Kiwi, mi elfina, limpiaba todos los desastres de sangre y fluidos que habían quedado en el recibidor de la labor de parto: -Pasemos mas bien a la sala de la chimenea, tenemos mucho que hablar. Quiero conocerlos, quiero que me conozcan, quiero que me hablen bien que fue lo que le paso a mi hija... y si me lo permiten, hacerles una propuesta a la final. No espere a ver si aceptaban, sino que me di media vuelta y abrí camino hacia la sala de la chimenea, toqué el brazo de mi madre para que nos siguiera con la pequeña. Me senté en le sofa para dejarle las dos sillas individuales que estaban en frente a los niños, crucé la pierna y acomodé mi albornoz y tomé la pequeña en brazos para empezar a amamantarla, me dirigí a los chicos: -Me llamo Perenela, soy la Madre de Alessandra, ella es mi madre y matriarca Sagitas, mi padre es un Malfoy cuyo nombre se ha prohibido mencionar en esta casa y como pudieron constatar soy mitad bruja y mitad demonio, es por eso que fue mi esposo... mi ex esposo el que llevo el embarazo de Leslie Ann. Los demonios no pueden generar vida, es mi parte humana la que tendria la capacidad pero entre el embarazo de Alessandra, de las gemelas y del pequeño SJ cubrí mi cuota de fertilidad, un ultimo embarazo me mataría. Ahora ustedes ¿Cómo se llaman? ¿Son hijos de Kamra? ¿Qué fue lo que paso a mi hija? ¿De quien era los niños que dio a luz? ¿De que murio? y ¿Por qué en todos los infiernos, nadie me aviso nada hasta ahora?

La cabeza de mi marido se movía de arriba abajo, debia dar miedo al menos para el, teniendo en cuenta que se habia quedado en silencio, volvi a meter las manos dentro de él y arrugue la nariz a causa del olor. Su miedo hablaba mas fuerte. Tome entre mis manos la cabeza del bebe y tiré de el sacándolo de la cavidad abdominal donde estaba alojado. Saque el cuerpecito y le envolví en una de las toallas que me habia dado mi madre. Le sonreí a la criatura y me fije bien en ella, era una niña, tenia sus dedos completos, su cuerpo perfecto, cabello en la cabecita y una cara angelical, corte el cordón y se la pase a mi madre para que la limpiara y la hiciera dejar de llorar: -Es una niña, una hermosa niña - me volvi al cuerpo de Sean y lo mire con la cavidad abierta. Tenia la tentación de dejarlo desangrarse ahi, seguir las indicaciones de mi madre de dejarlo morir pero mi sentido de la decencia hablo mas alto. - Se llamará Leslie, Leslie Ann- le dije a mi madre mientras volvía a meter la mano dentro de él para sacar la bolsa amniótica y la placenta que se habia adherido a los intestinos. Quite las adherencias lo mejor que pude y revise dos veces la cavidad para verificar que no hubiera sangrados internos, Harpo se iba a acercar a ayudarme cuando mi madre lo detuvo, le sonreí al elfo y negué con la cabeza, busque hilo de sutura y aguja dentro del maletín. Podia repararlo con magia y sanarlo y que quedara como nuevo. Veía su cuerpo volver a su masculinidad habitual pero el tajo que tenia en el bajo vientre era bien visible. Haría que Sean me recordara siempre, a mi, a mis hijos y a la vida que tuvo conmigo. Iba a ser un recordatorio constante y un pesar en su corazón. Empece a hacerle puntadas uniendo cada musculo, cada capa de musculo y piel hasta que estuvo todo cosido y sellado, seguía sin ponerle anestesia pero no me puse a pensar en su dolor, queria que lo sintiera todo, que lo recordara, que se quedara grabado en su memoria, aplique una solucion desinfectante y lo vende para evitar que las heridas se abrieran, el peso en mis pechos y el liquido que empezo a brotar de ellos me aviso que aunque Sean habia llevado el embarazo la parte de la amamantada me correspondía a mi. Le di una poción revitalizante que mi madre tenia en el maletín como la ultima muestra de humanidad, pero tambien porque queria que estuviera bien y consciente para la conversación que íbamos a tener: -Vas a tener que tener cuidado no alzar ningun tipo de peso, no podrás correr, no podrás hacer ningun tipo de actividad fisica si no quieres que se te abran los puntos de sutura, no era seguro cerrarte con magia, asi que lo hice a la manera muggle, eso te obligara a estar 40 dias en cama - clave los ojos en él y lo miré con frialdad - vamos a tener que hablar muy seriamente, asi que no pienses que porque diste a luz a una niña hermosa voy a perdonarte o a olvidar lo que haz dicho y mas bien prepárate para contármelo todo. Con lujo de detalles pero hoy vas a descansar. -Miré a Harpo que estaba ya recogiendo todos los implementos que habia usado, le asentí con la cabeza: -Dispón una habitacion para Sean, alejado de la mía, no tiene permitido ver a los niños, cuídenlo, aliméntenlo pero estará alejado de nosotros hasta nueva orden.

Palpaba las depresiones del vientre de mi marido para ver cómo hacer para hacerle llevar a buen término el parto, asentí cada vez que decia algo. Aunque sabía que eran sus sentires tambien sabía que estaba haciendo esas declaraciones guiado por el dolor, no pude evitar sonreír: Los hombres en general eran menos tolerantes al dolor y eso los hacia muy especiales sobre todo al momento de torturarlos. -Lo siento, no podia arriesgarme a cargar otro bebe, entre Alessandra y Sj perdi toda mi capacidad para mantener vida, un siguiente embarazo iba ser una sentencia de muerte segura para mí, en cambio contigo tendrían una oportunidad de vivir ellos y una pequeña posibilidad de sobrevivir tú. Harpo habia sido quien habia traído el maletín de suministros médicos de mi madre porque mi mamá al parecer estaba demasiado ida como para conectar la necesidad de ayuda, metí la mano buscando el bisturí y busque la cita métrica para tomar las medidas pertinentes para llegar al saco donde se estuvo formando mi bebe. La sinfonía de gritos que mi marido estaba lanzando, alimentaba la parte demoniaca en mí que siempre vivia sedienta de dolor y tortura, la parte humana estaba bien concentrada en sacar a ese bebe del cuerpo poco preparado de mi marido, me quedé de piedra y miré a Sean cuando lanzo la última frase: -¿Me… fuiste… infiel? – lo vi todo rojo en un momento y la rabia hizo que dejara de verlo como algo más que el conducto que mi bebe estaba usando, gruñí desde lo profundo de mi garganta pero la contracción me hizo volver a lo que estaba haciendo, al parecer las palabras de Sean habían centrado a mi madre que habia estado dando aspavientos alrededor. -Los niños son los hijos de Alessandra, vinieron a avisar que mi niña murio, ahora tienen que presenciar esto – mi madre empezo a gritar por la infidelidad de mi esposo y la miré. Los ojos rojos delataban el nivel de rabia que tenía dentro: -¡Madre, contrólate! Lo importante ahora es el bebé, resolveremos la situacion del padre despues… si es que sobrevive. - Aleje la mano de mi madre que queria arrebatarme el bisturí, respiré profundo e hice un corte horizontal en el vientre de mi marido, más largo de lo que deberia, menos profundo de lo que deberia pero definitivamente sin anestesia ni general ni local, asi que me deleite con los gritos de dolor. Volvi a pasar el bisturí un poco más profundo para cortar el musculo debajo de la piel, vi la bolsa amniótica ya vacía de líquido, miré a Sean y le gruñí: -Esto dolerá más que las contracciones, dolerá más que el corte, te dolerá un infierno y espero disfrutar cada segundo de tu dolor por el dolor que me has infringido – pase saliva mientras posicionaba mis manos buscando la rasgadura de la bolsa amniótica para sacar a él bebe – disfruta estos últimos segundos porque serán los unicos segundos que tendras con mi bebe… Despues de esto ya no seras mi esposo y no veras más a mis hijos. - Era el dolor el que hablaba pero ¿Quién podia culparme?

Me turbe con las palabras del chico que me informaba de la suerte de mi hija… ¿morir en el parto? ¿Los hijos de otra persona? ¿No eran hijos de Kamra? La rabia y las otras emociones me consumieron con facilidad, tan rapido y fuerte que no pude evitar mi transformación, solté al joven que zarandeaba y me lleve las manos a la cara presa de una angustia muy fuerte. El grito de Sean me sacó de mi ensimismamiento, la chica habia corrido a verlo más de cerca, no le importo la desnudez de mi esposo ni los senos que habia desarrollado. Vi la panza que habia crecido y miré mi vientre, mis senos que estaban tambien crecidos y recordé que habia hechizado mi cuerpo para que en caso tal volviera a quedar en embarazo este fuera trasladado hacia el padre. Yo no podia volver a cargar otra criatura. Apunte con el dedo al rostro del chico y le gruñí: -¡Tu! ¡Quédate! Vamos a tener que hablar muy seriamente de todo esto, pasa y no hagas estorbo, si sirves para algo ayuda, si no quédate en un lugar pero tienes prohibido irte y te lo ordeno por la sangre que nos ata- no me volví a ver que hacia el chico sino que me dirigí hacia donde estaba la niña con Sean, agarré a mi esposo por los hombros para calmarlo: -Está bien cielo, lo siento. Mi culpa… debí decirte que estaba hechizada y que en caso de embarazo tu llevarías él bebe. No pense que se desarrollaría el embarazo en un día. Pense que tendríamos más tiempo – volvi a ver a la niña y me miré con mi piel azul, respire quedamente para volver a mi forma humana y Kiwi, mi elfina, venia raída detrás con una palangana de agua caliente, paños limpios y otro albornoz, me puse el primero y lave mis manos con un paño con el agua caliente, el calor no me molestaba, me dirigí a mi ¿nieta? -¿Cómo te llamas cariño? ¿Mi hija Alessandra te enseño como traer niños al mundo? – Le sonreí tratando de infundirle calma - ¿Puedes ayudarme aquí o prefieres estar con tu hermano y verlo todo desde allí? Volvi la vista a mi madre, le sonreí con una sonrisa ladeada, estaba despeinada, descalza, con la ropa del día anterior y un aura de mal genio que hacía que pareciese que tuviera nubes en su cabeza, le explique: -Me hechice para que en caso de volver a quedar embarazada él bebe pasara al padre, no conté con que el embarazo fuera más acelerado, ha roto aguas y no tiene el equipo necesario para pujar, podemos intentar hacerle pasar él bebe por su… aparato pero le quedara inservible por un tiempo o si tienes un equipo de cirugia de emergencia en casa podemos hacerle una cesárea. Volvi la cabeza para mirar a Sean que estaba sudoroso y con los ojos en blanco, cada tanto recuperaba la consciencia. Le di un par de golpecitos en la cara para traerlo aca a pesar del dolor: -Cielo necesito que te enfoques. Olvídate del dolor, grita si lo necesitas, muerde, gruñe, insulta, confiesa tus pecados pero no pujes. No pujes aun, sé que él bebe ya viene y si no lo sacamos pronto podrá estar en serio problemas pero respira profundo mientras evaluó lo que podemos hacer. – Volvi a ponerme entre las piernas de mi marido y a palparle la panza mirando posibilidades - ¿Madre? ¿Me asistirás?

Sentí los brazos y el aroma de mi madre a mi alrededor, traté de respirar evitando sentirme abrumada, Harpo desde abajo habia avisado que mi maleta habia sido trasladada a una habitación y que Darla tenia compañía en la mansión. Tragué en seco y evadí la pregunta de mi madre. Volví la cabeza para mirar a Matt: -Puedo volver a trabajar contigo @ Matt Blackner , dado que Sean tiene mi puesto como asistente de la Ministra, me vendría bien la ocupación y tu no estarías solo - traté de respirar despacio y parpadee para evitar que las lagrimas afloraran - ¿Puedo quedarme aqui por un tiempo? Se que esta es tu casa pero necesito donde quedarme y no quiero quedarme en la Ojo loco, SJ esta allá con Sean y no quiero que me vean así, sobretodo ahora que Sean esta en lo ultimo del embarazo. Baje la cabeza sintiendo la quemazón en la garganta, estaba perdiendo el férreo control sobre mi misma, la voz se me quebró y no pude volver a mantener el control, escondí la cara entre mis manos y deje que el llanto que llevaba dentro saliera a rienda suelta, volvi a abrazarme tratando de mantenerme en una pieza, apoye la cabeza en el hombro de mi madre @ Sagitas Potter Blue y solté lo que me atormentaba: -Sean me esta engañando con otra... Aun no se quien es pero me esta siendo infiel, me lo ha confesado... aprovecho que no estaba aquí y ha mandado nuestro matrimonio al garete, me quedare con los niños pero no creo volver a perdonarle

Sean me sonrió mientras le hablaba, mire por encima de su hombro para ver a los dos niños ¿o eran jóvenes? que estaban en la puerta, me desentendí de ellos un segundo para ver a Sean vomitar verde en una de las macetas de mi madre, aparte la mirada con un poco de asco, sabía que era cuestión del embarazo pero no por ello dejaba de ser asqueroso. Los chicos que estaban frente a mí tenían la misma expresión que yo. El rostro de los chicos se me hacía tan familiar que no pude evitar ponerme la mano en el vientre pensando en mi hija, estaba tan lejos y hacia tanto tiempo que no tenía noticias de ella que me preocupaba. Escuche a uno de los chicos decir algo pero no lo procese, cuando pude procesar las palabras que había escuchado me deje caer en la puerta. Las lágrimas corrían por mi rostro: -Mi Alessandra… ¿Qué le paso a mi niña? – agarré al chico que me habia dado la noticia y lo zarandee - ¡¿Qué le paso a mi hija?!

El grito me sobresalto tanto que termine por caerme del cómodo sillón donde estaba acostada durmiendo. Me levante deprisa y mire a mi alrededor desorientada. No estaba en la Ojo loco donde normalmente me encontraba sino que estaba en la mansión de Matt, fruncí el ceño tratando de pensar que era lo que me había llevado allá y recordé todo de golpe al ver mi maleta que aún estaba al lado del sillón. Las ascuas de la chimenea chisporroteaban pero el fuego se había apagado y el frio volvía a entrar, tirité un poco y salí de la instancia para mirar fuera de la sala de la chimenea que era lo que había provocado el alarido. La voz de mi madre riñendo a mi hermano me sacudió, era a ella a quien necesitaba. Me abracé fuertemente el torso tratando de no romperme en llanto ahí, respiré profundo tratando de calmarme y sentí el olor a flor de Dalias que cargaba Darla. Al parecer también estaba en la mansión acompañada de un hombre por el olor del cedro que emanaba. Matt estaba en el segundo piso con Heliké, fruncí el ceño, ella había desaparecido hace dos años pero si, debía de estar en casa debido a que era inconfundible el olor de flor nocturna y sangre que ella despedía. Subí las escaleras con la mirada gacha y los hombros caídos, pase de largo al lado de mi madre y de Matt y entre en la habitación de mi hermano para agarrar en brazos a la pequeña Elentari que aun lloraba, le hice un mimo a Fenrir que estaba al lado de la niña. La abrace y la mecí para calmarla y para tratar de mantenerme en una pieza pues sentía que las grietas de mi pecho se hacían más y más grandes y que me era bien difícil mantenerme junta. Una lágrima se escapó de la cárcel de mis ojos y la enjuague rápidamente. No quería que nadie la viera. Le entregué la niña a Heliké y le di un beso en la mejilla: -Bienvenida a casa – le musite con la voz un poco rota, carraspee de nuevo tratando de mantenerme entera y Salí de la habitación: -No griten, hay visitas en casa – baje la mirada y me dirigí de nuevo hacia la escalera, me deje caer en el primer escalón y me abracé con fuerza, respiraba despacio tratando de mantenerme entera y para seguir enterrando el dique que tenía presionando mi pecho. Yo era fuerte. Iba a salir de esto.

En la Oficina de la Ministra: Despegué la mirada de la de Sean esperando aun que me dijera algo sensato, algo que justificara su proceder, algo que me diera una razon para seguir confiando en él pero no era así, mi esposo no mediaba palabra y no era por el tacón en su cuello sino por la culpa que avinagraba su olor natural, alce la vista para ver a Darla y traté de respirar tranquila esperando que la Jefa del Departamento de Seguridad Mágica se apersonara de la situacion y bien que nos diera una explicación del proceder de Sean o bien que tuviera a bien ponerse del lado de la Ministra y ayudar a buscar la verdad de lo que estaba pasando. Y en vez de darle luz a la situación empezó a reñirme como si mi proceder no fuera por el bien de la nación y el de la Ministra. Me enojaba que la gente asumiera cosas, no porque la Ministra fuera mi madre queria decir que no buscara el bienestar de mi país y no porque el actual secretario era mi esposo queria decir que no estuviera cometiendo ilicitos... ¿aunque que podia esperar de la naturaleza de un ladrón? ¿Un poco mas de honor, al parecer? Miré a Darla fijamente: -No se porque asumes que es una pelea matrimonial o familiar, que ella sea mi madre y el mi marido no significa que en este momento no este velando por los intereses de la Ministra o de este país que se esta yendo al garete, si quisiera tener una pelea matrimonial o fuera una discusión de familia no seria aqui sino en nuestra Mansión y no te hubiéramos llamado a ti sino al consejo familiar. ¡Estamos en el Ministerio, por lo Dioses! No pude seguir hablando porque una carga de electricidad estática proveniente del cuerpo de Sean me lanzo hacia el sillón donde estuve sentada, aterrice de mal modo y me golpee el cuello con el borde de la sillón y el dolor se reverbero en el resto de mi cuerpo, vi a Sean levantarse del suelo y preguntar porque tanto cabreo, se me subió el genio de nuevo: -¡¿por que tanto cabreo?! ¿Por qué? ¡Decretos Ministeriales! ¡Ordenes de Captura! ¡Reuniones Clandestinas! ¡Ordenes Ministeriales para otros Departamentos! ¡Todos firmados por ti en nombre de la Ministra! ¿Crees que no me daría cuenta? - Me levante de la silla y miré de Darla a Sean - Todos los elementos de esta planta estan encantados para saber quien los firmó, asi se sabe que documentos fueron hechos por los ministros y cuales hechos por subalternos y hacerles una revision adecuada - apunté la pila de rollos que estaban sobre el escritorio - Todos estos fueron los firmados por tu mano asi que ahora si nos puedes explicar ¿de que va a esto?

En la oficina de la Ministra -No, no podemos - le gruñí a mi marido sintiendo los pinchos de los colmillos alargarse en mi boca. Tenia mucho tiempo sin perder el control de mis transformaciones y esta no iba a ser una de esas veces, traté de respirar mas calmadamente para controlarme pero no quite el tacón de su garganta en ningun momento. Escuche a mi madre empezar a preguntarle a Sean por los documentos que habia firmado en nombre de mi madre y aligere un poco la presion para que pudiera emitir palabras pero no lo suficiente para que pudiera levantarse. Miré fijamente a mi marido a los ojos, sentían que me escocían pero me mordí la parte interna de la mejilla para evitar llorar, mi madre habia enviado un Howler y yo me quedé ahi viendo a Sean. ¿Seria capaz de actuar en contra de mi marido? ¡Era el padre de mis hijos! Aun así mirándolo me di cuenta que no iba a permitir que nadie mas le hiciera daño a mi madre ni a lo que ella representaba. Ningun hombre, ninguna mujer, ninguna criatura iba a volver a tener el poder de destruir de nuevo lo que era preciado para mi, sobretodo no iba a permitir que nadie de la familia la dañara y eso desafortunadamente incluía a mi esposo. Los pensamientos se aglopaban en mi cabeza, aun no habia podido leer todo lo que habia salido firmado por la mano de Sean, pero lo que habia leido hasta ahora me tenia la sangre hirviendo. Solté la hebilla de mi cinto y saque de debajo del cinturón un pequeño hilo de platino sujetado con dos hebillas. Era un arma sencilla pero aun asi en buenas manos era bastante poderosa. Agarré cada hebilla con una mano y deje el hilo caer, me incline sobre mi esposo y lo miré como se mira a un desconocido. Era raro para mi porque nunca le habia visto como alguien a quien temer, a pesar de sus múltiples defectos nunca le habia visto como alguien malvado -¿Que es todo esto Sean? ¡Te desconozco! La familia debe ser lo primero y tu principal misión debía ser cuidar de mi madre y hacerle la vida mas facil, eso incluye proteger su imagen, su honra, su buen nombre... ¡No aprovecharse de eso! ¡Ahora ella parece ante la vista del mundo mágico una loca dictatorial peor que cualquier otro Ministro que le haya precedido! - El sonido de la puerta nos alerto de que quien hubiera sido a quien mi madre hubiera llamado habia llegado: -Pase - le dije en voz lo suficientemente alta para que quien estuviera del otro lado avanzara... ¡Menuda imagen debíamos de dar! con Sean debajo de mi zapato, mi madre hecha una furia y yo con un arma contundente en mis manos y reteniendo al hombre que mas amaba @ Scarlet Akane @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Sagitas Potter Blue

Oficina de la Ministra. Suspiré y me frote la cabeza tratando de que bajara el animo subido que tenia, me estaba sulfurando y no tenia modo de saber si esto era definitivamente una conversación de copas sacada de contexto o si alguien mas estaba tratando de mover hilos por debajo de cuerda. Volví a tomar los pergaminos y los leí de nuevo: ¿Qué argucias estaban fraguando a espaldas de la Ministra? Pero la pregunta mas importante y real no era el que sino ¿Quien? -Si, estas han sido publicadas - tomé otro pergamino mas, suspiré y me senté de nuevo tratando de desenredar la madeja de informacion que reposaba sobre el escritorio de mi madre - La mayoría de estos son informes de lo que ha pasado desde que se publico esto. Este parece ser un informe detallado de los magos que estan en frontera con Escocia. Le pase otro pergamino a mi madre y me levanté a tomar uno nuevo cuando tocaron la puerta, fulmine con la mirada al pomo y le dije a mi madre: -¿Esperas a alguien? - Vi a Sean entrar en el despacho contestando mi pregunta pero a diferencia de cualquier otra vez donde me hubiera lanzado a besar a mi marido o donde me hubiera colgado de el como una lapa en esta ocasión me pudo la ira de ver su firma plasmada en tantos documentos con tinte dictatorial que terminé golpeando la parte de atras de su rodilla para hacerlo caer y puse mi tacón apretando su garganta: -Se puede saber ¿Qué Demonios estas haciendo?

Fruncí el ceño mientras veía a mi madre leer el pergamino que le habia pasado, sonreí de nuevo cuando la vi comer. Me preocupaba la ausencia de Babila, teniendo en cuenta que yo habia dejado encargado a el morocho de los cuidados personales de mi madre: de que ella durmiera, comiera, se desconectara del trabajo y que no permitiera que ella se llevara al punto de la extenuación, me frote las manos tratando de contener mi enojo, le respondí escuetamente: -No sabia que Sean era ahora tu secretario, nunca me informo nada y Kamra es la esposa de tu nieta Alessandra, ¿la madre de tus cinco bisnietos? No tengo mucho conocimiento de política pero ¿Por qué quieres que ella reconozca Obediencia al Reino de Inglaterra? ¿No seria mejor que hagan un Tratado Bilateral de Relaciones, tal vez con un Sistema de Libre Relacion y Comercio donde se manejen Autonomía de Decisión? Tal vez no se, que haga parte de uno de los paises constituyentes del Reino Unido pero que tengan sus propias reglas- tome otro pergamino y lo leí de arriba abajo tratando de mirar que mas habia ahi enterrado entre todos esos papeles. Tome otro rollo y otro mas para comparar las informaciones que estaban consignadas, fruncí profundamente el ceño, me levante de un salto de la silla, empece a leer en voz alta mientras caminaba: Alce la vista para mirar fijamente a mi madre, baje la vista de nuevo al pergamino que tenia en la mano, veía la hoja temblar en mi mano, estaba tratando de darle sentido a lo que leía, empece a hacerlo de nuevo en voz alta esperando a que escuchar el sonido de las palabras me ayudara a entender mejor, continúe: -¿Quien Demonios ordeno esto? ¡¡¿A esto es a lo que se referían cuando me escribieron que el Ministerio estaba fuera de control?!! ¿Movilización de los alumnos de quinto año en adelante de Hogwarts para la creación de milicias mágicas? ¿teniendo en cuenta en lo definido en el edicto #2? ¿Cuál es el edicto numero 2? ¿Por qué se estan impartiendo disciplinas enfocadas en combate? ¿Estamos poniendo a adolescentes a luchar otra vez? ¡Ahora solo falta que tambien estén especializando al Ateneo en disciplinas bélicas! ¿No te parece que estamos dando la impresión a los demas colegios de Magia que nos estamos preparando para invadir?- Seguí avanzando sobre el rollo que temblaba aun mas en mi mano: - ¿Eres la comandante en Jefe de la Nación? ¿Cada juicio tendrá carácter Militar y carecerá de juzgado? ¿Qué somos ahora... Una dictadura? ¿Se castigara con penas amplias en Azkaban la insubordinación y el motín? ¿Se Supervisará las publicaciones informativas? Aparte de todo esto los ciudadanos mágicos no se pueden quejar o expresar... ¿Por qué? ¿Serán presos políticos? ¡¡Dime por todo lo Sagrado y profano que tu no pediste esto!!

Llegué al Ministerio con una caja grande de Donuts en una mano y haciendo equilibrios con una caja de varios cafés de la cafetería que le gustaba a mi madre de Londres, traía una cara de mal genio estampado y mi varita en la otra mano, estaba apretándola tan fuerte que se me pusieron los nudillos blancos de solo empuñarla, pobre del bastardo que se pusiera delante de mi. El sonido de taconeo mientras andaba era lo unico que se escuchaba mientras iba al despecho de la Ministra de Magia: mi madre. La gente de Seguridad Mágica me dejo pasar sin siquiera preguntarme el motivo de mi visita, no sabia si es que aun conservaba mis privilegios como trabajadora de esta planta o si por el contrario me reconocían como la hija de la Ministra, pero tampoco me importaba, lo unico que me importaba en estos momentos es que no se metieran en mi camino. Pase una mano por el frente de mi blusa alisando la tela para tratar de calmarme, las cosas estaba bastante iguales en esta planta, el mobiliario y la decoración era igual que cuando habia tenido que viajar pero aunque mi viaje tomo mas tiempo del necesario me fue avisado que debía volver antes, sin ninguna explicación ni remitente, solo decia que las cosas en el Ministerio se estaban saliendo de control. Fije la vista en el espacio donde alguna vez estuvo mi escritorio y entrecerré los ojos al percatarme que la recepción ya no estaba en la entrada sino que era una oficina a puerta cerrada al lado de la oficina de la Ministra, pase de largo y abrí la puerta de la oficina de mi madre, deje la comida sobre su escritorio, me deje caer sobre una de las sillas e hice aparecer todos los documentos firmados o redactados por la persona que estuviera a cargo de mi puesto desde el tiempo que habia salido de viaje hasta el ultimo minuto del día de hoy. Le di una sonrisa ladeada a mi madre: -Desayuna - le dije mientras acercaba la taza de café y tomaba el pergamino que estaba encima de la pila, debía ser el mas reciente, lo desdoblé y me dispuse a leerlo lentamente, fruncí el ceño y se lo pase a mi madre: -¿Quien demonios esta en mi puesto y porque demonios quiere la abdicación mi nuera Kamra como Reina de Escocia? ¿Estas enterada de esto? ¿Lo solicitaste tu?

Llegue a la mansión de mi madre y mi hermano sin avisar, traía conmigo una bolsa de mano con algunas prendas de ropa sucia que habían quedado de mi viaje, me frote las sienes para bajar un poco el dolor de cabeza que estaba formándose. Entre en la mansión sin anunciarme y me deje caer en el sillón de la sala. Deje mi maleta a un lado y tome un respiro profundo por primera vez en mucho tiempo, cerré los ojos y deje que el olor y los sonidos de la mansión, abrí los ojos de nuevo al sentir que el olor de la tristeza impregnando la madera. apunte con la varita la chimenea y volvi a encenderla esperando que el calor entibiara un poco la instancia, me arrebuje en el calor de una manta que estaba apoyada sobre el sillón y cerré los ojos a la espera que alguien de la familia llegara. No supe en que momento me quede dormida

Desperte en la cama desnuda y sola, me estire tanto como pude para poder sentir mi espalda acomodarse, me senté en la cama y busqué mi albornoz pero no lo encontré por ningun lado, fruncí el ceño, Sean estaba teniendo por costumbre el ponerse mi albornoz, asi que me puse su camisa y admire que aun me cubría todos los lugares adecuados. Me puse mi panty y me debatí un momento en si debía o no ponerme las sandalias pero decidí mejor bajar las escaleras descalza. Al abrir la puerta de mi habitación los olores del desayuno me hicieron rugir el estomago. Baje la escalera a paso lento y me detuve a medio camino cuando tocaron la puerta, no seria bueno recibir a nadie con las pintas que traía pero tampoco era de buenas maneras que vinieran visitas tan temprano en la mañana, reanude mi camino cuando vi a mi marido con mi albornoz abriendo a puerta, lo abracé por la espalda y apoye la cabeza escuchando su respiración. -¿Que haces despierto tan temprano? Mejor aun ¿Quién viene a molestar tan temprano? No deberías estarme llevando una bandeja de comida a la cama y un buen café para despertar

FORMULARIO: Nick del usuario: Perenela Arya Grindewald Potter Blue Id: 66743 Link a la bóveda del usuario: Boveda Galeones a depositar: 13.396G Gracias!!!! asi no quedo pobre

Estaba claramente alagada por todo lo que Sean estaba diciendo de mi, me hizo sonreír ante la locura de día que tenia por delante, me preocupaba que no todas las citas programadas habían llegado, sobre todo porque no tenia respuesta de los citados. Aun así era importante atender a todos los que llegaban bien sea por requerimiento de mi madre o por que solicitaban audiencia con ella. Elvis había salido de la oficina seguido de Luna dando por terminada la reunión y me quede con el sinsabor en boca de no saber en que había terminado todo el politiqueo previo pero ya le preguntaría a mi madre. Volví la mirada a mi marido y le acaricie la barba incipiente que ostentaba, mire de hito a hito el palabreo que estaba teniendo con Elvis y su mención a la lactancia directa y no pude mas que poner los ojos en blanco: -Compórtate Sean, estas en mi lugar de trabajo, aquí debo tratar de mantener una actitud formal o tacharan a mi madre de nepotismo, sabes como son las malas lenguas del Ministerio y se agarraran de cualquier cosa para hacer que parezca menos competente - le reñí un poco y termine dándole un beso en los labios y uno en la nariz - yo también te amo. Sentí la inquietud de Arya y la miré, no se sentía del todo cómoda con toda la gente alrededor, así que trate de sonreirle a ella y al señor Weasley quien miraba embobado a la Macnair, le di un ultimo beso a mi marido y me encamine hacia ellos que ya hablaban con Elvis: -No les pregunte antes si deseaban tomar alguna cosa mientras esperan - mire directamente a @ - Señor Weasley estamos a la espera de la señora @@Lucrezia Di Medici de Médici ya que su Reunión será junto con el Gabinete de Economía, así que si gusta esperar un poco mas le agradeceré eso - mire fijamente a @@Arya Macnair - Señorita Macnair la Ministra esta lista para recibirle Me encaminé junto con Arya hacia la oficina de mi madre y toque antes de pasar, le señale uno de los sillones para que se acomodara mientras esperaba a ver si mi madre decidía tener esta Reunión dentro de la carpa de circo que le había traído o en la oficina propiamente dicha, uno de los elfos trajo una bandeja con pequeñas delicias y café que dejo delante de la Macnair y luego se acerco para decirme que mi hija @ ya estaba en la sala de conferencias, me dirigí a mi madre: -Voy a estar en la sala de conferencias con los encargados de San Mungo, si necesitas cualquier cosa grita, así alguno de los elfos me avisara. - Me encaminé con paso presuroso hacia la sala de conferencias y abracé a mi hija que estaba gorda como un balón, sonreí y le acaricie la barriga - Pareces un conejo, cada vez que te veo estas nuevamente embarazada ¿esta todo bien con los bebes? ¿ya sabes que serán? - volví la vista hacia la puerta - ¿sabes si el Director de San Mungo vendrá o te tendré un ratito para mi antes de ponernos en modo negocios?

Miré a mi madre con el ceño arrugado y la mirada fija por unos cuantos segundo escuchándola como ponía a disposición la fortuna familiar como préstamo ante el Ministerio para cubrir los huecos fiscales y monetarios que había dejado el Ex Ministro Aaron, incline la cabeza esperando que alguno declinara la propuesta de mi madre pero ninguno, ni siquiera Sean se quiso meter con la fortuna de mamá. fruncí el ceño nuevamente y me mordí la lengua, sabia que mi madre lo estaba haciendo para evitar que colapsara el Ministerio o que tuviéramos una huelga interna por el no pago de los salarios, arrugue la boca y termine metiendo yo la baza: -Esta bien, si va a usar tu fortuna entonces vamos a hacer las cosas bien, primero: vamos a redactar un documento legal donde se vea el desembolso del dinero y otro de parte de la tesorería que redacten ellos que recibieron el dinero, para que haya una prenda legal y cuando el ministerio este un poco mas recuperado financieramente que se te haga la devolución del dinero y segundo: Quiero poner yo también el dinero de mi bóveda a disposición, no he tocado la fortuna que me dejo mi padre y se que se revolcara en su tumba si la uso para esto. - Espere que mi madre me respondiera algo, que me diera señales de algo de si estaba de acuerdo o no pero se enfrascaron en el vaivén que tenían entre Sean, Luna, Elvis y mi madre por el asunto del propio Exministro, me quede mirando el vaivén sin opinar porque no tenia conocimiento de que repercusiones traería esto, escuché los golpes de la puerta del despacho ministerial y salí de la carpa de circo para abrir la puerta. Abrí los ojos al ver quien era el que estaba en la recepción, no me lo esperaba sobre todo porque acababa de recibir su carta de dimisión, cerré la puerta detrás de mi y le tendí la mano: -Señor Weasley, soy Perenela la asistente de la Ministra, discúlpeme no lo tengo en agenda el día de hoy, aunque le estuve escribiendo innumerables veces para organizar una Reunión con ella. hasta que recibí su carta de Dimisión - fruncí el ceño porque se me hacia extraño verle aquí cuando había sido tan explicito de dejar el cargo - En este momento la Ministra esta en Reunión con el Director de Seguridad Mágica y la Jefa de Aurores, si gusta esperarla en el sofá, voy a anunciarle a ver si puede sacar un espacio para usted. -Iba a darme media vuelta para entrar de nuevo en la oficina cuando la vi acercarse, le sonreí, la encontré a medio camino y le tendí la mano: -Señorita Macnair bienvenida, llega usted temprano, mi madre... Errrr la ministra esta esperándola, pero si gusta puede esperar junto al señor Weasley mientras le anuncio- me dirigí de nuevo a la oficina de mi madre y tomé dos trozos de pergamino con el logo Ministerial, hice notas iguales: Mande a volar las notas interdepartamentales y volví a ingresar en la carpa con todos, me aclaré la garganta y le dije a mi madre:- -@ y @@Arya Macnair se encuentran en la recepción, solicitaron verte, Arya si tiene cita programada aunque ha venido algo temprano ¿Vas a querer recibirlos?

Estaba mirando el vaivén de Elvis, Luna y mi madre, suspiré y preste atención. Yo de política poco o nada sabia pero de organización y finanzas sabia lo bastante como para estar un paso por delante, tome dos trozos de pergamino y plumas y las puse delante de mi primo y de Luna, les dije a cada uno: -Pongan su precio, yo me hare cargo de que suceda, lo ajustare al Presupuesto Ministerial, podemos ajustar tu oficina acá en el pasillo y todo lo que necesites te será entregado y adecuado, yo misma me encargaré de eso - empecé a anotar las otras peticiones, lo de Gringotts teníamos que resolverlo pronto pero seguro Don Higinio nos dirá algún modo de proceder, Cerrar las fronteras era viable pero tocaba hacerlo en conjunto con el Ministro de Magia Muggle que aun estaba desaparecido, investigar al Ex Ministro era algo que se estaba haciendo desde antes de que mi madre tomara el puesto pero tal vez deberíamos presionar un poco mas para continuar con esa investigación, no tenia ni idea de que rastro le estaban siguiendo al Inquisidor pero de seguro mi madre tenia mas informacion al respecto que yo. -Ya hemos solicitado a @@Mackenzie Malfoy para hablar lo del restablecimiento del Estatuto del Secreto pero aun no tenemos respuesta de ella. Es lo único que tenemos a la deriva. - Le asentí a Sean cuando me dijo que después me necesitaba a mi para un asunto, me picaba la curiosidad pero no metería nuestras cosas de pareja en los temas Ministeriales. Aunque algo me decía que no era precisamente una escapada amorosa lo que necesitaría mi marido. Escuche a Luna y asentí: Podemos hacer un cierre de frontera "limitado" es decir, decir que se van a cerrar fronteras y algunas vías de movilidad durante una semana porque se van a hacer una serie de simulacros y adecuaciones, reparaciones del Londres Muggle y revisión de las líneas de Trenes, hoy cuando venia para acá escuche que algunas estaciones y líneas estaba fuera de servicio por derrumbes y daños, podemos solicitar a la población muggle que se queden en casa con un toque de queda preventivo y cerrar todas las fronteras, así aseguramos que tenemos civiles protegidos fuera del rango de daño y sin que sean bajas potenciales, adelantamos algo del trabajo de reparación y podemos hacer prorrogas de los cierres según vayan "avanzando" las reparaciones. Es lo que se me ocurre ¿No se si tengan otra idea?