Jump to content

Illidan Burke

Magos Expertos
  • Mensajes

    1.257
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    1

Todo lo publicado por Illidan Burke

  1. El tiempo volvió a detenerse, aunque ahora lud era partícipe de esos momentos especiales, donde el mundo desaparecía y solo quedaban ellos. Esta vez, declarándolos marido y mujer. Los flashes estallaron por detrás de las sillas, intentando capar aquel momento, en el que los Burke se besaban por primera vez como tal. Illidan sonrió, brevemente, pues apago su sonrisa para, con el permiso del casamentero, besar a la novia. Poso una de sus manos sumamente en una de las mejillas de Mica, y deposito un cálido y prolongado beso en los labios de su esposa. Se sintió especial y único aquel momento, pues sería raro no sentirlo así. Era el día más feliz de su vida, y no fue hasta ese beso que noto el impacto que tenía aquella decisión en su corazón. - Te amo...- Le susurro, en lo que los invitados se ponían de pie, aplaudiendo y felicitando desde sus sitios a la flamante pareja. Tomo el acta para luego buscar a Senuv con la mirada, allí estaba a su lado, con los ojos brillantes, y los dedos entrelazados bajo su pequeña barbilla, totalmente feliz por lo que sus ojos elficos le mostraban. Illidan le sonrió y le entrego el acta, la cual cuidaría celosamente, hasta finalizar el banquete al menos. - Gracias Lud... - Diría mirando al Malfoy, para luego tomar la mano de Mica, y abandonar el altar juntos, recibiendo felicitaciones al pasar por cada una de las hileras de sillas. A paso lento recorrieron el mismo camino que Mica transito con Mael. Pudo ver varios rostros de los cuales no se había percatado hasta el momento, no había estado enfocado del todo hasta ese instante. Alyssa hacía aparición, abordando a Cubias por detrás, cuál felina acechando a su presa. No pudo evitar pensar un "eso tillin!". - Bueno, ahora todo lo tuyo es mío... - Bromearía mirando a su amada, llegando al final de corredor, para dar pie a todo el mundo a ir hacia el siguiente sector, donde las mesas y el banquete esperaban ansiosos a los invitados, el moria de hambre también, los nervios iban mermando, y ahora, más tranquilo, aprovecharía para cenar junto a su esposa, y comentar lo locas que habían sido las horas anteriores al casamiento.
  2. Había momentos en la vida, en los cuales, uno pensaba, o llegaba a creer, que había recorrido el camino para llegar hasta ese momento. Que sus relaciones anteriores pudieron o no ser el camino, para aquel destino delante de él. Aquel punto, aquel mismo momento, donde miraba con su azul mirar al amor de su vida. Desde su retorno a Ottery, cada paso que dio, cada pequeño suceso lo condujo hasta la mujer que tenía delante, cada frase, palabra o detalle, lo llevaron hasta ese altar, incluso su inclinación por la Orden del Fénix tenían que ver con ese momento. La voz de Mica sueño dulce y melodiosa, mientras él la recorría con su mirar, alternando sus labios en movimiento, y sus ojos. Aquellas palabras eran como una caricia para el corazón, aunque no eran una sorpresa, más de una vez se habían dicho lo mucho que se querían, o amaban. Pero ahora sus palabras rezaban una promesa, un compromiso, al igual que lo fueron las del mismo rubio. Illidan con la mirada totalmente iluminada por la felicidad que sentía, no pudo más que sonreír. En lo que Lud volvía a tomar las riendas de la situación, y haciendo uso de su voz particular, le preguntaba a Mica si aceptaba a Illidan en matrimonio. Las palabras anteriores, del medi mago, fueron importantes para él, pues Illidan sabía, que el hermano de Mica no estaba presente, y no podría estarlo de un modo físico, sabía también que ella, le echaba en falta, aun así, allí estaba, firme y radiante, dando un "Claro que sí, acepto". Ahora la pregunta iba dirigida al Joven de ojos azules, el casi Burke, paso la mirada de Lud a Mica, y tomando el anillo, imitaría las acciones de la castaña. - Por su puesto, Acepto... - Soltaría para finalizar el ritual, dejando el anillo en el dedo anular de la bruja. Sentía su corazón estallar, y como si el tiempo se ralentizará apropósito, justo en el momento, donde Ludwig llamaba a manifestar, cualquier desacuerdo con la boda. Recorrió los rostros con su mirada, pero todo parecía ir bien, de momento nadie se iba a oponer. Volvió la vista a la Gryffindor, y sujeto ambas manos de ella, mirándola a los ojos, con una radiante sonrisa iluminando su propio rostro. Anhelaba ese beso, más que ningún otro, era especial, y serie el sello final, para poder llamarla "Esposa". La amaba con locura, y no tenía dudas de que era correspondido, ya casi, los declararían, marido y mujer. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy Haughton
  3. Adelantó su mano para tomar al de su prometida, segundas antes de que ella llegara al altar. Perdido en aquella bella mujer, sintió como todo alrededor se apagaba, al menos por unos instantes, eran solo ellos dos. Cuando puso un pie sobre el altar, y le dedicó unas palabras, el rubio pareció volver en sí. - Y tú estás espléndida... - Diría en forma de cumplido. Sintió así como la presión sobre sus hombros se disipaba. La claridad llegaba a su mente, y las preocupaciones o inseguridades desapareció. Lud pedía a los padrinos, que hicieran lo propio, para luego pedir a la pareja, que dijeran sus votos. Illidan recorrió a las damas y damo de honor con la mirada, esperando su intervención. Para luego centrarse en Thanatos. El cual llevaba los anillos. Las luces y la música de fondo armonizaban el ambiente, Illidan clavaba su mirada en los ojos de la castaña. Esperando claro, su momento. - Mica Gryffindor... - Comenzaría el Black Lestrange, el cual con aquellas acciones, abandonaría su apellido para adoptar el de Burke. - Desde que te conocí, no hago otra cosa de que preguntarme... - Tomaría ambas manos de la Gryffindor, haciendo una breve pausa. - ¿Qué seria de mi vida sin ti?... Poco a poco, me fui perdiendo en ti, hasta el día de hoy, en el cual puedo decir que estoy completamente enamorado de ti... - Bajaría brevemente su mirada unos instantes para volver a encontrarse con sus ojos. - Es por eso que prometo este día, amarte con tanta intensidad como me sea posible, serte fiel y acompañarte en las buenas y las malas. - Sabía en el fondo, que no habría "malas" con ella, aun así debía decirlo. Habiendo terminado, llevo una mirada a Lud, el cual parecía tan encantado como ellos, por la postal, y busco la mirada de los invitados, apenas unos segundos en una rápida recorrida. Volvió la vista al frente, ahora el turno de la castaña de dar sus votos. Y por fin, estarían unidos en matrimonio. Dispuestos a seguir formando su familia. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy Haughton
  4. - Muy segura de tus genes... - Soltaría, poco antes de ver marchar a su hermana, hacia las filas intermedias de las sillas. Intento buscar a Ash con la mirada, pero no logro dar con ella, de seguro asistía a su segunda madre en la tarea de finalizar los preparativos. Ser dama de honor era un privilegio, pensó que Cubias podría haber sido uno de los damos, se le daban bien las cosas de chicas. De pronto y casi sin percibirlo, el bullicio se fue apagando, pudo ver a los elfos, entre ellos Senuv, guiando a los invitados a sus asientos, los cuales terminaban de completar las sillas dispuestas para ellos. Cuando se quiso dar cuenta, solo quedaban Cubias, Thanatos, Lud y el mismo de pie. Se subió al altar, Lud se encontraba en el centro, parecía listo, el rubio a la izquierda, y a la derecha el puesto de Mica esperaba impaciente, tanto como él. De pronto el silencio se hizo presente en aquellos jardines, los susurros eran casi inaudibles. Allí apenas centímetros sobre el suelo, pudo detectar más rostros, que se le habían escapado hasta el momento, Adrian era uno de ellos, el cual recordaba de aquellas chelas que habían compartido en el callejón, Darla también se encontraba allí, ya ocupando su sitio, llevaba desde el secuestro sin verla. Pudo notar ausencias, como la de Alyssa, con nada más ver a Cubias recorriendo constantemente la postal en busca de ella. Fue allí donde la música comenzó a sonar. Illidan llevó automáticamente la vista hacia el frente, aun el corredor estaba despejado. Trago saliva ansioso y busco la mirada de su hermano, buscando apoyo tal vez. Se le hizo eterno el momento, cuando pudo visualizar, a paso lento, a Mael asomándose, Mica de su brazo, vistiendo aquel hermoso vestido. Era un sueño, y esperaba que alguien lo despertase de una bofetada, pero no, era real. Allí se aproximaba el amor de su vida, radiante, sonriente, hermosa. Si bien estaba totalmente perdido y enamorado de ella. Aquel día, había superado los limites, en los que Illidan pensaba, que no se podía ser más hermosa. Rompiendo toda regla, el rubio respondió a la estampa con una sonrisa repleta de felicidad. Sintió el impulso de acortar las distancia y besarla, pero debía aguardar. En pocos minutos, ella sería su esposa, y en su pecho no cabía tantos sentimientos.
  5. Se mantuvo allí, recorriendo rostros con la mirada, pudo visualizar a los agentes Santiago y Peralta a varios metros, sentados uno junto al otro, se veían felices juntos, y charlaban por lo bajo, de seguro burlándose de algún que otro invitado, era muy propio de Peralta hacer esas cosas. Aún no Mica no se presentaba, tal vez daban algo de tiempo a que los invitados fueran ocupando sus asientos poco a poco. Thanatos se mantenía cerca del altar, portando los anillos, Cubias de igual manera. Lud se dispuso a organizar todo, dedicando además unas palabras al público, lo que obligo a la mayoría a buscar un sitio donde sentarse. Había perdido de vista a Mael, imagino, que de seguro había ido a saludar a Mica, Illidan era el único que no tenía derecho a verla, por el simple hecho de ser el novio. Rebusco en el bolsillo interno de su saco, y tomo uno de sus cigarrillos, para luego encenderlo. A simple vista parecía un hombre en el pasillo de un hospital, esperando que naciera su hijo, pero en vez de caminar de un lado a otro, el rubio, se balanceaba en su sitio, con la vista clavada al final del espacio que había entre los grupos de sillas. Aquel sendero que recorrería su prometida para llegar hasta él. Una voz, que no escuchaba hacía mucho tiempo, lo inundo de nostalgia. No pudo evitar estremecerse al ver a Litah rodeándolo, para quedar frente a él. La chica de los tacones mostró una iluminada sonrisa, mientras lo saludaba, haciendo uso de la habilidad de los Black Lestrange, para sonar tan graciosos o sarcásticos como les plazca. Dejo que la bruja acomodara el nudo de su corbata. El sabía bien que no dudaría mucho tiempo arreglado, sin darse cuenta tarde o temprano el mismo estiraría el nudo. - ¿Quién lo diría no? - Sonrió rodeando a la bruja con los brazos, y así darle un fuerte abrazo, aunque breve. - Los bares y antros van a echarme de menos... - Agregaría un tanto divertido, ahora observando más detenidamente a su hermana, la cual seguía luciendo tacones como la recordaba. - No has cambiado nada, parece que los años no impactaron en ti... - Agregaría. @ Litah Black Lestrange
  6. De momento se sintió un tanto abombado, inmerso en sus pensamientos, era un tanto complicado para el prestar atención al entorno, fue la llegada de Cubias lo que lo trajo a la realidad. ¿Cuánto tiempo llevaba allí de pie?. Le sonrió y de algún modo, teniéndolos allí a todos, se sintió un tanto más tranquilo. Se sentía respaldado, como si estuviera listo para ir a la guerra, confiando. Aunque no era una batalla lo que libraría aquel día, sino todo lo contrario. - Ebrio bueno para nada... No llegarás a la fiesta si te pones a beber ahora... - Soltaría mirando al ministro, para buscar su reflejo una vez más, asegurándose de estar en óptimas condiciones. Las palabras tanto de Mael como de Ludwig lo tranquilizaron de algún modo. Lud se iba más por el lado de las bromas, sabía lo que intentaba hacer él medí mago. Illidan suspiro y llevo la mirada hacia Mael. Este le hacía entrega de un regalo, un espejo al parecer. Escucho la explicación tranquila mientras intentaba mirar lo que el espejo le mostraba, de momento no veía nada, ignoraba donde se encontraba el hermano de aquel artefacto. Aun así había escuchado hablar de ellos. - Gracias, es bueno saber que cuento contigo... - Diría, para luego guardar el mismo en uno de los cajones de la cómoda. Fue allí cuando pude contemplar su teléfono móvil. Un pequeño símbolo le mostraba una llamada no respondida, y otro junto a este un mensaje de voz. Reviso de inmediato y pudo ver un mensaje de Mica, llevo el aparato a su oído para ser el único en escuchar las palabras y sintió que el suelo desaparecía bajo sus pies, al escuchar aquella dulce voz. - Voy al baño y bajamos... - Diría más que nada mirando a Lud, el cual parecía llevar prisa, Illidan ahora más tranquilo, sabía que tenía razón, de seguro los invitados iban llegando y él no estaba abajo para recibirlos. "Hola amor... Ya estoy listo, estamos por bajar, de segura andas tan nerviosa como yo...La próxima vez que nos contemplemos, Daremos paso a ser una familia, y eso me llena de felicidad... Te amo mucho, nos vemos en un rato..." Apago sus palabras dándole a enviar, aquella respuesta de voz, destinado a su prometida. Salió del baño y se encaminó a la puerta. - Dice Mica que dejo abanos en el cajón si alguno quiere... - Expresaría señalando la pequeña mesita. - Bueno.... al infinito y más allá... - Soltaría para abandonar el cuarto. Encabezo la marcha cruzando el corredor, descendieron por las escaleras, y se pudo ver a sí mismo, con total elegancia llegando a la sala, seguido de aquellos, los más apuestos y poderosos hombres del mundo mágico, cada uno con algo particular en su mirar, de seguro las mujeres se estremecían, al ver al ministro Italiano, o al licántropo. Todos llevando sus miradas a los recién llegados, que cruzaban la sala para llegar al jardín. Illidan asentía con la cabeza, cada vez que veía a algún invitado, intento no detenerse. Para llegar a toda prisa al jardín. Mushu se encontraba sirviendo copas, las sillas comenzaban a llenarse, el altar, allí vacía, esperaba a que Illidan lo ocupara, con quien los casaría, que era Ludwig en aquella ocasión, Thanatos como padrino los acompañaría. - Ahí tienes Alcohol... - Le diría a Cubias señalando al pequeño elfo. - Aún faltaban algunas personas por llegar, de todos modos el joven se acercó a altar y se mantuvo de pie a metros del mismo. Aun tenían algo de tiempo. - ¿Tienes que preparar algo? - Le pregunto a Ludwig, no sabía si este contaba con alguna biblia, o si necesitaba hacer alguna especie de ritual, desconocía todo lo que a bodas se tratase. @ Thanatos L. Lestrange @ Ludwig Malfoy Haughton @ Lord Cubias @ Mael Blackfyre @ Mica Gryffindor
  7. El café casi lo volvió a su estado normal, entre el no haber desayunado, las ansias, y el nerviosismo, casi sintió desmayarse antes de aquel primer trago. Pudo notar la llegada de Mael, sin pudor alguno por su situación le saludo, acortando las distancias. En el ministerio en aquella batalla, Mael había salido a protegerlo más de una vez, y lo que Mica le había hablado de él, había bastado para tomarle aprecio a aquel sujeto. Sabiendo que era amigo de su prometida, no quiso dejarlo afuera. Era parte de la familia a partir de ahora, su amigo. Por eso debía acompañarlo junto a sus hermanos en aquel cuarto. - Gracias por estar aquí, sé que no puedes acompañar a Mica, por eso te solicite de este lado... Eres muy importante para ella... - Diría volviendo a sorber la taza. Lud había optado por el traje Azul, Illidan había descartado el blanco, ese era el color, al menos suponía, del vestido de Mica, el Negro, en cambio, era el que portaba siempre. - El Azul será... - Declararía recorriendo las miradas, aunque nadie sabía más de vestimentas que Lud, y Cillian de hecho. El cual hacia entrada justo a tiempo. Con sus ademanes característicos lo rodeo, Illidan lo observo divertido, al menos hasta donde pudo, captando el mensaje del encargo. - Lobito... - Soltaría hacia el licántropo. - Recoge el paquete, ya cuando veas que me paso de copas me revives... - Manifestaría sin necesidad, Thanatos sabía qué hacer. Fue en aquel momento, Donde el Cillian que batallo con Luna Gryffindor aquel día, apareció. Lo tomo literalmente por las pelotas, amenazándolo o advirtiéndolo, de que no le arruinara la noche a Mica, sintió un deseo de golpearlo, pero a la vez, el cariño que mostraba por ello, lo apaciguó, lo quería demasiado como para ajusticiarlo, se había ganado el derecho. - Hijo de.... - Soltaría. Recordando que el rubio, tenía una foto bastante comprometida de él, no quería darle rienda libre a la difusión. Cillian sin más abandono el cuarto. El futuro Burke, comenzó a vestirse, al pie de las elecciones de Ludwig. En pocos segundos quedo casi listo, fue cuando Lud se acercó con su regalo de bodas. - Hazme el favor, nunca aprendí a hacer el nudo... - Le diría a su compañero de la trifuerza. Pocos segundos después, quedo vistiendo aquel elegante traje azul, aquella camisa impecable, y la corbata que el medimago le había regalado. Los zapatos negros, a pesar de ser nuevos, Senuv se había esforzado en sacarle más brillo. - Por cierto... - Formularía el Odefo, abriendo un cajón próximo a la cómoda, en un alargado mueble. Una pequeña caja negra sería extraída de él, allí dentro, descansaban ambos anillos de boda. - El padrino es quien los entrega... - Mencionaría dándoselos a su hermano. - No tengo dudas de que Mica es la mujer de mi vida... - Se detuvo frente al espejo para analizarse. Nunca se había encontrado tan a gusto con su reflejo. - Pero estoy demasiado nervioso para ser yo... - Llevo su mirada hacia Mael. - ¿Crees que soy digno de ella? - Preguntó. Sus ojos se clavaron en los de aquel, que conocía a la castaña de mucho antes, intentando encontrar, en aquella posible respuesta, algún indicio de duda o falacia. @ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton @ Thanatos L. Lestrange @ Mael Blackfyre
  8. Sintió el golpeteo de la puerta y levantó la mirada, aun portando el cigarrillo pudo ver a su hija entrando, notaba su mirada un tanto rara, como si tratara de esconder algo, como si hubiera cometido alguna travesura, no pudo evitar recordar a la niña pequeña que había quedado atrás. - Se ve que no soy el único que aún no está listo... - Diría, sintiéndose más tranquilo al admirar que su hija llevaba su vestido a resguardo. Al parecer aún no se unía a Mica en la aventura de las damas de honor. - Gracias por ayudar a Mica, la pobre se encargó prácticamente de todo... La verdad me gané la lotería... - Expresaría ahora con su hija a la par. Observo a su hija, mientras hablaba, sacaba un pequeño estuche, enseñándole dos anillos, que al parecer formaban uno, de algún modo. Se quedó admirando la figura de cada uno, no pudo evitar sonreír, la felicidad lo invadía. Estaba feliz de contar con la aprobación de Ash aquel día, se imaginó a Mia, de mal humor por aquello, pero se vio obligado a centrarse en Ashley. - Gracias hija, son hermosos, seguro a Mica también le gusta... - La abrazó poco después de que ella apartara el anillo de su prometida. La muchacha a toda prisa emprendería la marcha, aún debía ayudar a la Gryffindor a prepararse, lo que le daba mucho tiempo, al menos eso creía. - Oye... - La detuvo a centímetros de la salida. - Te quiero... - Soltaría para luego observarla marchar. No supo apreciar si fueron apenas segundos, o algunos minutos, en los que se perdía en sus pensamientos una vez más. Cuando Ludwig hacia su entrada, el primero en llegar, de seguro Cubias sería el último conociéndolo, si es que se aparecía por allí. - Tranquilo Viejo... - Diría un tanto espantado por lo acelerado que se veía Lud. Aun así era cierto, que le estaba costando comenzar el día, ya debería estar abajo, recibiendo invitados, no lo había tenido en cuenta. - Mica aún no inicia pienso, tengo algo de tiempo... - La verdad es que necesitaba hablar con sus amigos antes de aquello, parecía tranquilo, pero la ansiedad le estaba jugando una mala pasada. Lud aun de este modo, comenzó en un acelerado frenesí a poner el tren sobre rieles. Lo despojaba de su cigarrillo cuando su hermano hacia su entrada, de la mano de Sunev, parecía mentira no obstante, si, el elfo lo tuvo que llevar en persona, no basto con darle un mensaje. - Que lindo colgante... - Diría observando el detalle reposar sobre el pecho del licántropo, recordando claro, aquel día bastante lejano. - Es mi pantalón de dormir... - Soltaría mirando aquella prenda, digna de aquel club de futbol que tanto admiraba. Bajo las órdenes de Lud se metió en el baño cerrando la puerta. - los trajes están en aquel armario, son 3, aún no me decido cuál usar... - Diría mientras sus palabras se perdían en la regadera. Lud podría encontrar los 3, todos con sus fundas protectoras, uno blanco, uno negro, y el otro de color azul. Todos a medida. Dobladas abajo de estos que colgaban, había varias camisas, de varios colores, todas lisas. En lo que terminaba de ducharse Sunev volvió a la habitación, apareciendo con una mesa, con un desayuno digno de campeones, café, leche, galletas, pasteles, incluso algunos yogures. Al salir del baño, ya listo para vestirse, portando solo un bóxer negro, sin pudor alguno, busco la mirada de sus "ayudantes" o "acompañantes terapéuticos". - ¿Cuál va a ser? - Diría analizando las opciones, aún no se decidía. La tensión en los hombros a pesar del baño había aumentado. Comenzaba a notarse nervioso, en lo que iba a la mesa y tomaba una taza de café. @ Ludwig Malfoy Haughton @ Thanatos L. Lestrange @ Ashley Emily Black Lestrange M. @ Lord Cubias
  9. Los rayos de sol del medio día invadieron el cuarto, cuando Mushu hacia un lado las cortinas del gran ventanal, apretó los ojos con fuerza y se giró para esconder su rostro en aquella almohada. Estiro su brazo sin mirar intentando tantear a la ausente castaña, le costó unos momentos entender, que no estaba a su lado, pocos segundos los motivos. Aquel era el día tan esperado por ambos. A diferencia de ella, el nunca había subido a un altar, mucho menos había jurado ante nadie. - Despierte Señor, se acerca el medio día, y debe prepararse... - Diría el Elfo de su amada, Illidan levanto la mirada y lo vio de pie a su lado, sujetando una nota prolijamente doblada. Illidan la tomó, se frotó los ojos con su mano libre, y tras sentarse en la cama comenzaría a leerla. Una sonrisa iluminaria su rostro de inmediato. Intento imaginarla en esos momentos, corriendo de un lado a otro, asistida por sus damas de honor. Eso le recordaba que él no había convocado ni a su padrino, ni a sus amigos. - Gracias Mushu, ve a ayudar a Mica, te necesita... - Manifestaría para luego adentrarse en el cuarto de baño. Se frenaría frente al espejo, analizando su reflejo. La imagen que este le devolvía le gustaba, aquel día cambiaria su vida para siempre, aunque, ya habían cambiado un montón de cosas en los meses pasados, cosas que lo hacía feliz, y lo llenaban. Tras un baño, volvió al cuarto, vistiendo un simple short corto, de color amarillo con franjas azules a los lados. - Senuv... - Llamaría el rubio, volviendo a sentarse en la cama, la ansiedad comenzaba a apoderarse de él. El elfo apareció de repente, dio un salto sobre la cama, y comenzó a dar pequeños brincos. - Es hoy, es hoy... - Diría el pequeño creando más ansiedad en el ambiente. - ¿Quién lo diría no? - Soltaba el rubio apoyando los codos sobre sus rodillas, y uniendo sus manos. - Necesito algunas cosas, primero que busques a los chicos, las chicas de seguro andan asistiendo a Mica, llama a Cubias, Cillian, Lud y mi hermano...También invita a Mael - Llevaría la vista al frente pensativo, sin mirar nada en particular. - Y un desayuno fuerte para todos... - Agregaría. - Que suban directo a mi cuarto... - Terminaría. Tras la partida del pequeño elfo volvería a ponerse de pie. Encendería un cigarrillo y saldría al balcón. Desde allí podía observar personas de un lado a otro, realizando los toques finales, le pareció extraño no haber escuchado un solo ruido en toda la mañana. Sabía que Mica se encargaría de todo, pero desconocía quienes había sido ayudantes en aquella empresa. Analizo aquella plataforma, era un perfecto cuadrado, amplio, custodiado de elegantes mesas. En Diagonal en mesa mucho más grande, que seguro él, Mica y sus amigos ocuparían. @ Thanatos L. Lestrange @ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton @ Lord Cubias @ Mael Blackfyre
  10. No necesitaba saber su edad, pero de momento no sabía por donde llevar los interrogantes, lo esencial, lo que necesitaba conocer, no lo obtendría mediante preguntas, sino pasado tiempo a su lado. Había pasado mucho tiempo desde que había tenido una relación estable, o más bien, ganas de estar con alguien. Disfrutaba mucho de su soledad. Y no era de aquellas personas que necesitaban estar con alguien para funcionar. Negado a todo tipo de relación, llego aquel día, no muy lejano, donde la Gryffindor se cruzó en su camino, y ahora su mente funcionaba de manera distinta, su corazón incluso latía de forma extraña. - Vas encaminada a ser toda una celebridad... - Soltaría, teniendo en cuenta que la líder del bando, jugaba en las grandes ligas de Quidditch, un deporte que el rubio no supo llevar. Aun así tenía algo de experiencia en él, incluso llego a disputar un partido oficial de la liga. Se preguntó si el destino los había puesto en caminos similares por capricho, porque de no conocerse en la orden, lo podrían haber hecho desde aquel famoso deporte. - Me encantaría poder ir a verte, jugué un solo partido oficial de la liga, seguro escuchaste de ese equipo que no continuo luego del primer partido al comienzo de la misma... - Diría un tanto apenado, era obvio que por aquel camino no podría impresionarla. Tampoco le preocupaba, la atracción entre ellos era evidente, podría declarar que era un vagabundo y ella lo miraría con los mismos ojos. - algún día podríamos entrenar juntos, seria... Interesante... - Agregaría, imaginándose a ambos surcando los cielos con sus escobas. Se negó a continuar comiendo, pues su apetito había desaparecido, volvió a tomar su vaso de cerveza, y lo sostuvo en su mano, negándose a depositarlo en la mesa, mientras sorbía casualmente. Se recostó en la silla, y busco el jardín tras la ventana con su mirar, para luego volver a los ojos de la castaña. - No puedo ver el futuro, no soy hábil en eso, ni en predicciones.... - Volvió a beber la helada bebida y continuo. - Pero algo me dice, que tú y yo, tenemos un largo camino que recorrer juntos... - Terminaría. @ Mica Gryffindor
  11. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  12. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  13. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  14. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  15. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  16. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  17. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  18. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link Link Link Link
  19. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link Link Link Link
  20. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link Link
  21. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link Link
  22. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link Link
  23. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link
  24. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link Link
  25. Bóveda trastero y perfil actualizados para añadir compras certificadas: Link Link

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.