Sonrió sin poder evitarlo, no por ser ególatra, pero sabía que ninguno de los dos debía esforzarse por no perder la atención del otro. Ella se estaba perdiendo en el rubio, lo podía ver en su mirada. Como ella podría notar en él, tanto en su nerviosismo anterior, como en su cara de est****o cada vez que se perdía en los ojos de la castaña. - Entonces antes de terminar esta cena, te invito a que me visites cuando quieras a la Black Lestrange... - Diría pensando en un próximo encuentro.
Luego la Gryffindor propuso un brindis, Illidan no era de prestarle atención a aquellas cosas, de seguro de haber sido otra, habría retrasado la cena. Pero en cambio, con Mica fue distinto, ya no solo le parecía utópico que sea ella la ganadora, sino que se estaba lamentando, en la gala, de que otra podría haber sido la ganadora. Desde que supo, que era ella, no logró estar tranquilo, hilos de ansiedad lo bordaron hasta aquel día.
Bebió de su vaso, sintiendo el frío perfecto de aquella bebida. Conociéndose serian varios vasos aquella noche, y apreciaba compartir gustos con su cita, se sentía demasiado cómodo a su lado, por momentos, claro. Había otros llenos de incertidumbre donde dudaba ser lo suficiente para ella, o por el contrario, aburrirla o espantarla.
Ahora ella un tanto más directa pregunta, el camino para no perderlo, o en su defecto atraparlo. Eso le decía mucho al rubio, el cual cerró los ojos y sonrió, llevando la cabeza a un lado, para luego morder el labio y volver a mirarla. - Con la pizza y la cerveza ya me conquistaste, y adoro besarte, te me has vuelto adictiva... - Soltaría con tal despreocupación y soltura que no parece el Illidan de minutos atrás. - Solo sé tu misma, porque me encanta como eres... - Agregaría.
Antes de que la castaña pudiera decir nada, el elfo aparecía con total agilidad, portando en su diestra una bandeja de madera con una enorme pizza fraccionada en ocho porciones, de puntillas de pie la dejaría sobre la mesa, luego se iría. El rubio esperó que su cita tomara la primera porción, luego él haría lo mismo, a la vez que dejaba su vaso a un lado.
@ Mica Gryffindor