Veronica Prince Rambaldi

http://i.imgur.com/SSsJOpH.png

Levanté la vista hacia Matt, parecía cansado, no entendía por qué no había tomado asiento y seguía haciendo equilibrio sobre una pierna. En verdad debía habérsela lastimado bastante, su danza, tal cual la de los muñecos de arena, esos que tienen un peso abajo en el centro para mantenerse de pie aún cuando los empujes, era muy divertida. Lo vi finalmente apoyarse contra la pared, aunque más bien creo que fue una posición defensiva para lo que tenía que decir.

Circo, dudé unos segundos antes de agregar lo siguiente entre signos de interrogación ¿des Joglers?, Enano Gruñón. Sí, podría acercarme allí era cuestión de averiguar y, la reacción de Sagitas no se hizo esperar, dejé caer mi libreta cuando me abalancé hacia adelante para intentar sostenerla al ver que en realidad ella parecía el muñequito a punto de caer pero sin peso que la sostuviera, o eso pensé cuando me eché hacia adelante.

--¡Cuidado! --respiré aliviada al verla recuperar la cordura, ehmm, bueno, eso y levanté mis cosas del suelo mientras murmuraba --está bien, está bien, no pasa nada mientras tú estés bien.

Tras la deliberación madre/hijo carraspee algo nerviosa, sí, había terminado ehmm, no, no quería verlos correr unos tras otro, sí, no tenía problemas con que Sagitas pudiera dormir una siesta así que puse mi mejor sonrisa al responder y esperé que no se me viniera el mundo encima.

--Por supuesto que puedes dormir Sagitas, con el material que tengo hasta ahora puedo hacer una perfecta primera nota sobre el incidente pero ehmm --dudé y puse mi sonrisa más tierna mientras miraba a los ojos a Matt, no, cómo creen, claro que no estaba usando mi encanto de súcubo ¿o sí? --¿podrías guíarme para hacerle un reportaje al Centauro en el Circo y ehmmm quizás luego al "Primo Maldonado" aquí cuando esté mejor?

Bien, allá iba, había tirado todas mis chuletas al asador, me había lanzado a la pileta sin saber si tenía agua, había cogido al toro por los huerrrrrnos sin saber qué podía pasar. Mi abuelita decía, el no ya lo tienes, ve por el sí, que tú puedes.

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Matt tomó la palabra y le atendí continuando con las notas, atentado no, accidente, restos de cuerno de erumpent en mal estado, una hora rescate del centauro -conseguir nombre- pata rota, magulladuras, empleado de L.T.N.

Asentí ante sus palabras, era un hecho interesante, no sabía de centauros que laborasen para magos, por más que éstos fueran el primer ministro. Me asombré a mi misma, era la primera vez que pensaba en él de esa manera y no como el primo Maldonado. Tenía que averiguar cómo había logrado que además un Centauro trabajara para él en un local del Diagon, pero eso sería más adelante. Matt parecía cansado, su postura demostraba que intentaba no sobrecargar una de sus piernas y comprendí qué quizás necesitara él también acomodarse y descansar.

Tomé un par de notas más, Accidentes aseguro la zona, daños totales, Accidentes sugiere reconstrucción. Miré a Matt sonriendo, agradecida por sus palabras.

--Gracias Matt, se que necesitas descansar, unas preguntas más para tí ¿dónde atienden al Centauro? ¿Avisaron al Departamento de Criaturas? ¿Crees que hable conmigo?

Con los datos de Sagitas y él podría hacer una nota interesante.

@ @@Matt Blackner

ID: 80580
Nick: Verónica Prince Rambaldi
Link a la Bóveda Trastero: 106785
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 98860
Nivel Mágico: VI (6)
Fecha: 2017-09-23

Poción: Veritaserum
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Precio: 8000

Poción: Poción Multijugos
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Total de puntos: 320
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La pelivioleta saltó como resorte de cajita de sorpresas ante la presencia de su hijo, me acomodé mejor en una de las sillas que había en la estancia, esperando que no fuera a presenciar un drama familiar. No era que me molestase, podía soportarlo, pero ello me obligaría a mantener mis dedos quietos y obviamente, no podía fallarle a Sagitas ventilando sus problemas filiales si se daban. Pero por fortuna ya se había desviado el tema para otro lado, aunque la Potter Blue se iba a enroscar en su bata de la forma en que se abrazaba con ella. Sonreí, sonrojada y murmuré unas palabras de agradecimiento por sus comentarios.

--De verdad me alegro mucho te agradase y te fuera tan útil. No sabía lo de la migración de las sirenas, sería una interesante nota si deseas contar tu experiencia con ellas, con gusto lo publicaremos en El Profeta --agregué pensando que sería interesante una colaboración con noticias sobre la vida social de la comunidad mágica y los seres que conviven con ella.

Dude, unos segundos, tantos como los había dudado ella, pensé que elogiar su facilidad para hablar y narrar los hechos no era mala idea ¿o sí? Como fuere, comenzaba la historia y no dudé en sacar mi libreta y vuelaplumas, aunque lo pensé mejor y tomé una pluma normal, quizás había cosas de las que no debía dejar constancia y con una pluma normal es más sencillo. Deslicé con gracia la misma sobre las hojas de pergamino tomando nota de lo principal.

Explosión noctura en La Torre Negra, dudé unos segundos, escuchando atenta la explicación y asentí, origen desconocido aún, tres víctimas, P.M.CM., Sagitas Potter Blue, Centauro de nombre desconocido. Más vale ponía de esa manera, sonreí y volví asentir, susurrando.

--Tranquila, seres --afirmé que utilizaría esa palabra, era intermedia y creía era tan aceptable para los pro humanos y los contra humanos de los centauros, aunque tenía la sospecha, por lo poco que conocía que a ellos no les simpatizaría que se les dijese exactamente humanos, ya que aunque no eran bestias, creía que tampoco que consideraban humanos como nosotros, al contrario.

Centauro aún desaparecido, se le busca; horas bajo los escombros, rescate gracias a la magia de alto nivel, era una buena manera de decirlo, después de todo para los lectores quedaría claro pero no sería ninguna revelación particular. Departamento de Accidentes afianzó las ruinas de la T.N. así Sagitas rescató a P.M.C.M., Equipo de Seguridad e Inquisidores investigarán los hechos antes de las reparaciones. P.M.C.M. en una Clínica privada para su seguridad e intimidad, con pronóstico reservado.

Levanté la vista tras revisar una vez más mis rápidas anotaciones, el resto sería cuestión de mi memoria y un buen armado. Sonreí una vez más en señal de agradecimiento. Matt se había mantenido callado, pero en verdad Sagitas me había dado pie para seguir y no lo pensaba desaprovechar.

--Muchas gracias y ehmm, pues sí, ¿qué hacían el Centauro y tú en La Torre Negra? ¿Conoces el nombre del Centauro y su relación con la explosión? --dudé, sería mucho aprovechar --¿Creen que fue un atentado o un accidente? --miré también a Matt, esperando si decía algo al respecto y agregué para él --¿El Cuartel de Inquisidores y el Equipo de Seguridad ya se han presentado?

Me detuve y esperé, la siguiente pregunta que tenía en mente necesitaba tantear más antes de lanzarla o quizás no tuviera respuesta favorable, quizás si era un doble pedido tuviera suerte al menos con uno de ellos, esperaría a ver cómo seguía el ambiente.

@ @@Matt Blackner

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La verdad es que sabía que la pelivioleta tenía una forma muy particular de ser, gustaba de ropas nada convencionales y en su pasado había trabajado no solo como payasa. Ella era algo más que la dueña del circo, de floristerías, de aquel mismo lugar en que estábamos, junto con mi ex compañera Lyra habían llegado a ser reconocidas dentro del ranking de los más adinerados, rango cuarenta le habían llamado entonces y hasta habíamos realizado una publicación al respecto. ¿Quién era yo para cuestionar sus gustos o su actitud? Asentí pero me prometí controlarla, no quería que nada malo le ocurriera.

Descendimos del ascensor y caminé por el pasillo a su lado, aún en tensión, aunque creo que sus gestos no eran por el dolor sino por la incomodidad de los ropajes que de alguna manera entendía que era lo que en realidad la incomodaba. Observé con curiosidad la forma tan sencilla en que habría la puerta de la dirección, seguramente tenía algún hechizo de reconocimiento, entré tras ella, recordando de pronto una película muggle para niños que había alcanzado a ver alguna vez, "Edna Moda y otra" decía cuando un montón de artilugios muggles apuntaron a la compañera de la costurera. Aquello me pareció tan similar a la situación actual que temí que cientos de varitas, hechizos y quién sabe qué otra cosa más podría apuntarme en cuanto ingresáramos o yo intentara ingresar, pero mi imaginación había volado sin necesidad, quizás un poco fogoneada por el gesto de Sagitas, que ahora identificaba no como espera porque hay peligro, sino espera que me cambio.

Un sonido de pasos acercándose llegaron a mí mientras la pelivioleta buscaba una bata, estaba por tomar asiento como ella me había invitado y dude un segundo de si el desmayo la habría afectado, pero no tuve tiempo de responder cuando la puerta que yo no había alcanzado a cerrar se vió abierta y el hijo de la bruja entró reprochando a su madre. Sonreí y asentí, sin darse cuenta el mago me había dado pie para intentar seguir una buena estrategia.

--No ha sido nada Señor Blackner, aprecio a su madre, he tenido el placer hace unos años de hacerle un muy interesante reportaje donde aprendí mucho de su persona, además del gusto de haberle dado clases de Idioma bajo el mar --sonreí recordando aquellas épocas --creo que es la idea de escuchar la fantástica historia de la Torre Negra y el Primo Maldonado lo que me hace sentir que valdrá la pena cada segundo dedicado a su cuidado, conociendo la grácil verborragia que la Señora Potter Blue tiene. ¿No es así Sagitas? --dije observando con expresión de niña ante su ídola mientras tomaba al fin el asiento que ella me había ofrecido, esperando la que se vendría.

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Volvía en mi nonagésima vuelta cuando una figura femenina me sorprendió escabulléndose, pero ¿de dónde había salido? Comencé a dudar de mi capacidad de espía. Bueno, no, soy periodista, pero debería estar más atenta a esos benditos detalles y ahí tenía a Sagitas, salida de no sabía dónde y con una tijera en la mano. Se veía más desarropada de lo que recordaba, claro que las luces nocturnas no ayudaban.

--¿Sagitas? --susurré sorprendida y miré hacia el cuarto en que se suponía ella debía estar --pero ¿cómo? --las preguntas de ella y mía se superpusieron, me encogí de hombros y respondí algo desorientada --no, unos minutos, quizás ciento veinte minutos pero ¿seguro estás bien? Te desmayaste --mi preocupación era genuina y creo que se notaba en el tono de mi voz.

Escuché las palabras de Sagitas, abrí una y otra vez mis labios sin saber muy bien que decir. ¿Tenía la clave de la Dirección? Observé sus ropas, no, no, estaba segura que estaban rasgadas cuando llegamos ahí pero no que estuviera tan ehmmm, no sabía cómo definir el extraño estado de sus vestiduras. La seguí murmurando un sí, algo confundida aún, aunque conociendo su fama no sé por qué me sorprendía.

--Voy, voy --dije respondiendo a la pregunta y dedicando una sonrisa a la gente de recepción que nos miraba con expresión que no estaba segura de querer traducir, pero estaba segura de que si me mantenía cerca de Sagitas estaría bien, o eso esperaba.

La puerta del ascensor se abrió y entramos en él, dirigiéndonos hacia el piso superior donde estaba la Dirección. Aquella era una clínica privada y si no recordaba mal era de la pelivioleta, a la cual miré de reojos, peleaba con una manga muy larga y la otra parecía tener menos tela que antes, ¿cómo se había deformado así? Bajé la mirada y tuve que contener una risita, los pies de Sagitas no lucían mejor que su vestimenta superior.

--¿Seguro que estás bien? --pregunté y no sólo pensando en su aspecto sino principalmente en su salud.

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Esperaba nerviosa, tras aparecernos los medimagos y sanadores de Santos Mangos habían corrido hacia nosotros y por más que parecía que todo estaba bien y el único desmayado era el primo Maldonado, pasó lo impensable.

--¿Sagitas? --pregunté cuando hasta el cabello parecía haberle palidecido, la bruja parecía no verme y antes de que me diera cuenta me encontré aplicándole un mobilicorpus cuando su cuerpo se aflojó y se desmayó aún tomada de mi mano.

--¡Ayuda! --había gritado como loca y cuando habían corrido hacia nosotros solo atiné a decir --tuvieron un accidente, había muchos escombros, un derrumbe --¿qué más podía decir? No tenía tantos datos de cómo había llegado allí ella, Maldonado y el desaparecido Centauro.

Y allí estaba ahora, esperando ansiosa en la sala de espera, no me habían dejado pasar, no era familiar y ahora me encontraba dando vueltas por el lugar como león enjaulado. Había escuchado cuando Matt llegó a los gritos, luego de que no pareciera reconocerme en el lugar del incidente y a pesar de que de mala gana nos había dejado marchar no sabía cómo tomaría de que su madre se hubiera desmayado en mi compañía. Genial, si por ello me dejaban fuera estaba en problemas, arrugué la frente, no quería tener que seducirlo, no me hacía gracia, pero al menos debería recurrir al glamour de demonio para que él me dejara quedar y aceptara que esperase que su madre saliera del trance actual.

-Nombre de la Bóveda: Bóveda de Verónica Prince Rambaldi
-Link a la Bóveda Personal: http://www.harrylatino.org/topic/98860-boveda-de-veronica-prince-rambaldi/
-Trámite a Realizar: Agregar Familia nro. 2: Potter Black y agregar Bóveda Familia nro. 2: Potter Black

Gracias por el trámite.

*Dejo chocolates y doritos*

Hola, hace mucho que no paso por aquí, creo que ésto necesita una desempolvada, pero de momento, aunque me arriesgo a tener que esperar un mes hasta la próxima modificación vengo a pedir las siguientes ediciones:

• Agregar en Familia: "Familia Potter Black"

• En Padres agregar: Andrew Potter333 y Alec Malfoy

• En la Historia modificar el último párrafo de la siguiente manera:

El 8 de Diciembre de 2012 ingresa a trabajar como reportera en El Profeta, viviendo el cambio de tres Directoras (Bel, Felicity y Ainé) y sobreviviendo al cambio de formato del periódico. Continúa en dicha labor, la cual desempeña con mucha satisfacción en la actualidad bajo la dirección de Ishaya Triviani, antes conocido como Ishaya Tonks. En los primeros meses del nuevo director hubieron pequeños roces que hicieron que la Rambaldi renunciara a su trabajo, para regresar al ver al periódico sin dirección. Finalmente, en la nueva etapa de ambos, director y reportera, ha mejorado entre ellos el trato aunque quizás no del todo la comunicación.

• En bóvedas agregar la de la Potter Black con el siguiente formato: Potter Black

Y creo que de momento nada más, espero no haber cometido errores y cualquier cosa nos vemos para las correcciones o para las próximas ediciones.

*Dejo una caja llena de chocolates y otra llena de doritos*

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Me sentía molesta, mi anterior visita al Castillo Gaunt había sido menos que infructuosa, ni un elfo, ni una pluma, ni una señal de vida en el bendito lugar. Pura roca y madera, árboles y estatuas que no decían nada. Una pena no poder aplicarles un piertotum y la verdad mucho más pena no poder siquiera dejar un incendio de frustración. Me había tenido que marchar, así, sin más. Suspiré mientras una vez más me veía frente al espejo de mi habitación, mi elfina, delicada y tierna, me había comprado un vestido blanco de corte princesa con flores rojas pintadas en él. Flores rojas con sus tallos y hojas de un verde oscuro que daban un bello contraste en la nívea tela. Me encantaba en verdad.

Aunque aparecerme en las afueras de la Mansión me parecía algo inútill había logrado obtener información por parte de algunos espías que me quedaban en la ciudad de que movimiento había pero nadie me garantizaba la presencia de @. Estaba segura que como el Ministro y la mayoría de los Warlocks se había esfumado. Resoplé mientras ataba un moño negro en mi cabello y giraba con el vestido acampanado hacia uno y otro lado, luciendo mis sandalias al tono. Sin más me eché una capa fina sobre los hombros, por si regresaba tarde y guardé como siempre varita, vuela plumas, anotador y algunos otros implementos en mi bolso. Allá íbamos una vez más.

~~~

La aparición en las afueras de la mansión fue como la vez anterior pero esta vez mis pasos eran más decididos y apresurados. Los jardines del frente eran decididamente bellos y ya fuera con magia o por el trabajo de los elfos o los humanos, los setos se veían pulcramente cortados. Pero para mí, las señales de vida que me habían mencionado seguían sin aparecer. Subí de a dos los peldaños de piedra del ingreso y mi mano golpeó decidida la aldaba sobre la puerta. Esta vez no me iría sin que alguien, quien fuere, me dijera el destino de @ y dónde podía encontrarla, no me importaba la hora. Estaba decidida.

@@Mia Black Lestrange Hola, no encontré otro tópic donde hacer la consulta, en realidad acabo de descubrir que la Oficina Abierta del Ministerio no tiene un tópic de consultas.

Vi que en el tópic de pago de suelos dejaste dicho los Departamentos a los que se les pagó. ¿Eso da por cerrado el mes o solo es una indicación de a quién se le pagó el sueldo hasta ahora?

Pregunto porque como mi jefe no anda estos días no posteó mi pago y tampoco los Warlocks lo han dejado. Gracias por responder.

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Tras salir del bar me había decidido a caminar por el Callejón, ninguna cosa interesante para lo que buscaba se cruzó en mi camino y resignada desaparecí en un cruce de calles entre dos locales de dudosa reputación. Minutos después aparecía en el departamento que alquilaba y donde vivía actualmente con mi elfina y el desaparecido James.

A la mañana siguiente tras una reconfortante ducha y un delicioso desayuno salí de mi hogar para en la acera desaparecerme, no había tenido galeones suficientes para contratar con el Ministerio. Con un suave crack aparecí en las afueras de una basta propiedad, el hogar de los Gaunt. Estaba a cincuenta metros del castillo, frente a mí había una preciosa extensión bellos jardines que empezaban a reverdecer con la primavera. Aunque la mañana aún estaba fresca, por lo que cerré mejor mi chaqueta, a juego con mis pantalones grises y empecé a caminar despacio el sendero que llevaba al ingreso principal.

Mis zapatillas sonaban quedamente en lo que parecía un asfalto liso o algo similar. A mi alrededor podía apreciar gran variedad de plantas, setos bien cuidados que habían sido protegidos seguramente durante el frío invierno británico. Los bancos presentaban una fina película de humedad, tal cual el suelo que pisaba, el rocío nocturno que empezaba a cuajar bajo el sol. El castillo parecía ir creciendo imponente en tamaño a medida que me acercaba y podía apreciar mejor las torres y los siete pisos de piedra. Subí la escalera del mismo material y busqué la puerta de ingreso, llamando a ella y esperando que alguien, aunque más no fuera un elfo, me atendiera y me supiera dar noticias de @

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Había notado como el mago en un momento había recorrido con su mirada el local, casi vacío excepto por nosotros tres, en algún momento se me había perdido el mago de los cabellos azules. La pelivioleta parecía tener suerte con el juego, lo cual en si uno pensaba en los refranes tradicionales no era muy bueno para con ella, pero quien sabe, los rumores decían que yo me equivocaría si pensara eso. En mi libreta estaban las notas de San Valentín y la compañía de la Malfoy había hecho un excelente té por lo que tenía entendido.

Y hablando de té, quizás pudiera ir al Café Tacuba, suspiré pensándolo mejor mientras una bola entraba en la tronera, recordé en ese momento que aquel lugar tenía menos movimiento aún que el local en que me hallaba. De hecho estaba segura que si no clausuraban en forma definitiva ese Café este mes sería en el próximo a menos que el hecho de que no me demostrara el poder de los Warlocks. Jugué con mi dedo alrededor del borde de mi vaso, interesante, debería estar atenta a ese punto.

Tomé el último trago en el momento que la pelivioleta metía la última bola, mala suerte para su compañero de juego, quien parecía más pendiente de su copa que de lograr la victoria. Busqué en mis bolsíllos unos galeones para pagar mi consumisión mientras me ponía de pie dirigiéndome a la barra. Anne era socia de un restaurant oriental, pero mis fuentes me decían que ni ella ni su socia se habían presentado allí en meses, era el lugar con más actividad, pero tampoco parecía ser una opción.

--Tenga --dije tendiéndole al barman los galeones que superaban un poco generosamente el valor de mi trago e hice un gesto con mi zurda, deteniéndolo en su búsqueda de cambio --si la señorita Anne Gaunt viene por aquí me gustaría que le de mi tarjeta --aparecí la misma junto a la mano del hombre y lo observé fijamente a los ojos --gracias.

Le dediqué un guiño y me giré para salir, la pelivioleta festejaba y fingía poner un micrófono en los labios del mago mientras le abrazaba por los hombres, me pregunté qué sería tan gracioso que reían. Sonreí divertida ante la extraña situación y guardé con delicadeza el tarjetero del que había sacado mi tarjeta, estaba hechizada, si la tocaban en presencia de alguien en especial, o esa persona que buscaba ponía un dedo sobre ella, la tarjeta me lo haría saber con una señal especial en el tarjetero, magia gitana que le decían.

Salí del local y me dirigí despacio por las calles del Callejón, era hora de visitar el hogar de mi ex alumna.

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Continuaba tomando notas en mi libreta mientras bebía un trago pero seguía sin tener noticias de @. El lugar parecía poblarse un poco, lo cual había hecho que la pareja que comenzara a jugar al billar se hubiera puesto por demás de discreta. Maldije por dentro mío tantos amuletos y anillos, no creía que algo por demás de interesante fuera a salir con ellos, pero si habían insonorizado la charla quizás me había equivocado, era una pena que ni las orejas extensibles pudieran servir para algo.

Dejé de prestarles atención ya que no tenía ganas de jugar al oficio mudo ni leer labios, continué revisando mis notas, definitivamente tendría que ir a otro de los locales de la Gaunt. Me pregunté a cuál de ellos convendría, levanté la vista y mi atención quedó en el silencioso joven de cabellos azulados que se había quedado como perdido en si mismo. Aquello era extraño, aunque quizás esperase a alguien, como yo.

Guardé mi libreta y me decidí a terminar el bendito trago, las bolas del billar seguían corriendo sobre el paño y aunque no los escuchaba se notaba que se divertían, el alcohol corría y por lo visto la vieja amistad.

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El hombre me había negado la presencia de la bruja en el lugar, en realidad no me sorprendía, aunque había algunos comensales había estudiado el lugar y el mismo no tenía demasiado movimiento en el último tiempo. Pedí una copa de hot toddy, y para mi sorpresa no debí explicarle al bartender qué es lo que deseaba. Mientras tanto mi curiosidad me había llevado a alejarme de la barra y estudiar por unos momentos a los presentes, ¿Sería que podría obtener algo interesante para el periódico en esta oportunidad?

Tomé asiento en una mesa en el rincón, mientras buscaba mi libreta y anotaba en ella algunos datos. El cantinero no tenía ni idea de cuándo podría llegar Anne de visita a su propiedad, no me quedaba de otra, busqué entre mis notas, mientras continuaba probando el trago que me habían servido en un vaso labrado. Mi pluma corrió por sobre el pergamino y taché Elviris Pub, como había hecho con Puntos Cardinales, después de todo ella no era más socia allí. Podía ir a Café Tacuba o a Ramen Kingdom, busqué una vez más, no recordaba de qué trataba aquel negocio. Me preguntaba si debería recorrer todo el Callejón Diagon o sería mejor ir a alguna de las dos familias, la Gaunt o la Haughton, pero ¿a cuál de ellas ir primero? Sería cuestión de azar o aún mejor, de análisis, mostrando mis dotes periodísticas.

Levanté la vista, mientras pensaba, y observé una vez más a la pelivioleta y al mago que ya no la observaba desde el otro lado de la barra sino que se había acercado a la mesa de billar. Las bolas habían chocado antre el impulso del taco y la charla entre ellos parecía iniciar.

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Caminar desde El Profeta por el Callejón hasta aquel pub no me había llevado más de media hora, de hecho, por mirar vidrieras es que había demorado tanto. Había recabado información sobre aquel local, Anne era la dueña y no debía dejarme engañar por aquel viejo portón de madera que parecía sólo cubrir un hueco cerca del Banco mágico. No, las instrucciones eran precisas, poner las manos sobre las iniciales del nombre escrito sobre él. Observé el Elviris Pub y la madera sobre la que estaba escrito, necesitaban un buen plumereo. Bajé la mirada hacia mi traje, al menos no era blanco, el gris de la pollera y la chaqueta era de los claritos, pero no tanto, la camisa si sufriría más, era blanca.

Me arremangué, acomodé la cartera en mi hombro y posé, algo incómoda, mis manos sobre la E y la P. Magia, era algo que me resultaba tan natural desde pequeña, que no me asombré al ver aparecer la verdadera puerta al local ¿sería por eso que se había perdido Anne? ¿nadie la habría abierto o la gente habría olvidado como entrar? Di un paso al frente con valor y mis zapatitos de media estación, a juego con mi cartera en gamuza gris plomo, se posaron sobre una superficie que no esperaba.

Las imágenes se me hacían tan extrañas y sin embargo agradables, una moto, a todas pintas muggle, una máquina tragaperras, vaya, una pinta de garito ¿eh? No lo esperaba de una bruja que parecía seria. Atravesé rápido el pasillo y me encontré en el local mismo, lancé un silbido por lo bajo y busqué ¿Estaría @ allí o debería pedir por ella al hombre alto y musculoso que estaba tras la barra? Ahhh, olvidé todo lo demás, pool, sillones, mesas, ¿clientela? y me dirigí hacia el hombre que de espaldas limpiaba unas copas y me mostraba buena y atractiva parte de su anatomía trasera mientras el espejo frente a él reflejaba un rostro bastante atractivo.

--Ehmmm, disculpe, busco a la dueña, Anne Gaunt ¿ella se encuentra? --y si no me puedes atender tú muy bien, pensé esperando que el tipo no fuera legilimántico.

Respiré agitada, aunque otro de los tritones tras Jerú me había hecho un disimulado guiño de confianza, no me simpatizaba la situación, al menos las cosas iban encaminadas. El problema es que no sabía hacia qué. Respiré profundo cuando noté que Jerú reconocía el anillo que llevaba Lisa en su cuello, una sonrisa de alivio asomó disimuladamente en mis labios por las palabras de Mei que espetaba a su amiga y jefa de seguridad.

¿Lo positivo? Lisa había entendido el sirenio y había sabido responder, Jerú y el resto de los tritones habían reconocido a la reina de Rumania. ¿Lo negativo? Casi, casi armaba una guerra intercultural con la osada práctica y, Mei tenía razón, un punto menos para la Reina por no responder en sirenio. Pensé decirlo en voz alta pero sospechaba que aquello no sería lo óptimo, no quería su varita ne mi garganta, aunque la situación hubiera sido divertida, las sirenas ¿a quién defenderían? ¿a su antigua amiga de Gran Bretaña o a su Reina Rumana? No lo íbamos a averiguar.

Escuché el tono lánguido de Mei mientras daba lentamente la respuesta y el ambiente se llenó de suaves risas sirenias, que sonaban bajo el agua como sabes campanillas sonando al unísono en un suave y melodioso tono que encantaba.

--Enseñas bien a tus alumnas --dijo Jerú en un gangoso idioma que entendiéramos --incluso a la realeza --una inclinación de todos los tritones y sirenas en las aguas del lago arrancó una sonrisa a mis labios. Si, no había estado tan mal.

--Gracias Jerú, nos volveremos a ver y en cuanto a ustedes señoritas --dije dirigiéndome hacia Mei y Lisa para luego mover con velocidad mi varita y pronunciar varios conjuros, algunos en voz baja para que la Jefa de Seguridad y la Director de la Oficina del Ministro no oyeran ningún hechizo ilegal y también algunos finite incantatem más oíbles con un par de tergeos.

Cuando finalicé estábamos de nuevo en nuestra aula, como si nada hubiera pasado, sequitas y calentitas, frente a una mesa con tres tazones de humeante chocolate y un plato de pastelillos y bizcochos salados.

--Muy bien Señoritas, como les decía, excelente desempeño, una presea más en sus logros en esta tierra mágica y un sobresaliente en idiomas mágicos y muggles.

Tomé mi taza de chocolate, en Londres también estaba frío el ambiente como en Rumania y la levanté en gesto de cortesía, brindando por mis alumnas.

--Felicitaciones y muchas gracias por tan dinámicas aventuras estudiantiles, que los vientos del destino nos crucen nuevamente en las rutas de la vida.

Sonreí con satisfacción, si, mis alumnas estaban listas para la prueba que se nos venía encima, moví la varita bajo el agua y susurré un hechizo, el pergamino apareció en frente de cada una de ellas.

--Bienvenidas al mundo submarino --observé al tritón junto a Mei y pronuncié --él es Jerú y para dejarte pasar siempre espera que respondas a sus acertijos, suelen ser simple pero los dicen en su idioma y esperan su respuesta en él también. El pergamino las ayudará a descubrir la respuesta.

El sonido cantarín de la voz de Jerú sonó mientras las sirenas rodeaban a la bruja, levanté una ceja, estaba segura de que nada iba a ocurrir, conocía bien a los seres del mar pero no estaba tan segura de la reacción que podía tener Lisa al ver rodeada así a su Jefa y amiga.

http://i.imgur.com/0YEcURK.jpg

Ay ay ay, semejantes palabras del acertijo no me dejaban muy tranquila, aunque sabía la respuesta y esperaba que Mei cantara sus palabras también, obviamente la ayudaría y nada ocurriría pero sabía que cuando Lisa las interpretara la harían saltar por los aires. Pronuncié en sirenio lo más lento posible para que me entendieran mis alumnas.

http://i.imgur.com/GHpVuZQ.jpg

http://i.imgur.com/nB8cdHw.jpg --protestó el tritón, en serio, jamás entendería su sentido del humor.

http://i.imgur.com/HKJXMS1.jpg

Miré a Jerú, a mis alumnas y suspiré, varita en alto hice una floritura haciendo aparecer una línea roja en el agua y luego un lumus para iluminar nuestra oscuridad.

http://i.imgur.com/zskuOux.jpg--para luego agregar en nuestro idioma --les gustan los acertijos y las bromas, no les harán ningún daño.

Escuché atenta a Lisa y sonreí, era una mujer segura de sí misma, obviamente para estar en el puesto que estaba y mantenerlo, necesitaba todo su aplomo. Además de su posición en el trono de Rumania, oh, sí, no olvidaba eso. Aunque no había hecho la cobertura yo tenía idea de los detalles de su asunción.

--¿Algo más difícil? ¿Tienes en mente un buen reto? --dije sonriendo, pensando en que quizás si podríamos ir directo al grano en nuestro siguiente paso.

Pero ni tiempo me había dado de pensar, el impulso de la rubia fue como un tren arrollador, en un abrir y cerrar de ojo las imágenes y personas anteriores se disolvieron en una neblina opaca y de repente nos encontramos ante un paisaje nuevo, un atardecer muy atractivo y algo nebuloso, un ohh escapó de entre mis labios mientras apreciaba el contorno del castillo contra aquel atardecer mágico.

Escuché la pregunta de mi alumna y sentí como un cosquilleo agradable recorría todo mi ser, así que me quería poner a prueba, lancé una carcajada y miré a la jefa de seguridad con gesto divertido.

--Cine te-a învățat pe tine să te porți astfel?

Giré a mi alrededor, buscando alguna pista de en qué parte exactamente estábamos de Rumania.

-- Ez jut eszembe Patula vár Erdélyben, ez egy gróf barát, szerető vadászat.

Una sonrisa picarezca se dibujaba en mis labios mientras agregaba viendo a los ojos a mi atrevida alumna.

--¿Oder haben Sie zu dem, was ist nicht in Siebenbürgen und in ganz Rumänien gesprochen beziehen?

Sin pérdida de tiempo moví mi varita con rápidez y la pizarra apareció ante nosotros cubriéndose con varias palabras, dando lugar nuestra siguiente lección y ya que Lisa había elegido el lugar, y el idioma, yo aportaba los conocimientos y una muy especial práctica.

LIMBI MAGIC

 

Vorbită doar de zane, vrăjitori și vrăjitoare. Cea mai mare parte ignorate de Încuiați. Acestea sunt necesare pentru a comunica.

Cele mai importante:

 

Duendigozna

Limba elfilor. Este un limbaj foarte curios și melodios sunete guturale bazate pe. Se aseamănă îndeaproape francezii din cauza ca sunetul amestecat cu eleganta si aspirat de sunet de multe cuvinte.

 

Gigant

Gigantii vorbesc limba lor maternă; unele dintre ele nu vorbesc engleza și nu pot vorbi orice limba omenesc. Totuși, există unele uriași care vorbesc limba engleză și pot servi ca traducători pentru a comunica o posibilă vizitator. Este un limbaj destul de violent și brut, se bazează în maraie, dar cu mai mult sens decât spiridușii.

 

Fairy

Acesta este limbajul folosit pentru a comunica zane. Ea se bazează pe un fel de zumzet formularea aripile lor.

 

Parseltongue

Parseltongue este abilitatea de a vorbi cu șerpi.

Capacitatea de a vorbi Parseltongue este extrem de ciudat, și este unul dintre motivele pentru care Salazar Viperin era celebru. Urmașii lor au păstrat darul. Parseltongue sună ca o fluierat sau batjocură. De asemenea, știm că, în Grecia antică Herpo Mad putea vorbi Parseltongue. Harry Potter pentru legătura sa cu Nameless în tinerețe ar putea vorbi Parseltongue. Aceasta este limba mai puțin răspândită și temut în întreaga comunitate magie. Se susține că acest lucru este întuneric prin excelență limbă, deoarece este limba de șerpi, iar atunci când acest simbol animal de Semnul Negru atribuit acest titlu în limba

 

Runes

Acest limbaj vechi scris este studiat la Hogwarts. Se compune din simboluri. Originea sa este în principal Celtic.

 

Sirenio

Oameni de apă vorbind sirenio sub apă, are mai multe variante și notabil pentru sunete lor diferite (nu se aude la fel atunci când vorbim în apă în cazul în care vorbesc din ea, dacă vorbim în apă sună ca un cântec , voci frumoase, care fac apel la toți cei care le aude. Dacă vorbești din suna destul de contrariul, suna foarte rău și par țipetele disperate). Dumbledore putea vorbi sirenio.

 

Troll

Limba originală a spiridușii este maraitul, deși unele pot fi instruiți pentru a vorbi câteva cuvinte în limba engleză. Unii cred că nu o putem considera o limba chiar.

 

Surse: eldiccionario.org și "Curs de limba" de Hugo J. Haughton

 

 

 

IDIOMAS MÁGICOS

 

Hablado exclusivamente por los seres mágicos, magos y brujas. Ignorados en su gran mayoría por los muggles. Son necesarios para comunicarnos.

Los más importantes:

 

Duendigozna

Idioma de los duendes. Es un idioma muy curioso basado en sonidos melodiosos y guturales. Se parece mucho al francés debido a ese sonido mezclado con la elegancia y el sonido aspirado de muchas palabras.

 

Gigante

Los gigantes hablan su propio idioma; algunos de ellos no hablan inglés, y posiblemente no hablan ningún otro idioma humano. Aún así, hay algunos gigantes que hablan inglés y pueden servir de traductores para la comunicación de un posible visitante. Es un idioma bastante violento y bruto, se basa en gruñidos pero con más sentido que el de los trolls.

 

Hadas

Es el idioma que usan las hadas para comunicarse. Se basa en una especie de zumbidos que formulan con sus alas.

 

Pársel

El pársel es la habilidad de hablar con las serpientes.

La habilidad de hablar pársel es extremadamente extraña, y es una de las razones por las que Salazar Slytherin era famoso. Sus descendientes han conservado el don. El pársel suena como un silbido o siseo. También se sabe que en la Antigua Grecia Herpo el Loco podía hablar pársel. Harry Potter por su conexión con el Innombrable podía en su juventud hablar pársel. Este es el idioma menos extendido y temido por toda la comunidad mágica. Se afirma que esta es la lengua tenebrosa por excelencia ya que es el idioma de las serpientes, y al ser este animal el símbolo de la Marca Tenebrosa se le atribuye este título a la lengua.

 

Runas

Este antiguo lenguaje escrito es estudiado en Hogwarts. Se compone de símbolos. Su origen es principalmente celta.

 

Sirenio

La gente del agua habla sirenio debajo del agua, tiene muchas variantes y destaca por su diferencia de sonidos (no se oye igual si se habla dentro del agua a si se habla fuera de ella; si se habla dentro del agua se oye como una canción, unas voces preciosas que atraen a todo aquel que las oye. Si se habla fuera de ella suena todo lo contrario, suena muy mal y parecen gritos desesperados). Dumbledore podía hablar sirenio.

 

Troll

El primitivo lenguaje de los Trols consiste en gruñidos, aunque algunos pueden ser entrenados para hablar unas pocas palabras en Inglés. Hay quien piensa que no podemos considerarlo siquiera un idioma.

 

Fuentes: eldiccionario.org y Curso de Idiomas de Hugo J. Haughton

 

 

 

--Supongo que puedes ayudar a Mei con esto ¿verdad? Mulțumesc --agregué guiñándole un ojo a Lisa, empezaba a sospechar que la Jefa de la Oficina del Ministro no se iba a divertir tanto como nosotras con nuestro improvisado cambio de escenario e idioma pero aproveché para agregar un par de comentarios, en nuestro idioma, sobre los idiomas mágicos.

--El libro de hechizos de Miranda Goshawk ha sido traducido a duendigozna y sirenio. Es algo alucinante imaginar ambas razas realizando nuestros hechizos ¿no creen? --comenté al respecto para luego continuar con otros de los idiomas en la lista --El Pársel no suele enseñarse en Conocimientos, sino que son algunas personas las que nacen o aprenden la Habilidad de hablarlo, por ello no lo veremos en este curso pero si lo deseáis pueden tomar el curso de la habilidad correspondiente --hice una pausa antes de continuar con lo siguiente, --existe un Curso de Conocimiento sobre Runas Mágicas, dicen que es muy interesante y sus profesores no estarán muy felices si profundizamos demasiado en él.

Esta vez fui yo la que hice un rápido movimiento con la varita y sin salir del país que Lisa había elegido nos trasladé al norte, a la Llanura Transilvana, donde abundan las lagunas y más precisamente en el lago Snagov.

--Impervius--murmuré dos segundos antes de que apareciéramos sumergidas en el lago casco burbuja pensé apuntándonos sucesivamente y con velocidad, antes que mis alumnas se ahogaran --¿listas para practicar sirenio? --de verdad intentaba no reír[/i] --y de paso averiguar con los seres que viven en la laguna que nos pueden contar de la leyenda que hay sobre aquella isla en medio de este lago, por cierto, se llama Snagov ¿alguna duda?[/i]

Asentí complacida al escuchar las primeras palabras de Mei pero luego me asombré ante su comentario y me acerqué a ver.

--¡Oh! C'est vrai --dije asombrada al ver cómo, por algún motivo desconocido se había achicado el pergamino. Moví negativamente la cabeza y le apunté con mi varita --engorgio --esperaba que esta vez pudiera ser más claro --ten --agregué tendiéndole nuevamente el pergamino --accio pergaminos --dos nuevos pergaminos volaron hacia mis manos desde el escritorio de mi clase y se los tendí a Mei --espero que esto te ayude.

--Je sois tard avec le clase --repetí y con un nuevo movimiento de la vartia la pizarra se borró y apareció la frase en francés.

Me apoyé en una de las bancas y me puse a observar el pergamino de jeroglíficos, aún asombrada por el cambio que se había producido en él. Me pregunté si tan buena era en transformaciones mi alumna y tan rápida para aprender idiomas. Sonreí.

--Menos mal que no son las instrucciones para aprender a volar o nadar, estaríamos complicadas si siempre cambian así --dije --¿De verdad es ella así --le susurré con curiosidad a Mei, aprovechando que Lisa seguía distraída observando a los chicos cantar una vez más la canción en lenguaje de señas.

Mientras esperaba que la castaña respondiera a la tarea que le había dado, escuché atenta las palabras de Lisa. Si, parecía que la divertida jefa de seguridad se dedicaba en verdad a estudiar idiomas y había venido a perfeccionarlos conmigo. Con disimulo moví mi varita una vez más para crear un nuevo efecto y mientras media aula seguía siendo París, la otra mitad, tras pasar una rápida serie de escenarios, recuperó su aspecto de aula estudiantil, pero más poblada.

--Espero Lisa que te parezca entretenido esta parte de la clase, al igual que a Mei, creo que dijiste que entendías lo que hablaban ¿no? --dije mientras hacía un gesto al grupo para que iniciaran su muestra de un idioma muggle más.

--¿Qué te parece? ¿Sabes cuál es? ¿Tú o Mei? Si queréis podéis darme un ejemplo de él --dije invitándolas a cualquiera de las dos a darme una muestra de la lengua de que hablábamos.

Mientras tanto, tras que Mei resolviera su pequeño acertijo, mis amigos franceses veían atentos el espectáculo y aplaudían, aún a pesar de no entender del todo el idioma.