Las circunstancias de la llegada del Malfoy a la Florencia Italiana habían resultado cuanto menos sospechoso para algunas de las autoridades locales, en algunas dependencias policiacas aun guardaban la fotografía de Tazz en un cartel de SE BUSCA. Desde aquel incidente en Roma, hace 4 años, el pelinegro no pisaba ninguna ciudad italiana desde entonces. Había estado realizando experimentos ilegales desde su llegada a la capital debido a sus recientes descubrimientos sobre los magos nacidos de padres muggles. Dichos descubrimientos habían arrojado más incógnitas sobre la relación de los genes recesivos de la magia. Tazz, a punto de disipar una de las incógnitas fue sorprendido por los departamentos de seguridad mágica del gobierno italiano. Logró escapar a duras penas dejando atrás los pocos avances que había conseguido.
Desde entonces el Malfoy no había vuelto a pisar ninguna ciudad de Italia, pero recientemente le había llegado una lechuza con una oferta de trabajo en un hospital de Florencia, no se lo pensó mucho y sopesó todos los inconvenientes que supondría volver a ejercer la medimagia en Italia, acto seguido, envió una lechuza aceptando el trabajo en dicho hospital. Para llegar a su nuevo puesto de trabajo necesitaría tomar las medidas de seguridad pertinentes para no ser detectado y para pasar desapercibido ante los cuerpos de seguridad.
—Buenos días— saludó Tazz al cruzar la puerta principal del hospital. Llegó hasta la recepción del edificio y no encontró a nadie en ella. A pocos metros de distancia escuchó la voz de dos personas, una de aquellas voces era conocida, la otra suponía que era una paciente puesto que había escuchado cómo el médico le preguntaba por sus síntomas. Se acercó a ellas.
—Buenos días, soy el doctor Malfoy, Tazz Malfoy— volvió a saludar, esta vez asegurándose de ser escuchado. — doctor Malfoy— dijo dirigiéndose al director del hospital. —Me presento a mi primer día de trabajo como medimago—continuó. — Si no le importa, me gustaría ayudarle con esta paciente, he estado leyendo los informes médicos sobre los magos tratados en su hospital.
El pelinegro dejó sus pertenencias en el mostrador de recepción y volvió con sus interlocutores. —Por favor, explíquenos detalladamente cómo se contagió y por favor, no omita ningún detalle por muy irrelevante que le parezca.
@ Ludwig Malfoy @ Sophie Elizabeth Granger @ Luna Gryffindor Delacour @ Hannity Ollivander Evans @ Ela Karoline