Campus Universitario

[Darla G Dumbledore]

Los ojos de Darla se llenaron de un cristalino rocío al escuchar las palabras de su amor, ella lo amaba tan cual él la amaba a ella, sin condiciones, aceptando todo lo que era él. Había defendido y encubierto a su novio, aún cuando él se había revelado, lo había protegido ante todos, incluyendo sus líderes y había estado dispuesta a poner las manos en el fuego por él, porque sabia que jamás se quemaría. Hasta dispuesta a matar a quien se interpusiera o intentara atacarle. Saber que él la aceptaba de la misma manera la hacía sentir la mujer más feliz del universo.

 

Siguió el suave movimiento de él sobre su anillo, asintiendo y acariciando el de él, viéndolo con amor, susurró un sí, ante el hecho de ser ellos dos y sus elfos lo único y lo primero. Ella no dejaría que nada ni nadie más se interpusiera en sus vidas, como había sucedido en el pasado, no dejaría que las dudas ajenas envenenaran sus mentes.

 

--Siempre he sido tu Mujer, siempre seré la Señora Granger ante tí y ante los demás, cambiaría mi apellido y mi vida por tí, nunca dudes de eso mi Seba, eres mi más grande amor, yo te acepto en mi vida, con todo lo que eres y te pido que tú me aceptes a mí con todo lo que soy. No quiero que solo me ames hasta la muerte, quiero que nuestros lazos vayan más allá de ella --la pelirroja sintió subir un calor por sus mejillas, no quería perderle, por nada del mundo, la idea de que todo acabase al él morir la torturaba, no podría sobrevivir sin él.

 

Un frío recorrió su espalda al verle bajar la cabeza y la sombra que oscurecía su rostro, al decir que el paso era muy grande. ¿Recordaría a Luna? Se estremeció, lo había ayudado a buscarlo, en secreto, había ido tras ella, hasta que no había podido encontrar más pistas. ¿Aún la amaría? Los temores y las dudas por su gente llenaron su vacía y fría alma.

 

--No es cierto, no es poco, es muchísimo, es el infinito, es más de lo que alguna vez podría haber soñado, pero quiero que estés seguro de lo que me dices, no quiero ver sombras de tristeza en tu rostro, si vamos a dar este paso, si vamos a formar una unión aún más profunda de la que tenemos, no tengas dudas por favor, no creas jamás que no te amo, somos una familia, somos una pareja, somos dos amantes y una sola alma, porque la mía ya está fundida en la tuya, para siempre, jamás podrá volver a ser mía porque ya no me pertenece, es tuya --y sin poder evitarlo, rompió a llorar, con lágrimas de sangre y hielo como nunca antes había llorado jamás.

[Seba Granger]

Como toda la tarde intente no interrumpir lo que Darla tenía para decirme, ya llevábamos varios años juntos y siempre nos dábamos el tiempo para charlar de nuestra relación, de lo queríamos para nuestro futuro, lo que esperábamos de nuestro negocio, pero hace un tiempo que no habíamos hablado de la boda, sabía que se complicaba un poco, hace mucho que no sabía nada de mi madre y me hubiera gustado que ella estuviera en uno de los días mas importante de nuestras vidas.

Pero las últimas palabras de Darla me extrañaban un poco, como podía pensar que yo no estaba seguro, -¿Me estas hablando en serio?- me separe un poco de ella mirándola con expresión sería, -¿Sombras de tristeza?, no te equivoques, no creas que hay algo mas, solo no quiero que al pasar unos años de estar casados te des cuenta que no era lo que necesitabas, no quiero que pienses que te equivocaste al dar el paso- mordí mi labio por un momento.

Me levante de la silla caminando un poco, -Para mi esto es algo serio, me enamore de ti, tu me hiciste olvidar todo, pero necesito que estés segura, no quiero que por una pelea o un mal momento esto se acabe, cuando te dije que te vinieras a vivir conmigo ya estaba seguro de que te quería en mi vida- gire mi anillo de compromiso con mi pulgar nervioso.

-No tengo miedo de dar el siguiente paso, pero no se tu- mordí mi labio una vez mas.

[Darla G Dumbledore]

La reacción de Seba la hizo estremecer, mordió su labio por dentro y evito llorar, él también mordía su labio e insinuaba que era ella la que se podía arrepentir de haberse casado. ¿Cómo podía pensar eso? Tragó intentando entender qué le hacía pensar eso. El que se levantara y comenzara a caminar, alejándose de ella en realidad la marcó, presionó sus manos una contra la otra, jugando con sus dedos, por no tener algo más que presionar entre sus manos.

 

--Para mí también es serio, no es ningún juego, y también estoy enamorada, no sé qué te hace pensar en que podría sentir de otra manera. Sé que lo que vemos en el mundo mágico, las parejas van y vienen, son pocos los constantes, pero nosotros no seremos una pareja de hoy y no te conozco mañana --se detuvo, respirando profundo.

 

--Nuestros momentos no han sido siempre perfectos, hemos tenido discrepancias, malos momentos y aquí seguimos, contra viento y marea, firmes, sostenidos el uno en el otro. No sé por qué ves dudas en mí o que tomo nuestra boda como un juego, un papel o una escena de teatro, para mí no es juego, para mí es en serio el amor.

 

Lo miró dando vueltas y creyendo que ella estaba insegura, que complejo, ella no era así, ¿por qué justo ahora no la veía como era? ¿por qué no se daba cuenta que estaba dispuesta a dejar todo y a cambiar todo por él?

 

--Mis miedos son tu falta, tu ausencia, ese es mi boggart no tenerte --suspiró con tristeza --yo te amo y quiero estar para siempre a tu lado.

[Seba Granger]

Me quede de pie mirándola frente a frente cuando escuchaba sus palabras que a la vez sonaban un poco dolorosas, mordí mi labio un poco mas fuerte sintiendo un poco aquel sabor metálico pero no le hice caso alguno.

-Se que no estas jugando, por que al menos yo no lo hago, estos años junto a ti han sido maravillosos, y los que vienen espero que sean aun mejores- talle un poco mi frente.

-¿No entiendes que yo jamas te dejaré?, estoy aquí Darla- la vi esperando ella me viera, -Estoy aquí amándote, queriendo que sigas siendo parte de mi vida, pidiendo que completes mi vida, a mi no me perderás- apoye mi mano en mi pecho señalando mi corazón.

-A mi me tienes por completo- me acerque a ella arrodillándome a sus pies, -Yo soy todo tuyo, quiero ser parte de tu eternidad, y que tu lo seas de la mía, jamás siquiera pienses en dudar del amor que siento por ti- apoye mis labios en su anillo.

-Cuando te di esto era para siempre, o hasta donde me quisieras soportar-

[Darla G Dumbledore]

La pelirroja escuchaba las palabras de su prometido y levantó la mirada hacia él, le había seguido en cada movimiento y le veía ir de aquí para allá. Sus ojos se posaron en su cálido rostro, sintiendo que la invadía una oleada de ternura, de amor puro.

 

--Yo también te amo --apoyó su mano sobre la mano de él sobre su pecho y lo llevó hacia el pecho de ella, --¿lo sientes? solo late por tí --lo vió arrodillarse y se enderezó hacia él, escuchando sus palabras, suspiró al sentir sus labios sobre el anillo.

 

--Yo te quiero en mi eternidad, yo quiero ser tu eternidad --suspiró sintiendo que quería abrazarlo y comerlo a besos, se inclinó hacia él --yo te quiero para siempre y por siempre, no lo dudes amor --y sus labios rozaron los de su prometido, viéndolo con ternura, acaricio su mejilla --te amo tanto.

 

Darla observó con amor a su prometido, dispuesta a dar el paso de su vida, para estar por siempre y para siempre junto a su Seba, sintiendo que su corazón no podía pertenecer a ninguna otra persona en este mundo ni en ningún otro.

[Seba Granger]

Deje guiar mi mano hacía su pecho, no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mis labios al sentir como latía el corazón de la mujer que amaba con locura, acaricie su pecho con ternura, luego besé su mano la cual quedaba manchada levemente con la sangre de mi labio.

-Lo siento fuerte y claro- la miré a los ojos esperando ella viera hasta mi alma en los míos, -Tu serás mi eternidad, tu eres lo mejor que me podía pasar- rose mi nariz en la de ella.

-Prometo que me esmerare día a día para hacerte feliz, para protegerte y conquistarte para siempre- me acerque aun mas a ella, aun arrodillado a sus pies.

-Te amaré en esta vida y mas allá, prometo que no te arrepentirás de haberme elegido- di un suave beso en sus labios.

-Te amo muchísimo mi Darla, mi amada, mi amiga, mi confidente, Te amo por lo que eres, y por el hombre en el que me has convertido- toque su anillo una vez mas.

-Cásate conmigo en esta vida y en las que siguen-

[Darla G Dumbledore]

La Potter Black observaba la bella sonrisa en el rostro de su amado y ronroneó bajito al sentir la tierna caricia sobre su pecho. Un estremecimiento recorrió su espalda al sentir el tierno beso y el metálico y embriagador aroma de la sangre de Seba sobre su piel. Los ojos se tornaron suavemente rojizos, mientras la vampiresa aspiraba el aire y volvía a suspirar, retomando la coloración castaña de su iris.

 

Su pupila se dilataba y el corazón se aceleraba más mientras se perdía en los azules ojos del Granger, escuchando cada palabra que calaba hondo en todo su ser. Asintió suavecito y ronroneó una vez más con el roce, como si fuera un beso esquimal. Los labios de ambos se rozaron en un beso lleno de amor y ternura, mientras ella acariciaba la mano de su prometido.

 

Cada palabra y cada gesto de él la hacían sentirse entre nubes, era consciente que en su rostro revoloteaba una sonrisa entre tímida y enamorada, sonrisa de pava, pensó Scarlet desapareciendo en lo más profundo del ser de la Potter Black para no estorbar en un momento tan fundamental en su vida.

 

--En esta vida, en las futuras, en este momento y en la eternidad acepto ser tu esposa, tu mujer, tu complemento, porque tú eres para mí todo eso y mucho más, eres el ángel que cuida mis sueños y me acompaña en cada pena y alegría, en cada prueba y me sostiene con su mano y sus palabras. Te amo como no imaginé amar nunca.

 

Darla se inclinó hacia adelante y casi se arrodillo junto a su novio, abrazándolo con mucho amor y ternura, sus manos subieron lentamente, recorriendo su espalda para luego acariciar su nuca y acercarlo a ella, rozando primero sus labios y luego gimiendo ante el sabor de la sangre, mordió suavemente el labio inferior del mago para luego besarlo con pasión.

[Seba Granger]

Aquel cambio de color de ojos, aunque había sido mínimo no había evitado verlo, la verdad es que sabía de las capacidades de mi novia, y si yo sentía el olor y sabor a sangre para ella sería aun mas fuerte.

Sonreí con cada palabra que ella me regalaba luego de las mías, la abrazo junto a mi cuerpo que se erizaba con el rose de sus manos en mi, se me escapo un gemido al sentir la mordida de mi chica, para luego seguir su beso con mas pasión.

Ronronee en sus labios y me toco el turno de morderla con suavidad mientras la ponía en pie conmigo, -¿Te encuentras bien?- susurre en sus labios recordando haber sentido como probaba mi sangre de mi labio.

La cogí en mis brazos buscando se abrazara a mi cadera con sus piernas, -Siempre te cuidaré, si sientes frió te cobijaré, si sientes miedo intentare ser tu caballero andante- sonreí un poco con timidez con lo último, mientras la pegaba aun mas a mi ser.

-Si sientes sed, saciala conmigo, yo te daré de beber- sonreí con picardia rozando suavemente y ofreciendo luego mi cuello.

-Te amo y te amare por siempre, ¿Quieres ir a casa?- sonreí travieso de nuevo, -Lo siguiente no te lo puedo hacer en el campus- termine por decir mientras desaparecía con ella.

[Darla G Dumbledore]

El beso se volvió más apasionado y la pareja gimió a la par con las mordiditas que uno y otro se daban, los labios de Darla chuparon suavemente los de Seba tras la mordida de él y pegándose más al cuerpo del mago, se abrazó con piernas y brazos al hombre que la volvía loca.

 

--Más que bien en tus brazos --susurró pasando su lengua por los labios de él, no solo saboreando su sangre sino el sabor de su piel que comenzaba a arder como la de ella.

 

La pareja estaba abrazada, como si buscaran penetrar un cuerpo en el otro mientras entre besos Seba le proclamaba su amor sino que prometía cuidarla siempre, lo que arrancó una sonrisa de amor a la Potter Black, sintiéndose contenida, mimada y amada por el ser más maravilloso del mundo. Sus manos acariciaban su nuca mientras asentía a cada palabra que él le decía.

 

Un suave gemido escapó de los labios de la vampiresa al sentir el roce de su novio y pasó su lengua por el cuello del Granger, desde la clavícula hasta la oreja, lamiendo su lóbulo y chupándolo suavecito, jalando de él.

--Te amo más, mucho más mi vida --susurró en sus labios, viéndolo ahora a los ojos y respondiendo con un brillo pícaro en sus ojos --sí, acá nos echarían --río suavecito jadeando y abrazándose más a su Seba mientras desaparecían del campus.

[Rory Despard]

Permanecí quieta mientras Ethan inspeccionaba la marca ardiente en mi pecho, que había adoptado un encendido color rojizo. Los gestos que su rostro reflejaba eran indescifrables para mí, pero en cuanto exhaló un largo suspiro, sentí que la tensión que había acumulado en ese breve lapso de tiempo se disipaba.

Asentí con la cabeza a su explicación, que abría puertas hasta entonces cerradas en mi mente, y explicaciones a varios sucesos. No quise sacar de su error a Ethan, al creer que era incapaz de realizar magia oscura. En el periodo que habíamos perdido contacto, mi moral había cedido lo suficiente como para haber tentado a ese campo de la magia, pero por alguna razón no quería defraudar la fe con que él expresaba eso de mí. Quería tener algo de esa fe para mí misma también, que sentía que había perdido al partir de la orden del fénix.

- Si ya hice un trato con él una vez ¿que tanto daño puede hacer uno más?- le comenté con una sonrisa irónica, mientras tomaba su mano con fuerza- no hay nada que temer, mientras tenga al mejor demonio negociador de mi lado ¿verdad?- terminé de decir guiñándole un ojo de manera cómplice.

No hubo tiempo para más charla porque en esos momentos, un olor nauseabundo y lamentos que lastimaban los oídos inundaron el recinto. Con la varita entre las manos, lancé el primer hechizo guiada por las palabras de Ethan, todavía sin reponerme a la imagen monstruosa de aquellos seres que se arrastraban por el suelo y reptaban por las paredes, deformes, infames, con anatomías imposibles y lenguas sedientas de destrozar nuestros cuerpos entre sus dientes.

Resistimos a un primer avance, con una docena de ellos cayendo, consumidos por el fuego, pero por cada caído aparecían dos más, de forma que pronto comprendí que no teníamos más escapatoria que ceder a que nos llevasen ante su amo. Gracias a los poderes demoniacos de Ethan, tras toda la alimaña, era capaz de percibir el oscuro rincón de donde manaba toda la oscuridad. Presumiblemente, el espacio donde Stolas habitaba.

Una de las criaturas se lanzó de repente hacia mi brazo y mordiendo arrancó un trozo de carne de él. Dejando escapar un alarido de dolor enseguida contuve el río de sangre que comenzó a manar, y apreté los dientes. El ataque había sido tan rápido que era como si mi cerebro recién estuviese asimilándolo. Eso o que el tatuaje estuviese actuando, impidiéndome sentir más. En cuanto a la criatura, al girarme contemplé con horror como era devorado por sus compañeros, entre consignas de que no tenía que tocarse a la "presa del amo".

- Acabemos con esto de una vez - musité al oído de Ethan mientras nos abríamos paso entre todos los sirvientes.

@@Ethan Lenteric Disculpa tanta demora ;O;