Libro del Caos

[Bodrik]

Suspiró aliviada cuando su maestro volteo para verla, aunque como todos los guerreros Uzza tenía cara de pocos amigos, pero lo importante para la adolescente de cabello negro era esencial que accediera a entrenarla para poder avanzar en el conocimiento Uzza en el cual estaba muy interesada desde que la Universidad implemento su enseñanza como parte de la formación académica y que para un Paladín resultaba fundamental combatir.

 

Escucho la pregunta un poco resignada pues ella si tenía un temor pero no estaba relacionado con criaturas mágicas en particular, sino que le atemorizaba ver a su familia en peligro y vulnerable gracias a sus presencias de bando, pues era cierto que ellos también tenían la oportunidad de entrenar y aprender, pero ella temía que corrieran peligro y no tener la capacidad de defenderlos - Mi mayor temor es ver morir a mi familia y estar incapacitada para defenderlos – dijo mordiendo su labio inferior.

 

Pero luego recordó otra cosa que la atemorizaba y en su mente apareció un recuerdo. Sobre el suelo el cuerpo sin vida de un chico. Ezequiel Lockhart yacía sobre el piso completamente inerte y sin una gota de sangre en su cuerpo y ella sabía a la perfección quien había hecho las marcas en su cuello.

 

En otro momento seguramente hubiera visto el cuerpo de Cye o de Ishaya, pero últimamente pasaba tanto tiempo en compañía de su tío, jugueteando caminando tomados de la mano que era realmente sencillo que un accidente así pudiera ocurrir. Romper su cuello, clavar sus colmillos mientras bebía cada gota de su sangre y lo más aterrador de que ella visión era la sonrisa en los labios del pelinegro, la diversión en su mirada que ahora estaba completamente vacía. – O atacarlos yo mima – dijo sin más tratando de apartar de su mente aquella imagen.

 

La siguiente pregunta era tal vez más sencilla – Deseo entrenar y convertirme en una guerrera – respondió segura que si lograba hacerse fuerte lograría defender a su familia y gracias a la medicación lograría evitar atacarlos. Entonces sonrió.

[Niko Uzumaki]

1d10

Rueda del Caos

[Niko Uzumaki]

- Muy comunicativo como todos los demás - Niko se fastidiaba solo con sentir la presencia de Bakari al frente suyo. El Director no podía ocultar el poco agrado que sentía por todos los guerreros, lo que representaban y sus métodos de enseñanza pero sus palabras siempre se las guardaba y nunca permitía que alguien pudiera leerlas en su mente debido a su habilidad de cerrar su mente.

 

- Supongo que esta Rueda será útil y deseo ver qué pasa - La Rueda del Caos parecía ser muy interesante así que la invocó. Unos segundos después comenzó a sentir un gran poder recorrer su cuerpo lo que solo podía significar una cosa - La suerte me ha ayudado y ahora tengo mucho más poder para realizar mis hechizos - Todo lo que invocara o hiciera en ese momento tendría el doble de poder y sería capaz de generar mucho más daño con su varita.

 

- Antes hechizos del otro bando y ahora más poder - Pensó al analizar lo interesantes que eran los poderes que estaba aprendiendo y lo útil que podía ser ese libro. No por nada era un libro apto solo para aquellos magos con mayores capacidades y que habían demostrado muchas más habilidades hasta ese momento. El señor del Caos y las manos seguían a su alrededor dispuestas a defenderlo si algo salía mal con su suerte así que no se preocupaba mucho por lo que pudiera ocurrir.

 

- Quiero probar este poder - Pensó de nuevo - Sectusempra - Sus palabras fueron muy claras y de su varita salió un rayo lleno de mucha velocidad y fuerza que impactó en un objeto tan fuerte que lo destruyó - Creo que eso podría generarle mucho daño a una persona en caso de impactar - Los poderes le impresionaban pero al mismo tiempo le generaban mucho respeto debido al daño que podían causar incluso hasta provocar la muerte.

 

- ¿Qué otras sorpresas tendrá la clase? - El Tonks se negaba a decir lo que pensaba así que se limitó a pensar en los siguientes pasos de la clase y las tareas que Bakari le asignaría a continuación para finalizar su aprendizaje.

[Bakari]

La chica le respondió a las preguntas sin que causara mucha sorpresa para él, la mayoría de sus estudiantes respondian ese tipo de cosas donde siempre les aterreba perder a un ser querido, familia entera, les atemorizaba encerrarse en un sentimiento como la soledad, el odio e incluso el amor. También convertirse en grandes guerrero para proteger eso que no querían perder, defenderían con uñas y dientes de cualquier mal o imprevisto que el destino les pusiese en su camino. Sin embargo, en algún punto de sus vidas se darían cuenta de que no todo puede defenderse o vencerse, simplemente no.

Bakari no le dio mucha importancia a la última respuesta de la chica, la brisa gélida empezaba a molestarlo al estar sin algo que cubriese su torso, necesitaba un poco de descanso, su siesta del dia, un poco de cafe o chocolate caliente. Quería volver a casa pronto.

El guerrero juntó las palmas de sus manos frente a su pecho, una vez más, concentrando su poder mágico para que fluyera hacía las mismas y pudiese convertirse en lo que él esperaba. Después de unos segundos, una nube oscura y pesada se formó alrededor de ellas dando vueltas esperando que pudiese invocar alguno de los hechizos del libro, pero en ese instante no quería realizar nada parecido, simplemente esperaba mostrarle la siguiente tarea a la joven y era esa.

- Piensa en los peores recuerdos que te han pasado - Dijo sacudiendo la cabeza un poco para alejar los pensados por él y separar sus manos - Trata de hacer lo mismo, debes controlar tu energía hasta las tuyas - Movió sus manos.

El joven rubio seguía esforzándose, esta vez realizó un par de movimientos que lo llevaron a destruir un objeto gracias a la fuerza otorgada por la rueda del caos y un sectusempra bien hecho, sus hechizos estaban bien. Tal vez un hechizo más que demostrará que había aprendido todo lo necesario fuese suficiente para enfrentarse con su maestro que sin duda quería deshacerse de él y de su otra estudiante para irse a descansar, estaba harto de alumnos.

- Una vez más - Le dijo al chico.

[Bodrik]

Suspiró resignada. Ningún guerrero Uzza parecía satisfecho con tener que instruirla en el arte de la guerra de su pueblo, ara como si las capacidades de una niña de solo 16 años no significaran más que una simple basura dentro de su amplio rango de posibilidades y de alumnos, pero como siempre ella no planeaba rendirse y por lo tanto continuaría intentando hasta conseguir su propósito.

 

De pronto la posición del maestro cambio como si estuviera meditando o usando una gran cantidad de energía y ella como paladín sintió mucha inquietud al respecto pues podía percibir el poder saliendo de interior y cuando le hablo confirmó que tenía razón y asintió con la cabeza aunque permaneciendo en silencio para recibir la instrucción- Muy Bien – respondió admirando la fuerza que se había desatado en el cielo pues una nube oscura se formó y aparentemente se avecinaba una tormenta, pero esta nube no era común sino que se trataba de magia y se movía alrededor dando vueltas.

 

Controlar su energía hasta sus manos no esa difícil para un Paladín, el problema estaba en pensar las cosas negativas pues eso obviamente estaba fuera de la naturaleza de su raza, sin embargo, debía intentarlo y entonces Junto sus manos de la misma manera como vio al guerrero hacerlo antes y comenzó la tarea de pensar en las cosas malas que habían transcurrido en su vida.

 

Pensó en Nurmengart la cárcel Mortifaga en donde estuvo recluida algunas veces y pese a haber sido rescatada, fueron momentos agobiantes los que vivió dentro de sus paredes. Largas jornadas de preguntas, interrogatorios, malos tratos y algunas torturas fueron algunos de los momentos más difíciles de su vida como Fenixiana, mas siendo solo una adolescente y solo gracias al amor de su familia había podido superar esa oscura época.

 

El poder que salía de sus manos no parecía suficiente pese a poder percibir la electricidad que recorría cada centímetro de la mano, pero la nube que se formaba no tenía ni parecido al de su profesor, pero entonces eso le dio una pequeña idea y se concentró en el rechazo, pues su único miedo no consistía en ver morir a su familia, sino que existía uno muy fuerte y en base a ello había vivido situaciones puntuales.

 

El simple recuerdo de su Aleera transformada en ese demonio atacándola como si se tratara de una bestia aberrante, tocó lo más profundo de su mente, esa que le repetía a si misma que era un ser antinatural. Nacida de una madre humana y un padre Vampiro (que le enseño a amar a los humanos sin importar su raza y mucho menos si se trataba de Muggles), pero por increíble que parezca fue precisamente su familia Paterna quienes le brindaron el amor y comprensión que ella como Semivampiro no podría obtener de nadie.

 

La nube comenzó a crecer con el recuerdo de un demonio que era su propia abuela materna, intentando matarla y a su propia madre pretendiendo detener el ataque aun exponiendo su vida para que su pequeña no muriese esa misma tarde.

La esteticidad de sus manos comenzó a calentarlas mientras a ellas algunas lágrimas recorrían su rostro tenso que pese al dolor no sentía en ese momento más que indignación.

[Niko Uzumaki]

1d10

Rueda del Poder

[Niko Uzumaki]

- Creo que el uzza no sabe decir muchas cosas - El contacto que había tenido con el hombre era prácticamente nulo. Así que tampoco deseaba darle a conocer sus pensamientos y perspectivas sobre el desarrollo de su clase. Niko se limitó a escucharlo y mover su cabeza en señal de afirmación antes de realizar un nuevo hechizo de los que tenía el libro del caos. Bakari le había permitido seguir sus instintos durante toda la clase.

 

- No entiendo esos métodos de enseñanza - No sentía que el guerrero le estuviese enseñando algo efectivamente pero debía mantener el silencio que había tenido hasta ese momento y finalizar con su tarea en dicho lugar. Debía terminar con el libro para poder realizar la prueba y ser considerado como uno de los magos capaces de controlar y realizar adecuadamente los hechizos del libro.

 

- Esto no me gusta - El rubio decidió convocar la Rueda del Poder pero comenzó a sentir que el poder en su cuerpo era menor. En los lanzamientos anteriores había contado con un poco de suerte y había logrado aumentar su poder así como tener una criatura capaz de defenderlo ante cualquier problema. Sin embargo, su suerte parecía haber llegado a su final dado que comenzó a sentir una gran perdida de poder en su cuerpo.

 

- Creo que he perdido la capacidad de hacer algunos hechizos - Solo el rubio sabía qué hechizos eran y tenía claro que no podría seguir realizando los hechizos de los Knight - Fuero púrpura - Pensó, ese era uno de los pocos hechizos que podía realizar. El nuevo poder del libro le había disminuido su poder tanto como para evitar que pudiera efectuar adecuadamente los hechizos de su rango dentro del Bando.

 

- Estos poderes no dejan de sorprenderme - Las consecuencias de cada uno eran muy diferentes y el Tonks quedaba igual de sorprendido que antes, o quizás más, cada vez que realizaba un nuevo. Se giró para mirar de nuevo a Bakari en busca de una respuesta o de las siguientes indicaciones esperando un poco más de claridad.

[Bakari]

1d7

Señor del Caos:

[Bakari]

En lo alto del cielo las nubes parecían un poco más pesadas que de costumbres, con la experiencia de los años pudo notar ese tipo de cosas, predijo casi sin pensarlo demasiado en que iba a nevar. La suave gélida brisa penetraba en sus huesos como si quisiera congelarlo hasta matarlo, iba in crescendo y la temperatura era cada vez más baja. En ese momento estaba un poco arrepentido de ir sin una prenda que le cubriese su torso, su piel no era tan gruesa como en sus días de gloria.

La joven pudo realizar lo solicitado por el Uzza, le costó como a todos los demás, pero ese solamente era el primer paso a todo lo que necesitaba. La nube que rodeaba sus manos no era tan grande debido a la fuerza de su poder mágico el cual iría creciendo conforme adquiriese más poderes o aprobara más libros de hechizos, sin embargo era suficiente para lo que necesitaba. Bakari realizó lo mismo, estando sentado en el suelo, colocó las manos en el suelo para que un señor del Caos apareciera dramáticamente a su lado.

Y era justamente el Señor del Caos, en teoría el más tenebroso de todos, solo estaba allí como demostración para la chica y sin embargo, el ente trató de arrebatarle sin éxito algo mágico que Bakari tuviese.

- Debes invocar uno de los señores del caos ahora - Comentó esperando que la joven encontrase la manera de invocarlos.

Conocía ya lo necesario para concentrar la magia en sus manos, era momento ahora de tratar de proyectarla para que Anubis pudiese percibirla y otorgarle alguno de los seis entes del mal.

[Bodrik]

1d7

Editado 19 de Diciembre del 2017 por Bodrik