Libro del Caos

[Bodrik]

El ambiente cada vez estaba más frio y gélido debido a las extremas temperaturas desérticas pues debido a la escases de montañas era muy común que durante el día el sol extremo calentara la arena pero los fuertes vientos se llevaban cualquier rastro de nubes y al llegar la noche nada podía retener el calor y las temperaturas se enfriaban a tal grado que muchas personas no pasaban de la noche por no encontrar refugio, sin embargo debido a la energía mágica, el cielo estaba llenó de nubes negras que parecían anunciar una fuerte tormenta.

 

Bakari también volvió a invocar las nubes haciendo que estuviera a punto de nevar y mientras aun permanecía en el suelo Bodrik no dejaba de mirarle para aprender mucho más acerca de las posturas correctas y para su sorpresa el señor del Caos apareció casi frente a ella con su fiera y demoniaca mirada y como Bodrik jamás le había visto, se sintió un poco asustada esperando que este ser malévolo le atacara, pero al no ser así se sintió un poco más tranquila pese a su apariencia aterradora.

 

El ente caótico parecía querer atacar al maestro Bakari sin éxito y entonces el guerrero hablo para indicarle que debía encontrar la manera de invocar a un señor del caos y eso sí que significaba un gran inconveniente, pero con su previa leída del libro y la actitud de Bacari justo antes de ver aparecer al ente demoniaco, le hizo comprender que debía concentrar nuevamente su poder mágico concentrándose para invocar a su propio señor del caos.

 

De su interior parecía correr cierta cantidad de energía y en su mente solo había algo en mente y seguramente por su falta de experiencia quien apareció frente a ella era nada más y nada menos que Peeves quien de inmediato comenzó a burlarse de ella. lanzando globos de agua casi inmediatamente para reírse de lo humedad que tenía la ropa – Ohh Nooo- dijo un poco desanimada

 

– Lockhart es un pollo mojado – decía el poltergeist – deberíamos ponerle un poco de aderezo – agregó lanzando un par de globos con harina sobre la cabeza de la chica.

 

- ¿Ahora qué hago? - dijo un poco abrumada al, pero, aunque con poca esperanza de ayuda de su parte.

 

-Vamos a desplumar al pollo Lockhart – comenzó a gritar la criatura caótica y comenzó a lanzarle muchos más globos con harina.

 

-Soy Un pollo listo para el horno- dijo ella para intentar seguir la corriente a Peeves.

 

-Las gallinas son sabrosas, pero si se trata de mí, aun no me han crecido bien las alas- agregó.

 

Pero entonces el señor del Caos pareció fastidiado con la presencia del ser tan burletero y desapareció dejándola a su suerte.

[Axel Rexdemort]

Axel suspiró resignado, en su cara podía reflejarse un ápice de apatía, tomó aire y cerró los ojos, había regresado a los aposentos del guerrero, observando a lo lejos de nueva cuenta a Badru.

 

Encorvado un poco, el joven aprendiz del libro del caos llegó por segunda ocasión con el Uzza, y una sonrisa chueca y amarillenta decoro su rostro por una fracción de segundos. Aunque no cuadraba con lo que veía.

 

El clima repentinamente le parecía más agradable, la temperatura estaba bajando acaso. Axel miró a su alrededor pero no entendía que ocurría.

 

-Un gusto volver a verlo Guerrero.- Mintió el danés, cuando por fin estuvo cerca del hombre, notando que el señor del Caos se encontraba a su lado, y una joven mujer los acompañaba.

 

-Otra aprendiz.- Sonrió sin decir una palabra, Axel ya ni recordaba bien a la antigua chica y ahora había otra.

 

Levantó un poco la mirada y en su cara un gesto divertido se hizo presente. – Déjà-vu.- Susurró con ese acento nórdico tan marcado, siempre había alguien discutiendo con ese poltergeist.

 

Axel bajo un poco la cabeza en señal de respeto, esperaba poder continuar con el aprendizaje del libro.

[Bakari]

Un pequeño toque en su hombro, casi un roce, luego otro desde el otro lado y así, hasta que se percató de lo que estaba sucediendo: paulatinamente comenzaba a nevar, cayendo apenas unos copos de nieve que se derretían ante el mínimo toque con algo. Su molestia fue mayor y no lo disimulaba en absoluto.

 

A pesar de su humor y de que parecía distraído, no perdió oportunidad de ver lo que la chica hacía. Peeves había aparecido y trataba de molestarla, a lo cual ella respondió, aunque de forma dubitativa. Fue entonces cuando el Señor del Caos que Bakari mismo había invocado y el poltergeist cruzaron mirada, a lo cual, inmediatamente el último se lanzó sobre el primero con claras intenciones de molestarlo, y antes de que pudieran darse cuenta, ambos desaparecieron. No fue sorpresa para él, era algo ya natural.

 

Giró levemente la cabeza, observando al recién llegado. Lo recordaba vagamente, pero ciertamente no tenía idea dónde habían quedado en medio del entrenamiento. Lo bueno es que no necesitaban presentaciones innecesarias.

 

- Justo a tiempo, ella ya necesitaba alguien con quién comenzar a experimentar - lo había pensado, aunque su boca lo reprodujo tal cual, sin filtro -. Tú, ¿recuerdas cómo invocar un Señor del Caos? ― le preguntó a Axel, y sin esperar respuesta de su parte, se dirigió a Bodrik ahora - Atácalo, con cualquier hechizo que se te ocurra o sepas, pero utiliza alguna de las ruedas para alterar las posibilidades de tu oponente. Y tú, defiéndete y atácala, dependiendo de lo que el caos te otorgue invocando a uno de ellos.

 

Sin más y esperando no tener que hablar demasiado, se acomodó en el lugar y sacando apenas su varita juntó algunas ramas y hojas, a las cuales inmediatamente prendió para formar una pequeña fogata en un vago intento de deshacerse de aquel frío que ya le resultaba molesto.

[Bodrik]

1d10 Rueda de poder:

[Bodrik]

Estaba tan concentrada en mantener su energía tan recargada como fuera posible que al principio no se percató de los copos de nieve que comenzaban a caer cada vez más abundantes y su cabello ya no se veía tan negro como sucedía comúnmente, sino que estaba cubriéndose de algunos puntos blancos que iban acumulándose en todo el lugar. Uno esperaría que un lugar tan desértico estuviera siempre cálido.

 

La primera vez que se percató del cambio fue por la notable molesta de su maestro. Bakari no emitía mucho ruido, pero de algún modo Bodrik poda percibir su cambio de humor gracias a su energía corporal y la intensidad de su aura, aunque de verdad no disimulaba en nada su molestia con el frío que debía sentir así tan descubierto.

 

Cuando Peeves y el señor del Caos desaparecieron un nuevo alumno apareció en el mismo lugar y el Guerrero Bakari comentó la necesidad en entrenamiento y a ambos les dio órdenes específicas para comenzar con el ataque. Ella debería invocar las fuerzas del caos para obtener una rueda de poder que podía alterar sus probabilidades de éxito- Lo hare-dijo casi en un susurro por los nervios que antecedían a tal evento.

 

De su interior volvió a fluir la fuerza de su energía para invocar a una de las ruedas de poder, aunque tenía miedo, pero deseaba probar la fuerza el libro del caos, aunque al final no tuviera que usar tanta fuerza con el chico- Limítate – pronunció en dirección del Chico a quien no recordaba haber visto antes (Axel). Ahora él tendría bastantes problemas pues este hechizo actuaba directamente sobre su varita limitándole el uso de rayos o invocaciones y ahora potenciado gracias a la intervención de la rueda de poder que incrementaba su potencia. La tendría un poco complicada ahora.

 

 

No era su intención hacerle daño directamente sin ser necesario.

[Axel Rexdemort]

1d7

- señor del caois

[Axel Rexdemort]

Axel levantó la caja derecha confundido, apenas acababa de llegar de nuevo y el Uzza ya lo estaba metiendo al ring en un duelo.

 

– Eh…- Se encogió de hombros y sonrío a Bodrik, sacudió su cabello mientras sacaba su varita de sus pantalones y daba un par de pasos para ponerse en posición de duelo.

 

-Suerte.- Sonrió con la mirada, observando cuidadosamente a Bakari y después a la chica, Axel recordaba bien como invocar a un señor del caos, no era tan difícil. Tomó una bocanada de aire y se concentró notando como su rival usaba primero el caos en su favor.

 

-Mmh…ok - Su grave acento era notorio, ella limitaría al mago. – Conozco el hechizo, aunque no me dejara probar todos mis juguetes.- Suspiró haciendo el movimiento de invocación de los señores del caos, mientras el efecto de la mujer estuviera activo Axel solo podría invocar a un señor del Caos.

 

-Veamos que me prepara la suerte.-

 

Axel cerró los ojos por un segundo y notó como el ambiente se calentaba un poco, una hermosa ninfa apareció detrás de él, ella estaba acompañada con un aura. – Así que eres tú.- Dijo Axel mirándola por un segundo y volviendo a enfocar su mirada sobre Bodrik.

 

- ¿Tú no atacas verdad?- Dirigiéndose a la ninfa, mientras llevaba su mano sobre su cabeza.

Editado 14 de Enero del 2018 por Axel Rexdemort

[Bakari]

La pequeña fogata frente a él no generaba el suficiente calor para protegerlo del frío que atacaba sus huesos como si estuviera en su interior solamente, los copos de nieves también estaban volviendo su cabello más blanco haciendo que sus verdaderos años fuesen un poco más visible y no solamente por las cicatrices en su pecho descubierto. Estuvo allí, sentado frente al fuego, mirando como los dos jóvenes trataban de enfrentarse entre ellos, la chica dio el primer movimiento.

Sin embargo, el joven ya parecía tener la experiencia necesaria como para invocar uno de los señores del caos, no tuvo que explicarle absolutamente nada sobre cómo concentrarse en los malos pensamientos, cómo juntar las manos; nada de eso fue necesario para él, era un viejo conocido que se había perdido la última vez en su oportunidad de adquirir los poderes del libro. En el fondo, Bakari esperaba que pudiera lograrlo esta vez para así no volver a verlo más.

Fue extraño, pero el chico no hizo intención alguna de responder con un ataque o estaba esperando que la ninfa realizara el trabajo por él.

- ¿Cuál es tu mayor deseo? - Se dirigió al chico que en ese momento parecía distraído - ¿Cuál es tu mayor temor?.

Era las clásicas preguntas que le realizaba a todo alumno y él ya las había respondido, pero no dudo en ningún momento en volver a repetirlas. Tal vez el chico, en su tiempo perdido tuvo un cambio de mentalidad y en ese momento sus respuestas eran otras diferentes a la última vez. Quedó a la espera de una respuesta mientras el chico trataba de atacar o cualquier movimiento que fuese a realizar.

Bakari frotó sus manos con fuerza y rapidez frente a la fogata, como si eso fuera capaz de calentar todo su cuerpo en un instante.

[Axel Rexdemort]

1d10

rueda del poder

[Axel Rexdemort]

Axel se quedó abstraído por el aturdimiento observando su arma; aquella varita de madera gris. Cuando la voz del guerrero pareció sacarlo de su transe y al escuchar una a una su pregunta.

 

-¿Mi deseo? – Repitió vagamente, agitando su varita nuevamente. La sonrisa amarillenta del hombre apareció bajo aquella desarreglada barba de días. – Mi deseo es dominar este libro.- Dijo en tono bromista, el joven Rexdemort no pensaba mucho en el futuro, pero algo tenía en su mente. Aprender los secretos del libro del caos y no volver a ver a Bakari. –Supongo que mi temor es el mismo, tres veces ser tu alumno…- Susurrando eso último y rascando su cabeza con sus dedos, llevó su varita a la boca y apareció el libro del caos en sus manos.

 

Sabía que la respuesta no sería la adecuada para el Uzza, pero Axel realmente no tenía ambiciones ni deseos en ese momento de su vida. Suspiro resignado, en el mismo momento en el que abrió el libro y se puso a buscar un hechizo.

Cerró los ojos por un segundo, ya sabía como controlar las fuerzas del caos, no era la primera vez que se enfrentaba a eso, ya había pasado por un entrenamiento previo así que su trabajo había rendido frutos.

 

Tomó aire y pronuncio claramente en danés, con su libro en su mano. – Magt Hjul .- Axel intentaría imitar a su compañera y haría el mismo hechizo que ella, la rueda del poder, con un poco de suerte podría ser interesante.

Concentró sus pensamientos y el caos haría su trabajo. Anque algo no se sentía tan bien.

 

Axel rio con todas sus fuerzas. – Lort… que mala suerte.- Le dijo a la ninfa que se encontraba detrás de él. Sentía su varita flácida y sin movimiento. El tatuado sentia que el hechizo solo había reducido sus habilidades y la mujer afectado su varita. Podía sentir que su fuerza se había dividió por dos.

 

Agitó su varita sin ningún resultado, no funcionaria. – Gracias.- Suspiró por su mala suerte, mirando a la ninfa detrás de él como si ella fuera la responsable de la rueda dle poder.

 

– ¿Zancadilla? – Dijo apuntando sin poner mucha atención, la suerte era un factor muy importante en el libro del caos, cerrando el tomo purpura en su mano con la mano izquierda y sosteniendo la varita con la otra.

Editado 17 de Febrero del 2018 por Axel Rexdemort