Libro del Caos

[Axel Rexdemort]

-ZAZ- Axel sintió en sus manos como algo explotaba como si fuera una pequeña esfera de agua que no mojaba.

 

– Diablos.- Suspiró resignado, cerrando los ojos una vez más para volver a empezar.Intento visualizar su magia como si se tratara de energía, los malos pensamientos eran un detonante por lo que pudo notar con el guerrero y la chica rubia- Aunque un par de palabras del tutor lo hicieron olvidar su tarea.

 

-Mmm.- Se quedó un momento en silencio viendo a Bakari, haciendo un gesto con la boca. – Mi mayor deseo… una hamburguesa.- Juntando sus manos una vez más para volver a concentrarse, dándose cuenta que su compañera lo había logrado una vez más. – Una genio.- Dijo Axel en voz baja, pues él no era capaz de concentrar su magia tan rápido.

 

Axel no tenía algún deseo realmente, estaba feliz y satisfecho con lo que tenía, la curiosidad era el principal motivo por el cual se encontraba aquel día con Bakari y Zahil; comprender un poco más sobre los Uzzas. No tenía deseos altruistas de usas sus poderes o esperar la aceptación de otros.

 

-Sobre el temor. - Una pequeña esfera estaba apareciendo, aunque parecía débil sobre las manos del tatuado mago. Axel eligió cuidadosamente sus palabras a la hora de responder al guerrero. - Supongo que necesito un dementor.- Sonrió el mago con esos amarillentos y sucios dientes. – La muerte puede ser una opción para varios, pero estoy acostumbrado a ella y no la veo como algo que me aterre.- Axel era un mago nigromante, comprendía los lazos entre la vida y la muerte, sabía que una no puede existir sin la otra, por eso no le temía; y mucho menos miedo a morir, si el muriera en ese momento nadie se sentiría triste.

 

La esfera de magia se destruyó una vez más, quizá por no prestarle la atención necesaria. El joven Rexdemort observo sus manos y volvió a intentarlo. – Temor a equivocarse, lo veo como una opción para avanzar… temor a la soledad, toda mi familia está muerta y mi ex esposa la única persona a la que eh amado, debe estar en este momento revolcándose con su amante en la mansión de los Blacks. – La esfera se volvió a formar ya no parecía tan irregular como su anterior intento. – Tengo un hijo que no conozco y que no me interesa conocer, así que tampoco existe miedo por ese lado. – El cumulo de magia empezaba a parecer más estable. – Y no estoy aquí para darle lastima.- Bromeó un poco, intentando romper el hielo con la joven que lo acompañaba.

 

- Ya entendí.- Susurró con ese marcado acento del norte de Europa.Cerró las manos desapareciendo su logro y respiro profundo.

– Entonces supongo que diré algo como, temor a las cucarachas.- Axel había empezado de nuevo conglomerado sus pensamientos, recordando algunos pasajes tristes de su vida, como cuando la familia Rexdemort desapareció del mundo mágico y a nadie le importo; fue lo que impulso a imitar con mayor exactitud lo que Bakari había logrado con su magia.

 

Por fin había logrado reunir su magia en sus manos, sonriendo con la mirada esta vez.

[Bakari]

Bajo el inclemente sol los chicos volvieron a intentarlo esperando esta vez poder lograrlo y así lo hicieron, en el proceso uno de los chicos tuvo la capacidad de resolver a las preguntas que le realizó no sin antes fallar varias veces cada vez que daba una respuesta, por un momento pareció tener lástima por el chico, sin duda era una completa desgracia todo lo que explicó sobre su vida, pero logró entender el porqué estaba satisfecho con su vida y no tenía un temor establecido ya que todo lo perdió.

- Bien - Mencionó luego de que los chicos cumplieran con lo necesario - Ahora, traten de invocar a un señor del caos.

Los jóvenes ya tenían los conocimientos necesarios para poder realizar aquella tarea, solo debían enfocarse en lo que estaba escrito en el libro sobre como realizar la invocación, al menos lo teórico y lo mismo que acaban de realizar solamente unos segundos atrás. Mientras tanto Bakari seguía respirando lentamente tratando de controlar su energía mágica, calmar el flujo de su magia, como si quisiese controlar a la velocidad con que viajaba un río.

No necesitaban que le explicará alguna cosas más, el resto debían averiguarlo ellos mismo.

[Axel Rexdemort]

1d7

señor del caos

[Axel Rexdemort]

Axel se sentía bastante complacido con lo que había logrado, poco a poco empezaba a entender como funcionaba la concentración de magia. Pero su jovial alegría se ofusco en un momento, cuando escucho la voz de Bakari nuevamente. Llevo su mano sobre su cabello negro y sacudió un poco su cabeza, ya era hora de invocar a un señor del caos.

 

El hombre tomo lentamente su varita de sus pantalones y la agitó suavemente en su mano izquierda con una floritura sencilla.

 

–Mmm.- terminó el movimiento haciendo aparecer un grueso libro gris sobre su mano libre. Llevo su varita sobre su oreja, mientras se sentaba en el piso abriendo el recién aparecido libro.

 

-Señores del caos...- Balbuceó hojeando el extraño libro, aun no había tenido oportunidad de aprenderse los hechizos, era apenas la segunda vez que curioseaba sobre esas inscripciones extrañas.

 

-Rueda del caos…- Susurró para sí mismo al observar una página detenidamente, pero casi había olvidado la misión que lo había llevado allí al divisar fugazmente el título que buscaba.

 

Sus negros y ojerosos ojos se deslizaban sigilosamente en el texto, buscando las instrucciones que tenía que seguir. Axel hacia ruidos extraños, parecían palabras en danés que solo él podía entender, y así estuvo por un par de minutos hasta que cerro el libro el mismo que desapareció tan rápido como había aparecido.

 

Cerró los ojos intentando concentrar su magia una vez más, necesitaba aprender a hacerlo más rápido y de forma precisa, el libro indicaba que era lo necesario para empezar a jugar con los poderes del caos.

 

Agitó una vez más su varita, ahora que entendía ligeramente el hechizo, nada atraía más el caos, que los pensamientos que Bakari había pedido. Hizo el movimiento requerido, sintiendo el cumulo de magia desaparecer lentamente, instintivamente cerró los ojos por un segundo.

 

-¿Ya? – Mirando sus manos sin sentir nada especial, quizá el hechizo no funcionaba. Girando un poco el rostro para ver que había hecho su vecina, pero noto una figura oscura que lo acompañaba a la izquierda.

 

-Oh…- Empalideció y un pánico cerval se dibujó sobre su rostro. – So…- Buscando a Bakari con la mirada, la figura grande resaltaba sobre el escuálido aspecto de su tatuado invocador, el señor del caos estaba junto a Axel.

 

Tragó saliva y levantó la mano en señal de saludo, a lo que el demonio envuelto en oscuridad respondió acercándose más hacía Axel, tenía un semblante divertido. Si eso se le consideraba un rostro.

 

Hechizando al mago, Axel se sintió mejor por un momento, al menos ya no tenía calor. – Gracias.- Respondió el joven Rexdemort, aun no entendía que haría el señor del caos a su costado.

Editado 7 de Octubre del 2017 por Axel Rexdemort

[Sophie Elizabeth Granger]

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Señor del caos: Editado 8 de Octubre del 2017 por Zahil Granger

[Sophie Elizabeth Granger]

Una vez que había logrado que Bakari le diese el visto bueno a su hechizo la rubia dejo ir la energía lentamente hasta que esta se desvaneció solo para encontrarse con que el Uzza les pedía invocar al señor del caos y los dejaba a que ellos averiguaran como hacerlo. Se encogió de hombros y saco su libro para invocar a uno de aquellos señores. Sabia que no podía traer a quien ella quisiera, por algo este libro usaba el caos, todo quedaba a su propia suerte y esta no era muy buena que digamos, de echo por eso había tardado tanto en hacer aquella clase, odiaba el azar.

 

- Señor del Caos...- dijo cerrando los ojos y concentrándose en los mismos pensamientos que para crear aquella nube energética, supuso que aquello había sido un especie de ensayo para poder invocar a los señores y a todos los hechizos de aquel libro que usaban al caos para funcionar

 

En cuanto oyó la risa burlona supo que la suerte como siempre le jugaba en contra. En cuanto abriera los ojos estaba segura que el endemoniado poltergeist iba a estar flotando a su lado

 

- oh, una rubia dormida en una clase, seguro fue demasiado para sus tres neuronas y se desconecto - dijo Peeves a su oido

 

- bueno ya sabes lo que dicen, que si una rubia llega a la universidad es solo por que esta de visita - dijo abriendo los ojos y mirando a su invocacion sin poder evitar burlarse de su pelo rubio, aunque para ser justos el suyo tenia mechas rojas mezcladas con el rubio.

 

De verdad ahora entendía a la otra estudiante, tener a Peeves encima era un verdadero suplicio, lo peor es que no podía usarlo para su beneficio pero por lo menos no la entorpecería, solo la molestaría hasta que su tiempo se acabara. De repente Peeves parecio olvidarse un poco de ella y empezó a lanzarle piedras sacadas de solo Merlin sabia donde al señor del Caos que había invocado su compañero. Saco su libro de nuevo para ver porque ese comportamiento y se dio cuenta que su Señor del Caos hacia desaparecer a los otros.

 

- eh tu, largo de aquí, presumido, que el único señor acá soy yo - le grito al otro señor del Caos para despues sacarle la lengua con total descaro. Para su sorpresa la invocación de su compañero se fue sin oponer resistencia dejándolo a el como único presente

 

- lo siento...- dijo la rubia a su compañero en voz baja antes de que Pevees decidiera que su cabello era muy bueno para jalonearlo. La Granger suspiro resignada - deja Pevees, que no vez que el peroxido lo deja debil, no solo acaba con mis neuronas.

[Bakari]

Ambos alumnos comenzaron inmediatamente después de que Bakari terminara sus palabras, se concentraron nuevamente en la energía de sus cuerpos tratando de que esta fluyera de la forma correcta, justo igual como hacía unos segundos. Algo se le estaba olvidando a Bakari en ese momento, pero estaba sumergido en sus pensamientos por lo que no pudo averiguar realmente lo que era y tampoco le dio importancia.

El primer joven logró invocar al mismísimo señor del caos en su primer intento lo cual demostraba un futuro prometedor. En cambio su compañera, bueno, al parecer ni siquiera había logrado conjurar nada, había sido un intento fallido y colocaba a Bakari con las ganas de querer echarla de la clase a la primera, pero no pudo hacerlo porque en ese momento el muchacho recibió un bofetón de parte del señor del caos justo en el momento en que se acercó y desapareció.

Era eso lo olvidado.

Miró hacía abajo, al suelo donde estaba sentado, allí a escasos metros se encontraba el pergamino de color marrón casi camuflajeandose con la tierra esperando a que los nuevo chicos pusieran su marca de sangre y en él. Suspiró hastiado de tener que explicarlo en cada clase, pero era uno de los sacrificios realizados para que los jóvenes aprendieran a usar correctamente los poderes del caos.

- Si quiere evitar ese tipo de cosas - Empezó, apuntando ahora al pergamino - Deben realizarse un corte con la daga de sacrificio y colocar una marca de sangre con los cinco dedos acá - señalando la parte baja del mismo, justo donde estaban los nombres de sus alumnos más recientes.

La joven alumna que seguía algo avanzada e intentó varias veces las invocaciones, pero su suerte en realidad no cambiaba en lo absoluto seguía nuevamente agobiada por Peeves que parecía feliz de alborotar el cabello rubio con sus manos, como si estuviese jugando con paja.

- Háganlo e inténtelo de nuevo - Dijo dirigiéndose a los dos jóvenes que recién habían fallado por su error de anciano.

[Mia.]

1d3-2

Rueda del Tiempo

[Mia.]

Había decidido probar suerte invocando una rueda, la rueda que más le causaba curiosidad era la del Tiempo, aunque sí bien, ahora mismo no se enfrentaba a ningún rival, quería saber como es que funcionaba, así que concentrando su atención a todo aquello que la rodeaba, para después cerrar los ojos durante un par de segundos, inhalando y exhalando profundamente.

 

Necesitaba relajarse por completo, para poder dejar que el poder corriera libremente por su cuerpo, usando los recuerdos negativos que poseía. En cuanto lo logró, abrió nuevamente sus ojos y dejó que la magia comenzará a fluir por su cuerpo, y en cuanto sintió como una corriente eléctrica viajaba por todos los poros de su piel, sonrió, cada vez le estaba siendo más sencillo conseguirlo, así que dentro de poco el desgaste mental, sería casi nulo.

 

—Rueda del tiempo —siseó.

 

Logrando en esos momentos, que un recuerdo comenzará a apoderarse de su mente, para después convertirse en algo difuso, que poco a poco se transformó en una sensación de tranquilidad, ¿qué le tenía preparado el tiempo? La anulación de las acciones anteriores de su oponente, podía sentir como la magia quería quería deshacer algo pasado, sin embargo, eso no sería posible, porque no tenía ningún rival. Peeves, había desaparecido hacía tiempo, y ahora únicamente se encontraba, sola continuando con su aprendizaje.

 

Mirando como sus compañeros sufrían la misma suerte que ella, negó con lentitud. Iba a ser un camino largo para todos, Bakari no tenía piedad o consideración con nadie, era un uzza que prefería hacer sufrir a las personas, o al menos eso le parecía, y aunque sí bien, no le molestaba su actitud, sí comenzaba a cansarle, porque al final de cuentas, no perdería el dinero que había invertido en el curso, o no, no lo haría.

[Sophie Elizabeth Granger]

1d7

señor del caos