Libro del Caos

[Mia.]

Había vuelto a invocar al Señor del Caos, y en esa ocasión, no le había favorecido en absoluto. Porque de inmediato un troll apareció a su lado, ¿era en serio no bastaba solo con Peeves? ahora tendría que lidiar también con él, al parecer sí, por lo que con un bufido, negó lentamente, hasta que vio que la reciente invocación levantaba un árbol y lo dirigía hasta donde se encontraba parada.

 

—Salvaguarda mágica —pensó con rapidez, logrando que en esos momentos todo su cuerpo se volviera intangible, de tal manera que el árbol únicamente la traspaso.

 

Caminando un poco más lejos, negó con lentitud y miró a Pevees, que intentaba darle una bofetada, pero al no poder tocarla, se enojaba más, por lo que en cuanto terminó el efecto de la salvaguarda, comenzó a pensar rápidamente que era lo que podía hacer en esos momentos. No se le ocurría nada, pero sabía que tendría que terminar pronto con alguna de las dos criaturas, y el troll no era la opción, así que enfocarse en el segundo.

 

—Peeves es indestructible, por que es un señor del Caos, así que haga lo que haga en su contra, únicamente será momentáneo y no desaparecerá hasta que sea su momento o se lo ordene otro señor.—soltó con un poco de molestia en la voz. Mientras.

 

Mirando como en esos momentos, el poltergeist continuaba molestando... supuso que no tendría otra alternativa que volver a contar un chiste y de esa manera a ver si se libraban de él.

 

 

—¿En qué se parece una rubia a una cerveza? —soltó con desgana— Que las dos están vacía del cuello para arriba. —sin poder evitarlo, en sus labios apareció una media sonrisa.

 

Había recurrido a burlarse de su rubia cabellera, y de lo que decían los muggles de mujeres como ella, por lo que en realidad no le causo molestia y fue en ese momento, miró como Peeves se encargaba de ahuyentar al troll, de tal manera que desapareció y después de esto, el también lo hizo. El tiempo necesario había transcurrido.

[Sophie Elizabeth Granger]

Jamas pensó que el Uzza querría entender sus razones, según ella les interesaba la vida de los magos menos que una patata, pero al parecer le había picado minimamente su curiosidad. Dejo que este le diese mas instrucciones a la otra rubia antes de contestar a su pregunta, eso le daba unos segundos para pensar bien como le respondería.

 

- Todos tenemos demonios interiores, guerrero, pero en mi caso es literal, comparto el cuerpo con uno, y la única vez que perdi el control de el, causo una masacre en el mundo muggle, por lo tanto mi mayor deseo es tal vez egoísta, pero mientras mas conocimiento tenga mayor control tendré sobre el, y por lo tanto mi mayor temor es perder ese control de nuevo- le contesto serenamente al Uzza, - se que tal vez esperabas escuchar que quiero la paz mundial o logros ministeriales pero para mi lo primero es imposible y lo segundo es banal

 

Se encogió de hombros y espero a que Bakari refutara sus palabras con palabras hirientes o que hiciese gestos de disgusto pero si era el precio por aprender aquel libro se aguantaría, ademas siempre estaba la posibilidad de que este le tomara simpatía, como Badru. A pesar de las maneras groseras de Badru a ella le había terminado agradando el hombre.

[Axel Rexdemort]

Miraba todo el lugar con curiosidad, Axel era originario de Copenhague por lo tanto ese clima y ese lugar era completamente opuesto a lo que el muchacho Rexdemort conocía. La parte norte era donde se encontraba la casa de Bakari, así que no era tan complicado encontrar al guerrero Uzza.

 

Axel conocía lo básico de las costumbres Uzzas, pero algo siempre llamaba su atención, al parecer todos eran malhumorados, algo que realmente no le importaba. Pero al ver las siluetas a lo lejos, podría experimentar la tan famosa hospitalidad de aquellos salvajes.

Observó a su alrededor, dos mujeres y el encapuchado, así que asumió que el seria el guerrero que impartía los poderes del caos, pues una mujer parecía muy ocupada con una pequeña criatura.

 

Caminó lentamente, identificando el lugar hasta que por fin pudo ver a las personas allí reunidas.

 

Con esa sonrisa amarillenta y ese aroma a cigarro, Axel se acercó a los presentes. – Saludos.- Fue lo primero que el mago dijo con esa grave voz que poseía. Observando a Bakari, de cerca lucia más imponente.

 

Miró a las mujeres con las que estaba el guerrero, e hizo un gesto con la cabeza en señal de saludo hacia ellas y Axel aprovecho para acomodar el cuello de su camisa blanca.

 

-Seré otro de sus estudiantes. – Dijo el tatuado hombre, sentía algo de emoción por ese curso, había escuchado entre los Warlocks que Bakari era responsable de uno de los libros más difíciles y extraños de usar, asi que asumió que sería bastante divertido.

[Bakari]

La chica definitivamente no tenia el destino de su parte porque no lograba obtener un señor del caos agradable para su situación y lograse salir de ella, por lo que después de ver al Troll intentando a atacarla junto con Peeves que intentaba con todo su deseo de lograr que perdiera la cabeza y al parecer lo estaba consiguiendo porque, en su ojos parecía perder el espíritu, rendirse ante la adversidad que enfrentaba. Logró defenderse de los ataques de sus señores del caos, pero simplemente no tenía la capacidad mental para pensar en ataques que lograran afectarlos y se excuso con una frase absurda sobre de que era imposible. Negó con la cabeza decepcionado, si pensará tal vez en solamente detenerlos en vez de destruirlos tuviese suerte. Como dedujo la primera vez, la chica solo era una cara bonita.

Pero la rubia tuvo la fortuna de que Peeves había logrado fastidiar de tal manera al troll que lo hizo desaparecer junto con él. Así que la chica quedó allí de pie esperando que hacer y ver si la cosas cambiaban y debía realizar algún tipo de misión, pero no, esta vez Bakari simplemente decidió que probara de nuevo con otra invocación del caos.

- Prueba una última vez invocando el señor del caos y trata de deshacerte de él - Volvió a decir esperando que la chica no se rindiera tan fácil.

La otra joven respondió a sus preguntas con una ridiculez mucho mayor a lo que imaginaba sobre como poseía un demonio dentro de ella y como debía controlarlo para no dejar que cosas malas pasaran, como la última vez que causó una tragedia muggle que nadie recordaba. Evitó reír por todo lo absurdo que estaba escuchando, lo más probable era que la chica fuese una adolescente en una de esas etapas donde creían que algunas veces era alguien distinta y las cosas pasaban sin alguna explicación, estaba seguro de que no era nada parecido a algún demonio viviendo dentro de ella para apoderarse del mundo y devorar a todos los magos, volvió evitar reír.

Un joven con el cuello tatuado apareció frente a él diciendo ser uno de sus nuevos estudiantes.

Por ahora se ahorraría el cuestionario básico para el chico y aprovecharía para explicarle lo básico a ambos para empezar. Así que juntó sus manos, cerró los ojos y empezó a concentrar su energía en sus manos mientras los malos pensamientos viajaban por su mente como si estuviesen acostumbrados a hacerlo diariamente y Bakari lo disfrutara, cuando era todo lo contrario, sobre todo en ese momento donde enseñaba con sus estudiantes y sus cicatrices empezaban a dolerle solamente con recordar cada una de sus heridas en medio de sus pensamientos, poco a poco la energía de un color negruzco se empezó a formar en medio de sus manos, como si hubiese agarrado una diminuta nube oscura cargada de lluvia en sus manos.

- Hagan lo mismo, traten de concentrar sus malos pensamientos - Comentó tratando de explicar lo mejor posible - Ya deberían saber manejar el flujo de su magia.

[Sophie Elizabeth Granger]

La cara que le puso Bakari no tenia precio aunque le daba puntos por no decir o hacer nada, hacia mucho que se había acostumbrado a que los Uzza despreciasen cualquier cosa que viniese de los magos. Lo entendía, no era fácil convivir y enseñar a gente a quien consideraban inferior aunque no fuese cierto, por lo que solo se encogió de hombros al ver que no le hacia ninguna otra pregunta y ademas se ponía a explicarle a ella y a un chico que acababa de llegar el siguiente paso en aquella clase.

 

Miro como el guerrero canalizaba su energía entre sus manos creando una especie de nube, que si la observas de cerca podías apreciar la gran concentración de magia en un solo punto, casi se parecía a uno de los hechizos que se usaban en los grados altos de los bandos. Una vez que les explico que aquello se formaba solo de malos pensamientos la rubia supo que aquello iba a ser muy sencillo, ella estaba llena de ellos. Junto sus manos y cerro los ojos imitando a Bakari, concentrándose en sus recuerdos de Sofia, cientos de caras de jóvenes adultos aparecieron en su mente, desde el primero a quien en un principio no queria matar hasta que probo su sangre, hasta el ultimo de ellos que disfruto como nada antes, todo eso hasta que Zahil había tomado el control del cuerpo y la había detenido.

 

Ahora podía sentir culpa por ello pero cuando paso, cuando Sofia estaba en el poder, la culpa no había sido su prioridad, estaba segura que hacia mucho que su otra yo la había enterrado. Cuando abrió los ojos pudo ver la misma nube que había invocado el Uzza pero en una versión menos estable y que por momentos parecía querer desaparecer, así que trajo a ella mas imágenes de las viejas matanzas de la Granger hasta hacer que aquella invocación se mantuviese firme. Casi se puso a saltar de gusto pero supuso que eso solo lograria que la nube desaparecia

 

- lo logre- le dijo al Uzza esperando que este le diese el visto bueno

[Axel Rexdemort]

Axel levantó una ceja con incredulidad y llevó su mano sobre su sucio cabello, para intentar acomodarlo, Bakari empezaría inmediatamente con su “clase”. – Me llamo Axel.- Dijo con presura, pero sospecho que quizá el guerrero no lo escucho o simplemente lo ignoro.

 

Camino lentamente para ponerse a su lado y ver de que se trataba la lección después de su improvisado arribó. Se sorprendió al ver la hazaña del guerrero Uzza, concentrar los malos pensamientos en su mano, era algo que Axel ni siquiera sabía que se pudiera hacer. Observó sus manos y suspiró, sabía algo sobre el control de magia, pero no sabía si sería capaz hacer algo así.

 

-Malos pensamientos.- Repitió para sí mismo, que tipo de pensamientos eran los malos. Axel rasco su sien con el tentáculo tatuado intentando entender el concepto del cual el guerrero hablaba.Recordó un momento en el que robo cadáveres de un cementerio, pero eso no era un pecado, los necesitaba si quería perfeccionar el ser un nigromante. Axel estaba confundido.

 

- Valla.- Exclamó observando como la chica con la que Bakari estaba había logrado una esfera de energía.-Sera juntar magia, como si fuera energía o algo así.- Pensó el muchacho Rexdemort.Cerró sus ojos, recordó algunas cosas malas en su vida, pero no podía acordarse de nada oportuno que le permitiera formar una esfera, Axel en general era un mago muy tranquilo.Junto sus manos, aun con los ojos cerrados e intento concentrarse en sus manos.Observó sus manos, empezaba a formar una pequeña masa con una coloración azul, aunque bastante pequeña. –Solo necesito alimentarla.- Susurró Axel.Algunos recuerdos atravesaban su memoria, algunos buenos, otros malos, pero se dio cuenta que la masa empezaba a crecer poco a poco.

 

–Pensamientos malos.- Se repetía una y otra vez.Una coloración rojiza empezó a aparecer en la masa de magia que Axel tenía en las manos, abriéndolas paulatinamente para poder observar directamente.Poco a poco tomaba una forma redonda, aunque estaba batallando para que creciera. Espero que el arcano revisara a la mujer, para intentarlo una vez más.

[Bakari]

Observó como los dos alumnos se esforzaban en realizar de manera efectiva el primer paso hacía la dominación del libro, controlar los malos pensamientos y usarlos como arma en las situaciones que fuesen necesarias y por las cuales estaban allí dedicados a aprender. Como esos sueños que tenían la primera vez que llegaron a una academia de magia seguramente para convertirse en el mago o bruja más poderoso, más popular, más amado de todo los tiempos; los típicos sueños que se encontraban en los niños.

La chica logró, de forma increíble y casi a la perfección, mostrar el resultado de su esfuerzo en cuestión de segundos ya que pudo formar una nube oscura entre sus manos, pero la rapidez con lo que la había realizado le estaba pasando factura porque esa fuente de energía no era del todo estable y justo en el momento declaró orgullosa de sí misma "lo logré", la nube se escurrió entre sus dedos como el agua, desapareciendo.

- Al parecer no - respondió Bakari acostumbrado a ese tipo de fallos.

El muchacho se notaba un poco más concentrado de entender como funciona para realizarlo mucho mejor, también había fallado a la primera pero él se veía más seguro de conseguirlo en los próximos minutos. Al contrario de la chica que ahora en su cara se reflejaba una expresión de sorpresa e incredulidad, al no entender su fracaso.

Suspiró esperando que ambos jóvenes pudiesen lograr la tarea en los próximos minutos para continuar con el recorrido de la clase lo más pronto posible, en ese momento se estaba aburriendo de estar ahí.

- Mientras tanto, puedes responderme - Comentó dirigiéndose al chico - ¿Cuál es tu mayor temor y cuál es tu mayor deseo? - El chico tal vez se desconcentró un poco, pero esperaba que respondiese de inmediato.

[Mia.]

1d7

Señor del Caos

[Mia.]

—Lo intentaré una vez más. —aceptó la bruja con una mueca de fastidio.

 

Concentrándose una vez en llamar al señor del caos, invocó el cumulo de magia que anteriormente había aprendido a conjurar y con una facilidad que jamás se espero adquirir, comenzó a sentir como este viajaba a través de su cuerpo y con una sencilla mueca de satisfacción invocó al señor del Caos una vez más. Esperando en esta ocasión tener un poco de suerte y que no volviera a aparecer peeves o algún otro peor, que le pudiese ocasionar algún daño o molestia.

 

Soltando un suspiro de alivió, su suerte había cambiado un poco aunque a mala hora... porque según ella, no tenía ninguna herida, sin embargo, todo podía ser posible, así que en cuanto El Señor del Caos, curó una pequeña cortada que tenía cerca de su cuello, se sintió mejor. Sí, había conjurado al señor que la curaba de cualquier tipo de heridas que tuviera, algo que agradeció a decir verdad, porque en ese momento podía decir que de entre todo lo malo, era algo bueno.

 

—La suerte ha cambiado un poco... aunque quizás no fuese en el mejor momento. —soltó a Bakari, al instante en que observaba domo Zahil comenzaba a invocar o tratar de invocar el cumulo de magia del caos, para después emplearlo de alguna u otra manera.

 

Y justo después, un ter alumno llegó, ¿lo conocía? No, pero siempre se podía conocer a otra persona sin problema alguno. Esperando que el uzza no le pusiera otro reto, esperó con un poco de paciencia y alerta, ante cualquier movimiento extraño que surgiera de su alrededor.

[Sophie Elizabeth Granger]

Apenas dijo lo logre cuando la nube se esfumo, aquello no era un fracaso del todo, si había ya logrado conjurarla una vez lo podría hacer las veces que fuera necesario, la Granger no era de las que se rendían a la primera ni se mortificaban por un fallo, tenia una eternidad para perfeccionarse, el tiempo no era cosa que le preocupase, así que volvió a juntar las manos frente a ella y cerro los ojos de nuevo, malos pensamientos tenia hasta para repartir.

 

- no importa, lo intentare de nuevo - dijo con seguridad en la voz

 

A su mente invoco de nuevo las caras de sus victimas, la mayoría jóvenes que había atraído con su belleza, evoco imágenes de su sótano y como jugaba en ese lugar con ellos, cuantas veces les hizo creer que ya casi habían escapado solo para burlarse de ellos. Podía sentir la nube crecer frente a ella, pero esta vez no abriría los ojos hasta que la sintiese fuerte entre sus manos. Evoco su tiempo en la marca tenebrosa, donde aunque no recordaba caras o personas si recordaba lo que ella había hecho, vidas inocentes que había marcado en su andar con ese bando, como corrompió mentes jóvenes para que se uniesen a sus filas, como acuso a sus primos de ser débiles, como los decepciono en su momento aunque la mayoría de las cosas en las que estaba pensando ya habían quedado atrás, ahora necesitaba esos recuerdos, esos malos pensamientos para crear aquella nube que pedía el uzza.

 

- lo logre de nuevo - dijo mientras veía su nube que esta vez estaba mas firme que la anterior y que estaba segura que no se esfumaría a menos que ella así lo quisiera. Miro de nuevo al Uzza en espera de su veredicto que estaba segura seria mas alentador que el anterior