En el castillo..

[heberth portillo]

Mientras caminábamos en dirección a la torre de astronomía para visualizar otro punto diferente del castillo vimos a mi hermana kara, que se encontraba hablando con su compañera Zoella, pase junto a ellas y solo las salude, porque vi que estaban muy entretenidas.

 

-Hola Kara- le sonrei y segui caminando.

 

Mas adelante nos topamos con Tamarindo, que se encontraba concentrada en un pergamino, le toque el hombro y dio un salto que casi se le caen los lentes..

 

-Wow que pena tami no queria asustarte, solo queria saludarte- Le digo con pena por que estaba realmente concentrada en ese pergamino.

 

Mientras Tamarindo se arreglaba los lentes, yo le decía.

-Mira Tami te presento una tia, ella tambien es nueva y entro a Ravenclaw- Señalo a Dennis que aun se veia perdida en sus pensamientos.-Hey Dennis, te presento a una amiga Tamarindo- le sonrio para que vuelva en si y conozca a tami.

 

(@ @@Tamarindo @@Sley @Zoella)

[Dennis Delacour]

La verdad hoy he estado algo distraída mientras camino con Heberth por el castillo, pero no lo he podido evitar mi mente ha decidido deambular por recuerdos este día y mantenerme en el aire. *Camino mirando a algún punto sin verlo realmente* He visto que el saluda a alguien pero no se detiene en nuestro andar, luego se ha acercado a alguien pero la ha asustado a mas no dar, no puedo evitar sonreír un poco sin que ellos lo noten, entonces Heberth me informa:

Hey Dennis, te presento a una amiga Tamarindo-

Salgo de mis pensamientos y me presento, - Mucho gusto, soy Dennis Granger Delacour y es un gusto conocerte y pertenecer a Ravenclaw, espero podamos llevarnos bien, Heberth me dice que eres genial con las magdalenas y si es así quiero tu amistad *Sonrió mientras le doy un ligero abrazo de saludo*

Definitivamente hay mucha gente interesante por conocer en este lugar, no puedo esperar a ver con quien mas me voy a cruzar aquí. Seguimos conociendo el lugar y recuerdo que Heberth me dijo que su hermana Sley también estaba empezando a asistir a Hogwarts solo que había quedado en Gryffindor, entonces le pregunto. - Hey Heberth donde esta Sley, no la he visto en todo el día?

@@heberth portillo @@Tamarindo @Sley

[Arya Macnair]

― Biblioteca. Sección Prohibida

 

 

Había pedido a su compañera un breve lapso de tiempo para cambiarse y adecuar el atuendo al sitio donde irían. Resultaba importante que se mostrase seria pues no todos los días un Profesor pedía permiso para ingresar a la sección prohibida, porque sí, aun siendo miembro del claustro le tocaba pedir permiso a los Directivos antes de siquiera poner un pie en dicha zona. Para fortuna y tras un ―pésimo― cambio de mandato ahora respondía a su padre dentro de Hogwarts y no le costó demasiado obtener la firma, con tal de no oír su voz Pik accedía a lo que fuese que le pusiese en frente a veces sin prestarle atención; fue un poco más difícil con Athena, aunque la mujer aun en el fondo sentía cierto aprecio por Macnair, después de todo le hubo criado como a una hija desde que tan solo era un bebé, esas cosas no se olvidaban de la noche a la mañana.

 

Por ello se encontró con Juv unas dos horas más tarde, a la entrada del imponente castillo, tras haber abandonado juntas el Departamento de Inquisidores.

 

Reverenció a la bruja en silencio y sosteniéndolo dieron comienzo a su caminata, ambas conocían los terrenos a la perfección y les quedaba claro que sería demasiado breve pero aun así respetaron la tranquilidad de cada quien intercambiando de cada ciertos minutos una que otra mirada. Las recibió una puerta inmensa de doble hoja, tan gruesa como las paredes que protegían el ancestral castillo, éstas se abrieron antes de que algún nudillo llamase pues un grupo de quinto año se dirigía al invernadero para una posible clase de botánica con el Profesor Emmet, cosa que le recordó automáticamente el día en que Aries le propuso compromiso en plena clase compartida con Haughton, era cierto que el colegio aun albergaba magia para muchos.

 

Atravesaron los fríos pasillos que le devolvían el eco de sus pisadas hasta dejar atrás el gran salón y doblar en una esquina topándose con la enfermería y siguiendo hasta la zona más silenciosa y poco frecuentada de toda la estructura, la biblioteca. La nigromante había pasado gran parte de su estancia en Hogwarts antes de ser expulsada en aquel sitio por lo que el aroma a humedad mezclada con antigüedad y polvo le removió aun más emociones que ver brillar su anillo de compromiso en el dedo anular, aquel sitio le hubo protegido cuando no sabía siquiera quien era, amén de todos los problemas que llegaron después y por ello le tenía un inmenso aprecio y respeto.

 

Una mujer de baja estatura y regordeta silueta las recibió enarcando una ceja bajó un par de lentes hasta la mitad de la nariz para observar por encima de ellos al par de féminas que intentaban pasar con una nota firmada por los directores actuales. La mujer tomó la nota, la examinó con detenimiento y calló a Macnair la cantidad de veces que ésta trató de explicarle que ella era Profesora del colegio y debería al menos tener un voto de confianza por ello más no bastó, la nota pasó por comprobante mágico para corroborar que las firmas fuesen válidas y solo entonces tanto Juv como Arya recibieron un pase especial.

 

También hubo uno para Aaron, éste lo guardó la medimago en el bolsillo interno de su túnica de educadora y aguardó repiqueteando su pie izquierdo con claro nerviosismo al mago en cuestión.

 

―Nius.

 

Susurró pues allí no se podía gritar, resultaba crucial que el elfo personal de Black apareciese en escena para poner al tanto a su señor de la ubicación en donde se lo requería con urgencia. Luego miró a su compañera tratando de contener la ansiedad como si fuese a embotellarla.

 

@ @

 

 

 

J13

Editado 28 de Junio del 2018 por Arya Macnair

[Kahlan Blackthorn]

~ Biblioteca. Sección Prohibida

—Curioso lugar para una reunión—

 

Sus ojos iban de un lado a otro, analizando el terreno que estaba pisando. Una biblioteca era la pantalla perfecta, pero que buscaban los tres hechiceros dentro de un sitio que estaba reservado para estudiantes de Hogwarts. El sitio estaba atiborrado de libros de arriba abajo, destacándose los de tapas negras que le susurraba su contenido en códigos clave que solo ella era capaz de entender. Su grimorio estaba en calma, no vibraba o emitía calor alguno, quizás los cánticos estaban esperando el momento justo para ser usados por Malfoy.

 

El silencio que reinaba en ese sitio, si que comenzaba a sacarle un poco de quicio. Era una mujer de acción y tomarse las cosas con tanto sigilo y precaución era obra de su habilidad como vidente. Ahora tenía que ver y sentir todo, antes de poder actuar y dejar una huella imborrable con sus acciones. Entender, comprender y asimilar, además de descifrar cada una de las piezas que su ojo interno le fuera poniendo en su camino. Ahora el objetivo a conseguir era una piedra misteriosa, tal vez la misma le daba poder o maldecía al que era su protector. No le desagradaba que todas las plagas existentes en el mundo cayeran sobre Black, pero si estás por error afectaban a Macnair. Entonces si, Malfoy no se pensaría dos veces el poner a raya al ente o entes que estuvieran detrás de todo aquello.

 

Las brujas no intercambiaban palabras, salvo por algunas miradas que se lanzaban de cuando en cuando. Tenían que esperar por Aaron y por lo tozudo que solía ser, no dudaba que apareciera en el año 2054 para comenzar con todo aquello. Detestaba que se hiciera desear más de la cuenta, ni que se tratará de un rey o un ser procreado por un dios o algo similar a ello. Poniendo los ojos en blanco simplemente se limitó a esperar, detectando la ansiedad que brotaba por todos los poros de la piel de Arya. La bruja se notaba francamente inquieta y desencajada, esperaba que todo aquello fuera pasajero y la serenidad reinará en ella al ver entrar por esa puerta al Black Lestrange. Sino ella misma iría en su búsqueda y le traería a rastras de ser preciso, porque el postergar demasiado su aparición no haría más que complicar las cosas y teñirlas del color de una hormiga.

 

J15

@@Arya Macnair, @

[Dennis lestrange]

Me encontraba en mi sala común cuando decidi merodear por el castillo en busca de algo diferente, ya habia pasado algunos dias despues de una prueba que me había tocado enfrentar, anhelada con ser parte de los mortifagos, por que los sangre sucias nos han dejado mala fama con los muggle pensando que son iguales a nosotros cuando eso nunca es así.

 

Mientras vagaba por uno de los jardines puede ver como unos chicos se estaban reuniendo para practicar una clase de duelo, así que me sente a lo lejos para observar, su ataques eran simples tanto así que me aburri y preferí seguir mi camino, al terminar un pasillo me encontraba cerca del puente que daba a la cabaña del guardabosques y al bosque prohibido, mire a todos lados para ir en esa dirección.

[heberth portillo]

Paseando por el castillo después de hacer una visita a mi antigua casa, la mejor de todas Ravenclaw pude recordar cómo eran mis tiempos de estudiante, los pasillos me traen grandes recuerdos de todo lo que había vivido mientras mi estancia en hogwarts, el ver a los estudiantes que se encontraban en uno que otro pasillo era algo muy grato.

 

Pude ver como un grupo de estudiantes trataba de practicar duelo, eso era algo que realmente uno hacía mientras esperaba poder sacar una buena nota en esa materia ya que los duelos en la clase eran algo muy inesperado y todo era sorpresivo dependiendo del oponente que a uno le tocará; seguí caminando pude ver como otros practicaban otro tipo de encantamientos y hechizos, se veía potencial en los estudiantes.

 

En uno de los pasillo pude divisar a dos chicas y un chico que eran muy similares, todos en dirección a una de sus clases, esto me recordo a mi tia @@Dennis Delacour y a mi hermana @Wendolly Maxwell con las cuales siempre estaba para todos lados, los tres aparte de ser familia éramos grandes compañeros de clase y habíamos vivido varias aventuras juntos.

 

Al llegar al puente que daba a la cabaña del guarda bosque pude divisar a una joven estudiante que por el color de su uniforme que era de tomos verdes concluí que era de Slytherin, la cual se estaba adentrando a el bosque prohibido, principalmente pense que era para una de las clases pero al verla sola, algo me dio mala espina y decidí seguirla con gran sigilo.

[Arya Macnair]

―Nunca creí que Black jugase con una cosa así

 

Estaba por demás molesta, ambas féminas llevaban cerca de quince minutos aguardando al mago que por poco se muere de angustia en sus manos al no saber qué sucedía en su interior y aun no se presentaba. Quería creer que quizás las explicaciones volcadas a Jessie por ser su medio hermana le hubiesen demorado pero Macnair no era una persona que soliese mentirse seguido; una total falta de respeto siendo uno de los primeros días de trabajo de Juv. Impaciente giró sobre sus talones sin hacer el más mínimo de los ruidos, tan solo su ropaje de educadora susurró al deslizar las piernas rumbo al sector prohibido, y miró a su compañera por el rabillo del ojo esperando que ésta le siguiera.

 

Varita en mano se paseó entre inmensos estantes repletos de libros antiguos, allí no existiría siquiera una edición con menos de doscientos años. Tomos que quizás pesarían por demás pero nada que aun le llamase demasiado la atención pues lo que verdaderamente buscaba tenía que ver con magia primitiva, con encantamientos de protección oscura, magia negra como la que ni siquiera los Mortífagos manipulaban al día de la fecha. Agradecía estar con la rubia pues no solo le inspiraba confianza sino parecían desenvolverse de lo más bien en campo, desde que habían arribado no hubieron cruzado palabra y sin embargo dos pares de ojos se daban a la faena.

 

―Debe tratarse sobre protección con magia negra porque jamás vi tamaño poder, avísame si encuentras algo.

 

Con la yema de los dedos acariciaba los lomos donde rezaban nombres de escritores y títulos que no había oído jamás, o al menos la mayoría de ellos, buscando en cambio algo distinto. La historia de la familia Black, la parte que nadie sabía, la que portaba cada nombre, gota de sangre derramada y oficio; entre los ancestros de Aaron se encontraba uno de los guardianes de la roca con inmenso poder con éste debía dar. Pronto sus orbes esmeralda se detuvieron en algo que la desencajó, con el vello de los brazos erizado y el corazón ligeramente detenido se aferró a los bordes de un fino libro de tapa color borgoña y lo deslizó hasta sacarlo completo del estante.

 

Las letras de la portada estaban algo borrosas, las hojas tenían los bordes cortados y el papel era peor que amarillo, la celulosa comenzaba a tornarse negruzca y por ello se dificultaba el leer lo que decían sus páginas más la pelirroja decidió guardarlo dado que acababa de encontrar en la biblioteca de Hogwarts los inicios del cónclave para el que trabajaba, algo que pocos sabrían seguramente. Volvió con Juv segundos después alzándose de hombros sin nada más relevante para decir.

 

@

 

J1

[Kahlan Blackthorn]

―Detestó que me hagan esperar más de la cuenta―poniendo los ojos en blanco, no le quedaba de otra que iniciar la búsqueda junto a su jefa. Así demostraba el poco interés Black en lo que le estaba pasando, ¿Por qué el par de féminas tendrían que salvarle el pellejo costará lo que costará?. No acaba de entender ese método a emplear, sacarlo de las fauces del lobo y esté como si nada, se mantenía lejos del sitio donde se había pactado la reunión con bastante antelación. Su cuerpo se tensó como si se tratará de una tabla de surf, rígido como un metal que no cedería por nada al verse sometido al calor de un soplete o a una pira dispuesta a volverlo liquido.

―Iré por este lado, no dudes que te avisaré, si pillo algo que no sea de ayuda o al menos no ilumine un poco ante el tema que estamos tratando―frotando sus manos avanzó con cuidado por un angosto pasillo. Posiblemente dentro de ese estaban los libros que eran sólo permitidos para la lectura de profesores conocedores de dichos temas. Entrecerrando sus ojos percibió un aroma nauseabundo que le golpeo con violencia las fosas nasales, causando que se doblará de forma irremediable. ¿Qué cara...?, aquella expresión se vio acallada por un fuerte malestar que le aquejo de un momento a otro. Ella no tenia la misma marca que Aaron, porque se veía atacada de ese modo y que buscaban con provocar se daño en su persona.

Algo no estaba del todo claro en ese asunto, si el dañado era una persona que no estaba presente. Quizás Arya y Juv eran los nuevos blancos, vaya forma de darle un vuelco dramático a todo aquello. Sus orbes lapislázuli destellaron con rabia que no pudo ser contenida, no sería sometida a un juego tan desventajoso para ella y Macnair, ya se encargaría de equiparar las cargas y poner las cosas al mismo nivel. Irguiéndose con un movimiento altanero, decidió continuar con la búsqueda de algún libro que relatará de forma breve o detallada, la forma más eficaz de defenderse sin salir más lastimado por la magia negra de carácter antiguo o milenario. Asomándose en sus labios una sonrisa que era poco común en ella, de esas que causaban temor al que podía verla plasmada en sus delicados labios.

Alargando la mano tomo el libro de tapas color vino, destacándose en la tapa un grabado que le resultaba vagamente familiar. No era una runa antigua, pero quizás tendría conexión con ese tipo de magia y ella era una experta en el tema, no por nada se pasaba la mayor parte del tiempo leyendo libros respecto a dicho tema. Además de contar con la antigüedad de haber dado clases de conocimientos dentro del Ateneo, aquello era pan comido para la Holandesa. Aferrando el libro con ambas manos, evitaba de ese modo que fuera a parar al suelo, ahora le tocaba ir en busca de la pelirroja y contarle de su increíble hallazgo. Caminando por el mismo pasillo, ya no detectó aquel aroma pestilente que le quemará momentos antes su respiración, ahora se sentía mucho mejor y lo agradecía sobremanera.

Deslizando la punta de su varita por el tatuaje que tenía en su antebrazo, deseaba que Arya respondiera al llamado sin hacer demasiado aspaviento. No deseaba que les descubrieran como miembros de la Marca Tenebrosa, justamente por eso su accionar había sido discreto y sin captar la atención de algún curioso que pudiera estar rondando cerca de la ubicación de la rubia Malfoy.

 

@@Arya Macnair

 

Jul-3

Editado 14 de Julio del 2018 por Juv Malfoy Croft

[Arya Macnair]

Le tomó menos de lo esperado encontrar a la rubia. Casi al vislumbrar su melena dorada entre la escasa luz que se colaba en la sección prohibida sintió un curioso escozor en su antebrazo izquierdo que le hizo detenerse, mirar hacia ambos lados, y retomar su andar pausado en dirección a la mujer que posiblemente al estar de espaldas no le había visto. Volvió a alzarse de hombros como si ésta le estuviese viendo y alargó una mano silenciosa para anclar en su hombro derecho y girar su anatomía con respeto, casi ladeándolo para poder divisar su atractivo rostro, nadie podía negar que Malfoy era una mujer muy atractiva; le sonrió de lado y soltó el aferre relamiendo sus labios resecos por estar callada durante un largo rato y carraspeó.

 

―No he encontrado nada relevante pero me siento un poco extraña, creo que sería mejor que nos vayamos.

 

Había una extraña vibración en el suelo que aparentemente solo ella sentía en la planta de los pies, tragó en seco alzando una ceja pues la expresión casi triunfal de su compañera le hacía dudar sobre la decisión que acababa de zanjar y colocó los brazos en jarra con elegancia depositando todo el peso de su cuerpo en la pierna izquierda contorneando sus caderas. Bajó la vista desde el cuello de blonda hasta sus manos y allí descubrió un libro color tinto, rápidamente regresó su andar visual para ejercer dicho contacto con la poseedora del tomo e intentando contener sus ansias preguntó ―¿Encontraste algo?

 

Resultaba tonto y absurdo, era evidente que tenía algo, no creía que hubiese tomado un libro para matar el aburrimiento y así esperar a Aaron por lo que su cuestionamiento seguramente fue motivo de una ceja alzada cosa que hizo sonreír tontamente a la pelirroja. Luego sí sería mejor retirarse a un sitio seguro, quizás la sala común de Profesores que normalmente se encontraba vacía en horario de clase o resguardarse con más neutralidad, la Fortaleza.

 

@

 

J5

[Kahlan Blackthorn]

―Si, creo que he dado con algo que nos puede obsequiar un poco de luz ante tanta oscuridad―bromeó notando una ligera expresión de desaprobación por parte de Arya. Su marca tenebrosa, no dejaba de arder y quemar su piel insistentemente. Esperaba que ninguno de sus compañeros, estuviera metido en algún predicamento o se la estuvieran pasando de lo mejor destruyendo alguna mansión fenixiana―Apoyo la moción, no me siento para nada cómoda dentro de este sitio―sintiendo como su cabeza se volcaba en un mundo alterno, tal vez estaba siendo afectada por el contacto con aquel tomo o la sugestión comenzaba apoderarse de cada uno de sus sentidos. Le enfadaba sentirse sometida por fuerzas externas a las suyas, no por nada necesitaba y deseaba aprender nuevas habilidades como la Legilimancia y la Oclumancia. De ese modo, ya nada se colaría en sus pensamientos, aunque no era mala idea de cuando en cuando, dejar salir una que otra perversión.

Estar acompañada de personas igual de atractivas a ella, pocas veces le pasaba desapercibido. Jamás sintió atracción por personas de su mismo mismo sexo, pero no negar que a Arya era una mujer sumamente atractiva, si que seria un enorme error por parte de la rubia Malfoy. Los ojos de la vampira miraban de cuando en cuando a su jefa, no con la idea lasciva de que pasará nada fuera de lo normal, pero convivir tanto tiempo con una persona sin lugar a dudas fortalece los lados y en esa ocasión aquel pequeño detalle, no paso desapercibido para la Animaga.

―Vayamos a donde nadie nos interrumpa, dudó mucho que Aaron aparezca a estás alturas―entregando el libro a Macnair, deseaba que ambas dieran con una clave que les indicará el camino a seguir de una buena vez y por todas. Intentando hilar con calma todo lo que había relatado el mortifago dentro de su oficina, la visita a ese sitio que le causó severos daños mentales, aunados a los que ya padecía desde que la germana, le conociera hacia varios años atrás. Lastimosamente el se empeñaba en creer que el daño causado se debía a la dura enseñanza a la cual fue sometido por la Vidente, pero que esperaba una casa llena de lujos y ningún pesar, si algo destacaba en Malfoy era la forma en que adiestraba a sus pupilos en el manejo de las artes oscuras.

 

@@Arya Macnair

 

JUl-06