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El Dragón Verde (MM B: 108933)


Helike R V PB
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Fue en un instante, tanto que me pilló desprevenido, pero salió corriendo directa al cuarto de baño. Preocupado, me quedé mirando a la puerta, y no había demasiado listo para saber que estaba vomitando. Demonios...si que debía estar incubando algo. O a lo mejor era a causa del estrés por la boda, los nervios. Cada uno reaccionaba de forma diferente a una presión asi, pero debía reconocer qeu nunca la había visto asi.

 

de todas formas, olí la camiseta qeu llevaba, y aunqeu muy leve, si que olía a colonia. Como recordaba lo qeu había dicho al abrazarla, usé la varita para eliminar cualquier rastro de aquel olor qeu siguiera molestándole.

 

La vi regresar momentos después, tremendamente pálida, asi qeu me senté de lado, con una de las piernas sobre el sofá, de manera qeu ella pudo acomodarse, casi acurrucarse entre mis piernas, apoyando la cabeza en mi hombro, encogida. La miré, sonriendo ligeramente, mientras que una de mis manos se quedaba sobre su pierna, y la otra, la deslicé bajo la camiseta, acariciándole la espalda en un intento por relajarla.

 

Oirla hablar, incluso entenderlo y enfadarse por loq eu le contaba... en lugar de asustarle, le quitó importancia, al tiempo qeu llamaba a su elfo para pedirle...fresas? Demonios, si que estaba rara...reí levemente y le robé una fresa

- Si que estás rara... - me metí con ella.

 

- No se que apellido es. No me lo ha dicho...pero le da pánico hablar de ello. - le dije. - Me preocupa porque cuando volvieron a dar con Sagitas, casada con Jack y embarazada, intentaron matarla. Usaron a Jack... fue por culpa de esa gente que Jack la traicionara, todos la dieron por muerta, como me dieron por muerto a mi, y no nos reencontramos hasta que llegué a Ottery. - suspiré. - Solo quiero qeu lo sepas. Si dieran con nosotros podría ponerte en peligro a ti también....no quieren más descendencia de la rama familiar de Sagitas. Aunque no se ni si saben que aun vivimos.

 

La besé, largo. No quería soltarla. Tenía ganas de seguir alli, tranquilos, sin más órdenes qeu las que pudiera darle a los elfos.

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- tonto - le dije con cierto cariño en la voz mientras iba comiendo fresas. Si es que, ¡estaban riquísimas! - estarían mejor con nata pero -le dije guiñándole un ojo con cierta picaresca. Seguro que cogía la indirecta... Sí, también en ese aspecto estaba más cariñosa de lo normal (xD)

 

- es comprensible - ¿yo, siendo tan amble con Sagitas? Sí que estaba rara, sí- a ver, si a mí me pasara algo parecido. No sé, la verdad es que no me gustaría estar en su pellejo. El estar siempre mirando por encima del hombro, esperando un ataque - suspiré y di otro sorbo de manzanilla- así que es normal que no le guste hablar de esos temas... Pero se supone que la mansión tiene protecciones, ¿no?

 

Aunque el comentario de la traición de Jack me dejó patidifusa...

 

- no debe ser agradable descubrir que tu pareja te haya traicionado aunque fuese para protegerla - me sorprendía ese dato, muchísimo- aunque si para protegeros de cualquier mal, también os traicionaría... No sé, es un dilema la verdad.

 

- va -hice aspavientos con la mano, nuevamente - soy vampira. Si no conocen mis debilidades no podrán hacerme daño -¿un poco soberbia? Seguramente. Pero había vivido tantos años, bueno "vivido" que estaba segura de inmortalidad. Aunque no dejaba de pensar en los síntomas que poseía en esos momentos... o días atrás.

 

- Mira que es raro, trabajando en una clínica. Pero creo que debería hacerme un chequeo. No es ni medio normal éstos síntomas - me quejé frotándome la barriga. Aunque, una idea se me pasó por la cabeza- ¿no me habrás dejado embarazada, no? - me reí por la ocurrencia. Aunque era poco probable, en el mundo mágico se podían dar cosas increíbles.

 

@@Matt Blackner

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- En realidad no la traicionó de forma consciente. - aclaré, en lo referente a Jack. - Esa...rama familiar, contrató a una demonio para matar a Sagitas y acabar con el niño - conmigo, debería haber dicho. - Jack la dejó en un lugar qeu creía a salvo para poder darle caza, pero en el proceso, utilizaron lo qeu sentía por la misma Sagitas para engañarle y hacer que vendiera su alma y la traicionase. - en el fondo, su historia era un tanto triste.

 

Alcé las cejas, divertido mientras ella afirmaba que, si nadie conocía sus debilidades, no iban a poder derrotarla. Parecía encontrarse un poco mejor al menos.

- No olvides que yo también estoy. Si alguien intenta hacerte daño, le arrancaré la cabeza con las manos. - afirmé.

 

- Mira que es raro. Soy el hijo de quien dirige la clínica, y ni loco me acerco a una. - bromeé, ya que decía que debía hacerse un chequeo. Al parecer, aquel malestar lo sentía de antes, no solo en ese momento. Al final, acabamos echándonos a reir ante su afirmación. Dejarla embarazada...menuda ocurrencia!

 

Para cuando dejamos de reir, la miraba, aun con lágrimas en los ojos a causa de la risa.

- Vamos...es normal. Son los nervios. Es la presión...Nos casamos dentro de nada....que, una semana o algo asi? Seguro qeu solo son nervios, ansiedad y estrés...yo no pego casi ojo, y también como a horas extrañas, y otras veces soy incapaz de comer... suspiré. - Se te pasará con la boda, ya verás. Seguro qeu no es nada

 

Una vez más la besé. Era ciertamente tierno tenerla de aquella manera. Pero entre besos, me levanté, haciendo un gesto para qeu no se moviera, qeu me esperase en el sofá. Caminé hacia la barra, y sin preguntar, me colé en la parte de atrás de la barra, hacia la zona donde guardaban los elfos las bebidas y la comida qeu servían.

 

Para cuando regresé con @, lo que sostenía en las manos era un bote de nata y una sonrisa pícara.

- Creo qeu querías algo asi - dije.

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Después del beso intenso, me quedé sopesando todo lo dicho por Matt. Había intuído algo en la historia. Mencionó a un niño y aunque mi tía había tenido dos, deduje que era Matt. Era más viejo y tenía en consonancia con la historia recién contada. Terminé la manzanilla y mandé al elfo que me trajera otra. El estar caliente, me sentaba genial y asentaba el estómago.

 

Me hizo gracia que no oliera a colonia. Seguro que había hecho algún tipo de encantamiento para eliminar cualquier rastro, cosa que agradecí en esos momentos que estaba abrazada a él. Pero me sorprendió su actitud al verlo levantarse de nuevo con algo de misterio. Enarqué una ceja, para ver qué era lo que pretendía. Al ver lo que traía, no pude evitar estallar en carcajadas...

 

- Vaya, sí que me consientes sí - me limpié las lágrimas a causa de la risa que me había producido - aish, de verdad... huum - probé una untada con nata- qué ricas, toma - le di a probar y esperaba su opinión aunque claro, seguro que le gustaban.

 

- pero bueno, yo también trabajo en la clínica y sinceramente también me pasaría lo que tú. Pero es un sueldo extra que viene bastante bien la verdad... y bueno, siendo jefa de enfermeras no está demás hacerse un chequeo... Ya sabes que a veces, hay virus mágicos que, por mucho que se asee uno, pueden pegarse como si fueran tiritas y son difíciles de sacar... Me conformo con que se haga una analítica y una ecografía...

 

Y sopesando la información anterior...

 

- ¿Tan seguro estás de que, realmente corremos peligro? No sé, Sagitas es muy suya, pero sé que te quiere y no atentaría a tu vida. Aunque en el tiempo que estuve en Italia, no recibí ningún informe sobre los enemigos que tenemos -comí otra fresa untada con nata- puede que estén más calmados o que estén haciendo otros negocios. No sé, ellos saben que los del Consejo Vulturi son muy poderosos y no intentarían atacar de nuevo... Vale, lo hicieron una vez, ¿recuerdas? - esperaba que sí. Había ido a Italia y había sido secuestrada. Después de varios intentos, al final, habíamos conseguido salir - pero va, que no... No creo que ellos ataquen de nuevo, en tal caso, la otra familia de Sagitas - susurré ahora. Aunque a decir verdad, me daban ciertos escalofríos, ¿quién serían esos magos oscuros? La verdad, es que me producía muchísima curiosidad.

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Dejé escapar un ligero gruñido, moviendo la cabeza para acomodarme. Con un suspiro, me estiracé y giré, quedando bocarriba. Miré el techo unos segundos hasta que me di cuenta de que seguía en el dragón verde. Estaba tumbado en el suelo, sobre lo qeu parecía una sábana. Al mirar, me di cuenta de que la chimenea tenía cenizas y algún qeu otro rescoldo, aunqeu la sala aun estaba caldeada.

 

Me pasé una mano por la cara, frotándome los ojos. La sala estaba en penumbra, pero aun eran visibles el vaso de manzanilla a medias, el vaso y la botella de whisky de fuego, además del plato con fresas y el bote de nata, que había rodado por el suelo.

 

Volví a tumbarme de lado, encontrándome con el cuerpo desnudo de @, cubierto con una fina sábana. Observé como el pelo le caía por la espalda y sonreí, recordando lo que había pasado. Alli, a oscuras, en silencio, se estaba demasiado bien. No quería irme, volver al trabajo, a las obligaciones...a planear la boda.

 

Asi qeu en lugar de pensar en levantarme, me incline sobre ella, la rodeé con los brazos, y la besé en el hombro.

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Off. casi se me olvida pasarme por aquí jajaja ¡lo siento!

 

On:

 

Hacía rato que no dormía (siglos, en realidad) pero estaba tan agusto que tampoco quería levantarme. Por suerte, había mandado a los elfos que cerraran el local antes de que pasara lo que pasara y los había despachado para que fueran a la Potter Black. Tenía la cabeza apoyada encima de las manos y sentí unas cosquillas...

 

Me giré y sonreí.

 

- Hola - le di un suave beso- después dirás que no me has dejado embarazada, después de ésto - me reí por lo bajo y ahora que ya me encontraba algo mejor, decidí que, por las dudas tomar cerveza de mantequilla. Con varios 'accios' y con algo de pesadez por mi parte, por lo cansada que estaba, conseguí recogerlos sin que se me cayeran al suelo, cómo así la botella. Nos serví un poco y le di otro beso...

 

- Hay que pensar en los anillos, ¿tienes alguna idea? - le dije con cariño - yo pensaba que nos los hicieran los altos elfos. Son muy buenos orfebres. O incluso bien podía pedírselo a uno de mis elfos que en eses temas son bastante artistas, la verdad - bebí un poco y sentí como me calentaba por dentro. La chimenea rugía cómo si llevara tiempo encendida (casi así era).

 

- O encargarlos a unas tiendas en París que yo conozco, pero nos saldrían el doble de caro... Tampoco hay que excederse mucho y mis elfos podían custodiar esas joyas, ¿te parece bien? - rodeé mi torso desnudo con la sábana, no es que tuviera vergüenza pero, si de casualidad entraba alguien, al menos, tener algo de ropa encima.

 

@@Matt Blackner

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Me eché a reir, alzando las cejas.

- Demonios, ni que te hubieras negado a... esto - me burlé de @. - Además, entonces si que sería culpa mia que últimamente te encuentres mal, no? - bromeé, metiéndome con ella.

 

Aun asi seguía dudándolo, pero viendo qeu se encontraba mejor y de buen humor, me quedaba más tranquilo. Si, seguro que no era nada, seguro que todo el malestar se debía a los nervios por la boda, tanto preparativo, tanta ansiedad, tanto...todo. Me senté en el suelo, con la espalda apoyada en el sofá, aun en el suelo, y alargué la mano para tomar el vaso de cerveza de mantequilla que me tendía.

 

Di un largo trago, escuchando sus preguntas, mientras la chimenea volvía a cobrar fuerza.

- Yo también creo qeu los altos elfos podrían hacernos algo, me pondré en contacto con ellos - le dije, mientras daba un trago a la cerveza y la veía rodear su figura con una sábana, lo que me hizo mirarla fijamente y morderme el labio. - aunque por mi, puedes ir asi vestida a la boda...[/i] - bromeé.

 

- Quieres algo de comer? - pregunté, mientras me ponía de pie, vestido ahora únicamente con ropa interior. Di otro trago a la cerveza y alargué la mano para ayudarla. - Por cierto, tienes ya vestido? Se que mi madre dice qeu no puedo verlo ni saber nada de él, pero...supongoq eu no tiene nada malo preguntar.

Editado por Matt Blackner

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- ¿negarme, yo? - le dije con una sonrisa burlona - eso nunca jejeje

 

- ¿Culpa tuya? para nada querido... yo también he colaborado - le comenté, guiñándole un ojo... vi como se sentaba en el suelo, lo rodeé por detrás y lo atraje, mientras bebía le daba un beso en la sien - si es que, tengo un prometido que no me lo merezco, mejor dicho, como diría tu madre, que tiene buenos contactos - me empecé a reír un poco-.

 

- hum, tu madre se escandalizaría y me echaría encima a los dragones, no, mejor no tentar a la suerte... créeme que salí bien librada cuando le dije que era mortífaga y le enseñé el trasero... mira, aún es hoy día que me río cada vez que lo pienso - estallé en carcajadas - lo raro es que no me hubiese lanzado un hechizo. No me extraña, quedó impresionada jajaja

 

- lo de ésto - le señalé la sábana- mejor en privado - sonreí maliciosamente...

 

- mira lo que hay en la nevera. No he mirado lo que hay y debería de enviar lechuzas a los proveedores. Por el momento hoy ésto está cerrado... así que, por un día no pasa nada - asentí con la cabeza- no sé si hay algo de pasta... pero puedes ir preparando algo rápido si quieres, creo que hay queso y jamón... podríamos ir picando antes de comer...

 

- ¡Por supuesto! - asentí con la cabeza a su pregunta- bueno, verlo no, pero ya sabes mi ascendencia, es de corte romano... y hasta ahí puedo añadir - alcé un dedo índice con un gesto gracioso. Ahora que me encontraba mejor, crucé mis piernas mientras lo veía que iba hasta la cocina. Saqué un cigarro de la pitillera y lo encendí con la varita. Por suerte la chimenea estaba encendida y al menos se estaba calentito...

 

- ¿Sabes Matt? ¡Tengo ideas para un nuevo negocio! - le dije, alzando la voz, esperando que se hubiese enterado...

 

off: ¡Matt! Gracias mil por los posteos, ya hemos llegado a los diez, pero por mí, si quieres seguir, no tengo inconvenientes *-* después me paso por los tuyos y hacemos los roles y eso que hablamos ^^

 

@@Matt Blackner

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Traté de imaginar como sería el vestido...pero si era honesto, era bastante malo para la moda en si, de forma que no lograba encajar a que tipo de vestido se refería @ con esa referencia. Aun asi, tampoco iba a reconocerlo.

 

Comencé a abrir cajones, en busca de algo de comer. Efectivamente, había algo de queso, frutos secos que suponía, servía como aperitivo cuando alguien pedía una bebida, además de carne, tomate, y pasta. Con eso sería suficiente.

 

Asi qeu mientras el agua se calentaba, volví a la zona de la chimenea donde aun seguía Helike, sentada donde la había dejado, encendiendo un cigarrillo. Tomé la jarra de cerveza, di un trago y sonreí.

- Vaya....sería genial saber que clase de negocio estás planeando...pero desgraciadamente, desde aquí no te escucho. - mentira, claro que la oía. Mi oido era lo bastante fino.

 

Sin darle tiempo a reaccionar, la cargué en brazos, sábana y todo, y me la llevé hacia la parte delantera. El negocio permanecería cerrado, asi qeu no habría peligro de que nadie entrase. Había dejado la puerta de la barra abierta, de forma que pasé al otro lado y coloqué alli a la vampiro, sentada sobre la barra.

 

Apoyé ambas manos en la encimera, a ambos lados de ella, y la miré mordiéndome el labio.

- Si...creo qeu prefiero este atuendo tuyo para ocasiones más...privadas. - dije, antes de besarla.

 

Había dejado el queso sobre la barra, en una zona cercana a ella. Acabé separándome de ella, porque sentí que el agua comenzaba a borbotear.

- Dime, de qeu negocio se trata? - pregunté, mientras me dirigía hacia los fuegos.

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  • 2 meses más tarde...

- sí, porque cualquiera que nos vea - puse mis dos manos en sus mofletes, lo atraje hacia a mí y le di un beso bastante intenso, al terminar - hum,qué rico...

 

- Ideas, muchas, que sean buenas y atraigan clientes eso es ya otro cantar - comenté, riéndome - y bueno, éste por el momento y el Laduré de momento no están de capa caída, eso sí... el Dolce y Café tuve que cerrarlo por las pérdidas que tenía. Parece que a los de Londres no les gusta lo italiano -dije, riéndome.

 

***

 

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había visto a mi chico. Aún sonreía de todo lo que había pasado en el Dragón. Me había aparecido dentro del local y los tres elfos que tenía contratados, estaban ultimando todos los detalles para abrirlo de nuevo. El lugar en dónde estaba el negocio, cerca de un cruce de caminos. En dónde los muggles veían meras ruínas; los magos veían un negocio bastante completo... Quizá hasta lo ampliase con un par de túmulos más con algunas habitaciones. Algo que ya vería más adelante...

 

Ahora estábamos en el mes de octubre y mientras los elfos se iban afanando en sus tareas, me había servido una pinta de cerveza y colocándome detrás de la barra, iba completamente informal, con camiseta, tejanos y botas de piel de dragón. Encendí un cigarrillo con la varita y mientras dejaba ésta encima de la barra pensaba en una idea que se me había ocurrido... Quizás, montar una fiesta pre-Halloween. Esperaba que, al menos la gente del pueblo viniese para un día de esparcimiento, además de anotar al local en los eventos que promocionase el Ministerio... Podría hablar con @@Matt Blackner para que me vendiera todo lo referente a las decoraciones, aunque, no sabía si en sus locales surtía de algo parecido y, sinceramente, no me apetecía tener que llamar a otros proveedores...

 

Y seguro que a los niños les encantaba la temática, incluso, podía asar castañas y ofrecer otro tipo de bebidas acorde con lo que estaba planeando...

 

- señora - una voz fina de Isil, llegó a mis oídos y a pesar de estar medio ausente, pensativa, le hice caso -falta mucha cerveza, si usted tiene a bien darme permiso, llamaré a los proveedores para que nos surtan más -asentí con la cabeza, distraída... Con un movimiento de mi varita hice que pluma, tinta y pergamino llegasen volando del pequeño despacho que disponía el local... Necesitaría anotar las ideas mientras se me iban ocurriendo...Porque después, seguro que me olvidaría.

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