El Dragón Verde (MM B: 108933)

[Maida Black Yaxley]

¿interesante? Podía discrepar por horas sobre aquello, últimamente la oficina estaba calmada, demasiado. Incluso para ella. La mesera volvió a aparecer para retirarle los servicios a Callum y lo escuchó con más tranquilidad una vez que se quedaron solos, ¿devolverle el gesto? ¿otra cena? Maida no pudo evitar clavar sus zafiros en la mirada del muchacho, aquello no era una cita, ¿o si? Sacudió la cabeza como si la preguntar hubiera sido realmente formulada y se río lo más discreta que pudo. ¡Qué poco sabía ella de estas cosas!

 

Carraspeó antes de detener la risa y le dedicó un gesto amable.

 

— ¡Claro que podemos volver a salir! Ottery es inmenso y si no tienes algún conocido te vas a sentir fuera del agua en cuestión de días —resopló haciendo un gesto con la cara—, además, me vendría bien un nuevo conocido. Ya sabes, por si se aparece otro mendigo.

 

Sacudió la melena para disipar el recuerdo del viejo ese, y aprovechó para apoyarse por completo en el respaldar.

 

— Mira, Callum Askar Rambaldi —dijo usando todo su nombre—, no me he arrepentido de venir hoy, aunque haya sido un movimiento extraño de mi parte, de hecho —y sacó de los bolsillos un pedazo de pergamino y su pluma a vuelapluma, que escribió pronto—, en la residencia Black encontrarás a mi elfo, él siempre sabrá como encontrarme, así que cuando desees devolverme el gesto, sabes a quién acudir.

 

Le extendió el pedazo de pergamino.

 

— ¿Nos vamos? Hay unos jardines hermosos cerca de aquí, creo que si nos apuramos podemos ir antes de que cierren —sugirió sonriéndole.

 

@

[Helike R V PB]

Me quedé sopesando todas las palabras que había dicho mi pareja @@Matt Blackner no me lo esperaba. Para nada. Aceptaba que fuese mortífaga sólo porque, hum, ¿me quería realmente cómo decía? Lo miraba, sin saber qué decir. Hacía tanto tiempo que no escuchaba esa palabra que, hasta mi corazón congelado, pareció bombear de nuevo, rellenándolo de sangre. Lo miré y no pude evitar emocionarme. Hasta parecía que me temblaban algo las manos. Sonreí, un poco tímida...

 

Al menos, estaba segura de que los encantamientos producidos por el pelirrojo nos protegían tanto de miradas, como de oídos indiscretos, aunque sabía que en el local había gente y, ésta, era atendida gracias a mis elfos. Menos mal. No quería abandonar esa conversación por nada del mundo. Aunque también entendía que no los apoyara. Sonreí. No iba a hacer una disercción dialéctica de porqué eran mejoro peor que los de la Orden.

 

- Supongo que tienes razón. Pero no he visto otra forma de hacerlo -susurré, elevándome los hombros. Quedé un segundo, pensativa, vagando por mis recuerdos, unos lejanos y otros cercanos - además, así puedo potenciar mi poder con la magia oscura -volví a murmurar. Me daba un poco de vergüenza decírselo, pero ya que éramos sinceros... Quería que conociera toda la parte que ocultaba y él, era el más indicado para ello. Sabía que si metía a su madre, habría más que palabras, él era más sensato. Me lo había demostrado.

 

Me armé de valor y ahora lo miré a los ojos, sonriéndole. Eso era algo que la verdad me daba cierto pavor. Pero sabía que el pelirrojo quizás esperase una respuesta por mi parte. Cerré los ojos durante un momento y luego los abrí. Tragué saliva y sabiendo que me costaba un mundo decir esas palabras cogí el vaso de cerveza, bebí un poco para calmar ese nerviosismo repentino y después de dejar la jarra de cerveza encima de la mesa, también le contesté.

 

- Yo también te quiero - sonreí - tienes razón en muchas cosas por eso, también quiero que veas otras que tengo en mi cabeza -le dije, señalándome con el dedo índice - ¿estás dispuesto a ver todo lo que guardo dentro de mí? Puede que quizás cambies de idea - contesté con un poco de tristeza - no siempre fui la que soy ahora. Tuve mis momentos... Momentos de maldad, supongo que por mi estado vampírico -nuevamene, elevé los hombros.

 

- creo que en el despacho tengo un pensadero. Yo también pertenecí a la Orden -le confesé - creo que en esos momentos muchos de la familia estábamos dentro... Aunque hay algo que me hace desconfiar de tu madre. NO me lo ha dicho, pero me da la impresión de que anda con cierta gentuza - bufé- que no es muy recomendable y luego, habla de mí -negué con la cabeza- pero no, no quiero hablar de lo que es mejor o peor... ¿Estás dispuesto, a tomar mi mano y verme tal y cómo soy? -le pregunté de nuevo - quiero que estés seguro de que no me repudiarás después de ver lo que quiero enseñarte...

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame acababa de llegar a aquel sitio ya que por medio de la familia le habían contado que una de sus queridas sabrosas DIGO sobrinas, estaba de regente y la mujer en verdad ardía en curiosidad por saber que tipo de sitios había creado esta.

Después de todo, los vampiros siempre habían sido de gustos excéntricos para todas las cosas.

Por lo tanto no le sorprendió ver la ubicación que en cierta forma le trajo un golpe de nostalgia al hacerle recordar su antiguo castillo en Rumania, tan solo por la elevación y los pastos verdes; sus párpados descendieron un poco de tener aquellos pensamientos para luego seguir andando hasta poder ingresar al interior.

Debía decirlo, era agradable poder estar en un lugar como aquel donde no se sentía como una extraña y al mismo tiempo, le hizo sonreír al pensar en su propia taberna.

-Hola! -llamó para saludar

Sus ganas se dividieron ya que al ver la barra inmediatamente el impulso la quiso llevar a acudir a aquel sitio pero en lugar de eso se aferró a su eterna capa de viaje y comenzó a caminar para ver la decoración, sonriendo al encontrarse con el escudo del colegio de Magia aunque de inmediato su sonrisa dió un tirón al ver el estandarte de Gryffindor

Lástima de ello

[Helike R V PB]

Llevaba no sabía cuánto tiempo en el despacho, revisando números, facturas y demás. Ya me tenía más que harta. Y por supuesto, no sabía cuántos cigarros había fumado durante ese tiempo. Me fijé en la pitillera de plata. Por suerte, ésta se rellenaba con el paso del tiempo. Suspiré. Necesitaba despejarme un poco y quizás tomando una buena jarra fría de cerveza, se me pasaría la modorra al beber un poco de alcohol. Ajusté mi cazadora y puse las botas de piel de dragón y ajusté bien los pantalones. Revisé que mi camiseta estuvese limpia...

 

En ese instante, se apareció uno de mis elfos gritando:

 

- ¡Ama! ¡Alguien está arrancando el escudo de Gryffindor! - lo miré y fruncí el ceño - una loca - volvió a murmurar.

 

- Veamos de quién se trata. Cómo sea quién me imagino... Lo pasará mal...

 

Las estatuas se pusieron en formación en cuánto salí del despacho con las armas rectas. Noté cierto aroma familiar y sonreí. Sabía de quién se trataba...

 

- Bueno, vete a la cocina a preparar el resto de los menús - el elfo asintió con la cabeza y se desapareció para trabajar.

 

Me dirigí hasta la zona principal del negocio.

 

- Cómo vuelvas a hacer eso, te corto las manos Hayame -le dije con una sonrisa a mi tía, al ver cómo el escudo de mi casa, estaba tirado por el suelo. Con un movimiento de mi varita, lo volví a colocar en su lugar.

 

Antes de ir detrás de la barra le di un abrazo, al deshacerlo, me pasé detrás de la barra y la limpié con un trapo.

 

- Bienvenida al Dragón Verde - le dije con una sonrisa - ¿qué gustas de tomar? Tenemos de todo - le comenté, guiñándole un ojo.

 

@@Hayame Snape Potter Black

[Hayame Snape Potter Black]

Los ojos de la mujer habían estado muy abiertos al ver lo que había pasado con aquel estandarte... en verdad el poder de la fuerza de sus pensamientos había conseguido hacer aquello?

Peor aún había sido escuchar la voz de su sobrina al llegar y tomar la idea de que en verdad la Snape había cometido tal acto...

Por un segundo su lado Slytherin le dijo que con orgullo afirmara aquel desatino pero el lado de supervivencia (que vamos, conocía bastante bien a Heliké como para saber que si ambas se agarraban a hechizos, aquel sitio terminaría tan destazado como el Mega Ayudas de Sagitas) le indicaba que lo mejor, era una buena disculpa

Era una psicopata asesina, no una suicida (todavía)

Agitó rapidamente las manos por delante, cerrando los ojos mientras que miles de gotitas de sudor saltaban hacia los lados como muestra de nerviosismo

-Que no he sido yo, que vale, odio el escudo Gryffindor pero cómo me imaginas haciendote algo así? -cerró los ojos y dejó escapar un globito de aliento- no soy así de mala, chica... o bueno si, pero eres familia, así que es diferente ¬.¬ -vió hacia otro lado para esquivar la vista de su sobrina

-Y sé que me cortarías las manos... hablando de duelos interesantes...

Dijo para luego, verla colocandose las manos en la cadera y sonriendo

-Estoy embarazada así que creo que no podré tomar nada más fuerte que jugo de calabaza... extraño mi absenta, sabes?

Suspiró con fastidio para luego, acercarse para devolverle el abrazo con una gran sonrisa

-Qué tal ha ido el negocio?- inquirió

[Helike R V PB]

- No me sorprendería en absoluto, querida - le dije con una sonrisa, a lo que había dicho, sobre el escudo de Gryffindor - además que aquí los elfos están prevenidos...

 

- ¿Embarazada? Vaya, eso sí que no lo sabía...

 

- Venga, vamos a sentarnos al lado de la chimenea. No sé si aguantarás las temperaturas bajas cómo yo... pero ese pequeñín lo dudo... - le indiqué el pasillo para que fuese tirando. Al fondo, la gran chimenea tenía un buen fuego y dos butacones grandes para sentarse cómodamente, además de una pequeña mesa para poner las bebidas. Éste lugar, daba un poco de intimidad, mucho más que el resto del local. (en la descripción están las fotos del local por si les quieres echar un vistazo jejjeje).

 

- ¿Te gusta ésto? La verdad, me pareció interesante hacer algo diferente. Y sabía que aquí en el pueblo no había nada parecido... Puede que hasta incluya otro cúmulo más, para poner habitaciones - aclaré yo- pero bueno, ya veremos -elevé mis hombros y le indiqué a mis elfos...

 

- traedle el zumo de calabaza y para mí, una jarra grande de cerveza rubia -les indiqué. Y además, con otro gesto le indiqué a mi tía que me siguiera. El calorcillo que proporcionaba el fuego, era una delicia para el tiempo que hacía fuera. Era raro, estábamos en marzo y había al menos, medio metro de nieve- no sé cómo has podido llegar hasta aquí... Tuve que emplear un elfo para que, con su magia, limpiara la zona exterior de la nieve que cayó éstos días - comenté, negando con la cabeza.

 

Tras unos minutos más, nos sentamos en los sillones y el elfo nos trajo las bebidas además de una tabla de diferentes quesos y jamoncito español, para pasar el rato...

 

- no sé si te gustará el queso, pero es el mejor que tenemos. Puedes pedir otra cosa, si lo prefieres -le dije con una sonrisa a mi familiar vampira.

 

- además, estando embarazada ¡ni una gota de alcohol! De eso me encargo yo y nada de absenta... No sé cómo puedes beber eso, es asqueroso - hice un mohín de disgusto en mi cara.

Editado 28 de Marzo del 2018 por Helike Rambaldi Vladimir

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame dejó escapar una risa agradable pero fuerte ante las palabras que le daba su sobrina al respecto de su bebida favorita, por encima de muchas otras

Incluso algo parecido a una lágrima pareció asomar por uno de sus ojos en felicidad al recordar las palabras de su querido hermano Dragomir al que había dejado de ver hacía ya tantos años

"No sé como puedes beber esas porquerías hermanita... una chica como tú debería de tomar puras cosas saludables"

Y entonces iba Dragomir y le quitaba la botellita que siempre cargaba consigo para ponerle un buen termo de té verde en la mano para tratar de quitarle esas mañas

-Es el hada verde o la bebida de los artistas, querida sobrina- dijo alzando el jugo que le habían llevado con un gesto cariñoso en la mirada- es bastante inspirador si sabes mezclarlo con las pociones adecuadas, a mi solía ayudarme a estar despierta y lista para asaltos y peleas cuando estabamos en lo más fulgoroso de cualquier batalla

Dió un sorbo a su bebida

-Un par de veces dejé que me mataran atravesandome a hechizos par que no tocaran a mis lideres y ellos tuvieran el tiro libre- dijo cerrando los ojos- claro, eso era antes de que las persecuciones dejaran de serlo y nos clasificaran de abusones como no dieramos la oportunidad de un uno-a-uno

Se encogió de hombros

[Helike R V PB]

- sí, sí, ya me conozco el cuento - le dije, haciendo aspavientos con la mano, al hacer referencia a la bebida más famosa de todo París- también es cierto que a finales del siglo XIX había muchos problemas con ese tipo de alcohol, decía que provocaba alucinaciones -lancé una sonora carcajada- no me sorprendería en absoluto, que algún mago le echara algún condimento especial... Ya sabes, para divertirse -comenté elevando los hombros.

 

- Eso es una bomba de relojería -solté quedando un poco perpleja - no sé cómo te aguantabas tanto, ¡si los vampiros sufrimos de insomnio por naturaleza! - reí- aunque si te daba vitalidad... No sé, no sé...

 

- Ni me hables... ¿sabes que tuve una fuerte discusión el otro día con Sagitas por eso mismo? Considera a la Marca Tenebrosa, cómo si fuese el diablo cuando tan sólo está protegiendo a la sangre mágica que corre por nuestras venas...

 

- Desde luego, paranoica está, cuando piensa que le voy a arrebatar la Potter Blue, cómo si a mí me interesara poseer otra casa más, con dos que tengo, es más que suficiente... Me refiero a la Rambaldi y a otra que tengo en Galicia. A la segunda, te llevaré cuando quieras - le dije, guiñándole un ojo - además de Italia, un país gobernado por un consejo. Bueno, más bien a los magos vampíricos, por supuesto, a los de las otras razas no se mete... Más que nada para que no nos descubran ante los muggles y todo lo demás. Me tuve que ausentar hace tiempo por esas cuestiones. ¡Menudo dolor de cabeza! Eso de ser heredera de algo... Cuando pille a Deiwan, me lo cargo... no sé cómo acepté semejante cargo - protesté comiendo un trozo de queso y dándole un sorbo a mi bebida.

 

- y tú no te preocupes cariño, si ves que alguien te persigue actualmente, avísame y puedo investigarlo. Tengo amigos y bueh - elevé nuevamente mis hombros - pueden hacer una miradita para ver quién puede ser peligroso y quién no jeje...

 

off: @@Hayame Snape Potter Black! No sé si lo sabrás pero ahora si tienes 5 posteos no pagas multa, pero en cambio si no llegas a ellos, pagas 500 g por inactividad cuando antes eran 300, tb tenías que hacer 10 posteos jejeje. Ahora son -5, 500 g.

[Hayame Snape Potter Black]

-Uff!

 

Hayame alzó la mirada mientras daba un sorbo a la bebida que su sobrina le había llevado, con una mirada bastante significativa a pesar de que había sonreído a desgana

 

-Pues dejando de lado a quien me perseguía, hay uno que otro por ahí que si le visitaras y le partieras la colleja, creelo que no me quejaría! -aseguró- sería un muy buen regalo de cumpleaños para mí...

 

Cerró los ojos y sonrió mostrando todos los dientes

 

Un momento después seguía sonriendo pero de forma más suave y con una expresión pensativa y cariñosa

 

-No culpes a Sagitas por tensarse ante ese tema- dijo despacio y con suavidad, ahora acariciando lo que tenía entre las manos con la yema de los dedos- han sido unos años muy pesados en los que ha tenido que defenderse a sí misma debido a los seguidores de la Marca que perdieron el rumbo y olvidaron a quién se deben

 

Dió un nuevo sorbo

 

-Si tan solo hubieran sido más firmes a la verdad... la limpieza de la sangre mágica pero con la lealtad que nuestro Señor exigía y regalaba a los suyos...

 

Musitó

 

-Yo fuí quien guió a Sagitas a nuestro Señor, sabes? -dijo despacio como si los recuerdos fluyeran cuál agua en su cabeza

 

 

Continuó bebiendo de aquello con una expresión nuevamente pensativa ante lo que estaban platicando, comenzando a oír con mayor fuerza las voces de su pasado que arañaban al fondo de su cabeza y que se negaban a irse.

 

La imagen de sí misma, sonriendo con frialdad y con un aura negra y roja que revoloteaba y se incendiaba a sus espaldas...

 

Gritos de personas...

 

Llamados de traición pidiendo por su cabeza y su supuesta alma...

 

Brazos y manos negras con un telón de carmín anochecer, clamando con rabia y escupiendo sangre para exigir que desapareciese, que se fundiese con la nada, que fuese asesinada y sus trozos esparcidos por todos lados; a Hayame a veces le costaba creer que eso había sido parte de ella y que aún en el fondo de su ser seguía siendo la misma criatura que pensaba en todo lo que estaba por venir y por ende, lo tenía mas que bien planificado.

 

Mantuvo el borde de aquel recipiente en sus labios y siguió acariciando sus bordes sin moverlo

 

Sus ojos parecían perdidos en aquellas memorias que revivían cada noche para que no olvidase quién era y porqué estaba ahí...

 

Porqué había regresado a Ottery St Catchpole...

 

Off:

 

@ aviso que por una mala sincronización al parecer, sin querer he posteado doble .___.U me disculpo por eso, no volverá a pasar. Y aviso de una vez para que no me vaya a caer una adver pensando que fué a posta, todo lo contrario. Ha sido un horrendo accidente y nos acabamos de dar cuenta.

Editado 5 de Abril del 2018 por Sagitas E. Potter Blue
uní los dos mensajes.

[Ashley Peverell]

La hermosa y angelical niña iba paseandose por el callejón y las calles de dicho lugar con una cámara fotográfica y un animalito amarillo y curioso que caminaba sobre sus patitas a un lado de la preciosa Ketchum que iba sacando fotografías mágicas a todo lo que se atravesaba en su camino y que le parecía que iba a ser algo digno de llevarse en las memorias de su album fotográfico que quizá sus sobrinos pequeños apreciaran algún día cuando ella ya fuese demasiado viejita como para ver sin tener que utilizar un par de lentes de fondo grueso.

Se detuvo para ver el aparato que llevaba en las manos cuando una visión curiosa por demás le pareció que aparecía al alcance de su vista por lo que aejándose de la parte gruesa del callejón y en la zona exterior, alzó su encantadora vista de almendra para entretener a su mente.

Y era en esto cuando por encima de algo muy alto pudo observar unas chimeneas y lo que parecía una casita que en realidad era un negocio y que no pudo evitar sentirse atraída hacia este.

Nunca había visto nada parecido o al menos que tuviese sentido para estar tan alejado del resto de cosas.

Por lo tanto se colgó bien la correa de su cámara fotográfica al cuello y con una sonrisa decidida y animada, comenzó a encaminarse al lugar pensando en que tal vez podría tomar un par de imágenes más para su querido album de fotos del futuro.