๑Moco de Troll๑ (MM B: 104903)

[Leslie Ashryver PB]

Kyle Myrddin G.

 

-!!!NOVIO¡¡¡- los ojos de Kyle se abrieron de golpe.

 

Por su mente pasaron muchas imágenes de su pequeña con muchachos, incluso de pensar besándose le producía arcadas, no eso no podía dejar que pasara, no su pequeña, su princesa que se había ido y lo había dejado sin saber nada de ella.

 

-No,no,no,no, nada de novio hasta que seas grande-se había detenido cuando la Rosier había dicho la palabra novio, se cruzo de brazos ignorando las miradas de los que pasaban al lado suyo observando la escena -y con grande me refiero cincuenta años-

 

-Que exagerado Kyle, sabes muy bien que no podrás evitar que ella tenga novio- James se había acercado al oído de su hermano para susurrarle.

 

-Claro que lo evitare y cuando llegue ese día hablare con Elizabeth- vio como James rodaba los ojos y se alejaba de el molesto por su actitud.

 

-James mejor busca a Mama vos- Kyle se quedo hay de pie frente a su hija celoso molesto porque ya empezara a pensar en chicos.

[Yara Sarahi]

-Oh vamos papá, no seas tan exagerado- la chica se detuvo mientras miraba al hombre fijamente. Era la única persona que la podía mirar a los ojos sin ponerla nerviosa o de mal humor, porque si había algo que ella odiaba era que la gente la mirara fijamente, eso la hacía enojar y sacar la bestia que llevaba dentro de su pequeño cuerpo- ¿No crees que estas exagerando?

 

Odiaba cuando su padre aun pensaba que ella era una niña, no le gustaba que pensara eso, porque ella ya era una mujer, tenía la edad suficiente para experimentar aquello que las otras chicas siempre le contaban, según ella ya tenía la edad suficiente para enamorarse.

 

-Es injusto que no me dejes tener novio- por primera vez en alzo el tono de su voz- ¡Tengo derecho a amar, asi como lo hacen mi madre y tú! ¡Y sabes que tengo razón!- había furia contenida en su interior y no sabía el porqué.

 

-¡Eres tan injusto!- de pronto la chica se llevo sus manos a los labios y abrió los ojos con expresión de terror- Padre, lo siento tanto… yo… yo no quería decir eso… es solo que… perdón- rápidamente abrazo al hombre dándole a entender que estaba más que arrepentida por sus palabras.

 

Sin duda aquella situación se le había ido de las manos a la chica, se separo de su padre y miro hacia donde minutos antes James había desaparecido, deseaba que su abuela llegara pronto, no le gustaba lo que estaba sucediendo, llevada años sin desahogarse, sin llorar hasta que las lagrimas no fluyeran y su abuela era la única que podía apreciar esa escena.

[Leslie Ashryver PB]

Kyle Myrddin G.

 

El Myrddin se quedo en shock su hija le estaba gritando y no sabia como reaccionar, abrió y cerro la boca tantas veces que parecía un pez en sus últimos días, los pequeños brazos de Yara envolvieron su cuerpo y el con los suyos de forma torpe envolvieron el cuerpo de la niña.

 

-​Se que no estoy siendo justo pero entiéndeme- la separo un poco de el para mirarla a los ojos-te acabo de recuperar, tengo miedo de perderte- volvió a traer a la bruja a su lado para besarle la coronilla.

 

Tenia terror de que la separaran de el, que fuera un hombre y se la llevara, que nunca mas la vieran o peor que la lastimen y que no pueda defenderla -se que quieres encontrar a alguien a quien amar, pero aun no, solo deja disfrutar a tu madre y a mi un poco mas de ti ¿si?-

 

off: siento la demora nieta linda @@Yara Sarahi

[Yara Sarahi]

La joven sintió los brazos de su padre envolverla suavemente, estaba un tanto estresada y en verdad se arrepentía de haberle hablado de aquella manera, pero no se había podido detener, había sido una de las pocas veces que la chica explotaba sin importarle con quien se encontrara. Pensó que su padre le gritaría o se enojaría con ella, pero grane fue su sorpresa al escuchar a aquellas palabras.

 

-No digas esas tonterías padre, tu nunca me perderás- la chica cerró los ojos mientras de dejaba a abrazar- Mi madre y tu serán las primeras personas en mi vida, sin importar en donde me encuentre- la joven se separo un poco de su padre le lo miro a los ojos- Nunca de los nunca me volveré a alejar de ustedes.

 

Rápidamente la chica se separo de su padre y desvió su mirada hacia otra parte, miro nuevamente la divertida tienda, al parecer los niños y jóvenes que se encontraban explorando el lugar se divertían bastante. De pronto la pequeña bruja sonrió abiertamente y un brillo de diversión apareció en sus ojos.

 

-Padre ¿Puedo explorar la tienda mientas mi abuela llega?- la chica miro a su padre con ojos suplicantes para que este accediera.

[Leslie Ashryver PB]

-Ja eso dicen todos- le respondió el Myrddin con sarcasmo.

 

El ya lo había usado tanto con su madre que cada ve que se lo decía la rubia lo miraba mal o simplemente se cruzaba de brazos y no se despegaba de el hasta que le dijera que era lo que verdaderamente pasaba. Siempre había admirado a su madre por eso, era como si tuviera un sexto sentido lo que el en ese momento carecía.

 

-Se lo he dicho a tu abuela muchas veces- le dijo encogiéndose de hombros-por eso te recomiendo que no lo digas aun hasta que tengas novio- le dijo frunciendo el ceño -pero no tengas apuro alguno en eso- le sonrió para dejar atrás el mal momento pasado segundos antes.

 

Kyle miro a la dirección que su hija miraba para ver a unos niños correr por el lugar, padres comprando lo que ellos querían y los magos que asistían a la academia.

 

-De acuerdo, si quieres compra algo quizás con eso tu abuela aparezca- le respondió riendo a su hija.

 

 

@@Yara Sarahi

[Circe Atkins C.]

Entró de un sopetón al local Moco de Troll.

 

¿Hacía cuanto que no visitaba dicho negocio? Bastante, desde la vez que había disuelto su sociedad con su nieta y su ex ahijada, desde esa vez jamás había pisado nuevamente el suelo de aquel lugar, principalmente porque la Atkins había desaparecido cuatro largos años del mundo mágico para irse al mundo muggle, cosa sorprendete hasta para ella misma.

 

—Si que se volvió un loquero esto, ahora pasáis viniendo solo para pelear o discutir por boberias. —Comentó enarcando una ceja a los presentes.— ¿Dónde está Alessandra? Quiero hablar con ella y la necesito aquí. ¿O acaso vais a perder el tiempo en su charleterio? —Esa parte de la Atkins jamás cambiaría, siempre trataría a los demás como insectos aunque intentaba no hacerlo de vez en cuando.

 

Avanzó hasta el mostrador y se sentó arriba de este con las piernas cruzadas. Hizo un chasquido de dedos haciendo aparecer a su elfina Syna aquella que nunca le fallaba y estaba con ella desde que tenía uso de razón.

 

La elfina la miró asombrada de verla después de tanto tiempo y sonrió a su amita esperando una orden. La rubia tan solo agarró una pluma con un pergamino comenzando a escribir a gran velocidad; le entregó el pergamino doblado a su elfina y le sonrió.

 

—Dásela a Alessandra Gryffindor Delacour, no te demores mucho por favor. —Syna asintió y desapareció en seguida. La Atkins suspiró nuevamente cansada, realmente estaba agotada. Al principio pensó que al regresar al país iba a tener descanso pero no fue así, al contrario, las cosas comenzaron a complicarse y muchas cosas debían ser puestas en orden.— Por cierto, me enteré que ahora solo Ale es dueña de la tienda, ¿acaso pasó algo malo? —Preguntó con cierta duda.

 

Se quedó pensativa, ¿la Gryffindor leería a carta? Esperaba que si, pues necesitaba arreglar unos asuntos con ella, después de todo, se había enterado que se casaría con su hermano ¿acaso estaban locos? por supuesto que no permitiría tal aberración al menos que, claro, le dieran un justificativo del porque debería aceptarlo.

 

Aunque en la carta no decía mucho, sólo algo de:

 

"Ven rápido a M de T. Necesitamos hablar.

 

Atte: Cirse Atkins C.

 

Sencillo pero que remarcaba que algo importante era y sabía a la perfección que la Gryffindor no era tonta ni por asomo.

Editado 5 de Junio del 2015 por Cirse Atkins

[Jank Dayne]

Hank entró a Moco de Troll como quien lo quiere la cosa. Venía cansado y con el sudor goteándole desde la frente, pero había pospuesto su siesta hacía mucho. Sus cejas delataban la terrible molestia que cargaba. Y fue por eso que avanzó a zancadas hacia donde se encontraba Cirse, quien se encontraba sentada sobre el mostrador principal del desconocido negocio del que Hank, como cosa rara, jamás había oído hablar. El jovencito le apuntó con su larga varita vinotinto, destellando de chispas rojas.

- Explícame esto, niña - y le tiró la carta que Hades había escrito en la Ragnaventus, minutos antes de que sus compañeros detectaran su ubicación y lo acorralaran en su hogar. Uno de los objetos del cateo, por suerte, había resultado en una pista clara. Y Hank le había seguido ciegamente. Por eso exclamó un.. - ¡Expecto Patronum!

Una luz blanca y pura salió desde su arma mágica, brotando cientos y cientos de hilos plateados que, al consolidarse gaseosamente, formaron la imagen perfecta de una Esfinge imponente. La criatura se aposentó en el aire a la expectativa de sus ordenes.

- Moco de Troll, ahora mismo. Sospechosa a la vista.

El expecto asintió y se dispersó en el aire, perdiendose entre la oscuridad que ofrecía la noche, con el único cometido de notificarles a sus compañeros.

[Circe Atkins C.]

La Atkins enarcó una ceja viendo al joven que entraba todo sudado a la tienda y ademas parecía.... ¿Enfadado? Sí, era exactamente eso. No comentó nada, simplemente abrió la carta y la leyó sin prestar mucha atención.

 

—¿Qué deseas que te explique? ¿Qué un amigo que considero hermano me pida que lo visite? —Ironizó con una risa guardando la carta y mirando atentamente los movimientos de aquel chico que, si mal no recordaba, ya lo había visto un par de veces. No se movió de donde estaba y ni siquiera se gastó en sacar su varita, ¿por qué lo haría? nada malo había hecho, al menos no en esos momentos...

 

—En serio, venir aquí exigiendo explicaciones que no tienen sentido, ¿acaso no tenéis otras cosas mejores que hacer? —suspiró frustrada acomodándose el cabello; realmente aquellas personas tenían tiempo libre al cien por ciento. Hizo una mueca de desagrado al escuchar la palabra "sospechoso".— Son como una plaga de cucarachas, maldición. —Chasqueó la lengua molesta.

 

No tenía planeado continuar aquella tontería pero si venían más "intrusos" a acusarla de a saber que cosa no se quedaría de brazos cruzados y tendría que jugar su última carta en caso de estar en aprietos, cosa que esperaba no sucediera.

[Lestat Rambaldi]

La misión era clara, el agua del templo estaba secadose, tenia que buscar la manera de colaborar con aquella sequía, lo mas importante era ir a buscar el peligro, buscar la manera de que nuestra valías mi diera y que mejor que ir en busca de mortifagos a ver si se daba una batalla.

Era una misión suicida primero colocó una luz en su rostro, ahora solo tenia que esperar a que llegara el patronus de su compañero para aparecer.

Esperó durante unos segundos y fué entonces que llegó, la esfinge de uno de sus comandantes aquel patronus lo conocía muy bien. así que sin esperar coloco la luz en su rostro con su varita y desapareció para iral local moco de trol, solo un movimiento de sus talones y el Myrddin desapareció para llegar al lugar.

Llegó en un segundo, ¿ que queria ahora hank? ¿acaso abria conseguido algo?, corrió hacia el interior del local y entonces vió a su compañero apuntar a una joven mujer.(Cirse)

—Esta noche ha sido movida, ¿he que tenemos aquí?—

!!!Alisten,apunten...Dijo divertido el castaño—Ahora confiesa que eres una mortifaga!

[Jank Dayne]

- Expelliarmus - dijo, y un rayo escarlata surgió desde su varita hacia la de Cirse, la cual le volaría su arma a cinco metros desde su posición hacia la izquierda. El ataque era preciso y sin mucho rollo, por usar un vocablo simple. Pero, aún así, Hank pensaba que se estaba quedando muy corto.

 

- Hades Ragnarok es un principal sospechoso de artes mortífagas para nosotros - empezó, sin alterarse. Por cómo se había expresado no era necesario ser un genio para diagnosticar que ella no era una - y tú ibas a reunirte en sus aposentos, "Cirse". Y te explico porque no tengo mucho por hacer hoy aparte de venir para acá - y luego, señaló hacia su antebrazo - ¿no tienes a alguien por llamar, eh? Porque apenas pasen por esa puerta, te delatarán, y sólo los dioses saben qué es lo que te espera. ¡Incárcerus!

 

Tres cuerdas mágicas se dispersaron en el aire apenas fueron conjuradas, y se direccionaron hacia distintos puntos cruciales en el cuerpo de Cirse. La primera hacia sus muñecas, las cuales ataría contra la espalda con suma fuerza. La segunda hacia sus tobillos, lo que la haría caer en un golpe seco. Y la tercera directamente hacia su boca, dejándola literalmente sin palabras. Hank, luego de eso, echó un vistazo hacia la puerta principal. ¿Cuánto más estaban esperando los enmascarados? ¿Serían válidas sus sospechas después de todo.. ?

 

Y le cabeceó a Lestar. Al parecer, el chico no se agotaba.