๑Moco de Troll๑ (MM B: 104903)

[justo]

Obscurus Books, Callejon Diagon.

La campanilla de la puerta sono y, ante los asombrados ojos del conserje, aparecio un mago alto ataviado con un manto azul de viaje con capucha. Sin bajarsela le pidio que le condujese al Director.

El conserje, atonito, asi lo hizo y el desconocido entro en el despacho.

- ¿En que puedo servirle? Señor....

El mago de la capucha se descubrio y ocurrio algo asombroso, el editor palidecio y se inclino ante el visitante.

- Espero sus ordenes, Señor.

- No es una orden. Vera, represento a un amigo mio que quiere publicar aqui un libro de memorias que llamara "Cronicas del Mundo Magico". ¿Me sigue?

- Por supuesto, señor. ¿Edicion normal o de lujo?

- Eso mas tarde. Quiero que se pongan en contacto con El Profeta para que la historia se publique por entregas dominicales. Ustedes recibiran la primera parte del manuscrito por parte del autor y, si tiene exito, recibiran la segunda parte via lechuza ¿entendido?

- Entendido, señor. ¿Que ganamos nosotros?

- Una vez publicadas las dos partes por El Profeta ustedes estaran en libertad de publicarlo en dos volumenes edicion normal o en un solo edicion de lujo ¿esta claro?

- Cristalino. ¿Y el autor es...?

- Se presentara con el nombre de Fenix, pseudonimo escogido por ser, el mismo, demasiado conocido. Eso si, por seguridad llevara un encantamiento desilusionador. Excusen tantas precauciones, cuando lean la totalidad del manuscrito comprenderan el por que. Cuando algunos capitulos se hayan publicado su vida puede correr mucho peligro.

- ¿En que sentido?

- En que molestara a gente que, aun hoy, es demasiado importante. Por eso, y no por otra cosa, tomamos tantas precauciones.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra casi se desmaya al ver que realmente Sirius no había hecho nada, al contrario había sscado un par de bromas para probar, su rostro pálido pasó a uno rojo a causa de la furia que sentía por el fantasma de su hijo, se notaba que estaba loco, ni eso dudaba que alguna palabra entrará en el término de locura para él y James.

 

-Que bien ordenas- gruño la rubia fulminado con la mirada a su hijo.

 

Sirius titubeó nervioso ante el rostro rojo de su madre, algo le decía que no dudaría en planear su venganza lo que le ponía más nervioso.

 

-Eh, ¿Lo siento?- preguntó el Targaryen.

 

La Animaga maldijo a todos sus antepasados, gracias a ellos y las uniones de sus familias es que había nacido ella por consecuencia también aquéllos dos, le dieron ganas de llorar al ver que debía desacerse de los productos usados y poner nuevos.

 

-Emoieza tirando lo usado- gimió mientras iba por una escoba.

 

-Lo que diga jefecita- dijo Sirius haciendo un saludo militar.

 

Alessandra achicó los ojos y le dieron ganas de golpear al fantasma pero ya se había ido lo que causó mucha más frustración en ella.

 

-Que alguien me mate- gimió frustrada.

[justo]

- Bueno, señor, nuestra editorial no suele publicar textos con tantas cortapisas pero avalandolo usted...

- Un detalle mas. No va a recibir nada por su obra. Tiene medios suficientes para vivir. Los beneficios que puedan producirse se repartiran, en partes iguales, entre San Mungo y los huerfanos de la guerra.

- ¿Sabe que ha despertado mi curiosidad? Pero el material debe tener cierto interes o seria impublicable. No es que me eche atras, señor, pero debe entender mi postura...

- Lo entiendo ---atajo---por eso no tema, una parte considerable es de mucho interes y, el resto, puede ser explosivo, tiene mi palabra de que asi es.

- No dudo de usted, señor, solo manifestaba...

- Se lo que manifestaba. No tema. Sus escrupulos le honran.

- Una pregunta mas ¿por que mi editorial?

- Por dos motivos. Porque es prestigiosa y...el otro motivo ya se lo imagina.

- Entendido señor, tenga la seguridad de que seguiremos fielmente sus instrucciones. El señor....Fenix no tendra queja de nosotros.

- Bien, pues no hay mas que hablar, ¡buenos dias!

- ¡Un placer servirle, señor!

Creo que hay un detalle que he olvidado consignar y que es importante. Y es que cuando fui a entregar mi manuscrito al Callejon Diagon ya habian trascurrido 5 años desde el fin de la guerra. Si no he hablado de todo lo que ocurrio es porque todo eso ha sido publicado en las memoria de Draco Malfoy y crei ocioso repetirlo.

Lo esencial es que fui a Obscurus Books,con el encantamiento desilusionador, y me recibieron con grandes atenciones. Tras mostrarme el contrato correspondiente y asegurarme que no habria ningun problema empezaron a ponerse en contacto con El Profeta para publicarlo en la seccion dominical por entregas, Manuel pensaba que asi llamaria la atencion.

¡Y vaya si llamo la atencion!

[Leslie Ashryver PB]

-Pero que diablos- chillo la Potter Blue.

 

Entre sus manos había muñecos raros que parecían cambiar el gesto de su rostro a la par que ella o al menos eso le pareció. ¿De dónde diablos Herbert y Wen habían sacado aquello?.

 

Sirius al escuchar el grito de su madre floto hasta dónde estaba pero se detuvo al ver que tenia los nuevos muñecos que sus hermanos menores habían creado, porque si a Herbert se le ocurrió crear un muñeco como el de la película muggle Anabelle.

 

-Veo que te topaste con los mini Anabelle- se río el fantasma.

 

Alessandra pestañeo como tonta al escuchar eso de Sirius, que era un Anabelle y porque sus hijos llevaron a la tienda.

 

-Se lo que piensas pero fue creado por Heb- le dijo el Targaryen.

 

-Porque creo esto?- se quejo la Nigromante.

 

Sirius se encogió de hombros, ni el sabía porque lo hicieron pero lo habían hecho y eso era lo que importaba porque nunca entendería a sus hermanos y ya se había resignado a hacerlo.

 

-Dios están más locos de lo que creí- susurro.

 

Sirius soltó una carcajada al escuchar a su madre decir eso de sus hermanos.

[justo]

La primera parte fue recibida con la natural curiosidad y las tiradas del Profeta aumentaron como la espuma. Al terminar esta primera parte Obscurus Books puso a la venta el primer tomo y la primera edicion se agoto en un dia. Naturalmente las casas de apuestas comenzaron a interesarse en mi humilde persona y fui objeto de un curioso "mercado" de cotizacion entre los mas audaces jugadores del mundo magico.

Todo el mundo esperaba con expectacion la segunda parte y cuando empezo su publicacion se vio que la espera valio la pena.

Pero un reducido grupo de amigos que sabian quien era yo empezo a ver las cosas con preocupacion. No tenian ni idea de como iba a escapar del circulo amenzador que tenia pisandome los talones y tampoco sabian que Manuel ya habia trazado sus planes para mi seguridad.

Cuando se publico el ultimo capitulo y se dio la oportuna explicacion de mi "muerte" solo 3 personas sabian la verdad, y se juramentaron para que de mi no volviera a hablarse.

[Leslie Ashryver PB]

Haciendo a un lado las horribles muñecas, porque sus caras de porcelana eran horribles, fue acomodando los productos, había regalices de colores que olían bien pero que sabía que al contacto con la lengua el color de la piel tomaba el mismo que el del dulce.

 

-Se me ha ocurrido hablar con Heb y wen y que pongan dulces también- le comento Sirius.

 

Había agarrado entre sus manos una tira y la giraba entre sus fantasmales manos con nostalgia, extrañaba comer y más el poder hacer bromas relacionada a ellos.

 

-Lo extrañas eh- le comento la Delacour.

 

Sirius se encogió de hombros sin saber que responder, era cierto que lo extrañaba pero no se lo iba a decir, Merlin sabía que James lo fastidiaba con eso siempre.

 

Alessandra río y siguió ordenando los objetos, esta vez le toco el estante de abajo por lo que tuvo que agacharse para mejor comodidad.

 

-La próxima que se te ocurra esto te hecho- le recordó al fantasma.

 

-Perdón- le dijo Sirius apenado pero también divertido.

[justo]

Mas tarde supe que la noticia de mi "muerte" causo una gran conmocion en casa de Draco. Lucius y Narcissa estaban anonadados, Draco se quedo petrificado y Astoria lloraba, en cuanto a Dap ¿que puedo decir? estaba inexpresiva, fue el momento mas amargo de mi vida.

El caso es que Manuel y yo tomamos un ferry rumbo a España. Era mejor pasar desapercibidos entre muggles que usar un traslador que podia ser localizado por los inefables, Manuel tenia razon, como siempre, al llegar a Santander tomamos un tren rumbo a Madrid y desde alli fuimos al sur hasta una pequeña estacion llamada Linares-Baeza, alli tomamos un autobus hasta Ubeda y otro hasta Cazorla. Creia que nos quedabamos alli pero nada mas lejos de la realidad, salimos con una expedicion en direccion a la sierra y, mientras el resto descendia hacia el valle nosotros tomamos el camino hacia la montaña.

Accedimos a un pequeño vallecito y seguimos el caude de un pequeño rio llamdo Linarejos. Llegamos a un sendero de montaña y vi que Manuel se dirigia, sin vacilar, hacia una roca, pronunciaba un conjuro y la roca se abrio, despues se cerro a nuestras espaldas. Caminamos por un paisaje totalmente diferente a traves de un espeso bosque y, por fin, nos asomamos al borde de un acantilado, señalando el horizonte Manuel anuncio...

¡Bienvenido al Valle de Kwanji!

[Leslie Ashryver PB]

-Entonces que ideas tienes en mente- le preguntó Alessandra al fantasma.

 

Sirius se quedó pensativo, su idea era achicar un poco la parte de los objetos mágicos de broma o abrir un nuevo piso. Bromas y dulces era lo mejor para la tienda asi incluso podrían llamar la atención de los estudiantes de Hogwarts y asi hacer más conocido el local.

 

-Abrir un piso o sacar cosas para hacer lugar es muy loco?- le preguntó inseguro el Targaryen.

 

Alessandra penso y no le resultó nada mal, lástima que ella y Kao habían puesto solo una jugueteria y no también una tienda de dulces o al menos una sección a los dulces. Siguió ordenando los productos mientras Sirius jugueteaba con una peluca.

 

-Si es una gran idea pero creo que mejor seria el piso dedicado al dulce o sino abrir una tienda de dulces directamente- propuso la rubia.

 

Sirius dejó de jugar con la peluca que parecía tener vida propia porque los pelos se movían como una enredadera y vio a su madre molesto.

 

-Oye es mi idea- se quejo el rubio fantasma.

 

Alessandra puso los ojos en blanco y le sacó la lengua al fantasma, le divertia comportarse como una niña, si había algo que a Sirius no le gustaba era eso.

 

-Zonko fue la primera tienda de dulces y si vamos al caso tu se lo robaste a él- se quejó la Delacour.

 

El fantasma sólo gruño en respuesta habiéndose atrapado con las verdaderas palabras de su madre y maldijo por lo bajo por tenía razón.

 

-Pues entonces seré el segundo en hacerlo- le dijo Sirius feliz.

 

-Ni tanto antes que tu fueron varios hasta te acuerdas de la pista de patinaje que tuve? Había una tienda de dulces arriba- le recordó Alessandra.

 

Sirius viéndose derrotado se fue dejando a su madre sola.

[justo]

Las palabras de Manuel me devolvieron a la realidad. Miraba desde lo alto del acantilado y no podia creer lo que veia, un paisaje de bosques, rios y lagos, campos cultivados y un pueblecito pegado a una montaña fenomenal coronada de nubes blancas. Era un paisaje de ensueño.

- LLovera en 2 horas y nos llevara hora y media bajar al valle ¿nos aparecemos?

- Como quieras.

- Pues agarrate a mi.

Me agarre al brazo de mi amigo y, con una suavidad pasmosa, desaparecimos y aparecimos casi al instante en un sendero que llevaba al pueblo.

- ¿Que tal?

- Asombroso. Soy mago pero no salgo de mi asombro.

- Oh, no es nada ---dijo riendo--- vamos para el pueblo.

Pasamos junto a una casita a la entrada del pueblo, un hombre estaba al porche tomando una bebida y fumando en pipa, nos saludo al pasar.

- Hola Manuel ¿ya de vuelta?

- Hola Jim, mira te voy a presentar Theodoro Nott, Jimmy Gould.

Ambos nos estrechamos la mano. Jim Gould era un tipo curioso, algo mas canoso que Manuel tenia una sonrisa franca y un aspecto bonachon.

- Deberias cuidarte Jim, te veo algo desmejorado.

- Es que ya me hago viejo jajaja

- Sera eso jajaja

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra suspiró al verse derrotada y sola, se había pasado en hacerle la contraria a su hijo que se había ido enojado, parecia embarazada ante los cambios de humor que tenia y eso que la que llevaba a los quintillizos era su esposa.

 

-ca***o- se quejo la Delacour.

 

Con un auto golpe se puso en pié, tomó su varita y la ondeo en el aire para que los objetos flotaran y se acomodarán solos en los estantes. Con otro movimiento de su muñeca un trapo de pulir salió flotando hasta los muebles y comenzó a repasar los estantes.

 

-Sirius- llamó Alessandra al fantasma.

 

Pero no le respondía, la fémina se mordió el labio frustrada, el Targaryen era tan niño como ella aveces y en esos casos se comportaban igual, pesar que su padre había sido un hombre correcto y romántico con ella tenía una vena de locura que lo hacía sentir perseguido y solía esconderse muy bien, para mala suerte suya sus hijos habían salido igual y como fantasmas empeoraban.

 

-Dónde diablos estas James?- se quejo.

 

Hace rato que Sirius le había dicho que James iria y ni pizca del gemelo tranquilo, soltó un quejido por lo bajó y subio las escaleras al segundo piso esperando encontrar al fantasma ahí.