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Chrookshanks (MM B: 105590)


Lyra Katara Selwyn
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Una vez que hubo recuperado su motocicleta, decidió que era el momento de hacer un par de compras para las mascotas de la casa. Ademas, conocía el lugar perfecto para hacerlo pues no solo era conocido por la mayoría de los brujos de Ottery si no que ademas pertenecía a una vieja amiga por lo que aprovecharía para pasar a saludarla. Su gata siamés apareció de la nada, la rubia incluso ya la había dado por perdida pero al parecer de repente había recordado que tenia familia.

 

- vaya, miren quien recordó que tenia dueña - dijo mientras se agachaba a acariciarle la cabeza. Si lo pensaba mejor la gata se había hecho ojo de hormiga todo el tiempo que estuvo alejada de la orden. Seria acaso que la gata era fenixiana o era una animaga...o peor aun un animago - mas te vale que no seas un animago Ladi Di - le dijo mientras agregaba a su lista mental, alimento para gatos.

 

- ¡vamos Lisa, te toca compartir viaje con una vieja amiga! - dijo llamando a su perra samoyedo que miro a la gata con curiosidad antes de plantarle un beso perruno en forma de lengüetazo, la gata por su parte le dio un golpe cariñoso en la cara sin sacarle las uñas y se coloco en las piernas de la bruja mientras la perra se subía en la parte de atrás donde la Granger le había habilitado una canasta.

 

Arranco la moto que a una velocidad vertiginosa remonto el vuelo y llego en un santiamen al frente del Chrookshanks donde estaciono su vehículo volador para plantarse frente a la puerta que como sabia no se iba a abrir si no la convencía de hacerlo, lo mejor era mandar una misiva a Lyra para que viniese a recibirla

 

 

Minina,

 

necesito entrar a tu negocio, podrias mandar a alguien a por mi,?

 

besos

 

La dalmata

 

Mientras esperaban, la bruja se sentó en el suelo con sus dos mascotas y se puso a juguetear con ellas, seguro no tardarian en abriles pero la Granger era algo perezosa, así que prefería descansar un poco que esperar parada.

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Era más fácil encontrarme en el negocio, ahora que vivía ahi con Lionel, aunque a veces también solia pasar temporadas largas en el castillo de mi nueva familia, la Ivashkov, me estaba acostumbrando a ella.

Llego a mi estudio en la cabaña que tenía en el local una misiva, donde me avisaba Sofia que estaba esperándome en el local en el Callejón Diagón

Llevaba un pantalón de algodón color azul marino Los tennis eran del color que el pantalón y la playera era de mangas cortas color peridot, un tono bonito de verde que me encantaba. Nunca me había gustado usar túnicas.

Sali por la puerta mágica que estaba en la cabaña principal del negocio, para llegar al Callejón Diagon. En la mano derecha llevaba mi varita y los tres anillos de las habilidades ganadas. En el cuello todos los colgantes que había ganado con los cursos de los libros y colgados en ellos como dijes estaban los anillos que venían en cada libro. Era más fácil llevarlos asi, en las manos ya no me cabian. Como adorno y también como protección llevaba el collar maldito de ópalo imantado, uno nunca sabía que podía pasar.

Sofia estaba acompañada por una gata siamés y una perra samoyeda, ambas hermosas.

-Vaya, que preciosa compañía has traido. - Dije mirando con cariño a sus mascotas, dejando la puerta abierta que nos llevaría al sitio donde estaba el negocio en realidad.- ¿Cómo has estado, Sofia? Tiene mucho que no te veia, pero pasemos aun sitio seguro, verás que tus mascotas tendrán mucho espacio para jugar ahi.

Le di un fuerte abrazo antes de que psara con ambas mascotas, haciéndome un lado para dejarla pasar. Una vez que estuvieron en la cabaña principal, enfrente del mostrador cerre la puerta.

-¿Dónde te gustaría que platiquemos?- Le pregunté.-Cindy, vine con una amiga, bienvenido, Dash, eres el elfo de Seba, ¿no?

Me pareció recordar que había visto al elfo en el negocio de Seba, ¿o fue otro el que me atendió? Ya no estaba tan segura.

Espere la respuesta de la Granger para poder platicar o ensearle lo que neceistara para sus mascotas.

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Justo se había acomodado cuando su amiga salió por la puerta a recibirla. Sonrió al verla y se levantó de un salto, se sacudió el pantalón de mezclilla que era muy parecido al de su amiga y llamó de un silbido a sus peludas compañeras para que la siguieran. Estas muy obedientes de colocaron a ambos lados de la Granger y esperaron pacientemente a que las brujas terminaran de abrazarse.

 

- muy bien, como verás ahora soy un poco más hogareña y he enderezado un poco el camino, pero sólo un poco, te presento a este par, la gatita es Lady Di y la perrita es Lisa- le dijo mientras la seguía dentro del local. Apenas entraron y sus mascotas la abandonaron para ir a inspeccionar. La rubia torció los ojos pero las dejo estar aunque vigilandolas de reojo.

 

- hoy en día tengo 2 micropuffs, una lechuza, un gato y un perro, y todos necesitan comer al parecer -dijo bromeando en la última parte de la oración - además tenía ganas de verte, hace años que no me siento a platicar con ninguna de mis viejas amistades, mi estilo de vida me quito muchas cosas y no me había percatado de ello, sentemonos donde sea más cómodo para ti -.

 

De repente Lisa se acercó a ella con enorme hueso de juguete y Lady con un ratón. Al parecer las chicas habían ido de compras.

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-Vamos a la cafetería si quieres, ahi estaremos tranuqilas.Le dije, mientras miraba a sus acompañantes regresar con un par de juguetes.-Tus acompañantes pueden salir a visitar el lugar, mientras no se peleen con algunos animales que están libres en el mismo. Si no quieren pasear, pueden seguir en la tienda, mientras nosotras les guardamos lo que compren.

 

Mientras invitaba a Sofia a sentarse en una de las mesas cercanas al enorme ventanal desde el cual se podía ver una gran parte del local, inclusive el tren que teníamos. Parecia un lugar chico, pero definitivamente, el sitio tenía muchas cosas que visitar.

 

-A mi me paso exactamente lo contrario. Decidí no ser hogareña, junto con mi hijo Lionel. Ambos decidimos el cierre de la Selwyn, para vivir en el negocio. Ya te enseñaré donde vivimos.- Comenté.-Pertenezco a la Ivashkov, es raro no ser matriarca de un sitio, pero te ahorras muchos problemas. No es algo que extrañe.

 

Era cierto, cualquiera pensaría que iba a estar desanimada por perder la familia que había fundado y dedicado tantos años, pero no erra así. Al contrario, me sentía con más ánimo de hacer cosas para mi.

 

-Son muy lindas tus mascotas y se nota que las educaste bien, ¿puedo acariciarlas?- Pregunté, viendo como jugaban Lady Di y Lisa con sus nuevos juguetes.-Si no tienes proveedor de comida, aqui puedes conseguirla. Tenemos comida especializada para cada mascota que acabas de mencionar, si bien los micropuffs comen lo que sea.

 

Miré con curiosidad a Sofia, ¿su estilo de vida?

 

-¿A que te refieres con tu estilo de vida? Temo que hoy estoy un poco dormida y no entinedo del todo, ¿fue por tu trabajo en el Ministerio?- Pregunté, deseando no ser indiscreta.--Por Merlin, lo olvidaba, ¿deseas pedir algo? Tenemos cosas muy ricas y podría invitarle algo también a ellas.

 

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Siguió a su amiga por el local hasta llegar a una cafetería donde el par peludo las siguió sin soltar sus respectivos juguetes. Al parecer le habían hallado el sentido al lugar y se lo demostraban con lo que traían en el hocico. cuando Lyra dijo que podían correr libres mientras no se metieran en líos decidió dejarlas ser.

 

- muy bien pequeñas, tienen derecho a tres juguetes, no mas y no se metan en líos, me oíste Lady? - les dijo a sus mascotas que enseguida salieron cada quien por su lado. Eso le dio tiempo de asegurarse que nadie la escucharía al hablar con la bruja.

 

- El ministerio me quito mucho tiempo, no lo voy a negar, y al final me lo agradeció con una patada en dicha sea la parte. Pero no solo eso, digamos que tenia actividades extracurriculares nada recomendables - le dijo dandole a entender la pertenencia que habia tenido a uno de los bandos sin darle a conocer a ciencia cierta cual de los dos. - pero ya termine con eso, sobre todo cuando intentaron que renegara de mis primos por no ser acorde a mis inclinaciones.

 

- con una coca y un sandwich esta bien - le contesto ante su invitación de algo en la cafetería. Lisa y Lady Di ya venían de regreso con otro par de juguetes y seguro se irían una vez mas por el tercer juguete prometido. Lyra se agacho a acariciarlas cuando estas se acercaron y se fueron una vez recibieron la caricia cariñosa de la Ivashkov. - Me interesa eso de la comida, haces envíos a domicilio o debo venir a por los paquetes y tu te asegurarías únicamente el tener en existencia en cierta fecha?

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Siyana, la elfina que pertenecía al local había llegado junto a nosotras y le pedi dos sandwiches especialidad de la casa, pedi lo mismo que Sofia de beber y en seguida desapareció la elfina después de dejar los manteles, cubiertos y todo lo necesario. Hizo una reverencia y desapareció, sabia que iría a la cocina.

-He tenido esa experiencia varias veces en el Ministerio, asi que te entiendo, aunque soy terca y bueno, hice la prueba de sobrevivir con solamente negocios pero me conviene más el Mall. Es el único con la actividad que necesito aunque a veces me canse.- Confesé.-No todo es perfecto, ya sabes, diferencia de opiniones y bueno, soy la problemática ahi por eso.

Sonrei. No iba a decir más, después de todo no eran algo grave los problemas ahi, nada que no se pudiera terminar ignorando.De inmediato comprendí de que bando hablaba, porque solo uno hacia eso de pedir que se renegara de su familia, pero no iba a decir cuál. No quería preocupar a Sofia con el hecho de haber adivinado tan pronto, pero al fin y al cabo, tenía experiencia en el mismo.

-Se ve que eres muy unida a tu familia, te envidio. La mia, en la que estaba antes de la Selwyn no dudaron en renegar de mi, por lo que no me importaría renegar de ellos. Ahora afortundamente hasta eso esta cambiando- Sonreí.

Siyana nos trajo las cosas que pedimos, cosa que me gusto y se lo agradecí. De inmediato le di un trago a mi bebida, en verdad era rico.

-Tenemos las dos opciones. Si quieres venir a pasear puedes venir tu misma o alguno de mis empleados irá a dejartela. Como dices, podemos tener tu pedido en determinada fecha, para enviarlo puntualmente.- Contesté, tomando un poco de aire.-Eso si, no creas que esta cabaña es todo lo que hay. Es una isla en realidad bastante grande y también tenemos invernadero, la venta de animales muggles, un tren para pasear, no se si has ido a alguno de esos centros comerciales muggles, es como los que tienen en algunos.

Comenté, me sentia orgullosa de ese tren.

-Están las cabañas para los empleados, un minigolf y una gran domo el cual cuenta una pista redonda en el centro del mismo, esta cuenta con carritos locos para diversión de los niños y los padres.- Segui explicando.-Si un día tienes que salir de viaje a un sitio donde no puedas ir con tus mascotas, tenemos lugar para cuidarlos.Olvidaba las pociones y ventas de ingredientes.

Afortunadamente era muy raro que uno saliera de viaje a un sitio donde no se pudieran llevar mascotas, además que muchos contaban con elfos para hacerse cargo.

-Estoy orgullosa de este negocio. Si necesitas algo para fiestas, esta el otro que es Ranas Lunares.- Mencioné. -Por eso te decía que si querían podían salir a jugar tus acompañantes, no me refería a correr en la tienda nada más, aunque no molestan. Antes es cierto que estaba en el callejón, pero poco a poco fue creciendo, hasta que tuve que mudarlo.

Le di otro mordisco a mi sandwich, no quería sonar demasiado vanidosa, pero me gustaba presumir mis logros.

 

-Lo único que no hay es zona para picnis, por eso esta la cafetería. Esto es para que los animales no quieran ir a robar la comida de los visitantes.- Comenté.-¿Qué te gustaría encargarnos?

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La rubia se quedo boquiabierta con todo lo que Lyra le contaba acerca de su local, vaya que tenia un gran lugar, y lo mejor que al parecer podía dejar a sus pequeñas si tenia que salir lejos, nadie mejor que la Selwyn, no se las dejaría a cualquier persona, prefería cargar con ellas, como cuando se fue a la gala en japón aunque las pobres tuvieron que pasarla en el hotel.

 

- pues que te puedo decir, te felicito por este lugar, el mio apenas si es un par de cuartos, en cambio el tuyo, dioses, ¿una isla?, definitivamente tu si que sabes llevar tu negocio muy lejos, literal - dijo tras lo cual le dio un sorbo a sus bebida. Las chicas llegaron con el ultimo juguete y después salieron a corretear por el patio, no le había comentado a su amiga que las peludas parecían entender el idioma humano, la Granger juraba que aquel par eran mas mágico que muggle.

 

- oh, no te apures, estaban de compras y ahora si, tomaran tu invitación de explorar el resto de lugar muy apecho, no se, pero yo juro que esas dos, son bilingües, no creas que no te entendieron cuando dijiste que podían corretear por ahi - le dijo mientras ambas observaban como sus mascotas se alejaban.

 

- en fin, creo que tomare la opción de que me mandes los paquetes a casa, soy tan distraída que te dejo plantada con el pedido por olvidar por completo que es día de recogerlo - tomo otro sorbo de su refresco de cola después de darle su respuesta en cuanto al pedido - en cuanto a lo que dices del ministerio y el trabajo en los negocios, pues tienes razón, acabo de hacer una donación a mi negocio de mis ingresos personales, hoy en día las finanzas del pueblo no son lo mismo, cada vez se vende menos. Así que próximamente, iré a pedirle trabajo al cuartel auror o la oficina del ministro, aun no me decido.

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-Tienen buen gusto eligiendo mascotas, lamentablemente yo no puedo darme el lujo de comprarle juguetes a todas.-Sonrei al pensar en mi pequeño zoológico.-Me vi en la necesidad de crecer. Antes tenía a los animales en jaulas, lo que era una crueldad, pero no podía hacer mucho con un local. Después, misteriosamente dos negocios que tenía al lado cerraron y pude ampliarlo.

 

Pensé en los origenes del negocio, por lo que moví la cabeza negativamente. Había sido necesario crecer poco a poco, hasta llegar a donde nos encontrábamos ahora.

 

-La isla prácticamente fue una ganga. Ya sabes que algunos países para saldar sus deudas han decidido vender ralgunas de las islas que tienen, asi que fue lo que hice.Eso si, ya los que vendieron la isla ni se acuerdan que existia, por seguridad. Es una de las más alejadas y además, necesitaba un lugar donde vivir.

 

Sofia tenía razón. Cada vez había menos ventas pero imagnaba que era por el miedo a salir por los asaltos y y redadas que eran tan comunes.

 

-Perfecto. Solo dime cuantas criaturas tienes, de que tipo y yo me encargo de llevarte el pedido mes con mes. Si no voy personalemente, lo hará alguno de los empleados del negocio.- Comenté.

 

Le pedí a uno de los elfos que me trajera mi libreta de pedidos y una vuelapluma, para tomar el pedido de Sofia.

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Ahora que se suponía que se había instalado de nuevo en su nueva familia lo que quería era tener más atención con sus queridas mascotas, es por ello que se acordó de que su madre tenía una tienda en el callejón diagon denominado Chrookshanks. Era el lugar idoneo para visitar y sobretodo solucionar el tema que tenía pendiente, tener un libro donde estuvieran todas las criaturas mágicas con sus diferentes formas de cuidado y otro libro de criaturas no mágicas y con el mismo contenido del anterior. Y sabía que allí podría encontrarlo y mas con la ayuda de su amada madre que entendía mucho sobre aquel tema y la facilitaria la mejor obra para aquel tema.

 

Aquel dia iba con una túnica sin mangas y por dentro de esta unos pantalones cortos y una blusa sin mangas. Sus pies vestían unas sandalias con un poco de tacón y la mitad de su melena castaña clara con rasgos rubios iba la mitad recogida en una coleta y la otra mitad suelta. Se había aparecido en el callejón diagon en aquel dia caluroso y se acercaba con paso seguro hasta la tienda. Allí había conseguido a su querida serpiente Ketket a la que quería con locura y tambien fue regalo de su madre su querido minino.

 

Llegó al poco tiempo a la puerta de la tienda la cual abrió con delicadeza notando que algo extraño habia pasado en la tienda. Había algo que había cambiado y no se daba mucha cuenta de que era. Entró en el interior de la tienda cerrando la puerta tras de ella mientras fruncia el ceño, no sabía donde estaba la verdad, llevaba tiempo fuera pero no pensaba que la tienda hubiera cambiado tanto. Algo la decia o que se había equivocado o que su madre lo había reformado. No había leido el letrero y normalmente era algo depistada pero estaba segura de que esa era la tienda de animales de Katara.

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Siyana, elfina del negocio.
La elfina vestia con el uniforme propio de los elfos de la dueña, un vestido gris hecho con un costal de papas e inclusive tenía unos zapatos hechos con el mismo material. A la dueña no les gustaba verlos con harapos pero tampoco los dejaba con libertad.

Siyana era la que solía ir a ver como iba todo en el local del callejón y si había un cliente que no supiera como entrar ayudarlo. O un visitante de la dueña, ya que también vivía ahi igual que Lionel, cuando no estaban en el castillo Ivashkov. No entendía todavía como podía hacer siempre su ama viajes desde Rusia, hasta Londres y viceversa. Al parecer contabacon un portal especial que le facilitaba las cosas.

-Señorita, ¿la puedo ayudar en algo?- Preguntó al verla que estaba en el local pero sin acercarse a la puerta que la llevaría al negocio real. Cuando se fijo bien en la joven, se apeno al reconocerla.-Lo siento, no la reconoci. Su madre tiene fotos de usted en la oficina. Soy Siyana, elfina del ama.

La elfina espero que la joven le diera instrucciones. A lo meor solamente quería estar ahi perdida en recuerdos, o simplemente buscaba a su madre y no sabia como llegar al nuevo local. A muchos les pasaba.

@@Eliah Ryddleturn

Editado por Lyra Katara Selwyn

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