Chrookshanks (MM B: 105590)

[Lyra Katara Selwyn]

Tome el sombrero que me enseño Maida para verlo mejor, o más bien, prácticamente se lo quite de las manos. En verdadera una obra de arte, yo ni siquiera sombreros podía hacer. Toda mi ropa era comprada y la mayoría de las cosas que querían manualidades, eran hecas por los empleados o elfos de cada negocio.

 

-Es precioso, Maida. Un día deberíamos ponernos de acuerdo en negocios a ver si te interesa hacer algunos sombreros para Ranas Lunares, estarán bien pagados.- Le prometi.- Yo no se hacer nada de eso, culpa de haber nacido entre todas las riquezas y comodidades que me daba mi padre, el se encargo de que a mis tíos no les faltara nada y pudieran darme los lujos necesarios.

 

Suspiré, mientras pensaba en los Selwyn. La verdad siempre me habían tratado como a una princesa capricho, hasta que estudie en Hogwarts, eso cambio mi vida y tuve deseos de ganarme la vida, si bien de forma misteriosa siempre tenía todo o que quería.

 

-¿No sabes hacer de esos gorros que se usan mucho en época de invierno, tejidos? Son una especie de sombrero al fin y al cabo, ¿no?- Pregunté.-Sería otra opción de negocio, sino para este invierno, a lo mejor para el próximo.

 

Quizás al hacer ese comentario y no saber la diferencia entre gorros y sombreros me veia completamente ignorante, pero esperaba que Maida no lo tomara tan mal. Sabia que era un desastre en todo lo referente a la moda.

 

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[Emily Karkarov]

Chrookshanks era un nombre que llamaba bastante su atención. Más aún, le daba curiosidad saber a qué se dedicaba el negocio, sobre todo porque la dueña era una de sus compañeras en el concilio. Quizás ella se encontrara allí y podrían charlar un rato. Y también, quizás el negocio sería de su interés. Camina casi sin percatarse que frente a ella está una puerta mágica.

 

-¿Hola? ¿Me dejarías pasar? - dice, hablándole a la puerta.

 

Sí, a la puerta. Luego de haber trabajando durante tanto tiempo rodeada de objetos mágicos, sabía que aquellas puertas tenían un carácter bastante especial. El de esa en particular parecía ser bastante accesible con quienes eran amables; o al menos eso es lo que descubre cuando lee la nota que está cerca de ella.

 

Le gusta, es una forma bastante particular de recibir a clientes. Y un muy buena forma de no permitir la entrada de aquellos que no tenían las mejores intenciones, algo que solía pasar con cierta frecuencia en el mundo mágico. Emily ladea un poco la cabeza esperando a que la puerta reaccione, pues siente -o eso cree, pues no ha pasado más de unos segundos- que la está evaluando.

 

-¡Eso es! - exclama cuando finalmente se abre, contenta de saber que finalmente puede entrar.

 

Cuando lo hace, con la puerta cerrándose sonoramente tras ella, no se arrepiente de haber seguido su curiosidad, pues resulta que está en una especie de cabaña gigante, que la hace sentirse tremendamente acogida. Mira a un lado y otro y siente que no va a tener tiempo suficiente para recorrerlo todo, sin embargo, invertirá el suficiente para divertirse y, en especial, comer algo en la cafetería, pues el olor característico del café llega hasta ella como si de perfume se tratara.

 

[Lyra Katara Selwyn]

Estaba en el mostrador frente de la puerta mágica cuando esta se abrió. Cindy me había ayudado a hacer revisión de los libros, cosa que hacia cuando no tenía nada de trabajo en el Concilio.

 

Iba vestida con pantalón de mezclilla, tennis y una playera de mangas cortas color azul acero, bastante informal como siempre. En el antebrazo izquierdo estaba el tatuaje de mi gato persa blanco dormido y llevaba repartidos en las manos los anillos de las habilidades. Colgados al cuello, llevaba los amuletos de cada libro aprobado y puestos como dijes, cada uno de los anillos obtenidos en su correspondiente cadena.

 

En la mano derecha estaba mi varita y mi monedero de piel de moke con los consumibles que tenía. Miré con atención y reconocí a Emily, una compañera del concilio, lo que me hizo dudar si habría pasado algo o que ese no era mi día libre y debía haber ido a trabajar.

 

-¡Emily! Pasa por favor, ¿en que te puedo ayudar? ¿Paso algo en el Concilio?- Pregunté.-Si encontraron arañazos en alguna cortina de la primera planta, no fui yo.

 

Cruce los dedos atrás de la espalda, puesto que esa era una de mis cortinas favoritas donde solía afilarme las uñas cuando no había gente. Salude a mi compañera con un abrazo y deje que terminará de llegar para guiarla por el negocio.

 

@@Emily Karkarov

[Anthony R. Dracony M.]

Candela me había entregado bastantes carteles, llevaba un buen número de ellos porque me ofrecí a repartir los, se necesitaba difundir la noticia y que este gran evento fuera un gran éxito. Muchos libros mágicos que estarían en exhibición y en venta, además de buenas actividades que gozaría todos, se pensó en grandes promociones. Los diferentes Departamentos del Ministerio de magia, estaban preparando sorprendentes presentaciones, todo lo imaginable que puede esperarse de una Feria del libros.

Vi el local y me acorde que en este local, fue donde me dieron aquel panfleto sobre el Concierto de Rock...un gran recuerdo guardo de el, por eso deje en uno de los muros un cartel.

http://i.imgur.com/Sj4P7g7.png

http://www.harrylatino.org/topic/109623-feria-del-libro-magica/

[Emily Karkarov]

Emily solo ríe ante el comentario de Lyra, quien la saca de su asombro y la hace notar su presencia al hablarle. Es una grata sorpresa para ella ver a alguien conocido en el lugar. A veces, cuando se aventura a entrar a un lugar nuevo, se topa con sorpresas no muy agradables, como negocios en abandono, y en algunos casos, empleados hostiles que se quejaban de sus sueldos. Pero ahora era diferente, era una compañera quien la recibía, una que estimaba mucho a pesar del corto tiempo que llevaba conociéndola.

 

- No, para nada, en el concilio todo está bien, a diferencia de las cortinas- responde, intentando disipar las dudas de su interlocutora, mostrándose bastante animada, mucho más de lo que está cuando trabaja.

 

Allí, en el concilio, suele ser mucho más callada, observadora y también un poco más seria, haciendo que en conjunto con la tradicional ropa elegante se la viera un poco mayor de lo que es. En ese momento, en cambio, parece una chica común de su edad -en el mundo de los magos al menos- que va de compras de vez en cuando.

 

- De hecho, vine porque el local me llamó mucho la atención y quería saber de qué trataba. Me dijeron que habrían animales y quería comprar uno fuera del mall, pero veo que es mucho más que eso...

 

Por lo general, Emily era muy sincera. Y realmente se encontraba emocionada de poder estar allí. Así podía aprovechar y hacerle un regalo a su primo Fabian: un perrito. O un dragón de komodo. Aún no se decidía sobre cual sería el mejor regalo para un niño de seis años, porque bueno, ella no sabía mucho de niños. Y sin duda, a Goderic le encantaría cualquiera de esas opciones. Hasta podía imaginarlo jugando con el dragón (o el perro) en lugar de Fabian, su hijo.

 

-Aunque quizás podría comer antes ¿que me recomiendas? Porque vengo con mucha hambre y algo aquí huele delicioso.

[Maida Black Yaxley]

La verdad era que Maida no esperaba que Lyra o su hermano le tomaran tal detalle de importancia al sombrero, aunque claro, sin falsas modestias de por medio, había que admitir que la prenda de cabeza le había quedado de lujo para ser apenas una joven de dieciseis años. Sonreía agradecida con las palabras de su madre, y en cuanto le comentó acerca de los gorros tejidos, se le iluminó la mirada azul.

 

— ¿Chullos? —era un nombre que había oído alguna vez en programas que su padre solía ver en Bulgaria, unos gorritos bastante peculiares que se usaban sobretodo en sudamérica y que su padre no consideraba que fuera lo suficientemente elegantes, pero que ella si sabe tejer de punto— ¡Claro que los hago, pero por favor, no le escribas a mi padre diciendo eso!

 

Se río de buena gana al recordar el pequeño sermón recibido cuando intentó explicarle que aquello gorros de invierno estaban muy de moda entre los jóvenes. Claramente recordó que él había mencionado, "la elegancia y el buen gusto no tienen edad".

 

— Puedo prometerte unos cuantos para mi siguiente visita, sin necesidad de galeones de por medio madre, creeme que los hago por puro placer —le dijo completamente sincera, no quería hacerla sentir incómoda con algo tan molesto como el negocio y el dinero—, aunque la verdad, creo que esta visita debe llegar ya a su fin. Tengo que traer a un amigo para que lo conozcas, y si sigo así, volveré a dejarlo plantado una vez más.

 

@@Lyra Katara Selwyn

[Andromedario]

Andrómeda Lenteric

Departamento de Transportes y Deportes mágicos

Empleada

La semana recién comenzaba y con ella la pila de pendientes por hacer desaparecer de su cabeza. Hacía un par de días atrás había ya visitado uno de los locales de Lyra, el cual pedía instalación del hechizo antiaparición y ahora sólo quedaba uno más. Sin embargo, se le había sido advertido que llegar a aquel espacio era bastante complicado para algunos, por lo que si tenía algún tipo de dificultad con la puerta mágica, sabía d einmediato que enviaría una carta a la dueña para poder concluir con sus trabajos.

 

 

Luego de una corta caminata después de la desaparición que ya casi no causaba más sintomas que una extraña presión en su cuerpo, llegó al lguar dónde en la puerta se colocaba un curioso cartel. Estaba segura que en cualquier otra circunstancias, lo que iba a realizar sería un acto completo de locura, pero en aquel mundo, casi nada era considerado no lúcido.

 

-Buenos días, espero que hoy estés bien. Soy una empleada del ministerio, y me gustaría realmente llegar al negocio. Por favor, ¿Crees que podría pasar?

 

Los segundos pasaron, y la puerta se mantuvo cerrada. Comenzaba a fruncir su entrecejo pensando que había dicho mal, si sus intenciones no eran para nada malas, es más, eran acciones favorables para el lugar. Pero de pronto sus cavilaciones se detuvieron por el ruido chirreante de la puerta abriéndose. Sonrió e ingresó para terminar parada en medio del local. En un mostrador, uan joven se encontraba preparando algunas cosas para la mañana, y se acercó con cuidado de no estropear su trabajo.

 

-Señorita, buenos días. Vengo por trabajo ministerial, ¿Estaría Lyra presente? Debo activar los servicios antiaparición.

 

 

@@Lyra Katara Selwyn

[Lyra Katara Selwyn]

@@Emily Karkarov

 

-No puedo evitar arañar siempre esas cortinas de la primera planta, son muy tentadoras.- Comenté.-Además están en el lugar correcto donde uno puede arañar sin que molesten.

 

Escuché los comentarios de mi compañera del concilio, últimamente parecía haber demasiados cambios en el mismo, pero al menos esperaba que ella se quedara bastante tiempo todavía.

 

-Los sandwiches son la especialidad de la casa igual que las enlasadas. No nos especiaizamos en cosas más elaboradas porque la mayoría busca la comida rápida, sobre todo si lleva muchas horas comprando.- Mencioné.-Asi que un sandwich y una malteada creo que te vendría bien

 

La acompañe a una de las mesas de la cafetería, donde uno de los elfos del local no tardo en atendernos. Deje que tomara el pedido de Emily.

 

-Sobre el negocio, me dedico a la venta de animales muggles, pero tambien de ingredientes para pociones y pociones, también tenemos un invernadero.- Comenté.-Todavía hay algunos a os que les gusta hacer sus pociones. Casi lo olvido, esta también todo lo relacionado con accesorios para mascotas, como juguetes.

 

Deje que Emily disfrutara su comida, mientras me limitaba a pedir mi bebida favorita, así tendría más ganas de comprar.

 

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-Espero entonces los sombreros, hija linda. Te aseguro que los luciré en cuanto tenga oportunidad.- Comenté.-¿¿Te vas entonces? Te agradezco la visita que me hiciste y me aegro que conozcas donde vivo en realidad, cuando no estoy en la Ivashkov. Y ciertamente, no me gustaría dejaras plantado a tu amigo nuevamente.

 

Sabia que Maida tenía muchas cosas que hacer, aunque en realidad ni isquiera sabia si ya tenía un puesto en el Ministerio, tendría que investigarlo. No me molesto por esa razón el hecho de que quisiera terminar la visita, al contrario, bastante había hecho con ir a verme y pasar un rato con su hermano también.

 

-Nos veremos entonces, ¿segura que no quieres una mascota?- Le pregunté.

 

Me levante para estirarme un poco antes de acompañarla a la salida.

 

 

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Cindy asintió al escuchar la pregunta de la empleada Ministerial, pero antes de que pudiera responderle, se acerco la dueña del negocio.

 

-Yo la atiendo, Cindy. Muchas gracias.- Le informé.-Gusto en verla nuevamente. Espero que la puerta no le haya hecho sufrir mucho para entrar.

Si no me equivocaba eraa la misma persona que me habia ayudado con los servicios en Ranas Lunares, por lo que imaginaba que el proceso no tardaría mucho en realidad, cosa que me alegraba.

 

-Buenos días, ¿cómo procederemos esta vez para activar los servicios? ¿Será igual que en el anterior?- Pregunté con interés.

 

Algo me acordaba del tiempo en que trabaje en eses departamento y sabia que no era tan complicado, pero las cosas solian cambiar muchas veces.

 

-Si desea algo de tomar mientras activa el servicio, no dude en pedirmelo.- Comenté.

 

Me quede atenta esperando sus instrucciones, no me gustaba que los negocios estuvieran sin los mismos.

[Andromedario]

Andrómeda Lenteric

Departamento de Transportes y Deportes mágicos

Empleada

-¡Buenos días señorita Ivashock! Es un gusto verla otra vez. La puerta fue bastante buena, la verdad.- mientras la saludaba se movió un poco de sulugar para mirar la extención del terreno. No sería demasiado complicado, pero esta vez seria conveniente apuntar mejor hacia el suelo así el hechizo no se estancaba por algún motivo sólo en ese lugar.

 

-Si, el procedimiento es exactamente el mismo que el anterior. A veces varía un poco su ejecución por el tamaño del lugar. Sin embargo nunca fallan, delo por hecho. Esta vez estoy bien señorita, es el primer negocio que visito así que el desayuno sigue en su sitio. - una sonrisa se dibujo en su rostro.

 

Extrajo su varita del interior de su capa, y se movió hacia una zona despejada del lugar, mientras iba murmurando las características del hechizo a aplicar.

 

-Sólo la dueña puede aparecerse y desaparecer de cualquier lado y puede realizar aparición conjunta. Miembros de la familia sólo aquí. El resto, no puede aparecer ni desaparecer. Siempre estarán estancados en la puerta mágica del callejón Diagon si lo intentan. Tampoco puede desaparecer desde aquí, si o sí deben volver allí. - mientras las oraciones salian de su boca, finos hilos de plata casi imperceptibles se desprendian de su varita de haya que apuntaba hacia el suelo del lugar.

 

Como la última vez, el pequeño hilo se volvió una fina corriente que se agrandó y multiplicó varias veces. Si uno era atento, podía ver como viajaba el hechizo del recinto de ingreso hacia los diferentes lugares de la isla, encargandose de aplicar todo lo dicho por la bruja que aú miraba concentrada el suelo mientras aún caian de su mano pequeños hilos.

 

Luego de unos minutos el hechizo se cortó y supo que todo el terreno estaba asegurado. Movió su mano adormecida y guardó con pereza su varita.

 

-Todo listo señorita Ivashock. Como la última vez, desde el día de hoy el hechizo ya está vigente y dura un año. Luego deberá volver a pedir su activación. En fin, ahora debo irme. Muchas gracias por la amabildiad de siempre, y espero que no haya ningún problema.

 

Luego de estrechar la mano a la bruja, la joven se dirigió nuevamente a la puerta mágica. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba en Diagón, y comenzó a caminar por sus abarrotadas calles para llegar al siguiente negocio que requerían de su presencia.

 

@@Lyra Katara Selwyn

[Maida Black Yaxley]

Lionel, aunque callado, parecía ligeramente afectado por la repentina noticia de la salida de Maida del local, así que la bruja se prometió no dejar que pasara demasiado tiempo para su siguiente visita, seguramente con las asignaciones del abuelo, era imposible pedirle una visita en el Castillo Ivashkov o cualquiera cosa. De todas manera, se acercó a él y depositó un beso en su mejilla.

 

— Cuídate Lionel, te buscaré pronto para ver esas cosas del tema de los muggles y sus uniservidades —lo había pronunciado mal, aunque era imposible saber si lo había hecho por la mala traducción del búlgaro, o por el poco conocimiento del mundo No mágico—. Prometo que la próxima semana me doy una escapada.

 

Su madre se puso de pie para acompañarla a la salida, y eso, en silencio, lo agradeció, caso contrario, seguramente se iba a perder en el camino, le harían falta unas tres visitas más para sentirse plena y confiada sobre sus instintos de orientación.

 

— ¿Mascota? —le replicó sonriendo— Esta vez no, Maminina, estoy segura que a la pobre le hará falta mucha atención, ando un poco volada estos días —le dió un beso en la mejilla cuando supo que estaba por adentrarse nuevamente en las calles de Diagon—. Prometo que volveré en un par de días a lo sumo, estoy segura que a Lionel le gustará la compañía una vez yo me suelte un poco más los huesos. La familia siempre entibia el corazón. ¡te quiero Ma! —dijo despidiendose.

 

@@Lyra Katara Selwyn