Chrookshanks (MM B: 105590)

[Aaron Black Yaxley]

Aaron Augustine Black Ryddleturn.
Flashback; 7 años de edad.

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@@Lyra Katara Selwyn

-¡Genial!- exclamé cuando Lyra aprobó la posibilidad de llevarlo al castillo y me volví al cachorro- ya sabes Kai, sin comerse los animales del castillo Ryddleturn...- quizás el tigre no entendería nada de lo que le decía, pero parecía escucharme con atención. Ya después se habría zarpado un par de las mascotas de Lyra, pero eso quedaría como secreto de amo y mascota.

Salimos de aquél lugar y el siberiano salió a la siga de un niffler que tomaba un arete de una vieja regordeta mientras colgaba de una viga, aferrándose quién sabe de qué. Miré a mi abuela y al ladronzuelo que salía corriendo por todo el pasillo mientras mi mascota le perseguía con instinto cazador. No sabía si reír o salir tras Kal.

-¡Kai ven aquí!- le grité pero no hubo caso. Se encaramó en un estante y saltó hacia un pilar con un solo objetivo, el niffler. Cerré los ojos cuando un jarrón de cristal se vino abajo llamando la atención del público sin obviar a la vieja quién gritaba aterrada tomándose el lóbulo al no encontrar su joya. ¡Era un verdadero despelote!

[Maida Black Yaxley]

Maida escuchaba a su hermano entre interesada y sorprendida. La verdad es que los planes de la familia entera parecían regirse sobre lo que su abuelo quería o no de ellos, y aún así, ella no lo conocía. Diecinueve años de estar "escondida" de cierta manera, porque algo le había comentado Agares, que ella era una de las hijas de Lyra de las que no se sabía existencia, pero la pregunta claro, caía de madura, ¿Por qué? Los planes que relataba Lionel sonaban extraños, por decir lo menos.

 

— ¿Una universidad muggle? —preguntó sin poder contener la sorpresa— ¿Qué podrías aprender de ellos que resulte realmente útil?

 

No lo decía por ser despectiva con los muggles aunque finalmente, sonara igual. Ella sólo conocía un muggle, su padre, y jamás había hecho alarde de aquello. Su educación completa radicaba en obtener todo el conocimiento mágico posible, al punto que su única destreza fuera de lo mágico, era colarse en el transporte muggle, algo que si encontraba productivo. Aunque claro, no sabía manejar automoviles muggles, sino que sabía utilizar malciones imperdonables para lograr que la llevaran de un lado a otro.

 

— Bueno, si es una reunión familiar, sería interesante participar —añadió sonriéndole a su madre—, no puedo creer que ya hayan pasado un par de meses y yo aún no conozca a mis anfitrionas en el Castillo, seguramente van a pensar que soy una maleducada.

 

@@Lyra Katara Selwyn

[Lyra Katara Selwyn]

Con @

Flashback

Aaron y el tigre habían salido de la oficina para estar en el resto del negocio, consistente en ese entonces de apenas dos locales juntos. Vi como un niffler llamaba la atención del tigre, mientras que Cindy atendía a una clienta.

 

-¡Cindy! Atrapa al niffler, tenemos que ver de donde salió.- Le pedi a la empleada.-Perdone, señora. No es de nosotros o estaría mejor educado. En seguida le regresamos su arete y la curaremos.

 

Un ruido ensordecedor se escucho por el lugar, gracias a la mascota de mi nieto. Quizás había sido un error que la tuviera, sin tener su varita todavía.

 

-¡Oppugno! Quieto- Exclame, señalando al tigre, quien me hizo caso de inmediato, mientras señalaba el jarrón roto y lo reparaba.-Aaron, tienes que tener más cuidado o no podré dejarte que tengas el tigre hasta que tengas tu varita. A tus padres no le gustaría.

 

Cindy había logrado calmar a la señora y atrapar al sniffer. El arete le había sido devuelto y curada us oreja, además de que mi empleada le había dado un gran descuento en los productos que quería.

 

-¿Crees poder manejarlo? De lo contrario, solo lo visitaras en el local y no bromeo.- Miré seriamente a mi nieto, esta vez un poco molesta.

 

~~~*~~~

@

 

Lionel le explico a Maida todo lo que veían en las universidades muggles. Nada de interes en el mundo mágico, pero bastante útil en su mundo, por lo que podía simular ser uno de ellos a la perfección y cumplir las misiones del abuelo.

 

-No creo que tu pudieras acostumbrarte al mundo muggle, hermanita. No porque no seas capaz, pero creo que te aburrirías.- Comentó Lionel.-Las clases a veces son aburridas, pero los papeles que logras al final del semestre es lo que te abre las puertas. Esos documentos son claves para nuestras fachadas.

 

En el mundo muggle el puesto que tuviera uno en el trabajo y en la sociedad abrían muchas puertas, aunque no sabia bien como explicar eso.

 

-Verás, los muggles suelen ser más materialistas que nosotros y hay cosas que no se puede crear con magia, como os estudios en ese mundo y la reputación que te vayas ganando. Es por eso que tengo que estudiar ahi, entre más nivel tenga, es más fácil lograr metas. - Explicó.- Es entretenido.

 

Escuchó atento el comentario de su hermana.

 

-Si tu eres maleducada, no quiero pensar que seré yo, que no he dejado nuestra vivienda aqui.- Comentó Lionel moviendo la cabeza.

 

-No creo que piensen eso sus tías, ellas deben estar ocupadas tambipen.- Comenté.-Espero de verdad que nos podamos reunir, soy mala ooorganizando cosas, pero lo intentaré.

 

Suspire. Últimamente todo mundo estaba desaparecido, pero era normal en cierta forma. Tendría que enviar esa nota llegando al castillo.

[Maida Black Yaxley]

El tema de las universidades muggles le había interesado, pero la verdad, era que acaba de pasar por un recursar que se le antojaba un poco innecesario en Hogwarts, así que eso de coger libros que a ella particularmente no iban a servirle del todo, no, eso no era lo suyo ahora. Quizá más adelante.

 

— Creo que tienes toda la razón del mundo —le otorgó Maida son una sonrisa—, creo que he estado demasiado apartada de los muggles como para intentar ser una de ellos ahora. Pero, si tengo una duda en particular sobre sus extrañas costumbres, usaré tus conocimientos querido hermanito.

 

Intentó verse en una ocupación muggle que no fuera la de sombrerera como su padre, sin embargo, no logró visualizarse nada.

 

— La verdad sea dicha Lionel, es que ya bastantes metas me he impuesto en el Ministerio de Magia inglés, como para ver otro medidor en el mundo muggle, creo que en determinado caso, me gustaría verles el lado divertido, si es lo que tuvieran —Maida perdió la sonrisa en cuanto se puso a contar en la mente cuantos muggles en realidad conocía, sacudió un poco la melena y añadió, ya cambiando un poco el tema y para no dejar de lado a su madre—, tienes razón, me parece que no pensaran que somos maleducados las tías, pero sería genial poder conocerlas un poco mejor.

 

Se alisó unas arrugas inexistentes de su túnica.

 

— Me gustaría conocerlas en un ámbito más amigable al que supongo luego deberé conocerlas —encogió los hombros un poco nerviosa, aún no tenía ni idea de cuando podría darle la noticia a su madre de su ingreso al bando tenebroso, pero era una fecha que minuto a minuto se acercaba más—, digo, de esa manera quizá no me tome algunas cosas de manera personal.

 

 

Lyra Katara Selwyn

[Lyra Katara Selwyn]

-Cuando quieras puedo explicarte cualquier cosa que desees de los muggles. No soy un experto pero si no lo sé, lo puedo investigar.- Contestó Lionel.-En cuanto a tener un lado divertido, todavía no se los encuentro. Si tienen cosas para divertirse, pero se me hacen tontas, a excepción del cine.

 

El menor de los hijos de Katara nunca se había sentido tan fuera de lugar como hasta ese momento, deseando tener más aventuras en el mundo mágico. Quizás cuando terminará la misión actual su abuelo lo dejaría tener tiempo libre o tener alguna misión relacoonada con el mundo mágico.

 

-Entiendo como te sientes con las tías, Maida. A mi me esta pasando algo parecido en la Triviani. Estoy vagando ahi como si fuera un fantasma y ni siquiera he visto a Alyssa, parece que todo mundo esta ocupado con el trabajo u otras actividades.- Comenté.-Yo pensaba que en este mes de fiestas iba a ser más fácil organizar algo en la Ivashkov para reunirnos con las tías, pero dolo quedo en eso, una idea.

 

Me encogí de hombros, pensativa. Quizás después se podría hacer esa reunión, al fin y al cabo no se necesitaba una fecha especial para estar con la familia.

 

-Estoy segura que al menos con ellas no te tomaras nada como personal. Eres bastante sensata como para hacerlo.- Comenté.

 

Sabia bien a que se referia Maida y sonrei, me sentía oorgulosa del logro que iba teniendo mi hija y esperaba que disfrutara ese siitio al que pronto entraría.Yo no había logrado hacerlo paero tampoco me arrepentía de mis decisiones.

 

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[Darla G Dumbledore]

Tommy, elfo de Darla

 

El elfo había llegado hasta el local que le habían indicado en el Callejón Dragón, decían que allí tenían más variedad de alimentos para mascotas que en el Magic Mall, y es que si en realidad lo piensas ellos te vendían lo básico, pero había golosinas, bocadillos y otras chuches y chiches que las mascotas, mágicas o no, les encantaban. Tommy se detuvo frente al local que lucía un bonito cartel en tonos marrones con la leyenda "Chrookshanks", tal el nombre del lugar.

 

Cuando su pequeña mano envuelta en un guante de lana empujó la puerta para ingresar al lugar no esperaba ver dentro lo que sus redondos y saltones ojos vieron. Era pequeño, cuadrado, unas pocas plantas parecían ser el único ser vivo presente. Tommy miró para todos lados, preguntándose si habría sido víctima de alguna broma, pensó en qué fecha le habían indicado que fuera allí. Los muggles y los magos tenían una misma mala costumbre: hacer bromas muy pesadas, y algunas no tanto, el día veintiocho de diciembre, su ama le había explicado que la mayoría no entendía el real significado de los "Santos Inocentes" y él temía haber sido una víctima más, pero no, había sido 24 horas después.

 

Se adentró en el local y observó que al fondo del mismo había otra puerta y un cartel, inclinó la cabeza, rascándosela por encima del gorro de lana rojo y verde que llevaba, un regalo navideño de sus amos.

 

--Si deseas llegar a nuestra nueva ubicación, a la puerta con amabilidad debes tratar para que te deje pasar --se frotó la frente antes de agregar --¿qué debe decir Tommy? ¿Señora puerta me deja pasar? --se preguntó algo indeciso, definitivamente no era su mejor día.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy Heidelberger

La puerta por unos segundos se quedo quieta, al parecer tomando la decisión de dejar pasar o no al elfo que tenía enfrente. Se abria un poco, pero apenas el elfo hacia que sus pies se movieran hacia ella se cerraba nuevamente, como si estuviera jugando con él. Hizo esto y por fin se abrió la puerta.

 

-Pasa, pequeño elfo. Se siente algo de corrriente.- Le dijo una empleada de ojos verdes y cabello rubio, Cindy. Ella estaba detrás del mostrador, esperando que el visitante pasara.

 

El elfo no tardaría encontrarse en la cabaña principal del negocio. Al lado de la puerta mágica, la puerta que daba acceso a las otras áreas del negocio estaba cerrada, pero se sentia una corriente como había dicho la empleada.

 

Cindy se levanto y se dirigó a una de las ventanas que estaba del lado izquierdo de la cabaña, protegida con una chamarra azul marino, del mismo color que el pantalón que llevaba. Usaba una playera de mangas largas color gris claro.

 

-Listo, creo que encontrarás la temperatura agradable después de haber cerrado esa ventana.- Comentó.- ¿En que puedo ayudarte?

 

Volvió a preguntar, esperando que su visitante entrara de una vez.

 

@@Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

Tommy, elfo de Darla

 

Tommy avanzaba y retrocedía o se quedaba quieto, la puerta se había abierto pero a cada paso hacia ella se volvía a cerrar, ya estaba a punto de hacer pucheros y a revisar que su almanaque no estuviera mal y fuera aún veintiocho de diciembre cuando finalmente se abrió del todo y una bella dama le habló desde el otro lado, tras un mostrador. El elfo titubeó pero le hizo caso segundos después.

 

--Tommy quería entrar pero puerta estaba en graciosa hoy y bromeaba con Tommy --se justificó, a modo de discupas por la corriente mientras se quitaba el gorro y lo estrujaba frente a él entre sus manitos aún enfundadas en los guantes a tono.

 

Iba a decir algo más pero sus labios se abrieron con asombro al ver el lugar, estaba ahora en una estancia más amplia, de una cabaña de ladrillos, de un lado llegaba el aroma del café de una cafetería y del otro se apreciaba un pasillo que daba a un ambiente con una gran variedad de juguetes y demás chiches para mascotas además de muy bien iluminado.

 

La corriente cesó en cuanto la joven cerró una ventana y Tommy notó que la puerta tras él se había cerrado. El local era tan distinto al anterior pues se veía mucho más acogedor.

 

--Tommy está muy bien, gracias --e inclinó la cabeza y medio cuerpo en señal de agradeciimiento por el detalle --a Tommy le han encargado chucherías para varias mascotas de sus amos, sus amos tienen una lista laaaaarrrrgaaa de mascotas y quieren algo para cada una de ellas por la pasada Navidad.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy Heidelberger

 

-A la puerta le gusta hacer bromas, Tommy.- Iba a agregar el "pequeño" al nombre del elfo, pero no lo creyo conveniente, a lo mejor se ofendia.-Nunca se sabe como va a reaccionar, para que estes preparado la próxima vez con alguna novedad..

 

Ese era el problema que tenían las puertas mágicas. Podían ser un poco volubles, pero eran más seguras que los armarios evanescentes, a menos que se tuviera la pareja en otro sitio, nunca se sabia a donde te podían enviar. Definitivamente había mejores formas de transporte y seguridad que estos, además de más económicos.

 

La empleada escucho con atención la solicitud del elfo y asintió.

 

-¿Tienes la lista de mascotas? Necesito principalmente la raza, para elegir algo que tenga más posibilidad de gustarles en vez de recomendarte algo genérico.- Comentó Cindy.-En cuanto me la enseñes podemos ver que chucherías hay para cada uno.

 

Espero la respuesta del elfo para asesorarlo. Seguramente tendría que mandar un par de demonios para que lo ayudaran con las compras, a menos que en realidad no fueran tantas criaturas. Era una suerte que la dueña del negocio viviera en el local con sus mascotas, asi cada que quería regalarles algo, solo tenían que llevarlo a su cabaña ubicada en el mismo.

 

@@Darla Potter Black

[Maida Black Yaxley]

De pronto, Maida se puso de pie y caminó un poco por la pequeña salita, como si estuviera asimilando palabra a palabra toda la conversación con Lionel y con Lyra. La verdad es que para ella había sido un choque extraño eso de pasar de ser la única hija de Lyra a de pronto, tener que conocer a otros que ostentaban el título. Aún cuando se llevara tan bien con ellos como le pasaba con Lionel, era raro, era descubrir que había toda una historia compleja detrás de la bruja que les había dado vida. Tanto misterio, tantas cosas que los había llevado a todos a crecer separados. ¿Los estimaría de la misma forma de tener recuerdos compartidos entre ellos? Eliah era tan distante, Lionel tan pasivo, y Bridget, bueno, de ella sabía poco o nada, seguía sin poder topársela y charlar como dos buenas hermanas.

 

— La verdad es que los muggles me interesan solo por un mero gusto informativo —soltó de pronto, pero sin girarse a verlos, todo lo contrario camino hacia donde estaban los retratos de los hijos de la bruja, y tomó el suyo entre sus dedos. Era consciente de que Lionel era el único que había convivido más de cinco años con Lyra, en la foto se la podía ver luciendo el uniforme marrón de Durmstang, feliz e inocente, a la tierna edad de quince años, ¿se vería muy distinta ahora? Tampoco había pasado tanto—, no puedo creer como es que he podido sobrevivir tanto tiempo sin saber lo esencial de ellos.

 

Dejó el retrato en su posición original y giró en su eje para confrontar la mirada de su hermano y de su madre.

 

— Mi padre fue bastante benevolente y se adaptó a las comodidades mágicas que tú —señalando a su madre—, pusiste en casa. Lo único muggle que hay en este cuerpo, es la habilidad para coser y bordar un buen sombrero. No creo que sea muy útil pero francamente no puedo jactarme de hacer mucho más.

 

Sonrió ampliamente y con la floritura de su varita que casi mágicamente se había colado entre sus dedos apareció un sombrero de ala ancha azul, con unos lazos turquesas que colgaban de ambos lados.

 

— Este, en particular, lo hice para mi cumpleaños número dieciseis, tenía un vestido del mismo color que los lazos, y la verdad es que me encapriché con llevarlo puesto, a pesar de no haber salido el sol aquel día —relató dejandose llevar un poco por los recuerdos—, Agares me había convencido de viajar por Venecia en invierno, y bueno, Italia es un país que puede conmigo.

 

 

@@Lyra Katara Selwyn