Museo Night (MM B: 105846)

[justo]

Los años no transcurren en balde; porque un dia, la ultima semana de agosto, llego el momento temido, Scorp se marchaba a Hogwarts.

Eran los dias que Astoria y yo siempre hemos mirado con preocupacion, el joven cachorro se despedia de nosotros. Cuando le anunciamos que, al dia siguiente partiamos a Londres, al Callejon Diagon, no pudo reprimir dar saltos de entusiasmo.

Por un lado nos alegraba su actitud pero por otro...que sola se iba a quedar nuestra mansion. Era como volver a ser recien casados pero con la salvedad de que tenias una parte de ti en otro lugar. En esos momentos envidie a Harry y a Hermione, ellos tenian hijos mas pequeños que podian seguir cuidando.

Harry ya tenia a su hijo mayor, James Sirius, que iba a empezar su tercer año. Parece ser que su segundo hijo, Albus Severus, iba a comenzar. El segundo nombre del chico me trajo grandes recuerdos. No lo admitire nunca en publico pero añoraba a mi antiguo profesor, Snape.

Al dia siguiente fuimos a Londres. Era el primer viaje que haciamos con Scorp. Nos aparecimos cerca del "Caldero Chorreante" que tenia una pequeña variante con respecto a mi infancia. Ya no lo regia Tom, fallecido recientemente, sino su pariente lejana Hannah Abbott, amiga de mi mujer y esposa de Neville.

Ambos vivian alli durante el verano y luego el se iba a Hogwarts donde ejerce de profesor de Herbologia. Es el jefe de la casa de Gryffindor y se, por referencias, que se muestra afable y cordial con los alumnos. A pesar de ser una celebridad sigue tan modesto como siempre.

El caso es que entramos, saludamos un rato a Hannah que parloteo con mi mujer durante media hora. Creemos que las charlas de las mujeres son intrascendentes pero no lo creais, ellas en media hora pueden saber mas que nosotros en una vida.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra sento al niño en su falda para que comiera mientras observaba a su a rededor, Richard era tan curioso como lo habían sido sus hermanos mayores y cómo ella lo fue siendo niña.

 

Los colores, libros, cuadros y los jardines eran los favoritos del niño como suyos, Alessandra con Richard eran los que tenian gustos mas compatibles de todos sus hermanos, por lo que la peliazul le enseñaba cosas bastante avanzadas a su hijo que las disfrutaba junto a su madre.

 

-Richard cielo, come con calma- le dijo al niño.

 

Tenia toda la boca con chocolate lo que le causo bastante gracia a su madre, el chocolate era la debilidad de casi todos sus hijos, Jayden, Richard, Alec y Lucie eran los adictos a la delicia aquella aunque Alec solia negarlo y se abtenia bastante bien en compañia pero solo su madre sabia que tenia un lugar guardado para ellos.

 

Comieron en silencio un rato, Alessandra se tomó su café bien cargado con dos pasteles y Richard su leche tibia con los otros dos trozos. La Delacour más tardé debía recordar pedirle a Mar que les hiciera un pastel a ambos cuándo llegarán a casa.

 

- Oh! Parece que va a empezar todo- dijo la Metamorfaga.

 

Una guía aparecio y llamó a todos para ir a la selección de Egipto para ver cómo todo cobraba vida.

[justo]

Y por fin accedimos al callejon. Scorp estaba extasiado por la forma en que entramos y la posterior vision de tanta tienda. Nos agarro, mas bien nos arrastro, de la mano. Todo queria verlo y todo le interesaba. Fuimos a Madame Malkin y le compramos 3 tunicas, una capa, guantes y sombrero segun lo estipulado, y mientras su madre iba a comprar los complementos para pociones yo le acompañaba a por los libros reglamentarios.

Quedaban dos cosas mas, asi que una vez reunidos los tres nos fuimos a la tienda de animales y le compramos una lechuza comun para enviar su correo. Mas tarde fuimos a Ollivanders a por su varita, el dueño no estaba disponible pero nos atendio su aprendiz Dean Thomas con el que departimos amigablemente mientras buscaba la varita. Para los amantes de las curiosidades os dire que la de mi hijo es una rara combinacion, nogal y pluma de Augurey.

Mas tarde fuimos a Fortescue, la heladeria, donde estuvimos tomando algunos batidos mientras veiamos a los chicos pasar.Muchos de los padres eran antiguos compañeros que nos saludaban al vernos. Asi pasaron los Zabinni, los Potter, Los Weasleys (varios de ellos, porque son tantos...), los Finch-Fletchley y los Flint entre otros.

No hemos dejado de indicar, tanto Astoria como yo, que debe portarse bien en la escuela e integrarse. Le he recalcado que debe hacer honor a su apellido pero no comportarse como un maton arrogante. No deberia preocuparme por eso, mi mujer ha hecho un buen trabajo y mi hijo la adora. Tambien le hemos dicho que nosotros fuimos Slytherin pero si el sombrero seleccionador le indica otra casa y a el le parece bien nosotros no le hemos de poner pegas.

Y regresamos a casa tras una jornada agotadora. El estaba exultante pero nosotros sabiamos que nos esperaba algo mas duro, la partida en el Expreso y la soledad que eso comportaba, pero al menos yo tenia a Astoria o no lo habria aguantado.

Editado 24 de Abril del 2019 por justo

[Leslie Ashryver PB]

Richard saltaba felíz mientras caminaban al área de Egipto, Alessandra sabía que su hijo nunca había visto el expectaculo de cuando el Museo cobraba vida. Sabia que eso le emocionaria tanto que era capas de buscar a su madrina y contarle todo lo que habia pasado y que debian verlo juntos la proxima vez.

 

El entusiasmo del niño era un balsamo para ella, si tenia un dia horrible el sabia como hacer que todo fuera mejor, aunque con la noticia de los quintillizos habia sido bastante dificil asimilar aquello y estar cerca del niño.

 

-Mi amor, cuidado- le dijo al niño que casi se tropieza con la pared mientras corria.

 

-Lo siento Mami- le dijo corriendo a abrazarla.

 

Alessandra rio ante el entusiasmo de su hijo que reia, llegaron al area de egipto y esperaron a que el sol se ocultara y sus últimos rayos de sol tocaran la tabla.

[justo]

El dia 1 de Septiembre amanecio radiante. Nos levantamos sobre las 7 de la mañana para tener tiempo sobrado. Scorpius estaba hecho un manojo de nervios por la situacion. Tenia ordenado su equipaje pero aun asi lo repaso 4 veces por olvidaba algo.

Tras un breve desayuno en familia partimos a las 9 de la mañana. Antes de irnos se despidio de sus abuelos y de Kolcher. El pobre elfo estaba conmovido y tenia lagrimas en sus ojos, Scorp lo abrazo con cariño y luego se dirigio a sus abuelos. Mi madre lloraba silenciosamente cuando su nieto le beso y abrazo. A mi padre le dio la mano con solemnidad pero luego no se pudo contener y tambien le abrazo.

Pude ver que mi padre a pesar de su apariencia serena le temblaban un poco las manos al sentir los brazos de su nieto. Mi padre no es tan impasible, pense, y nos pusimos en marcha.

A eso de las 10,30 estabamos en Kings Cross, cruzamos discretamente la barrera y llegamos al anden 9 y 3/4. Como siempre el bullicio era enorme. Multitud de padres y chicos enfervorizados se movian entre el Expreso y el anden. En un rincon apartado pude ver a una pareja que se besaba apasionadamente. Con cierto regocijo adverti que era mi "primo" Ted Lupin y una bellisima muchacha rubia. Mas tarde supe que se trataba de mi prima, esta si, Victoria Weasley, hija mayor de Bill Weasley y de Fleur Delacour.

[Leslie Ashryver PB]

La tabla brillo como el sol por unos minutos, el brillo fue menguando a medida que el silencio del salon era mas profundo hasta extinguirse. Nadie dijo nada por unos segundos pero fueron interrumpidos por los ruidos de elefantes, pasos y susurros de lo que parecian personas a continuacion la tumba del dios egipcio se abrio y dentro de el salio un hombre moreno vestido de joyas y prendas doradas.

 

Richard se removia inquieto en los brazos de su madre para poder ver mejor, el niño quedo encantado con todo porque sus ojos azules brillaban con exitcion, deseaba ver y seguir al faraon, queria escuhar sus historias pero unos animales de la exibicion interrumpieron la sala y varios niños salieron corriendo emocionados con los animales.

 

-Mami, mami- llamo la criatura emocionada señalando a los animales que habia en el lugar.

 

-Ahora no amor- le dijo a la criatura -no querias ver al faraon?- le pregunto a su hijo.

 

-Despues quiero ver al mono y al elefante- le dijo emocionado -y ver a los tigres y al dinosaurio- le pidio mirandola con ojitos de cachorro.

 

-Bueno pero vamos despacio- le dijo.

 

El Snegovik la abrazo con fuerza y se bajo de los brazos de su madre a quien tiro para que vaya con el.

[Frankie Triviani]

@@Thomas Clairmont

 

El día había comenzado muy raro. Para empezar el sol no había empezado el día conmigo, sino que se había decidido a adelantarse una hora o dos y todavía tenía el cinismo de mostrarse vanidoso y refulgente en un cielo despojado de nubes; durante el desayuno mi cereal se había remojado demasiado en la leche, y tuve que rellenar mi plato al menos dos veces. Y por si fuera poco, me había llegado una nota de lo más extraña en la que se me invitaba a visitar un museo para un inusitado encuentro con un extraño.

Observé con detenimiento el reverso de la nota donde aparecía claramente mi nombre. La caligrafía me decía que se trataba de un muchacho, pues parecían mas arañas aplastadas que letras, pero a pesar de eso el contenido de la nota resultaba legible tras darle un par de leídas. El remitente había tenido la decencia de señalar su vestimenta como forma de reconocimiento, pero había redactado la nota como si yo hubiese anhelado aquel momento durante toda mi vida, y fuese corriendo al encuentro apenas llegara el mensaje a mis manos.

Y la verdad es que tenía mejores cosas que hacer.

Dejé la nota a un lado y volví a tomar el tomo grueso de "Leviathán, la historia de un monstruo consagrado" que apenas había empezado, pero tras un momento me hallé leyendo el mismo párrafo una y otra vez, sin poder concentrarme. Aquél desconocido había picado mi curiosidad, y llegué a la conclusión de que, tal vez, si hubiese dado mas información sobre su identidad me habría importado menos, pero lo había hecho correctamente. ¿Me conocía bien o era est****o? Solo había una forma de averiguarlo.

Me fui al museo tal y como estaba vestida, ni siquiera me miré al espejo. Si el tipo quería una cita romántica, se daría de bruces contra un muro de concreto sólido revestido de adamantium; yo no estaba aún para esas tonterías. Traía puestos unos jeans desgastados, cortos a los tobillos, una camiseta blanca y una camisa a cuadros verdes encima, combinados con zapatos deportivos; mi rubio cabello agarrado en un chongo que me había hecho sin mucha dedicación, y del que ya se me habían soltado varios mechones.

La fachada del lugar no daba pie a que se trataba de un museo, pero entré. La nota me indicaba que buscara a mi citador anónimo en el vestíbulo del edificio, por lo que no fue difícil hallar a simple vista a la única persona, parada como estatua, vestido con pantalones de camuflaje. Era joven, y parecía atlético, con el cabello intensamente negro. Definitivamente no me recordaba a nad...

—Thomas —susurré, el nombre me había venido a la mente de golpe. ¿Porqué no? Era un día extraño, y la profecía decía claramente que me habría de reencontrar con él. Solo tenía un recuerdo de él, muy viejo, que era más como una fotografía desgastada por el tiempo. Éramos muy pequeños la última vez que habíamos estado juntos. Me quedé allí parada, estática, observándolo fijamente hasta que atraje su mirada. Entonces me acerqué, y extendí la nota —Tú me enviaste esto?

[justo]

He dicho que Ted era mi "primo" pero en realidad es mi sobrino en segundo o tercer grado, me hago un lio con ciertos parentescos. Su madre si que era prima mia. Un muchacho menudo de cabello castaño les llamo y les interrumpio haciendo que Ted le mirara ceñudo y le ordenara largarse, mas tarde supe que era el hijo mayor de Harry.

Scorpius estaba como loco de excitacion, los colores y olores le ponian nervioso. Temia perder el tren pero yo le dije riendo que no se preocupara que el tren no se iba solo. De pronto me puse tenso, mi familia lo noto y miraron hacia ese lado. Ronald Weasley y Hermione con sus hijos acaban de surgir. Por un momento nuestras miradas se cruzaron con cierta hostilidad e hicimos ademan de ir a por nuestras varitas. Un gesto de Hermione calmo a Ron y la oportuna llegada de Harry y los suyos sosego el ambiente, les hice un breve saludo con la cabeza que me devolvieron y volvimos a lo nuestro

En esos momentos el reloj marco las 11 y todos los chicos subieron apresuradamente al tren. Mi hijo nos miraba sonriente y emocionado, intenta calmar a su madre que llora y yo ¡tonto de mi! aunque sereno no puedo evitar emocionarme.

Pero el tren empieza a moverse, lentamente al principio y despues mas deprisa. Al final desaparece de nuestra vista. Miro a mi mujer, ella me mira y yo....yo suelto unas lagrimas. Mi hijo, nuestro pequeño va a la escuela y no puedo evitar estremecerme. ¿Que le ocurrira? ¿tendra amigos? no lo se...el anden se queda solo y salimos lentamente, atravesamos la barrera y nos desaparecemos hacia casa....

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra río al ver a du hijo tratando de agarrar la cola al mono, habían caminado con bastante prisa al área de los mamíferos nuevamente pero se decepcionaron al ver que no había ninguno hasta que un mono apareció saltando en los árboles de la exhibición muy contento, su hijo emocionado se puso a saltar para poder agarrarlo pero la criatura era bastante lista que se puso a arrojar bananas.

 

-Oye deja de hacer eso-riño Alessandra al mono pero cuando agarro una de las bananas no eran de verdad sino de algun material de plastico duro.

 

-Ven un ratito- pidio el Richard estirando sus manitos a la criatura.

 

La Animaga se escandalizó al ver al mono hacerle caras raras y gestos que tuvo que cubrir los ojos de su hijo que trataba de sacarse las manos de su madre para poder ver mejor lo que hacía el mono.

 

-No te hechizo porque no quiero problemas- le dijo al bicho.

 

Cómo si la entendiera le sacó la lengua y le enseñó la cola. Enojada alzó a su hijo y salió de ahí para ver otras cosas.

 

-Mami porque nos fuimos? Pude subir y agarrarlo- le preguntó el Snegovik a su madre.

 

- No me agrada ese mono- gruñó en respuesta.

 

Mientras caminaban se toparon con T-Rex el dinosaurio huesudo que estaba en la entrada del museo. Siempre le había gustado él porque era como un perro gigante y menos cariñoso.

 

-Porque no juegad con t-Rex- esperaba que con eso el niño se olvidará del mono.

[justo]

Esta claro que la vida de Draco ha sido mas apasionante de lo que todos creian, muchos pensaban que su matrimonio se habia arreglado por las buenas, como ya era tradicional en las familias de "sangre limpia", pero la verdad es que su noviazgo fue bastante mas curioso de lo que podais imaginar y creo que ha llegado el momento de contarlo, sucedio asi...

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Yo pensaba que mi vida iba a ir por tranquilos derroteros pero todo iba a cambiar ¡y de que manera! desde luego hay una cosa que comparto con mi hijo Scorpius, como profetas somos de pena.

Pues resulta que yo estaba tranquilo un dia en mi casa y mi madre me llamo:

- ¡DRACO! ¿Puedes bajar un momento?

Con un poco de intriga baje las escaleras y, al pie de ellas, muy sonriente estaba un viejo amigo Adrian Pucey.

- ¡Adrian, que sorpresa!

- Hola Draco, encantado de verte.

- Ya creia que me habias dejado de lado como tantos otros...

- ¡Anda ya, no seas melodramatico! Aun somos amigos.

- ¿Y que te trae por aqui?

- Pues mira que he venido a verte para hacerte una propuesta.

- ¿Que cosa?

- ¿Te gustaria asistir a una fiesta?

- ¡Que tu me propongas eso....!

- No me refiero a una fiesta comun ---añadio suavemente--- es el cumpleaños de una compañera nuestra.

- ¿No sera Pansy? ---inquiri con alarma--- no podria verla.

- ¿Pansy...? ¿Estas de broma? No. Es Daphne Greengrass.

 

 

- ¡Daphne! ¿Esa chica rubia tan seria?

- Si, esa ¿aceptas?

- ¿Quien es Daphne, querido?

- Una compañera de Casa, mama. Una chica encantadora, a ti te gustaria.

- ¿Como nuera?

- Si, si no fuera por tener dos defectos. Que solo piensa en la sanacion y que no tiene mas ojos que hacia Theo.

- ¿Y Theo le corresponde?

- Cualquiera sabe lo que piensa Theo, mama. Pero eso eslo que hay.

- Bueno ¿Que,? ¿Aceptas o no?

- Si Adrian, acepto.

- Vale, pues vendre a por ti sobre las 7 ¡y hazle un regalo!

Cuando Adrian se marcho me quede pensando, ¡una fiesta! seguro que me aburria con los muermos de mis compañeros. Lo dicho antes, como profeta soy de pena.