Museo Night (MM B: 105846)

[Maida Black Yaxley]

Si sus costumbres fueran esas, seguramente Maida habría hecho un agujero en el suelo de tanto menear el pie en un círculo que se ocultaba bajo su túnica, agradeció en silencio la respuesta con una broma y le sonrió. Iba a decirle algo al respecto de los últimos meses cuando escuchó una voz que también se le había desaparecido ya algún tiempo. La joven se calló y los dejó interactuar, no tenía idea de que se conocían, siempre había tenido la idea de que Callum era un forastero sin raíces en Ottery. Sin embargo, la familiaridad con Jeremy suponía un vínculo con una de las familias más arraigadas del pueblo, que ahora inclusive ella tenía que contar en el árbol. ¿Cómo era que siempre terminaba en algún lío por culpa de su primo? Apretó los dientes ante la idea de pinturas nudistas del novio de la líder, sacudió la melena, no quería formarse ninguna imagen mental de su sobrino.

 

— Yo te las compro, sólo si me prometes destruirlas sin llegar a destino —comentó bromeando—, detestaría que abandonaran a mi sobrino, solamente por sus malas decisiones de juventud. Por cierto, gracias Jeremy, pero me temo que has llegado tarde, nada puede salvarme ahora de él.

 

Y casi sin darse cuenta, dejó de estar en medio para avanzar unos pasos hacia el Askar, broma o no, la verdad es que jamás había sentido miedo de él, al contrario. Comenzó a ver los rostro de ambos caballeros, intentando encontrar similitudes entre ambos, le había llamado hermano, y sin embargo, Maida no tenía registro de un cuarto hijo de Aaron ni nada similar. ¿Se parecían? Negó en silencio, el atacante no se parecía a nadie que ella hubiera visto en vida, y todas las veces que se había topado con Jeremy no hacían más que alejar las posibilidades de que ella los viera símiles.

 

— Disculpes, no escuché bien con tanto desorden entre ustedes, ¿lo llamaste hermano? —inquirió sin más y sin intentar siquiera esconder su asombro— Pudiste habérmelo dicho —reclamó sin darse cuenta a Callum— al menos así podía haberte escrito o algo.

 

Pero nada más salieron las palabras de su boca pudo sentir como su rostro se encendía, ¿desde cuando se había vuelto una quinceañera impulsiva? Le había reclamado sin caer en cuenta que, en primer lugar, no estaban solos, segundo, que no tenía porqué hacerlo y finalmente, que esa no era la actitud adecuada para ninguna señorita que conociese. Cruzó los dedos y los tronó intentando desviar su propia atención del tren de pensamientos, carraspeó y fingió que volvía a interesarse por la pintura del vórtice, seguramente ellos dos tenían mucho de que hablar. Ella en cambio, tenía mucho por lo que callar o terminaría avergonzándose a sí misma.

[Jeremy Triviani]

-No todos tienen buen gusto, hermano -Respondió Jeremy acercándose al menor de forma amenazante.

 

Estaba furioso y el aire del Museo no había logrado bajar ni un segundo todo el veneno que llevaba encima. Tal vez lo soltara todo de una buena vez. Nada como una pelea física para calmar las ansias de asesinar. No lo hizo. Había una dama presente que les hablaba de forma cordial. No era cualquier dama tampoco. Maida de un momento a otro, se había vuelto importante en su familia. Un lazo los unía.

 

-Te las haré llegar a tu casa -Le dijo a la Yaxley viendo cómo se acercaba a Callum. Frunció la ceja con enojo otra vez - Creí que éramos hermanos, pero no es así -Se apuró a responderle, negando con la cabeza, antes que el sinvergüenza hablara-Es un hombre sin corazón que abandona a los suyos.

 

Sí. Seguía enojado, y dolido. ¿Cuánta falta le había hecho él en todo ese tiempo? Aun debía contarte del hundimiento de la familia que poco llegaron a compartir. La alegría del recuerdo estaba empañado con la desolación de verse completamente perdido. No había logrado mantener el barco a flote y eso le dolía en el alma.

 

-¡No estuviste! ¡Te fuiste! -Se volvió acercar al Askar y lo tomo por los hombros con las dos manos, antes de abrazarlo con fuerza. No le importaba que Maida presenciara todo eso. Era su hermano. El odio y el amor que sentía por él estaba mezclado. Luego Jeremy hizo lo que debía haber hecho de un principio. Le dio una buena piña en el la cara para que volara hacia el piso. No quería hechizarlo con varitas, quería destruirlo con sus propias manos.

 

 

 

@ @

[justo]

Creo que dormi bastantes horas, no lo puedo precisar, el sol entraba a raudales por la ventana de mi habitacion cuando desperte. Un momento, ¿que habitacion? si yo estaba en el bosque, y si no era asi ¿donde estaba?

- ¿Donde estoy?

- En el valle de Kwanji ---me respondio una conocida voz--- buenos dias Draco.

Me incorpore y me quede estupefacto.

- ¡Manuel!

- El mismo ---dijo con su acostumbrado buen humor--- los demas ya se han levantado, te esperaremos fuera.

Me vesti como un automata mientras repasaba mi entorno. Estaba en una habitacion sencilla de paredes en colores azulados, la ropa de la cama era de lino blanco pero muy suave, no comprendia que hacia alli ni como habia llegado. Sali de la estancia y entre en una terraza donde me esperaban mis compañeros.

- Hola Draco, bienvenido a mi casa.

El valle de Kwanji era ¿como describirlo? el paraiso en la tierra. Un paisaje de bosques y campos cultivados hasta el horizonte, un gran circulo de montañas salpicadas de arroyos y lagos y un cielo azul purisimo sin nubes donde solo llovia de 13 a 14 todos los dias. Jamas en mi vida vi nada semejante.

- Pero ¿como hemos llegado hasta aqui?

- ¡Ah si! Lo siento chicos pero este lugar es secreto y tuve que drogaros.

Editado 7 de Septiembre del 2019 por justo

[Callum Triviani]

La Yaxley se había referido al rubio como su sobrino, y las palabras revolotearon en la cabeza del Askar durante un rato, confundido y sin saber cómo reaccionar. Parecía ser otro asunto en el que estaba totalmente perdido; era evidente que el Triviani no solo había acrecentado sus influencias, sino que sus lazos familiares y sociales también, en gran número.

Callum conocía lo suficientemente a Jeremy como para notar que su hermano estaba furioso: una vena le palpitaba en la cien, y sus orejas estaban completamente rojas, algo que siempre había concebido muy anormal en un vampiro. El rumano podía anticipar desde ese momento una pelea. Ya habían tenido tantas en el pasado, pero en ese momento era lo que menos se le antojaba ¿A eso era lo que había venido el Triviani? ¿A buscar pelea?

Al igual que él, Maida se mostró confundida y sorprendida con la relación entre ambos magos, solo que ella no quiso quedarse con la duda, pero antes de que el rumano pudiese responderla, Jeremy atajó la pregunta y respondió de tal forma que el Askar se quedó helado. Por primera vez en tanto tiempo sintió que el corazón se le encogía hasta doler; el rubio había dado en el clavo. De todo lo que había descubierto, de todos los cambios que el tiempo había efectuado, de todas las pérdidas que habían afectado la vida de Callum, Jeremy era su mayor dolor.

Pero no era un tonto, sabía que el Triviani también estaba dolido y furioso con él, y por eso se le plantó enfrente, sin moverse y sin decir nada, dejando que Jeremy sacase todo lo que traía dentro de si. Lo único que el Askar lamentaba, era que Maida tuviese que ser espectadora de todo aquél numerito. De pronto, todo se puso borroso. Había ido a parar al suelo de un golpe. El lado izquierdo del rostro le punzaba y sentía un sabor metálico en la boca.

Se levantó rápidamente y sin dificultad, limpiando con el dorso de su mano la sangre que brotaba de su labio —Aún golpeas como una niñita —caminó hacia él, con las manos echas puños. Pero Callum no quería golpearlo, solo quería contener el dolor antes de que éste lo traicionara —¿Qué esperas, niñita? Suelta otro golpe, porque vas a tener que soltar muchos para hacerme pedazos —le empujó, retándolo —, total ya lo estoy por dentro...

Callum no se había dado cuenta de que temblaba y su voz se había quebrado un poco, de modo que siguió provocando al Triviani —!Pobre y desdichado remedo de hombre! ¿Lo has perdido todo, eh? ¿No sabes quien eres? ¿Te has quedado solo? !Cuéntame porqué te estas quejando! —lo empujó aún mas fuerte —!Vamos! Dame lo que merezco por haberme ido, por haber salido a buscar respuestas mientras tú estabas aquí, lamentándote con tu familia nueva y con tu novia... !pero qué mal la has pasado!

Lanzó una fugaz mirada a Maida, aún consiente de que estaba presente. Imaginaba que, después de aquélla escena, la bruja tendría sus razones para no querer volver a acercársele o volver a hablar con él —Lo siento, pero mejor que salgas de aquí —le advirtió, esperando la golpiza del vampiro.

OFF: Lamento el drama... se escapó de mis manos

@ @

[justo]

- Pero ¿cuando?

- Anoche, cuando os di el te en el bosque.

- Pe-pero ¿como es que tu no te drogaste?

- Porque la droga ya estaba en vuestra tazas, la mia logicamente no. Y no me reconocisteis porque use un encantamiento desilusionador.

- Pero Manuel ¿donde esta este lugar?

- Ya, veras Hermione, este valle es inmarcable.

- Pero ¿desde cuando?

- Pues veras, este valle lo descubrio un viajero en 1.215 y lo decidio asi para protegerlo.

- ¿Y quien fue?

- Yo.

- Pero, eso es imposible, tendrias....´

- 831 años para ser exactos mi querida Hermione

- Pero ¿como?

- Pues vereis, yo ademas de mago soy alquimista. En 1.206 encontre la Piedra Filosofal y elabore el Elixir de larga vida y lo tome. En realidad basta con tomarlo una sola vez, y entonces cree "Los 3 circulos", de los primeros compañeros solo quedamos 3 con vida.

- ¿Y sois?

- Eso es aun muy pronto para saberlo, solo basta con que lo sepais.

- Deberias dejarnos tiempo para que lo asimilemos.

- ¡Por supuesto! tomaos todo el dia.

Nos quedamos asombrados por lo que habiamos oido, eramos magos y no debiamos sorprendernos pero estaba visto que Manuel si era unico.

[Maida Black Yaxley]

“Un hombre sin corazón que abandona a los suyos”, la chica fijó la vista al suelo sin darse cuenta que se había metido en su propia cabeza, había sido un gran error pensar que una vuelta en Diagon la iban a distraer de sus problemas más internos, aunque sabía que Jeremy hablaba de Callum, ella sentía que la cadena que traía al cuello, pesaba al menos cinco kilos más. Sacudió la cabeza antes de verse aún más comprometida, pero al parece fue tarde, su garganta ahogó un grito cuando vio al Askar casi salir disparado contra el suelo.

 

— ¡Callum! —chilló con voz entrecortada y apartándose del camino de los puños, se llevó una mano a la boca.

 

Se había pegado a la pared sin notarlo, pero lo que sí hizo adrede fue activar el anillo contra oídos indiscretos, bloqueando la zona del segundo piso de la gente. No quiso voltear a ver a Callum porque la sangre le aterraba, sin embargo no pudo evitar hacerlo cuando este se puso de pie y comenzó a increpar y a provocar a Jeremy. La ojiazul miraba de un caballero al otro sin tener mucha idea de qué hacer, es decir, quería con todas su ganas ayudar al Askar, sin embargo, por las venas de Jeremy corría la sangre de Aaron, y el tridente siempre la jalaba a tierra, la cogía del centro. Tragó saliva y esperó que la pared la absorbiera. Sólo la voz del primer afectado la sacó de su ensimismamiento.

 

— No lo haré, nada de lo que puedan hacer dos niños me asusta —mintió, pero agradeció que su voz le ayudara y que el temblor de su piel no se notara—, y como no se detengan…

 

Sabía que no le iban a hacer caso, sea lo que sea que tenían esos dos entre pecho y espalda se lo iban a sacar a los golpes, sin embargo, Maida no podía moverse de su sitio. Aunque claro, lo más seguro a cómo iban las cosas, era que se detuvieran si veían a la bruja tirada en el suelo, inconsciente a causa de un desmayo. ¿Sería prudente llamar a su primo? No, él golpearía a Callum sin preguntar, si se dignaba en aparecer. Podía intentar irse, aunque el tridente invisible la tuviera inmovilizada, sus ojos iban y venían de su sobrino a su amigo, preguntándose quién daría el segundo y tercer golpe, los labios se habían hinchado, pero no parecía incomodarle para hablar. La bruja resopló, ¿por qué se le hacía tan difícil seguir las indicaciones e irse?

 

@@ (No los disculpo, compórtense, soy una damita! u.ú)

[justo]

Mientras Hermione, Neville y yo paseabamos por el pueblo fuimos hablando de todo lo que nos habia pasado. Harry se quedo atras con Manuel y nosotros respetamos su decision.

El pueblo era pequeño pero de casas muy blancas. Se apoyaba en una montaña y tenia forma piramidal. Era un pequeño laberinto de terrazas, pasillos y jardines pero muy agradable para vivir. Hablamos con sus habitantes, nadie se extrañaba de vernos sin duda habia ya costumbre, lo que si era sorprendente es que usaban la magia para todo pero habia algo singular, no todos tenian varitas y no parecia afectarles.

- Te confieso que me ha sorprendido verte aqui.

- Ya, lo comprendo, pero Manuel me ofrecio su casa y no iba a despreciarlo.

- ¿Volveras algun dia?

- A su debido tiempo, cuando Manuel lo decida.

- Pues espero que sea pronto ---ironizo Harry --- no quisiera tener barba

- Pues no te sentaria mal, hasta te haria mas maduro.

- ¿Piensas casarte alguna vez?

- Ya sabes que si, ella me esperara, estoy seguro. ¡Mira! ahi viene Manuel.

- ¡Hola chicos! ¿Algun problema?

- Ninguno, Harry ya me ha puesto al dia de las novedades.

- Pues harias mejor si te marcharas, Draco y los suyos vienen hacia aqui.

- ¿Nos veremos otro dia?

- Si Harry, pero sera con un encantamiento desilusionador, ya sabes por que...

Y dando media vuelta el interlocutor de Harry se perdio en el pueblo.

[Jeremy Triviani]

Jeremy estaba por darle otro golpe, cuando escucho las palabras de Callum, se detuvo con el puño en el aire. Vio el temblor en el cuerpo de su hermano y lejos de consolarlo, quiso gritarle que no eran horas de llantos, sino de pelea física, fuerte y despiadada. No lo hizo, ver a Maida contra la pared, después de gritar asustada, le hizo recapacitar. Bueno... no del todo, pero lo suficiente para que no volviera a golpear al castaño. Obviamente su hermano empezó a provocarlo, con puyas que sabia eran mas dolorosas que un golpe.

 

-¡No te atrevas a meter a mi mujer en esto! -Murmuro masticando el enojo que empezaba a subir - ¿Solucionaste algo yéndote? ¿Funciono? ¿Trajiste algo? -Miro a la bruja con una mirada de advertencia -Ni se te ocurra moverte de aquí, o sufrirás las consecuencias.

 

Jeremy estaba irascible. No pensaba dar el brazo a torcer en algo que consideraba tenia derecho al escándalo. La ultima vez que había visto a su hermano, fue en el Refugio Askar, antes de que todos desaparecieran del mapa. No era su culpa, el haber intentado seguir con su vida. Tenia tantas cosas que contarle al mismísimo cabrón que tenia delante, que se le cerraba la garganta de la rabia.

 

-No vamos a llegar a nada si continuamos peleando... -Razonò esperando que eso aplacara su furia. Respiro hondo - Dime... ¿Encontraste a Sandor? ¿Te dio el código? -Le hizo señas a Maida para que se acercara - La tía, Maida es periodista, puede ayudarnos a descubrir las instalaciones del mapa si tu tienes el código para descifrarlo...-Hizo una pausa para mirar a los ojos al Askar - Así que dime, hermano. ¿Lo tienes?

 

 

La respuesta de Callum era lo único que iba a salvarlo de la muerte. Jeremy esperaba que respondiera bien o lo matara ahí mismo. Sin lamentarlo.

 

 

@ @

[justo]

- Hola chicos, ¿habeis hablado?

- Si Manuel ---repuse--- ¿puedo preguntar quien era vuestro acompañante?

- Como poder puedes, pero no te lo voy a decir.

- ¡Ah vaya! ¿es un secreto?

- No, veras...es un miembro de mas alto rango y ...no es el momento de que le trateis.

- Comprendo.

- Bien ¿lo habeis hablado?

- Hemos estado paseando por el pueblo, Hermione ha hecho muchas preguntas pero a mi hay algo que me asombra ¿todos son magos?

- La mayoria, unos usan varitas y otros no.

- ¿Y todos han entrado aqui de igual manera?

- No, una parte nacio aqui, como es logico.

- ¿Y cuales son tus propositos?

- Os invito a que os quedeis y os unais a nosotros, estareis 4 semanas ¿conformes?

- Si, ---respondimos todos.

- Una cosa mas, aqui el tiempo es relativo, 4 semanas son 4 años fuera ¿aceptais?

Vacilamos un momento pero algo nos impulso a aceptar.

- De acuerdo, vuestra formacion comenzara mañana, hay una casa reservada para todos. Nos veremos mañana.

Y dando media vuelta Manuel se perdio en el pueblo, era extraordinario ¡4 años! no podia creer lo que me acababa de decir pero fue exacto. Nuestra gran aventura prometia mucho mas...

[Callum Triviani]

La bruja se rehusó a marcharse y era claro que ambos hermanos no iban a agarrarse a golpes allí frente a ella. Podían parecer muy pendencieros pero, aunque era cierto, no lo hacían frente a cualquiera y menos frente a una dama. Sin embargo, Callum esperó la respuesta del Triviani, aún afectado por sus palabras, aunque el coraje y el temblor de su cuerpo habían aminorado bastante apenas había sacado un poco de su frustración.

El rumano no respondió a ninguna de sus preguntas. En aquél momento no creía que Jeremy mereciera una sola respuesta de su parte. El rubio daba muestras de haber sido afectado demasiado por su ausencia, pero en ningún momento mostró señal de mover un dedo para buscarlo o hacer el intento de mandar una carta; a su hermano le habría sido muy fácil localizarlo si hubiese tenido la intención de hacerlo, pero ya habría tiempo de hacerle drama por eso.

Finalmente, el Triviani puso tregua, aunque el Askar sabía que el asunto no iba a quedar allí y, además, no le iba a perdonar el puñetazo que le había metido. No, definitivamente habría de cobrarse aquél golpe.

—Lo encontré, si. —respondió, sin emoción alguna, habiendo recobrado todo su aplomo. Desvió la mirada hacia Maida, analizando lo que Jeremy acababa de señalar sobre ella. Si mal no recordaba, la última vez que había sabido de la Yaxley aún trabajaba para el ministerio de magia de Londres, ¿ahora era periodista? Era un cambio de carrera muy drástico —Pero no voy a hablar de esos asuntos aquí, y sin ofender —agregó, volviendo de nuevo hacia Jeremy —, tampoco voy a permitir que alguien externo se involucre en esto.

Dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la salida de aquélla galería —No sé ustedes, pero yo muero de hambre y tengo entendido que aquí hay una pequeña cafetería —se volvió, sin detenerse, caminando de espaldas —sabes bien lo hambriento que me pongo después de una riña y... señorita —se dirigió a Maida —, después de tan vergonzosa escena lo menos que puedo hacer es invitarle un café... ¿que dicen si me acompañan?

@ @