Jump to content

Primeros Auxilios IV


Elodia Riddle
 Compartir

Publicaciones recomendadas

http://i.imgur.com/YFfgF1M.png

 

 

La fría brisa matutina comenzó a colarse con libertad a través de una de las amplias ventanas del despacho de directores, irrumpiendo con un sutil silbido cada palmo de la estancia. No sólo hice caso omiso a aquel molesto sonido, sino también al escalofrío que más tarde recorrió mi cuerpo, en ese instante lo único que acaparaba toda mi atención era el amarillento pergamino que sostenía entre mis manos.

 

«Inaudito». Musité mientras lo dejaba caer bruscamente sobre el escritorio; éste contenía un reporte de ausencia groseramente tardío para una de las clases de conocimientos. Era la primera vez que este tipo de misivas llegaban con tanto retraso, sobre todo ante el hecho de que el curso de Primeros auxilios debía de haber comenzado hacía más de una semana.

 

- Beetlejuice … - Susurré mientras rasgueaba rápidamente un nuevo trozo de pergamino con una delgada pluma dorada. Un amortiguado sonido precedió la presencia casi instantánea de mi elfo personal al interior de la oficina, justo el momento en que estampaba con cera, el sello oficial de la Universidad al reverso del sobre.

 

Estimados estudiantes

 

Junto con extenderles las disculpas pertinentes por el retraso del curso Primeros auxilios, les informo que a pesar del tiempo transcurrido la clase no se cancelará. El profesor a cargo los esperará a las cinco en punto en la torre sur del palacete oriental.

 

Atentamente
Elodia Evans R.

Pdta: Se les sugiere llevar ropa cómoda, una mochila o una bolsa.

 

 

- Mi buen amigo, necesito de tus servicios - Dije mientras me ponía de pie para extenderle el sobre. Con un ávido movimiento de varita lo repliqué en varias copias, las cual sostuvo fuertemente entre sus menudos brazos – Es urgente, así que asegúrate de que llegue a los destinatarios. Confío en ti. - La pequeña criatura asintió la cabeza al tiempo que ensanchaba una amplia sonrisa, para luego desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

 

No cabía duda, tras esta lamentable situación necesitaríamos realizar un exhaustivo análisis a la actual plantilla de profesores, de otro modo el ancestral prestigio con el que contaba la de la Universidad, se desmoronaría en cuestión de tiempo, junto a ello, el ambicioso proyecto ministerial que la trasladó desde el medio oriente hasta la campiña inglesa. No obstante, ya habría tiempo para ello, lo realmente imperante en aquel instante era llevar a buen puerto la clase.

 

- Decisiones, decisiones, decisiones – Comenté de forma distraída mientras me encaminaba hacia la salida, llevando conmigo un rollo de documentos que más tarde me podrían ser de utilidad.

http://i.imgur.com/BAohmP3.gif http://i.imgur.com/9KyaG28.gif http://i.imgur.com/OFYeGvm.gif


http://i.imgur.com/7OcnleY.png


http://i.imgur.com/vmuQcG9.gif ● Paladín ● http://i.imgur.com/iEw235G.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sostenía la escueta nota entre sus dedos con el brazo caído a un lado, casi como muerto, mientras que apoyada en la cama, se acurrucaba abrazando sus piernas con su brazo libre. La nota había hecho que una alarma en su interior se disparara instantáneamente y rogaba que la labor de Elodia sólo fuese momentánea; casi como si se hubiese detenido apenas enviando la nota.

 

Catherine ya no tenía a Káiser en su interior, manipulándola, por lo que ni siquiera contaba con la cobarde salida de acudir a sus fuerzas para enfrentar el rostro de su hermana adoptiva. También era su madrina, aunque la situación familiar confusa no era lo que le preocupaba. Lo que realmente le preocupaban eran sus ojos inquisitivos, increpándole ¿O acaso serían como dos témpanos de hielo, despreciándola por su decisión? ¿Molestos, enojados por el hecho de que se presentara ante ella con una Marca Tenebrosa en el antebrazo?

 

Desde luego, Elodia aun no tenía forma de averiguarlo. Quizá podía ser una sacerdotisa, pero eso sólo había sido peligroso mientras ella aun cargaba con el espíritu de Káiser. Siendo ya libre, Catherine no tenía motivos para temer la percepción que su madrina (¿o hermana?) podría tener de su alma. No, su verdadero temor radicaba en el hecho de que quizá, por algún gesto, actitud o frase que saliese de su boca, se viese delatada ante ella. Se temía a sí misma y la forma en la que podría comportarse ante ella.

 

Suspiró. Sabía que de nada le servía ponerse a pensar en ello y aun así lo había hecho. Bajando los pies de la cama, se acomodó la túnica negra sobre la pijama con gesto ausente y se caló las botas negras de hebillas. En la cabeza, se colocó su sombrero de bruja y se pasó la capa por los hombros. Aún distraída, tomó su varita de la mesita de noche y la colocó en su bolsillo izquierdo, desde dónde quedaba sobresaliendo, por lo que podía apreciarse su mango de plata con una serpiente enroscada en la empuñadura.

 

Eso disimulaba el hecho de que tenía una rajadura más amplia en la base y casi imperceptible en la punta.

 

Se acercó a la chimenea y tomó los polvos flú que estaban sobre la repisa de ésta. Luego, los echó al fuego y fue así como llegó a la Universidad.

 

Nunca había estado en "la torre sur del palacete oriental" y cómo le había sonado complicado (y tenía pésima memoria) cargaba con ella el pergamino para no olvidar la información. Resultó ser menos complicado de lo que había esperado, aunque de todas maneras le tomó un buen rato llegar. Quizá de haber sabido la ubicación exacta podría haber surgido en otra chimenea. No estaba segura.

 

Su contrariedad, pese a su esperanza renovada durante el pequeño paseo, se vio aplastada entonces por la figura que vio al interior del aula. Saludó con una venia y luego retiró la vista al instante. est****amente, había sido la primera en llegar y eso no le gustaba para nada. De haber llegado tarde, se hubiera ahorrado aquella incómoda situación.

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Desde su graduación no habia regresado a lo que ahora se le llamaba "Universidad" así que la majestuosidad de las edificaciones que conformaban aquella institución la habían dejado embelesada, si que habían cambiado mucho las cosas desde que ella habia comenzado su formación en la Academia.

 

La Crowley contemplaba el edificio que tenia frente a ella, saco un pequeño pergamino de su túnica y verifico que estuviera en el lugar correcto "torre sur del palacete oriental" se leía con claridad en la pequeña nota. Desde que habia recibido aquel simple aviso no pudo evitar sentirse nerviosa, era la primera vez que tomaba una clase de conocimientos por lo que mil dudas deambulaban por su cabeza, cosas simple como quienes serian sus compañeros hasta que clase de cosas serian las que tendría que hacer para aprobar aquel estudio.

 

Echo una mirada mas al edificio, se acomodo la mochila que llevaba al hombro y con paso ligero cruzo el umbral de la torre sur.

 

La verdad era que se sentía un poco perdida pero no perdió la calma, llegaría a tiempo a la clase ademas de que no habia olvidado lo que decía la posdata con la que concluía la nota por lo que, llevaba unos jeans oscuros, una blusa de mangas cortas rojo vino, unas zapatillas deportivas negras y por ultimo una mochila mediana colgada al hombro. Después de recorrer los pasillos de la torre llego a su destino. Antes de entrar a clase se pregunto quien seria su profesor, recordó que el pergamino habia sido firmado por Elodia, nada menos que la directora de la universidad, la posibilidad de que ella llevara a cabo aquel conocimiento la entusiasmaba e intimidaba de igual manera; Nicole saco esos pensamientos de su cabeza y entro en el aula.

 

Por fin dentro del lugar paso rápidamente la mirada y pudo distinguir a Catherine que, desde su punto de vista, parecía algo diferente como si estuviera nerviosa o preocupada por algo que la chica desconocía, aquella actitud sin duda era algo extraño en la Stark pero tampoco se atrevió a preguntar que era lo que le ocurría ya que no compartía una relación intima con aquella mujer, por lo que saludo con un simple "Buenas" y un ligero asentimiento de cabeza y después tomo asiento en la espera de los demás solicitantes de aquel conocimiento.

|| 4GfTlba.gif ||


bor4Ktn.png


xcLm9MX.gif || || 3LeUwT8.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Había creído que la clase de Primeros Auxilios para la que me había inscrito no se llevaría a cabo por lo que el pergamino, dando cuenta de la hora y lugar de comienzo me puso genuinamente contenta. Demasiado tiempo había estado en su mente complementar su formación en pociones con dicha materia, y precisamente en razón a ello, me había pasado todo el último mes comprando diversidad de pociones curativas en en el Magic Mall y estudiando sus usos.

 

Esperaba sin embargo muchísimo más de esa clase, que solo aprender a administrar pociones (algo que por otra parte ya sabía debido a mi paso por San Mungo).

 

Volví a guardar el pergamino en el morral, e ingresé al majestuoso edificio que era la universidad. Dadas mis clases para el Curso de Introducción a la Magia, conocía mucho mejor el recinto que antes, aunque eso no había conseguido que me encariñara con él y extrañara menos la Academia que me había formado, especialmente por mi casa dragona...

 

Suspiré algo nostálgica pensando, como siempre me pasaba en algún momento del día, en mis amigos de ese entonces y que sería de sus vidas.

 

Curiosamente sería la primera vez que vería aquel recinto, el palacete oriental, y la idea me emocionaba. Su nombre invitaba a pensar que se trataba de algún lugar amplio y de bella arquitectura, de amplios ventanales y techos altísimos, e ideal para muchas horas de clase, tan distinto a un simple salón o incluso las feísimas mazmorras a las que en otros tiempos solo había accedido entrar por mi amor a las pociones.

 

No tenía idea de con quienes compartiría la clase, así que el corazón me dio un vuelco cuando al ingresar despreocupadamente al lugar me encontré a Catherine, algo incómoda, ubicada en un lugar algo apartado del aula. La observé unos momentos, tentada con la idea de acercarme a saludar, pero seguía demasiado dolida con ella por su partida de la Evans así que solo acomodé el cuello de la blusa de algodón que traía encima, estiré pliegues inexistentes en el pantalón de drill, y en silencio, me acerqué a donde mi hija hermosa se encontraba.

- ¿Que tal mi pequeña?- era gracioso que la saludara así teniendo en cuenta que en talla era mucho más bajita que ella- ¡por qué no me dijiste que también tomabas la clase! Es una agradable sorpresa de todas formas, por compensación a otras- lancé una elocuente mirada hacia mi prima- no veo la hora de comenzar.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Miró nuevamente el pergamino que tenía en sus manos con el ceño fruncido, pensaba que la clase de Primeros Auxilios no se realizaría pero para su suerte o tal vez no tanto si se haría. No tenía que hace un viaje hasta la Universidad ya que se encontraba ahí mismo, ahora que trabajaba como tutora básicamente vivía en la institución siguiendo los pasos de los alumnos que se le encargaba conjunto a su compañera.

 

Se puso la capa que estaba colgada en una silla, agarró un pequeño bolso con todo lo necesario y se encaminó a la torre sur donde la esperaría su profesor, antes de cerrar la oficina revisó que tuviera todo hasta su confiada varita, como bien decía el pergamino la fémina llevaba ropa bastante cómoda —al menos a su parecer—, unos jeans color negro con una camisa blanca un poco suelta, su cabello estaba sujetado en un moño dejando ver en su cuello un tatuaje de estrellas.

 

Sus pasos resonaban por los pasillos, el tramo no era tan largo pero por alguna razón la Atkins estaba tan nerviosa que todo se volvía extenso, como si estuviera en un camino sin fin, ¿acaso tenía un presentimiento?, sus instintos jamás le fallaban y dudaba que ahora lo hiciesen.

 

Intentó sacarse todos esos malestares al llegar y entró al aula llevándose una gran sorpresa al ver a los presentes. Dos desconocidas aunque una ya la había visto en algún lugar del mundo mágico y por último a su compañera y nueva amiga Catherine; no pudo evitar soltar una sonrisa al ver como unos comentarios salían disparados a la dirección de su compañera. La Atkins se acercó a la Stark y la abrazó por el cuello como si fuesen amigas de toda la vida.

 

—¡Cathe! Ow, que lindo saber que estaré con vos. Al menos así no te sentirás sola ni nada por el estilo —Le guiñó un ojo para que le siguiera el juego, si las otras dos féminas iban a decir comentarios que pudiesen llegar a incomodar Cirse se vengaría el triple.— ¡Por lo menos limpiamos un poco el aire. —Comentó con una pizca de asides en el tono de voz.

 

—¿Cómo haz estado? Sabes, tenemos que ir a tomar unos tragos juntas después. —Se alejó un poco de ella mordiéndose el labio inferior.— Pensé que no llegaría, estaba bastante ocupada. —Dio un suspiro de cansancio, sólo esperaba que la profesora o profesor llegara pronto.

 

Viendo las circunstancias en la que estaban, la ojiazul sabía a la perfección que se iba a divertir como nunca. Definitivamente.

http://i.imgur.com/GW9ENDY.gif http://i.imgur.com/3kpflDg.gifhttp://i.imgur.com/rjdQfPG.gif


http://i.imgur.com/f8AMHbU.jpg


http://i.imgur.com/jrMyems.gif http://i.imgur.com/AsYkYnz.gif


http://i.imgur.com/s6QVj.png


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¿Primeros Auxilios? fue lo que su hermana pregunto al enterarse de que tomaría la clase, estaba claro que nunca la habían visto como alguien que ayudara a las personas. Mas bien, siempre necesitaba ayuda para si misma, sus actos de torpeza llevaban como una bomba casi siempre y sus momentos vergonzosos iban en aumento cada que salia a un lugar.

 

Hacia poco había regresado a estudiar a la universidad, pero nunca a esa parte, donde se enseñaban los conocimientos extras. Solo estaba como oyente en las clases de los alumnos nuevos, para reforzar los conocimientos que ya traía. Camino por los jardines de la universidad, el cielo estaba despejado y solo un par de nubes se veían en el, sus botas de combate no hacían ruido al caminar por los adoquines, y la capa turquesa que la acompañaba desde hace poco a todos los lugares que visitaba, le estaba dando un poco de calor por el sol que se alzaba en aquel hermoso cielo.

 

Había traído unos shorts de mezclilla con una blusa un poco holgada y estampado de alguna banda Muggle. En el pergamino que se le había entregado, se ponía que fueran con ropa cómoda, y por el clima que había en aquel momento, decidió salir así de su casa.

 

Llego al aula con una sonrisa, le quedaban algunos minutos extra, así que se adelanto mientras saludaba a la gente que ya se encontraba en aquel lugar. A Bel y a Cirse ya las conocía o las había visto por el mundo mágico, pero a las demás chicas que se encontraban en aquel lugar no había coincidido con ellas en ningún lugar.

 

-Hola Buenas tardes- comento la Peliazul con una sonrisa de lado. Volteo un poco su cara hacia sus manos y agarro una de las ligas que traía puesta. Mientras se amarraba su cabello de color celeste con aquella liga, volteo a verlas -¿Soy la única que tiene mucho calor en este lugar?

g9l8Gjc.png

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Catherine contestó alzando la mano en dirección a su sobrina, para saludarla. El lugar demostraba una quietud inusitada. Era la primera vez que Catherine asistía a una clase tan tranquila aunque era evidente que era simplemente pero nada había comenzado. A su vez, se sintió extrañada de que Bel no la asediase, por una vez. Pudo sentir cierta malicia proveniente de ella, pero dudaba que fuese la gran cosa.

 

Luego, unos brazos que se colgaron de su cuello. Catherine se quedó pasmada. Había estado de un ánimo tan taciturno que por poco había terminado golpeándola. Se trataba ni más ni menos que de Atkins.

 

-Ah... vaya -fue todo lo que pudo contestar. A pesar de todo, una débil sonrisa se dibujó en su rostro-. Sí, unos tragos luego de esto no me vendrían mal.

 

Había pensado en traerse los libros de primeros auxilios que había comprado recientemente y ya se pesaba de no haberlo hecho pero la presencia de Atkins hizo que todo se sintiese menos pesado. Además, era ya una completa inútil en el ramo; quizá un libro o dos no hicieran ninguna diferencia.

 

-¿Ocupada? -Stark enarcó una ceja. Si lo pensaba con detenimiento, no sabía a qué se dedicaba la muchacha. Ya era bastante que no la hubiera lanzado lejos por colgarse a ella de esa manera ¿por qué le daba tantas confianzas entonces? La respuesta era simple: la muchacha le había caído bien y eso era todo- ¿Ocupada en qué exactamente? -rió- ¡Ni siquiera sabía que trabajaras!

 

Por supuesto, tenían una tienda de antigüedades juntas, pero eso era distinto. Una chica nueva apareció y le pareció reconocerla ¿Dónde la había visto antes? No importaba cuánta memoria intentase hacer, no consiguió recordarlo. Extrajo entonces su recordadora del bolsillo para confirmar si era que lo estaba olvidando o sólo que no la conocía realmente. Pero cuando ésta se tiñó de rojo supo que debía conocerla, aunque no tenía de dónde.

 

Se sintió incómoda. Algo en la chica le había hecho sentir incómoda, como si ella supiese algo de ella que Catherine no sabía que era y que estaba segura de no haberle confiado voluntariamente ¿qué tipo de impresión era aquella?

 

Decidió voltearse para no verla. No fuera a ser que la muchacha la saludara y "acabáramos" cuando no se acordara su nombre.

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Una vez que dejé atrás las escalinatas de la torre respiré profundo, no por cansancio ya que estaba acostumbrada a recorrer de cabo a rabo el palacete oriental, sino porque a pesar de contar con los conocimientos necesarios para la clase, no era mi fuerte. El área de la salud me resultaba atrayente por sus diversas aplicaciones, sobre todo el campo de batalla, no obstante nunca estuvo entre mis pretensiones dedicarme a ello... hasta ahora.

 

- Por lo menos, será una experiencia interesante - Murmuré al tiempo que desenrollaba el pergamino con los datos de los inscritos, dentro de los cuales había varios conocidos – Muy interesante - Dije haciendo eco de mis palabras tras reparar en el nombre de Catherine.

Pese al tiempo que había pasado y a las enormes diferencias entre ambas, todo lo que ella representaba seguía recordándomela, sin embargo el cariño que Zarco y yo sentíamos hacia ella, era diferente, único y especial, habíamos ganado una ahijada más… pero ¿dónde había estado todo este tiempo? ¿Acaso eran ciertos los rumores de los espías?. Demasiadas preguntas y poco tiempo para especulaciones; mi viejo reloj de bolsillo estaba por marcar las cinco, hora señalada para el comienzo de la clase.

 

- Buenas tardes. Sean bienvenidos a su clase de Primeros Auxilios. - Dije a modo de saludo mientras me aproximaba hasta el animado grupo de magos que aguardaba en una de las aulas vacías – Mi nombre es Elodia Evans, directora de la Universidad, y por ahora, su profesora guía en esta nueva travesía - Observé a los presentes por un par de segundos antes de continuar - Reconozco a varios pero las presentaciones nunca están demás. Háblenme de ustedes mientras nos encaminamos al área de enfermería. Síganme por favor.

Tras una rápida mirada, encabecé el grupo por un estrecho pasillo que finalizaba con unas amplias puertas de madera prestando atención a los comentarios. Con un sencillo movimiento de varita las puertas se abrieron, dejando ver una amplia e iluminada sala con abundantes camillas ambos extremos, separadas entre sí por biombos blancos. El fondo de la estancia tenía sus paredes cubiertas por enormes estantes de diversos tamaños, para contener los materiales a utilizar en cada caso.

 

- Esta es la nueva ala de enfermería. Debido a la demanda actual de estudiantes tuvimos que trasladarla hasta la torre sur… Ya saben, cuestiones de espacio - Señalé sosteniendo la mirada del grupo – Miss Betty, se encarga de mantener el área funcionando perfectamente. Hoy ha tenido la cortesía de dejarnos un par de pacientes para nuestro trabajo práctico, así que les pido encarecidamente no tocar nada sin permiso. Ser cuidadosos por favor.

 

Tras la advertencia, eché hacia atrás la capa blanca que llevaba sobre los hombros y aparté uno de los biombos más cercanos a mi posición. Un joven delgado, con nariz puntiaguda y cabello alborotado, flotaba un par de metros sobre la cama. De tanto en tanto reía manteniendo un soñador semblante soñador, mientras agitaba las manos como si estuviera nadando en una cálida playa del Caribe.

 

- No está en su mejor momento, pero... les presento a Polito, el encargado de la limpieza – Por lo general, era poco expresiva ante los sucesos cotidianos, sin embargo no pude evitar menear la la cabeza de lado a lado al ver al joven flotar frente a mis ojos. Suspiré con resignación antes de dirigirme nuevamente a la clase – ¿Alguno de ustedes sabe que le sucede?, ¿podrían aventurar un posible diagnóstico en base a sus percepciones?. Tómense su tiempo antes de responder.

Editado por Elodia Riddle

http://i.imgur.com/BAohmP3.gif http://i.imgur.com/9KyaG28.gif http://i.imgur.com/OFYeGvm.gif


http://i.imgur.com/7OcnleY.png


http://i.imgur.com/vmuQcG9.gif ● Paladín ● http://i.imgur.com/iEw235G.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Yo más que calor tengo impaciencia por comenzar- comenté a modo de respuesta al saludo de Ariadna- espero no nos hagan esperar mucho más.

 

La mujer que se había sentado junto a Catherine ¿era Cirse su nombre? no alcanzaba a recordarlo pero conversaba animadamente con mi prima. Volví negar con la cabeza, pensando que esos eran los círculos que frecuentaba ahora Catherine, y mucha confianza debía tenerle para hasta haber abierto un negocio juntas.

 

Fue entonces que el ruido de pasos del exterior alertó de la llegada de Elodia. Apenas podía creer que ella serían en verdad quien nos dictaría la clase. "Una auténtica leyenda" murmuré prácticamente para mí misma, mientras obedeciendo a sus palabras me ponía de pie para seguirla hacia la enfermería.

 

- De mí no hay mucho por contar, Bel Evans McGonagall, apasionada de las pociones e interesada en las curaciones, por eso me inscribí al curso y espero poder aprobarlo de forma satisfactoria.

 

Había sido una presentación escueta, pero tampoco sentía que debía explayarme, no esta vez, y con tantas personas conocidas en medio. El trayecto rumbo a la enfermería se hizo rápido, mientras escuchaba las presentaciones de las demás.

 

Posiblemente porque nunca me había enfermado ni nada parecido, pero por primera vez tras tantos meses frecuentando la Universidad descubría que en la Torre Sur se disponía de un ala entera para el cuidado de pacientes. En esos momentos la sala lucía casi vacía (era una suerte), o al menos eso iba comprobando conforme pásabamos por las camillas y podíamos distinguir lo que se ocultaba tras los biombos.

 

Finalmente Elodia se detuvo frente a un bimbo y haciéndolo a un lado reveló la figura de un joven ¡que flotaba! Pero ese no era el único inconveniente sino que además una sonrisa bobalicona en su rostro daba cuenta de que tenia la mente en cualquier lado, menos en ese lugar.

 

Estaba claro que había recibido un potente hechizo o encantamiento que lo estaba llevando a tener esa clase de alucionaciones ¿o le habrían administrado una poción? tampoco podía descartar la idea. Dado que mi fuerte eran precisamente las pociones comencé a hacer un rápido repaso mental a las que pudieran provocar efectos parecidos a los que el muchacho experimentaba.

 

Durante unos minutos, el silencio reinó en la estancia, hasta que finalmente, no demasiado segura, me decidí a hablar.

 

- Para empezar creo que pudieron administrarle cerebro de mermelada. Unas gotas pueden generar confusión, aunque en su caso apostaría que administraron una dosis más elevada - recorrí con la vista al resto de mujeres presentes- no es lo único en todo caso que lo ha llevado a esta situación, es lo que podría decir por ahora ¿que opinan ustedes?

 

@ @ @@Nicole Evans Crowley @ @@Elodia Riddle

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La Crowley permanecía en su lugar mirando de vez en cuando a su tía, pasaron apenas unos minutos cuando la inconfundible voz de su madre llego hasta sus oídos; y efectivamente, Bel se encontraba justo a su lado -Hola Madre- la chica sonrió -No se me ocurrió comentártelo y claro yo no tenia ni idea que fueras a tomar esta clase pero como tu dices es una grata sorpresa- miro de reojo a Catherine cuando su madre soltó un comentario que claramente iba dirigido a ella; esperaba que ambas brujas olvidaran sus problemas y se comportaran de manera calmada y civilizada durante la clase.

 

Los participantes de aquella clase no tardaron en aparecer, dos brujas mas cruzaron el umbral, Nicole no conocía a ninguna de las dos ni recordaba haberlas visto en algún lugar. Justo cuando estaba apunto de responder a la chica de cabellos celeste una nueva presencia irrumpió en el lugar.

 

Con que esa era Elodia, nunca la habia visto pero claro que era conocida por todos pero eso no evito que Nicole se llevara una sorpresa al escuchar que aquella mujer era una Evans, eso no se lo esperaba, nunca se lo habría imaginado. La chica salio de su estupor y siguió a las demás cuando estas abandonaban la habitación, le preguntaría después a su madre que parentesco tenían con Elodia.

 

Mientras recorrían los pasillos tenían que presentarse y la primera fue su madre, quien se presento de manera corta pero precisa; como nadie tomaba la palabra decidio ser ella la segunda en hablar -Mi nombre es Nicole Evans Crowley y este es el primer conocimiento que tomo porque siento que es indispensable en las habilidades de cada quien- listo esperaba que con eso fuera suficiente.

 

Caminaron unos momentos mas hasta llegar a la enfermería, una sala amplia con varias camillas con biombos que las separaban unas de otras, otorgando cierta privacidad. Elodia las llevo hasta una de las camillas y retiro el biombo, un hombre flotaba sobre la camilla con una cara de ensoñación, Nicole escucho la explicación de su madre y callo en la cuenta de que ella no sabia nada, nada que pudiera serle útil para aprobar o comprender del todo la clase ademas de que no tenia ni idea de la posible razón de que ese hombre estuviera en ese estado, por lo que guardo silencio y tomo como nota mental que su siguiente conocimiento seria pociones.

|| 4GfTlba.gif ||


bor4Ktn.png


xcLm9MX.gif || || 3LeUwT8.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.