Libro del Caos

[Thomas E. Gryffindor]

1d10

Thomas invoca la Rueda del Caos

[Thomas E. Gryffindor]

-Comprendo, maestro Bakari... Creo entender bien el "costo-beneficio" que trae invocar al Señor del Caos- expresó Thomas una vez que terminó de escuchar las palabras del Uzza en relación a los efectos que provocaba el arribo de la entidad demoníaca una vez que surgía en el campo de batalla tras el azar, fortuna o desdicha, del mago o bruja que lo utilizara en su sabia consciencia. -¿Peeves?- gruñó casi en un susurro cuando notó que aquel Poltergeist había salido de la magia creada por su compañera Helike; recordando todas las bromas desagradables que el payaso de Hogwarts una vez le hizo sin su consentimiento en una Gala de San Valentín en las inmediaciones del Gran Salón de la institución académica. <<Malnacido seas>> pensó con recelo, no pudiendo evitar fruncir el ceño al percibir que el ser de "dudosa reputación" emprendió su rebeldía contra su propia creadora, sin ningún respeto por los presentes ni menos por el guerrero que también sufrió las consecuencias del travieso ente. -Está bien... Le sigo- contestó el muchacho extrovertido con un leve movimiento de cabeza en señal de cortesía hacia el tiferim; guiando sus pasos hacia el nuevo lugar que el hombre, de escasos cabellos grisáceos, escogería para continuar con el aprendizaje de los hechizos del libro. -¿Es que acaso te tendré que cerrar el hocico con esto?- vociferó el Gryffindor con la varita firmemente empuñada en la diestra, ya un poco molesto con tanta batahola que Peeves estaba formando en todo el trayecto desde la tienda del Uzza. Pero, gracias a la bondad de Merlín, al igual que el Señor del Caos y el Cíclope, el Poltergeist también se desvaneció; colmando el ambiente de un silencio tranquilizador que únicamente se rompió cuando su mentor decidió detener sus pies con tal de retomar el hilo conductor de la clase magistral.

La mirada inquieta del paladín se transformó en concentración absoluta al corroborar que el Uzza nuevamente volvía a hacer uso de la energía alrededor de sus manos, expandiendo una fuente de luz (algo cegadora) a través de dos esferas que se esfumaron en las palmas del mismo Bakari sin poder notar ningún efecto evidente. -Vaya... la Rueda de Poder puede ser muy reveladora ¿No? Quiero decir que puede dejar en evidencia a un sujeto que optara por usar un hechizo de bando sin su máscara o resplandor en el rostro. Aunque no muchos han sido lo suficientemente valientes como para salir a las calles de Londres a... mejor me callo- se interrumpió a sí mismo el fenixiano, debido a que desconocía por completo las inclinaciones de la Rambaldi, pese a que la vampiresa no parecía ser una mala persona como para creerse una mortífaga seguidora de las artes oscuras de Voldemort. -Mi turno- musitó luego de ver que una arena muy conocida se proyectaba por el viento hacia la española, cegándole sin remedio. La energía recorrió, una vez más, todo su cuerpo; y se centró en sus dedos para invocar la Rueda del Caos. Pero, a diferencia de la vez pasada, cercioró que algo extraño había ocurrido, porque se sentía un tanto débil. -Sectusempra- vociferó con su arma de pirul en ristre hacia el Uzza.

Editado 19 de Mayo del 2017 por Thomas E. Gryffindor

[Helike R V PB]

1d3-2

Helike invoca a la Rueda del Tiempo

[Helike R V PB]

El maldito Peeves había conseguido ayudarme a espantar a ese andrajoso que había invocado Bakari, pero debía de tener en cuenta las consecuencias. Ahora recibía insultos y demás improperios que debía ignorar... Básicamente por respeto al profesor que nos enseñaba una de sus artes. Pero por supuesto, no iba a callarme y no iba a ser menos que ese espantapájaros.

- ¡¡Cállate maldito poltergeist de los demonios!! - le grité yo ahora, vi que me hacía un gesto obsceno con el dedo corazón y seguía haciendo chascarrillos. Para alguien que lo viese, seguro que se reiría de la situación y no era para menos. Pero debía de mantener el temple, debía de mantener el temple... Bakari, nuevamente mostraba una calma que me asustaba. ¿De dónde sacaba semejante paciencia para aguantar algo así? Desde luego, cómo saliese en una batalla tendríamos más complicaciones con esa cosa que con lo que saliese de las otras invocaciones de ese libro que ya le estaba cogiendo bastante tirria.

Escuché las palabras de nuestro tutor y asentí con la cabeza. Sí, el tiempo era un maestro que nos enseñaba muchas cosas. Pero jugando con él podría traernos severas consecuencias, cómo cuando se usaba el famoso giratiempo en su momento. Pero en éste caso, era bastante imprevisible lo que podría salir de ahí. Peeves por supuesto seguía lanzando juramentos y farfullando cosas. Me cansé y moví la varita que hice en esos momentos silenciar al maldito fanasma, que ni eso era. Parecía que se había molestado y solté una gran carcajada.

- ¡¿Qué, ahora no es tan valiente en insultar a los demás, verdad, asqueroso?! -solté yo, sin poder evitarlo, me dirigí a Bakari- discúlpeme señor, pero me estaba sacando de quicio. Más que enseñarnos todo ésto, debería enseñarnos a manejar la paciencia porque yo de eso, poco la verda -seguía riéndome por lo bajo. Pero me callé al instante al ver que el maestro nos quería enseñar algo más de ese libro tan misterioso como peligroso.

Por supuesto nuestro tutor había atacado y no pude evitar fruncir de lado ante las palabras de Thomas. Yo por mi parte, también me concentré en seguir las directrices de nuestro Maestro. Sentí de nuevo el poder de esa magia no oscura, pero sí inquietante. Volví a invocar esos poderes y entonces.

- ¡Maldito seas Bakari! - grité yo ahora, cegada por la Arena del Hechicero, por culpa de ese conjuro y por lo que había hecho yo, tendría que hacer algo más. Pero ahora mismo, estaba mas cabreada por lo que había pasado que por el simple hecho de no poder apuntar, al estar cegada por ese encantamiento, que ya empezaba a odiar. Lo conocía lo suficiente para saber que no tendría puntería suficiente durante bastante tiempo.

off: sorry por la edición, no puse los efectos de la Arena del Hechicero.

Editado 20 de Mayo del 2017 por Helike Rambaldi Vladimir

[Bakari]

2d50

Rueda de la Fortuna Editado 22 de Mayo del 2017 por Bakari

[Bakari]

Bakari estaba complacido y era algo que se notaba no sólo en su actitud, sino en la forma en que asentía constantemente a medida que los jóvenes iban realizando sus tareas. Incluso Heliké, que lanzó una maldición en su contra, lo había hecho bien a pesar de no haber cambiado nada. Sólo por eso lo dejó pasar, moviendo la mano con cierto aburrimiento y eliminando el hechizo de los ojos de su alumna. Siendo él un Uzza, aquello no era complicado, además de que estaba de buen humor y por eso no la castigó, dejándole la arena en los ojos durante un rato más.

Con respecto al Sectusempra, el hombre dejó que le impactara solo para demostrar el cambio que el azar había dado al poder de Thomas, aumentando el daño a provocar; en vez de un Episkey de emergencia, Bakari necesitó dos. Uno que hizo no verbal y un curación, para terminar de cerrar las heridas. Si hubiese sido el caso contrario, bajando la intensidad del hechizo, éste sólo habría requerido un Episkey y quizás ni siquiera de emergencia.

—Pocos son los que terminan el aprendizaje del Caos. Reside en nosotros una fuerza que debemos aprender a controlar, una constancia que va estrictamente ligada al compromiso. Por eso, me sorprende que hayan logrado llegar tan lejos, después de su inicio.

Hablaba con sinceridad, aunque se podía ver cierta rudeza en lo que quería decir. Sin embargo, su rostro tosco parecía amable, casi empático.

—Sólo queda una probabilidad y ésta, debido a que es la más difícil de lograr de todas, la intentaremos los tres antes de ir a la prueba —los miró, como si pudiera ver su interior—. ¿Están listos?

Por última vez durante la clase, invocó a las fuerzas del caos, ésta vez para jugar con la rueda de la fortuna. El resultado fue favorable, a pesar de que nadie lo había atacado y eso era lo que importaba, después de una breve explicación, dejó a los jóvenes intentar lo mismo.

La rueda de la fortuna funciona para ataques lanzados con anterioridad hacia el invocador del caos. En este caso, si la tirada de dados hubiese sido un número de dos cifras que igualara el posteo de Thomas, por ejemplo, ningún hechizo lanzado por él habría tenido efecto. No obstante, en el caso que el último número de la cifra de la tirada de dados coincida con el número de post del invocador del Caos, la última acción del oponente no tendría efecto.

Mi resultado fue 39 y mi posteo fue 219. En este caso, se cumple la segunda probabilidad y si alguien me hubiera atacado, su última acción hacia mí no tendría efecto.

En este caso, nadie me ha atacado, trabajamos de forma teórica. Pero podemos ver que el 9 impediría que la última acción de mi oponente existiera.

Deberán lanzar el mismo dado y ver cómo funciona.

[Thomas E. Gryffindor]

2d50

Thomas invoca la Rueda de la Fortuna Editado 22 de Mayo del 2017 por Thomas E. Gryffindor

[Thomas E. Gryffindor]

Tal parecía que el poder de la Rueda del Tiempo de Heliké no había salido a su favor, puesto que los efectos de la Arena de Hechicero continuaban privándole de su sentido de la vista; y así no tendría la puntería suficiente como para atacar efectívamente con conjuros de tipo rayo. -Tranquila, señorita Rambaldi- trató de serenizar a la chica oriunda de tierras españolas; esperando que la ansiedad de la muchacha no terminase por jugarle una "mala pasada" al querer revertir la engorrosa situación. <<¿Qué sucedió con mi Rueda del Caos entonces?>> se preguntó curioso el Gryffindor tras ver que su maldición sanguinaria impactaba de lleno en Bakari, quien cerró las heridas de manera veloz con movimientos zigzagueantes de su poderosa varita. -Por mi parte, señor... Estoy listo para enfrentar esta nueva probabilidad del azar, maestro- respondió con fervor el adolescente; dejando que el Uzza utilizara primero las fuerzas del Caos con tal de jugar con la "fortuna". Y así fue; el tiferim dio "riendas sueltas" a su maestría, enseñándoles la última fase del ejemplar que les abriría, a ambos compañeros, las puertas de la prueba para hacerse con los nuevos conocimientos que tanto ajetreo mental y confusión habían producido en la consciencia de Elros por las noches en su dormitorio personal.

-Vamos- se auto-motivó el paladín, concentrando su potencia en la energía que se transmitió desde sus brazos hasta las palmas de sus manos; volviendo a conformar aquellas esferas resplandecientes que cayeron en el abismo al pensar en lo que la suerte le traería consigo en esta oportunidad. El resultado fue indiferente, pues el pelirrojo no notó que algo hubiese sucedido; hecho que le orientó la mirada esmeralda hacia la vampiresa, con el afán de observar y analizar qué tal le iba a ella con la fortuna de la mano del Caos.

Editado 22 de Mayo del 2017 por Thomas E. Gryffindor

[Helike R V PB]

2d50 Rueda de la Fortuna

Editado 24 de Mayo del 2017 por Helike Rambaldi Vladimir

[Helike R V PB]

Siento tanta edición hasta que al final comprendí cómo demonios funcionaba esa cosa. Colocaré el enlace a la captura de imagen para ver el resultado. Entre eso y el no tener conexión ayer me tienen más que frita (vosotros no xD los dados xDDD) -.-

 

On:

 

Intenté mostrar una sonrisa a Thomas. El joven parecía que estaba interesado en que mi genio no saliese a la luz (?). Pero tan sólo pude mostrar una mueca que denotaba puro asco. Suspiré. Quizás Bakari no tuviese la culpa pero hacía que ese guerrero me sacaran de mis casillas. ¿Serían así los demás? Menuda paciencia tendría que tener.

 

- Me tranquilizaré con una buena jarra de cerveza fría. Yo invito Thomas en cuánto terminemos ésto, ¿te parece? -ahora sí, mi sonrisa acompañaba a mis ojos. Al menos el muchacho parecía bueno y no intentaba ser el típico chulo (? xD) de clase.

 

- En la magia no hay azar -le dije al Gryffindor -sólo probabilidades. Ésto no es la ruleta -volví a sonreír al joven.

 

Vi que invocaba sus poderes para con la Rueda de la Fortuna. No sucedió nada. Por mi parte, también intenté hacer lo mío propio. Debía ser cansancio o agotamiento porque al invocar mis propias fuerzas oscuras, tampoco había ocurrido nada. Bakari había dicho que, pocos alumnos llegaban hasta dónde nosotros estábamos en esos momentos. Sonreí ladeando la cabeza.

 

- Por mí, cuando quiera... vamos -dije, asintiendo con la cabeza al ver cómo el paladín también parecía interesado en ir más allá.

 

- Definitivamente, necesitaré un buen baño de espuma para cuando todo ésto termine -solté, bufando, media cabreada.