Historia de la Magia y Primeros Auxilios

[Kahlan Blackthorn]

Seguía empecinada en defenderse como un gato boca arriba, no por nada era conocida como una de las mujeres más aguerridas dentro del mundo mágico —Será como gusten… —dejándose envolver por la ira y el odio, no pudo contener sus ansias de arrancarles de una sola la vena yugular. El alimentarse dentro de una clase podría costarle la nota, acarreándole un mundo de problemas y quejas por parte de los directores —Debo contenerme… —sus ansias por hincarles los colmillos aumentaban con cada mirada que le obsequiaban.

 

Anne era una Lican y sabría como frenarla, no se pensaría dos veces el adquirir la forma que le reconocía como un ser de esa especie. El problema radicaba en lo que eso ocasionaría, accionar el botón de ataque en ambas, sacarse el cuero y así de una vez por todas obtener lo que tanto deseaba la Malfoy, despellejar a una persona en vivo y en directo —¡¡¡ No !!!... —cerrando su mente se centraría en aprobar ese conocimiento. Deseaba poder acceder a una nueva habilidad y la animagia de momento se mantenía bloqueada en ella.

 

La paz que emanaba su profesora de Animagia, brotaba en ella extendiéndose por todo su ser —Aprender a controlar los impulsos o terminare como… —se mordió la lengua con fuerza. No podía despilfarrar esa información, no estaba autorizada para mezclar las clases que tenia y mucho menos para quedar en evidencia. El ser un felino era solo de ella y siempre seria así, preservaría ese secreto costara lo que costara —Es mejor que salga de aquí… —saboreando sus labios como si se tratará de un caramelo se aferraba a la idea de volver sin causar problemas al sitio de donde partió.

 

El verse forzada a contenerse empeoraba las cosas, orillándola a estallar en el peor momento y eso era lo que más le agradaba sacar ese lado oscuro que tanto le repudiaban y algunos le admiraban sin lugar a dudas. Cerrando sus ojos poco a poco se transformaba en una roca inmensa, carente de sentimientos y sensaciones, ahí estaba nuevamente apagando su humanidad sepultando ese lado cálido que se empecinaba en salir cada tato y le causaba tantos problemas de cuando en cuando.

 

—¿Cuánto tardaremos en volver?... —preguntó a Anne desviando su vista de los ojos de su hermana. El cruzarse con ellos despertaría sus ganas de enfrascarse en una batalla, ya que ambas se estaban sacando el cuero poco a poco, tras buscar una revancha por el modo en que la Ángel Caído se comportó dentro de la clase que le impartiera a la Gaunt. Ambas eran de cuidado en su espacio, no por nada rara vez compaginaban sus zonas de confort o evitaban lanzarse puntas que muchas veces calaban hondo.

 

@ @@Dylan Kyle Myrddin @

[Adam Lockhart]

luego de que el alumno se sentía mejor y con fuerza suficiente escuche como el profesor me comentaba que no era suficiente primeros auxilio, no era un profesional como lo eran los sanadores de san mundo, aunque ahora valoro mas el trabajo que ellas hacer en ese lugar , mas a las chicas de mi familia.

 

luego me dijo que se sentía orgulloso de mi , eso es algo que si me lleno al corazón por que en verdad el no sabe lo importante que es para mi , que el mi padrino , y mi ejemplo a seguir tenga ese sentimiento hacia mi, aunque cuando dijo que siguiera practico me nació decirle una pregunta- eso quiere decir que tengo permiso de ti , para ir lastimando personas para luego curarla- luego le mire a la cara de asombro que coloco y se apresure a decirle - es solo en juego no te lo tomes tan en serio tampoco, ve que ya estoy aprendiendo mis lecciones- cuando eso habíamos llegado a una colina donde se podía observar todos los terrenos de la universidad y incluyendo su castigo , así que seguimos nuestro camino hasta el salón del clase sitio donde todo comenzó.

[Anne Gaunt M.]

La situación se había desmadradado ligeramente. Antoni había reaccionado perfectamente para defender a Dylan, aunque aquello había desatado una especie de batalla campal en la que Juv, Dylan y el joven Tonks habían desenfundado sus varitas para hacer frente a los ataques que, inexplicablemente, aquellas gentes habían comenzado a lanzarles. Anne parpadeó varias veces, sorprendida, al ver que ninguno la había seguido tal y como les había indicado y luego decidió que dejaría el regaño para más tarde, cuando estuvieran a salvo.

 

Sintió una mano apoyándose en su hombro y dio un respingo, sobresaltada. Aquel apoyo se acababa de convertir en un apretón que comenzaba a hacerle daño.

 

— ¡Pero bueno, bestia! ¡Impedimenta!

 

El tipo dejó de apretarle la piel y la soltó, aunque al hacerlo Anne quiso cambiar de dirección para alejarse de él y se chocó con otro, que enarbolaba un bate con gesto amenazador. Y entonces lo descargó contra su cabeza.

 

— ¡Petrificus Totalus!

 

El ataque se detuvo de repente y la Gaunt se movió rápidamente para zafarse de éste en cuanto el hechizo recuperara su efecto. Vio que Juv y Dylan se las habían ingeniado bastante bien y se encontró con la mirada de la Malfoy en un momento determinado y le sonrió, sabiendo que tenían la situación controlada. A pesar de ello, acababa de comprobar que lo mejor sería dejar aquella excursión histórica para otro momento, pues el ambente estaba demasiado revuelto. Corrió en dirección a sus alumnos y les señaló los árboles, allá donde el portal que había creado un poco antes aún seguía activo.

 

— ¡Vamos, chicos! Tenemos que volver a la Universidad antes de que tengamos daños que lamentar. ¡Vamos, todos conmigo! —les indicó. No tardaron más de tres minutos en alcanzar el portal y Anne no respiró tranquila hasta que los vio atravesarlo. Les siguió tras echar un último vistazo atrás y, tras sentir cómo el estómago se le encogía extrañamente, volvió a aparecer en el aula que había compartido con Elvis unos instantes antes.

 

Observó a sus alumnos con atención: todos parecían estar de una pieza. Sonrió, satisfecha, y luego cerró el portal con unas palabras en voz baja y un ligero movimiento de varita.

 

— Bien, lo breve si bueno dos veces bueno. ¿Estáis todos bien? —les preguntó, aunque ya comprobaba que sí—. Espero que os haya sido grata la visita, aunque ha terminado un poco peor de lo que me había imaginado. No obstante, os felicito por vuestro desempeño y espero que hayáis aprendido hasta qué punto afectaban las decisiones del Ministerio en la sociedad mágica, cosa que sigue sucediendo a día de hoy. Tampoco olvidemos el impacto mundial que supuso perder el creaothceann como deporte aunque, la verdad, mi opinión es que aquel decreto del Ministerio fue lo mejor que pudo pasar, pues este deporte provocaba muertes en cada partido. ¿Preguntas? ¿Dudas? Gracias por cursar Historia de la Magia... y aquí me tendréis, a vuestra disposición, cuando tengáis algo que consultarme sobre la materia —siguió diciendo, con una pequeña sonrisa dibujada en los labios. Luego miró al fondo de la clase, allá donde estaba la puerta de salida. Ésta se abrió sola, como invitando a los alumnos a dejar la sala—. Ha sido un placer, queridos. Y no lo olvidéis, vuestra calificación os llegará en unos días. ¡Hasta luego!

 

Y dicho aquello, giró sobre sus talones y se dirigió hacia la mesa donde había dejado sus documentos para tomarlos y salir del aula.