Historia de la Magia y Primeros Auxilios

[Anthony R. Dracony M.]

Me sentí lleno de vida, estando en el campus de la universidad uno puede enterarse de las noticias, como por ejemplo, que las clases ya habían iniciado,

 

Emocionado fui a echar un vistazo, me había inscrito a una clase y esperaba ser el primero en llegar, vi en la tablón de anuncios que si estaba mi nombre, así que recorrí las aulas, de esto van varios días, he visto que algunos profesores ya iniciaron sus clases, veo a los magos y brujas que ya participan en estas nuevas clases del año, pero...no he visto el aula donde se supone este mi clase.

 

Hoy llego de nueva cuenta y recorro las aulas con la esperanza de encontrar mi clase, termino de ese recorrido y me siento desconcertado, tal vez tenga que esperar un día más, regreso sobre mis pasos, vuelvo a ver el aula "Historia de la magia", un retorcijón en mi estomago...¡y yo que creí que no habría historia de magia!...bueno, me quedo pensando frente a la puerta mientras me da por morder mi labio.

 

Recuerdo lo que me dijeron los directores de la universidad y decido entrar, cruzo al interior mientras saludo:

 

-- Hola, buenos días, disculpen ¿me permiten participar? he hablado con los directores, me han dicho que puedo ser oyente, me interesa mucho "Historia de la magia"-- Miro a la profesora, su cabello castaño y su túnica negra, no me era familiar, entonces también veo a otras dos personas conocidas, mi amigo Adam y a Elvis, ocupaban un extremo del aula.

 

-- Hola, me da gusto saludarlos, profesor Elvis ¿no tiene inconveniente en que me quede como oyente?sabe, desde que inicio la universidad he querido tomar esta clase, historia de la magia, creí que no me quedaría sin grupo si elegía algo diferente, tuve que esperar mucho para poder ser alumno nuevamente y no quise arriesgarme la verdad, me gusta mucho las clases mágicas pero estoy más interesado en esta en particular.

 

Espero su respuesta, creo correcto hablar dando mi explicación al respecto, respeto mucho a Elvis y a los compañeros, no es cómodo ver que llegue alguno y sin más se sume así como así, por eso me inclino por obtener su anuencia.

 

Veo a un nuevo compañero, un chico rubio que esta con la profesora, exhalo y recuerdo que no me he presentado:

-- Hola, mi nombre es Antoni, espero compartir la clase.

[Kahlan Blackthorn]

-Juv Malfoy…-se presentó de forma escueta ante su profesora-Ni se te ocurra…-entrecerrando sus orbes lapislázulis le dedicó esas palabras a la Gaunt. Sabía que querría cobrarse el accionar de la Malfoy en su clase de Artes Oscuras, no era su culpa ser tan osada y descabezada a la hora de colocar a sus alumnos al límite o como ella prefería decirle al borde del abismo-La historia de la Magia es increíble, pero me asalta una duda…-golpeó de forma descuidada su barbilla con su dedo índice-¿Quién se puede decir que es el padre de la misma?...-rodeando sus ojos esperaba que no le dijera que era el conocido mago Dumbledore.

 

Sus pasos eran elegantes dentro del terreno, tal vez no había tomando en cuenta todo lo que le rodeaba. Para ella no era importante el paisaje o lo que el mismo contuviera, ya que a través de los años se habían empecinado a prestarle atención a otros detalles más trascendentales y menos efímeros y sin sentido de la preservación en sus memorias personales-Recuerdo haber impartido esta clase, pero eso debió ser en otra vida…-desapareciendo la capa de viaje que cubría su sensual atuendo se sintió como en casa. Había decidido ir ataviada con unos jeans a la cadera acompañados por un corsé que destacaba sus atributos de una forma delicada y elegante.

 

Llegar tarde a una clase, no era algo que le ocurriera siempre a la Ángel Caído. Jamás había tenido que saltarse algunos asuntos fuera de Londres, no si eso implicaba tener que verse inmersa en tantas clases como asuntos personales sin finiquitar. Era toda una marea de pendientes y cosas que poner en orden, aunque ahora solo se centraría en sus clases dentro de la Universidad y las que tendría que impartir en Hogwarts y el Ateneo. Apoyando su estilizada figura en su pierna izquierda, esperaba una respuesta de Anne, deseaba saciar su sed de conocimiento y porque no, darle uno que otro dolor de cabeza a su hermanita.

[Mael Blackfyre]

Adam se estaba desenvolviendo bien en aquella clase. Aunque había notado que se estaba desconcentrando con lo que sucedía alrededor. Aquello no era buena señal, ya que si sucedía en la vida real, dependería la vida que tenía entre las manos por lo que podía llegar a pasar cerca de él. Necesitaba atención, necesitaba disciplina, y debía trasmitirle ésas conductas por más que supiera montones de hechizos y poder manejar pociones. Aquel era el momento justo.

 

El primer caso lo curó perfecto, porque no era un daño muy severo. Limpió las heridas mientras parte de aquela agua caía alrededor de su paciente y ensuciaba el aula del piso con ése líquido y sangre. Sus heridas se sanaron y para cuando pasó al segundo caso, el primero se pudo levantar y desapareció entre una voluta de humo blanco. Miré como hacía la tarea, pero un nuevo joven, además de Juve, aparecieron por el umbral de la puerta. Esperaba que mi ahijado no se desconcentrara más de la cuenta con eso.

 

— Oh, Antoni. Es un gusto verte, muchacho —le dije cuando éste se acercó a preguntarme si me molestaba que se quedara por allí. Negué con la cabeza mientras le dirigí una sonrisa—. ¡Claro que no! Aunque Anne es la profesora de Historia de la Magia. Yo estoy por aquí impartiendo Primeros Auxilios. Anne me permitió estar aquí porque hubo un problema de papeleo y me quedé sin aula. Anda, vé con ella —me alejé solo un paso, para mirar a mi compañera, que había empezado la clase con Dylan y ahora, Juve—. ¡Anne! Aquí tienes a un secretario personal. Espero que haga bien su trabajo. ¿No?

 

Eran pocos los casos que las personas llegaban de oyentes, porque generalmente estaban ocupados con otras cosas. Cuando el joven se alejó y volví con Adam, éste no había terminado del todo su trabajo. Pensaba que había hecho todo como correspondía pero la figura misma de los pacientes no se habían desaparecido como el primero. En el segundo caso, en la mujer quemada, había sido despejada para que pudiera respirar. ¡Pero eso no era todo! Ahora con la garganta disponible, empezó a llorar y a tratar de tocarse las quemaduras que le ardían. Los gritos en aquella zona se hicieron más fuerte.

 

— Adam. Debes hacer más que despejarle las vías respiratorias. ¡Se quemó! ¡Rápido, muchacho. Rápido! Su vida depende de tí. Vé a ése pupitre y toma aquella crema. Aplícaselo sobre cada herida con sumo cuidado. Eso hará que la herida deje de dolerle y empiece a curarse. De todas maneras vas a necesitar algunos Episkey más para ayudar a su regeneración de piel. Luego puedes darle una poción para que recuperar su sangre —esperaba que recordara todas ésas indicaciones. Estaba seguro que los gritos ayudarían a que todo se volviera más real.

 

— Y éste necesita más atención —me acerqué al tercer caso. Debería explicarle para ver qué hacía. Hasta que no terminara, los pacientes se pusieran de pie y desaparecerían, no podríamos movernos de allí—. Lo primero que hay que hacer es reanimarlo con un Ennervate. Eso ahorrará tiempo y si la persona abre los ojos, es una buena señal. Si no los abre, bueno... lo veremos luego —le comenté. Adam debería aplicar sus conocimientos en ambos casos para salvarlos—. Luego puedes darle alguna poción que levante sus energías. Déjame ver... ¿Una poción hervitalizante? También puedes crear algunos dulces. Un poco de azúcar le vendrá muy bien. De momento empieza con eso

 

Esperaba que Anne no me matara. No sólo le había quitado la mitad del aula, sino que la había inundado de gritos, manchado con sangre, se le sumó un alumno más y eso que aún la clase no se había desplegado como había pensado.

 

@ @ @@Adam Lockhart

[Anne Gaunt M.]

Escuchó las palabras de Dylan y fue asintiendo con la cabeza de vez en cuando, aprobando las razones que el chico le daba para justificar su deseo de especializarse en Historia de la Magia. Ella no recordaba cuándo había sentido por primera vez interés en estudiar los viejos libros de su padre adoptivo, pero hacía tantos años que tenía por seguro que le había interesado desde que era tan sólo una niña. La última pregunta de Dylan la pilló por sorpresa, y abrió muchos los ojos antes de poderle responder.

 

— Vaya... ¿cómo has sabido que soy irlandesa? ¿También tú lo eres? Es un placer saludar a un compatriota —le respondió, animada. Luego recolocó el gesto serio que solía mostrar y se levantó de la silla—. Bien, me agrada tu respuesta. Respecto a tus intereses... la guerra de los gigantes es un hecho muy importante, pero ligeramente complicado para lo que planeo —torció el gesto imaginándose con sus alumnos en medio de una batalla de gigantes. Sacudió la cabeza y sonrió como si se disculpara—. Sin embargo, la rebelión de los elfos puede ser interesante. Yo había pensado también en la primera carrera anual de escobas o el año en que ilegalizó el creaothceann. ¿Te suenan esos momentos de la historia de nuestro mundo mágico? Hay muchísimos puntos en los que podríamos detenernos. Sin embargo, esperemos un poco para ver si Juv llega. Así vemos en qué nos centramos definitivamente, en esta clase elegís vosotros.

 

Guardó entonces silencio y caminó unos pasos justo cuando vio a la Malfoy entrar y dirigirse directamente a donde se encontraban. Se presentó sin más mientras Anne le sonreía suavemente y luego le dirigió una pequeña reverencia a modo de bienvenida.

 

— Qué extraño es que te retrasaras, querida. Bienvenida a la clase de Historia de la Magia —la saludó, alzando ambas manos en gesto inocente. El mes anterior, Juv la había hecho sufrir en la clase de Artes Oscuras y la Gaunt ya planeaba hacérselo pagar de alguna forma. Quizás en aquella clase tendría la oportunidad de hacerlo, aunque la Malfoy estaría atenta para evitarlo—. Le preguntaba a tu compañero Dylan el porqué de su interés por la Historia de la Magia, así como sus preferencias por algún hecho o época concretos. Así podremos estudiar lo que más nos guste en esta clase. ¿Tienes tú alguna preferencia, querida? Hablábamos de la rebelión de los elfos, y también mencioné la primera carrera anual de escobas o la ilegalización del creaothceann. Cuéntanos, y empezaremos la verdadera clase —finalizó, con gesto pícaro. Le pareció escuchar que Elvis le hablaba, pero estaba tan concentrada pensando en lo que harían a continuación que no captó bien lo que éste le decía.

 

Empezó a revisar sus propios apuntes mientras esperaba una respuesta de Juv y Dylan para comenzar el viaje histórico que había preparado para ellos. De repente, unos gritos llegaron hasta sus oídos y dio un respingo donde estaba. Se asomó por detrás de sus alumnos rápidamente y vio cómo Elvis daba instrucciones a Adam para que atendieran a un paciente. ¿Un paciente? ¿Qué demonios estaban haciendo allí? Frunció el ceño y luego respiró hondo varias veces. No le disgustaba compartir el aula con otro profesor, menos aún con Elvis pero... Primeros Auxilios era bastante más animado de lo que se había imaginado en primera instancia. La voz del Gryffindor la sacó de su ensimismamiento mientras seguía dando instrucciones a Adam y entonces vio cómo un muchacho (Antoni) se acercaba hasta donde se encontraban ella, Juv y Dylan.

 

— ¿Disculpa, necesitabas algo? No te tengo en lista... ¿vienes de oyente? —inquirió, sorprendida. Sabía que podía haber oyentes en las clases, pero no recordaba haber escuchado de ningún caso. Sonrió con amabilidad al joven y luego le señaló un asiento—. ¡Bienvenido! Ocupa un lugar y disfruta de la clase, estoy segura de que lo pasarás genial con nosotros. Si tienes alguna consulta, aunque no estés oficialmente en el curso, te la responderé con mucho gusto. Todo esto si Elvis y Adam no destrozan el aula con sus primeros auxilios, claro... añadió, con inseguridad, mirando de reojo hacia donde se encontraban los dos aludidos. Había bajado el tono de voz ligeramente para que no la escucharan, pues no quería que malinterpretaran sus palabras.

 

Suponiendo que su compañero docente tendría todo bajo control, dio la espalda a sus alumnos mientras esperaba sus respuestas y comenzó a mover la varita en dirección a la pared que tenía detrás, pronunciando entre dientes unas palabras que resultaron inaudibles para los chicos. Y una especie de portal comenzó a aparecer en el lugar.

 

 

@@Dylan Kyle Myrddin @ @

Editado 8 de Enero del 2016 por Anne Gaunt

[Kahlan Blackthorn]

Manteniendo una postura displicente en todo momento, no pudo evitar dejar escapar una risita inocente y divertida de sus labios-Me interesa la parte donde se sacan el cuero a tiras, ya sabes las muertes y esos asuntos. No suelo ir rebuscándole la quinta pata al gato, si me preguntas que deseo saber de la Historia de la Magia…-carraspeó con suavidad-Puedo decirte que solo me interesa indagar en la guerra que se desató entre los Mortifagos y La Orden del Fénix…-indicó cruzando sus brazos debajo de su busto. Era conocedora del tema a grandes rasgos, no por nada era una lectora empedernida de diversos temas y asuntillos que hubieran levantando ámpula en algún momento dentro de mundo que habitaba.

 

El viaje al pasado le resultaba interesante, pero no inquietante y eso tal vez se debía a ser un ser inmortal. Ya había pasado por demasiadas cosas, épocas llenas de sucesos que marcaron un antes y un después dentro de su entorno personal-Viajar en el tiempo puede compararse con arrancarle un pelo a un gato…-desviando sus ojos hacia su compañero de clase le dedico una media sonrisa-Un placer, Malfoy…-se presentó de forma escueta ante el rubio. No le daría pelos y señales de su nombre, además si no había prestado atención a su presentación eso ya no era cosa de ella-Creo que he dado la información solicitada o ¿no?...-jugueteó de forma descuidada con un mechón de su cabello dorado.

 

A pocos metros estaba su rival de antaño, el querido Elvis Gryffindor lamentaba sobremanera no poder lanzarle una que otra maldición imperdonable. Necesitaba centrarse en su clase, no deseaba reprobar la misma y tener que verse sumida en el mismo ajetreó de todos los meses, anotarse e intentar no llegar a destiempo-Dicen que la puntualidad es un don que no todos pueden poseer y menos saben apreciar…-chasqueando su lengua se mantuvo atenta a la reacción de su hermanita. Si Gaunt deseaba retar a Malfoy de alguna forma o ponerte el pie para que tropezara, le aconsejaba que se lo pensara bien dos veces. La Ángel Caído no se andaba por las ramas, no si se trataba de sacarse de encima algún desaguisado o encrucijada que el destino deseara colocar delante de ella.

 

Estaba lista para todo, no por nada su buena suerte siempre iba de la mano con el estandarte del apellido que portaba con orgullo. Una Malfoy jamás se dejaba vencer y eso lo había demostrado más de una vez dentro y fuera del campo de batalla, no por nada era una de las personas más temidas y respetadas dentro del gremio. Su reputación la precedía de una forma que varios envidiarían y otros mucho mas, anhelaría poseer para su mala suerte le pertenecía a la mortifaga a todas luces.

 

@, @@Dylan Kyle Myrddin

[Dylan Kyle Myrddin]

Los manerismos de Anne eran en sí una ayuda para saber donde se equivocaba y donde acertaba. Los ojos grises de la profesora se abrieron cuando pregunté sobre su nacionalidad, lo que le respondió mucho antes de que las palabras pudieran hacerlo.

Tenía la razón cuando decía que la batalla de gigantes era un tema complicado después de todo era unos de esos temas que podían tardar en explicarse además podia llegar a ser agobiante si se alargaba mas de lo debido. Recordaba perfectamente la carrera anual de escobas y sobre el creaothceann pero este último estaba un poco más borroso en su memoria.

Una pequeña sonrisa se formó en los labios del Myrddin mientras sus manos de juntaban y comenzaba a descansar su barbilla sobre sus pulgares, era algo que hacía cuando de verdad quería prestar atención y no distraerse.

-Bueno sobre la carrera anual de escobas es algo internacional y sigue siendo algo presente en nuestros tiempos, comenzó en Suecia en el Siglo X y todavía se lleva a cabo en el país - tomó una pausa para intentar recordarme todo lo que podia sobre el otro juego en escobas - Le diré que al principio no recordaba el creaothceann si la memoria no me falla dire que fue el juego en escoba más peligroso que se la ocurrido a los magos, sino me equivoco el Ministerio lo volvió ilegal en 1762… Creo que no me favorece estar en el mismo sexo del “genio” que inventó el juego o de sus participantes y por favor no se lo tome a mal pero dudo que una mujer se le ocurriría algo tan est****o. Solo es una manera certera de recibir un trauma cerebral. Aunque si tuviéramos que participar ahora mismo diría que lo haría con confianza después de todo tenemos a la clase de Primeros Auxilios cerca - dijo en forma de broma mientras podía oír el alboroto que se estaba formando con Elvis y Adam.

Los datos estaban gravados en su memoria por haber leído Quidditch a través de los tiempos durante su adolescencia y cuando había trabajado en el Departamento de Transportes Mágicos para el Consejo Regulador de Escobas. Era lectura requerida además de que siempre había el que quisiera hacer algo ilegal y el tenia un libro lleno de esas en alguna parte.

Impresionantemente dos personas más entraron al salon. El primero era un jovencito que parecía decepcionado y algo nervioso pero así mismo explicó su situación y su deseo de participar en la clase como estudiante oyente, Antoni parecía agradable y esperaba que lo dejaran quedarse. Interesa fue la entrada de Juve, esa mujer si que sabia como dejar una impresión con sus entradas.

La mirada de mi compañera cayeron sobre mi persona y con el rabillo del ojo capte cómo me dedicaba una media sonrisa y me saludaba. Sin dudarlo levante la cabeza para voltear a mirarle y también le dedique una sonrisa mientras me aclaraba la garganta.

-Un gusto, Dylan Kyle Myrddin pero simplemente llame Dylan. Le molestaría que la llamara por su primer nombre, señorita- respondí dándome cuenta que no me había dicho su nombre para ver si estaba prestando atención - El tiempo fue un invento para medir la duración de un acontecimiento y no es algo completamente acertado después de todo tenemos diferentes horas alrededor del mundo - mis ojos azul grisáceos brillaron con un deje de picardía.

Volteo su vista hacia el portal que la profesora había invocado. Adonde llevaría era una pregunta muy presente en su mente pero algo le decía que a donde fueran no necesitaría la chaqueta negra que portaba así que se la quito. Pasó su mano derecha por sus rubios cabellos.

 

@, @, @

[Mael Blackfyre]

Me alejé unos pasos hacia atrás. No me había dado cuenta que la clase estaba formando demasiado alboroto para mi gusto. Si nos hubiéramos encontrado solos, seguramente no tendríamos aquel problema, pero nosotros eramos muy exaltados y la clase que llevaba mi hermosa compañera Anne, era mas tranquila. Fruncí el ceño y me di cuenta que había pasado por algo algunas cosas. Moví mi varita mientras trazaba un enorme circulo que abarcaba más de la mitad del aula, caminándolo. Una onda expansiva transparente, empezó a cubrirnos a Adam, a los pacientes y a mí.

 

— Perdón —comenté moviendo mis labios un poco de más, en el momento que Anne llegó a cruzar miradas conmigo. Claramente que el encantamiento que acababa de hacer no dejaría pasar más sonidos para no interrumpir su clase, pero aunque sea me leería los labios y sabría que me estaba disculpando por ello. Le dirigí una sonrisa, ya le estaba dando la clase a los tres alumnos que le correspondía.

 

Allí miré a Adam que aún se encontraba atendiendo las nuevas órdenes que le había dado. »¡Vamos, no hay tiempo que perder, Adam!« lo apresuré para que éste terminara de hacer las tareas que le estaba dando y a la vez, enseñando. Sabía que éste lo lograría rápidamente pero necesitaba saber que lo podía hacer. Luego de volver a mirar, pude notar que Anne estaba moviendo la varita como yo, pero era contra la pared. ¡Y un portal aparecía! Seguramente que ya estaban por irse de allí.

 

Mientras Adam hacía lo suyo, me volví a encaminar hacia los pupitres donde reposaban los pergaminos. Tenía que encontrar algo.

 

@@Adam Lockhart

[Anne Gaunt M.]

Anne se masajeó las sienes con parsimonia. Habían descolocado un poco su idea de la clase, pues tenían intereses históricos muy distintos y no pensaba que tuvieran tiempo de visitar dos épocas. O quizás sí, pero eso no podían saberlo si no lo intentaban. Siguió conjurando el portal que ya casi estaba completo y, cuando finalizó el conjuro, éste brilló de forma extraña y luego disminuyó su luz ligeramente y quedó estático, como esperando a los viajeros que lo atravesarían pronto.

 

— Bien, veo que a cada uno le interesa un punto distinto. Eso me hace difícil escoger, porque me gustaría que pudiéramos ver más de una cosa, y no sólo una. Así que, quedándome con el deseo de Juv de ver cómo se saca el cuero a tiras... —miró de reojo a Juv y le sonrió ampliamente, con complicidad—... y el comentario de Dylan sobre el creaothceann me ha resultado bastante divertido, creo que ésta será la época escogida para la clase. Y, si después de darnos una vuelta por allí tenemos tiempo... quizás avancemos un par de siglos y echemos un vistazo al Londres del resurgimiento de nuestro señ... digo, de Quien-vosotros-sabéis —se corrigió rápidamente, antes de meter la pata hasta el fondo. Se enorgullecía enormemente de sus ideales, pero no veía bien descubrirse ante nadie, menos ante Elvis allí presente. Se encontró con la mirada del Gryffindor y le dedicó una sonrisa al ver que se disculpaba por el alboroto mientras creaba una especie de cúpula allá donde estaban para no causar molestias a su curso. Ella señaló el portal indicándole que se iban ya mismo, y luego se despidió con la mano de él, suponiendo que entendería qué harían a continuación.

 

Se alejó del portal un poco y dio una palmada al aire.

 

— Arriba, queridos. Nos vamos de viaje al siglo XVIII... concretamente, a 1762. Os espero al otro lado —exclamó. Dicho aquello, cruzó el portal para demostrar a sus alumnos que no había ningún problema con él.

 

 

Apareció en un lugar lleno de matorrales y árboles que los mantenían ocultos de una multitud que vociferaba al pie de una muralla de piedra de aspecto más bien precario. Con un toque de varita, Anne transformó su vestimenta en un atuendo de la época compuesto por un sencillo vestido de color arenoso que la ayudaría a no llamar demasiado la atención y luego se asomó por entre los matorrales para comprobar que estaban donde ella había previsto. Una vez Dylan y Juv llegaron hasta donde estaba, les miró y les señaló la ropa.

 

— Lo primero es que hay que arreglar el tema de la ropa. Estamos en la Escocia del siglo XVIII, así que adoptar un vestuario acorde, nada pomposo o llamativo a ser posible —les aclaró, mientras miraba de reojo hacia atrás. Luego volvió a observarles—. Ahora os comento. Estamos en Paisley, a unos once kilómetros de Glasgow. Acaban de recibir la noticia de que el creaothceann, un deporte de escoba muy famoso y practicado en estas tierras, ha sido prohibido debido a las numerosas muertes que causa cada año. Como podéis escuchar, la multitud está muy alterada y planean atacar a las instituciones mágicas por culpa de este decreto. Vayamos a echar un vistazo, y veamos qué se cuece por ahí —les animó, con un gesto de la mano, invitándoles a salir de la arboleda para mezclarse con la exaltada multitud.

 

@ @@Dylan Kyle Myrddin

Editado 14 de Enero del 2016 por Anne Gaunt

[Anthony R. Dracony M.]

Agradeci con una ligera inclinación de mi cabeza a @, me alegraba mucho que le dijera a la profesora Anne que le enviaba un secretario...no podía decirse que fuese alumno, pero no importaba, lo que ardía en deseo era tener un acercamiento a ese conocimiento, historia de la magia...

 

Tome asiento y escuche a el mago @@Dylan Kyle Myrddin, al parecer, era un experto en escoba o muy apasionado de los deportes mágicos en donde se utilizan escobas. Con asombro escuche sobre un juego más...¡cuando creí que solo existía el quidditch!

 

Seguí su conversación, afirmaba ser un deporte de lo más peligroso...eso despertó en automático mi curiosidad y deseaba saber más.

 

Note que el joven dirigía su mirada hacia un punto en especial del aula, entonces aprecie aquel portal, me gusto ese detalle, ¡una visita al pasado! era mucho mejor que leer, que bueno, a mi me agradaba bastante, pero que mejor que "la realidad" misma.

 

Solo retazos de aquí y allá, a veces en algunas clases, o de lecturas en donde ocasionalmente se hacía referencia a datos en la historia, mucho por descubrir y se me antojaba también lo de los gigantes, y también todos esos interesantes datos que compartió Juv, se podía imaginar que sería de lo mejor.

 

Ya habló la profesora Anne, nos explicaba que no se podía abarcar tanto...¡lastima! pero de inmediato recuperé el ánimo, era mucho lo que desconocía, así que lo que se abordará, era bueno conocerlo. La profesora Anne nos afirmo que sería el creaothceann lo que veriamos...¡veriamos!, ahora si estaba fascinado, seguramente por eso estaba el portal. Las palabras de la profesora Anne estaban confirmando lo que pensé y me preguntaba ¿cómo hacía funcionar la profesora el portal?¿con el pensamiento? La observe, tal vez y pudiera descubrirlo.

 

Solo la vi dar una palmada al aire...??? no parecía que ese fuese el modo de establecer la época o el año de 1762...camino hasta el portal y nos animó a seguirla.

 

Yo me puse de pie, Dylan y Juv ya estaban listos, espere un poco, me gire a ver a Elvis, estaba tan atento a escuchar a la profesora Anne, que ni siquiera preste atención a lo que en primeros auxilios se estaba realizando.

 

No me preocupe más, avanca a travez del portal, no sabía del todo que esperar, solo vi una muralla, estabamos como al acecho, imite a los demás de ocultarme entre los matorrales y árboles, había una multitud, se les escuchaba bastante molestos.

 

La profesora Anne hizó la primera observación, cambiar nuestra vestimenta para pasar como uno más de aquellos sujetos. Espere a que ellos cambiaran primero, ya después haría algo similar a su atuendo de Dylan.

 

Escuchamos entonces a la profesora explicar:

 

-- Ahora os comento. Estamos en Paisley, a unos once kilómetros de Glasgow. Acaban de recibir la noticia de que el creaothceann, un deporte de escoba muy famoso y practicado en estas tierras, ha sido prohibido debido a las numerosas muertes que causa cada año. Como podéis escuchar, la multitud está muy alterada y planean atacar a las instituciones mágicas por culpa de este decreto. Vayamos a echar un vistazo, y veamos qué se cuece por ahí .

 

Me alegraba de tener mi varita en todo momento, muy útil sería, además de cambiar mi atuendo, tenía ganas de hacer alguna otra cosa, fuimos a mezclarnos entre esos magos...¿que pasaría si ayudabamos a derrumbar la muralla de ese lugar...? Bueno, ellos deseaban atacar ¡por que no darles una ayudita? sonrió, pero aguardo a lo que opinaran los demás...

[Adam Lockhart]

El primer paciente que había colocado el profesor como practica había desaparecido del lugar luego que se levantó del suelo, dejando solo un pequeño rastro de humo blanco, pero ninguno de los otros cuerpo lo había hecho, algo estaba claro que el tercero no estaba bien curado apenas yo recuperaba mis signos vitales desde que lo sucedido cuando me acerque a él, y tuve la visión de que fuera el mi padre mal herido.

 

Pero el segundo si era un gran misterio, no me acordaba que más necesitaba para poder darlo por sanado, en eso vi a mi profesor estaba hablando con la otra profesora del ingreso de un nuevo alumno, cuando lo vi de una vez reconocí ese cabello verde, era mi socio y amigo Antony que se había apuntado a la clase de historia de la magia.

 

Cuando Demon Hunter volvió a mirar mi trabajo se desesperó dando indicaciones de lo que tenía que hacer, así que fue haciendo lo más rápido posible las inscripciones que me había dicho, tome una crema que estaban entre las pociones que decía que era anti quemadas y se la aplique en las herida que posea el segundo de los cuerpos, luego con el uso de mi varita haciendo unos hechizos curativos spiskey para que pueda sanar tomar completamente o eso es lo que yo pensaba que había hecho, aunque aún no dejaba de gritar y el sonido me aturdía era como si tratara de decirme que era lo que me faltaba que hiciera.

 

Mientras, el gryffidor comenzó a hablar de lo que necesitaba el último de los pacientes, lo único que sabía que podía hacer era darle la poción hervitalizante que estaba entre las demás pociones cuando ya se la terminaba de aplicar, fue que me di cuenta por el desespero que tome esta ultimo envase hice que se derramada unos sobre los pergaminos y comenzó una acción en cadena ocasionado que estos se encendiera y las llamas de diferentes colores comenzaron a surgir y con ella unos olores a parecer tóxicos que fueron invadiendo todo el salón suerte que los de la clase de historia ya se había ido por el portal a no sé dónde porque no me había dado cuenta de ellos.

 

Ahora que los paciante estaban sanos y se fueron uno a uno, había que saber que haríamos nosotros 2 y lo que fuera seria rápido por que entre las llamas y los gases podíamos morir rápidamente.