~ Idiomas ~

[Mael Blackfyre]

— ¿Que nos descubran? ¿Que hombre? Katara, es una bilbioteca —le dije entre murmullos. No me daba miedo pero aquella alerta de la joven bruja me había hecho preguntarme que demonios estaba sucediendo o por lo menos, que creía que pasaba. Miré por alli pero las voces que decía mi compañera ya no se escuchaban. Miré a Mistify y no parecía tan ansiosa como Katara. Las demás tampoco. Solo Valentina porque estaba leyendo algo con la recién llegada. ¿De qué simbolo hablaban?

Pero no pude preguntarles nada, porque una voz masculina hizo que girara mi cabeza hacia el enorme Guerrero Uzza que ya se encontraba frente a nosotros. Ahora entendía lo del hombre y lo de planear cosas malas. Tal vez no era cierto, pero el aspecto de los magos extranjeros era feroz y serio. Siempre parecía que estaban a punto de atacarte. Lo miré y le dirigí una reverencia mientras me acordaba de su nombre. Eran extraños y hasta a veces me los confundia. Pero debia tener cuidado, solían ofenderse con nuestras costumbres.

— Khufu, que bueno verte —me puse derecho y le dirigí una sonrisa—. ¿Extraño? ¿Qué tan extraño puede ser que el director de la Universidad de algunas vueltas por la biblioteca? Los chicos necesitaban leer algunas cosas y como soy consciente del valor de éstos libros, me aseguré de estar yo mismo para que no ocurra nada —miré a los chicos. Técnicamente no estaba mintiendo. Pero tampoco estaba diciéndole que el pergamino que llevaba la Malfoy era extraño y queríamos saber qué significaba—. ¿No, Mistify?

No estaba consciente si la bruja quería revelar la existencia de aquel papel. Katara no había tenido nada de disimulación, asi que ambas estaban mirando al Guerrero Uzza. No todos los días te podías cruzar con uno. Y mi memoria me estaba jugando una mala pasada, pero aquel sitio tenía gran parte de libros que recopilaba su comunidad, asi que tal vez podían ayudarnos. De hecho eso fue lo que le pregunté para seguir con aquellos protocolos de conversación y darle más tiempo a la profesora.

— ¿De verdad puedes ayudarnos, Khufu? Eso sería grandioso. Aún no me acostumbro a la cantidad de libros que hay por aquí. Luego como compensación, puedo invitarte a tomar un poco de café o té, como gustes —no estaba seguro si nuestras costumbres cotidianas eran de su agrado. Pero si ellos no empezaban a romper sus barreras, jamás lo harían. Podíamos decir que estaba un poco mas en ventaja que el resto. No solo era el director. Sino que éstos me habían enseñado los primeros tres libros para que nosotros pudieramos impartirlos dentro de la Universidad. Tal vez aceptaba la invitación luego de ayudarnos.

[Lyra Katara Selwyn]

Suspire. A Elvis ni siquiera le había importado lo que tenía que decir de aquel hombre, que estaba tan tranquilo en esa parte de la biblioteca, siendo que el resto estaba hecho un caos. ¿Acaso habían olvidado el recibimiento que habíamos tenido con las extrañas esferas chocando en la pared? ¿Era normal estar en una biblioteca con las luces apagadas?

 

-De acuerdo.- Contesté, encogiéndome de hombros.

 

Pasará lo que pasará o si descubría algo, ya no diría nada. Era mejor dedicarse a observar, de todas formas ellos conocían el sitio mejor que cualquiera que los estabámos ahi. Moví la cabeza negativamente al darme cuenta que el director no quería escuchar nada más.

 

Mi ánimo en la clase había disminuido considerablemente, al ver sobre todo que tenía aquel tonto dibujo en la mano izquierda y que no me podía quitar del todo. Miré al guerrero Uzza, nunca había visto uno de cerca, al menos que yo recordaba. Detrás de él, el mago que había visto en un pasillo.

 

No dije nada sobre haberlo visto antes, suponía que si estaba con el guerrero no podía ser algien malo, por más que antes me me pareciera asi.

 

-Mucho gusto, caballeros.- Me limite a saludar y deje que hablaran con Elvis, mientras me sentaba en una silla cercana.

[Mistify Malfoy]

Mistify asintió al mismo tiempo que retrocedió en dirección a Katara que para entonces se había sentado en una de las innumerables sillas. Dió varios pasos hacia atrás, sin dejar de esconder el pergamino en su mano derecha. ¿Qué quería aquel mago? No podría quitarle lo que era suyo. Cuando chocó con el respaldar de la silla pareció volver a la realidad, parpadeando muchas veces como si no supiera exactamente lo que estaba pasando.

 

- Yo... - dijo confundida. Sabía perfectamente quién era el Uzza y los poderes que conllevaba. Era uno de los de Larga Vida, tantas que seguramente ni ellos mismos sabían cuántos años hacía que circulaban por el mundo. Seguramente tendría respuestas. Pero por más que quería enseñarle lo escondido, su mano se negaba a obedecer en aquel sentido y las palabras parecían no querer salir de entre sus labios, atoradas en algún lugar de la garganta. - Solo... buscábamos información de idiomas antiguos - dijo finalmente. Los ojos esmeraldas no sostuvieron la mirada atenta del guerrero y se desviaron hacia Katara que intentaba quitarse una mancha de la mano, una que antes le había estado mostrando a Valentina.

 

- ¿Qué es lo que tienes ahí? - le pareció que la salpicadura que la bruja intentaba remover, era algo más que eso. Sely, el mago sirviente del Uzza se acercó a ambas, Mistify alzó el rostro hacia él, no le gustaban las intromisiones - ¿Se le ha perdido algo?

 

El mago pasó sus enormes manos velludas sacudiendo la estridente túnica a rayas.

 

- Por supuesto que no - pareció ofenderse - Pero es que me pareció conocido el símbolo en la mano de la joven bruja - señaló a Katara - Creo haberlo visto antes.

 

- ¿Qué símbolo? - ahora la bruja de túnica blanca había vuelto su atención a la joven sentada.

 

El hombre continuó.

 

- Mi Señor justamente estaba revisando unas inscripciones similares hace un momento. - estiró una mano hacia la bruja que permanecía aún sentada - ¿Me permite verificarlo, señorita?

[Khufu]

El viejo guerrero cruzó los brazos otrora fornidos sobre su pecho desnudo. No era lo que planeaba ¿acaso el Director no había notado el sarcasmo en sus palabras? Quizá debería practicar más con los ingleses o quizás eran más duros de entendimiento. Tendría que ser más directo la próxima vez, solo que ahora no le quedaba alternativa, por lo que inclinó la cabeza afirmativamente. A lo mejor explicarles acerca de idiomas antiguos no era tan malo y lo sacaba un poco de los pensamientos catastróficos de los últimos días.

 

- Es un poco rara, su profesora - señaló a la Malfoy de cabello rubio - ¿No cree? Es como... - la observó por unos momentos, ahora estaba hablando con su ayudante y con otra jovencita - Es como si escondiera algo - dijo - Así es, esconde algo - le ratificó a Elvis con toda la certeza de sus ojos sabios - ¿En verdad solo han venido a estudiar idiomas perdidos a través de las eras?

 

A pesar de su aspecto avejentado y de que su espalda no era tan recta como en sus mejores tiempos, aún así era más alto que todos los presentes y el Uzza se enorgullecía de eso. Intentó erguirse pero el movimiento hizo que su espalda se quejara de nuevo y llevó la mano derecha a la cintura.

 

- Ya no tengo cien años - le dijo a Elvis suspirando, como si esa hubiese sido su mejor edad. La mirada, sin embargo, seguía atenta a los involucrados y se centraba ahora en el grupo un poco más allá. - Quizás tengamos que ir a acompañarlos para empezar la travesía - se quedó pensativo - ¿Se dice travesía? Usted sabe... aún no me adecuo a las expresiones inglesas, son un tanto ambiguas y por cierto, el té estará perfecto, si lo prepara como Sely, claro.

 

¿Porqué hablaba tanto? ¿Y qué les pasaba a las dos brujas que aún ni siquiera habían hablado? Una de ellas parecía totalmente en otra dimensión, la mirada celeste perdida y la otra, había estado escondida detrás de Katara, pero ahora parecía inmersa en sus propios pensamientos ¿Cuáles serían? A Khufu no le sería difícil saberlo, pero qué podría tener de interesante en su mente una joven inglesa algo retraída. Definitivamente no valía la pena el esfuerzo. Sin embargo, las otras dos, eran una historia diferente.

[Lyra Katara Selwyn]

Me resigne a que el hombre viera el dibujo que estaba en mi mano, a lo mejor ellos lograban que se quitara, o al menos que cuando me convirtiera en mi forma animaga, no se viera en la pata izquierda, o se notaría que no era un gato normal a simple vista.

 

Le enseñe la mano, en la misma estaba dibujado un círculo conteniendo dos pirámides invertidas entre sí, en cuyo centro se duplicaban los símbolos del pergamino. Uno de los símbolos era una varita mágica con dos puntas, atravesada por otra. El otro símbolo era algo similar a una serpiente.

 

-Antes dolía y daba comezón, cuando empezaba a dibujarse.- Expliqué, aunque suponía que eso no sería de importancia.-Me puse unas pociones y quitaron el dolor y la comezón, pero el dibujo no se borra.

 

Miré a Valentina, que se había quedado callada igual que Juve, ¿es que tanto las afectaba el pergamino? Seguía sin comprender porque a mi no me afectaba tanto.

 

-También vimos el dibujo Valentina y yo en una de las paredees del pasillo por el que venimos. Sin embargo, cuando lo vimos yo ya tenia el dibujo en la mano. Ni siquiera se me quita si me convierto en mi forma animaga.- Comenté.

 

Se lo estaba comentando tanto al mago que había visto antes, Sely, como a Misty. El guerrero Uzza seguia hablando con Elvis, mientras esto sucedía.

 

-¿Cree que se pueda quitar el dibujo?- Le pregunté al mago, Sely. -Al menos me gustaría saber porque apareció en mi mano y no en la de los demás.

 

Seguía sin darme mucha confianza, pero no era algo raro. Me costaba confiar al principio en personas que no había visto. De hecho, aunque conociera desde hace mucho tiempo a alguien, eso no implicaba que le tuviera una confianza absoluta.

 

Esperaba que no le molestará a Valentina que mencionará lo del dibujo del corredor ,pero podía ser un detalle importante que empezáramos a ver ese símbolo en todas partes.

[Valentina Ricci Yaxley]

Aquella fuerza sobrenatural le había cortado el habla. Eso, y el hecho de encontrarse junto a un enorme guerrero Uzza que analizaba cada una de las acciones de las muchachas allí presentes presetes.

—Lo... lo siento. —La joven recuperaba el habla tras haber estado en trance durante todo el camino del túnel. Las reacciones producidas allí dentro habían sido más que extrañas. El director, perdiendo los papeles y lanzándose sobre una maestra de su claustro. Sombras que cobraban forma de símbolos extraños. Nada de eso podía ser bueno.

Como si de un zombi sin conciencia se tratara, la pelirroja había seguido a Katara. Tras mirar unos cuantos libros, se dirigió a la chica bastante seria y le mostró la palma de su mano. Cuál fue su sorpresa al reconocer el mismo símbolo nacido de entre las sombras ahora tatuado sobre la piel de su compañera.

—Algo me decía que tú también lo viste. Está bien, lleva razón —confesó tanto a la profesora como al guerrero—. Parecía algo... hipnótico. Esas sombras bailaban para mi, danzando de un lado a otro. Por muchos segundos, mi mente quedó totalmente cautivada, y mis ganas de... de revisar el pergamino de nuevo, aumentaron —bastante más tranquila y con la mente fresca, Valentina fue hablando acerca de lo que divisó, pero su ansia por poseer aquel trozo de papel seguía presente —. Katara, ¿conseguiste averiguar algo en esos libros?

[Mael Blackfyre]

El Guerrero Uzza Khufu había reaccionado de mejor manera de lo que creía. Me mantenía atento a lo que decía y al parecer, estaba interesado no en el té o café, sino en lo que estaba ocurriendo con el pergamino y con aquellas marcas. Marcas que no había logrado divisar bien. Cuando comentaron aquello en el pasillo, pensé que habían estado hablando del papel, pero hasta que no enfocaron la vista en Katara y lo que miraban, no había entendido. Ahora todo tenía sentido.

— Si, se dice travesía, aunque no estoy seguro si debamos irnos sin tener al menos un sentido de orientación mínimo. ¿Qué es? ¿y a dónde vamos? —tal vez la idea del té era lo mejor que podìamos hacer. Si nos sentíamos cómodos, tal vez podíamos avanzar en aquellas cuestiones. Aún teníamos que averiguar que era eso que preguntaba Katara y que el otro joven desconocido se había acercado a observar. A un par de pasillos, se escuchaba la voz vieja de un mago y su andar lento—. ¿Pippin? ¿Señor Pippin, es usted?

Definitivamente tardó algunos segundos de más en que se guiara por donde venía mi voz. Sus ojos aumentados por sus lentes tardaron en enfocarse en la oscuridad para divisarnos a todo el grupo. El viejo se preguntaba qué demonios estábamos haciendo allí y como era que no lo habiamos visto. Mientras nuestra compañera era examinada, me acerqué un poco al recepcionista de la biblioteca.

— ¿Puedes ayudarnos con algunos libros? Estoy seguro que vas a tardar menos que nosotros —le pregunté al viejo, esperando que tardara menos que lo que había realizado en caminar dos pasillos. Pippin asintió. Le comenté que podría traer algunos libros que el mismo Uzza había estado leyendo. Y algunos más sobre idiomas antiguos. Tal vez con la lectura y las tazas de té, podríamos empezar con algo. Hablando de eso, me di la vuelta y movi dos veces mi varita. La primera hizo aparecer unas tres esferas de luz que se quedaron flotando alrededor de nosotros. Para que pudiéramos mirar mejor. Y la segunda hizo aparecer siete tazas de café humeantes—. ¿Desean un poco? —les comenté, tomando algunas y acercándolas a éstos.