Prueba - Libro del Equilibrio (2)

[Sally Sigel]

El dolor empezaba a ceder aunque aún se encontraba sensible por el reciente corte. No le había gustado ni un poco la pasada clase del libro de la sangre y a cada momento se convencía más del porqué. Ahora había sido presa de un juramento de sangre que la obligaba a no defenderse, casi le parecía estar bajo la maldición imperius.

 

- Aqueora - dijo casi en un susurro, haciendo un gran esfuerzo y uso de su voluntad para rebelarse a la prohibición de defenderse.

 

Un profundo corte había vuelto a aparecer en su pierna pero la magia que la rodeaba en forma de escudo de agua la curó inmediatamente pues funcionaba como un episkey. Las flechas de fuego habían sido repelidas exitosamente también, aunque usar aquel hechizo fuera peligroso no creía que alguien la viera en medio de aquel maizal y si así era ya no le importaba.

 

- Cinaede - susurró entonces dirigiendo aquel hechizo a @ que en seguida fue rodeado por un veneno gaseoso que se internaría en su sistema respiratorio, sufriendo los mismos síntomas que ella había sufrido al inicio de aquel enfrentamiento.

[That is not my name]

De inmediato conjuré un silencius cuando la vi que creaba el escudo que le provocó una nueva herida que pudo sanar con el mismo conjuro. Inteligente, sin duda alguna, pero no suficiente para poner la balanza de su lado, por ello preferí detenerme un momento para curar mis heridas.

 

Episkey, pensé de inmediato para sanar esa pequeña herida esperando que en mi siguiente movimiento logrará hacerle más daño con un par de movimientos certeros, tal vez recurrir a un par de movimientos que ya había realizado con anterioridad.

 

No estaba prestando atención en los otros enfrentamientos, obviamente, ya que era de suma importancia pasar el curso sin ningún tipo de problema, no quería desperdiciar los galeones invertidos.

[Axel Rexdemort]

- Oh really. – Llevándose la mano derecha sobre su rostro, tantos hechizos disponibles y ambos habían usado el mismo, por lo tanto ahora los dos hombres se encontraban con arena en sus ojos. Axel intentó limpiar su rostro pero le resultó imposible, que tipo de hechizo era ese.

Intento recordar la posición de Stephanus, aunque no estaba completamente seguro como podría actuar, considerando que no veía nada.

- Fuu… - Aguzando un poco el oído, no quería perder por completo a su compañero, temía que terminara moviéndose un poco, con ambos ciegos por culpa del mismo hechizo, no sería extraño que terminaran teniendo cada uno un duelo contra el aire.

 

- Lo mejor será atacar. – Pensó el danés poniendo sutil atención al sonido, aunque era un pésimo ciego, no escuchaba nada.

 

- Taranta…taranta…tarnanta...tanganta…tanga… negra- un rayo salió disparado al suelo de la punta de la varita del mago, aunque no pudo observar que había pasado.

 

- ¿Qué rayos? – Axel no pudo pronunciar su hechizo correctamente y era probable que su Tarantallega, ni siquiera hubiese estado cerca de golpear a su rival. – Genial. –

 

Levanto un poco la cabeza, se encontraba algo perdido, cuanto tiempo duraría con los ojos cerrados, era realmente molesto. Axel levantó nuevamente su varita, y la movió un poco hacia los lados lentamente, Flechas de Fuego fue el hechizo que pensó el mago.

Haciendo aquel movimiento Axel aseguraba que si Stephanus se encontrase en algún ángulo cercano al mago, algún filamento del hechizo lo golpeara, le estaba costando jugar sin ojos.

[Undefined]

No podía no abrir los ojos, estaban tan imposibilitados debido a toda esa a arena que lo había cegado, ni siquiera frotando con el reverso de su mano derecha pudo quitarse la molestia, sólo debía esperar a que el efecto finalizara. No debía tardar tanto.

 

Soltó una carcajada al ver como Axel trataba de conjurar un hechizo, pero la versión ridiculizada gracias a su maldición fue mucho mejor, un tal tarantanegra salió de si boca, pensó que tal vez quería invocar una tarántula negra o algo parecido, era hilarante lo que la maldición podía hacer.

 

- ¡Cinaede! - Musitó realizando una floritura con su varita.

 

Sin poder ver, pero sabiendo lo que estaba ocurriendo. Una nube invisible de gas venenoso rodeo a Axel por completo, esta entro por las vías respiratorias y fluiría por el torrente sanguíneo del muchacho causando que empezara a sentir un dolor y que un ahogo muy molesto.

 

En ese instante de alguna manera pudo realizar un hechizo y unos filamentos de fuego se dirigían en dirección a Stephanus, no supo que hacer ya que no podía verlas ni escucharla, pero necesitaba actuar de alguna manera u otra. En ese momento pensó que saldría lastimado tontamente por culpa de su visión.

 

Con un movimiento de su varita, un "Salvaguarda Mágica" cruzo por su mente con la velocidad necesaria para que justo segundos antes de que el fuego impactará en su humanidad. Ahora se encontraba intangible, como un fantasma que atravesaba paredes, no sintió si las flechas habían pasado o no por su cuerpo. Sin embargo, estaba seguro que hechizo funcionaria para salir ileso de aquel movimiento.

 

Sus ojos empezaban a recuperarse lentamente.

[Thomas E. Gryffindor]

Cuando el Gryffindor estaba a punto de curarse completamente del Cinaede de Lyra; ésta una vez más lo utilizó en su contra, haciendo que aquel gas invisible invadiera poco a poco sus vías respiratorias, sin la mera oportunidad de defenderse. ¿Cómo podía impedir que el vaho deletéreo ingresara en sus pulmones? No lo sabía, y por más que se cuestionase sobre la manera de realizarlo, le resultaría imposible pensar con claridad ante una situación así de estresante y precipitada. Sintiendo molestamente el escozor en su garganta; Thomas apuntó una vez más en dirección a su cuerpo mortal, deletreando un “Episkey” a la perfección en su mente, sin emitir palabra alguna frente a la Selwyn que parecía estar obsesionada con el empleo de los pétalos de pensamientos. <<Me tiene acorralado… su nivel de magia es muy alto… ¿Qué puedo hacer ahora?>> cavilaba para sí mismo el pelirrojo, muy dubitativo al analizar el marco del duelo que estaba librando con Katara; claramente con una desventaja.

 

<<Anapneo>> repasó en silencio el ojiverde para cesar el dolor en su tráquea, de carácter temporal, pues sabía que tendría que recurrir a más hechizos sanadores para estar íntegro una vez más en el enfrentamiento. -¿Lazo del diablo?- susurró cuando su mirada se centró en la aparición repentina de aquella enredadera azabache que atacó a la bruja, pero era muy obvio que ésta sabría defenderse de ella con rapidez, y de una manera efectiva haciendo una brillante demostración de los filamentos de fuego aprendidos bajo el arte del Equilibrio.

[Sally Sigel]

Tarde se dio cuenta de que su último hechizo había sido silenciado por su rival, quien optó por curarse aprovechando el hecho de que no fue atacado. No muy lejos de allí sus demás compañeros también estaban inmersos en su propia batalla.

 

- Cinaede - volvió a repetir apenas agitando su varita. Esta vez sabía que su hechizo no fallaría y así fue, el veneno gaseoso rodeó a Ishaya internándose en su anatomía e inundando su sistema respiratorio.

 

- Maldición - pensó después. Así le devolvería a @ el pequeño momento incómodo que había pasado con anterioridad y su siguiente hechizo sería sólo una réplica ridícula e inútil que no la afectaría en lo absoluto.

[Lyra Katara Selwyn]

Vi como mi oponente reaccionaba, ya me encontraba lista para atacar nuevamente, mi hechizo saldría justo después de su anapneo, sabia que necesitaba realizarlo, era algo que no podía dejar pasar por alto .

 

-Flechas de fuego.- Pensé, mientras señalaba a mi rival con mi varita.

 

De inmediato de mi varita salió una andanada de filamentos de fuego, salieron de mi varita poco a poco, dirigiéndose a mi oponente. No era un hechizo tan peligroso como el otro pero igual tenía que cuidarse. Sabia que mi rival se las arreglaría perfectamente.

 

Lancé al aire un poco de Arena del hechicero, pensando en estas palabras al mismo tiempo. La misma ocasionó un destello que dejaría ciego a mi compañero, el mismo tiempo que yo lo había estado antes. Bastaba con hacer ese movimiento para que el hechizo funcionara sobre mi oponente.

 

Estaba casi segura que se estaba cansando de que usara hechizo venenoso, ahora tan querido para mi, por lo que sonreí al recordar el curso anterior en que el se la pasó utiliando el mismo hechizo una y otra vez, así que, ¿porqué no podía hacer yo lo mismo, aprovechando la ventaja que eso me daba? Por más que a mi me hubiera molestado la repeticion de ese hechizo que él a cada rato usaba, estaba segura que no lo iba a dejar de hacer.

 

De todas formas, dudaba que el duelo durará más tiempo, al menos eso esperaba.

[Thomas E. Gryffindor]

Tan pronto como el Gryffindor quitó aquel ardor en su garganta producto del gas venenoso, Lyra empezó a lazar una seguidilla de filamentos de fuego que salieron disparados hacia el cuerpo maltratado de Thomas; quien decidió defenderse rápidamente antes de que su piel se viese afectada por las quemaduras que estas “flechas” le propinarían. Pensando en un ágil y efectivo “Salvaguarda Mágica” se volvió intangible, favoreciendo a que la invocación de las flamas de Katara traspasara su figura incorpórea sin causarle daño alguno. <<Primero me crucifican los mocosos y quieren calcinarme… y ahora mi compañera pretende hacerme cenizas ponzoñosas… Por Merlín… en qué iré a terminar hoy>> caviló el pelirrojo con un dejo de preocupación evidente en sus ideologías espontáneas, surgidas en base a lo que él estaba vivenciando en la maestría del Libro del Equilibrio en medio de dicho claro gringo.

 

La señorita Selwyn, con astucia, lanzó al aire un puñado de arena que originó un fuerte y cegador destello que encandiló al mago inefable, quien perdió la capacidad de ver por un tiempo determinado; hecho que beneficiaría a su contrincante al estar él con sin un sentido de los restantes que tendría que agudizar para no enloquecer. Sin pensarlo dos veces, y a sabiendas de que no podría atacar sin morir en el intento; Elros apuntó una vez más hacia sí mismo y pensó en un “Episkey” que contrarrestaría por breves instantes las molestias del tóxico que embriagaba su sistema respiratorio a causa del segundo Cinaede de la bruja que estaba obstinada en asesinarlo como a una rata de laboratorio. Dentro de su mente, el chico sabía que el duelo ya lo tenía perdido, una corazonada extraña le atormentaba… pero optó por entregar todo de sí… Y de morir… lo haría con honor; anhelando que el amuleto de la resurrección le pudiese brindar una mano amiga de ser estrictamente necesario utilizarlo.

[Lyra Katara Selwyn]

Se me estaban acabando los hechizos para hacerle daño a mi compañero, sin embargo, cada vez me sentía más a gusto con ellos y comenzaba a comprender las ventajas que tenían sobre los hechizos neutrales comunes.

 

Señale a mi oponente, el cual estaba empezando a recuperarse pero era obvio que no lo dejaría que lo hiciera tranquilamente. Todavía estaba estaba bajo los efectos de la arena del hechicero, por lo que no tendría problemas en mandar un par de rayos esta ocasión.

 

-Sectusempra- Mencioné, siendo este el hechizo que me pareció mejor para que el Gryffindor jugara. Sin dejar de apunta a mi oponente, realice mi segundo ataque.-Desmaius.

 

Tenía ventaja en ese momento y por lo tanto la utilizaría, ya que no tenía hechizos encima de los cuales tuviera que defenderme. En otras ocasiones nunca hubiera usado un rayo cualquiera como segundo hechizo en un duelo, pero en este momento no debía preocuparme por nada. No tenía caso describir el daño que le haría a mi rival, en caso de no defenderse. Uno de ellos lo desangraría y el otro lo haría perder el conocimiento. Además de eso, no lograría hacer a tiempo la última curación del segundo cinaede, pero ¿no era eso lo que él buscaba?

 

Espere la respuesta de mi oponente, no podía fiarme de todas formas, eso era lo que hacia que uno perdiera los duelos. Debía estar uno siempre alerta, listos para defenderse.

 

Estaba sastifecha con los resultados de ese duelo, logrado solamente con los hechizos permitidos en el mismo.

[That is not my name]

Pensé en unas flechas de fuego después de que una nube gaseosa comenzó a formarse a mi alrededor ya que, de cierta forma, quería seguir con el duelo de una forma más emocionante que seguir curándome heridas simples de una cortada, así que estaría preso de perder dos movimientos en el combate para que los efectos de aquel hechizo que me había lanzado Sally no me dejarán fuera de combate mientras que ella debía de defenderse o afrontar un destino... interesante.

 

A contrario de lo que pensaba, ella lanzó algún hechizo no verbal y yo simplemente pensé en un anapneo para que pudiera respirar sin ningún problema, ya después pensaría en otro curativo ya que, hasta eso, seguiría el juramento de sangre durante otro turno más para ponerla en dificultades.

 

Ataques, ataques, ataques, todo lo que podría sacar de este libro sin contar con las semillas de hielo, pero en esta ocasión no pod´ria utilizarlo porque, bueno, solo podría salir un par de cuervos de entre la maleza. No, lo mejor es seguir atacando hacia mi vieja amiga, compañera de bando.